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Sentencia T-714-16
Sentencia T-714-16
Magistrada sustanciadora:
GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO
SENTENCIA
El asunto llegó a esta Corporación por remisión que efectuó la Secretaría del
Tribunal Administrativo del Meta, según lo ordenado por el artículo 32 del
Decreto 2591 de 1991. El 19 de septiembre de 2016, la Sala Novena de
Selección de Tutelas de la Corte lo escogió para revisión.
I. ANTECEDENTES
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acción de tutela contra el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (en
adelante INPEC), al considerar que dicha entidad vulneró el derecho a la
unidad familiar de la menor de edad.
2
La señora Marbely Sofía Jiménez Pérez fue condenada el 5 de enero del 2012 por el Juzgado Tercero Penal
del Circuito Especializado con Funciones de Conocimiento de Villavicencio, Meta. Contra dicha decisión se
interpuso recurso de apelación, el cual se encuentra pendiente de ser decidido por el Tribunal Superior de
Villavicencio. Folios 125-142, cuaderno 1.
3
En folios 17-19 del cuaderno 1 se observa la Resolución Nº 901453 del 14 de abril de 2016, donde se indica
que el traslado de 18 internos se lleva a cabo por razones de seguridad.
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En folios 80-83 del cuaderno 1 se observa informe de visita domiciliaria realizada por una trabajadora social
a la residencia del accionante para establecer la situación socio familiar de los menores de edad y en la cual se
indica lo siguiente: “revisada la situación de los niños quienes a pesar de contar con personas que se
dedican a sus cuidados como niñera, y que también cuentan con el apoyo del señor Luis Carlos Jaramillo
padre de la hija Mía de los Ángeles, y afectivamente se encuentra ligado a los hijos de su esposa, se
considera importante que en lo posible la madre biológica pueda estar al frente de sus hijos brindándole el
facto y cuidados que sólo ella como madre puede ofrecerles.” Asimismo, durante el proceso de tutela, el
accionante adjuntó dos constancias de valoraciones neuropsicológicas del 29 de marzo de 2016, realizadas a
los menores de edad Smith Alejandro y Dulce Sofía Parra Jiménez, en las cuales se diagnostica “Privación
afectiva por falta de figura materna” y, en esa medida se recomienda la “necesidad de la presencia materna
durante la crianza”. Folios 98-107 del cuaderno 1.
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En folio 20 del cuaderno 1 se encuentra una certificación del pediatra de la menor de edad Mía Jaramillo
Jiménez, en la que se indica “que la niña aún se beneficia de recibir LM como alimentación complementaria
hasta los 12 meses.”
3
compañero sentimental y padre de los menores de edad Smith Alejandro Parra
Jiménez y Dulce Sofía Parra Jiménez, se encuentra recluido en ese centro
penitenciario y es una persona de “alta peligrosidad”, quien en repetidas
ocasiones ha amenazado su núcleo familiar, tanto así que en el año 2015 el
Fiscal de turno de la Unidad de Reacción inmediata de Villavicencio solicitó
al Comandante de la Policía de dicha ciudad, la adopción de una medida de
protección, a fin de evitar afectaciones en la vida e integridad del accionante y
su familia6.
6
A folio 45 del cuaderno 1 reposa la solicitud de medida de protección del 22 de junio de 2015 realizada por
el Fiscal de Turno de la Unidad de Reacción Inmediata de Villavicencio, debido a las amenazas que el
accionante y su familia han recibido por parte del señor Smith Bayardo Parra Rincón.
7
Folios 113-117, ibíd.
8
La juez de ese Despacho solicitó su desvinculación del trámite de tutela por falta de legitimación en la causa
por pasiva. Folio 112, ibíd.
4
B. Juzgado Tercero Penal Especializado del Circuito de Villavicencio
9
Folios 125-126, ibíd.
10
Folio 126, ibíd.
11
Folios 167-168, ibíd.
12
Folio 168, ibíd.
13
Folio 169, ibíd.
14
Folios 212-220, cuaderno 1.
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F. Impugnación
G. Asunto previo
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medida en que en dicha cárcel está recluido su ex compañero sentimental
“quien lideraba una organización criminal de sicarios”, y podría atentar
contra la seguridad de la interna.
A su vez, informó que su esposo y sus tres hijos menores de edad se radicaron
en la ciudad de Bogotá para estar juntos y compartir más tiempo. En efecto, la
señora Marbely Sofía adjuntó al escrito presentado, certificaciones
correspondientes al (i) contrato de arrendamiento de vivienda suscrito por su
esposo en la ciudad de Bogotá, e (ii) inscripciones de sus hijos menores de
edad al jardín infantil “librito encantado” de la misma ciudad.
Competencia
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Folios 26 a 38 ib.
20
Folios 39 a 46 ib.
7
1. Esta Sala de Revisión es competente para examinar las sentencias de tutela
proferidas en este asunto, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 86
y 241, numeral 9° de la Constitución y 31 a 36 del Decreto 2591 de 1991.
Por las razones mencionadas, el señor Luis Carlos Jaramillo Murillo solicitó
mediante acción de tutela que se ordenara al INPEC la permanencia de la
señora Marbely Sofía Jiménez Pérez en la cárcel del Distrito Judicial de
Villavicencio.
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Por lo tanto, se colige que el traslado a la cárcel del Distrito Judicial de
Villavicencio, que es la razón por la cual se interpuso la presente acción de
tutela, no se hará efectivo, como quiera que en estos momentos la señora
Marbely Sofía Jiménez Pérez se encuentra recluida en la cárcel el Buen Pastor
de Bogotá, aunado a que su familia se mudó para dicha ciudad con la finalidad
de recuperar la unidad familiar.
Así las cosas, a pesar de esta carencia actual de objeto que afecta el caso en
estudio y de la imposibilidad que se expida una orden efectiva para satisfacer
lo pretendido mediante el ejercicio de la tutela, resulta necesario que la Corte
como la máxima autoridad constitucional y la encargada de velar por la debida
protección de los derechos fundamentales de los colombianos y de establecer
los lineamientos que deben seguirse para que los mismos sean garantizados, se
pronuncie de fondo en sede de revisión sobre la vulneración o no de derechos
fundamentales, por parte del instituto accionado, con el fin de determinar en
dado caso que se aparta de decisión de segunda instancia y que se presentó
una actuación indebida por parte del ente tutelado.
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De esa manera, existen eventos en los cuales se reconoce legitimidad en la
causa por activa en la acción tutela, aunque la persona que promueva el amparo
no sea el titular de los derechos. Por ejemplo, cuando la presentación de la
acción de tutela se realiza por medio de (i) representantes legales -caso de los
menores de edad, los incapaces absolutos, los interdictos y las personas
jurídicas-, ii) mediante apoderado judicial, y iii) a través de la agencia oficiosa.
21
Sentencia C-145 de 2010.
22
Sentencia T-462 de 1993 y T-498 de 1994, MP. Eduardo Cifuentes.
10
2591 de 199123, “la acción de tutela procede contra toda acción u omisión de
las autoridades públicas, que haya violado, viole o amenace violar cualquiera
de los derechos de que trata el artículo 2 de esta ley”. En este orden de ideas,
la autoridad penitenciaria y carcelaria nacional está legitimada como parte
pasiva en el proceso de tutela, al atribuírsele en su condición de entidad
pública del orden nacional, la competencia de dirección de las penitenciarías
del país.
Inmediatez.
Subsidiariedad.
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“Por el cual se reglamenta la acción de tutela consagrada en el artículo 86 de la Constitución Política”.
11
10. En relación con el traslado de internos, la jurisprudencia constitucional ha
sostenido que el juez de tutela no puede interferir en estos conflictos, porque
la acción de nulidad y restablecimiento del derecho es la acción procedente
para atacar la actuación. Sin embargo, esta Corporación excepcionalmente ha
considerado que el juez de tutela podrá intervenir cuando observe una
arbitrariedad o una vulneración de derechos fundamentales24. En el presente
caso, estima la Sala que la acción de tutela resulta procedente, bajo el
entendido que obligar al accionante a acudir a los mecanismos ordinarios de
defensa judicial puede resultar una carga desproporcionada de cara a la posible
vulneración del derecho fundamental a la unidad familiar, que involucra a los
niños Smith Alejandro Parra Jiménez de 4 años de edad, Dulce Sofía Parra
Jiménez de 2 años de edad y Mía de los Ángeles Jaramillo Jiménez de 8 meses
de edad.
11. Esta Corporación ha considerado que la decisión del juez de tutela carece de
objeto cuando al momento de proferirla, se encuentra que la acción u omisión
que dio origen a la solicitud de amparo, ha cesado, pues desaparece toda
posibilidad de amenaza o vulneración a los derechos fundamentales. En este
sentido, cuando hay carencia de objeto la protección a través de la tutela pierde
sentido y, en consecuencia, el juez queda imposibilitado para emitir alguna
orden dirigida a proteger el derecho fundamental invocado.
24
Sentencias T-439 de 2013, M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez y T-002 de 2014, M.P. Mauricio González
Cuervo.
12
satisfacción de su pretensión o ésta no puede obtenerse, pues la situación en
principio informada a través de la tutela, ha cesado.
15. Con base en lo antes expuesto, se reitera que, durante la etapa de revisión
surtida en la Corte Constitucional, se constató que (i) mediante Resolución
902553 del 21 de junio de 2016 la señora Marbely Sofía Jiménez Pérez fue
trasladada a la cárcel el Buen Pastor de Bogotá “con el fin de acercarla a su
familia.”, y (ii) que en la actualidad su esposo y sus tres hijos menores de edad
se encuentran domiciliados en la ciudad de Bogotá.
25
T-529 de 2015, M.P. María Victoria Calle Correa.
26
Sentencia T-585 de 2010. M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
13
16. De esa forma, se observa que los supuestos fácticos en este asunto no se
enmarcan dentro de la figura del hecho superado, ya que en ningún momento se
verificó, por parte los jueces de instancia o por este despacho, la completa
satisfacción de la pretensión contenida en la demanda de amparo presentada por
el señor Jaramillo Murillo. Tampoco se trata de una hipótesis de daño
consumado, en la medida en que mediante el acto administrativo de traslado
atacado no se configuró un daño o perjuicio para el accionante y su familia, ya
que en la actualidad residen en la misma ciudad donde se encuentra recluida la
señora Marbely Sofía.
17. No obstante, a pesar de esta carencia actual de objeto que afecta el caso en
estudio, es necesario que esta Corporación como máxima autoridad
constitucional y encargada de velar por la debida protección de los derechos
fundamentales de los colombianos, se pronuncie de fondo en sede de revisión
sobre la vulneración o no por parte del instituto demandada del derecho cuyo
amparo fue solicitado por el accionante, con el fin de determinar en dado caso
que se aparta de la decisión proferida por el juez de segunda instancia y que se
presentó una actuación indebida por parte del ente accionado.
27
Sentencia T- 447 de 1994, M.P. Vladimiro Naranjo Mesa.
14
19. La protección a la unidad familiar encuentra fundamento directo en la
propia Carta Política, en particular: (i) en el artículo 15, que reconoce la
inviolabilidad de la intimidad de la familia, (ii) en el artículo 42, que prevé
directamente la necesidad de preservar la armonía y unidad de la familia
sancionando cualquier forma de violencia que se considere destructiva de la
misma; y, especialmente, (iii) en el artículo 44, que consagra expresamente el
derecho de los niños a “tener una familia y no ser separados de ella”.
20. Acorde con tales mandatos, ha sostenido este Tribunal que la protección a la
unidad familiar es un derecho fundamental, tanto de los niños y niñas como de
los adultos, que “genera para las autoridades públicas competentes, un deber
general de abstención, que se traduce en la prohibición de adopción de
medidas infundadas e irrazonables de restablecimiento de derechos”28. En
consonancia con lo anterior, también ha señalado la Corte que, además de su
faceta ius fundamental, el referido derecho cuenta igualmente con una faceta
prestacional, que se manifiesta en la obligación constitucional del Estado de
“diseñar e implementar políticas públicas eficaces que propendan por la
preservación del núcleo familiar”29.
21. Ahora bien, la unidad familiar hace parte del grupo de derechos que se
restringen legítimamente como consecuencia del vínculo de sujeción que surge
entre el recluso y el Estado. Dichas restricciones tienen origen, precisamente, en
el aislamiento penitenciario obligado que genera la pérdida de la libertad
personal.
28
Sentencia T-502 de 2011, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
29
Sentencia T-572 de 2009, M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
30
M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
31
Sentencia T-669 de 2012, M.P. Gabriel Eduardo Mendoza Martelo.
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24. Bajo tales condiciones, la misma jurisprudencia ha considerado que las
restricciones que operan sobre el derecho a la unidad familiar, deben ser
adoptadas y ejercidas con base en criterios de razonabilidad y proporcionalidad,
“con el fin de evitar la desintegración de los vínculos filiales más próximos y
de garantizar el respeto por el debido proceso, la dignidad humana y las
normas de raigambre internacional”32, a lo cual se llega, entre otras formas,
mediante la posibilidad para el recluso de mantener comunicación oral, escrita y
afectiva con sus familias33.
32
Ibíd.
33
Sentencia T-017 de 2014, M.P. Alberto Rojas Ríos.
34
M.P. Luis Guillermo Guerrero Pérez.
35
M.P. Alberto Rojas Ríos.
16
familiares, por cuanto ha considerado que la familia juega un papel
preponderante en la reincorporación social del delincuente. Ha afirmado
que ‘dicho vinculo filial representa la mayoría de las veces su contacto
con el mundo más allá del establecimiento donde se encuentran recluidos,
más si se tiene en cuenta que el núcleo familiar será en la mayoría de los
casos el lugar donde cada individuo retomará su vida por fuera del
penal’36. Como consecuencia, debe garantizarse la posibilidad restringida
del interno de mantener comunicación oral, escrita y afectiva con sus
familias”.
36
Sentencia T-274 de 2005.
37
Sentencia T-669 de 2012.
38
Ibíd.
39
M.P. Humberto Antonio Sierra Porto.
17
parte por menores de edad cuyos derechos son prevalentes conforme al
principio del interés superior del niño. Lo anterior, dentro del propósito de
“preservar no solo la unidad familiar, sino adicionalmente alcanzar el
desarrollo armónico e integral de los niños”40.
33. En este punto, resulta preciso señalar que en informe de visita domiciliaria
realizada por una trabajadora social a la residencia del accionante para
establecer la situación familiar de los menores de edad, se indicó lo siguiente:
“revisada la situación de los niños quienes a pesar de contar con personas
que se dedican a sus cuidados como niñera, y que también cuentan con el
apoyo del señor Luis Carlos Jaramillo padre de la hija Mía de los Ángeles, y
afectivamente se encuentra ligado a los hijos de su esposa, se considera
importante que en lo posible la madre biológica pueda estar al frente de sus
40
Sentencia T-435 de 2009, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub, T-502 de 2011, M.P. Jorge Ignacio Pretelt
Chaljub, T-111 de 2015, M.P. Jorge Iván Palacio Palacio y T-276 de 2016, M.P. Jorge Ignacio Pretelt
Chaljub.
41
Al respecto ver Sentencia T-830 de 2011, M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
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hijos brindándole el afecto y cuidados que sólo ella como madre puede
ofrecerles.” Asimismo, durante el proceso de tutela, el accionante adjuntó dos
constancias de valoraciones neuropsicológicas realizadas a los menores de
edad Smith Alejandro y Dulce Sofía Parra Jiménez, en las cuales se les
diagnosticó “privación afectiva por falta de figura materna” y, en esa medida
se recomendó la “necesidad de la presencia materna durante la crianza”.
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para lo cual deberá dar estricto cumplimiento a las reglas jurisprudenciales en
la materia, reiteradas en esta oportunidad.
III.- DECISIÓN
RESUELVE
20
JORGE IVÁN PALACIO PALACIO
Magistrado
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