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Nombre de la Universidad:

Universidad Santo Tomás


Seccional Medellín

Nombre del trabajo.


Ensayo Ley 1774/06

Nombre del curso:


Analítica III

Nombre Estudiante
Liseth Mariana Agudelo Agudelo

Nombre Profesor
Luis Emilio López Vélez

Ciudad y fecha
Medellín - Antioquia
Marzo 1 de 2022
De forma introductoria, se pretende de manera concisa y coherente abordar la ley 1774
del 6 de enero del 2006 en el desarrollo de este ensayo, buscando con ello responder la
siguiente pregunta: ¿por qué en la ley se prioriza más los animales que los nasciturus?.

Comprendiendo lo anterior empezaremos diciendo que, esta ley busca reconocer la


calidad de seres sintientes a los animales, es decir, dejan de ser “cosas” para recibir una
especialidad en protección que los libre de sentir sufrimiento o dolor y que de esta
manera quienes atenten contra ellos reciban una sanción de carácter policivo y judicial.

Ahora bien, podemos decir que la sociedad se está enfrentando a diversos cambios en su
estructura, que permite que el sistema se incorporen nuevas reglas, nuevos movimientos
y a su vez nuevas luchas. Son las personas que por medio del movimiento animalista
buscan cambiar leyes y estructuras del gobierno que atenten en contra de animales,
posicionando en la agenda pública la protección y bienestar animal.

Con lo que ya hemos planteado anteriormente, nos dispondremos a analizar si hay una
incompatibilidad entre la ley que protege al ser sintiente y deja a la deriva al nasciturus,
para esta cuestión debemos tener en cuenta el artículo 11 de la constitución política que
nos dice “el derecho a la vida es inviolable”.

La ley nos está mostrando de alguna manera u otra, que hay una prevalencia entre el ser
sintiente y el feto que esta por nacer, podemos decir que en la ley se protege a ambos,
pero en la aplicación propia del derecho, el feto se ve más desfavorecido pues existen
excepciones y la corte en su última sentencia C-055-22 declaro exequible la posibilidad
de practicar el aborto consentido, lo que nos hace cuestionarnos acerca de si se está
protegiendo o no el artículo 11 de la constitución política. Y si, de alguna manera, el
hombre y su reproducción han pasado a un segundo plano.

En base a lo que ya se ha dicho, se comprende entonces la antinomia entre estos ambos


reflejados como tesis del ensayo. A manera de reflexión, dentro de la evolución que se
ha dado con el tiempo el valor de los seres sintientes “animales” ha comenzado a ser
significativo puesto que, como seres humanos, hemos comprendido que ellos también
han ido volviéndose una parte fundamental de nuestro vivir, aún más que se van
considerando parte de la familia por la gran por compañía que brindan. Pero no por esta
razón no se debe de dejar tan de lado la vida humana, ya que se debe de comprender
como la base de la sociedad y el progreso, lo que se quiere decir con esto es que el
hombre es el único que puede reproducirse tomándolo, así como sinónimo de desarrollo.

Para hacer claridad, no se quiere hacer entender que la vida del ser sintiente no tiene un
valor significativo, sino que por el contrario se debería de hacer una reforma mucho más
estructurada desde la normatividad, para que no se siga evidenciando los vacíos legales
que hoy por hoy presenciamos. Es así como se evitaría una notoria prevalencia del ser
sintiente sobre el nasciturus, promoviendo de manera justa una protección a la vida
humana y evitando también el atropello por los seres sintientes.

Concluyendo entonces la jurisprudencia colombiana, necesita de manera urgente una


evaluación exhaustiva para no seguir permitiendo este tipo de antinomia, que uno de
nuestros artículos más importantes dentro de la constitución política no sea arrollado por
la mala elaboración y falta de coherencia de los demás decretos y leyes que con el paso
del tiempo han ido surgiendo y que de alguna forma en vez de generar un avance tanto
social, económico y cultural está generando todo lo contrario.

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