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Un viaje de Pasión, Transformación y Deseo

El elogio de la madrastra es una novela hecha por el aclamado escritor Mario


Vargas Llosa, pues esta obra como ninguna, nos despierta un gran interés por
conocer un mundo lleno de sensualidad acompañados con detalles eróticos
que nos sumergen en el poder de la narrativa. A lo largo, de esta obra
podemos ver como la sensualidad llega hacia lo más profundo de los
protagonistas convirtiéndolos en una fuerza increíblemente seductora que llega
a influir en las acciones y decisiones de estos, así como también van
descubriendo los deseos ocultos de su sexualidad llevándolos a desafiar los
límites de la moralidad.

Antes de hablar sobre el capitulo “Ojos como luciérnagas”, me centraré en


hablar sobre los límites de la moralidad que existían entre Fonchito y Lucrecia.
Pues desde el principio Alfonso siente una gran atracción por ella, gracias su
naturaleza seductora de la cual hablaré mas adelante a detalle. Esta atracción
prohibida que cada vez se va volviendo mutua puede volver la convivencia de
estas personas y del esposo de Lucrecia, Don Rigoberto, extraña, ya que
Lucrecia no estaría cumpliendo del todo con su rol de madrastra, por lo cual
estaría cruzando los límites de la moralidad por parte de los dos, a lucrecia por
no ponerle ningún pare al asunto, y a Alfonso por no respetar los límites con su
madrastra.

En el elogio de la madrastra el erotismo es un elemento poderoso que no


solamente se usa para resaltar la pasión y el deseo físico, sino también para
brindar una imagen intensa que enriquece la trama, y nos revela hasta lo último
de la naturaleza humana. En el capitulo “Ojos como luciérnagas”, Lucrecia, la
madrastra, parece deslumbrar a todos a su alrededor, especialmente a
fonchito, gracias a su increíble belleza seductora, y su presencia tan magnética
que se le es imposible pasar desapercibida. Mario Vargas llosa la describe con
una mirada intensa, con unos ojos como luciérnagas que brillan en la
oscuridad, agregando un toque mágico y misterioso a su figura.

A medida que se va desarrollando la historia, experimenta una profunda


atracción por su hijastro, y siente la tentación de seguir explorando esa relación
romántica, pero al mismo tiempo erótica con él. Lucrecia puede entender los
límites de la moralidad y las diferentes consecuencias de cruzar esos límites,
es consciente de las expectativas sociales que debería de seguir siendo la
madrastra, aunque al mismo tiempo podría estar tentada por sus verdaderos
deseos y sentimientos hacia Fonchito, y podría sentir también una profunda
culpa por como esta llevando su posición como madrastra. Y esto se puede ver
reflejado perfectamente cuando Lucrecia estaba desnuda en el baño, y
sabiendo que desde arriba su hijastro la observaba, no sintió el mas mínimo
rencor, es más, la excitación la inundó tanto que comenzó a asearse y moverse
aun desnuda para quien sabe con qué fin.

El erotismo entre Fonchito y Lucrecia representa una pesquisa personal de


placer, pues entre ellos dos buscan sus deseos más íntimos, Aunque Lucrecia
es puesta en presión por cumplir su rol social, el erotismo surge de una manera
inquebrantable, capaz de destrozar los limites de la relación, Lucrecia, en una
situación ambigua se debate entre sus deberes y sus instintos, no sabe que
escoger, si la pasión que siente por Alfonso o cumplir con sus expectativas
sociales. Esta tensión es tan fuerte que crea un problema interno con Lucrecia,
porque experimenta una lucha entre sus propios deseos personales y la
presión de conformarse. Es ahí en donde entra el erotismo y se convierte en un
catalizador para este problema, ya que representa la fortaleza que los atrae de
una manera tan fuerte a ambos.

Además, el erotismo también se presenta como una energía liberadora que


desafía fuertemente las convenciones sociales, haciendo que Lucrecia y
Fonchito logren explorar nuevos mundos sexuales. Pues a través del erotismo,
estos dos personajes se sumergen en un mundo lleno de sensualidad, lo cual
les permite ir descubriendo nuevas cosas de sí mismos, y satisfaciendo sus
deseos inmorales. Aunque el erotismo también podría generar un tipo de
tensión entre su relación, también les da una sensación de plenitud de
seguridad, permitiendo que puedan liberarse de cualquier expectativa impuesta
en la sociedad. Así mismo, el erotismo de Fonchito y Lucrecia revela y sobre
todo refleja las complejidades de las relaciones humanas mientras que su
conexión erótica se pone mas violenta, y ellos dos se enfrentan a una tormenta
de emociones y conflictos morales.
En conclusión, el desarrollo de los personajes del elogio de la madrastra,
representa un viaje en donde Lucrecia y Fonchito van descubriéndose a sí
mismos, a través de una relación llena de sensualidad y erotismo, explorando
nuevos placeres en donde liberan todo tipo de emociones y deseos, en donde
lo único que importa, es satisfacer los deseos de cada uno, dejando de lado lo
que verdaderamente eres en la sociedad.

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