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UNIVERSIDAD DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE CIENCIAS
MEDICAS

CATEDRA:

OTORRINOLORINGOLOGIA

NOVENO SEMESTRE - GRUPO: 7

TEMAS DE EXPOSICION:

• PATOLOGIA BACTERIANA Y FUNGICA DE FARINGE

• PATOLOGIA TUMORAL BENIGNA Y MALIGNA DE FARINGE

INTEGRANTES:

• DANIELA AGUILAR PAZMIÑO

• BIANCA PUDLLA VERA

GRUPO DE EXPOSICION: 10

DOCENTE:

DR. LUIS CRUZ LOZANO

PERIODO:

2023-2024 CI
PATOLOGIA BACTERIANA Y FUNGICA DE LA FARINGE
La faringitis de manera general es la inflamación aguda o
crónica de la mucosa faríngea, en si de la orofaringe,
también denominada bucofaríngea o faringe media,
situada por detrás de la boca abarcando desde el borde
inferior del velo del paladar hasta el borde superior de la
epiglotis. Esta zona es susceptible a microorganismos
debido a que la faringe forma parte del tracto digestivo y
del respiratorio.
Es la zona de paso de alimentos con distintas
características de tamaño, superficie y temperatura que pueden ir acompañados de algún
germen, y que van desde la boca hacia el tubo digestivo. Además, la faringe tiene continuo
contacto con el aire inspirado a distintas temperaturas que proviene de las fosas nasales y de la
boca y con el aire expirado que proviene de los pulmones.
FARINGITIS AGUDA
Las faringitis agudas por lo tanto es una
inflamación de la mucosa faríngea de
inicio brusco, cuya etiología suele ser en
la mayoría por procesos infecciosos
víricos o bacterianos.
Un 70 u 80% son de etiología vírica
tanto en niños como en adultos, el porcentaje restante son de origen bacteriano estas son más
frecuentes en niños y aparece en cualquier época del año en forma de pequeñas epidemias y se
instaura bruscamente.
Raramente las faringitis son de origen fúngico y hasta en el 30% de los casos no se identifica
ningún microorganismo patógeno.
FARINGITIS BACTERIANA
Las bacterias responsables de este proceso infeccioso la mayoría de las
veces son producidas por estreptococos betahemolíticos del grupo A
(como Streptococcus pyrogenes), el cual causa el 15-30% de los casos de
Faringitis aguda en niños de edad escolar entre 5 y 15 años y con menor
frecuencia Mycoplasma pneumoniae, Haemophilus influenzae,
Staphylococcus aureus, Moraxella catarrhalis, Neisseria gonorrhoeae,
Corynebacterium difteria, bacterias anaerobias (angina de Vincent) y
Chlamydia pneumoniae, entre otras.
Ademas, las infecciones faríngeas causadas por virus pueden predisponer a una sobreinfección
bacteriana.
FARINGITIS ESTREPTOCÓCICA
La faringitis aguda producida por el estreptococo betahemolítico del grupo A es la infección
bacteriana más común de la faringe.
Es más frecuente entre los 5 y los 15 años, aunque puede aparecer también
en niños pequeños y en adultos.
El contagio de esta bacterias y las otras que causan faringitis se produce
fácilmente a través de las secreciones nasales o gotas de saliva que se pueden
expulsar al hablar o toser; por tanto, es muy frecuente en la edad escolar,
cuando los niños tienen un contacto muy próximo.
Tras un período de incubación de 2-5 días, la enfermedad comienza generalmente de forma
brusca, con fiebre que alcanza su máximo en el segundo día.
Aparece fiebre elevada por encima de 38 °C hasta los 40 ºC, acompañada de dolor muy intenso
que dificulta la deglución de los alimentos y el paso de la saliva. El dolor puede irradiar hacia
la oreja, produciendo otalgias. Se presenta con malestar general y aparición de cefaleas,
náuseas, vómitos y dolor abdominal. Además del enrojecimiento y tumefacción de la mucosa,
se observan placas de color blanco-amarillento en la pared posterior de la faringe y los ganglios
inflamados.
Los lactantes entre 3 meses a 1 año pueden estar irritables, presentar trastornos del sueño y de
la alimentación, con fiebre irregular, mucosidad nasal transparente o espesa, obstrucción nasal
y ronquido y excoriaciones en las fosas nasales.
Con mucha frecuencia aparecen los ganglios del cuello aumentados de tamaño, que suelen ser
dolorosos; es muy común que exista a la vez otitis media aguda. Los niños en edad escolar
suelen presentar un cuadro de presentación repentina, caracterizado por fiebre alta, malestar
general, enrojecimiento de la faringe y a veces el paladar y la lengua, odinofagia, presencia de
placas de exudado blanquecino o grisáceo en las amígdalas o faringe y ganglios cervicales
agrandados y dolorosos. Si presentan un aumento de tamaño de las vegetaciones adenoideas,
casi siempre habrá obstrucción nasal, respiración bucal y ronquido nocturno.
DIAGNOSTICO
El diagnóstico es principalmente clínico, a través del interrogatorio y la exploración física del
paciente. Durante el interrogatorio hay que evaluar factores como la presencia de enfermedades
de la nariz y los senos paranasales, inflamación, obstrucción, enfermedades de la boca,
profesión y ambiente laboral, tabaquismo e ingesta de alcohol.
Hay que saber diferenciar entre la infección por virus y por bacterias, en la faringitis aguda
vírica, la mucosa que recubre la pared posterior de la faringe aparece enrojecida y cubierta de
moco. Cuando la infección es bacteriana, estreptocócica, la mucosa queda cubierta por un
punteado blanquecino que tiene tendencia a confluir formando una capa: es el pus.
Por este motivo, hay veces que se deben recurrir a pruebas analíticas en laboratorio, como el
cultivo faringoamigdalar, los tests rápidos para detección de estreptococo betahemolítico
pueden ser útiles pero no detectan cierto número de casos, etc.
TRATAMIENTO
El objetivo de tratamiento de EGA es prevenir la fiebre reumática aguda, reducir la gravedad
y la duración de los síntomas y evitar la transmisión.
El tratamiento de la faringitis estreptocócica se basa en el empleo de antibióticos. El fármaco
de elección para tratar el estreptococo es la amoxicilina a dosis de 500 mg por vía oral cada 8
h durante 7 días. En caso de alergia a la penicilina, se utilizará la eritromicina con la misma
pauta de administración. Si la infección es recurrente, se aconseja el uso de amoxicilina-
clavulánico o clindamicina. A causa de las resistencias del microorganismo a los antibióticos,
hoy día se prefieren derivados antibióticos más modernos y cefalosporinas.
Suele ser recomendable el empleo de un analgésico antitérmico como paracetamol, ibuprofeno
o, en niños a partir de 16 años de edad, ácido acetilsalicílico. Hacer gargarismos con agua tibia
con sal también suele procurar alivio.
COMPLICACIONES
Una vez instaurado el tratamiento, la afección debe remitir en 3-5 días, por eso el pronóstico
de este tipo de faringitis suele ser bueno si no hay complicaciones, que el tratamiento ayuda a
evitar. Si no remite la enfermedad se debe derivar al paciente al especialista para evitar
complicaciones graves como otitis medias, laringotraqueítis, mastoiditis, sinusitis aguda,
abscesos retrofaríngeos y, en casos más raros pero muy complicados, la fiebre reumática, que
produce focos inflamatorios del tejido conectivo de las articulaciones y afectación de las
válvulas cardíacas.
OTRAS FARINGITIS BACTERIANAS
Faringitis gonocócica
Enfermedad producida por la bacteria Neisseria gonorrhoeae o
gonococo, es de transmisión sexual y en la mayoría de los casos no
hay síntomas. Cuando los hay, en general son leves y solamente
son generalizados cuando la enfermedad evoluciona hacia una
gonococemia diseminada por el torrente circulatorio.
Los síntomas típicos de la faringitis gonocócica son: irritación de garganta, disfagia, fiebre y
adenopatías cervicales. Otros síntomas que pueden acompañar a la infección son los siguientes:
dolor en el cuello, secreción y congestión nasal, mialgia, rigidez articular, dolor de cefalea,
alteración del sentido del gusto.
Hay que recordar que la faringitis gonocócica puede cursar sin síntomas y su diagnóstico
solamente se realiza por medio de un frotis faríngeo positivo para el gonococo tras su cultivo
en el laboratorio.
El tratamiento antibiótico de la faringitis gonocócica, por vía intramuscular (ceftriaxona,
espectinomicina) u oral en dosis única (cefixima, ciprofloxacino, ofloxacino, cefuroxima
axetil, cefpodoxima proxetil, enoxacino) o en múltiples dosis (eritromicina), debe ser realizado
por la persona infectada, así como por todas las parejas sexuales, para evitar una mayor
diseminación de la enfermedad.
Faringitis tuberculosa
La afectación faríngea es excepcional en la tuberculosis, pero cuando existe, suele localizarse
en la amígdala, el velo del paladar o la lengua. La lesión característica es un campo eritematoso
que puede presentar una ulceración y aparece en el contexto de una tuberculosis pulmonar. El
diagnóstico en este caso será anatomopatológico, por lo que es indispensable la toma de
biopsia. El tratamiento es el propio de la infección pulmonar, prescrito por un especialista
neumólogo.

FARINGITIS FUNGICA
Son raras las faringitis producidas por hongos, ocurre con mayor frecuencia y es más grave en
pacientes con déficit inmunitarios, como por ejemplo pacientes en tratamiento por cáncer,
trasplantados o con SIDA, también puede afectar a recién nacidos normales, especialmente si
la madre padece candidiasis vulvovaginal durante el embarazo y el parto. Por eso uno de los
patógenos más frecuentes es el Cándida albicans.
Candidiasis orofaríngea
La candidiasis de la boca y la faringe, conocida como muguet
o candidiasis orofaríngea (COF) es una infección fúngica,
producida por el hongo Cándida; este hongo es un residente
habitual de la piel o las membranas mucosas, pero en
situaciones de desequilibrio del microambiente del interior
de la boca y la faringe es capaz de multiplicarse y acabar produciendo los síntomas clásicos del
muguet.
Los síntomas clásicos del muguet son la presencia de manchas blancas indoloras sobre la
mucosa de la orofaringe, que puede acompañarse de dolor y dificultad al tragar.
El diagnóstico se basa en la toma de una muestra del exudado blanquecino sobre la mucosa
orofaríngea y su visualización al microscopio y posterior confirmación del microorganismo
causante en un cultivo de laboratorio.
El tratamiento se realiza bajo prescripción médica, mediante el empleo de antifúngicos
específicos como los derivados azólicos o nistatina. En los casos recidivantes es útil el estudio
de la sensibilidad del hongo responsable frente a diferentes antifúngicos. Sin tratamiento, los
síntomas de la COF persisten y existe riesgo de progresión de la enfermedad a una candidiasis
invasiva.

FARINGITIS CRONICAS
Las faringitis crónicas se presentan de forma progresiva con una evolución larga y no remiten
fácilmente. Incluye una serie de procesos inflamatorios, alérgicas o irritativos de la mucosa
faríngea que persisten o se repiten a menudo, generalmente sin causa infecciosa, y que se
pueden dar en diversas situaciones:
− Sustancias irritantes: polvo, sustancias químicas laborales,
aire acondicionado seco en oficinas
− Abuso de alcohol y/o tabaco.
− Respiración bucal propia de las obstrucciones nasales por
desviación del tabique, sinusitis o aumento del tamaño de la
adenoides (vegetaciones).
− Factores hormonales: hipotiroidismo, menopausia.
− El reflujo gastroesofágico
− Enfermedades crónicas como la diabetes y la alergia respiratoria.
− El uso abusivo de gotas vasoconstrictoras nasales.
En las faringitis crónicas hay una sensación muy molesta de sequedad de garganta, carraspera
para tratar de aliviar la sensación de moco en la garganta, junto a un picor o dolor faríngeo,
también eliminación de mucosidad espesa, sensación de ocupación faríngea, dificultad para
tragar saliva, aunque el paciente tiene la necesidad de tragar constantemente, sensación de sed
y tos irritativa.
En los niños y adolescentes el cuadro coincide siempre con un aumento del tamaño de amígdala
faríngea, adenoides o vegetaciones y frecuentemente aparecen crisis agudas con otitis de
repetición y gran cantidad de producción de moco que baja del cavum (parte superior de la
faringe, también conocida como nasofaringe, epifaringe o rinofaringe. Se encuentra por detrás
de las fosas nasales y por delante de la columna vertebral, en esta región desembocan las
trompas de Eustaquio.).
En los adultos pueden presentarse de diferentes formas:
Faringitis purulenta (con pus). Casi siempre coincide con rinorrea o aumento de la mucosidad
nasal purulenta o sinusitis crónica. El origen es siempre nasal o se sitúa en los senos
paranasales.
Faringitis congestiva. Es frecuente en alcohólicos, fumadores y profesionales de ambientes
con polvo. Hay enrojecimiento faríngeo y tos seca.
Faringitis hiperplásica. Aumento de tamaño de las estructuras glandulares de la faringe que
provocan un aumento de producción de moco. Hay sensación de cuerpo extraño.
Faringitis seca. Al contrario que en la anterior, hay atrofia o adelgazamiento de las glándulas,
secundaria a un aumento de la ventilación nasal por operaciones agresivas sobre los cornetes o
el tabique nasal. Hay moco adherido y molestias subjetivas de sequedad.
En la faringitis crónica seca la mucosa está pálida, adelgazada, brillante, como si estuviera
barnizada, y recubierta de mucosidad espesa. En la faringitis hiperplásica, la mucosa aparece
engrosada.

TUMORES BENIGNOS DE LA FARINGE


CRANEOFARINGIOMAS
Concepto y etiología
Es un tumor congénito, situado entre la hipófisis y la faringe, este tumor se desarrolla a partir
de los esbozos embrionarios de la bolsa de Rathke, se da por una reabsorción incompleta de
estos restos.
Son tumores benignos, y representan el 10% de los tumores cerebrales de los niños. Existe un
predominio por el sexo masculino, y suelen diagnosticarse durante la infancia (entre los 5 y 10
años); también existe un pico de incidencia entre los 50-60 años.
Sintomatología y diagnóstico
Su sintomatología es muy variada y depende de su localización dentro de la topografía
rinofaríngea y de las estructuras próximas que comprima en su crecimiento; Este tumor no se
disemina a otras partes del cuerpo. Sin embargo, es posible que crezcan y presionen partes
cercanas del encéfalo, como la hipófisis, el quiasma óptico o el nervio óptico.
En el niño puede iniciarse como alteración hipofisaria en forma de diabetes o retraso en el
crecimiento; en el adulto, con diabetes insípida, alteraciones visuales por compresión del
quiasma óptico, se da cefaleas e hidrocefalia al comprimir el III ventrículo. La sintomatología
otorrinolaringológica aparece cuando el tumor ocupa la luz del cavum, siendo el motivo de
consulta la insuficiencia respiratoria nasal y las alteraciones en la resonancia de la voz en forma
de rinolalia y cefalea. El diagnóstico se establece mediante la clínica y las pruebas de imagen,
siendo la RM la prueba de máximo rendimiento.
Tratamiento
El tratamiento de elección es quirúrgico, combinado o no con la radioterapia externa. Como
alternativa a la craneotomía se puede realizar un abordaje endoscópico endonasal, que presenta
una relativamente baja incidencia de fístulas de LCR posquirúrgicas. Generalmente, los
pacientes deben recibir tratamiento hormonal sustitutorio
QUISTE DE THORNWALDT
Son quistes derivados de la persistencia de la notocorda embrionaria. Se localizan en la línea
media de la rinofaringe, y su hallazgo suele ser casual al realizar una exploración endoscópica
o pruebas de imagen por otro motivo.
La sintomatología es inespecífica, y depende del tamaño del quiste; suele iniciarse con rinorrea,
cefalea o halitosis. En caso de sobreinfección, la rinorrea posterior es purulenta y fétida. Para
el diagnóstico es de utilidad emplear la RM. En cuanto al tratamiento, la marsupialización
quirúrgica es de elección, y la cirugía endoscópica es la técnica habitualmente utilizada.
PAPILOMA
Son tumores epiteliales cuya etiología se relaciona con factores traumáticos o víricos (virus del
papiloma humano). Con frecuencia, son un hallazgo casual por parte del paciente que observa
la neoformación mirándose la orofaringe en el espejo. Otras veces lo diagnostica fortuitamente
el médico en una exploración orofaríngea. Ocasionalmente, puede debutar con sensación de
cuerpo extraño, máxime si asienta en la úvula y llega a contactar con la lengua.
Macroscópicamente, se presentan como formaciones pediculadas, con una superficie
discretamente granulosa de aspecto arracimado. Pueden ser únicos o múltiples. En la orofaringe
se localizan clásicamente en la úvula, el borde libre del velo del paladar o en el pilar amigdalino
anterior. El diagnóstico de certeza lo establece el estudio anatomopatológico. El tratamiento
consiste en la exéresis quirúrgica simple por su base de implantación, realizada con anestesia
local.
FIBROMA
Es el tumor benigno que sigue en frecuencia al papiloma. Es más habitual en individuos
jóvenes, y ambos sexos se afectan por igual. Son más frecuentes en las zonas de roce.
Anatomopatológicamente, se trata de una hiperplasia fibrosa de lento crecimiento que suele
localizarse en cualquier zona de la orofaringe o boca. Están bien delimitados, son de
consistencia firme y de aspecto redondeado, con una amplia base de implantación, aunque a
veces pueden ser sésiles o pediculados, e incluso tener un aspecto quístico. Habitualmente, es
asintomático, excepto si alcanza gran tamaño, y produce obstrucción mecánica para la
masticación y/o la deglución. Como en los casos anteriores, el diagnóstico definitivo se
establece con el estudio anatomopatológico mediante la exéresis-biopsia. El tratamiento
electivo es quirúrgico mediante la extirpación completa de la lesión.
ANGIOMA
El hemangioma o angioma es una tumoración benigna vascular, casi siempre congénita, aunque
puede diagnosticarse en la edad adulta. Macroscópicamente, se presenta como una lesión de
coloración azulada plana o, por el contrario, puede tener una forma tuberosa y abultada, que
puede sufrir modificaciones de tamaño en relación con los esfuerzos.
Su tratamiento depende de su sintomatología, localización y
volumen. Cuando aparece en la infancia, no suele tratarse, sino que
se observa a la espera de una regresión espontánea. Se ha tratado
durante mucho tiempo con infiltraciones intratumorales de
corticoides y sustancias esclerosantes, sin resultado concluyente. El
tratamiento quirúrgico mediante exéresis puede ser complicado
debido a la posibilidad de hemorragias, pero no debe exagerarse esta
posibilidad.
MUCOCELE
Son lesiones originadas a partir de las glándulas salivales accesorias, que se localizan
preferentemente en el labio inferior, aunque pueden aparecer en otros lugares, como el velo del
paladar o el suelo de la boca, donde adquieren gran volumen y se denominan ránulas. Se
producen por una extravasación del contenido de la glándula, debido a una ruptura de su
conducto excretor, produciéndose una hiperplasia de las partes blandas circundantes, por lo que
se vinculan como posibles factores etiológicos los traumatismos locales. Aunque clínicamente
se manifiesta con apariencia quística, no es un verdadero quiste, pues carece de epitelio que
recubra el contenido líquido. En ocasiones, se forman por retención o enquistamiento, debido
a la obstrucción del conducto glandular. Los mucoceles tienden a ser de color azulado
translúcido. Para el diagnóstico se valora el aspecto y la consistencia (azul translúcido y con
contenido líquido).
Pueden ser útiles las pruebas de imagen (RM); no obstante, en ocasiones presentan una
limitación debido al tamaño de la lesión. En cuanto al tratamiento, algunos casos se resuelven
espontáneamente sin necesidad de intervención. Cuando persisten o crecen en exceso, está
indicada la exéresis quirúrgica, practicando una incisión que vacía el contenido y
marsupializando los márgenes. En ocasiones, presentan recidivas, debiendo valorar la exéresis
de la glándula salival de la que dependa.
TUMORES MALIGNOS DE LA FARINGE
TUMORES MALIGNOS DE LA RINOFARINGE
El carcinoma rinofaríngeo es el que surge a expensas del epitelio de recubrimiento faríngeo
en un tramo de anatomía incluido entre dos planos horizontales trazados por la base del cráneo
y el velo del paladar, respectivamente. La mayoría de estos tumores surgen a partir del epitelio
escamoso estratificado que, en la rinofaringe, corresponde aproximadamente al 60% de la
superficie de recubrimiento; el resto del epitelio es seudoestratificado columnar (epitelio
respiratorio).
Existe un hallazgo común en la población de alto riesgo: es el consumo desde edad temprana
de alimentos en conserva. Se ha observado que estos alimentos conservados en las diferentes
culturas que constituyen los mayores grupos de riesgo presentan constituyentes comunes de
carcinógenos o de sus precursores, como las nitrosaminas y las sustancias activadoras del virus
de Epstein-Barr.
Etiopatogenia
Sexo y edad
Presenta mayor incidencia en los hombres que en las mujeres. En la población de bajo, riesgo
la incidencia de estas neoplasias se incrementa con la edad hasta un pico máximo de entre 60
y 69 años. Sin embargo, en las áreas geográficas de alto riesgo, como el sur de China, y de
forma similar en ambos sexos, la incidencia se incrementa con la edad hasta un pico máximo
más temprano, entre los 45 y 54 años, disminuyendo posteriormente en edades más avanzadas.
Raza- La población de mayor incidencia está en China
Situación socioeconómica
En las regiones de alta incidencia, la presencia de carcinoma rinofaríngeo se asocia con una
situación socioeconómica baja. De nuevo, este hecho se asocia con el consumo de alimentos
en conserva, al ser estos más baratos.
Alimentos
Dentro de los alimentos en conserva que pueden predisponer al carcinoma rinofaríngeo, se
encuentran el pescado seco, los vegetales conservados en sal o escabeche, los huevos
fermentados, las grasas conservadas a temperatura ambiente y varios tipos de pastas de alubias
u otros alimentos conservados con especias, aunque en un grado no tan importante. La ingesta
de estos alimentos suele asociarse, además, con un déficit de alimentos frescos ricos en
sustancias protectoras, como la vitamina C, que es un inhibidor in vivo de la formación de
nitrosaminas y carotenos.
Factores ocupacionales y tabaco
Tres factores de exposición se consideran actualmente relacionados con la incidencia de un
carcinoma rinofaríngeo: la exposición al formaldehído, al polvo de madera y al tabaco.
Virus Epstein-Barr (VEB)
El estudio de diferentes tipos de tumores asociados con la presencia del VEB sugiere que
determinadas sustancias pueden modificar las células epiteliales de diferentes órganos,
haciéndolas más susceptibles, bajo ciertas condiciones, a la infección vírica, iniciándose a partir
de aquí la transformación oncogénica.
Sintomatología y exploración clínica
El carcinoma nasofaríngeo puede ponerse de manifiesto a través de diferentes manifestaciones
relacionadas principalmente con su localización y extensión. Origina síntomas como
obstrucción nasal unilateral o bilateral, epistaxis y rinorrea. Cuando hay afectación de la trompa
se produce una disfunción obstructiva que genera alteraciones en el oído medio, en forma de
una otitis media secretora. En un paciente adulto, la hipoacusia por otitis media secretora y la
rinorrea sanguinolenta debe hacer sospechar un carcinoma rinofaríngeo. La presencia de una
adenopatía cervical alta asociada con estos síntomas debe hacer sospechar aún más su
existencia.
La extensión hacia la base del cráneo y el endocráneo produce paresias y, más tarde, parálisis
de los pares craneales V y VI, con síntomas como cefalea, diplopía, algia facial y parestesias
faciales.
Aparece sintomatología añadida, como disfonía y alteraciones de la
deglución. La invasión de la porción posterior de la órbita puede
originar proptosis del globo ocular, y aunque es infrecuente, la
afectación de la musculatura pterigoidea, que se manifiesta con
trismus.
La exploración clínica rinofaríngea básica se realiza mediante el uso
de endoscopio nasal rígido o endoscopio flexible a través de las fosas
nasales. Esta exploración endoscópica con frecuencia muestra una
tumoración exofítica, que puede estar ulcerada o bien observarse recubierta de mucosa íntegra
en forma de abombamiento. Con mayor frecuencia, tiene origen aparente (mayor masa) en la
fosa de Rosenmüller.
Diagnóstico
El diagnóstico positivo viene dado por la biopsia y el estudio anatomopatológico.
La TC aporta más información sobre la extensión hacia la cortical ósea, y la RM permite una
mejor valoración de la afectación de los senos paranasales, al permitir una mejor diferenciación
en los tejidos blandos entre patología inflamatoria y tumoral. Ambos estudios aportan
información en la valoración de adenopatías cervicales y retrofaríngeas, aunque la RM tiene
más sensibilidad en el estudio de las adenopatías retrofaríngeas.
La utilidad de la tomografía por emisión de positrones (PET) es para detectar un mayor número
de metástasis a distancia en el momento del diagnóstico
El tratamiento del carcinoma nasofaríngeo suele comprender radioterapia, quimioterapia o
una combinación de ambas.
TUMORES MALIGNOS DE LA OROFARINGE
Los carcinomas orofaríngeos tienen distintas sublocalizaciones:
1. Tumor de amígdala palatina, que afecta exclusivamente a este órgano.
2. Tumor de la región amigdalina, que incluye la amígdala y sus pilares, desde su unión en el
vértice, a nivel del velo, hasta la región caudal de los mismos, donde se continúan de forma
poco definida con la pared faríngea lateral y la base de la lengua, respectivamente
3. Tumor del velo del paladar.
4. Los tumores de valécula y del repliegue glosoepiglótico
5. Tumor de la pared faríngea posterior, en un tracto comprendido entre el velo del paladar y
un plano que pasa por el hioides.
El cáncer de orofaringe es relativamente infrecuente y representa aproximadamente el 0,6%
del conjunto total de los cánceres humanos. Sin embargo, a nivel de las vías aerodigestivas
superiores, representa aproximadamente el 18% de los cánceres de cabeza y cuello.
El carcinoma escamoso de orofaringe muestra su pico de máxima incidencia entre los 55-65
años de edad y muestra una enorme preponderancia masculina ya que tienen más exposición
crónica a agentes tóxicos exógenos (alcohol y tabaco).
Etiopatogenia
El tabaco y el alcohol son los dos factores fundamentales más relacionados en el cáncer de
orofaringe. Junto a estos factores, se han descrito otros, como la dieta, la inmunodepresión, la
irritación crónica de la mucosa, las exposiciones laborales a cancerígenos, la acción del virus
del papiloma humano y factores genéticos, así como los ya referidos a la falta de higiene oral.
El consumo de alcohol es el segundo agente en importancia, después del tabaco. El riesgo de
cáncer de orofaringe es seis veces mayor en los consumidores de alcohol, y el riesgo de morir
por cáncer de orofaringe es cuatro veces mayor en los alcohólicos. La exposición a
determinadas sustancias químicas de la industria del cuero y del níquel parece tener cierta
vinculación con el desarrollo de estos tumores.
Sintomatología
La sintomatología inicial de estos tumores es poco llamativa durante las primeras semanas o
meses de evolución. El síntoma más frecuente y que suele motivar la primera consulta es la
disfagia unilateral. Con el paso del tiempo aparece el segundo síntoma, la odinofagia, que es
homolateral a la disfagia. Con posterioridad, puede aparecer otalgia unilateral, homolateral a
la disfagia y a la odinofagia. La psialorrea es frecuente en estos pacientes, y la expectoración
de moco también
En fases avanzadas, es frecuente que haya aliento fétido debido a la necrosis tumoral. Más
tarde, por crecimiento tumoral muy notable; hay trismus por
contractura y/o infiltración de la musculatura pterigoidea, y
también surge la denominada «voz amigdalina» producida por
una alteración de la resonancia de la voz, debido a la ocupación
de espacio tumoral en la orofaringe. Cuando el tumor afecta
gravemente la base de la lengua, se produce homolateralmente
a los síntomas indicados una infiltración del nervio hipogloso
con parálisis unilateral de la lengua
Exploración clínica
La exploración clínica se inicia mediante la inspección visual de la región cervical. La
presencia de relieves será sugestiva de la existencia de adenopatías. La palpación cervical
situándose el explorador detrás del paciente e indicando al paciente que flexione la cabeza/el
cuello hacia delante permite comprobar o excluir la existencia de adenopatías palpables y sus
características en cuanto a consistencia, movilidad y sensibilidad. Seguidamente, se procede a
realizar una faringoscopia con depresor, con frecuencia hay que pulverizar un anestésico tópico
en la orofaringe para evitar el reflejo nauseoso.
En pacientes con trismus, la faringoscopia se ve dificultada por la escasa apertura de la boca,
de forma que en un número considerable de pacientes con tumores orofaríngeos esta
exploración no aporta datos precisos sobre la extensión tumoral.
Diagnóstico
La TC permite valorar la extensión en la región del velo palatino, región amigdalina, espacios
periamigdalinos y parafaríngeos, región pterigoidea y pterigomaxilar, región del trígono y
extensión al suelo de la boca.
La TC también informa sobre la posible extensión del tumor hacia el espacio preepiglótico o
la base de la lengua. Sin embargo, la TC es menos eficaz que la RM en el estudio de las
infiltraciones musculares; por ello, la RM es el estudio de elección para valorar las lesiones
basilinguales. La biopsia aporta el diagnóstico definitivo.

CARCINOMAS DE LA HIPOFARINGE
La clasificación topográfica de los carcinomas hipofaríngeos, atendiendo a las diferentes
sublocalizaciones, es la siguiente:
1. Tumores del seno piriforme.
2. Tumores de la región retrocricoaritenoidea.
3. Tumores de la pared posterior hipofaríngea.
Se calcula que la incidencia global del cáncer de hipofaringe corresponde al 8-10% de los
cánceres de las VADS. Su incidencia es superior en el hombre (95%) y la incidencia en la mujer
está aumentando, por el incremento del tabaquismo y consumo de alcohol en este grupo de
población.
La sublocalización tumoral más frecuente corresponde al seno piriforme, que representa el 85%
de los tumores malignos de la hipofaringe.
Etiopatogenia
El tabaco y el alcohol son los dos factores fundamentales relacionados con el desarrollo de
cánceres hipofaríngeos. Junto a ellos, se han descrito otras causas, como la dieta, las
exposiciones laborales (como asbesto, polvo de madera, cemento, pinturas, barnices, níquel,
ácidos sulfúrico y nítrico, carbonilla, polvos textiles, líquidos de corte utilizados en la
fabricación de piezas de metal y formaldehído) y los factores genéticos, mala higiene dental,
la raza negra y el bajo estrato social.
Sintomatología
La sintomatología inicial de los tumores de hipofaringe es poco llamativa. El primer síntoma
es la disfagia unilateral. Después aparece la odinofagia. La discreta sintomatología y la tardanza
en su aparición, motiva que muchos pacientes sean diagnosticados en estadios avanzados o
muy avanzados. Otro síntoma es la otalgia refleja, homolateral a la disfagia.
Diagnóstico
La TC espiral en la hipofaringe permite realizar maniobras dinámicas que, mediante la técnica
de Valsalva y al dilatarse los senos piriformes por efecto de la hiperpresión aérea, permite
visualizar las paredes de los mismos. Para valorar la invasión del cartílago laríngeo en los
tumores de seno piriforme la RM es superior a la TC..
En el siguiente paso, se realizará una exploración con anestesia general mediante laringoscopia
directa, que permitirá tomar muestras para el diagnóstico biópsico y delimitar con precisión la
extensión del tumor. El diagnóstico de certeza lo dará la biopsia

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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