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Caso clínico

Michel Dahiana Marín y Valeria Mejía Garcia.

Programa de psicología

Facultad de ciencias humanas y de la Educación

Corporación Universitaria Empresarial Alexander Von

Humboldt

Psicopatología II

Diana María Acosta Mora

31 de mayo del 2023


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Caso 1: Alonso

Alonso un adulto de 28 años muestra síntomas consistentes con la bipolaridad tipo I

según los criterios diagnósticos del DSM-5. La bipolaridad tipo I se caracteriza por la

presencia de al menos un episodio maníaco que dura al menos una semana o requiere

hospitalización. Los episodios maníacos se caracterizan por una expansión anormal y

persistente del estado de ánimo, con una autoestima exagerada y una sensación de

grandiosidad. El individuo puede parecer muy hablador y expresar una gran cantidad de

ideas o proyectos sin freno. La superioridad percibida también puede ser un rasgo

prominente, donde la persona se siente superior a los demás o tiene una exagerada

confianza en sí misma. Además, Alonso muestra una fijación en actividades, lo que podría

implicar un enfoque intenso y obsesivo en ciertas tareas o proyectos. Esto puede llevar a

una gran dedicación y concentración en actividades específicas, a menudo sin tener en

cuenta otros aspectos importantes de la vida.

Asimismo, se mencionan problemas de sueño. En la bipolaridad tipo I, los patrones

de sueño pueden verse afectados durante los episodios maníacos, pudiendo experimentar

una disminución de la necesidad de sueño o dificultad para conciliar el sueño debido a la

agitación y la energía incrementada.

Es importante destacar que el consumo de marihuana puede influir en la

presentación y gravedad de los síntomas. Aunque puede haber beneficios percibidos por

parte del individuo, también se ha demostrado que el consumo de marihuana puede

desencadenar o exacerbar episodios maníacos o depresivos en personas con trastorno

bipolar.
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Griteríos diagnósticos

Para un diagnóstico de trastorno bipolar I es necesario que se cumplan los criterios

siguientes para un episodio maníaco. Antes o después del episodio maníaco pueden haber

existido episodios hipomaníacos o episodios de depresión mayor.

Episodio maníaco

A. Un período bien definido de estado de ánimo anormal y persistentemente

elevado, expansivo, irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad o la

energía, que dura como mínimo una semana y está presente la mayor parte del día, casi

todos los días (o cualquier duración se necesita hospitalización).

B. Durante el período de alteración del estado de ánimo y aumento de la energía o la

actividad existen tres (o más) de los síntomas siguientes (cuatro si el estado de ánimo es

sólo irritable) o un grado significativo y representan un cambio notorio del comportamiento

habitual:

1. Aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza.

2. Disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado después de

sólo tres horas de sueño).

3. Más hablador de lo habitual o presión para mantener la conversación.

4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos van a gran

velocidad.
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5. Facilidad de distracción (es decir, la atención cambia demasiado fácilmente a

estímulos externos poco importantes o irrelevantes), según se informa o se observa.

6. Aumento de la actividad dirigid^ a un objetivo (social, en el trabajo o la escuela,

o sexual) o agitación psicomotora (es decir, actividad sin ningún propósito no dirigida a un

objetivo).

7. Participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de

consecuencias dolorosas (p. ej., dedicarse de forma desenfrenada a compras, juergas,

indiscreciones sexuales o inversiones de dinero imprudentes).

Episodio hipornaníaco

A. Un período bien definido de estado de ánimo anormal y persistentemente

elevado, expansivo o irritable, y un aumento anormal y persistente de la actividad o la

energía, que dura como mínimo cuatro días consecutivos y está presente la mayor parte del

día, casi todos los días.

B. Durante el período de alteración del estado de ánimo y aumento de la energía y

actividad, han persistido tres (o más) de los síntomas siguientes (cuatro si el estado de

ánimo es sólo irritable), representan un cambio notorio del comportamiento habitual y han

estado presentes en un grado significativo:

1. Aumento de la autoestima o sentimiento de grandeza.

2. Disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado después de

sólo tres horas de sueño).

3. Más hablador de io habitual o presión para mantener la conversación.


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4. Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que los pensamientos van a gran

velocidad.

5. Facilidad de distracción (es decir, la atención cambia demasiado fácilmente a

estímulos externos poco importantes o ir relevantes), según se informa o se observa.

6. Aumento de la actividad dirigida a un objetivo (social, en el trabajo o la escuela,

o sexual) o agitación psicomotora.

7. Participación excesiva en actividades que tienen muchas posibilidades de

consecuencias dolorosas (p. ej., dedicarse de forma desenfrenada a compras, juergas,

indiscreciones sexuales o inversiones de dinero imprudentes).

De acuerdo al DSM-5 (2013), Alonso, presenta varios de los criterios diagnósticos

de Bipolaridad I, no únicamente el sentimiento de grandeza durante un episodio maniaco o

hipomaniaco, sino también aspectos importantes y relevantes como la facilidad de

distracción, el aumento de la actividad dirigida a un objetivo, la disminución o aumento del

estado de sueño, ya que duerme mucho o no duerme casi.

Estos episodios no se atribuyen a los efectos fisiológicos de una sustancia.

No se atribuyen a ninguna causa fisiológica ni a consumo de sustancias. Pese a que

el paciente presenta síntomas de consumo de sustancias (marihuana), estos efectos y

criterios no se le atribuyen a la influencia de un trastorno Bipolar I por sustancias.

Aspecto Físico: Se evidencio que Alonso tenía un buen aspecto, iba vestido de

jeans, una chaqueta y tennis.


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Estado de ánimo y autoestima: Alonso muestra síntomas de expansión anormal y

persistente del estado de ánimo, lo cual es consistente con los episodios maníacos descritos

en la bipolaridad tipo I. Además, presenta una autoestima exagerada y una sensación de

grandiosidad, lo cual es característico de los episodios maníacos.

Apariencia y comportamiento: se evalúa la apariencia física de la persona, como su

higiene, vestimenta y postura corporal. También se observa su comportamiento durante la

evaluación, incluyendo su nivel de cooperación, inquietud o inquietud.

Ubicado en tiempo y espacio: El paciente sabe dónde está y logra mostrar un estado

claro y preciso del tiempo.

Conciencia: Sabe quién es y es consciente de lo que hace y dice.

Pensamiento: Tiene sentimientos un poco apagados y aislados, a pesar de tener

sentimientos de superioridad, se siente presionado y siente que ya está grande para tomar

sus decisiones solo.


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Caso 2: Raúl

Se realizó una entrevista a un paciente de 45 años diagnosticado con esquizofrenia,

demostró disposición para la conversación, en la que se pudo observar los siguientes

aspectos relevantes para realizar un examen mental.

A continuación, se presenta el examen mental realizado a Raúl.

Apariencia y movimiento: Raúl optó por vestir de manera cómoda, usando

pantalones tipo sudadera, camiseta y chanclas. Su postura era relajada, pero al hablar con el

profesional, mostró exaltación y enojo, con respuestas algo lentas y un tono de voz elevado.

A pesar de ello, se le veía tranquilo y no manifestaba incomodidad o desesperación. Su

marcha era estable, aunque mencionó tener rigidez muscular, específicamente en la zona

lumbar. Aunque Raúl manifestaba algunas incomodidades físicas, mostró una apariencia,

camino, y movimiento normal.

Características físicas notables: Se observaron cicatrices de accidentes laborales

anteriores, aunque se quejó de dolor lumbar, mostró por decisión propia unas cicatrices

causadas por accidentes laborales, por lo que, a causa de estos, no puede estar mucho

tiempo en una misma posición dado que, le duele y genera molestia.

Higiene y cuidado personal: Raúl mostró descuido en su apariencia personal,

especialmente en su dentadura, posiblemente relacionado con el consumo de sustancias

(anteriormente heroína, actualmente marihuana).

Expresión facial: La expresión facial de Raúl era alterada, pero cambiaba cuando se

mencionaba su bicicleta, que había sido confiscada por las autoridades. Presentaba

alteraciones de ánimo que evidenciaba en su rostro y expresiones, más que todo enojo.
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Mantuvo poco contacto visual con el profesional, pero mostró cierta colaboración durante

la entrevista.

Contacto visual: Raúl presentó contacto visual discontinuo, evitando mantener la

mirada con los demás participantes de la entrevista. Se logró observar que Raúl podía

conservar su mirada muy poco en un punto fijo, y en muy pocas ocasiones logró mirar

fijamente al profesional a los ojos, pese a que no evidencio mirada perdida, si mostraba

dificultad en el contacto visual.

Vestimenta: Optó por una vestimenta deportiva (camiseta y pantalón tipo sudadera),

se le veía cómodo y relajado con su vestimenta, no se mostraba actuando respecto a cómo

se vestía.

Conducta: Aunque se observó una conducta agresiva y enojada, Raúl escuchó

atentamente las preguntas de la doctora y respondió de manera puntual, además, estuvo

atento y no evadía ninguna pregunta. Sin embargo, se distrajo fácilmente después de

responder y cambiaba rápidamente su tema de conversación regresando de manera continua

a su enojo con su mamá y el robo de su bicicleta.

Actitud: Mostró una actitud colaboradora al responder las preguntas, logrando

establecer una conversación fluida con la doctora.

En la esfera afectiva:

Estado de ánimo: Al inicio, Raúl parecía serio, pero a medida que avanzaba la

entrevista, se volvió explosivo, mostrando interés en responder y expresar su malestar.

Manifestó enojo cuando le quitaban sus pertenencias, ya que las había obtenido con su

trabajo, y mencionó que llevaba ocho días hospitalizado.


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Humor y afecto: A lo largo de la entrevista, el paciente demostró enojo y frustración

con facilidad, a pesar de afirmar que se sentía bien al principio. También mencionó tener

discusiones con su madre.

En la esfera cognitiva:

Conciencia: Raúl se mantuvo alerta, respondiendo de manera activa y asertiva a las

preguntas y estímulos del entorno.

Orientación: El paciente demostró estar orientado en tiempo y espacio,

reconociendo el Hospital Mental donde estaba internado, así como su nombre, edad, fecha,

año, país, departamento y municipio.

Atención: Se mostró un poco hipoprosexico después de responder a las preguntas,

aunque permaneció alerta en ocasiones y también se distrajo con los distractores del

entorno.

Memoria: Raúl tenía acceso a información en un lapso corto de tiempo, aunque

recordaba vagamente su etapa educativa, indicando que solo completó la educación hasta 3

de primaria. También recordó el momento en que comenzó a consumir sustancias.

Lenguaje: Se evidenció un lenguaje adecuado, pero a veces confuso, con

variaciones en el tono de voz, lo que dificultó la recolección de datos.

Ideación: No presentó ideaciones suicidas y nunca experimentó deseos o

pensamientos de muerte, según su discurso.


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Inteligencia: Mostró capacidad deficiente para resolver problemas de manera

concreta, ya que mencionó recurrir a la violencia en situaciones callejeras. También

mencionó que no completó su educación primaria.

Introspección: Raúl mostró introspección adecuada, reconociendo su problema con

el consumo de sustancias psicoactivas y esperando salir del hospital sin apresurarse.

Sueño: Manifestó que solía tener problemas de sueño e insomnio, pero aseguró

tener un sueño estable en el hospital en la actualidad.


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Referencias:

Asociación Americana de Psiquiatría. (2013). Manual Diagnóstico y Estadístico de los

Trastornos Mentales (5ª ed.).

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