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Universidad Santo Tomás

Seccional Medellín

Nombre del trabajo.


La lucha de poderes en Latinoamérica.

Nombre del curso:


AMBIENTE CULTURAL ECONÓMICO Y POLÍTICO (AMERICA)

Estudiantes:
Nathaly Samantha Diaz Reyes
Andrew Marine Hudsong Arias
Juliana Ibarra Parra
Edgar Alberto Machuca Niño

Nombre Profesor
Guillermo Noel Guitierrez Cardenas

Ciudad y fecha
Medellín - Antioquia
Noviembre 09 2022
Introducción.
El Estado no sólo es la representación jurídica de la Nación o un conjunto de estructuras
administrativas sino, sobre todo, su máxima representación política. Por eso, una de las
funciones más importantes y menos estudiadas consiste en garantizar un espacio vacío de
poder estatal, una zona propiamente política, que es donde se resuelven las disputas y los
conflictos entre los partidos que buscan acceder al Estado y por ende, al poder.

Las nuevas formas de lucha política son cada vez más extrañas y diferentes que las de hace
30 años. La guerra híbrida es una realidad y las dinámicas sociales se transforman a una
velocidad nunca antes vista, generando nuevos fenómenos ideológicos, visiones de mundo,
así como maneras de resistir al capitalismo neoliberal que no pasan ya necesariamente por
ser socialistas o comunistas como en épocas de la Guerra Fría, pero que sí tienen un alto
nivel de conciencia sobre lo que debería de ser un mundo más justo en cuanto a distribución
de riqueza, solidario, ambientalmente responsable y con una prioridad hacia el vivir y
disfrutar la vida, antes que ser esclavos del trabajo.

Para hablar de América Latina concretamente, algunas de esas tendencias que incluso
alimentaron a corrientes de izquierda que llegaron al poder en la década pasada, tienen
raíces profundas en las tradiciones, cosmovisión y cultura de los pueblos indígenas de la
región. La filosofía del Buen Vivir, por ejemplo, ha visibilizado nuevamente a estas
comunidades que históricamente han estado debajo del zapato de los estado-nación que se
constituyeron después de la independencia de estas tierras. Pero no solo eso, sino que, en lo
referente a la política, se organizaron partidos con mucha fuerza y gran apoyo de las masas,
tanto así, que en Bolivia un indígena gobernó ese país y lo sacó del estancamiento
económico y lo declaró estado plurinacional, reconociendo que existe la diversidad cultural,
que no solo se puede hablar una identidad nacional, sino de muchas que coexisten y forman
esa nación.
Metodología

Según la revista “LHISTORIA”, la independencia de américa de las colonias Europeas fue


un proceso por el cual los territorios en el continente americano se independizaron de las
potencias europeas . Este proceso empezaría a gestarse ya desde el siglo XVIII, con algunas
rebeliones aisladas por todo el continente y no culminaría hasta ya adentrados en el siglo
XX. Dando origen a los estados modernos que conforman el continente hoy en día; hay que
resaltar que todo este proceso fue lleno de sangre, guerra y dolor para nuestro pueblo
americano.

Las profundas transformaciones que ha vivido América Latina en los últimos 60 años
resultan indisociables del proceso de militarización que sufrió el continente entre las
décadas de 1960 y 1970, y que tuvo como característica central la desagregación progresiva
del papel que desempeñaba el Estado como articulador de la vida pública y promotor del
desarrollo económico. Las reflexiones que continuan intentan trazar un análisis histórico-
político en torno de estas transformaciones, revisando críticamente la literatura que se
generó sobre el tema y estableciendo sus momentos explicativos más problemáticos frente a
la visión de un escenario de violencia que hubo en América Latina, incorporando como
elementos determinantes la integración regional de intensos procesos represivos y su
articulación global con la Guerra Fría.

La toma violenta del Estado, en cuyo seno descansaba el poder político mismo, se
convirtió, desde la década de 1960 en una práctica recurrente de las instituciones de defensa
nacional, constituyéndose no sólo en actores fundamentales del proceso de cambio que
sufrió el continente, sino en garantes del curso irreversible que este proceso, tratándose de
un cambio que implicó diversos planos de la escena nacional, y que pueden ser resumidos
en la abolición de la idea tradicional de Estado y de la centralidad de las instituciones
públicas que le acompañaban en el ejercicio de articulación de la vida política en sociedad.
En este contexto de militarización, los golpes de Estado constituyen un acto fundacional de
lo que podríamos llamar un nuevo escenario estatal a través del cual comenzaría a
expresarse una forma inédita de administración de la vida política y de los asuntos públicos,
que con el tiempo, destruyó el horizonte de acción que el Estado nacional latinoamericano
había históricamente trazado.

En este sentido, el Estado, cuya historia en América Latina es indisociable de una violencia
política que atraviesa con sistematicidad el siglo XX, vive a raíz de este proceso de
militarización una transformación paradigmática. No sólo se dará fin a la estructura
tradicional de Estado, a partir del cual los proyectos modernizadores encontraban su
realización programática; sino que, a su vez, toma lugar la idea misma de Estado, de su
protagonismo ideológico, digamos: de su condición de aparato. El Estado pierde así su
centralidad en las decisiones políticas y económicas, relevando su lugar a la estructura
supranacional del capitalismo mundial.

El golpe al Estado representa el último acto contra el Estado latinoamericano. Digamos que
el Estado no sólo es tomado por fuerzas político-militares hasta entonces reincidentes en el
ejercicio autoritario del poder. Toda esa violencia que se gestó en ese entonces dio como
resultado una herramienta que perduraría en el tiempo la “Guerra” que se puso en práctica
para defender un punto de vista o un ideal.

Los golpes militares al Estado que comienzan a registrarse desde 1964, en Brasil,
extendiéndose por la década hasta mediados de la década de 1970, marcan un periodo de
grandes transformaciones en la estructura política y económica de la región. Teniendo
como característica central tanto la puesta en marcha de severas reformas al Estado, como
también el despliegue de una política represiva sobre amplios sectores de la sociedad civil.

La independencia de los países de América frente a las potencias europeas fue apenas el
comienzo de una era conflictiva en la región. Durante los años que siguieron a las guerras
de independencia en Norteamérica y en América Latina durante gran parte del siglo XIX,
se desarrollaron toda clase de conflictos internos y hasta guerras civiles entre los mismos
coterráneos.

En casos como México, Colombia y Ecuador los conflictos internos se prolongaron hasta el
siglo XX.

 Guerra civil argentina (1814–1880) entre los partidos federal y unitario.


 Guerra civil centroamericana (1824–1839) entre liberales y conservadores.
 Segunda guerra civil peruana (1856–1858) entre liberales y conservadores.
 Guerra de Reforma en México (1857–1860) entre liberales que querían como
presidente a Benito Juárez y conservadores que apoyaban a Félix Zuloaga.
 Guerra Federal de Venezuela (1859–1863) entre federalistas y centralistas.
 Guerra civil estadounidense (1861–1865) entre los estados abolicionistas del norte
contra los estados del sur que favorecían la esclavitud y la secesión.
 Revolución Liberal de Ecuador (1875/1895–1924) entre el Partido Conservador
Ecuatoriano y el Partido Liberal Ecuatoriano.
 Guerra Civil Chilena (1891) entre fuerzas del Congreso Nacional de Chile que se
enfrentaron a las del presidente José Manuel Balmaceda.
 Guerras civiles de Colombia durante el siglo XIX y siglo XX.
 Guerra de los Mil Días (1899–1902) entre liberales y conservadores.
 La Violencia (1946–1958). Enfrentamientos violentos aislados y sistemáticos entre
guerrillas, bandas armadas y facciones militares entre partidarios del partido
Conservador y el partido Liberal.
 Conflicto armado en Colombia (1960–actualidad) entre las guerrillas armadas
comunistas, principalmente las FARC y el ELN en contra del gobierno central
colombiano y eventualmente contra grupos paramilitares.
 Guerra civil venezolana (1901–1903) entre caudillos y empresas bancarias contra el
gobierno del dictador Cipriano Castro.
 Revolución mexicana (1910–1920) entre una coalición de caudillos contra
el dictador Porfirio Díaz, después contra el dictador Victoriano Huerta, y luego
entre sí mismos disputando el modelo político a seguir.
 Revolución Constitucionalista de 1932 en São Paulo, Brasil.
 Guerra Civil de Costa Rica (1948) tras la anulación de las elecciones ganadas por
Otilio Ulate Blanco por parte del Congreso.
 Guerra Civil de Cuba (1953–1959) entre guerrilleros comunistas de Sierra Maestra
contra la dictadura militar de Fulgencio Batista, que dio como resultado la
instauración de una dictadura comunista totalitaria gobernada por Fidel Castro.
 Guerra Civil de Guatemala (1960–1996) entre rebeldes de la URNG y otras
asociaciones de izquierda contra las fuerzas armadas de Guatemala.
 Guerra Civil de El Salvador (1980–1992) entre el FMLN (apoyado de manera
directa por Nicaragua y de manera indirecta por Cuba y la Unión Soviética) y el
gobierno de El Salvador (apoyado directamente por los Estados Unidos).
 Conflicto armado del Perú (1980–2000) entre Sendero Luminoso y el Movimiento
Tupamaros contra el gobierno central de la República Peruana.

Resultados

Aquí podemos ver como tenemos una historia esculpida sobre el dolor y el conflicto
armado.

Si bien es cierto que las dificultades de América latina para convertirse en un actor
internacional han sido la falta de desarrollo, que las grandes elites continúen trabajando
para Europa y USA, y la unificación de la moneda han sido algunas de las razones que
dieron al traste con un proyecto de organización de una República soberana y próspera; si
bien, la independencia de América fue un éxito y Colombia jugó un papel importante en la
misma, fueron las luchas intestinas de poderes que originaron el golpe a los proyectos
republicanos; poderes lo suficientemente fuertes como para desestabilizar el país, pero
lacónicos como para poder organizar un proyecto hegemónico de Estado-nación; y mucho
menos como para posicionar al país como una potencia igual entre las potencias del siglo
XIX y mucho menos en las del siglo XX. (Franco, 2009) . Es por esto que hoy en día
América Latina continúa integrando a las regiones que lo conforman, trazando así
viabilidades socio-económicas, desarrollos de infraestructuras, culturales, religiosos,
políticos y por qué no la internacionalización de la paz generando una forma específica de
manejar las relaciones internacionales, creando así una sinergia en América latina y
dejando atrás esas dictaduras que en algún momento de la vida marcaron la historia de cada
uno de los países que confirman la América Latina que hoy en día es.

Conclusiones

El problema es que históricamente el conflicto en América Latina ha estado dominado por


la izquierda ideológica y la derecha económica, sin poder hablar ni confrontarse, además de
esto con notables excepciones, la democracia no ha respondido en la mayoría de los países
latinoamericanos. Por el contrario, se asocia con la corrupción, el crimen y la violencia; de
hecho, las leyes tienden a ser más leyes económicas que leyes políticas. Los izquierdistas
tienden a enmarcarse a sí mismos como izquierdistas ideológicos en lugar de izquierdistas
políticos. No sólo no existe una comunicación dialógica negativa entre la derecha
económica y la izquierda ideológica, no existe una relación de igualdad ni una mínima
correspondencia. En algunos países europeos y en los Estados Unidos, es una opinión
común que en una verdadera democracia las partes en disputa deben tener dentro de sí los
medios para convertirse en una coalición cuando sea necesario, en Latinoamérica pocos
países tienen la oportunidad de formar una gran coalición, esto es así por que los partidos
que disputan el espacio político no se encuentran en la condición de ser antagonistas en una
política de la cual no mantienen una equivalencia o una correspondencia entre ella.

Las nuevas formas de lucha política son cada vez más extrañas y diferentes que las de hace
30 años, en estos momentos se tiene una visión totalmente aparte de un movimiento social
es decir socialista o comunista como se tenía pensado en el pasado, en cambio se tiene un
pensamiento un poco mas consciente sobre la distribución de la riqueza, un mundo
ambientalmente responsable, con un pensamiento en disfrutar mas la vida que estar
sometidos a un trabajo.
Concretamente hablando de Latinoamérica en la última década se ha destacado por tener
mandatarios de movimientos de izquierda este movimiento plantea el idealismo de el
generar un cambio ya que por alrededor de décadas han estado a los mandatos totalmente
de derecha.

En estos momentos estamos viendo como las cinco principales economías están gobernadas
por primera vez por izquierda Luis Ignacio Lula da Silva (Brasil), Andrés Manuel Obrador
(México), Gustavo Petro ( Colombia), Gabriel Boric (Chile), Alberto Fernández
(Argentina); sin embargo países como Bolivia la cual tuvo un presidente de un movimiento
indígena el cual tampoco se había presentando antes o como en Chile un estudiante de
derecho y presidente de un movimiento estudiantil (Federación de estudiantes de la
Universidad de Chile ) como lo era Gabriel Boric fuese el presidente mas joven en obtener
este titulo como mandatario de Chile. Estamos en presencia de un posible equilibrio en las
economías latinoamericanas y la idealización de se tenga un cambio y se mejoren sus
condiciones de vida.
Vivir la democracia significa correr muchoos riesgos. Pero el riesgo más grande de todos
es, sin dudas, perderla.

Bibliografía

 https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0187-
57952010000300008
 https://www.lhistoria.com/america/descolonizacion
 http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0798-
11712009000300005
 Franco, H. C. (2009). las luchas del poder en colombia. Revista comunicacion,
cultura y politica, universidad EAN, Pp. 131-144.

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