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FACULTAD DE CIENCIAS
MEDICAS
CATEDRA:
OTORRINOLORINGOLOGIA
TEMAS DE EXPOSICION:
INTEGRANTES:
GRUPO DE EXPOSICION: 10
DOCENTE:
PERIODO:
2023-2024 CI
PATOLOGIA BACTERIANA Y FUNGICA DE LA FARINGE
La faringitis de manera general es la inflamación aguda o
crónica de la mucosa faríngea, en si de la orofaringe,
también denominada bucofaríngea o faringe media,
situada por detrás de la boca abarcando desde el borde
inferior del velo del paladar hasta el borde superior de la
epiglotis. Esta zona es susceptible a microorganismos
debido a que la faringe forma parte del tracto digestivo y
del respiratorio.
Es la zona de paso de alimentos con distintas
características de tamaño, superficie y temperatura que pueden ir acompañados de algún
germen, y que van desde la boca hacia el tubo digestivo. Además, la faringe tiene continuo
contacto con el aire inspirado a distintas temperaturas que proviene de las fosas nasales y de la
boca y con el aire expirado que proviene de los pulmones.
FARINGITIS AGUDA
Las faringitis agudas por lo tanto es una
inflamación de la mucosa faríngea de
inicio brusco, cuya etiología suele ser en
la mayoría por procesos infecciosos
víricos o bacterianos.
Un 70 u 80% son de etiología vírica
tanto en niños como en adultos, el porcentaje restante son de origen bacteriano estas son más
frecuentes en niños y aparece en cualquier época del año en forma de pequeñas epidemias y se
instaura bruscamente.
Raramente las faringitis son de origen fúngico y hasta en el 30% de los casos no se identifica
ningún microorganismo patógeno.
FARINGITIS BACTERIANA
Las bacterias responsables de este proceso infeccioso la mayoría de las
veces son producidas por estreptococos betahemolíticos del grupo A
(como Streptococcus pyrogenes), el cual causa el 15-30% de los casos de
Faringitis aguda en niños de edad escolar entre 5 y 15 años y con menor
frecuencia Mycoplasma pneumoniae, Haemophilus influenzae,
Staphylococcus aureus, Moraxella catarrhalis, Neisseria gonorrhoeae,
Corynebacterium difteria, bacterias anaerobias (angina de Vincent) y
Chlamydia pneumoniae, entre otras.
Ademas, las infecciones faríngeas causadas por virus pueden predisponer a una sobreinfección
bacteriana.
FARINGITIS ESTREPTOCÓCICA
La faringitis aguda producida por el estreptococo betahemolítico del grupo A es la infección
bacteriana más común de la faringe.
Es más frecuente entre los 5 y los 15 años, aunque puede aparecer también
en niños pequeños y en adultos.
El contagio de esta bacterias y las otras que causan faringitis se produce
fácilmente a través de las secreciones nasales o gotas de saliva que se pueden
expulsar al hablar o toser; por tanto, es muy frecuente en la edad escolar,
cuando los niños tienen un contacto muy próximo.
Tras un período de incubación de 2-5 días, la enfermedad comienza generalmente de forma
brusca, con fiebre que alcanza su máximo en el segundo día.
Aparece fiebre elevada por encima de 38 °C hasta los 40 ºC, acompañada de dolor muy intenso
que dificulta la deglución de los alimentos y el paso de la saliva. El dolor puede irradiar hacia
la oreja, produciendo otalgias. Se presenta con malestar general y aparición de cefaleas,
náuseas, vómitos y dolor abdominal. Además del enrojecimiento y tumefacción de la mucosa,
se observan placas de color blanco-amarillento en la pared posterior de la faringe y los ganglios
inflamados.
Los lactantes entre 3 meses a 1 año pueden estar irritables, presentar trastornos del sueño y de
la alimentación, con fiebre irregular, mucosidad nasal transparente o espesa, obstrucción nasal
y ronquido y excoriaciones en las fosas nasales.
Con mucha frecuencia aparecen los ganglios del cuello aumentados de tamaño, que suelen ser
dolorosos; es muy común que exista a la vez otitis media aguda. Los niños en edad escolar
suelen presentar un cuadro de presentación repentina, caracterizado por fiebre alta, malestar
general, enrojecimiento de la faringe y a veces el paladar y la lengua, odinofagia, presencia de
placas de exudado blanquecino o grisáceo en las amígdalas o faringe y ganglios cervicales
agrandados y dolorosos. Si presentan un aumento de tamaño de las vegetaciones adenoideas,
casi siempre habrá obstrucción nasal, respiración bucal y ronquido nocturno.
DIAGNOSTICO
El diagnóstico es principalmente clínico, a través del interrogatorio y la exploración física del
paciente. Durante el interrogatorio hay que evaluar factores como la presencia de enfermedades
de la nariz y los senos paranasales, inflamación, obstrucción, enfermedades de la boca,
profesión y ambiente laboral, tabaquismo e ingesta de alcohol.
Hay que saber diferenciar entre la infección por virus y por bacterias, en la faringitis aguda
vírica, la mucosa que recubre la pared posterior de la faringe aparece enrojecida y cubierta de
moco. Cuando la infección es bacteriana, estreptocócica, la mucosa queda cubierta por un
punteado blanquecino que tiene tendencia a confluir formando una capa: es el pus.
Por este motivo, hay veces que se deben recurrir a pruebas analíticas en laboratorio, como el
cultivo faringoamigdalar, los tests rápidos para detección de estreptococo betahemolítico
pueden ser útiles pero no detectan cierto número de casos, etc.
TRATAMIENTO
El objetivo de tratamiento de EGA es prevenir la fiebre reumática aguda, reducir la gravedad
y la duración de los síntomas y evitar la transmisión.
El tratamiento de la faringitis estreptocócica se basa en el empleo de antibióticos. El fármaco
de elección para tratar el estreptococo es la amoxicilina a dosis de 500 mg por vía oral cada 8
h durante 7 días. En caso de alergia a la penicilina, se utilizará la eritromicina con la misma
pauta de administración. Si la infección es recurrente, se aconseja el uso de amoxicilina-
clavulánico o clindamicina. A causa de las resistencias del microorganismo a los antibióticos,
hoy día se prefieren derivados antibióticos más modernos y cefalosporinas.
Suele ser recomendable el empleo de un analgésico antitérmico como paracetamol, ibuprofeno
o, en niños a partir de 16 años de edad, ácido acetilsalicílico. Hacer gargarismos con agua tibia
con sal también suele procurar alivio.
COMPLICACIONES
Una vez instaurado el tratamiento, la afección debe remitir en 3-5 días, por eso el pronóstico
de este tipo de faringitis suele ser bueno si no hay complicaciones, que el tratamiento ayuda a
evitar. Si no remite la enfermedad se debe derivar al paciente al especialista para evitar
complicaciones graves como otitis medias, laringotraqueítis, mastoiditis, sinusitis aguda,
abscesos retrofaríngeos y, en casos más raros pero muy complicados, la fiebre reumática, que
produce focos inflamatorios del tejido conectivo de las articulaciones y afectación de las
válvulas cardíacas.
OTRAS FARINGITIS BACTERIANAS
Faringitis gonocócica
Enfermedad producida por la bacteria Neisseria gonorrhoeae o
gonococo, es de transmisión sexual y en la mayoría de los casos no
hay síntomas. Cuando los hay, en general son leves y solamente
son generalizados cuando la enfermedad evoluciona hacia una
gonococemia diseminada por el torrente circulatorio.
Los síntomas típicos de la faringitis gonocócica son: irritación de garganta, disfagia, fiebre y
adenopatías cervicales. Otros síntomas que pueden acompañar a la infección son los siguientes:
dolor en el cuello, secreción y congestión nasal, mialgia, rigidez articular, dolor de cefalea,
alteración del sentido del gusto.
Hay que recordar que la faringitis gonocócica puede cursar sin síntomas y su diagnóstico
solamente se realiza por medio de un frotis faríngeo positivo para el gonococo tras su cultivo
en el laboratorio.
El tratamiento antibiótico de la faringitis gonocócica, por vía intramuscular (ceftriaxona,
espectinomicina) u oral en dosis única (cefixima, ciprofloxacino, ofloxacino, cefuroxima
axetil, cefpodoxima proxetil, enoxacino) o en múltiples dosis (eritromicina), debe ser realizado
por la persona infectada, así como por todas las parejas sexuales, para evitar una mayor
diseminación de la enfermedad.
Faringitis tuberculosa
La afectación faríngea es excepcional en la tuberculosis, pero cuando existe, suele localizarse
en la amígdala, el velo del paladar o la lengua. La lesión característica es un campo eritematoso
que puede presentar una ulceración y aparece en el contexto de una tuberculosis pulmonar. El
diagnóstico en este caso será anatomopatológico, por lo que es indispensable la toma de
biopsia. El tratamiento es el propio de la infección pulmonar, prescrito por un especialista
neumólogo.
FARINGITIS FUNGICA
Son raras las faringitis producidas por hongos, ocurre con mayor frecuencia y es más grave en
pacientes con déficit inmunitarios, como por ejemplo pacientes en tratamiento por cáncer,
trasplantados o con SIDA, también puede afectar a recién nacidos normales, especialmente si
la madre padece candidiasis vulvovaginal durante el embarazo y el parto. Por eso uno de los
patógenos más frecuentes es el Cándida albicans.
Candidiasis orofaríngea
La candidiasis de la boca y la faringe, conocida como muguet
o candidiasis orofaríngea (COF) es una infección fúngica,
producida por el hongo Cándida; este hongo es un residente
habitual de la piel o las membranas mucosas, pero en
situaciones de desequilibrio del microambiente del interior
de la boca y la faringe es capaz de multiplicarse y acabar produciendo los síntomas clásicos del
muguet.
Los síntomas clásicos del muguet son la presencia de manchas blancas indoloras sobre la
mucosa de la orofaringe, que puede acompañarse de dolor y dificultad al tragar.
El diagnóstico se basa en la toma de una muestra del exudado blanquecino sobre la mucosa
orofaríngea y su visualización al microscopio y posterior confirmación del microorganismo
causante en un cultivo de laboratorio.
El tratamiento se realiza bajo prescripción médica, mediante el empleo de antifúngicos
específicos como los derivados azólicos o nistatina. En los casos recidivantes es útil el estudio
de la sensibilidad del hongo responsable frente a diferentes antifúngicos. Sin tratamiento, los
síntomas de la COF persisten y existe riesgo de progresión de la enfermedad a una candidiasis
invasiva.
FARINGITIS CRONICAS
Las faringitis crónicas se presentan de forma progresiva con una evolución larga y no remiten
fácilmente. Incluye una serie de procesos inflamatorios, alérgicas o irritativos de la mucosa
faríngea que persisten o se repiten a menudo, generalmente sin causa infecciosa, y que se
pueden dar en diversas situaciones:
− Sustancias irritantes: polvo, sustancias químicas laborales,
aire acondicionado seco en oficinas
− Abuso de alcohol y/o tabaco.
− Respiración bucal propia de las obstrucciones nasales por
desviación del tabique, sinusitis o aumento del tamaño de la
adenoides (vegetaciones).
− Factores hormonales: hipotiroidismo, menopausia.
− El reflujo gastroesofágico
− Enfermedades crónicas como la diabetes y la alergia respiratoria.
− El uso abusivo de gotas vasoconstrictoras nasales.
En las faringitis crónicas hay una sensación muy molesta de sequedad de garganta, carraspera
para tratar de aliviar la sensación de moco en la garganta, junto a un picor o dolor faríngeo,
también eliminación de mucosidad espesa, sensación de ocupación faríngea, dificultad para
tragar saliva, aunque el paciente tiene la necesidad de tragar constantemente, sensación de sed
y tos irritativa.
En los niños y adolescentes el cuadro coincide siempre con un aumento del tamaño de amígdala
faríngea, adenoides o vegetaciones y frecuentemente aparecen crisis agudas con otitis de
repetición y gran cantidad de producción de moco que baja del cavum (parte superior de la
faringe, también conocida como nasofaringe, epifaringe o rinofaringe. Se encuentra por detrás
de las fosas nasales y por delante de la columna vertebral, en esta región desembocan las
trompas de Eustaquio.).
En los adultos pueden presentarse de diferentes formas:
Faringitis purulenta (con pus). Casi siempre coincide con rinorrea o aumento de la mucosidad
nasal purulenta o sinusitis crónica. El origen es siempre nasal o se sitúa en los senos
paranasales.
Faringitis congestiva. Es frecuente en alcohólicos, fumadores y profesionales de ambientes
con polvo. Hay enrojecimiento faríngeo y tos seca.
Faringitis hiperplásica. Aumento de tamaño de las estructuras glandulares de la faringe que
provocan un aumento de producción de moco. Hay sensación de cuerpo extraño.
Faringitis seca. Al contrario que en la anterior, hay atrofia o adelgazamiento de las glándulas,
secundaria a un aumento de la ventilación nasal por operaciones agresivas sobre los cornetes o
el tabique nasal. Hay moco adherido y molestias subjetivas de sequedad.
En la faringitis crónica seca la mucosa está pálida, adelgazada, brillante, como si estuviera
barnizada, y recubierta de mucosidad espesa. En la faringitis hiperplásica, la mucosa aparece
engrosada.
CARCINOMAS DE LA HIPOFARINGE
La clasificación topográfica de los carcinomas hipofaríngeos, atendiendo a las diferentes
sublocalizaciones, es la siguiente:
1. Tumores del seno piriforme.
2. Tumores de la región retrocricoaritenoidea.
3. Tumores de la pared posterior hipofaríngea.
Se calcula que la incidencia global del cáncer de hipofaringe corresponde al 8-10% de los
cánceres de las VADS. Su incidencia es superior en el hombre (95%) y la incidencia en la mujer
está aumentando, por el incremento del tabaquismo y consumo de alcohol en este grupo de
población.
La sublocalización tumoral más frecuente corresponde al seno piriforme, que representa el 85%
de los tumores malignos de la hipofaringe.
Etiopatogenia
El tabaco y el alcohol son los dos factores fundamentales relacionados con el desarrollo de
cánceres hipofaríngeos. Junto a ellos, se han descrito otras causas, como la dieta, las
exposiciones laborales (como asbesto, polvo de madera, cemento, pinturas, barnices, níquel,
ácidos sulfúrico y nítrico, carbonilla, polvos textiles, líquidos de corte utilizados en la
fabricación de piezas de metal y formaldehído) y los factores genéticos, mala higiene dental,
la raza negra y el bajo estrato social.
Sintomatología
La sintomatología inicial de los tumores de hipofaringe es poco llamativa. El primer síntoma
es la disfagia unilateral. Después aparece la odinofagia. La discreta sintomatología y la tardanza
en su aparición, motiva que muchos pacientes sean diagnosticados en estadios avanzados o
muy avanzados. Otro síntoma es la otalgia refleja, homolateral a la disfagia.
Diagnóstico
La TC espiral en la hipofaringe permite realizar maniobras dinámicas que, mediante la técnica
de Valsalva y al dilatarse los senos piriformes por efecto de la hiperpresión aérea, permite
visualizar las paredes de los mismos. Para valorar la invasión del cartílago laríngeo en los
tumores de seno piriforme la RM es superior a la TC..
En el siguiente paso, se realizará una exploración con anestesia general mediante laringoscopia
directa, que permitirá tomar muestras para el diagnóstico biópsico y delimitar con precisión la
extensión del tumor. El diagnóstico de certeza lo dará la biopsia
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