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Escribir un día puede provocar en ti un desahogo, pero si lo haces todos los días
estarás yendo más allá: tu mente y tu cuerpo te lo agradecerán, y no tardarás en
notar los verdaderos beneficios.
4. Escribe en primera persona
De esta manera, serás capaz de establecer una mejor conexión mente-cuerpo-
emoción.
Esto te permitirá que puedas detectar mucho más fácilmente cuáles son esos
aspectos sobre los que te cuesta más (o menos) expresarte, qué frases son las que
más te repites o a las que das más vueltas…
5. Utiliza frases cortas
Si utilizas frases muy extensas en tus ejercicios corres el riesgo de perder el hilo de lo
que estas hablando, difuminando el propósito de la escritura emocional.
Por eso, mejor utiliza frases cortas y concretas, que te permitirán poner un mayor
orden de tu caos mental de una manera más sencilla y rápida.
6. Narra la historia, pero no entres de nuevo en ella
Limítate a contar, de la manera más objetiva que puedas, lo sucedido.
Si no eres puedes, es probable que vuelvas a conectar con las mismas emociones
negativas que sentiste en aquel momento y, así, volver a vivir el dolor que te causó
dicha situación o vivencia. Si vas a conectar con esas emociones negativas, mejor
hacerlo en terapia para que te guíen convenientemente.
8 ideas para escribir y liberar emociones negativas
Plantéate estas preguntas y ve respondiendo a tu ritmo:
1. ¿Qué no quiero sentir ahora mismo?
2. ¿Me estoy convenciendo de que necesito algo para ser una persona aceptable
y apreciada? ¿De quién es la voz que me dice que no soy suficiente como soy?
3. ¿Creo que merezco ser una persona amada tal como soy? ¿Por qué sí o por
qué no?
4. Ante la realidad de que voy a morir algún día, ¿qué es lo más importante para
mí ahora?
5. ¿Estoy haciendo espacio para el placer en mi vida? ¿Creo que merezco
placer? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Qué me da verdadero placer?
6. ¿Y si fuera suficiente, tal como soy? ¿Cómo se sentiría en mi cuerpo si no
tuviera que añadir nada o quitar nada para ser suficiente?
7. ¿Qué harías si no te importara lo que los demás piensen de ti?
8. Dale a tu crítico interior el micrófono. Deja que hable… hasta que se agote.
¿Qué te impide hacer el síntoma? Si los oídos sirven para escuchar pero tienes
un acúfeno, quizás no puedas escuchar con claridad o no puedas disfrutar del
silencio o no puedas meditar como hacías antes…
¿Qué te obliga a hacer el síntoma? Volviendo al ejemplo, puede que ahora
tengas que evitar ir a ciertos sitios ruidosos o buscar más momentos de
silencio que antes.
4. ¿Cuál es la situación estresante que viviste ANTES del síntoma y está
relacionada con la función del órgano afectado (el Bioshock)?
No olvides situarte ANTES (y lo resalto porque es fácil perderse en vivencias que
aparecieron después pero también fueron estresantes. Solo nos interesan las previas)
y conectar cuerpo y mente para viajar a esa situación en la que sufriste un
impacto emocional y lo viviste en silencio.
Volviendo al ejemplo, estabas en una reunión familiar en un restaurante y tu hermana
empezó a subir el tono de voz quejándose del comportamiento de tu pareja. Tu pareja
también levantó el tono de voz, la pelea fue a más, todo el restaurante os estaba
mirando y tú no sabías si mandar callar a tu hermana o a tu pareja porque te sentías
entre la espada y la pared. En los cientos de discusiones que ha habido en la familia
siempre has acabado mal por meterte a poner paz, y ya no sabías qué hacer pero tu
estrés estaba al 1000%.
5. ¿Cuáles son los pensamientos, sentimientos y emociones que sentiste en
aquel momento y no pusiste en palabras?
Es hora de vaciarte de todo lo que pensaste y sentiste en aquel momento preciso y no
expresaste.
Súper importante: conecta con tu cuerpo, con esa sensación física que muchas
veces está en el estómago y pon en palabras todos los sentimientos reprimidos.
Este paso lo puedes hacer en un lugar o en un momento donde tengas intimidad para
gritar o patalear, y también escribiendo (eso sí, sin mirar faltas de ortografía). Si
surgen ganas de llorar, deja salir las lágrimas.
6. ¿Qué creencias o formas de pensamiento te han llevado a actuar así?
Ahora es momento de que te des cuenta de los patrones de pensamiento que te
han llevado a actuar de esa forma. Si eres una persona que siempre se calla para
no generar problemas, si no expresas lo que sientes porque no quieres molestar, si te
sacrificas siempre para que los demás estén bien pero tú estás cada vez peor… estas
y otras formas de pensamiento pueden no estar sirviéndote en tu vida actual. Quizás
te sirvieron en tu infancia o en otro momento, pero ahora es probable que tu cuerpo te
esté pidiendo que cambies, que te pongas en prioridad, que luches por tus sueños…