Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Para analizar los regímenes patrimoniales romanos, debemos indicar que la institución del
matrimonio, en opinión de algunos autores, queda fuera del ius civile; como en este suceso no
intercede el Estado, por lo tanto no es cuestión pública y no es de su interés el régimen que
reglamente los bienes de los cónyuges. Éstos derivan del tipo de matrimonio celebrado. Si la iustae
nuptiae se contraía cum manu, la mujer quedaba bajo la potestad del marido y su patrimonio era
absorbido por aquél; si el matrimonio se contraía sine manu, la mujer quedaba bajo el poder del
grupo familiar de origen, o si era sui iuris conservaba la propiedad de sus bienes.
De acuerdo a Malinvaud (1990:145), el derecho real se define como "el poder ejercido
directamente por una persona sobre una cosa". Esta definición otorga la plena facultad de respetar
el derecho del titular con lo cual éste goza de la total libertad de ejercer su derecho sobre la cosa.
Malinvaud describe el derecho personal como "el poder de una persona sobre otra". Este derecho
se crea desde que una persona nace y con ello contrae obligaciones con otra. Los derechos
personales incurren sobre los beneficios de los hombres, los reales, sobre sus cosas.
Los derechos reales, como acciones, pueden ser de dos tipos: honorarias o civiles.
1. Actio reivindicatoria, que ejercitaba el propietario quiritario de una cosa contra el poseedor
o el detentador de la misma, contra el que por dolo dejara de poseerla o contra el que
fingiera ser poseedor o detentador.
2. Actio confessoria, que ejercitaba el titular de una servidumbre contra el propietario del bien
gravado con ella, para hacer reconocer su derecho.
3. Actio rescissoria, por la cual el actor pedía la anulación de la prescripción obtenida por
terceros en relación con bienes del actor, durante la ausencia de éste, en virtud de una
función oficial.
4. Actio negatoria que ejercitaba el propietario quiritario de un fundo contra la persona que se
arrogaba una servidumbre sobre éste.
1. Actio publicana. Esta se relacionaba con la propiedad bonitaria, como la reinvidicatio con la
quiritaria. Es ficticia, ya que el juez quedaba obligado a suponer que ya había trascurrido el
plazo necesario para convertir la propiedad bonitaria, por usucapio, en quiritaria.
2. Actio serviana y quasi serviana (hipotecaria). Estas se ejercitaban por el acreedor
hipotecario en caso de incumplimiento del deudor y se dirigían contra cualquier debía
entregarlo al acreedor, quien procedía luego según lo convenido en el pactum de
vendendo o el pactum commissorium.
1. Las res comunes ómnium iure naturali, que pertenecen a todos por derecho natural, como
la costa de mar.
2. Las res publicae que deben estar a disposición del público en general por ejemplo las
carreteras.
3. Las res universitatum, sustraídas al comercio por estar reservadas al uso de una
corporación pública inferior al Estado.
4. Las cosas que están fuera del comercio por razones diversas, establecidas en el derecho
positivo con fundamento en consideraciones morales, como la futura herencia o el hombre
libre.
1. Las res sacrae, destinadas al culto de los dioses domésticos (como templos).
2. Las res religiosae, destinadas al culto de los dioses domésticos (como las tumbas).
3. Las res sanctae, integradas por los límites de los campos o de la ciudad (con sus murallas
y puertas).
La propiedad es el principal derecho real de una persona sobre un bien y su fuerza jurídica reside
en que permite usar, disponer de él, destruirlo, venderlo o cederlo y percibir los frutos de ese bien
sin más limitaciones que las que establece la ley.
Para comprender mejor el concepto de derecho real suele contraponerse al de derecho personal:
Los derechos reales son los que dan a su titular autoridad sobre un bien.
1.º Las res divini iuris. Se subclasificaban en tres grupos: res sacrae, res
religiosae y res sanctae. Las res sacrae eran los templos y objetos de culto
público a los dioses. Para que tuvieran tal carácter, en la época pagana, era
necesaria una decisión del Poder público –ley, senadoconsulto o
constitución imperial– y una ceremonia –consecratio, dedicatio–, en la que
tomaba parte un magistrado y los pontífices (1). Otra ceremonia –
profanatio– las reintegraba al commercium privándolas de su condición
de res sacrae. Res religiosae o diis manibus relictae eran los sepulcros y
objetos enterrados con el cadáver. Simplemente el hecho de enterramiento
verificado por el propietario del terreno o con su permiso determinaba tal
carácter (2). Una acción especial: actio sepulchri violati, fue establecida
contra los atentados a las tumbas, Res sanctae son las puertas y muros de la
ciudad, consideradas como cosas divini iuris por estar bajo la protección de
la divinidad. El daño causado en las mismas era castigado con gravísimas
sanciones.
2.º Están también fuera del comercio las res publicae. Perteneciendo en
principio al Estado, éste, previa una ceremonia especial (publicatio), las
destinaba al uso público. Tales eran las plazas las plazas, calles, termas,
teatros, bibliotecas, etc. También tenían esta consideración, aunque
respecto de ellos no existiese publicatio, los ríos. Varios interdictos
protegían de modo especial las cosas públicas.
----------
Para el jurista son corporales las cosas tangibles (quae tangi possunt), como un
fundo, un esclavo, un vestido, una cantidad de oro o de plata, etc.
+ Cosas incorporales
Son incorporales las no tangibles (quae tangi non possunt), como son las que
consisten en un derecho: una herencia, el usufructo y las obligaciones de cualquier
clase, por ejemplo.
Máncipi o mancípi?
En fin, nada es seguro, pero faltan datos que nos permitan esclarecer el fundamento
de la distinción, de origen muy antiguo. Lo que sí está claro es que las
cosas mancipi eran consideradas las más importantes y las más preciadas; incluso el
mismo Gayo las califica todavía de res pretiosiores.
Ello no obsta para que también estas últimas cosas puedan estar en cierto modo
repartidas entre varias personas, que tendrán sobre ellas partes ideales.
Varias personas pueden ser, por ejemplo, copropietarias de un único esclavo, sin que
las partes correspondientes a cada una se marquen de un modo efectivo. Se habla en
tal caso de una división intelectual, en oposición a la efectiva; pero en realidad no es
exacto decir que en tal caso se divida la cosa; lo que se fracciona o reparte es el
derecho que sobre ella tienen los varios sujetos.
Las fuentes romanas se valen también de las expresiones genus y species para
referirse, respectivamente, a las cosas fungibles y no fungibles. Se ha dicho, sin
embargo, que para los jurisconsultos romanos la equivalencia no fue absoluta. El
que una cosa pertenezca o no al grupo de las quae pondere numero mensurave
constant lo determina la práctica comercial, los usos sociales, mientras que el
tomarla como un genus (género) o como una species (2) o corpus (individualidad
concreta), depende del arbitrio de los que intervienen en un negocio jurídico. La
primera es una distinción que, aunque sin una fijeza inmutable, tiene carácter
objetivo. La segunda (genus et species) es puramente subjetiva, depende de la
voluntad de los interesados. Los esclavos, por ejemplo, no son en el uso ordinario
cosas fungibles, pero nada impedía que un traficante concluyese
un contrato comprometiéndose a entregar una cantidad de ellos sin individualizarlos,
sin que importase en tal caso que fueran éste o aquél, sino su número solamente. En
tal ocasión concreta eran tomados como genus.
----------
(2) Nótese que la voz latina species no puede traducirse aquí por la castellana
"especie", sino más bien por individuo o cosa individualizada.
Cabe señalar que el derecho personal o crédito es relativo, puesto que solo
pueden reclamarse a aquellas personas que hayan aceptado las
obligaciones implicadas en la adquisición de un contrato.
La prenda
es un derecho real accesorio de garantía que tiene como función accesoria el asegurar
al acreedor el cumplimiento y satisfacción de un crédito pignoraticio, mediante un poder
especial que se le confiere sobre la cosa pignorada.
Es requisito esencial de la prenda, la puesta en posesión del acreedor del bien
mueble ofrecido en garantía del crédito, que puede ser propiedad del deudor o de un tercero,
constituyéndose así, con ese desplazamiento de la posesión, la prenda sobre el bien mueble
entregado.
La prenda no otorga a quien la posee la posibilidad de venderla, puesto que la prenda solo
traslada la posesión y no el dominio del bien pignorado.
En el caso del derecho nicaragüense, cuando la deuda se encuentra en mora el acreedor
puede por vía judicial pedir esta sea vendida en subasta pública, para con el dinero resultante
poder cubrir la deuda. En el caso de existir un remanente una vez saldada la deuda, el
remanente es propiedad del antiguo propietario de la cosa.
En España puede también efectuarse la realización (venta) del bien pignorado, por conducto
notarial.
En el caso de que el deudor cumpla con las obligaciones garantizadas por la prenda, el
acreedor pignoraticio deberá devolverle la posesión de la cosa dada en prenda, en el mismo
estado de conservación y uso que en el que le fue entregada.