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TEMA 7: LAS LENGUAS DE ESPAÑA. FORMACIÓN Y EVOLUCIÓN.

SUS
VARIEDADES DIALÉCTALES

1. LAS LENGUAS DE ESPAÑA


Los conceptos de lengua y dialecto pueden ser interpretados desde dos puntos de vista:
- Desde una perspectiva diacrónica: son dialectos históricos todas aquellas lenguas con respecto
a la lengua de la que proceden. Por ejemplo, el castellano, el catalán, el francés, el gallego...
son dialectos del latín, y éste a su vez un dialecto histórico del indoeuropeo.
- Desde una perspectiva sincrónica: un dialecto es la manifestación de las diferencias diatópicas
de una lengua común. Estas diferencias pueden consistir en rasgos de pronunciación, léxico
propio y construcciones características, pero no impiden la comunicación entre los hablantes
de diversos dialectos de una misma lengua.
Desde esta perspectiva Gregorio Salvador define el concepto de lengua como “cualquier sistema
lingüístico lo bastante diferenciado con respecto a otros, del mismo o de distinto origen, como para
impedir la intercomunicación entre sus respectivos hablantes”.
Otro criterio para diferenciar una lengua de un dialecto es si existe un cultivo literario que fije un
modelo ideal de lengua en un código elaborado que los hablantes cultos y escritores adoptan.
España es una nación plurilingüe en la que conviven 4 lenguas (oficialmente admitidas en el art.3
de la Constitución): castellano, gallego, catalán y vasco; éstas presentan a su vez múltiples
variedades dialectológicas. Entre las distintas lenguas y dialectos de la Península ha existido una
constante influencia recíproca.

2. EL PROCESO DE FORMACIÓN DE LAS LENGUAS PENINSULARES


García de Diego califica a España como “camino y encrucijada de invasiones”. Por su
situación geográfica España ha sido considerada como puente entre Europa y el norte de África.
A. LAS LENGUAS PRERROMANAS: En el tiempo inmediatamente anterior a la
romanización, existían en la Península dos grandes dominios lingüísticos: el ibérico (se extendía a
lo largo de la costa y entre el Ebro y los Pirineos) y el celta (ocupaba el norte y el oeste en el
interior del País). En la costa oriental y en el sur las lenguas no eran de origen indoeuropeo y
existían diferencias entre ellas. Estas lenguas condicionaron el desarrollo del latín y contribuyeron
a la fragmentación lingüística de la Península. El influjo de estas lenguas prerromanas se
manifiesta en el vocabulario, en la toponimia y en algunas evoluciones fonéticas.
 Topónimos prerromanos:
a) de origen fenicio: Gádir > Cádiz; Málaka > Málaga
b) de origen cartaginés: Cartago > Cartagena
c) de origen íbero: Iberia (ya en el siglo VI a. C.)
d) de origen celta: sufijo – briga, ( > Coimbra) , sufijo – acu (> Buitrago, Sayago...)
 Influjo prerromano en la fonética latina: el más significativo es debido al vasco
a) Pérdida de la f- inicial latina: se atribuye al influjo de las lenguas ibéricas a través del
vascuence sobre todo el castellano medieval de los siglos XI y XII en la zona limítrofe con
el País Vasco: norte de Burgos, la Montaña santanderina y La Rioja. La f- inicial latina pasó
a pronunciarse como una aspiración y posteriormente se perdió. No obstante la aspiración se
conserva en algunas hablas dialectales. La conservación de la f- en las restantes lenguas
románicas de la Península contrasta con la ausencia en el castellano.
b) La ausencia del fonema labiodental / v/ que poseen casi todas las lenguas románicas

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c) Semejanzas entre el sistema fonológico vasco y castellano: sistema vocálico de 5 fonemas
repartidos en tres grados de abertura, los fonemas /b/, /d/ y /g/ pueden ser oclusivos o
fricativos en las mismas condiciones...
La influencia de la lengua céltica se evidencia en la sonorización de las consonantes sordas
intervocálicas: /-p-/ , /-t-/, /-k-/, > /–b-/, /-d-/, /-g- /
 Influjo prerromano en la morfología: se reduce a algunos afijos como –arro, -orro, -urro o –
asco (peñasco, borrasca, cazurro); las terminaciones en –z, -az, -ez, -oz de origen ligur
(Sánchez). Del céltico queda el sufijo –iego (palaciego, mujeriego).

B. EL LATÍN HISPÁNICO: La romanización consiguió la unidad de las lenguas


peninsulares al imponerse el latín como la única lengua oficial. El proceso de romanización tuvo
una etapa de diglosia: la vida social se desarrollaba en latín, mientras que en la vida privada se
empleaban las lenguas prerromances. La romanización fue temprana e intensa en la Bética y la
Tarraconense, y tardía e incompleta en el Noroeste. Estas diferencias explicarán algunas de las
peculiaridades en la evolución del latín peninsular y en la formación de las lenguas romances. El
latín que difundieron los colonos fue el latín vulgar o coloquial, que tampoco era uniforme debido
a la diversidad de su procedencia y a las distintas zonas en las que se asentaron.
Características del latín vulgar:
 Nivel fonético – fonológico:
I. Sistema vocálico: Destaca la pérdida de la cantidad vocálica prevaleciendo el acento de
intensidad. El sistema vocálico latino pasó de 10 fonemas a 7 en el latín vulgar e hispánico.
ī ĭ ē ĕ ā ă ŏ ō ŭ ū

i e e a o o u
Completando el proceso el castellano diptongará la ę > ie y la o > ue. En sílaba átona las 7
vocales se redujeron a 5 en posición inicial, y a tres (a, e, o) en posición final. Además hay una
tendencia a la monoptongación: AE > e, OE > e
II. Sistema consonántico: se produce la sonorización de las consonantes sordas intervocálicas y
se asimilan los grupos consonánticos: /ns/ > /s/ (MENSA > mesa); /rs/ > /ss/ > /s/ (SURSUM
> susum); / pt / > / tt / > / t / (APTARE > ATARE > atar)
 Nivel morfológico: el aspecto más importante es la reducción de la declinación nominal. Hay
una tendencia a expresar mediante perífrasis lo que en latín clásico se expresaba de forma
sintética, (el superlativo, la forma simple del futuro se sustituye por la compuesta: cantabo >
cantare habeo, se sustituye la pasiva en –or por la perifrástica...)
 Sintaxis: el aspecto que más destaca es la ausencia de hipérbaton por la pérdida de los casos.
 Léxico: se olvidaron muchos términos del latín clásico y se emplearon procedimientos propios
para la creación de palabras nuevas: emplea frecuentemente los diminutivos (ROTULA >
rotella > rodilla), crea verbos a partir de sustantivos o adjetivos (ALTUS > ALTIARE > alzar)

C. EL LATÍN EN LA ESPAÑA VISIGODA. LOS GERMANISMOS


La unidad del latín hispánico se vio afectada (hacia el siglo V) por las invasiones germánicas.
En la época visigoda se crearon reinos independientes en las antiguas provincias y este hecho
incrementó las diferencias lingüísticas entre las distintas regiones. La principal influencia que
ejercieron las lenguas germánicas sobre el latín vulgar hispánico fue en el léxico:

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En el vocabulario militar werra sustituyó a bellum; incorporan términos del campo semántico del
vestido y de la vivienda (falda, cofia, sala), de las instituciones (bando, feudo). Nombres visigodos
son también los antropónimos Álvaro, Fernando, Elvira, Rodrigo, Alfonso...

D. LOS ROMANCES HISPÁNICOS. LOS ARABISMOS


La fragmentación del latín a lo largo de la Edad Media origina la creación de las lenguas
románicas en Europa. En la Península este proceso está condicionado por la ocupación de la mayor
parte del territorio por los árabes y la creación en la franja norte de una serie de reinos cristianos
independientes, en cada uno de los cuales se desarrollará una lengua romance distinta:
 En el Oeste, desde Galicia hasta Cantabria se extiende el Reino leonés por la zona montañosa
que nunca llegó a ser ocupada por los árabes. Inicia pronto su expansión hacia el Sur, hasta el
Duero. Desde el punto de vista lingüístico el reino carece de unidad:
- el gallego: es más conservador y con fuerte influencia del sustrato celta
- el asturleonés, dialecto de integración que recoge elementos conservadores e innovadores
- el castellano: se convierte en la variedad romance más innovadora.
 En el Pirineo oriental y central se forman los reinos de Navarra y Aragón. El dialecto navarro-
aragonés mantiene afinidades con el asturleonés y recibe influencias del vasco, que está muy
extendido en Navarra y la Rioja. Los contactos con el catalán también son intensos.
 En el Este se halla la Marca Hispánica que ocupa ambas vertientes de los Pirineos orientales,
donde se habla catalán, variedad romance de grandes semejanzas con el provenzal.
 El vasco, probablemente en retroceso geográfico, estaba en situación de bilingüismo en Navarra,
La Rioja y el norte de Burgos.
 El mozárabe es un conjunto de variedades romances de fuerte carácter conservador, habladas
por la población que estaba bajo el dominio musulmán; se encontraba en situación de diglosia
frente al árabe. Los textos que poseemos para conocer sus características son escasos y están
escritos con grafías árabes. Muchos de los pasos intermedios del latín al castellano se
documentan en este dialecto. Podemos reseñar los siguientes rasgos:
 Nivel fonético – fonológico:
I. Sistema vocálico: presenta las siguientes peculiaridades:
a) Diptongación de ŏ tónica en > ue
b) Diptongación de e tónica en inicial de palabra y ante palatal. El sufijo –ellu presenta cuatro
soluciones: -ello (tomello) -iello (tomiello) -iel (Cardiel) -el (Alconchel)
c) Vacilación entre la conservación o pérdida de la –o final: FORNU > forn, forno
d) Conservación de los diptongos decrecientes: ai, ei, au, ou: pandair
II. Sistema consonántico: sus características más importantes son:
a) Conservación de la f- inicial: faba, formiga, fico
b) Conservación de las consonantes g-, j- seguidas de vocal palatal: yenar (enero)
c) Conservación de los grupos iniciales pl-, cl-, fl-: plantain (llantén)
d) Palatalización de l- inicial: LINGUA > yengua
e) Conservación del grupo latino –mb-: COLUMBA > colomba
 Nivel morfológico: las únicas fuentes para extraer los datos son las jarchas. Encontramos:
a) Participio con la –t- latina: tornato
b) Alternancia del artículo el con al, este último se encuentra fundido con algunas palabras:
alcornoque, alpiste, alcayata
c) Se emplean las formas meu, ma como posesivos para el masculino y el femenino.

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d) El infinitivo mantiene la –e final: volare, matare
e) La 3ªpersona conserva la –d procedente de la –t latina: quered (quiere), vernád (vendrá)
f) La 2ª y 3ª persona del singular del verbo ser presentan formas diptongadas: yes, yed
g) Las formas del pronombre personal son las siguientes:
SUJETO CASO RÉGIMEN FORMAS ÁTONAS
- primera persona: eo mib, mibi me
- segunda persona: tú, vos tib, tibe te, os
- tercera persona: ellu, él se
La sociedad árabe y su lengua convivieron con el romance peninsular durante ocho siglos, fruto
de esta convivencia son los 4000 arabismos que permanecen el castellano. Algunos de los
arabismos que se encuentran en distintos campos de nuestro léxico son:
- guerra: adalides, alférez, jáquima
- agricultura: acequia, noria, alcachofa, zanahoria, azafrán, algodón, azúcar, arriate
- oficios y comercio: taza, jarra, alfarero, almacén, zoco, aduana, tarifa, quintal, fanega
- topónimos: Alcalá, Guadalquivir, Guadiana
- comidas: albóndigas, almíbar, arrope
- urbanismo: aldea, zaguán, alcoba, azotea, tabique, azulejo, alcantarilla...
El influjo árabe también se percibe en la terminación –í en los adjetivos (baladí) y sobre todo para
formar gentilicios: marroquí, iraní...

3. EVOLUCIÓN DE LOS ROMANCES: LA EXPANSIÓN DEL CASTELLANO


A. ETAPA MEDIEVAL
 Nivel fonético – fonológico: Hasta la época alfonsí presenta una enorme inseguridad:
I. Sistema vocálico:
a) Vacilación entre el mantenimiento y la pérdida de la –e final. A partir del siglo XIV la
apócope desaparece.
b) Vacilación del timbre de la vocales átonas
II. Sistema consonántico: el consonantismo medieval, según Menéndez Pidal era el siguiente:
Las nasales y las líquidas no presentan ninguna variación ni dificultad.
Labiales: Dentales: Palatales Velares
/p/ /b/ /t/ /d/ /s/ /i/ /k/ /g/
/f/ /b/ /ŝ/ /z/ /š/ /ž/
/s/ /z/
La f- empezó a aspirarse, e incluso a perderse la aspirada, desde los orígenes del español. La
pérdida de la aspiración ocurrió muy tempranamente en el norte de Castilla y fue avanzando
lentamente hacia el Sur a lo largo de la Edad Media. En la segunda mitad del XIV se pierde la
oposición entre /b/-/b/ y se produce el ensordecimiento de /z/:
Labiales: Dentales: Palatales Velares
b
/p/ /b/ /t/ /d/ /s/ /y/ /k/ /g/
/f/ [b] /ŝ/ /z/ /š/ /ž/
h /s/
 Nivel morfológico:
a) Indeterminación de funciones entre los verbos ser y estar, haber y tener
b) Los verbos intransitivos llevan ser para la formación de los tiempos compuestos
c) Inseguridad de funciones de los modos y tiempos verbales y de las conjunciones.

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d) Generalización del sufijo –illo y desplazamiento de –iello a partir del siglo XIV.
e) Desde el siglo XV los imperfectos en –ié se sustituyen por los acabados en -ía
f) Coexisten muchas formas para la segunda persona del singular: feziste, fiziste, fezist,, fizist,
feziest, fiziest, fezieste, fizieste
g) Para el pronombre de tercera persona se emplean ele, elle, elli, el
 Nivel léxico: muchas palabras medievales se han perdido, otras se han conservado con un
significado distinto. En cuanto a los préstamos, hasta el siglo XI se introducen numerosos
arabismos, del XI al XIII, por el contacto con Francia y las peregrinaciones a Santiago, se
introducen bastantes galicismos. En el siglo XIII y con la colaboración de la Escuela de
Traductores de Toledo, se introducen tecnicismos pertenecientes a todas las ramas del saber.
En el XV se incorporan latinismos y términos procedentes del italiano.

B. SIGLOS DE ORO: Desde principios del siglo XVI, como consecuencia de la unidad
política y religiosa, de la política expansionista de los Austria y del auge de nuestra literatura, el
español se convierte en lengua con expansión universal. La denominación de español se impone a
la de castellano y se convierte en la lengua oficial utilizada en la administración y en las relaciones
exteriores. El humanismo renacentista en su anhelo de dignificar las lenguas romances contribuye
a su fijación y enriquecimiento. La imprenta también colaboró decisivamente y la colonización de
América le permite expandirse por el mundo. El español se convierte así en una lengua de gran
prestigio, arrinconando al resto de las lenguas del reino y dejando sus huellas en otras lenguas
europeas.
 Nivel fonético – fonológico:
I. Sistema vocálico: Desaparición de las vacilaciones de timbre en las vocales no acentuadas.
II. Sistema consonántico:
a) Desaparición fonética y gráfica de la f- inicial latina: la f- inicial se mantiene como grafía en
las palabras que hoy tienen h- hasta principios del XVI. Se suele poner como ejemplo las dos
ediciones de La Celestina: en la de 1499 predomina la grafía f-, mientras que en la edición
de 1501 ya predomina la h-.
Lo que ocurre con la pronunciación es distinto: en el XVI la aspiración se había perdido
desde Madrid hacia el norte y se mantenía de Toledo hacia el Sur
b) Comienza el paso del sistema medieval al moderno. Se produce el ensordecimiento paulatino
de las sibilantes. Los tres fonemas sibilantes fricativos sordos corrían el peligro de
confundirse, como ocurrió en el andaluz con el seseo / ceceo, por lo que en castellano /ş/
adelantó su articulación haciéndose interdental /θ/ y /š/ retrasó la suya haciéndose velar /x/
en las zonas en las zonas en las que se había perdido la aspirada procedente de f- y
confundiéndose con la aspirada en las zonas en donde ésta se mantenía. De este modo vemos
cómo: - S- , -SS- Y S- convergen en el fonema /s/ alveolar fricativo sordo
- G, J, X se reducen en el fonema /x/ velar fricativo sordo
- Z, Ç se simplifican en /θ/ interdental fricativo sordo
c) En la primera mitad del siglo se mantienen algunos grupos consonánticos: cobdo, dubda...
d) Otros se simplifican: conceto, manífico, acidente
e) asimilación de la –r final del infinitivo con el pronombre átono: decillo, sufrillo
 Nivel morfológico:
a) En la primera mitad de siglo coexisten las formas verbales amáis /amá; tenéis / tenés
b) La forma medieval gelo se utiliza cuando se puede sustituir por se lo.
c) Empleo del verbo haber con valor predicativo: si has miedo que me ofendas
d) El verbo ser se sigue empleando como auxiliar de los tiempos compuestos de los verbos
intransitivos.

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Ya en la segunda mitad del XVI:
e) Las funciones de haber y tener, ser y estar, comienzan a delimitase, tal y como se emplean
en la actualidad.
f) Desaparece el futuro de indicativo de las oraciones condicionales sustituido por el imperfecto
de subjuntivo.
g) Comienza a producirse el desajuste pronominal que produce el leísmo
h) Se empieza a usar el pronombre usted como fórmula de tratamiento en sustitución de otros
como vuestra merced.
i) Consolidación y arraigo del superlativo –ísimo
j) Generalización de los pronombres nosotros, vosotros
 Nivel léxico: durante esta época entran en el español préstamos de diversa procedencia:
italianismos (escopeta, escolta, novela), galicismos (servilleta, damisela), lusismos
(soledad) y americanismos (tabaco, patata, chocolate, canoa). En la segunda mitad del XVI
se siguen incorporando términos de la misma procedencia, a los que se unen además el uso
de cultismos que pasan a la lengua común (inculcar, indeciso), y la adquisición de
tecnicismos en el lenguaje corriente: humor, argumento, privilegio...
Los otros romances peninsulares pierden terreno bajo la imparable presión del castellano. El leonés
y el aragonés quedan confinados como hablas rurales, carentes de unidad y uso escrito. El gallego
pervive en su territorio histórico, aunque el proceso de castellanización irá reduciendo
progresivamente su uso a las zonas rurales. En Cataluña, tras su declive comercial en el
Mediterráneo, también el castellano se empieza a utilizar cada vez más.

C. NORMATIVIZACIÓN DEL CASTELLANO: En el siglo XVIII concluye la labor de


normativización del castellano. La Real Academia Española fija la norma gramatical mediante la
publicación de varias obras fundamentales: El Diccionario de Autoridades (1726 –1739),
Ortografía (1741), Gramática (1771)
El resto de las lenguas españolas se encuentran en desequilibrio respecto al castellano. Hasta la
segunda mitad del XIX no asistiremos a un intento de recuperación del gallego y del catalán, como
consecuencia del interés que despierta en los románticos lo nacional y lo popular.

4. DIALECTOS
A. DIALECTOS HISTÓRICOS DEL LATÍN
1. Astur-leonés: se denomina bable a un grupo de hablas de clara tendencia arcaizante, restos de
este antiguo romance que se sigue hablando en las zonas rurales de Asturias, oeste de Cantabria,
noroeste de León y focos aislados de Zamora. En los últimos siglos ha recibido constantes
influencias del gallego y del castellano.
Menéndez Pidal señala tres zonas dialectales dentro del asturleonés: Occidental (zona más
arcaizante y de mayor influencia gallega), Oriental (llega hasta Santander y presenta mayor
similitud con el castellano) y Central (variedad conservada en las montañas de Asturias y de mayor
uso en las ciudades; a partir de ella se ha creado un bable unificado con intención normativa y
como instrumento de consolidación de conciencia regional).
Los rasgos generales de este dialecto son:
a) Epéntesis de una i en la terminación de las palabras: palicia, alabancia...
b) Cierre de las vocales finales –o > -u; -e > -i : mediu (medio), esti (este)
c) Palatalización de la l- inicial latina en /l/ : llobo, lluna,
d) Palatalización de la n- inicial en /n/ : ñudo, ñariz
e) Conservación del grupo latino –mb- : palomba, lamber
f) Diptongación de ŏ ante yod: NOCTE > nueche; OCTO > uecho; OCULU > ueyo

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g) Diptongación de ě en el verbo ser: yes (es); yera (era), yéramos, yeran
h) El diptongo medieval ie no se reduce a i: castiello, costiella
i) En el dialecto moderno existe el fonema / š / prepalatal fricativo sordo que corresponde a la
grafía x: xelar (helar) , dixo, fuxir (huir)
j) En el asturiano central las terminaciones en –as cambian la a por e: Asturies, vaques
k) El artículo se funde con la preposición: enno y sufre diversas simplificaciones: eno, no
l) Vacilaciones en la forma del posesivo de primera persona del singular: meu, mieu, miu, miou,
mie. Además se emplea con el artículo: les mies cases

2. El Aragonés: actualmente su extensión ha quedado muy reducida con respecto a épocas


anteriores, se habla en los valles pirenaicos de Ansó, Hecho, Biescas, Sobrarbe, Ribagorza y
Lanuza. El resto del dominio que antiguamente hablaba aragonés presenta una modalidad
lingüística muy castellanizada con características vulgares, denominada habla baturra.
 Características fonéticas:
a) Conservación de las consonantes sordas oclusivas intervocálicas /p/, /t/, /k/: capeza, taleca..
b) La G-, I- iniciales se conservan con valor palatal: IENIPERU > chinero, GENTE > chente
c) Los grupos latinos –KT-, -LT-, no evolucionan a /ĉ/ como en castellano, sino que se mantiene
o desaparece la i de la yod: muito, feito (hecho), peito (pecho)
d) El diptongo medieval ie no se reduce a i: ariesta (arista)
e) Los grupos LY, CL, LG, C`L, T`L, G`L evolucionan a /l/: muller, concello, millores
f) Las vocales ĕ y ŏ diptongan incluso ante yod: fuella (hoja), tiengo (tengo), pueyo (poyo)
g) Conservación de la f- inicial: faba, ferrada
h) Conserva, al igual que el catalán, los grupos consonánticos iniciales PL- CL- FL-: plan
(llano), clamar (llamar), flama (llama).
i) Al igual que en el asturleonés varios grupos consonánticos han evolucionado al fonema /š/
prepalatal fricativo sordo que corresponde a la grafía x: paxer (pacer), faxa (faja), dexar
j) La apócope de –e final ha provocado diversas consonantes finales o grupos de consonantes:
-t (tot), nt- (fuent), -ls (arbols), -rs (diners)
k) El artículo se funde con la preposición: enno y sufre diversas simplificaciones: eno, no
l) Vacilaciones en la forma del posesivo de primera persona del singular: meu, mieu, miu, miou,
mie. Además se emplea con el artículo: les mies cases
 Características morfológicas:
a) Uso de los pronombres de 1ª y 2ª pers. sing. con preposición: con yo, a yo, para tú, sin tú...
b) El diminutivo propio de esta zona es –ico: traguico, guitarrica, baturrico...
c) Imperfectos en –eba: feba (hacía), comeba (comía), diceba (decía)
d) Presencia de los adverbios pronominales y (allí), en o ne (de él, de ello, de ellos, de eso):
damene cuatro naranjas (= dame cuatro de esas naranjas).

B. DIVERSIFICACIÓN DIALECTAL DEL CASTELLANO: Dentro del castellano los


hablantes estamos en una situación de bilingüismo receptivo (entendemos cualquiera de sus
variedades) y de monolingüismo productivo (hablamos solamente la nuestra). Las variedades
dialectales del castellano se dividen en dos zonas geográficas: la española (con Canarias) y la
americana. Existe una clara relación entre la variedad andaluza y canaria y el español de América,
caracterizándose por su tendencia innovadora en lo fonológico.
1. Modalidades del Norte peninsular: En el castellano norteño se distinguen varias zonas:
- Variedad norteña central: hablado en Castilla la Vieja, y se extiende hacia el Sur hasta la
Mancha con límites bastante imprecisos
- Variedad oriental o aragonesa: castellano hablado en lo que fue el reino de Aragón.

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- Variedad occidental: zona anteriormente ocupada por el asturleonés y en zonas rurales de
Salamanca y Cáceres.
- Castellano de las zonas bilingües: el contacto con el catalán, el gallego y el vasco provoca que
el castellano hablado en estas zonas adopte una forma peculiar.
2. Los dialectos meridionales: Las variedades andaluza y canaria actuales proceden de los
cambios producidos en el castellano desde que comenzó a expandirse por Al–Ándalus, en el siglo
XIII, hasta la actualidad. Este es un proceso de enorme importancia dialectal, ya que implica una
evolución autónoma del sistema de la lengua, independiente de la que se produjo en el Norte. Los
fenómenos más significativos estaban en pleno desarrollo en el siglo XVI, en el que se distingue
la norma sevillana y la norma toledana: la primera se afianzó en Andalucía y se extendió por
Canarias y América y la segunda era la dominante en el resto de la Península y fue la que sirvió
para fijar el modelo común de la lengua escrita.
Los rasgos del castellano meridional parecen ser: el yeísmo, la aspiración de –s implosiva,
neutralización de /l/ y /r/ en posición final, relajación de las sonoras intervocálicas y la relajación
de las consonantes /ĉ/ y /x/. Cada uno de los rasgos tiene diferente extensión geográfica, por lo
que no resulta fácil fijar las fronteras entre el castellano del norte y las variedades meridionales.

 Hablas andaluzas: pese a que existen rasgos que permiten hablar del andaluz como unidad
lingüística, existe una gran diversidad. Se trata de una región que, si bien se aparta del resto del
español de manera uniforme, presenta facetas suficientemente diferenciadas para que se prefiera
emplear el término hablas andaluzas para referirse a su realidad lingüística.
La actual diversidad es producto de circunstancias históricas (procedencia de los conquistadores)
y de la variedad del medio geográfico. Estos aspectos configuran dos áreas: una occidental y otra
oriental. La línea divisoria iría desde e norte de Córdoba hasta el Sur de Málaga
 Características fonéticas:
a) Aspiración de la –s implosiva y todo el proceso asimilatorio que desencadena: La –s final
presenta tres soluciones: mantenimiento, aspiración y pérdida total.
- El mantenimiento es un rasgo esporádico que se da en localidades fronterizas con otras
regiones distinguidoras.
- La aspiración y pérdida de la –s final ha provocado que las vocales finales se articulen con
una abertura superior a las castellanas. El uso de la oposición entre vocales abiertas y
cerradas, junto con el alargamiento del tiempo de la articulación de la vocal y la abertura
del resto de las vocales de la palabra, para diferenciar el sing. del plural y la 2ª y 3ª persona
de los tiempos verbales, no es un hecho que afecte por igual a toda la región. Se pueden
diferenciar dos zonas: la oriental mantiene la oposición abierta / cerrada, mientras que en
la zona occidental no se establecen grados de abertura.
b) Con respecto a la oposición de los fonemas /s/ y / θ/ se observan tres soluciones: el seseo, el
ceceo y la distinción:
- La pronunciación seseante predomina en la zona central de Andalucía
- La pronunciación ceceante se extiende por el oeste y sur andaluz y en parte de Granada
- La distinción se realiza en algunas zonas del norte y del este de Andalucía.
c) El fonema /s/ presenta también distintas variedades articulatorias: como apical fricativa
sorda, muy próxima a la castellana (en las zonas de distinción, es decir en el norte), como
coronal plana (propia de las zonas seseantes y en alguna de las distinguidoras), como
predorsal (en las zonas en las que conviven seseo y ceceo – centro y sur de Andalucía) .
d) La aspiración de la f- inicial latina divide a la comunidad en una zona oriental, conquistada
por castellanos, ha desaparecido la aspiración (Jaén, Almería y norte de Granada); en la
occidental, conquistada por castellanos y leoneses, aspira.
e) Los mismos límites presenta la aspiración de la velar fricativa sorda castellana /x/.

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f) El yeísmo: neutralización de la oposición de los fonemas /y/ y /l/ en /Y/, aunque en todas las
provincias quedan algunos restos de distinción. Esta neutralización lleva consigo algunos
cambios en la articulación, suele predominar una pronunciación palatal central fricativa
sonora, pero en muchos casos se produce un rehilamiento.
g) El fonema castellano /ĉ/ presenta una articulación africada como la castellana y otra fricativa.
En su punto de articulación también presenta diversas realizaciones.
h) Las consonantes en posición final tienden a debilitarse en su pronunciación. Este fenómeno
presenta las siguientes variantes:
- aspiración ante consonante: [corréhto] correcto , [áhto] apto
- asimilación a la consonante siguiente: [énniko] étnico, [naráha] naranja
- desaparición en posición final de palabra: [lápi], [comprá], [reló]
i) Neutralización de /r/ y /l/ en posición implosiva interior presenta dos soluciones: en /R/ la
más frecuente [suerdo], en /L/ es un poco más rara [saltén]
j) El diptongo medieval ie no se reduce a i: ariesta (arista)
 Características morfológicas: el rasgo característico de la morfología de las hablas
andaluzas es su polimorfismo y la coexistencia y alternancia de diversas variantes de una misma
forma, debido a veces a la diversidad de pronunciación.
a) Uno de los rasgos fonéticos que tiene mayor implicación morfológica es el debilitamiento y
desaparición de la –s final. Además de las soluciones fonéticas apuntadas para distinguir el
sing. del plural o la segunda y tercera persona, hay mecanismos morfológicos: determinantes
que adelantan el género y número del sustantivo, concordancia con el verbo en caso de que
el sustantivo funcione como sujeto, empleo del pronombre personal, elementos morfológicos
que repiten la persona gramatical: [bói a saludarlo a éyo].
b) En la zona occidental se ha perdido la distinción del plural de cortesía y el de familiaridad
ustedes / vosotros, empleándose ustedes para ambas situaciones. Este pronombre, cuando
funciona como sujeto puede concordar con el verbo en 3ª persona (ustedes se van a ir) o en
segunda (ustedes os vais a ir)
 El léxico andaluz: existen ciertas particularidades del vocabulario andaluz:
a) Preferencias léxicas: arcaísmos, neologismos, arabismos. El habla andaluza ha conservado
con vitalidad antiguas voces castellanas: gavia (acequia); son abundantes los arabismos que
están en regresión en el resto de la Península: alcancía, aljofifa, aldabiya.
b) Préstamos que el andaluz ha recibido y que no se han generalizado en español. En la Baja
Andalucía dominan los préstamos del occidente peninsular fusilazo, (relámpago), mientras
que en el andaluz oriental son numerosos los términos de procedencia aragonesa: babero.
c) Creaciones espontáneas que se manifiestan en la incorporación de algunas palabras jergales
o en ciertos cambios de significado. Su capacidad de creación expresiva se manifiesta en la
aparición de numerosas voces de origen jergal: camelar, menda, gili. Este mismo gusto por
la agudeza expresiva responde a la creación de términos motivados; Manuel Alvar ha
encontrado más de 20 términos para denominar el botijo: búcaro, pipo, caliche... De este
modo la riqueza sinonímica es uno de los rasgos más notables del andaluz coloquial y
familiar. Por el mismo motivo se producen cambios de significado que dependen casi
siempre del contexto y la situación.
 Canario: el castellano llega a las islas Canarias en el siglo XV. Su conquista y repoblación
se llevó a cabo desde los puertos andaluces, de modo que el habla canaria participa de los
fenómenos propios del Sur peninsular. Además ha sido durante varios siglos zona de tránsito entre
España y América, lo que le otorga un papel fundamental en la expansión y evolución del
castellano en el Nuevo Continente; de hecho las similitudes entre la variedad canaria y el español
caribeño son evidentes (como puede ser la presencia de americanismos que se desconocen en la
Península).

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3. Hablas de tránsito: existen en la Península una cuantas hablas laterales, que participan
en mayor o menor medida de los rasgos de los distintos dialectos y de los rasgos del castellano.
 Extremeño: un habla de profunda raigambre leonesa principalmente en Cáceres mientras
que en Badajoz es mayor la influencia andaluza. De entre los caracteres leoneses destacan:
epéntesis de –i en la terminación, cierre de las vocales –o > -u , -e > -i, conservación del grupo –
mb-. Rasgos andaluces son: aspiración de f- inicial, neutralización de /r/ y /l/ implosivas, pérdida
de la –d- intervocálica, doble realización de /ĉ/ como aricado y como fricativo
 Riojano: se habla en una zona fronteriza entre Aragón, Navarra y Castilla del Norte.
Participa de varios rasgos propios de sus zonas colindantes: diptongación ante yod, pérdida de f-
inicial muy temprana por influjo del vasco, conservación del grupo –mb-, presencia de G-, I-
inciciales, neutralizción de /l/ y /r/ implosivas; conservación de los grupos iniciales PL, Fl,
sonorización de sorda tras consonante líquida (lagardro = lagarto). Algunas veces cierran las
vocales finales –o, -e, en –u, -i.

 Murciano: Se habla en la provincia de Murcia, en parte de las de Alicante y Albacete y


los partidos de Orcera, Huéscar y Vélez Rubio. El murciano es un habla de transición sobre la se
actúan 4 modalidades: la castellana, la catalana, la aragonesa y la andaluza. Los rasgos
meridionales que presenta son: pérdida de –d- intervocálica, neutralización de –l y –r , aspiración
de –s final, seseo; los rasgos aragoneses y catalanes son: conservación de las sordas intervocálicas,
palatalización de l- inicial, a veces conserva los grupos PL-, CL, FL iniciales.

5. OTRAS LENGUAS PENINSULARES


A. CATALÁN: Es un dialecto diacrónico del latín que llegó a alcanzar la categoría de lengua.
Como ocurre con el gallego, su proximidad con el latín es mayor que la del castellano. Nació en
la zona de los Pirineos entre los siglos VI y XI. Los textos más antiguos en los que aparece la
lengua catalana ya fijada son los de Ramón Llull (siglo XIII), anteriores a la fijación del castellano
realizada por Alfonso X.
En la actualidad es lengua cooficial junto con el castellano en Cataluña, el Principado de Andorra,
las islas Baleares y en Valencia, donde recibe la denominación oficial de valenciano.
La lengua catalana se divide en dos grandes zonas dialectales: el catalán oriental, que incluye el
catalán central, el balear, el rosellonés y el alguerés; y el catalán occidental, que incluye al
leridano, el andorrano y el valenciano.
 Características fonéticas:
a) El sistema vocálico presenta en posición tónica siete fonemas: /i/, /e/, /ę/, /a/, /o/, /o/, /u/,
válido para las dos zonas. En posición átona el catalán occidental distingue 5 fonemas: /a/,
/e/, /i/, /o/, /u/, y el oriental tres: /i/, /a/, /u/.
b) Ausencia de diptongación de la vocales breves tónicas latinas ě, ŏ: porta, festa
c) En posición implosiva se neutralizan las oposiciones: p/b, t/d, š/ž y s/z. Los fonemas /r/ y /r/
sólo se distinguen en posición intervocálica.
d) Los fonemas /m/, /n/ y /n/ conservan su distinción incluso en posición final de palabra: am
(anzuelo) se distingue de án (año)
e) Los fonemas líquidos en posición final también diferencian significados: fil (hilo), /fiļ/ (hijo)
f) Tendencia a la pérdida de las vocales átonas en posición final: dolç (dulce).
g) Palatalización de L- inicial latina: lluna, LOCUM > lloc, LACTEM > llet.
h) Conservación de los grupos iniciales latinos PL-, CL-, FL-: clamar, flama, ploure (llora)
i) Simplificación del grupo latino –MB- en m: columeta (diminutivo de COLUMBA)
j) Conservación de F- inicial latina: farina, FAMEN > fam (hambre)
k) Palatalización de LY n /ļ/: FILIU > fill.

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 Características morfológicas:
a) Las formas del artículo en catalán son el, la, els, les, La forma del singular se apocopan ante
vocal o h: l´home, l´herba. Se emplea el artículo ante el posesivo y los nombres propios: el
Jaume, el meu fill. En la lengua literaria se emplea la forma, en, na con los nombres propios:
en Pere, Na Nuria.
b) Para formar el femenino y el plural de los sustantivos y adjetivos se le añaden los morfemas
–a, -s, respectivamente. Pero las palabras sufren distintos cambios en su lexema: llop / lloba,
casa /cases
c) Lo más destacable de la conjugación catalana es la existencia de una forma perifrástica para
el pretérito perfecto simple que se construye por medio de formas auxiliares del verbo anar
seguidas de la forma de infinitivo del verbo correspondiente.
 El léxico catalán: la mayor parte procede del latín, pero también ha recibido influencias
de otras lenguas como: lenguas prerromanas: esquerre (izquierdo), palabras de origen griego
introducidas a través del latín: ORPHANOS > orfe (huérfano); germanismos: blau (azul),
arabismos: garrofa (algarroba); francés: frare (fraile).

B. GALLEGO: resultado al que llegó el latín hablado en el noroeste de la Península. El


gallego que surgió al Norte fue llevado por los reconquistadores a las tierras ocupadas por los
musulmanes que constituyen el actual estado de Portugal. Distintas causas históricas y políticas
han provocado que el gallego y el portugués se diferencien lingüísticamente como dos
modalidades pertenecientes a una misma lengua. Posee un fuerte arcaizante y presenta mayores
semejanzas con el catalán que con el castellano. Se suelen distinguir tres zonal dialectales:
- Oriental: zona de contacto con las tierras de Asturias, León y Zamora, en la que se aprecia
cierta influencia del habla astur-leonesa con el sufijo leonés –ín, y no –iño propio del gallego.
- Occidental: donde se produce el fenómeno de la geada considerada vulgar en el gallego culto.
- Central: es un área de transición, sin geada ni características definidas.
 Características fonéticas:
a) El subsistema vocálico está formado por siete fonemas en posición tónica: /i/, /e/, /ę/, /a/, /o/,
/o/, /u/; en posición átona desaparece la distinción abierta y cerrada en las vocales e, o.
b) Conservación de diptongos que en castellano han monoptongado: touro, ribeira, cousa
c) Ausencia de diptongación de las vocales latinas ě, ŏ tónicas que conservan su timbre abierto:
pedra, soño, morte
d) Pérdida de los fonemas consonánticos /n/ y /l/ en posición intervocálica: LUNA > lua, SOLU
> so, area (arena).
e) Aunque la norma culta lo prohíbe es muy frecuente el seseo y el yeísmo.
f) La geada consiste en la pronunciación de la g como velar fricativa sorda
g) Palatalización de los grupos latinos PL-, CL-, FL-, resultando el fonema /ĉ/: chamar, chover
h) Conservación de la F- inicial latina: follas (hojas), fillo (hijo).
i) Conservación del grupo latino –MB- en posición intervocálica: lombo (lomo)
j) Las consonantes latinas G- I- ante vocal palatal (e, i) evolucionan a un sonido palatal sordo
/š/ representado gráficamente x: GENESTA > xesta
 Características morfológicas:
a) Las formas del artículo gallego son: o, os, a, as para el determinado y un, uns, unha, unas.
b) Frecuentes contracciones entre la preposición y el artículo: polo (por el ) polas (con él).
c) El plural de los nombres y adjetivos se forma añadiéndoles los morfemas –s, -es, -is, según
los casos: bo /bos (bueno/ buenos), freidor /freidores, lanzal / lanzais.
d) Uso del artículo ante el posesivo: o meu menino, y ante nombres propios: a Tareixa
e) Predomina el empleo de los tiempos simples frente a los compuestos.

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 El vocabulario gallego ha incorporado a lo largo de su historia, palabras de procedencia
diversa: precelta, griegas a través del latín, arcaísmos latinos, germanismos y arabismos
procedentes de préstamos mozárabes y castellanos.
 En cuanto a su proceso de normalización destaca la situación de diglosia que ha existido
durante muchos años, puesto que las clases medias urbanas y la alta burguesía han empleado el
castellano como principal lengua de comunicación. En la actualidad presenta un gran avance con
el mundo de la enseñanza y los medios de comunicación. La Academia y el Instituto da Lingua
Galega son los organismos oficiales encargados de velar por la normalización de esta lengua.

C. VASCO: el vasco o euskera es la lengua cooficial con el castellano en la Comunidad


Autónoma Vasca. Es una lengua de origen antiquísimo, único resto de lengua preindoeuropea que
se documenta en nuestro continente. La antigua extensión de la lengua es muy superior a la actual
como lo atestiguan numerosos topónimos vascos (Aranjuez, Atocha, Calahorra); en la actualidad
sus límites lingüísticos no coinciden con ninguna frontera política o administrativa. La lengua
vasca tampoco presenta uniformidad, ya que está dividida en varios dialectos.

 Características fonéticas:
a) El acento vasco tiene una función entonativa, no es fijo y cambia de una sílaba a otra según
la estructura de la frase y factores expresivos.
b) El subsistema vocálico está formado por cinco vocales: /i/, /e/, /a/, /o/, /u/.
c) Correspondencia entre fonemas y grafías: /ž/ se escribe x, /z/ se escribe z, /ŝ/ se representa
mediante ts, /z/ mediante tz y /ĉ/ mediante tx.
d) Las palabras no terminan en ninguno de estos fonemas: /m/, /p/, /b/, /d/, /g/, /f/.
e) El vasco no admite /r/ en posición inicial, por eso los préstamos añaden una vocal protética

 Características morfológicas:
a) Es una lengua aglutinante, es decir las palabras se forman por fusión de elementos
gramaticales que presentan un significado constante y tienen existencia independiente.
b) Las palabras variables se declinan (con sufijos) o conjugan (con prefijos y sufijos)
c) El verbo se conjuga en voz pasiva y el sujeto es siempre paciente.
d) El orden de las palabras del S. Nominal sigue la estructura de nombre, adjetivo, artículo.

 En cuanto al léxico el vasco ha recibido influencias léxicas del latín, del castellano y del
francés, pero a su vez tambie´n ha influido en estas lenguas romances. Palabras castellanas de
origen vasco son: izquierda, boina, cencerro, ascua...

 El proceso de normalización lingüística en el País Vasco es uno de los más complejos


que existen en la actualidad; durante mucho tiempo estuvo sometido a una situación de diglosia.
Uno de los mayores problemas para conseguir la normalización es la gran variedad dialectal que
presenta esta lengua, por ello ha sido necesaria la implantación del euskera batua, modalidad en
la que se basa la política de normalización y que se trata una lengua recreada por especialistas
sobre la base del guipuzcoano de Berreti y con rasgos de otra variedades.

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