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DERECHO ROMANO I

TEMA Nº 11

LA ADQUISICIÒN DE LOS DERECHOS

DEFINICIÒN.

Es la incorporación de una cosa o de un derecho, a la esfera patrimonial de una


persona. En el derecho privado existen varias modalidades de adquisición de
derechos: de bienes, de dominio, de frutos, de medianería, de nombre, etc.

Modos de adquisición de la propiedad:

Los modos de adquisición de la propiedad son los hechos jurídicos, de los cuales
el derecho positivo hace depender el nacimiento del pleno señorío de una persona
sobre una cosa.

Los clásicos distinguían entre modos de adquisición de, a) derecho civil,


solemnes y formales, reservados a los «civis», y modos de b) derecho natural o
de gentes, comunes a todos los pueblos. Tal distinción, aunque no tuviera valor
práctico alguno después de la concesión de la ciudadanía a todos los súbditos del
imperio, es, sin embargo, conservada en el derecho justinianeo.

Los intérpretes han sustituido tal distinción por la de modos originarios y modos
derivativos, según que la adquisición tenga lugar por una relación directa con la
cosa (ocupación, accesión, especificación, confusión, conmixtión, adquisición de
los frutos, adjudicación, usucapión), o bien con base a una relación con el anterior
propietario (mancipado, in iure cessio, traditio).

MODO ORIGINARIO DE ADQUIRIR LA PROPIEDAD:

Hay adquisición originaría, (cosas, derechos y obligaciones), cuando no ha


existido una relación anterior que vincule la cosa, derecho u obligación a una
persona, la adquisición es virgen, efectuada por primera vez, tal es la ocupación
de una cosa que no tiene dueño "Res nullius", La ocupación consistía en la toma
de posesión de una «res nullius» con la voluntad de hacerse propietario, era de
derecho natural y de ella, según los romanos, derivaba la fuente de la propiedad.
En la época clásica además de las cosas del enemigo que no formaban parte del
botín del Estado, podían ser objeto de ocupación, los animales salvajes o
indómitos, las cosas que han sido abandonadas por su anterior dueño "Res
Derelictia".
MODO DE ADQUISICIÓN DERIVATIVO:

Cuando la cosa, derecho u obligación, es traspasada de un titular a otro; hay una


relación jurídica preexistente; hay un traspaso de un dominio que puede ser pleno
o con ciertas limitaciones, siendo el principio general que nadie puede transmitir a
otro más derechos de los que él mismo tuviere “Nemo plus juris ad alium
transferre potest, quam ipse haberet" (Ulpiano).

HECHOS Y ACTOS JURÍDICOS

En virtud que la adquisición es ocasionada por un hecho o por un acto jurídico,


debemos estudiarlos, ya que la adquisición origina una relación de derecho.

HECHO JURÍDICO

Los hechos son aquellos acontecimientos que ocurren en nuestro mundo y como
consecuencia de los mismos estos pueden o no tener incidencia en el mundo del
Derecho, así nos encontramos con los hechos jurídicos y los hechos no jurídicos.

Los hechos no jurídicos como se puede apreciar en su misma denominación, son


aquellos acontecimientos que cuando ocurren o suceden, estos no importan al
derecho, ya que los efectos que producen estos hechos no son relevantes
jurídicamente y por ende no son tomados por el derecho, por ejemplo: el sacar la
basura fuera de la casa, hacer una caminata, lavar la ropa, etc.

Los hechos jurídicos a diferencia de los hechos no jurídicos, si tienen relevancia


en el derecho, los acontecimientos que ocurren o suceden afectan al derecho,
tienen relevancia jurídica, los efectos producidos por un hecho jurídico acarrean
una consecuencia jurídica que será estudiada por el derecho, Ejem. La muerte, la
promulgación de una ley, una declaración de guerra, etc.

Dentro de los hechos jurídicos tenemos a aquellos llamados hechos simples y


complejos; los primeros son aquellos hechos que sólo basta un acontecimiento
para producir un efecto jurídico señalado, los segundos requieren el
acontecimiento sucesivo de más un hecho jurídico para provocar un efecto jurídico
determinado; tenemos también los hechos positivos que consiste en la realización
de una hecho; y los hecho negativos que consiste en la no realización de un hecho
o su omisión.
En conclusión, los hechos jurídicos son aquellos que pueden ser producto de la
naturaleza o del hombre, pero que sus efectos van a tener trascendencia en el
campo del derecho.

CLASIFICACIÓN DE LOS HECHOS

Si nosotros definimos los hechos jurídicos como los acontecimientos que producen
consecuencias jurídicas podremos clasificarlos en:

Naturales: Extraños a la voluntad del hombre.

Humanos: Realizados por el hombre

Voluntarios: Ejecutados con discernimiento, intención y libertad.

Involuntarios: Sin discernimiento o aptitud de razonar.

Lícitos: Permitidos por las leyes o por lo menos no prohibidos.

Ilícitos: Prohibidos por las leyes.

Positivos: Consisten en un hacer.

Negativos: Consisten en un no hacer, en una omisión.

Simples: Producen un sólo efecto jurídico.

Complejos: Producen más de un efecto jurídico.

Dependiente: o accesorio, depende de otro hecho jurídico.

Independiente: No depende de otro hecho jurídico.

ACTO JURÍDICO.

Es la facultad que tienen las personas de poder dirigir sus propios intereses por
medio de su voluntad adecuadamente expresada dentro de los límites de la Ley.

También podemos definirlo como el acto voluntario lícito que tiene por finalidad
establecer entre las personas relaciones jurídicas como lo serían: crear, modificar,
transferir, conservar o aniquilar derechos.

En un acto jurídico, la voluntad de la persona es esencial. Haciendo una distinción


entre hecho jurídico y acto jurídico, un hecho jurídico no tiene porque ser
voluntario ni controlable por la persona. Por lo tanto, todos los actos jurídicos son
hechos jurídicos, pero no todos los hechos jurídicos son actos jurídicos.

CLASIFICACIÓN.
1. Unilaterales o bilaterales.

En los Unilaterales, la existencia del acto o negocio dependerá de un solo sujeto:


testamento, manumisión, aceptación de herencia.

En los bilaterales la existencia dependerá de un acuerdo "Consensus" de dos o


más sujetos: Sociedad, matrimonio, etc.

2. Solemnes o no solemnes. Dependiendo de la observancia o no de formas


previamente establecidas y de cumplimiento preciso.

3. Onerosos o gratuitos. Los primeros establecen una ventaja económica que se


adquiere por contraprestación de un desprendimiento patrimonial, en los segundos
la ventaja se realiza sin contraprestación.

4. Inter vivos o mortis causa. Los primeros tienen eficacia en vida de las partes, los
segundos regulan sus efectos para después de la muerte del disponente.

5. formales o no formales. En los primeros, la ley exige ciertas formalidades, en los


segundos sólo actúa la voluntad de las partes, sin formalidad.

6. Principales o accesorios. Los primeros existen por sí mismos, los segundos


dependen de una obligación principal.

7. De derecho estricto o de buena fe. Los primeros concluyen conforme a los


modos establecidos por el derecho, en los segundos la validez queda supeditada
a la resolución del pretor.

8. Simples o complejos. Los simples producen un sólo efecto jurídico, los


complejos más de un efecto jurídico.

9. Positivos o negativos. Los positivos tienen por objeto un "Facere", "Dare" o


"Praestare". Los negativos un "Non Facere".

10. Causales o abstractos. En los primeros la existencia de la causa aparece


unida a la existencia del acto o negocio. Ejemplo, la compra-venta. En los
abstractos si bien puede existir una causa, ésta no depende de la existencia del
acto. Ejemplos la "Stipulatio", "Mancipatio", etc.
ELEMENTOS DEL ACTO JURÍDICO.

En la legislación justinianea se distinguen tres clases de elementos en el acto o


negocio jurídico: Esenciales, naturales y accidentales.

Elementos Esenciales. Son aquellos sin los cuales no puede existir el acto o
negocio jurídico, por ello se denominan también requisitos:

1. La manifestación de voluntad. Es la disposición de ánimo o resolución de


hacer alguna cosa, la voluntad se manifiesta por el consentimiento. En cuanto al
silencio, en principio, no tiene valor, sin embargo existen excepciones cuando por
las circunstancias concretas la parte tiene obligación de expresarse y no lo hace.
Ejemplo en la "In jure cessio", ante la afirmación de una de las partes que vindica
la cosa afirmando ante el magistrado ser suya, el silencio de la otra parte debe
tomarse como de conformidad con el acto. Igual sucede en la adopción,
manumisión "Vindicta", etc.

Existen unos requisitos o presupuestos de la voluntad; que el sujeto pueda realizar


el acto por tener capacidad; que quiera realizarlo (Volición efectiva); que
manifiesta esa voluntad en forma expresa; oral o escrita; tácita o por medio de otro
(Representación) y por último que no haya dolo o violencia (Con libertad).

2. El objeto. Se entiende por objeto la cosa o derecho sobre el cual las partes
crean, modifican, transmiten o extinguen una relación jurídica. Según Paulo el
objeto consiste en:

"daré", transmitir la propiedad o constituir un derecho real sobre algo.

"Prestare"', entrega para uso o tenencia sin transmitir la propiedad ni crear un


derecho sobre ella.

"Faceré", hecho positivo constituido en deuda.

"Non faceré", abstención por el deudor para beneficio del acreedor.

Los requisitos o presupuestos del objeto son: debe ser lícito, es decir, ni contrario
al derecho ni a las buenas costumbres; debe ser posible, es decir, factible tanto
material como jurídicamente; determinado o determinable, la determinación puede
ser específica, el esclavo Sficho, o genérica (Peso, número o medida).
3. La Causa. En el primitivo Derecho romano los negocios eran abstractos, es
decir, no interesaba la explicitación de la causa, aunque fuera ilícita o contraria a
"Mores". Posteriormente se establecen ciertas defensas para el supuesto de
ausencia de causa o ilicitud de la misma. La palabra causa fue empleada en varios
sentidos: como la formalidad cumplida (La entrega de la cosa). Como fuente de la
obligación, así por ejemplo no es lo mismo la entrega de la cosa en una "tradictio"
que opera la transmisión de la propiedad, que la entrega en un depósito o
comodato. Como causa-fin, entendiéndose por tal el fin objetivo por el cual se
realiza el negocio o acto, decimos objetivo para diferenciarlo del motivo, (Si tú
compras, la causa-fin será convertirte en propietario, el motivo puede ser variado y
no interesa al derecho; porque te gusta cerca de tu trabajo, etc.).

4- La forma. Este elemento aparece sólo cuando el acto o negocio es solemne y


en el antiguo Derecho romano la regla general era la solemnidad, generalmente
ritos verbales "Certa et sollemnia verba".

Elementos Naturales: Están en la naturaleza misma del acto o negocio pero no


resultan necesarios para concebirlo. Aunque las partes no lo mencionen, ellos
están implícitos, pero por no ser esenciales, las partes pueden determinar
expresamente su exclusión. Ejemplos de ellos serían las garantías de evicción,
vicios ocultos, etc.

Elementos Accidentales. Son aquellos que las partes pueden legalmente


incorporar al acto o negocio y cuya existencia ni es esencial ni se presume,
dependen de la voluntad y normalmente son las condiciones, el plazo, el modo y
las cláusulas penales "Stipulatio Penae" y en general los distintos factores que se
puede agregar a un contrato:

1.- Condición. Es un acontecimiento futuro e incierto de cuya realización depende


la eficacia del negocio jurídico. Ej.: Te alquilaré la casa si Tirsio regresa de Italia.

Es suspensiva la condición cuando el cumplimiento de la condición determina el


nacimiento del negocio y es resolutoria cuando el cumplimiento de la condición
produce la extinción del negocio.

En la condición suspensiva, mientras la condición no se ha cumplido "Pendente


conditione", existe sólo una expectativa de derecho, la cual es transmisible por vía
hereditaria y el titular expectante puede lograr medidas conservatorias y si el
deudor impide fraudulentamente el cumplimiento de la condición, la misma se
reputará como cumplida. "Condicis extitii", cumplida la condición el negocio
adquiere toda su eficacia como si fuere puro y simple. Resulta controversial entre
los autores el problema de sí opera la retroactividad, es decir, si los efectos operan
desde que se celebró el acto o desde que se cumple la condición, pero en la
época de Justiniano sí existió la retroactividad."Defecta conditione", si la condición
no se cumple, o se torna cierto que jamás se cumplirá, se extingue la expectativa
de derecho y todo transcurre como si nunca hubiese existido el acto o negocio.

En la condición resolutoria distinguimos la condición extintiva, el cumplimiento de


la condición hace cesar la permanencia del beneficio para el porvenir sin alterar
los efectos de la existencia pasada (Te presto mi casa hasta que le consiga
comprador y la venda), y la condición resolutoria propiamente dicha, en la cual el
cumplimiento de la condición extingue la situación desvaneciendo jurídicamente lo
ya realizado.

La condición puede ser positiva, subordinando la eficacia del acto a la realización


de un acontecimiento futuro e incierto; y negativa, subordinándolo a la no
realización. La doctrina también establece las posibles e imposibles, lícitas e
ilícitas, casuales, potestativas y mixtas.

2. Término o plazo. Acontecimiento futuro y cierto del cual se hace depender el


nacimiento o la extinción del acto o negocio jurídico, puede ser suspensivo, si su
función consiste en dilatar o retrasar el nacimiento; y resolutorio, si se busca la
extinción. Es de advertir que para los romanos se puede admitir una cierta
incertidumbre en el plazo. Supuestos romanos:

A. "Dies certus an certus quando". (Te daré un caballo en Enero) se sabe qué
sucederá y cuándo.

B. "Dies certus an incertus quando". (Te daré un caballo cuando muera Simplicio)
Se sabe qué ocurrirá pero no se sabe cuándo.

C. "Dies incertum an certus quando". (Te daré un caballo cuando cumplas 20


años). No se tiene certeza si ocurrirá, pero de ocurrir, se sabe cuándo.

D. "Dies incertus an incertus quando". (Te daré un caballo el día que se case
Simplicio). No se sabe si ocurrirá y tampoco cuándo ocurrirá.

3. Modo. Sirve para designar una cláusula agregada a los actos de liberalidad, por
medio de la cual se impone al beneficiario un comportamiento determinado. Ej.:
Que sea Simplicio mi heredero, pero que en la hacienda construya una iglesia.
INEFICACIA DEL NEGOCIO JURÍDICO.

Se debe distinguir dos supuestos: la nulidad y la anulabilidad.

La nulidad está ligada manera absoluta a la idea de las formas del negocio
jurídico, o que las personas sean incapaces, o carezcan de alguno de los otros
elementos esenciales. El acto se considera inexistente y por tanto no susceptible
de confirmación, es de pleno derecho y puede ser invocada por cualquiera.

En la anulabilidad el acto o negocio existe, y en principio produce los efectos


jurídicos que se propusieron las partes, pero éstas pueden pedir su anulación, o
decretarla el magistrado debido a un obstáculo jurídico existente. Los actos
anulables son susceptibles de confirmación.

LA REPRESENTACIÓN.

Existen casos en los cuales la manifestación de voluntad es realizada por persona


distinta y estamos en presencia de la representación.

Cuando el representante obra en nombre y por cuenta del representado, estamos


frente a la denominada representación directa, todos los efectos jurídicos
resultantes del acto se producen en la persona del representado. Cuando el
representante obra a cuenta del representado pero a nombre propio, estamos
frente a la representación indirecta, los efectos del acto se producen en el
representante, esta última fue la que utilizaron los romanos.

En Roma podemos dar una aproximación de los casos que se presentan:


1. La acción de los "Filii familiaes"; mujer "Inmanus" y esclavos que adquieren sin
noticia del "Pater", lo adquirido ingresa al patrimonio de éste; pero en cambio no lo
pueden obligar, salvo la decisión del pretor de establecer en aras de la equidad las
"Actiones adirecticiae qualitatis"

2. Las figuras del mandato y la de gestión de negocios, comunes en el derecho


clásico.

3. La actuación del tutor y del curador, explicable por una "Fiducia", relación de
confianza basada en la Fides.

4. La figura del "Procurator", persona extraña que se ocupa de los negocios de


otra, incluso adquiría la posesión.
VICIOS DE LA VOLUNTAD.

La doctrina romana presenta como vicios de la voluntad y causas de anulabilidad


el error, el dolo y la violencia.

1.- El Error. Falso conocimiento o ausencia de idea verdadera que se tiene sobre
el acto o negocio, o sobre un aspecto esencial del mismo. Este error es llamado
de hecho "Error facti". Existe el error de derecho “Error Juris" que versa sobre la
ignorancia o ausencia de conocimiento de las reglas jurídicas objetivas, por
seguridad jurídica el error de derecho es inexcusable, pero en Roma puede ser
invocado por ciertas personas: soldados, rústicos, mujeres, menores, etc.

En doctrina se discute sobre la ignorancia y el error, y se atribuye a los romanos


las siguientes máximas: “Ignoratia facti excusant" eximiendo de responsabilidad e
'''Ignorancia non excusant legem", la ignorancia no excusa de cumplir la ley. El
error puede versar sobre el acto mismo o sobre distintos aspectos de él. Errores
esenciales son:

A. Error in negotio. Existe cuando hay un desacuerdo entre lo que las partes han
querido celebrar y lo realmente manifestado. Ejemplo: Simplicio entrega una cosa
a Tiburcio en depósito y éste cree recibirla en donación.

B. Error in personae. Existe cuando se realiza el negocio con una persona distinta
de aquélla con la cual se quería celebrar el mismo. La sola equivocación sobre el
nombre no resulta esencial, cuando el error recae sobre las cualidades entonces si
puede acarrear la nulidad.

C. "Error in corpore". Existe cuando el negocio se ha realizado sobre un objeto


distinto del que creía celebrarlo. Yo creo comprar al esclavo Lucio y el vendedor
cree venderme al esclavo Simplicio. El mero error sobre el nombre del objeto no
es esencial.

D. "Error in substantia". Recae sobre las características esenciales del objeto del
negocio. Creo comprar una barra de oro y se me vende una de cobre. Los juristas
romanos tuvieron divergencias sobre este error, así diferían Ulpiano, Marcelo y
Juliano.

E. "Error in quantitate". El error recae sobre la cuantía del objeto, sobre aumento o
disminución, aparece generalmente en la "Stipulatio". Me prometes diez; te
prometo cinco. Es nulo si el vendedor cree por 1.000 y el comprador por 500. Pero
al contrario no es nulo.

2. El Dolo. Realización de artificio o maquinación con el objeto de inducir una


declaración de voluntad constitutiva de un acto de derecho. Este dolo es el dolo
malo para los romanos, en el comienzo el "Ius civile" no admitió causal de
ineficacia, luego el pretor Aquilio Galo creó la "Actio dolí", acción penal con
carácter infamante y más tarde la "Restitutio in integrum". El dolo bueno es el
normal artificio utilizado en los negocios comunes, es cierta alteración de la
verdad.

Para que exista dolo se requieren ciertos presupuestos:

A.- Debe provenir de la contraparte y no de un tercero.

B. El dolo debe ser causa determinante de la realización del acto (Dolo principal,
para diferenciarlo del dolo incidental, en cuyo caso el acto se realiza, aunque con
ciertas modificaciones).

C. Debe ocasionar un daño importante.

D. No debe haber dolo de ambas partes (El dolo de uno se subsume en el dolo del
otro).

3.- La Violencia. Coacción ejercida para obtener la realización de un negocio o


acto jurídico. Puede ser física “Vis absoluta” o moral “Vis coactiva”.

En la primera es evidente que hay una inexistencia de la voluntad, requisito


esencial de realización del acto. La segunda dio motivo a la fórmula octaviana
"Actio quod metus causa" por la cual se pretende la restitución de lo entregado o
el cuádruplo de su valor, también existe la "Exceptio quod metus causa" para
repulsar la acción. Si la violencia es moral no hay inexistencia de la voluntad, sino
que ésta ha sido alterada o viciada. También aparece la "Actio rem scripta" contra
el tercero que se aprovecha del miedo, sin perjuicio de ejercitar la "Restitutio in
integrum".

Para que la violencia sea vicio del consentimiento se requiere: que sea injusta;
que el mal amenazado sea grave e inminente; que la amenaza sea seria, capaz
de impresionar a una persona normal y que la intimidación sea utilizada como
medio para la realización del acto.

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