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Miguel
Bogaert Portela
Publicado el28 marzo, 2016
Como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano de
Jehová; A todo lo que quiere lo inclina.
Su palabra nos revela Su soberanía; Dios pone de ejemplo a un rey, y en aquel tiempo
el rey era semejante a un dios en la tierra, y dice la palabra que Dios inclina el corazón
del rey cuando Él quiere, es decir, que no es el rey que hace lo que quiere sino que Dios
hace su soberanía a través de él, pues Dios es soberano en el cielo, en la tierra, y debajo
de la tierra porque nada sucede si Él no lo permite.
Proverbios 16:9
Los planes que hacemos tienen que ir de acuerdo al propósito de Dios, es la única
manera de tener éxito, porque todo el que está fuera de la soberanía de Dios está
construyendo su propia situación, pero cuando estás en Su soberanía, Dios hace lo que
el quiera te guste o no, por eso obligatoriamente tienes que estar enamorado de Él
porque cuando lo estás todo te gusta y su soberanía a sus hijos le tiene que agradar y
gustar, pero solo vemos lo que estamos pasando y no vemos la promesa.
Salmos 115:3
Daniel 4:35
Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su
voluntad en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga
su mano, y le diga: ¿Qué haces?
Por eso, nunca le puedes cuestionar a Dios porque si da razón de todo cuanto hace,
entonces dejaría de ser Dios, Él solo hace y tú aceptas, y si no aceptas es porque no
conoces Sus promesas; no puedes ver crisis, tienes que ver cambio, transformación,
crecimiento, que lo que no dominas ahora lo dominarás después porque Él es tú
redentor y Sus promesas son sí y amén, por eso Dios hace lo que quiere porque esa es
Su voluntad. Dios tiene un plan, un propósito y tiene que cumplirlo, aunque te duela
es un plan y todos sus planes nunca terminan en la tierra, lo que piensas que fue
interrumpido aquí es un principio en los cielos.
Para entrar en la soberanía de Dios tienes que estar en constante movimiento para que
estés bajo Su propósito, y si no has podido salir de ese estancamiento por los límites,
obligatoriamente tienes que buscar un rompimiento. Las personas que ejercen el
espíritu de fuerza son las que obtienen rompimiento con los hábitos, costumbres, estilo
de vida porque éste te inyecta pasión, ya que vas a tener una lucha en tu alma y la
soberanía donde te va a llevar es a obtener el carácter de Su hijo, donde necesitarás
fuerzas, porque cuando Dios comienza a tallar el carácter de su hijo en nosotros, habrá
cosas que te va a quitar y te van a doler, y el espíritu de fuerza no te va a consolar, te va
a levantar.
Dos armas que usa satanás para que no entres en la soberanía de Dios y no tengas
rompimiento son: la pasividad y conformismo. El prerrequisito para tener un espíritu de
fuerza es que tienes que tener una indignación santa contigo mismo, es decir, tienes que
estar cansado de la situación, de la mentira, de que el diablo te robe lo tuyo, porque
cuando estés cansado vendrá el espíritu de fuerza y te levantará, necesitas cansarte del
gigante que habla a tu mente, de ese que bombardea tu alma.
Dios solo lleva a la iglesia a otro nivel cuando está cansada de lo mismo, tienes que
hacer que venga otro nivel que te sacuda, que te saque de la queja, del dolor, de la ira.
El hombre que está en la soberanía de Dios necesita desafíos porque eso lo fortalece, el
hombre espiritual necesita cada día un nuevo nivel, un nuevo aire, una nueva
experiencia y el hombre que no entre en esto se convierte en un estorbo, porque un
estancamiento es estorbo, pero si entras en lo nuevo esto hace que tú arrastres a otros
para lo que viene y ese es el nivel que Dios quiere para su soberanía de rompimiento.