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Materia:

Cultura de Genero

Actividad 1.2:
Ensayo sobre “Sistema sexo-genero”
“Feminismo y Masculinidades”
Historia de la Mujer

La historia de las mujeres es un enfoque histórico crítico con la historia tradicional y vinculado
al surgimiento del movimiento feminista y el feminismo académico. La historia de las mujeres
recupera el papel de las mujeres en la historia, un papel ocultado por los mecanismos que ha
desarrollado históricamente el patriarcado. Debemos destacar que el patriarcado no solo oprime
a mujeres, oprime también a personas con diferentes orientaciones sexuales, raza o religión,
en definitiva, el patriarcado afecta a toda la sociedad y de un modo u otro oprime a toda la
población. Además de la recuperación del papel de las mujeres en diversas clases sociales y
momentos históricos, el enfoque de género de la historia trata de desentrañar los mecanismos
opresivos que han producido las desigualdades. Para ello utiliza el género como categoría de
análisis, tal y como propuso la historiadora Joan Scott en 1986, con el doble objetivo de
recuperar el papel desempeñado por las mujeres a lo largo de la historia, y conocer los
mecanismos de poder patriarcales, estos estudios históricos han abordado, por una parte,
perspectivas estructuralistas o propias de la historia social (trabajo, instituciones, política
tradicional, clase social, movimientos políticos, parentesco, etc.). Se vienen desarrollando
también enfoques históricos postestructuralistas más basados en el análisis de discursos y
representaciones, del cuerpo, la construcción de la dicotomía feminidad/masculinidad y la
subjetividad o la producción de saberes y ciencia.
La historia de las mujeres o del género no son dos ramas segregadas puesto que el objetivo de
la tarea investigadora es común: desentrañar las razones históricas de las desigualdades y
dicotomías sexo/género y el funcionamiento del patriarcado como régimen opresivo. Como
otras áreas dentro de los estudios de las mujeres o de género la metodología de investigación
es interdisciplinar, tomando enfoques de la teoría feminista, la crítica literaria, la historia cultural,
la sociología o la antropología críticas y feminista.
Según Scott, la construcción de la historia de las mujeres como "complemento" al resto de la
historia tuvo un efecto similar. A primera vista, un complemento sencillamente añade
información que ha estado ausente de la historia general, pero, tal y como señala Scott, se
cuestiona por qué la información quedó fuera en primer lugar. Cada vez que se encuentra una
mujer que falta en la historia escrita, primero se describe su función; segundo, examina qué
mecanismos permitieron que su función fuese omitida; y tercero, qué otra información de estos
mecanismos falta.
Movimientos Sociales de Mujeres

Los movimientos sociales de mujeres en América Latina se tornaron relevantes a partir de la


segunda mitad del siglo XX, sobre todo durante las décadas de los setenta y los ochenta. La
igualdad del derecho civil de las mujeres y una mayor independencia personal (de, por ejemplo,
sus padres o esposo) fueron piedras fundamentales para estos movimientos sociales.
Bárbara Potthast destaca una importante diferencia respecto al activismo que se desarrollaba
contemporáneamente en Europa y Estados Unidos: las mujeres latinoamericanas formulaban
diferentes preguntas de género y sus deseos eran considerados menos importantes. Las
diferencias étnicas, sociales y de clases son claves a la hora de entender estos movimientos
sociales. El activismo de mujeres en Latinoamérica tuvo lugar alrededor de movimientos
guerrilleros, sindicatos y comités de amas de casa, un contexto que Potthast denomina
“movimientos de sobrevivencia”.
Los objetivos eran la lucha contra la violación de los derechos humanos y la violencia, y contra
la explotación y pobreza. Por ejemplo, la organización en Bolivia de comités de amas de casa
para sobrevivir en situaciones de pobreza y luchar por la mejora de las condiciones laborales
de sus maridos mineros. Potthast también menciona el rol de “madre” de muchos de estos
movimientos, destacando las “Madres de Plaza de Mayo” argentinas y su defensa de los
derechos humanos y exigencia de cuentas al espectro político argentino desde los años ’70.
Estos movimientos sociales se caracterizan por su heterogeneidad y la fluidez de las fronteras
y concepción de cada uno. Aun así, Potthast resalta cuatro tipos:
 Movimientos feministas
 Movimientos de derechos humanos
 Movimientos sindicales
 Movimientos de acción socia
Movimientos feministas

Feminismo liberal: El feminismo radical y el feminismo socialista, además de otros tipos de


feminismo relacionados, están íntimamente relacionados con el marxismo, incluso con el
comunismo, y son anticapitalistas. En cambio, el feminismo liberal está abiertamente a favor del
liberalismo económico.
Este movimiento genera mucha controversia entre las facciones del feminismo radical, dado
que algunas personas de este movimiento consideran que el término ‘feminista’ debería estar
íntimamente relacionado con el concepto de ‘anticapitalismo’. Mas, como hemos mencionado,
fue precisamente gracias al capitalismo que la mujer logró su emancipación del varón.
Feminismo radical: Es el movimiento que goza de mayor popularidad, y está relacionado
directamente con una serie de valores, como se puede inferir del manifiesto de la huelga
feminista convocada con motivo del Día Internacional de la Mujer. Este movimiento sería
partidario de destruir el sistema social actual, que sería desigual, basado en el concepto de
‘patriarcado’. Además, asume que dicha estructura social desigual se cimienta en el género.
Para el feminismo radical, el género es una asunción totalmente cultural, y es el fruto de la
desigualdad entre ambos sexos. No obstante, este tipo de feminismo conlleva algunos
problemas teóricos difícilmente solventarles cuando se revisa la literatura científica al respecto,
o la propia antropología.
Feminismo abolicionista: Además de características que puede compartir con el feminismo
radical, se posiciona abiertamente abolicionista en cuestiones como la prostitución, la
pornografía y la maternidad subrogada.
Transfeminismo: También se relaciona con una de las teorías de género más radicales, la
teoría queer, que sostiene que tanto el género como el sexo biológico son construcciones
sociales.
Ecofeminismo: Se relaciona con otras corrientes, como el feminismo socialista o el feminismo
de la diferencia. Mantiene la idea, nacida en los años 60 y 70 con la representación de autoras
como Françoise d´Eaubonne, de que la mujer es la impulsora de una revolución ecológica que
crea una nueva relación entre el ser humano y el medio ambiente.
Sostiene que el patriarcado equipara a la mujer con la naturaleza, y ejerce una fuerza de
superioridad, explotación y opresión ante ambas.
Feminismo separatista: Es una de las ramas más radicales del feminismo, pese a que no está
basada en un principio de igualdad. En cambio, reconoce las diferencias, naturales o adquiridas,
entre hombres y mujeres; y sostiene que, dada esa diferencia, la mujer debe mantenerse al
margen de toda relación con el varón, como única forma de desarrollarse plenamente. También
defiende el sexo lésbico como única vía para el pleno desarrollo de la sexualidad femenina.
Sistema sexo-genero

Un sistema sexo/género es un conjunto de acuerdos por el cual la sociedad transforma la


sexualidad biológica en productos de la actividad humana y en las cuales estas necesidades
sexuales transformadas, son satisfechas.
Un ejemplo de esto sería que, si eres un hombre, se espera que tengas un comportamiento
masculino, seas fuerte, no hablen de sus sentimientos, no lloren y cualquier otra cosa que se
espera que los hombres hagan.
También aplicas en las mujeres cuando se espera que sean finas, educadas, atentas,
respetuosas y cariñosas simplemente por el hecho de ser mujer, cuando claramente los géneros
no tienen nada que ver con las actitudes o comportamientos que decidamos tomar.

Feminismos y masculinidades

La masculinidad se define como el conjunto de atributos, valores, comportamientos y conductas


que son característicos del hombre en una sociedad determinada. Actualmente se cuestiona la
presencia de un hombre universal, ya que actuar como hombre varía de acuerdo con el contexto
histórico, social, cultural, etcétera. Reconociendo que cada persona aprende de manera distinta
a ser hombre o mujer, es válido afirmar que existen muchas formas de ser hombre, ya que en
cada cultura se encuentran presentes mecanismos y códigos aprendidos que soportan y
explican esta diversidad. Factores como la raza, la orientación sexual, la condición o clase
social, hasta la pertenencia a algunos grupos, son factores de diferenciación masculina. Debido
a que el concepto de “lo masculino” deriva de una construcción social, su significado se modifica
en consonancia con los cambios culturales, ideológicos, económicos e incluso jurídicos de cada
sociedad, en una época determinada.
De igual manera para la mujer, son comportamientos que desarrollan dependiendo su,
educación, nivel económico y al contexto social, cultural, histórico etc.
Películas

La chica danesa: El problema de la trama es que nuestro protagonista siente que es una mujer
atrapada en el cuerpo de un hombre, debido a esto se empieza a vestir como una mujer, pero
debido a la fama como pintor que tenía y a que era un hombre, esto estaba muy mal visto al
punto que querían encerrarlo y meterlo al manicomio, esto debido a que en ese momento se
tenía como idea que el hombre no podía ser una mujer( en este caso una mujer atrapada en el
cuerpo de un hombre) y tenía que actuar como un varón.
Al final con el apoyo de gente que lo respetaba y aceptaba su decisión de querer poder cambiar
su sexo, se somete a dos operaciones en las que al final termina perdiendo la vida, debido a la
falta de experiencia que se tenía en estas prácticas.
Podemos ver como por culpa de que aún no se aceptaba a la gente trans en ese momento
nuestro protagonista tuvo que escapar y vivir una mentira pues no lo aceptaban en la sociedad.
Las sufragistas: En Sufragistas, Edith la farmacéutica que quiso ser doctora y no pudo; Emily
W. Davidson, la mártir; Emmeline, la líder, construyen junto a Violet y Maud un grupo
cohesionado de mujeres que luchan por un bien común. La película narra la historia de mujeres,
que lucharon de forma conjunta, a pesar de sus fricciones. No todas, por ejemplo, estaban de
acuerdo en el uso de la violencia. La sociedad, que las rechazaba de forma masiva, aprendió a
reconocerlas gracias al uso de banderas y una simbología propia que, además, ayudo a su
cohesión como grupo. El sentimiento de comunidad hizo más fácil luchar contra el estigma de
loca. La película cuenta como Maud, es excluida de la red de apoyo de mujeres trabajadoras
que se ocupan en el barrio del cuidado de la prole. El único enemigo de las sufragistas, como
deja entrever la película, no son sólo los aparatos policiales y políticos, también lo es el aparato
familiar; los policías en ocasiones no actúan porque saben que son los maridos quienes, en el
ejercicio de su autoridad, legitimada por el Estado y por la sociedad, restituirán el orden.

Conclusión

Los feminismos y las masculinidades nos han llevado a creer erróneamente que existe una
manera de comportarnos dependiente muestro sexo, afectando nuestras preferencias en ciertas
cosas y quitándonos la posibilidad de poder elegir libremente algo sin ser juzgados por la
sociedad, por el simple hecho de que no es algo que ellos aceptan en su pobre mentalidad
machista o misógina.
Bibliografía
Interesante, M. (7 de Marzo de 2020). Obtenido de "Muy Interesante". Obtenido de
https://www.muyinteresante.es/actualidad/2489.html

Potthast, B. (31 de Enero de 2009). Entre familia, sociedad y Estado . Obtenido de


https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=379444919012

Scott, J. W. (Diciembre de 1986). Género: una categoría útil de análisis histórico. Obtenido de
JRTOR: https://www.jstor.org/stable/1864376

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