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Es imposible que tú, con tus propias fuerzas, puedas vencer una tentación.
Duro ¿verdad? Pero esa es la verdad. ¡Espera! antes de que te vayas, te animo a
que sigas leyendo, porque descubrirás en esta entrada a un Dios amante que está
listo y dispuesto a vencer cualquier tentación en tu lugar, un Dios que anhela
compartir sus fuerzas contigo.
La Biblia nos enseña que todos afrontamos las tentaciones. De hecho, tan es así
que se nos dice que incluso Cristo también fue tentado: «Nuestro Sumo Sacerdote
comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas
y tentaciones que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó.» (Hebreos
4:15). Pero si la Biblia dice algo a destacar sobre las tentaciones, es lo
encontramos en 1 Corintios 10:13, que dice: “Las tentaciones que enfrentan en su
vida no son distintas de las que otros atraviesan o atravesaron. Y Dios es fiel; Él
no permitirá que la tentación sea mayor de lo que puedan soportar. Cuando sean
tentados, Él les mostrará una salida, para que puedan resistir.» A mi parecer, es
una promesa que nos da un poco de aliento, sobre todo cuando a menudo
sentimos que el mundo está imponiéndose sobre nosotros y que nuestras fuerzas
no son suficientes.
Aunado a leer la Palabra Divina en la Biblia, hay que recordad las palabras de
Cristo a sus discípulos en el jardín en la noche de su traición: «Velen y oren para
que no cedan ante la tentación, porque el espíritu está dispuesto, pero el cuerpo
es débil» (Mateo 26:41). La mayoría de los cristianos no querría abiertamente
meterse en el pecado, pero no podemos resistirnos a caer en ello porque nuestra
cuerpo no siempre es lo suficientemente fuerte para resistir. Nos metemos en
situaciones o llenamos nuestras mentes con pasiones lujuriosas, y eso nos lleva al
pecado.
Ir a la iglesia cada sábado, participar de los cultos, de las actividades de los clubes
o ministerios, dirigir el servicio o tener un cargo, son importantes para mantener la
mente centrada y crecer en comunidad, pero nada de eso te hará inmune a la
tentaciones, porque el único escudo contra ellas está en conocer al Dios vivo, en
tener una relación real y significativa con el Salvador. La única manera de que
Aquel que es poderoso nos guarde sin caída, es permaneciendo el él. Y sólo se
permanece a través de la oración devota y constante, del estudio diario de su
palabra y de la testificación viva hacia otros.
Así que, en conclusión: Para tener más éxito en resistir la tentación se necesita
establecer una base sólida. Hay mucho trabajo por hacer como el cultivar nuevos
y buenos hábitos, buscar activamente las cosas y temas celestiales y dejar
de lado todo lo que nos hace daño; la profundización de nuestra vida de
oración y la relación con Dios, aprender a evitar las ocasiones de pecado
comunes, enraizar nuestros pensamientos menos en el mundo y más en lo
que importa a Dios, y así sucesivamente.
4 – ¡Pedir a Jesús!
5 – Mantente alerta y sobrio (con una mente clara que sabe lo que está
pasando en cada momento)
6 – Acepta que vas a tener que sufrir a veces para resistir la tentación
Una antigua oración de la noche, dice, “Enséñame a vivir para que yo pueda
temer a la tumba tan poco como mi cama. Enséñame a morir para que yo pueda
elevarme glorioso en el día final”. Puede parecer extraño, pero funciona. Si vas a
la cama pensando en cosas positivas, en oración, en modo reflexivo y conectado
con el cielo, de esa misma manera despertarás.
Mira el momento de la tentación como un tiempo para demostrar que tu amor por
Dios es mayor que el que tienes al mundo. Acepta el reto y date cuenta que cada
victoria tenderá a aumentar tu amor por Dios y su verdad. Acepta que tú no
puedes y que aquel que hizo el mundo en 7 días es capaz de todo.
Ten en cuenta que estas sugerencias pueden ayudar pero la verdadera victoria se
basa en que nuestra base sea fuerte. Mantén la construcción de los cimientos
y recuerda que la santidad es una ganancia a largo plazo.
Al mundo moderno le gusta el microondas, pero el camino de Dios es más como
una cazuela de barro.
Las tentaciones nunca dejarán este lado del velo, pero pueden disminuir de
manera significativa y perder su poder para molestarte mucho, por la gracia de
Dios, y en el tiempo de Dios.
TRABAJO
Realiza un ensayo explicando con tus propias palabras como puedes vencer las
tentaciones que se te presenta.