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COMO VENCER LA TENTACIÓN

Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que Dios ha prometido a quienes lo
aman. Santiago 1:12

TENTACIÓN: Impulso de hacer o tomar algo atrayente pero que puede resultar inconveniente.

Tentación es el deseo de realizar una acción inmediatamente agradable pero probablemente dañina a largo plazo, por multitud
de razones: legal, social, psicológica (incluyéndose la culpa), etc. También designa al acto de coaccionar o inducir a una
persona la realización de un acto, por manipulación o por influencia de curiosidad, deseo o miedo de pérdida. En el ámbito de
las religiones, se refiere a la inclinación al pecado.

En la cristiandad

En el ámbito de las religiones con doctrinas cristianas, es la provocación o incitación por parte de Satanás (el Diablo) a acceder,
obedecer o no obedecer, aceptar o no aceptar; hacer o dejar de hacer y decir o dejar de decir.

A veces puedes sentir que una tentación es demasiado insoportable, pero eso es una mentira de Satanás. Dios ha prometido que
nunca permitirá que haya más sobre ti que lo que te pone dentro para vencerla.

¿PUEDE SATANÁS OBLIGARNOS A PECAR? No, no puede. Satanás puede tentarnos para que pequemos, pero no puede
obligarnos a pecar.

¿ES PECADO SER TENTADO? No, no es. El Señor Jesús fue tentado, y sabemos que no pecó. La Biblia dice que Él fue
"tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado".

Él no te permitirá ninguna tentación que no puedas superar.

Sin embargo, también debes hacer tu parte practicando ciertas claves bíblicas para derrotar la tentación, una de ellas es
concentrar tu atención en algo diferente.

¿CUÁNDO ENTRA EL PECADO? El pecado entra cuando decimos Sí a la tentación. Pecamos cuando cedemos a la
tentación.

La Biblia habla de algunos pecados que son externos, y de otros pecados que son internos.

Por pecados externos, queremos decir pecados tales como maldecir, mentir, robar, inmoralidad, ebriedad, homicidio.

Por pecados internos queremos decir pecados tales como orgullo, celos, envidia, egoísmo, falta de perdón, odio, codicia. Estos
son los pecados secretos que los ojos del hombre no pueden ver. Pero Dios sí los ve y a Su vista son odiosos. Tenemos que
aprender a triunfar sobre ellos.

Permíteme explicarte algo sobre la tentación

Cada vez que intentas bloquear un pensamiento en tu mente, lo grabas más profundo en tu memoria. Cuando lo resistes, en
realidad lo refuerzas. Esto resulta especialmente cierto en el caso de la tentación. No la derrotas luchando contra los
sentimientos que te produce. Cuantas más luchas contra un sentimiento, tanto más te consume y controla. Realmente lo
fortaleces cada vez que piensas en él.

Dado que la tentación siempre empieza con un pensamiento, la manera más rápida para neutralizar su fascinación es
concentrarte en otra cosa. No luches contra ese pensamiento, simplemente cambia el cauce de tu mente y procura interesarte en
otra idea. Este es el primer paso para derrotar la tentación.

Genesis 3 Adán y Eva

PROCESO DE LA TENTACIÓN: DESEO

La tentación comienza en la mente, no en las circunstancias. Si no deseamos algo, no nos sentiremos tentados a hacer lo
incorrecto. El noventa por ciento de cada batalla que peleamos comienza en la mente.
PROCESO DE LA TENTACIÓN: DUDA

Satanás trata de hacer que el creyente dude del Señor, de su Palabra y de lo que está bien y lo que está mal. El diablo
tratará de convencernos de que debemos ser felices en esta vida en lugar de seguir lo que Dios quiere y el plan de Dios para
nuestras vidas.

PROCESO DE LA TENTACIÓN: ENGAÑO

Satanás es el padre de las mentiras y hace girar una red de ellas a lo largo de nuestras vidas ( Juan 8:44 ). Le gustaría que
nos confundamos acerca de la verdad, por eso el diablo es tan hábil para hacer que el creyente crea medias verdades o mentiras.

PROCESO DE LA TENTACIÓN: DESOBEDIENCIA

Cuando actuamos sobre el pensamiento en el que hemos estado pensando, la tentación se ha transformado en desobediencia
a Dios. La tentación nace en el comportamiento (pecado) y el pecado da paso a la muerte (

La batalla contra el pecado se gana o se pierde en la mente.

Cualquier cosa que atrape tu atención te atrapará a ti. Por eso Job dijo: “Hice un pacto con mis ojos para no mirar con lujuria a
ninguna mujer joven”, Job 31:1. Y el salmista oró: “Guárdame de prestar atención a lo que no tiene valor”, Salmos 119:3.

¿Alguna vez viste un anuncio comercial en la televisión promocionando una comida y de repente sentiste hambre? ¿Has
oído toser a una persona alguna vez e inmediatamente sientes la necesidad de aclarar la garganta? ¿Alguna vez viste a
una persona abriendo la boca en un gran bostezo y enseguida sentiste ganas de bostezar también? (¡Es posible que estés
bostezando ahora mismo mientras estás leyendo esto!) Ese es el poder de la sugestión. En forma natural nos acercamos a
cualquier cosa en la que nos concentremos. Cuanto más pienses en algo, tanto más fuerte te retendrá.

La tentación empieza por captar tu atención.


Lo que capta tu atención estimula tu deseo. Después tus deseos activan tu conducta, y actúas con base en lo que sentiste. Cuanto
más te concentres en “No quiero hacer esto”, tanto más fuerte te atraerá hacia su red.

Hacer caso omiso de una tentación es más eficaz que luchar contra ella. En cuanto tu mente está en otra cosa, la tentación pierde
su poder. Así que, cuando la tentación te llame por teléfono, no discutas con ella, ¡simplemente cuelga!

A veces esto significa dejar físicamente una situación tentadora. Hay ocasiones en que lo correcto es huir. Levántate y apaga la
televisión. Aléjate de un grupo que está contando chismes. Abandona el cine en medio de la película. Para que las abejas no te
piquen, quédate lejos del enjambre. Haz lo que sea necesario para concentrarte en otra cosa.
Desde el punto de vista espiritual, nuestra mente es el órgano más vulnerable. Para reducir la tentación, mantén tu mente
ocupada con de Dios y otros pensamientos buenos. Los pensamientos malos se derrotan pensando en algo mejor. Este es el
principio del reemplazo. Vence el mal con el bien (Romanos 12:21).

Satanás no puede llamarnos la atención cuando nuestra mente está preocupada con otra cosa. Por eso nos aconseja repetidas
veces que mantengamos nuestras mentes enfocadas: “Consideren a Jesús”, hebreos 3:1. “Siempre piensen en Jesucristo”, 2
Timoteo 2:8. “Llenen sus mentes de las cosas que son buenas y que merecen alabanza: cosas que son verdaderas, nobles,
correctas, puras, encantadoras, y honorables”, Filipenses 4:8.

Si realmente quieres derrotar la tentación, debes organizar tu mente y monitorear tu consumo de los medios de información.

El hombre más sabio que haya vivido jamás, advirtió:

Ten cuidado cómo piensas; tu vida está moldeada por tus pensamientos (Proverbios 4:23)
No permitas que la basura entre a tu mente indiscriminadamente. Sé selectivo. Escoge con cuidado en qué cosas vas a pensar.
Sigue el modelo de Pablo:
Llevamos cautivo todo pensamiento y hacemos que se rinda y obedezca a Cristo (2 Corintios 10:5)
Esto requiere una vida práctica, pero con la ayuda del Espíritu Santo puedes reprogramar tu manera de pensar.

PARA VENCER LA TENTACIÓN HAY QUE NEGARSE A SER INTIMIDADO

No podemos permitir que el diablo nos intimide con la tentación. Debemos tomar la autoridad que Dios nos ha dado para
desafiar y combatir al diablo. En lugar de jugar a la defensiva en nuestra vida espiritual, debemos ser proactivos y luchar, ¡Estar
en la posición ofensiva! Recuerde que Dios no permitirá que seamos tentados por encima de lo que podemos soportar (I
Corintios 10:13 ). Jesús pudo vencer la tentación, y su Espíritu vive dentro de nosotros (Romanos 8: 9).

SOLICITAR LA AYUDA DE DIOS PARA VENCER LA TENTACIÓN

La tentación es real. Pero, Dios nunca lo creó para que pudiéramos enfrentarlo solos. Debemos pedir la ayuda de Dios para
superarlo. Dios está cerca de aquellos que lo invocarán ( Salmos 34: 18–20 ). Él sabe por lo que pasamos y está allí para
ayudarnos a superarlo ( Hebreos 4:15 ). Nos ha dado la capacidad de venir valientemente ante su trono para obtener
misericordia y gracia ( Hebreos 4:16 ). ¡Alcancemos hacia nuestro Salvador, Aquel que puede liberarnos de todas las cosas!

Ustedes no han sufrido ninguna tentación que no sea común al género humano. Pero Dios es fiel, y no permitirá que ustedes
sean tentados más allá de lo que puedan aguantar. Más bien, cuando llegue la tentación, él les dará también una salida a fin de
que puedan resistir. 1 corintios 10:13

Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil. Mateo 26:41

Luego añadió: —Lo que sale de la persona es lo que la contamina. Porque de adentro, del corazón humano, salen los malos
pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los homicidios, los adulterios, la avaricia, la maldad, el engaño, el libertinaje, la
envidia, la calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan a la persona. Marcos 7:20-
23

Que nadie, al ser tentado, diga: «Es Dios quien me tienta». Porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni tampoco tienta él a
nadie. Santiago 1:13

Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno. Mateo 6:13

Ante ti, Señor, están todos mis deseos; no te son un secreto mis anhelos. Salmo 38:9

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