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MIRAR EL JARDÍN DESDE UNA PERSPECTIVA DE GÉNERO

INTEGRANTES:
BADARACCO
CERVASI
CATALLO

Fundamentación:

A través de los 5 ejes que propone la ESI, el jardín plantea formas de intervención ante
situaciones de vulneración de derechos de niños y niñas, pero además fomenta la
autonomía para que ellos/as puedan ejercer sus derechos y su sexualidad libremente,
garantizar la equidad de género y respetar las diversidades.
Además se ven contenidos referidos al cuidado del cuerpo y la salud, que incluye la
afectividad, ya que somos un todo.
Es por eso que a través de este trabajo queremos comentar algunas situaciones en las
cuales se pueden observar, prácticas pedagógicas en las que aún persiste un paradigma
que no reconoce la perspectiva de género, cuestiones que son dignas de llevar a
discusión bajo la lupa de los ejes de la ESI.
Nos centraremos en poder pensar las prácticas del jardín de infantes desde una
perspectiva de género, para lo cual es necesario analizar los estereotipos en torno al
género, por medio de los que se realiza una división de lo que pueden hacer los niños,
hombres y lo que pueden hacer las niñas, mujeres, además de generar un conjunto de
expectativas en relación a lo que deben ser, según su género. Todo esto conlleva a que la
diferencia sexual pase a ser una desigualdad, con roles y funciones determinantes para
varones y mujeres promoviendo la discriminacion basada en el género.
No nos podemos olvidar que las infancias son sujetos de derecho, para poder pensar a las
niñeces desde la perspectiva de derecho nos obliga a revisar nuestras mirada, entender a
las niñas y niños como sujetos de derechos significa concebirla y concebirlo desde que
nacen y por el hecho de ser persona con derechos propios y prioritarios de las personas
adultas.
En esta imagen primero se puede observar el estereotipo del dibujo de la nena y nene, que
además en los jardines se deben usar imágenes reales y no dibujos. En lo que refiere a la ESI en
los contenidos de género no se tiene en cuenta la igualdad, la elección de cada una y uno de los
individuos ya que con el cartel se les está diciendo vos por ser nena tenes que usar este baño y
viceversa. La ESI habla de que una persona puede tener un género pero se puede identificar con
el contrario y al usar estos carteles no se permite esa elección. Por otro lado se espera que a
través de la convivencia en el jardín puedan desarrollar su autonomía, tanto para elegir los
espacios como para poder hacer valer sus derechos, sería más conveniente antes que señalizar
el baño de niñas y el de niños, dejar que ellos/as elijan con un trabajo previo del cuidado y
respeto de la intimidad.
En esta imagen al igual que la anterior está muy marcado que según el género de nacimiento es
el delantal que tienen que usar. Lo que también se ve en los jardines, que para unificar el color
siempre se usa el color azul, es como que las nenas si pueden usar azul pero a los varones no
se le puede poner un delantal rosa, algo muy estereotipado, y que también va en contra de los
contenidos, con eso solo se sigue la línea de que el varón no puede llorar, no puede expresar
sentimientos y si le gusta o usa el color rosa es una "nenita". Esta imagen habla de aquellas
expectativas que se arman por medio de los estereotipos según el género, parte del proceso de
socialización, en los cuales las personas aprenden a ser “varón” o “mujer”.

En esta imagen se puede apreciar como con el lenguaje no se tiene en cuenta la igualdad de
género, en la mayoría de los casos al hablar o escribir se sigue haciendo en masculino, y es algo
que cuesta que se vaya cambiando y en ocasiones hay personas que te dicen "no hables así,
eso es político".
Muchas veces se utiliza el masculino como un lenguaje genérico, pero en realidad utilizándolo se
invisibiliza a las niñas.
Desde la perspectiva de género, en lo administrativo aun falta un monton, si bien los listados se
realizan en orden alfabético sin discriminar niños y niñas, luego cuando hay que cerrar los
registros de asistencia en todos los apartados es obligatorio el separar por niños y niñas, lo
mismo pasa en mis alumnos, no solo el nombre en masculino, sino que también piden separar
por nenas y nenes. Es algo que genera incertidumbre, ¿cuál es el sentido administrativo,
pedagógico, de tener que hacer esta división?. Si hablamos de un enfoque transversal de la ESI,
en lo administrativo también tendría que aparecer la perspectiva de género, más allá de que
niños/as no tengan acceso a esta parte del registro de asistencia, lo único que se hace de este
modo es fortalecer una visión estereotipada de adultos/as.
Si se utilizan estas imágenes estereotipadas para decorar los espacios de juego, estamos
marcando esa división de lo que deben hacer los niños y las niñas, con que deben jugar, sin
autonomía de elección y coaccionando su percepción de juego, la solución tampoco es dejar que
jueguen con todo, ¿que tal si planificamos una secuencia en la cual se involucren autitos para
jugar en una pista pintada en el patio?, o si ¿planificamos realizar una receta?, necesitamos
planificar espacios de juego en los que se garantice la equidad de género.

Si centramos nuestra mirada desde el eje “Valorar la Afectividad”, debemos repensar muchas
pràcticas docentes instaladas, que parten de lo más sencillo que es la palabra, el cuerpo, como
uno se dispone a valorar y validar las emociones de los niños y niñas de nuestro jardìn, entre los
infinitos ejemplos que podemos mencionar, y juntas pensar, vamos a mencionar algunos de
ellos: que recurrente es escuchar “No llores màs”; “Hay cosas màs importantes por las que tenes
que llorar”; “¿Por esto te pones asì?”; situaciòn de niña o niño llorando y el docente mirando
hacia otro lado, sin disponer de su cuerpo para abrazar, consolar, escuchar.
Es muy importante poder modificar estas pràcticas, abrirnos a la educaciòn emocional, darle el
lugar que merece, ya que debemos potenciar, acompañar a poder regular las emociones,
validando que está perfecto sentirlas, todos y todas podemos estar felices, pero tambièn tristes y
enojadas, pero debemos encontrar maneras de regularlas. Con el fin de lograr un estado
emocional óptimo para desarrollar un clima positivo dentro del aula a fines de alcanzar buenos
resultados en las propuestas pedagógicas.
Si nuestros alumnos y alumnas están atravesando una emoción muy fuerte, no podrán
concentrarse en avanzar en las propuestas, si antes no doy lugar a escucharlo, y contenerlo.
Así mismo, frases como "los nenes no lloran", "que maricon", desacreditando todo tipo de
emoción expresada, como educadores debemos tener apertura y socializar lo que trabajamos
desde la ESI, para qué, por qué, y cómo, y en este último es fundamental brindar herramientas y
ejemplos claros para poder emplear desde casa ciertos cambios.

Para finalizar, sintetizar y llevarnos una reflexión a poner en práctica, no olvidemos que a la hora
de trabajar la ESI en la sala, no debemos plantar las propuestas en un solo eje, ya que todos
están articulados, vinculados, y deben presentarse junto al proyecto o unidad trabajado,
realizando preguntas disparadoras desde cada eje, donde sus respuestas sean las actividades a
trabajar. Y desde lo simple comenzar a modificar nuestras prácticas, y así lograremos grandes
avances, y construir ciudadanos críticos, respetuosos, pensantes.

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