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Sé sabio en las tentaciones

Publicado el22 septiembre, 2014

La tentación del diablo en nosotros va a tener un mayor auge cuando entra a nuestro ser
conectada de nuestra alma, la tentación va a crecer mucho más rápido conforme
nosotros estemos en nuestra vida pecaminosa.

“ Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de
vuestra fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo
resultase en vano”. 1 Tesalonicenses 3:5

Cuando usted es tentado, necesita pedir sabiduría y


muchos de nosotros no la pedimos, dejándonos llevar por el sentido común y por esto
pasamos tantos problemas. Para ser sabio en medio de las tentaciones, lo primero es
entender qué significa la palabra tentación, y en término general es la incentivación para
hacer algo malo y a la vez saber si eres aprobado.

Mateo 4:1-3 dice:

“Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.
Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él
el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”.

El diablo es el tentador.

1 Tesalonicenses 3:5:

“ Por lo cual también yo, no pudiendo soportar más, envié para informarme de vuestra
fe, no sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro trabajo resultase en vano”.

Pablo envió gente hacia los Tesalonicenses para comprobar que ellos no estuviesen
siendo tentados por el tentador; uno de los compromisos que tiene el tentador hacia
nosotros es sacarnos del centro de nuestra fe y satanás empezó a hacerlo con Eva, esta
es su estrategia para esclavizarnos, y le ha dado resultado porque va acorde a la caída de
la naturaleza del hombre. El caldo de cultivo donde crece la tentación, su base es la
caída del hombre y el pecado original.

La tentación del diablo en nosotros va a tener un mayor auge cuando entra a nuestro ser
conectada de nuestra alma, la tentación va a crecer mucho más rápido conforme
nosotros estemos en nuestra vida pecaminosa.

Parte de la tentación es sacarnos del centro de la fe porque cuando no tienes fe te haces


más débil y te haces inestable espiritualmente, cuando entra la tentación en ti, esta va a
crecer automáticamente conforme a la iniquidad que tengas.

El crecimiento en la fe es obligatorio. Tenemos que venir a la Iglesia y llenarnos de fe.


Todo es fácil en una isla donde todo el mundo es santo y cristiano, el problema está
cuando tenemos que salir al mundo y demostrar que somos diferentes.

Jesús fue el único tentado en todo, más en Él no se encontró pecado. Con esto vemos
que la tentación no es un pecado.

Hebreos 4:15-16 dice:

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras


debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y
hallar gracia para el oportuno socorro”.

El oportuno socorro es cuando estás a la puerta de la tentación y clamas el nombre de


Jesucristo, el oportuno socorro es porque Él te ha comprado a precio de sangre.

La Palabra establece que Dios no puede ser tentado por el mal. Santiago 1:13 dice: “
Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no
puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie”. Dios no te tienta pero sí permite que
seas tentado y cuando Él lo permite, Él no está detrás de hacerte daño, Él está
procurando enseñarte que tú puedes ser aprobado para ser digno de Su reino.

Conforme sea tu tentación y la persistencia de esa tentación, así es tu pecado en esa


área, si tu tentación es continua en una misma área, es ahí donde necesitas ser sabio
porque es ahí donde el diablo tiene control de tu vida.

La tentación es el principio del nudo donde Satanás te va a esclavizar, tienes que ser
agresivo y radical con tu mente. Toda tentación va a ser subida en tu mente y en los
pensamientos, aquí radica el principio del nudo que te va a esclavizar para llevarte poco
a poco al pecado, y es el pecado que te lleva a la muerte espiritual. En ocasiones la
muerte espiritual será peor que la muerte natural, sobre todo cuando ya has conocido al
que da la vida. La Palabra dice: “Ay de aquel que me conoció y volvió para atrás!”

Lo que más le agrada a Dios es ver en sus hijos una actitud e intención de lucha en
contra de la tentación y el pecado, esto es lo que más toca Su corazón. Más cuando Dios
ve a sus hijos, siendo tentados y a la vez, añorando y deseando esos pensamientos, esto
le es desagradable. Dios en Su omnisciencia, conociendo nuestros pensamientos y
nuestro corazón, ve tu actitud de querer ser radical y Él está viendo que no puedes, aquí
Su Palabra te bendice y te dice que Él no te va a poner una carga mayor a la que puedas
soportar.

Dios te va a bendecir y a ayudar siempre y cuando vea que tienes una actitud, un coraje
y una decisión de luchar y pelear, si esta no es tu actitud, Él va a continuar permitiendo
esa tentación sobre tu vida hasta que por ti mismo, mueras espiritualmente.

Con los pensamientos tenemos que ser radicales; Satanás sólo necesitó un pensamiento
para tentar a Eva. Tenemos que ser sabios en la tentación porque el que nos tienta es
astuto! Nuestra lucha no es contra carne ni sangre, estás peleando contra un astuto. La
serpiente fue astuta. Cuando ves que viene la tentación, corta la conversación y aléjate,
cuando te vengan los pensamientos, córtalos y ora.

Nuestra vida está basada en pensamientos y no hay algo más peligroso que cuando el
diablo encuentra pensamientos ociosos y pasivos en nosotros. Por nuestra boca debe
salir alabanza y adoración las 24 horas para que nuestra mente no esté ociosa.

Toda tentación es el principio de una rebelión. Para toda tentación, la base es el


pensamiento y la imaginación: Deseo, intención, convencimiento y pecado. Lo que te da
el convencimiento es lo que tú te imaginas. Cuando entras en la tentación y llegas a la
imaginación es cuando tu pensamiento y tu voluntad se empiezan a obnubilar, y esto no
es más que cuando comienzas a no ver las cosas claras y vas cayendo al precipicio
porque tu voluntad cede y caes en el pecado.

Tu pecado activa el pensamiento para la tentación y cosas que antes no habías visto, de
un momento a otro, las ´ves´ y caes. La Palabra dice que Eva vio que era agradable a los
ojos y codiciable para alcanzar sabiduría. Toda base para la tentación es una mentira.

Muchas relaciones matrimoniales no alcanzan la plenitud porque el enemigo se encarga


de que de sus recuerdos salgan los ataques más grandes de tentación; el enemigo sabe
que con tu pasado, él desajusta tu presente, el presente de ese nuevo hombre que Dios
está queriendo y está tratando de poner en tu vida.

El pasado se convierte en una olla caliente de tentaciones y empiezan a comparar lo que


tienen con lo que Dios está tratando de darles sin tener una relación íntima con Él, y
prejuician a Dios porque el pasado les tiene la mente esclavizada.

Debemos ser radicales para no tener una mente pasiva y buscar algo que hacer para
darle a Dios todos los días: alabarle, adorarle, orar sin cesar, la oración es tu escudo, y
dar gracias en todo, todo esto te lleva a tener una actividad tan grande en tu mente que
te va a llevar a ser radical y le vas a decir a los recuerdos y a los pensamientos que no.

La tentación puede venir de parte de Dios para que reconozcas tu concupiscencia y


decidas no albergar esos pensamientos. Tienes que ser sabio y reconocer tu debilidad.
Las tentaciones siempre vendrán conforme a tu debilidad, por problemas ancestrales
latentes en tu alma que en su momento empezarán a manifestarse cuando encuentren la
atmosfera y el ambiente que se conecta a esa debilidad. Dependiendo de la atmosfera
donde te muevas, se puede desatar una tentación ambiental.
El cristiano siempre va a tener tentación de algo del mundo. Cuando el cristiano sale del
mundo debe tener cuidado de no volver a esa atmósfera y ambiente pasados porque eso
te arrastra de regreso y te saca de la presencia de Dios.

Cuando vas a los mismos sitios de antes con la misma intención y con la misma mente,
esto va a debilitar tu fe. Puedes ir a estos lugares, pero con una mente, intención y
compañía diferentes, porque si uno mató a mil, dos mataron diez mil tentaciones!
Ustedes pueden hacer una atmosfera y un ambiente sobre otra atmosfera aun más
poderosa.

El punto no es dejar de salir y ser ermitaño, lo importante está en saber quién tú eres,
con quién estás y con quién andas. Las malas influencias siempre te van a llevar a un
estado donde vas a comparar lo que tienes. Si procuramos ser sabios, debemos empezar
dejando esas amistades que deciden no seguir a Cristo. A usted le toca orar por ellos,
porque tarde o temprano ellos te van a sacar del centro de tu fe.

Jesús se sentó junto a prostitutas, publicanos, religiosos y ladrones, pero a todos ellos
los convertía. Hay que estar bien agradecido y seguro cuando tú amas para no dejarlo
todo y volver al mundo. Hay personas que van al pozo de la tentación, no son sabios y
beben de ella.

Cuando Elías le tiró el manto a Eliseo, la Palabra dice que Eliseo fue y quemó la yunta
de bueyes, los sacrificó y se fue del pueblo. Hay gente siendo tentada de una manera
compulsiva porque quemaron la yunta pero todavía tienen bueyes vivos. Donde hay
holocausto de bueyes, sube humo agradable a Dios. En esto Dios se goza, dale honra a
Él.

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