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Año 2022
Cel 1151493278
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Índice
Introducción.............................................3
Desarrollo................................................4
Concepto y Diagnóstico.......................4
Presentación Clínica............................5
Orientación Terapéutica.......................7
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Introducción
Para lograr tal objetivo primero se describirá en profundidad cuáles son las
manifestaciones clínicas del trastorno que nos permitirán entender cuáles es la
sintomatología que el niño muy probablemente desplegará en la escuela.
Es importante mencionar que estos son generales y que se debe atender siempre al
caso por caso, interactuando de manera continua con los equipos de salud que
trabajen con el acompañado.
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Desarrollo
Concepto y Diagnostico:
En general este trastorno suele evidenciarse antes de los 8 años de edad y nunca
más allá de la adolescencia. Su inicio suele ser gradual y mantenerse durante
meses o incluso años. Fundamentalmente aparecen en el contexto familiar, aunque
con el paso del tiempo podrían aparecer en otros ambientes sobre todo en la
escuela lugar donde también debe convivir con figuras de autoridad y cumplir
normas de convivencia. No es extraño que puedan evolucionar, aunque no en todos
los casos, hacia trastornos disociales o incluirse en personalidades disociales, por
esta razón más allá de la adolescencia no debe diagnosticarse TOD.
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Clínicamente es importante decir que tanto en niños preescolares como en
adolescentes son muy frecuentes los comportamientos de oposición de forma
transitoria, por lo que debe tenerse mucha precaución a la hora de determinar si es
un comportamiento propio de la etapa del desarrollo o bien es un síntoma de TOD.
Presentación Clínica
Rabietas o crisis frecuentes y graves para la edad y desarrollo del niño ante
situaciones nimias o irrelevantes, lo que las hace incomprensibles. Tirarse al piso,
salir corriendo, romper en llanto, golpear o tirar cosas, insultar son parte frecuente
de estas crisis.
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Desafíos graves y frecuentes a los requerimientos o normas de los adultos.
A menudo culpa a otros de sus propias faltas o de su mala conducta. Suelen mentir
o fabular para justificar lo que dicen o hacen, estas fabulaciones permanecen como
verdades que mantendrá en su memoria para justificarse.
Se muestra quisquilloso y susceptible con los demás. Piensan que los demás se
refieren a él o hacen o dicen cosas para molestarlo.
Miente con frecuencia, rompe las promesas que realiza sólo para obtener beneficios
o para eludir sus obligaciones.
Con mucho menor frecuencia: Amenazas con cuchillos u otros objetos de agresión;
o escupitajos.
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No es extraño que durante los años escolares aparezca baja autoestima o su
contrario, es decir, una exaltación de la autoestima cercana a características
narcisistas.
El TOD es más prevalente en familias donde los cuidados del niño quedan
perturbados por cambios sucesivos de cuidadores, es decir, las conductas y las
figuras de apego han manifestado una gran inconsistencia; también aparece en
familias con modelos educativos rígidos, duros, incoherentes, inconsistentes o
negligentes.
Orientación terapéutica
Conocer la necesidad terapéutica que requieren los niños con TOD nos permitirá
como acompañantes terapéuticos entender cuál es el equipo del cual seremos parte
y con el cual vamos a interactuar.
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(puede ser con imágenes o escritas según la edad) con las actividades que el niño
llevará a cabo en la escuela.
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darles normas precisas para abordar las dificultades por ej., no caer en las
provocaciones, no discutir con el niño, dejar de responder a las rabietas, no utilizar
penitencias, reasegurar que es un chico querido, no agredir, mantener la serenidad,
utilizar metodología de resolución de conflictos etc. Que los adultos responsables
del niño en la escuela observen cómo pequeñas modificaciones ante las actitudes y
conductas del niño tienen resultado funcionará como motivador y refuerzo positivo.
La intervención escolar del AT tiene que tender también a prevenir las actitudes de
rechazo por parte de la institución educativa, sea a nivel de los docentes y
directivos, de los compañeros o de las familias de los compañeros. Evitar la
iatrogenia y la estigmatización son 2 objetivos fundamentales. Una de las
estrategias para estos casos es visibilizar los casos de discriminación o solicitar a la
escuela que se trabaje con los alumnos y las familias en este tema. La escuela en
nuestro país tiene muchas herramientas disponibles para trabajar problemáticas
como el bullyng
El AT debe generar una alianza terapéutica afectuosa con el niño evitando ponerse
en la serie de figuras de autoridad, pero sin perder un lugar de respeto mutuo. Ser
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capaz de crear un vínculo basado en el respeto, pero por sobre todo de apoyo
cercano, además de tener aptitudes para resolver situaciones límites, que
probablemente el paciente experimente o provoque, con serenidad y contundencia.
Debe usar siempre la atención selectiva a todo lo que el niño hace incrementando
las conductas pro sociales (felicitar por jugar bien con sus compañeros) mientras
que las conductas indeseables son reducidas, ignorándolas. En general en la
crianza de los niños padres y maestros reprimen, castigan la conducta negativa,
esta herramienta propone desatender a ella, el no generar una reacción de los
adultos tenderá a su disminución.
En los niños pequeños una buena manera de vincularse con niño es a través del
juego, si el niño se muestra negativo se podría por ejemplo incluir en los juegos a
sus compañeros más cercanos, es probable que esto atraiga la atención del niño.
En caso de que las rabietas o crisis tengan una frecuencia e intensidad muy alta y
una forma peligrosa para el niño, no se aconseja ignorarlas. Será necesario apartar
el niño del ambiente en donde se desplegó la crisis, contenerlo, intentar que no se
lastima y ayudar a que se calme, nunca retar, ni levantar la voz, hablarle firme con
voz normal poniéndose a su altura.
En conclusión:
Mostrarse afectivo pero firme al darle una orden o indicación, esta debe ser clara,
concisa y concreta de lo que debe hacer. Asegurarse de que entendió repitiendo la
orden. No presentarla como un favor o pregunta.
Estimular la conducta positiva, felicitar, premiar los logros por mínimos que sean.
Como ATs debemos considerar todas las conductas del niño dentro del síndrome
que presenta y saber que son susceptibles de modificación y de abordaje
terapéutico, tenemos que confiar en que somos capaces de controlar la situación
con calma y autocontrol, es probable que la conducta del niño pueda suscitar en
nosotros emociones como enojo, frustración, ansiedad, etc.
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