Fundacion Instituto Latino Americano de Desarrollo Social y Salud

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FUNDACION

INSTITUTO LATINO
AMERICANO DE
DESARROLLO SOCIAL
Y SALUD

SERRANO CAROLINA ELIZABETH


PROGRAMACION NEUROLINGUISTICA
2022
INDICE
INTRODUCION

Las creencias provocan gran impacto en cómo nos comportamos y los


resultados que obtenemos en base a esos comportamientos.

“tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estas en lo cierto”

-Henry Fort

Esta tesina es una investigación sobre las creencias y tiene 3 objetivos


principales. En primer lugar, delimitar que son. En segundo lugar, proponer
una herramienta de a pnl que nos permita indagar en los sistemas de
creencias. Y en tercer lugar, comprender su importancia para superar
nuestras barreras y lograr todo lo que queremos en nuestra vida.

1
Que son las creencias y como se forman

Nuestras creencias deciden quienes somos, como es el mundo que nos


rodea, como son los demás, que podemos esperar de la vida y de nosotros
mismos.

Se forman a partir de nuestras primeras experiencias y de la enseñanzas que


recibimos en la infancia, fruto, en gran parte del medio ambiente en el que
crecemos. Muchas veces las creencias son causa de conflictos, pues cada
uno actua de acuerdo a su propio sistema de creencias, chocando a menudo
con otras realidades igualmentes subjetivas.

Las creencias son conceptualizaciones, explicaciones que nos damos a


nosotros mismos sobre lo que somos, lo que es la vida, lo que hay que
hacer o no, sobre nuestros limites, y se basan en un modelo de mundo. Las
creencias se forman a partir de sucesos que pueden ser reales o
imaginarios, porque el cerebro no distingue entre algo que efectivamente
haya sucedido y algo que se imagino.

Importancia

Las creencias van marcando la dirección y calidad en nuestras vidas; estas


no son buenas ni malas, lo que nos importa reconocer es, si son creencias
limitantes, obstáculos que nos impide reconocer nuestros recursos y
capacidades, o por el contrario, si son creencias facilitadoras o
potenciadoras, creadoras de significados que nos ayudan a expandir
nuestro mapa mental y emocional, y a mejorar nuestra vida.

2
Introducción

Nuestras creencias filtran lo que captamos a través de nuestro sistema


sensorial, de

manera que determinan el significado que asociamos a cada vivencia en


particular, por

insignificante que esta nos parezca.

Las creencias provocan un gran impacto en cómo nos comportamos y los


resultados que

obtenemos en base a esos comportamientos.

“Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto”

-Henry Ford

Esta Tesina es una investigación sobre las creencias y tiene 3 objetivos


principales. En

primer lugar, delimitar qué son. En segundo lugar, proponer una herramienta
de la Pnl que

nos permita indagar en los sistemas de creencias. Y, en tercer lugar,


comprender su

importancia para lograr todo que queramos en nuestra vida

3
El cambio de creencias con PNL utilizando las submodalidades es un
ejercicio que, como su

nombre lo indica, nos ayuda a reemplazar una creencia limitante por una
creencia

potenciadora o funcional.

QUÉ SON LAS CREENCIAS Y CÓMO SE FORMAN

Nuestras creencias deciden quiénes somos, cómo es el mundo que nos


rodea, cómo son

los demás, qué podemos esperar de la vida y de nosotros mismos. Se


forman a partir de

nuestras primeras experiencias y de las enseñanzas que recibimos en la


infancia, fruto, en

gran parte, del medio ambiente en que crecemos. Muchas veces las
creencias son causa

de conflictos, pues cada uno actúa de acuerdo a su propio sistema de


creencias,

«chocando» a menudo con otras “realidades” igualmente subjetivas.

Las creencias son conceptualizaciones, explicaciones que nos damos a


nosotros mismos

sobre lo que somos, lo que es la vida, lo que hay que hacer o no, sobre
nuestros límites, y

se basan en un modelo del mundo. Las creencias se forman a partir de


sucesos que

pueden haber sido reales o imaginarios, porque el cerebro no distingue entre


algo que

4
efectivamente haya sucedido y algo que se imaginó.

IMPORTANCIA DE LAS CREENCIAS

Así se va configurando nuestro modo de pensar y por consiguiente de


actuar, marcando la

dirección y calidad de nuestras vidas. Las creencias no son en sí buenas ni


malas, lo que

nos importa reconocer es, si son creencias limitantes, obstáculos que nos
impiden

reconocer nuestros recursos y capacidades, o, por el contrario, si son


creencias facilitadoras

o potenciadoras, creadoras de significados que nos ayudan a expandir


nuestro mapa mental

y emocional, y a mejorar nuestra vida.

¿Cómo se forman las Creencias Limitantes?

Las creencias limitantes nos crean una percepción de la realidad que nos
impide

desarrollarnos como personas y alcanzar nuestros sueños. Se trata de


afirmaciones que

hacemos sobre nosotros mismos que no son ciertas en la realidad, pero lo


son en nuestra

mente, por lo tanto las damos como reales y actuamos en base a ellas.

Las experiencias en la primera infancia son las que marcan el nacimiento de


las creencias.

5
Normalmente, interiorizamos estas creencias en nuestro subconsciente a la
edad de entre 0

y 7 años, época en la que no tenemos ninguna herramienta para conocer el


mundo y

entender cómo nos afectan las creencias limitantes.

Estas se van formando durante nuestro desarrollo y proceden de distintas


fuentes: Figuras

parentales, educación, cultura, amistades, acontecimientos traumáticos,


experiencias

repetitivas…

Además, a medida que crecemos, las expectativas de los que nos rodean
nos moldean

poco a poco, sin que nos demos cuenta. Cuando somos jóvenes, solemos
creer lo que otros

dicen sobre nosotros ya que carecemos de experiencias que nos permitan


contrastarlo.

Estas creencias pueden permanecer fijas muchos años si no las detectamos


y trabajamos

con el fin de cambiarlas. Son como barreras invisibles que nos atan
manteniéndonos

siempre dentro del terreno conocido. Nos impiden tomar decisiones,


evolucionar y dificultan

nuestra transformación personal. En definitiva, nos restan poder para lograr


nuestras metas.

6
Pero, debemos tener claro que nosotros somos mucho más que un conjunto
de creencias

limitantes y que estas pueden ser cambiadas por creencias potenciadoras.

Ejemplos de Creencias

Hay cientos de creencias limitantes, pero te vamos a mencionar algunas de


ellas con las

que te podrías sentir indentificad@:

No merezco… ser querida, tener éxito, la atención de los demás, que


respeten mis

decisiones, no merezco tener dinero…

No puedo… aprobar esta carrera, examen, hablar en público, exponer un


proyecto, confiar

en nadie, trabajar de mi pasión, aprender inglés…

No tengo derecho a… ser feliz, expresar mis opiniones o los demás se


enfadan, descansar,

cometer errores ,quejarme…

No valgo… para estudiar, para cocinar, para enseñar, como madre, para los
idiomas

Es imposible… ser autónomo, tener dinero y ser buena persona a la vez, que
encuentre una

pareja que me trate bien…

Soy incapaz de… comer sano, ir al gimnasio, cambiar de opinión, tener una
rutina…

Cómo nos afectan las Creencias Limitantes

7
Las creencias limitantes nos afectan en la forma en que actuamos ante la
vida. Es decir,

ante cada circunstancia y experiencia que se nos presenta. Si actuamos


liderados por

nuestras creencias limitantes, nunca saldremos de nuestra zona de confort


para explorar

más allá de lo que creemos que somos.

Nos impiden desarrollar nuestro potencial en muchos ámbitos y conseguir


todo aquello que

queremos en el fondo pero que no nos atrevemos a intentar.

Creencias, ¿Qué son y cómo nos afectan?

Las creencias son esquemas cognitivos o ideas acerca de cómo es el


mundo, de cómo

funciona y de cómo se debe actuar ante las diferentes circunstancias de la


vida.

Adquirimos determinadas creencias a lo largo de nuestro desarrollo y


consideramos que

son ciertas. Por tanto son verdades subjetivas, convicciones que no deben
ser confundidas

con la verdad objetiva.

“Tus creencias no están hechas de realidades.

Es tu realidad la que está hecha de creencias”

8
Richard Bandler

De este modo, nuestras creencias afectan directamente a nuestra manera de


percibirnos y

de percibir lo que nos sucede y, por tanto, repercuten en nuestras


preferencias, en las

decisiones que tomamos, las acciones que emprendemos en nuestra vida y,


finalmente, en

los resultados que obtenemos.

Ejemplos de creencias

Todos tenemos una capacidad y un potencial ilimitados. Sin embargo, desde


bien temprano

nuestro autoconcepto y nuestra forma de experimentar la vida se ven


limitados por ciertas

estructuras de socialización como la familia y la escuela.

Durante los primeros años vida interiorizamos creencias que van


limitándonos, a través de

las actitudes, frases y pensamientos de nuestros padres, abuelos y otras


personas

influyentes en nuestra infancia.

Estas creencias hacen referencia a todos los aspectos de la vida, como los
valores morales,

el género, la pareja, la sexualidad, el trabajo, la abundancia y la crianza, entre


otros.

9
Por ejemplo, es posible que algunas de las siguientes frases te resulten
familiares:

“Los niños no lloran”, “Siempre conseguirás lo que te propones”, “Hay que


esforzarse

mucho para ganarse el pan”, “Eres un desastre”, “Tu felicidad es nuestra


felicidad”, “No

puedes confiar en nadie”, “Todos los ricos son unos ladrones”, “Cuando te
casas pierdes tu

libertad”, “No se puede confiar en los hombres”, “Deberías ser más


femenina”, “Los trapos

sucios se lavan en casa”, ”Esto me duele más a mí que a ti”, “Hay que
aguantar”, etcétera

Tipos de creencias: limitantes y potenciadas

Las creencias que hemos interiorizado a lo largo de nuestra experiencia vital


influyen en

nuestras acciones y calidad de vida, y estas pueden beneficiarnos o jugar en


contra de

nuestro bienestar.

Debemos comprender que las creencias actúan como un molde neurológico


en base al cual

10
elegimos, de manera inconsciente, de entre infinitas opciones una realidad
concreta.

Así, sin darnos cuenta, nos ajustamos a una forma rígida de vivir nuestras
experiencias que

nos impide crecer y evolucionar. En este sentido, todas las creencias son
limitantes per se.

Por este motivo, debemos evitar usar cualquier creencia de una forma
inflexible, incluso

aquellas que en principio parecen potenciadoras. Por ejemplo, si creo que


“puedo conseguir

cualquier cosa que me proponga”, esto me puede generar un conflicto


interno en el caso de

no conseguir algo.

Por tanto, es el uso que hacemos de las creencias lo que les da el matiz de
limitantes o

potenciadoras.

Creencias conscientes: el cambio hacia la libertad emocional

Las creencias son como raíces, aprendidas desde la infancia, que nos llevan
a

posicionarnos en una interpretación de lo que observamos, impidiéndonos


en muchos casos

ver la auténtica realidad.

Nuestro sistema de creencias se ha formado a lo largo de numerosos


eventos que hemos

11
percibido como verdaderos o falsos según lo haya creído nuestro entorno
familiar, social,

cultural, etc.

Cuando tomamos estas creencias como certezas funcionan como creencias


limitantes que

nos impiden ir más allá de ellas, porque definen cómo nos vemos. Es decir,
nos

identificamos con ellas y, por tanto, nos sentimos forzados a defenderlas y a


vivir de

acuerdo a las directrices que nos marcan.

Sin embargo, como adultos podemos tomar conciencia de nuestras


creencias, llevar a cabo

un juicio crítico sobre ellas y comenzar a cuestionarlas para poder


transformarlas.

) Creencia:

«Piense en una creencia que tiene sobre sí mismo que preferiría que no
existiera, porque

de alguna forma lo limita o porque implica consecuencias indeseables.


¿Cómo representa

esta creencia en su experiencia interna?»

2) Duda:

12
«Ahora piense en algo que le resulta dudoso. Pudiera ser verdad o no; no le
consta. ¿Cómo

representa la duda en su experiencia Interna?» Cuando se pida pensar en


algo de lo que

duda, asegurarse de que sea algo de lo que no está seguro.

Si dice algo así como «Dudo de que sea una buena idea», quizás lo que
pretendía expresar

es que cree que no es una buena idea. La duda existe cuando uno fluctúa
entre pensar en

que algo puede ser verdadero, y pensar en que pudiera no serlo: no lo sabe.

3) Diferencias:

Hagan un análisis de contrastes para descubrir y establecer una lista de las


diferencias de

las submodalidades entre Creencia y Duda

4) Prueba:

Prueben cada submodalidad de su lista de diferencias una por una para


averiguar cuáles

son las más poderosas en la conversión de la creencia en duda. Después de


probar una

submodalidad, vuelvan a la forma original antes de ensayar la siguiente.

5) Nueva creencia:

«¿Qué nueva creencia le gustaría tener en lugar de la vigente, y que


rechaza? Asegúrese

de que está planteada en términos positivos, sin negaciones. «Puedo


aprender a cambiar

13
en respuesta a la retroalimentación», en vez de «Soy incapaz de cambiar lo
que hago».

También asegúrense de que su compañero piensa en la nueva creencia en


términos de una

habilidad o un proceso, más que habiendo ya alcanzado una meta deseada.


«Creo que

puedo aprender a cambiar y mantener mi peso» es una creencia útil. «Peso


50 kilos» no es

una creencia muy útil, especialmente si en la realidad pesa 150 kilos.


Interesa movilizar

nuevas habilidades, no implantar nuevos engaños.

También necesitan pedirle a la persona que chequee la ecología: «Si


adhieres a esta nueva

creencia, ¿te causaría otros problemas?» «¿Cuan diferentemente


responderán tu marido o

tu familia si adoptas esta creencia?», «¿Esta nueva creencia afectará tu


trabajo?», etc.

Modifiquen la nueva creencia para que contemple las posibles dificultades.


Su compañero

no requiere contarles cuál es la nueva creencia.

Todo lo que necesitan es una palabra que identifique el nuevo contenido.

Proceso de Cambio de Creencias

6) Creencia a duda.

Manteniendo el mismo contenido, cambien la creencia no deseada en duda,


usando una o

14
varias de las más poderosas submodalidades que descubrieron en el paso 4.

Por ejemplo, si las dos diferencias más poderosas eran de cine a la


diapositiva, y de

panorama cercado a imagen enmarcada distante, hagan que la cinta


panorámica disminuya

su velocidad hasta ser una diapositiva quieta a medida que se aleja y se


convierte en una

imagen enmarcada.

7) Cambio de contenido.

Usando alguna otra submodalidad, cambien el contenido de la creencia no


deseada antigua

a la nueva creencia. Usen algo que el cliente ya hace, o cualquier método


gradual

analógico.

Por ejemplo, si cuando el cliente duda, sus imágenes oscilan rápidamente


para atrás y para

adelante, en el tiempo podrán conseguir que vaya del contenido viejo al


nuevo contenido.

Pueden lograr que la imagen de la antigua creencia se sitúe tan distante que
sea imposible

decir lo que es, y que luego retome con la imagen de la nueva creencia.
Pueden hacer que

la imagen sea tan brillante u oscura que el viejo contenido desaparezca, y en


seguida

15
hacerla volver con el nuevo contenido, etc.

8) De la duda a la creencia.

Manteniendo el nuevo contenido, cambien la duda en creencia revirtiendo


los mismos

cambios de submodalidad que usaron en el paso 6.

Si al cambiar la ubicación a la derecha cambiaba la antigua creencia hasta


convertirla en

duda, ahora cambien la ubicación de nuevo a la izquierda para cambiar el


nuevo contenido

de duda a creencia.

Cuando hagan esto, asegúrense de estar muy alerta para captar cualquier
«resistencia» o

dificultad que afronte su compañero. Si la nueva creencia ha sido formulada


en forma

incompleta o tiene negaciones, alguna parte de la persona podrá objetarla.


Cuando

encuentren objeciones, atiéndanlas, recojan información y vuelvan al paso 5


para redefinir

la nueva creencia.

Comprobación del Cambio de Creencias

9) Formas de Comprobar:

Hay varias formas de comprobar. Pueden preguntar «¿Cómo piensas acerca


de esta nueva

creencia?». Soliciten información sobre submodalidades, y usen la conducta


no verbal para

16
confirmar (o no confirmar) el relato verbal.

10) Otra Forma:

Cuando la nueva creencia esté en su sitio, la antigua creencia con toda


seguridad cambiará

a las submodalidades de la incredulidad. Si averiguan cómo está


representada ahora la

antigua creencia, pueden compararla con las submodalidades de la duda,


que ustedes ya

conocen, o con las submodalidades del no creer, las que pueden averiguar
proponiéndole a

la persona que piense en algo en lo que definitivamente no cree.

Bibliografía para el Ejercicio de Cambio de Creencias con Submodalidades

Use su cabeza para Variar – Richard Bandler

Manual de Máster en PNL de IAFI

Máster en PNL – Salvador Carrión López

Creencias Limitantes

El mundo de las Creencias Limitantes es un tema tema verdaderamente


apasionante en el

mundo de la PNL y el desarrollo personal. El sólo hecho de pensar que lo


que «somos», es

decir nuestra identidad como personas está constituida en gran parte por lo
que creemos de

nosotros mismos nos hace pensar que si pudiéramos cambiar las creencias
que tenemos

17
sobre nosotros y sobre el mundo, lograríamos vivir una vida plena y
próspera en todo

sentido.

Nuestro sistema de creencias es un filtro que distorsiona toda la información


que recibimos

del mundo «real», de modo que la realidad se convierte en sólo un


espejismo. ¿Sabías que

la efectividad del tratamiento del cáncer basado en tomar veneno de


serpiente o reiki o

terapia basada en hierbas naturales tiene la misma efectividad que la


quimioterapia?,

¿Sabías que un estudio determinó que lo único que tienen en común los
pacientes que se

logran curar de un cáncer «terminal» es que creían que con el tratamiento


que llevaban a

cabo se iban a sanar, independientemente del tratamiento?. Existen muchas


otras

situaciones en que queda demostrado el poder de las creencias, como el


vudú y la magia.

Esto parece nuevo, pero en realidad los monjes budistas hace miles de años
ya entendían

la importancia de las creencias, por eso, al convertirse en monjes se


cambian el nombre,

pues el nombre en sí mismo tiene un conjunto de creencias que no


constituye la verdadera

18
esencia de la persona.

Las creencias son uno de los filtros más poderosos de nuestro mapa, pues
deciden qué, de

la enorme cantidad de información que recibimos, vamos a dar por cierto y


qué, vamos a

rechazar. Dado que las creencias suelen ser inconscientes, aceptamos los
datos que las

confirman y desechamos lo que las contradicen, de manera que, pase lo que


pase, se

fortalecen al punto de ser imbatibles.

Hacemos lo que creemos, y de la misma forma, dejamos de hacer aquello en


lo que no

creemos. Todo esto es bastante lógico, pero qué pasa cuando nos
encontramos con una

creencia que nos limita a realizar acciones que necesitamos o queremos


realizar.

FENÓMENOS VS INTERPRETACIONES

No es tanto lo que sucede sino la forma como lo interpretamos y el


significado que le

atribuimos, lo que configura nuestra experiencia. Tales sucesos pueden


haber sido de una

intensidad suficiente como para instalar una creencia de una vez y para
siempre, o pueden

19
haber sido situaciones quizás no muy importantes, pero sí reiteradas.

No es tanto lo que sucede sino la forma como lo interpretamos y el


significado que le

atribuimos debido a nuestras creencias.

Si bien el medio ambiente instala las creencias en el niño, éste no es el único


factor que las

origina. Hay en la vida acontecimientos significativos, que también influyen


sobre el sistema

de creencias. Hay sucesos difíciles de olvidar, que contribuyeron a cambiar


nuestra

percepción del mundo: la caída del muro de Berlín, el asesinato de Kennedy,


la llegada del

hombre a la luna, en el plano mundial. En el aspecto privado o doméstico,


puede ser una

enfermedad grave, una muerte en la familia, una desilusión amorosa, etc.

firme asentimiento y conformidad con algo. La creencia es la idea que se


considera

verdadera y a la que se da completo crédito como “cierta”. O sea que


nosotros, en nuestro

cerebro, cuando decimos “SÍ” a una creencia, esta comienza a formar parte
del software

20
operativo de nuestra vida, se convierte en el marco que va a definir nuestros
pensamientos,

sentimientos y acciones.

Realmente cuando alguien te dice que lo que crees lo creas, no lo dudes ni


por un segundo:

es verdad.

Estás dispuest@ a explorar lo que crees para CREAR UN MUNDO


DIFERENTE?

Cuando conocí la Programación Neurolingüística me pareció muy


interesante concebir las

creencias como “programas informáticos” que te van a poner unas gafas y


crear un

escenario vital determinado. Merece la pena detenerte un rato a explorar qué


estás

creyéndote, a qué estás diciendo “SÍ” y dando conformidad. ¿Te animas?

Otra cosa que me sorprendió fue la idea de que el cerebro muchas veces no
elige las

creencias por su nivel de “verdad esencial”, sino por un mero contenido


funcional en un

determinado momento de la vida. Hay momentos en que apoyarse en la


creencia de que si

tenemos poder sin límites cambia todo, y, sin embargo, hay otros en los que
aceptar mis

límites puede ser la puerta hacia la salud y la paz.

21
Entonces, ¿tengo poder sin límites o acepto mis límites? Ambas
afirmaciones son verdad, y

ambas han sido creencias fundamentales en diferentes fases de mi vida.

La PNL no se interesa en si las creencias son buenas o malas, verdaderas o


falsas sino en

si son limitantes o potenciadoras para ti.

Las creencias pueden ser más o menos útiles dependiendo del contexto, el
momento y de

tu personalidad. Por lo tanto, es importante cuestionarte:

¿Esta creencia o pensamiento me sirve?

¿Esta creencia está sacando lo mejor de mí?

¿Esta creencia contribuye al bienestar de las personas y del planeta?

O sea que hay creencias potenciadoras –que sacan a relucir nuestra mejor
versión– y

creencias limitantes que nos empequeñecen, ciegan y merman. Muchas


creencias que

fueron útiles en un momento dado de repente caducan y ya no nos hacen


bien.

¿Podrías tomar conciencia de qué creencias ya no te valen para ser feliz,


para ser tú

mism@ o ayudar a generar un cambio global?

Cuando nos atrevemos a parar el hacer, hacer, hacer… y comenzamos el


apasionante viaje

22
de revisar nuestras creencias para ver cuáles forman parte de mi software
actual, podemos

caer en la cuenta de que hay creencias heredadas que mantenemos por


aprendizaje

inconsciente, hábito o incluso por lealtad a la familia o a un grupo de


pertenencia y que

realmente ya no son nuestras.

Todos hemos heredado “joyas de la familia” o condicionamientos sociales:

El papel higiénico se pone así… ¿qué sucede si se pone al revés?

Hay que conseguir todo con esfuerzo… ¿siempre, siempre ha de ser así?

Los hombres son… las mujeres son… a los chicos les gusta … ¿esta
creencia ayuda a mi

relación actual o me hace estar menos disponible para él o ella?

Un buen jefe es aquel que… una buena madre/padre es aquel que… ¿quien
no hace eso

es un mal jefe… una mala madre/padre?

Hay otro tipo de creencias que han sido condicionadas y generadas por las
experiencias de

tu vida. A veces de forma más o menos inconsciente terminamos


desconfiando del entorno

tras haber experimentado una traición o confiando en nosotros tras un


triunfo.

Hay también creencias inconscientes, durmiendo, latentes, que emergen de


repente en

23
momentos de peligro o carencia. Muchas de las conductas supervivenciales
como llenar

nuestras despensas como si fueran un refugio nuclear pueden haber sido


heredadas de

unos padres que vivieron una guerra, escasez, economía ajustada… tú crees
que nunca te

afectó o que eso está superado, y sin embargo, y ante determinados


“estímulos” el software

automático se activa a tope.

Conviene decidir y cultivar creencias regentes que te puedan inspirar y guiar


como una

estrella de oriente que orienta en la noche. Yo tengo una creencia operativa


que me gusta

cultivar: lo que viene, conviene. No solo lo creo, sino que he decidido creerlo
y lo repito

continuamente ante cualquier suceso de la vida. A mí me funciona genial


esta creencia:

saca lo mejor de mí y me hace muy feliz.

¿Qué son las creencias?

Las creencias son afirmaciones, ideas y juicios sobre nosotros mismos,


nuestro entorno, el

mundo que nos rodea y la forma en la que funciona según nuestro punto de
vista.

Se trata de una idea que se ha internalizado tanto que ha pasado a ser un


reactor de

24
nuestras acciones en la vida.

Nuestras creencias filtran lo que captamos a través de nuestro sistema


sensorial, de

manera que determinan el significado que asociamos a cada vivencia en


particular, por

insignificante que esta nos parezca.

Las creencias provocan un gran impacto en cómo nos comportamos y los


resultados que

obtenemos en base a esos comportamientos.

“Tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto”

-Henry Ford

Coaching emocional Para Trabajar tus Creencias Limitantes

Las creencias limitantes son muy fuertes y no siempre somos capaces de


reconocerlas.

Pero, existen técnicas de coaching emocional que nos ayudan a detectarlas,


modificarlas e

instalar conscientemente nuevas creencias potenciadoras, es decir,


positivas. Esto nos

permite centrar nuestra atención en aspectos que antes pasábamos por alto
y así, dirigir el

foco en otras direcciones que puede que no hayamos considerado


anteriormente para ser

exitosos en nuestra vida.

Cuanto Antes Empieces, Antes Obtendrás Los Beneficios

25
Trabajar y reprogramar nuestro sistema de Creencias es muy sencillo con el
Coaching

Emocional y la Programación Neurolingüística. Si quieres desmontar los


bloqueos internos

que te impiden alcanzar tus objetivos de vida, las Sesiones de Coaching


Emocional con

PNL son ideales.

Creencias, ¿Qué son y cómo nos afectan?

Las creencias son esquemas cognitivos o ideas acerca de cómo es el


mundo, de cómo

funciona y de cómo se debe actuar ante las diferentes circunstancias de la


vida.

Adquirimos determinadas creencias a lo largo de nuestro desarrollo y


consideramos que

son ciertas. Por tanto son verdades subjetivas, convicciones que no deben
ser confundidas

con la verdad objetiva.

“Tus creencias no están hechas de realidades.

Es tu realidad la que está hecha de creencias”

Richard Bandler

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De este modo, nuestras creencias afectan directamente a nuestra manera de
percibirnos y

de percibir lo que nos sucede y, por tanto, repercuten en nuestras


preferencias, en las

decisiones que tomamos, las acciones que emprendemos en nuestra vida y,


finalmente, en

los resultados que obtenemos.

Ejemplos de creencias

Todos tenemos una capacidad y un potencial ilimitados. Sin embargo, desde


bien temprano

nuestro autoconcepto y nuestra forma de experimentar la vida se ven


limitados por ciertas

estructuras de socialización como la familia y la escuela.

Durante los primeros años vida interiorizamos creencias que van


limitándonos, a través de

las actitudes, frases y pensamientos de nuestros padres, abuelos y otras


personas

influyentes en nuestra infancia.

Estas creencias hacen referencia a todos los aspectos de la vida, como los
valores morales,

el género, la pareja, la sexualidad, el trabajo, la abundancia y la crianza, entre


otros.

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Por ejemplo, es posible que algunas de las siguientes frases te resulten
familiares:

“Los niños no lloran”, “Siempre conseguirás lo que te propones”, “Hay que


esforzarse

mucho para ganarse el pan”, “Eres un desastre”, “Tu felicidad es nuestra


felicidad”, “No

puedes confiar en nadie”, “Todos los ricos son unos ladrones”, “Cuando te
casas pierdes tu

libertad”, “No se puede confiar en los hombres”, “Deberías ser más


femenina”, “Los trapos

sucios se lavan en casa”, ”Esto me duele más a mí que a ti”, “Hay que
aguantar”, etcétera

Tipos de creencias: limitantes y potenciadas

Las creencias que hemos interiorizado a lo largo de nuestra experiencia vital


influyen en

nuestras acciones y calidad de vida, y estas pueden beneficiarnos o jugar en


contra de

nuestro bienestar.

Debemos comprender que las creencias actúan como un molde neurológico


en base al cual

elegimos, de manera inconsciente, de entre infinitas opciones una realidad


concreta.

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Así, sin darnos cuenta, nos ajustamos a una forma rígida de vivir nuestras
experiencias que

nos impide crecer y evolucionar. En este sentido, todas las creencias son
limitantes per se.

Por este motivo, debemos evitar usar cualquier creencia de una forma
inflexible, incluso

aquellas que en principio parecen potenciadoras. Por ejemplo, si creo que


“puedo conseguir

cualquier cosa que me proponga”, esto me puede generar un conflicto


interno en el caso de

no conseguir algo.

Por tanto, es el uso que hacemos de las creencias lo que les da el matiz de
limitantes o

potenciadoras.

Creencias conscientes: el cambio hacia la libertad emocional

Las creencias son como raíces, aprendidas desde la infancia, que nos llevan
a

posicionarnos en una interpretación de lo que observamos, impidiéndonos


en muchos casos

ver la auténtica realidad.

Nuestro sistema de creencias se ha formado a lo largo de numerosos


eventos que hemos

percibido como verdaderos o falsos según lo haya creído nuestro entorno


familiar, social,

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cultural, etc.

Cuando tomamos estas creencias como certezas funcionan como creencias


limitantes que

nos impiden ir más allá de ellas, porque definen cómo nos vemos. Es decir,
nos

identificamos con ellas y, por tanto, nos sentimos forzados a defenderlas y a


vivir de

acuerdo a las directrices que nos marcan.

Sin embargo, como adultos podemos tomar conciencia de nuestras


creencias, llevar a cabo

un juicio crítico sobre ellas y comenzar a cuestionarlas para poder


transformarlas.

Como transformar las creencias personales

No vemos el mundo como es, vemos el mundo como somos, y es importante


asumir un

papel proactivo en nuestras dificultades.

Cuestionar siempre todo, de lo más dudoso a lo más evidente, es el primer


paso para abrir

la mente a una visión más holística, a una conciencia de unidad,


entendiendo que aquello

que vemos es el reflejo de nuestras creencias inconscientes.

30
“Cuando vemos nuestras vidas, podemos estar mirando directamente
nuestras creencias

más verdaderas, y a veces más inconscientes, reflejadas en el espejo”

Gregg Braden

Las creencias que nos mantienen atrapados en una forma inflexible de vivir,
y que nos

hacen experimentar un bucle constante en nuestras vidas, suelen estar


alejadas de nuestro

nivel de conciencia.

Habitualmente, tenemos una explicación acerca de lo que nos ocurre y nos


aferramos a ella

por miedo a soltar el control de nuestras vidas. Así, inconscientemente,


proyectamos

nuestras creencias más profundas fuera de nosotros evitando, de este


modo,

responsabilizarnos.

Cuestionar nuestras creencias para crear la vida que queremos

Nos quejamos de la vida que hemos construido, sin hacer nada, temerosos
de lo que

cualquier cambio podría suponer para nosotros. Nos parece más sencillo
aferrarnos a lo

conocido que dejar atrás las quejas y justificaciones para comenzar a actuar
de forma

coherente.

31
De este modo, no nos cuestionamos para no arriesgarnos a cambiar y
esperamos que el

cambio que tanto anhelamos sea externo, que alguien o algo venga a
“salvarnos”.

En su libro Yo soy eso Nissagardata Maharaj explica: “Cuestionar lo habitual


es el deber de

la mente. Lo que la mente ha creado, la mente debe destruirlo. (…) La vía a la


verdad pasa

por la destrucción de lo falso. Para destruir lo falso, usted debe cuestionar


sus creencias

más arraigadas”.

Si no cuestionamos nuestras creencias podemos llegar a pensar que lo que


somos es lo

que nuestra mente nos dicta.

Precisamente, las experiencias de las que nos quejamos son excelentes


oportunidades

para identificar nuestras creencias personales más profundas, trascender


nuestra historia,

soltar nuestros condicionamientos y crear un auténtico futuro que no sea la


repetición del

pasado.

Creer es crear

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Curiosamente, la primera persona del singular del presente de indicativo del
verbo creer y la

del verbo crear se escriben exactamente igual: yo creo.

Ya lo dijo Miguel de Unamuno (1864-1936) al reflexionar sobre la fe religiosa


en Tres

novelas ejemplares y un prólogo: “Y la fe es la fuente de la realidad, porque


es la vida.

Creer es crear”. El escritor afirmaba que podíamos crear con la imaginación


y que “la fe no

es creer en lo que no vimos, sino crear lo que vemos”.

“Tus creencias se convierten en pensamientos,

tus pensamientos se convierten en tus palabras,

tus palabras se convierten en actos,

tus actos se convierten en tus hábitos,

tus hábitos se convierten en tus valores,

tus valores se convierten en destino”

– Mahatma Gandhi (1869-1948)

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