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Focaccia de higos frescos

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Esta focaccia de higos frescos es una maravillosa forma de usar fruta de temporada en un pan. A los entusiastas de los higos, esa
fruta cuya temporada es tan cortita, les encantará.

Lo bueno que tienen los higos es que son extremadamente dulces y al cocerlos en el horno exudan siempre un sirope bestial que
mejora cualquier cosa que le pongas debajo. No es que el pan necesite mucha mejora, pero esta combinación es magnífica.
Ya sabéis que todos los panes se cuecen de maravilla, quedando con una base placenteramente crujiente, sobre una piedra o
plancha de acero expresamente para horno. En mi horno tengo una base de terracota, pero no os la enseño en las fotos porque está
indecentemente gorrina.
Ingredientes:

525 g de harina panadera


325 g de agua
5 g de levadura de panadería seca (15 g de levadura fresca)
15 g de miel
10 g de sal
400 g de higos frescos
Una cdta. de miel adicional
El zumo de medio limón

Elaboración:
Hacemos un prefermento pesando en la báscula 100 g de harina panadera, 100 g de agua y la levadura de panadería. Mezclamos y
dejamos fermentar hasta que esté burbujeante.
Cuando haya fermentado, agregamos al bol el resto de los ingredientes: 425 g de harina, 225 g de agua, la miel y la sal. Mezclamos bien
y amasamos a mano o con robot amasador en periodos de 1-2 minutos con reposos intermedios de 10 minutos, hasta que la masa esté
fina y elástica.
Hacemos una bola con la masa, la ponemos en un recipiente engrasado con aceite, la tapamos y dejamos que doble su volumen.
Cuando haya doblado, la ponemos sobre la encimera enharinada e, intentando no aplastarla mucho y ayudándonos con una rasqueta,
hacemos un rectángulo que doblaremos en tres partes, como un papel de carta.
Ponemos la masa en una bandeja de horno engrasada con bien de aceite y, metiendo los dedos, vamos estirando poco a poco la masa en
forma de rectángulo. Si en algún momento se resiste a ser estirada, la dejamos reposar unos 10 minutos, tapada.
Cada vez que estiremos la masa intentaremos meter los dedos más o menos en los mismos lugares.
Cuando la masa esté estirada a un grosor de 1,5-2 cm, la tapamos y dejamos que fermente. Vamos calentando mientras tanto el horno
a 200ºC.
Preparamos los higos frescos, lavándolos muy bien, cortándoles el pedúnculo y abriéndolos por la mitad.
Cuando la masa haya casi doblado, distribuimos por encima los higos a nuestro gusto, y metemos la bandeja en el horno, sobre una
piedra o plancha para pan, o sobre la solera.
Cocemos la focaccia de higos 30 minutos o hasta que esté doradita.
Con el zumo de medio limón pasado por un colador y la miel preparamos un baño para la focaccia. Calentaremos un poco el líquido
para que se mezcle bien la miel.
Sacamos la focaccia del horno y con un pincel de silicona la pintamos en caliente con el baño de limón y miel. La levantamos de la
bandeja y la dejamos enfriar sobre rejilla.
¿Veis el brillito que tiene la focaccia en algunos sitios? Es por el baño de miel y limón, que le da un punto de sabor delicioso. Esta
focaccia de higos frescos es una buenísima opción para volver a encender el horno después de los calores, ¿no os parece?

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