Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El conductismo, frecuentemente ridiculizado por las otras escuelas de psicoterapia, maniobró con
acierto al derivar hacia otras denominaciones. Una de las más aceptadas ha sido la de
“Programación NeuroLingüística”.
Por lo general, los problemas de la gente no tienen nada que ver con el contenido, sino más
bien con la estructura, con la forma de cómo organizan su experiencia.
Un terapeuta conductista –o de “PNL”- lo que hace es recurrir a una serie de trucos más o menos
inteligentes para corregir una conducta –“conducta problema”- en el sentido en el que el cliente se
lo solicita.
Y una vez aclarado esto, veamos los fundamentos del sistema de la PNL a través
de algunos de sus conceptos más usuales.
“Ayer entró una serpiente cascabel aquí a mi living, estaba en el suelo. Fue
terrible». A medida que decía esto miraba el suelo detrás de su silla y
lentamente seguí el curso de una serpiente imaginaria a medida que lo
atravesaba. Luego la pareja empezó a hablar. Cada vez que empezaban a
discutir y argumentar yo miraba nuevamente el suelo y se detenían
instantáneamente. Estaban anclando su terror a las serpientes a ese tipo de
conversación. Luego de más o menos de una hora de eso ya no
conversaban. Les resultaba demasiado desagradable, porque luego de un
tiempo su desagrado por las serpientes se asoció con el discutir.
También los autores son claros en lo que se refiere a sus críticas a las otras
terapias en este aspecto.
En resumen…
Cada uno y único trozo de conducta tiene una función positiva en algún
contexto. Sería una muestra de irresponsabilidad de parte nuestra si
sencillamente cambiáramos la conducta de las personas sin tomar en cuenta
la noción denominada «ganancia secundaria»
En conjunto, las técnicas que se asocian a las terapias conductistas podrán ser
más o menos eficaces, pero todas resultan reveladoras de los mecanismos
sociales en base a los cuales se expanden las innovaciones en la naturaleza
humana. Se trata tanto del riesgo de ser manipulados emocionalmente como de
nuestra capacidad para asumir que deseamos ser cambiados. No se habría dado
progreso humano alguno si no hubiera existido una forma de manipular las
emociones más allá de nuestras tendencias innatas heredadas del paleolítico (la
religión ha sido la vía habitual para la manipulación psicológica con fines
prosociales). Y es que en el comportamiento constantemente nos vemos
afectados por el entorno social. La mejor forma de afrontar esto es aprender a
usar de forma razonada nuestra misma capacidad de control. Es decir, aprender a
manipularnos a nosotros mismos.
Por otra parte, dentro de este libro encontramos uno de los mejores
descubrimientos realizados por los terapeutas, el de las pautas de los movimientos
oculares.
Los movimientos oculares son la forma más fácil que hemos descubierto
para que la gente pueda aprender a obtener acceso a esta clase de
información denominada «sistemas representacionales».(…) La mayoría de
las personas miran hacia arriba y a la izquierda cuando accesan a imágenes
visuales eidéticas o recordadas, y hacia arriba y a la derecha cuando
accesan imágenes visuales construidas (…) Las claves de acceso visuales,
pautas de barrido de los movimientos oculares, les indicarán literalmente la
secuencia completa del modo de accesar alguna información, lo que
nosotros denominamos estrategia.
El lenguaje verbal es mucho más opaco que el gestual: hay quien dice que el ser
humano aprendió a hablar para mentir, algo mucho más difícil si nos centramos en
el lenguaje gestual. De modo que si, con aplicación, somos capaces de
comprender muchas expresiones no verbales, seremos más capaces también de
ganar confianza en nuestras relaciones con los semejantes (algo imprescindible
para el terapeuta). Los movimientos oculares sirven para determinar la
veracidad de lo que se manifiesta (casi como un detector de mentiras) así como el
uso de variados recursos intelectuales (recuerdos, imaginación, actos reflejos…), y
eso permite comprender mejor la organización psicológica de quien tenemos
delante. Todo lo que nos ayude a comunicarnos emocionalmente es
necesariamente bueno.
La PNL surgió a partir de las terapias familiares (en este libro se cita a terapeutas
como Virginia Satir y Milton Erickson a modo de valiosos precedentes), un intento
de mejorar las relaciones de convivencia en el núcleo afectivo primario de la vida
social. La sistematización de sus descubrimientos es un ejemplo de cómo
podemos esforzarnos en mejorar nuestras relaciones humanas sin depender de
las convenciones culturales (es decir, sin prejuicios).