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El aragonés
1. Introducción
—Las regiones que hay que tener más presentes son las orientales y las del norte (ver mapas)
—Para el estudio del aragonés, contamos con el Atlas del Aragonés de Aragón, Navarra y La Rioja
(A.L.E.A.N.R), publicado en los años 70 y 80, pero con encuestas realizadas en la década de los 60.
por tanto, tenemos un material uniforme para todo el dominio, pero los datos que se recogen
en el mismo son bastante antiguos
solo nos interesan las provincias de Huesca, Zaragoza y Teruel.
—En la franja oriental, encontramos variedades emparentadas con el catalán, ya que los límites
administrativos no coinciden necesariamente con los límites lingüísticos. Por eso, encontramos
variedades catalanas desde el norte hasta la comarca de la Matarraña, en el oriente.
—En el norte de Huesca subsisten modalidades herederas de la evolución autóctona del latín en los
territorios que darían lugar al reino de Aragón
es un dialecto propio que surge como evolución del latín, por lo que no es una variante del
castellano.
—Con los datos del Atlas (A.L.E.A.N.R), el aragonés queda reducido a una parte del norte de
Huesca, teniendo en cuenta un concepto muy amplio de ‘dialecto’: cuando en algún lugar, en alguna
palabra, aparecía un rasgo ajeno al castellano, se consideraba que esa palabra ya era dialectal
así, las variedades aragonesas se sitúan en la parte norte de la provincia de Huesca, con el
único enclave zaragozano de Arvisa. Los límites del sur del habla aragonesa coincidirían con
Arvisa, Bolea, Laguarla y Santaliestra.
—Hay dos enclaves en los que el dialecto tiene más vitalidad y amplitud, el extremo occidental de
Huesca, con los enclaves de Ansó y Hecho; y en el extremo oriente, con Bielsa y Gistaín (conocido
también como Chistau)
en cambio, en el resto del dominio supuestamente aragonés, la castellanización es muy
intensa
—Hay que tener en cuenta que dentro de este dominio, existe un enorme polimorfismo de las
variedades dialectales, con resultados divergentes, lo que genera que, a la hora de recoger estos
datos en el Atlas, los lingüistas y filólogos manifestaron su preocupación por el porvenir del
dialecto, que se está perdiendo en un grado mayor que el astur-leonés.
—Hay varios trabajos dialectales de los años 40 y 50 sobre el aragonés, y a partir de ese momento,
lo único que observamos son pérdidas de rasgos dialectales del aragonés a favor de los rasgos
castellanos:
Alvar, con datos recogidos en Jaca en 1949, recoge viello, güello, güella, mientras que diez
años después, en el Atlas se recogen ya viejo, ojo, oveja
González Guzmán recoge en 1953 plegar, feito, escuitar y muito, mientras que en el Atlas ya
encontramos llegar, hecho, escuchar y mucho.
Badía recoge en Bielsa en el 1950 capeza, liepre, espuenna, esponna, mientras que en el
Atlas aparece cabeza, liebre, espuena, espona, lo que evidencia la desaparición de la geminada que
se daba antes en aragonés.
—Uno de los principales estudiosos del aragonés, que recorre el Pirineo a finales del siglo XIX,
Saroïhandy, llama la atención sobre la fuerte castellanización de la parte central del Pirineo oscense.
En sus recorridos por la zona pirenaica, destaca la conservación de las variedades de Echo y Ansó,
con Urdiés y Aragüés, para saltar ya a Bielsa y Gistaín
es decir, encontramos la misma distribución que encontraremos en el ALEANAR mas de
medio siglo después, pero con un dialecto aragonés con menos amplitud y vitalidad, obviamente
pero, ¿por qué la zona central presenta esa castellanización desde hace tiempo frente a las
zonas laterales, con una mayor conservación del dialecto? No está claro, y además no es un
fenómeno reciente.
—Brian Mott, en la revista Dialectología 5 (2010), 65-85, distinguió diversas áreas dialectales del
aragonés, aunque manejando datos antiguos. Teniendo en cuenta que no existen isoglosas y que solo
estamos ante una aproximación de las variedades y restos que existen del aragonés, Mott considera
seis zonas:
·Zona 2: Bielsa aparece en esta zona, pero está claro que forma parte de la zona 4.
—En los comentarios hay que distinguir entre el aragonés pirenaico y el aragonés oriental (es una
zona de transición con el catalán)
Zona 1
—Artículos: o, a, os, as
—Participios en –au, -iu (puyau, partiu), por oposición al resto del aragonés.
Zona 2
—Zona del Pirineo Central, muy castellanizada desde hace bastante tiempo, del río Gállego al
Cinca
—En esta zona, se habla el panticuto (en el valle de Panticosa), el bergotés (en Broto) y el tensino
(en Tena), variedades distintas en cada uno de los valles
—Aparecen diptongos coincidentes con el del astur-leonés occidental: E y O breve tónicas latinas
diptongan, además de en [jé] y [wé], en fuande, puande, viallo, tiango.
—Artículo: o, a, os, as, con las variantes ro, ra, ros, ras tras vocal de ros millors
—Uso de sonoras tras nasal o líquida: cambo ‘campo’, fuande ‘fuente’, bango ‘banco’, aldo ‘alto’,
ixordica, entre hablantes de más de ochenta años en los años sesenta, por lo que este rasgo ya no
está vigente. Este rasgo solo se conserva en toponimia.
Zona 3
—En su mayor parte, este dominio es castellano en la actualidad. Se habla de aragonés meridional.
Se corresponde con el área de El Somontano de Huesca, hoy ya castellanizado con algunos restos
residuales de aragonés en léxico y en gramática.
—Se conservan imperfectos de la segunda y tercera conjugación con la –b- intervocálica en todas
las personas: sabeba ‘sabía’, saliva ‘sabía’. La –b- parece ser etimológica y no analógica con la
primera persona, por la continuidad histórica que encontramos en los documentos del aragonés.
—Se conservan derivados de las partículas latinas ibi y ne, con partículas en, ne, i, bi: se ne iba, no
n’i hay, en paralelo con los resultados del francés y del italiano.
Zona 4
—Bielsa y Gisaín o aragonés oriental. Entre los ríos Cinca y Ésera se habla chistabino y belsetano.
Es la zona de mayor conservación de rasgos aragoneses como la 1, y es ya una zona de transición
con el catalán, por lo que encontramos formas parecidas a las catalanas:
—Pasados perifrásticos coincidentes con el catalán: voy puyar, vas puyar, va puyar, von puyar, etc
‘subí’, ‘subiste’
—Casos de porta, ben, dent, pedra en coincidencia con el catalán, lengua en la que no encontramos
diptongos procedentes de E y O breve tónicas (al igual que ocurría en la zona occidental del leonés
por contacto con el gallego y portugués).
Zona 5
—Zona plenamente catalana. Es la zona del catalán de Aragón, desde el norte hasta Teruel, que se
extiende desde Noales en Huesca hasta Peñarroya de Tastavins en Teruel.
—En Ribagorza y la Litera (franja catalana de Huesca): bllanc, fllor, pronunciaciones de KL, FL,
Bl, y GL con palatalización de l y mantenimiento de la consonante inicial, rasgo propio y único de
esta zona.
Zona 6
—A lo largo del siglo XX se ha pasado de una situación de bilingüismo diglósico general en el Alto
Aragonés a una sustitución lingüística del aragonés por el castillo que puede llevar en muy poco
tiempo a la total extinción de la lengua aragonesa (Francho Nagore Laín)
—Causas:
paulatina reducción del territorio del aragonés
despoblación de amplias zonas del alto Aragón
«deserción idiomática en masa» de los hablantes pasivos o conocedores del aragonés
—En la mayor parte del Alto Aragón se ha sobrepasado ya la frase de precarización y se ha llegado
a la de obsolescencia, preludio de la sustitución y de la extinción
puede contarse entre las lenguas en grave peligro o entre las moribundas (pocos hablantes y
todos ancianos)
5. Rasgos del aragonés pirenaico
—Una serie de rasgos que aparecen de manera más extensa en la lectura de Alvar, que no se pueden
dividir en zonas (se ven de manera independiente en los diferentes textos)
VOCALISMO
CONSONANTISMO
—Mantenimiento de grupos latinas PL, KL, FL: plegar, plorar, clamar, flama
el ribagorzano: pllegá, pllorá, cllamá (variedad del catalán que palataliza la l)
—ROTUNDUS>retuno
—Perfectos analógicos en -e y -o
pagué pagó
pagués pagós
pagué pagó
paguemos pagomos
paguez pagoz
- -
RASGOS MORFOSINTÁCTICOS
—Diminutivo -et
—Extensión
en Aragón comprende una zona que se extiende de norte a sur a través de Huesca, Zaragoza
y Teruel, desde Benasque hasta Peñarroya de Tastavíns
incluye las comarcas de la Ribagorza y La Litera
—Afecta a lenguas históricas que tienen el mismo origen, por lo que debería plasmarse en forma de
amplia banda (o zona de límites sueltos)
solo pasa en la mitad norte (cambio amplio gradual): en la mitad sur el corte es abrupto
—La situación del norte es producto de límites étnicos, políticos o comerciales entre pueblos
vascones, cerretanos e ilergetes, desde época prerromana
según Pidal, estas zonas o no fueron conquistadas o fue reconquistada tempranamente antes
del XII
—Áreas lingüísticas
a) Dominio septentrional
áreas de predominio lingüístico aragonés, áreas de transición (el ribagorzano) y áreas
catalanas
todo el dominio participa de los rasgos del ribagorzano (lenguas en contacto: aragonés,
catalán, occitano y castellano)
—Características del benasqués (habla de transición: según los interesas se considera variedad del
aragonés o del catalán)
rasgos ribagorzanos: bllanca, chen, teneba
diptongación espontánea de e, o tónicas
conservación frecuente de -o en singular, no en plural
terminaciones au, iu frente a at, it, ut del catalán
palatalización de L-
C+i>s (no interdental fricativa aragonesa y castellana)
al norte cierre as>es catalán; al sur mantiene as
—Aspectos sociolingüísticos
diglosia funcional o bilingüismo social
las variedades vernáculas son vehículo de expresión oral, familiar y más representativo de la
vida cotidiana intracomunitaria
el castellano es la lengua que se utiliza en la expresión escrita, así como en ciertos ámbitos
específicos, sobre todo en la asistencia sanitaria y en la iglesia
fuerte conciencia de identidad aragonesa (no admiten la etiqueta catalana)
lealtad hacia la manifestación oral de las hablas vernáculas
reticencia a dejar de emplear el castellano en la escritura