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Ma. Belén Guedes. 1º Mpi. 4.731.

505-8

INTRODUCCION

En este trabajo se analizará teóricamente el caso presentado. El tema que escogí es el rol
docente.

1. El aporte del método científico y la reflexión (Bazán)


2. La relación entre teoría y practica. ( Antelo)
3. “Escuela activa” una sociedad en miniatura. (Meirieu)
4. Habito y naturaleza (Rosseau).

El aporte del método científico y la reflexión.

Bazán destaca que la educación es un fenómeno complejo y multidimensional que


requiere abordarse desde una perspectiva científica y disciplinaria. En este sentido,
afirma que aquellos que deciden ocupar el rol de pedagogos deben tener en cuenta la
crisis de sentido que enfrenta la sociedad actual y trabajar en la construcción de un
mundo más justo.

Bazán menciona tres niveles de acción: el alumno, el aula y el centro educativo. Es


fundamental establecer estrategias de intervención extracurricular que permitan vincular
el proyecto educativo del pedagogo con los estudiantes. En el caso presentado por la
profesora, queda evidente que no había establecido un vínculo sólido con las familias de
los alumnos, lo cual tuvo consecuencias negativas.

Un educador debe tener una idea clara de justicia para poder impulsar relaciones
igualitarias en el aula. Es necesario observar de cerca las dinámicas y actuar de manera
precisa para mejorar situaciones de injusticia. También se debe de cumplir varias
funciones psicopedagógicas, de docencia y de apoyo. Sin embargo, en el En el caso
presentado, vemos que la docente no fue capaz de detectar el maltrato que sufría José
por parte de María, lo que demuestra la falta de atención y intervención necesaria y no
podría estar desempeñando efectivamente su rol docente frente al grupo a cargo. .

Es fundamental que el docente cuente con los conocimientos mencionados


anteriormente, sustentados por Bazán, así como asumir responsabilidades y actuar con
ética. Estas serán brújulas para utilizar de manera efectiva las funciones mencionadas y
buscar una resolución adecuada del caso.

La relación entre Teoría y practica.

Según Antelo, la enseñanza clara implica establecer conexiones entre la teoría y la


práctica, no solo en el ámbito escolar, sino también en otros contextos culturales. La
pedagogía abarca más aspectos que la institución educativa y la práctica en el aula.
Antelo destaca la importancia de lograr un compromiso tanto por parte del docente
como de la institución para identificar las necesidades y demandas de los alumnos.
Además, destaca el papel crucial de la observación en la enseñanza. Según Antelo, la
observación solo es posible si se realiza desde una perspectiva teórica que establece la
relación necesaria entre nuestra mirada y la realidad.

Bajo esta perspectiva, Antelo afirma que las teorías son cajas de herramientas que nos
ayudan a comprender y transformar la realidad. Para que una teoría sea significativa,
debe ofrecer nuevas herramientas y un nuevo léxico que permita cambiar las cosas.
Educar implica poner orden, atar lo desunido y tejer nuevas relaciones.

Antelo también sostiene que la educación es un campo de lucha de fuerzas antagónicas


y que los educadores desempeñan un papel en canalizar esas luchas en busca de un
objetivo común. Para lograr esto, es necesario estudiar, teorizar y practicar.

En el caso presentado, se evidencia que la maestra no mostró interés en generar nuevas


formas de relacionarse ni establecer diálogos con los estudiantes. Tampoco se observa
una intención de teorizar sobre su práctica. Antelo resalta la importancia de comprender
el lenguaje con el que los estudiantes organizan su realidad para construir un lenguaje
nuevo que abra nuevas formas de actuar.

Finalmente, se destaca el carácter político de la educación, que implica viabilizar la


lucha de intereses desde distintos órdenes. Los maestros tienen la función intelectual de
unir y resolver conflictos, pero en el caso presentado, la maestra parece no haber
cumplido este papel al no establecer vínculos con la tía de José ni permitir la expresión
de los estudiantes afectados.

“Escuela Activa” una sociedad en miniatura.

Según Meirieu (2016) es fundamental comprender que la escuela se construye con el


propósito primordial de promover el aprendizaje. Meirieu hace hincapié en que la
escuela no debería existir para limitar o hacer imposible ciertos procesos de aprendizaje,
sino todo lo contrario.

En su texto "Escuela activa: una sociedad en miniatura", Meirieu destaca la importancia


de que tanto el docente como la institución se enfoquen en los intereses del niño. Esta
perspectiva busca fomentar un aprendizaje significativo y establecer un vínculo más
efectivo entre el docente y los alumnos. Sin embargo, en el caso que estamos
analizando, parece que la docente no está aplicando esta enseñanza basada en los
intereses del niño, lo que puede tener un impacto negativo en el proceso de aprendizaje
y en la relación con los alumnos.
Es necesario que los docentes y las instituciones educativas reflexionen sobre su papel y
se involucren activamente en el desarrollo de estrategias pedagógicas que promuevan la
participación activa de los estudiantes, teniendo en cuenta sus intereses y necesidades.
De esta manera, se podrá lograr un entorno educativo más enriquecedor y propicio para
el aprendizaje.

Hábito y naturaleza.

Según Rousseau, es inútil ir en contra de la naturaleza, ya que su poder es superior a la


voluntad humana y, a largo plazo, prevalecerá causando sufrimiento. Por lo tanto, es
crucial valorar la existencia humana en armonía con la naturaleza.

Desde un punto de vista innato, el ser humano posee amor propio y compasión. La
función intelectual no debe luchar contra estos sentimientos originales, sino más bien,
debe orientarse para que la razón guíe los impulsos y sentimientos del amor propio
(egoísmo) y el amor hacia los demás (altruismo) para construir un sentido común de
existencia. En otras palabras, la razón debe iluminar los impulsos naturales para que el
individuo se sienta unificado en un sujeto común, lo cual nos permitirá experimentar la
libertad como resultado de la naturaleza humana. Rousseau destaca que para lograr esto,
es fundamental establecer una pedagogía basada en conocimientos psicológicos que
coloque al niño en el centro para que su desarrollo se oriente hacia un sentido
comunitario de la naturaleza humana. Esta debe ser la meta de la educación.

Rousseau propone que la pedagogía se base en las leyes psicológicas, es decir, que se
establezcan reglas pedagógicas relacionadas con la psicología infantil. En este sentido,
define cuatro principios:

1. El niño pasa por etapas necesarias de desarrollo físico y emocional hasta convertirse
en adulto.

2. Existe un orden progresivo en el desarrollo de las funciones corporales e


intelectuales, donde el ejercicio de unas funciones prepara para futuras funciones.

3. Las acciones naturales se caracterizan por satisfacer necesidades inmediatas.

4. Es importante que el pedagogo considere que cada individuo difiere en carácter y


cada uno tiene su propia historia y desarrollo personal. Por lo tanto, es fundamental
acompañar estas individualidades en el proceso educativo.

Estos cuatro principios reflejan la postura paidocéntrista de Rousseau, que enfatiza en


partir del niño y no tratarlo como un adulto en miniatura. Todos estas apuntan a la idea
de permitir que la infancia madure en el niño. En este sentido, es crucial pensar en la
educación temprana de forma negativa, es decir, no imponer preceptos civilizatorios
artificiales, sino preparar el camino para la razón a través del desarrollo de los sentidos.
Se deben proporcionar ejercicios adecuados a los sentidos para preservar al niño de
errores y quitar obstáculos que impidan el libre desarrollo de sus habilidades.

Una buena pedagogía debe enfocarse en cultivar la libertad y descubrir la singularidad


de cada individuo. El pedagogo se convierte en un creador de hombres, utilizando la
educación como herramienta para establecer la relación entre la naturaleza y la cultura.

La guía del maestro en despertar las predisposiciones primarias y desarrollar los


sentimientos naturales es lo que permite formar individuos íntegros y en armonía con su
naturaleza. Rousseau confía en que al educar al hombre en relación con sus emociones
de manera natural y racional, este se convierte en el pilar para transformar la sociedad.
El pedagogo debe activar el potencial de la naturaleza a través de la confianza en el
individuo como un ser naturalmente colectivo. El problema es que, generalmente, la
relación se establece de manera inversa: se obliga al individuo a pertenecer a una
sociedad artificial y se lo coacciona a vivir según principios antinaturales, viciados por
prejuicios irracionales.

En el caso de José, se evidencia una desviación de los hábitos naturales debido a la


incapacidad de sus compañeros para sentir amor por los demás y orientar sus acciones
en función de ese sentimiento natural. Percibir el sufrimiento de alguien sin que esto nos
afecte es una muestra de desapego hacia la tendencia natural de considerar al prójimo
como parte integral de uno mismo.

Rousseau reconoce que el niño puede cometer acciones egoístas o malvadas, pero lo
hace por ignorancia. Si luego comete actos malvados sabiendo lo que está haciendo, es
porque ha sido influenciado por fuerzas antinaturales que lo someten a comportamientos
anormales. Puede sonar extraño, pero la maldad es el resultado de un mal uso de la
razón al utilizarla en contra de su autenticidad, es decir, al guiar los sentimientos de
amor propio y amor hacia los demás en una dirección contraria. Es la mala influencia
social la que pervierte.

También se podría argumentar que los actos violentos son producto de un sentimiento
de debilidad. La maldad es hija de la impotencia, su efecto natural. Cuando las cosas no
salen como se espera, el niño (y también el adulto), tiende a cometer actos malvados,
según lo expresa Rousseau en el libro "Emilio". Esto se puede explicar porque la
impotencia surge al no poder controlar lo que es inherentemente incontrolable para el
hombre: la naturaleza. Por lo tanto, el niño criado de manera artificial sentirá, por
impotencia, la necesidad de cometer actos violentos.

En ambos casos, la maestra falla al no poder corregir estos errores en el niño y eliminar
las barreras que obstaculizan el libre desarrollo de sus habilidades naturales. El objetivo
debería haber sido fomentar la confianza en sí mismos de los estudiantes para que su
inclinación natural hacia el bien no se viera distorsionada por falsas ideas sobre el poder
individual, la desconfianza hacia sí mismos y hacia los demás.

Bibliografía

Antelo, E. (1999). Instrucciones para ser profesor. Pedagogía para aspirantes. Santillana

Bazán, D. (2004). “Pedagogía y Educación”, incluida en el Módulo de Política Educativa y


reforma Educacional del Diplomado en Diseño, Gestión y Seguimiento de Procesos
Educativos de Calidad en la Educación Parvularia, de INTEGRA y PIIE.

Meirieu, P. (2016). Recuperar la pedagogía: de lugares comunes a conceptos claves. Paidós.

Rousseau, J. (1990). Emilio, o de la educación. Alianza.

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