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De igual manera, presentaron diferentes memoriales planteando incidentes de nulidad de ci

tación y obrados; por lo que, se practicaron nuevas notificaciones, que, al no haber sido
apeladas dieron como consecuencia la d declaración e ejecutoria del Auto de 7 de septiembre de
2011, quedando concluido y cerrado el proceso para estas personas al permitir por
voluntad propia que la Resolución adquiera la calidad de cosa juzgada; ii) A partir de lo
señalado, se o rdenó la desocupación y entrega del inmueble contra los accionantes; quienes,
mediante memorial de 5 de a bril de 2013, solicitaron ampliación del plazo para cumplir la
medida; es decir que, aceptaron la determinación, pidiendo solamente tiempo adicional para
efectivizarla; iii ) En la presente acción no se precisó el acto concreto que lesiona sus
derechos fundamentales; además, al haberse impugnado el total del proceso ejecutivo, y
considerando que han tomado conocimiento del mismo jueces superiores en grado de
apelación, correspondía que se dirija la acción cont ra todas las autoridades judiciales que
intervinieron; por lo que, no se ha cumplido con el requisito de legitimación pasiva; y, iv)
Los propios accionantes, el 27 de marzo de igual año, plantearon ante el Juzgado Primero de
Pa rtido en lo Civil y Comercial un proceso ordinario de anulación de la demanda
ejecutiva; sin embargo, éste fue rechazado mediante Auto de 1 de abril del citado año;
por tanto, debieron dirigir esta acción contra esa autoridad y no contra su persona.
Ratificación y ampliación de la acción La parte accionante, por intermedio de su abogado,
ratificó íntegramente los términos de la acción de amparo constitucional interpuesta; señalando
además que: 1) Los acc ionantes nunca fueron notificados con el proceso hasta que la
sentencia estuvo debidamente ejecutoriada; por lo que, no fueron parte del mismo, y
precisamente por eso, el Juez de la causa no les permitió participar en éste, re chazando
todos los recursos presentados e incluso la solicitud para que se les franqueen fotocopias;
pretendiendo; sin embargo, que el fallo les alcance también a ellos, sin tomar en cuenta
que, cuando las partes no han intervenido en el proceso, no pueden ser víctimas inocentes de
una sentencia; 2) El Juez ahora demandado no debió admitir un proceso ejecutivo sabiendo
que se trataba de uno de desalojo; pues, ninguna autoridad puede confundir las
demandas; ya que, vicia todo el proceso de nulidad; 3) Los accionantes no respondieron la
demanda ejecutiva porque ellos no le deb e n dinero al ejecutante; por tanto, Nelson Achá
Gabriel no tiene nada que cobrarles y no puede despojarlos de su vivienda; y, 4) Si bien es
cierto que existe un juicio de usucapión en otro juzgado; empero, en éste, que fue en e l
que se emitió el mandamiento de desapoderamiento, los accionantes no tuvieron la más
mínima intervención; es decir que, no pudieron defenderse en igualdad de condiciones. 8.1 del
Pacto de San José de Costa Rica, 'toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente,
independiente e imparcial, establecidas con anterioridad po r la ley, en la sustanciación de
cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos
y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter' (las negrillas son
nuestr as), como podrá advertirse la norma transcrita consagra dos derechos humanos de
la persona: 1) el derecho de acceso a la justicia; y 2) el derecho al debido proceso,
entendiéndose por aquélla la potestad, capacidad y facultad que tiene toda persona para
acudir ante la autoridad jurisdiccional competente para demandar que se preserve o
restablezca una sit u ación jurídica perturbada o violada que lesiona o desconoce sus
derechos e intereses, a obj eto de lograr, previo proceso, una decisión judicial que modifique
dicha situación jurídica. la tutela solicitada sin entrar a considerar el fondo de la acción; en base
a los siguientes fundamentos: 1) Los accionantes acompañ a ron a la presente acción una
Resolución emitida por el Juez Primero de Partido en lo Civil y Comercial, por la cual se
rechazó su solicitud del proceso ejecutivo por ser personas ajenas al mismo; asimismo,
adjuntaron una solicitud de nul i dad del fallo por fraude procesal, en la que el referido
Juez señaló que no eran parte del proceso; por lo que, sobre la base de esos documentos el
Tribunal de garantías admitió la acción; sin embargo, se debe mencionar que, si esos
fueron los actos lesivos que afectaron los derechos de los accionantes, la autoridad
demandada debió ser el Juez Primero de Partido en lo Civil y Comercial; 2) De igual
manera, se constató que en el proceso, durante la ejecución de la sentencia, Conforme a
lo anotado, el derecho al acceso a la justicia podría ser analizado desde una triple
perspectiva: 1. el acceso propiamente dicho, es decir la posibilidad de llegar al sistema
judicial, sin que existan obstáculos para el e je rcicio de dicho derecho; 2. lograr un
pronunciamiento judicial que solucione el conflicto o tutele el derecho, siempre que se
hubieren cumplido con los requisitos de admisión que establece la ley, y 3. lograr que la
Resolución emitida sea cumplida y ejecutada , pues si se entiende que se acude a un proceso
para que se reestablezca o proteja un derecho, un interés o un bien, en la medida en que
el fallo no se ejecute, el derecho de acceso a la justicia no estará satisfecho”. De
acuerdo a lo mencionad o tanto por el accionante en el memorial de la presente acción, como
por la autoridad demandada en su informe, dentro del proceso ejecutivo seguido por
Nelson Achá Gabriel contra Alberto Miranda Huallpa, el Juez Décimo Primero de
Instrucción en lo Civil, - hoy demandado - emitió Sentencia de 22 de noviembre de
2010; por la que, al haberse declarado probada la demanda, determinó que el monto adeudado
sea cancelado con un lote de terreno de aparente propiedad del eje cutado, en el que
vivían los ahora accionante s; por tanto, se notificó a éstos con la referida Resolución el
17 de marzo de 2011 (fs. , y a partir de la conclusión del primero, tenemos que, si bien es
necesario tutelar el derecho de acceso a la justicia o tutela judicial efectiva del tercero
interesado; el mismo tiene que considerar el conjunto de situaciones suscitadas en el proceso
desarrollado, como es el derecho posesorio que probablemente se a probado en una
demanda de usucapión en favor de los accionantes que no fueron par te del proceso sobre el
bien que se pretende desapoderar; concluyéndose que, al existir duda sobre el derecho
propietario del inmueble, lo correcto es esperar que éste sea previamente dilucidado en
instancias judiciales; teniéndo se además que, en caso de demostrarse que los
accionantes no cuentan con ese derecho posesorio, la sentencia ejecutiva finalmente
será ejecutada con la garantía que a partir de la misma no se lesionó derecho
fundamental alguno ni se afectó a ninguna persona. Al respecto, cabe señalar que este
Tribunal, si bien ante una situación diferente, como lo fue una medida de hecho por
corte de servi cios básicos, a través de la SC 0616/2010 - R de 19 de julio, señaló que: '...el
principio de subsidiariedad del recurso de amparo constitucional, cede ante la necesidad
de tutelar los derecho s de las personas contra los actos o vía s de hecho cuando éstas
afectan las condiciones mínimas de dignidad del ser humano, como ser el derecho a la
vivienda...'; derecho que si bien no fue denunciado de haber sido vulnerado; empero,
está conectado o relacio na do a los hechos denunciados, y guarda relación con la tutela
solicitada que básicamente busca el no desalojo del inmueble en cuestión. Por tanto, este
Tribunal Constitucional Plurinacional , encuentra que se ha produc ido un aparente
conflicto de derechos: por u na parte, el derecho mencionado de los accionantes a la
vivienda, y por otra, el de la tutela judicial efectiva del ejecutante del proceso ejecutivo -
ahora tercero interesado - , en cuanto a la ejecución de la sentencia que le otorgó la
razón y que pretende ser ejecutoriada a través de la orden de desapoderamiento;
correspondiendo en consecuencia, realizar el análisis respectivo y la debida ponderac ión de
derechos para verificar cuál es el que debe ser tutelado en la presente acción.

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