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¿Por qué se considera importante tener en cuenta los hallazgos de la

neuroeducación para transformar la forma de aprender?


La cultura “neuro” afirma que la esencia del ser humano, y en ello está incluido el
aprendizaje y la educación, tiene que ver directamente con el funcionamiento del
cerebro. Esta corriente que cada día se afianza más, señala que la memoria, la
atención y todo tipo de aprendizajes esenciales como la lectura, son inherentes al
desarrollo del cerebro. Hasta puede constatarse con datos en qué parte, de qué
manera y en qué momento se producen estas conexiones. Por ello, es imprescindible
introducir esta área de la ciencia como un elemento para la educación y el estudio: la
neuroeducación.

Neuroeducación: estudiando con el cerebro


La neuroeducación consiste básicamente en saber cómo funciona el cerebro y
transmitir esos conocimientos a la educación. Analizar el desarrollo del cerebro
humano y su reacción a los estímulos es fundamental para sacarle el máximo
rendimiento en su época de crecimiento. Desde el punto de vista educativo, conocer el
desarrollo del cerebro mientras crece es clave para saber cómo generar un
aprendizaje profundo y eficiente. Científicos como Paul MacLean ya ayudaron a
diseccionar el cerebro hace varias décadas y aseguró que el neocórtex es la parte del
cerebro encargada de las funciones cognitivas superiores. Y que estas se van
desarrollando desde el nacimiento hasta los 20 años de edad aproximadamente. Por
esta razón, el aprendizaje debe ser progresivo y de acuerdo al desarrollo neuronal de
cada estudiante.

Emoción y educación
La neuroeducación establece lazos entre la neurociencia y las aplicaciones en la
educación para unificar los métodos de enseñanza de los profesores en línea con
el desarrollo de los alumnos.

Uno de los aspectos más importantes que refuerza el vínculo entre el funcionamiento
del cerebro y la mejora del aprendizaje es el estudio sobre las estrategias
cognoscitivas. Estas estrategias hacen referencia a las actividades mentales que
desarrolla la persona durante el proceso de aprendizaje y que influencian así el modo
en el que presentar la información.

Así, recuerdos, elementos que impulsen la motivación o que den solución a problemas
hacen más rápido y eficaz el aprendizaje.
Según señala otro especialista, el catedrático de Fisiología Humana de la Universidad
Complutense, Francisco Mora, “en el corazón de la neuroeducación está la emoción”.
La neurociencia enseña hoy que “el binomio emoción-cognición es indisoluble,
intrínseco al diseño anatómico y funcional del cerebro. Toda información
sensorial, antes de ser procesada por la corteza cerebral en sus áreas de asociación
(procesos mentales, cognitivos), pasa por el sistema límbico o cerebro emocional, en
donde adquiere un “colorido emocional”. Y es después, en esas áreas de asociación,
en donde, en redes neuronales distribuidas, se crean las ideas, los elementos básicos
del pensamiento.

De modo que el procesamiento cognitivo, por el que se origina el pensamiento, ya se


hace con esos elementos básicos que poseen un significado, de placer o dolor, de
bueno o de malo. De ahí lo intrínseco de la emoción en todo proceso racional, lo que
implica aprender y memorizar. Por lo tanto, un enfoque emocional es clave para
enseñar.

Beneficios de la neuroeducación

La neuroeducación posee muchas ventajas en el ámbito educativo. Aquí destacamos


las más importantes:

 Mayor eficacia. Si conocemos el cerebro de una forma especializada, sabremos cómo


este se puede aplicar al aprendizaje y, por tanto, beneficiará en la asimilación de
contenidos.
 Consolidación de los conocimientos adquiridos. A partir de la neuroeducación, se
pueden crear estímulos al alumnado que mejoren el recuerdo.
 Priorizar las habilidades al conocimiento. Además del contenido es necesario utilizar
diferentes estrategias de aprendizaje, a través de la experimentación. Asímismo,
la educación emocional es imprescindible. Todo ello, beneficiará las habilidades
cognitivas del alumnado.
 Prevención de problemas en el aprendizaje. Adaptar y corregir pautas, con el objeto
de eliminar el fracaso escolar.
 Fomentar la curiosidad y la atención entre el alumnado. Si sabemos transmitir al
alumnado la emoción, interés o curiosidad por nuestra lección, sabremos motivarlos y,
por consiguiente, prestarán una mayor atención en nuestras clases.

Conocer nuestro cerebro para llevarlo lo más lejos posible, a cualquier edad. La
neuroeducación es, en definitiva, un campo de la neurociencia nuevo, abierto, lleno de
posibilidades que eventualmente debe proporcionar herramientas útiles que ayuden a
aprender y enseñar mejor. Pero, sobre todo, además de hacernos más eficaces y
competitivos, facilitar el conocimiento en un mundo cada vez de más calado abstracto
y simbólico y mayor complejidad social.

¿Estáis de acuerdo con ello?

Como conclusión, es preciso resaltar que este nuevo modelo educativo que constituye
la neuroeducación reside en trasladar la ciencia al aula para que los profesores
sepamos realmente qué intervenciones serían necesarias y positivas en el aprendizaje
del alumnado y las causas por las que lo hacen, a fin de que se puedan poner en
práctica en distintos contextos educativos.

RESPUESTA AL DEBATE

La neuroeducación es una nueva visión de la enseñanza que se basa en aportar estrategias y


tecnologías educativas centradas en el funcionamiento del cerebro. Esta nueva disciplina
fusiona los conocimientos sobre neurociencia, psicología y educación con el objetivo de
optimizar el proceso de enseñanza y aprendizaje.

1. Provocar emociones en el alumnado y despertar su atención

Neurociencias y emociones ,se ha demostrado científicamente que la emoción es el motor del


aprendizaje. No se consigue un conocimiento al memorizar, ni al repetirlo una y otra vez, sino
al hacer, experimentar y, sobre todo, emocionarse. Por ello, los docentes deben emocionar a
sus estudiantes en sus clases y despertar su atención y curiosidad, dado que sin ellas no hay
aprendizaje. Un ejemplo sería que los docentes interrumpan su intervención en clase cada 15
minutos con anécdotas emotivas, acertijos, materiales audiovisuales, juegos, etc. que llamen la
atención del alumnado.

"La atención es un recurso muy limitado que es imprescindible para que se dé el aprendizaje,
por lo que puede resultar útil fraccionar el tiempo dedicado a la clase en bloques con los
respectivos parones. En la práctica, queremos que el nivel de activación del estudiante sea el
adecuado. Los extremos son perjudiciales, tanto el defecto (dormidos), como el exceso
(ansiosos o sobre estimulados)", explica Guillén.

"Hay que tener en cuenta al alumnado y sus intereses. Favorecer su autonomía en el


aprendizaje, que su trabajo tenga sentido pero que, sobre todo, ellos sean conscientes y lo
reconozcan. Hay que trasladar e instaurar la premisa de emocionar para aprender",
recomienda por su parte Luque Rojas.

En base a esta premisa, es recomendable generar climas emocionales positivos en los


entornos educativos, donde tanto docentes como estudiantes asuman los errores de manera
natural, cooperen entre ellos y participen activamente en todo el proceso de aprendizaje.
2. Valerse de las artes para favorecer procesos cognitivos

Los docentes deben "reconocer posibles activadores del aprendizaje, desde diferentes vías
como la música, plástica, artes escénicas, ajedrez, teatro… reconocidos como favorecedores de
procesos cognitivos, sociales, morales…", indica Luque Rojas.

Según algunas investigaciones que analizan los beneficios de la educación artística en el


alumnado, si se integran las actividades artísticas en la enseñanza de otras asignaturas, sea
química, lenguaje, matemáticas o ciencias, el alumnado mejora su memoria a largo plazo.
Asimismo, las actividades artísticas incrementan las emociones y promueven el pensamiento
creativo, que a su vez favorece el aprendizaje.

3. Convertir el aula en una pequeña comunidad de aprendizaje

El cerebro es un órgano social que aprende de otros y con otros. Por ello es importante
impulsar el trabajo cooperativo en clase. Para lograrlo se puede cambiar la disposición del aula
tradicional a una que propicie la cooperación entre iguales, como sería formar grupos de 4 o 5
estudiantes.

También conviene llevar a cabo metodologías educativas innovadoras que propicien el trabajo
grupal y la participación del alumnado, como aprendizaje basado en proyectos (ABP),
aprendizaje-servicio, aprendizaje cooperativo, flipped classroom, etc.

4. Llevar a cabo experiencias multisensoriales y en contacto con la naturaleza

Emplear diferentes recursos en las clases para presentar la información de forma atractiva, y
también interactiva, puede favorecer el aprendizaje. Las metodologías educativas que
permiten que el alumnado perciba el mundo a través de todos sus sentidos ayudan a que el
aprendizaje sea mucho más significativo, como puede ser la gamificación de los contenidos
didácticos.

"La Neurociencia aplicada a la educación supone un cambio en la forma de enseñar con el


objetivo de modificar las clases más tradicionales por medios que requieran la participación
del alumno (visuales, vídeos, gráficos interactivos…)", insiste Luque Rojas.

Además, el cerebro ha evolucionado en contacto directo con la naturaleza y los elementos


naturales, por lo que su uso en los entornos de aprendizaje resulta beneficioso, según
mencionan Carballo Márquez y Portero Tresserra en su libro 10 ideas clave. Neurociencia y
educación. Aportaciones para el aula (2018).

5. Propiciar que los estudiantes utilicen el movimiento para aprender

Más juego y más movimiento mejoran el aprendizaje. De acuerdo con Giacomo Rizzolatti, un
famoso neurobiólogo italiano, "el cerebro que actúa es un cerebro que comprende". Por
tanto, hay que integrar el componente lúdico en el aprendizaje desarrollando actividades que
permitan al alumnado moverse mientras aprenden.
"El ejercicio regular puede modificar el entorno químico y neuronal que favorece el
aprendizaje, es decir, los beneficios son también cognitivos", considera Guillén en su blog
Escuela con Cerebro.

Así pues, diversos investigadores y docentes consideran imprescindible que el profesorado


tenga en cuenta los hallazgos de la Neurociencias para mejorar su función y creen que el
presente y futuro de la educación está basado en esta disciplina. "Yo apuesto por que todo
educador/a sepa sobre Neuroeducación para mejorar su práctica profesional. Si no, sería
como estar o seguir aún en blanco y negro ignorando que hemos descubierto el cine en color",
concluye Forés.

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