El Derecho de la Ejecución Penal en Bolivia se refiere a un conjunto de leyes,
normativas y procedimientos que regulan la administración y el cumplimiento de las penas y medidas privativas de libertad en el sistema penitenciario boliviano. El objetivo principal de este sistema es garantizar la rehabilitación y la reinserción social de las personas condenadas, al tiempo que se respetan sus derechos humanos.
Algunos aspectos clave del Derecho de la Ejecución Penal en Bolivia incluyen:
El sistema se centra en la rehabilitación y reinserción de las personas privadas
de libertad a través de programas de educación, capacitación laboral y tratamiento de adicciones.
Respeto a los derechos humanos se deben garantizar los derechos
fundamentales de las personas en prisión, incluyendo el acceso a la atención médica, la prevención de la tortura y el trato humano.
Evaluación y clasificación las personas privadas de libertad son evaluadas y
clasificadas para determinar su nivel de seguridad y las medidas apropiadas de rehabilitación.
Beneficios y medidas alternativas, se pueden otorgar beneficios penitenciarios,
como libertad condicional, prisión domiciliaria o trabajo comunitario, siempre que se cumplan ciertos requisitos.
Participación de la comunidad, se promueve la participación de la sociedad en
la rehabilitación y reinserción de las personas privadas de libertad.
Supervisión y control, existe una autoridad penitenciaria encargada de
supervisar y controlar las condiciones en las cárceles y la ejecución de las penas.
Es importante destacar que el Derecho de la Ejecución Penal en Bolivia está en
línea con las normas y estándares internacionales de derechos humanos, y busca garantizar un sistema penitenciario que promueva la justicia, la rehabilitación y la reintegración de las personas condenadas a la sociedad. I. EL DERECHO DE LA EJECUCIÓN PENAL
El Derecho de Ejecución Penal es el conjunto de normas positivas que se
relaciona con la ejecución de las penas luego de la sentencia y abarca todas las penas y no solamente las penas privativas de libertad.
Ley 2298 (Ley de Ejecución Penal y Supervisión), y crear nuevas políticas
públicas para respetar Los derechos de los privados de libertad. La problemática es que a pesar de que la ley 2298 se crea el 20 de diciembre de 2011, norma que es incumplida recurrentemente en los años de vigencia, esta Ley no se cumple al 100%, aunque esto obedece a factores externos como las falta de Presupuesto y, principalmente, a que la norma no está acompañada de políticas públicas para respetar los derechos de los privados, al constatar que la retardación de justicia en procesos penales y la falta de un debido proceso, que en las diferentes cárceles del país los reos no vivan adecuadamente, el hacinamiento extremo y el rápido deterioro de la infraestructura del penal (paredes, alcantarillado, etc.) han provocado que los reos se declaren en estado de emergencia y demanden una mejora de sus condiciones. Existe una sobrepoblación y hacinamiento, de manera extrema y alarmante en La Cárcel de San Pedro y en todas las cárceles del país. La Ley de Ejecución Penal y Supervisión LEPS (Ley 2298 de 20 de diciembre de 2001) la normativa y la reglamentación de sus principios y normas generales, su estructura orgánica, los establecimientos penitenciarios, su régimen disciplinario, su régimen penitenciario, su sistema progresivo, la detención domiciliaria, el control de la suspensión condicional de proceso y de la pena y de los jueces de ejecución penal, al art. 3. - (FINALIDAD DE LA PENA) la pena tiene por finalidad proteger a la sociedad contra el delito y lograr la enmienda, la readaptación y reinserción social del condenado a través de una cabal comprensión y respeto de la Ley. Aparentemente La Ley de Ejecución de las Penas Y supervisión (desde ahora), coincide con el fin de la pena establecido por el Código Penal, pero lo aparente se debe establecer por lo siguiente: la LEPS, es una Ley especial, por lo tanto de preferente aplicación al Código Penal, incluso por la data (CODIG Penal de 1997 y LEPS 2011), ahora bien la ley que tratamos está enmarcada en dos teorías: • Defensa Social, por la cual el Estado al imponer una pena quiere proteger a la sociedad a través de la SEGREGACIÓN del condenado, es decir, aislar al delincuente de la sociedad, entendiendo que la sociedad está por encima del delincuente. • La otra es complementaria, ya que es similitud al Código Penal expresa que la pena tiene por fin según la LEPS, también, es la enmienda y la reinserción social del condenado. Por lo tanto, el fin de la pena según la LEPS, también es la enmienda y reinserción del delincuente. Pero que nos demostró el tiempo que, a pesar de todo, aun el sistema Estatal, y el sistema penal alejadas de los centros de decisión, criminalizando la pobreza y dejando impunes a aquellos que tienen el poder. Según los fines perseguidos por nuestra legislación penal, el fin de la pena ex de enmendar y reinsertar al delincuente. Debemos entender entonces que la permanencia del condenado en un centro penitenciario, debería ser un verdadero tratamiento social, que asegure a la sociedad que cuando el interno(a) cumplido su sentencia, también ha terminado su tratamiento social, pero si nos ponemos a pensar “son solamente fantasías”, recordando los puntos de vista de Roxin y Muñoz Conde. Es destacable que en nuestro país la LEPS simplemente tenga líneas esperanzadoras, el sistema sigue igual, in ningún avance. Debemos llegar primero a un punto en que se respete la misión del Derecho Penal para ir sin contradicción a las demás leyes, y por lo menos lograr una especie de equilibrio entre la ley y su posibilidad de aplicación, llegando a la conclusión de que para que no exista tanta controversia en esto, buscar alternativas a la prisión, que es la esperanza tangible y realista que nos queda.
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