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TALLER SOBRE EL ORDEN DE LO SIMBÓLICO, IMAGINARIO Y LO REAL

VALENTINA MONSALVE TORO

DANIEL ALEJANDRO MOTTA

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA


CONDUCTA HUMANA II
MEDICINA
IBAGUÉ
2022
Explique Cuál es el Registro de lo imaginario en el cuento y Cuál el de lo simbólico.
Aporte ejemplos de frases concretas de estos registros (Máximo,4 páginas).

Como sabemos lo imaginario es todo lo que se considera como propio de cada sujeto y depende
de su subjetividad, crianza y valores en los que se desenvuelve desde las primeras etapas de su
infancia. Contrario a lo real; lo imaginario depende de las perspectivas del yo y de cómo influyen
sobre mi opinión de los demás contextos que me rodean o de las personas que hacen parte de mi
realidad.

Por otro lado, lo simbólico hace parte de lo que establecen un grupo común de personas como
características exclusivas y excluyentes de una región especifica a la que pertenecen y de este
contexto simbólico nace la cultura, idioma y la idiosincrasia de un pueblo.

El cuento Los anteojos de Edgar Allan Poe publicado en el año 1956 data una historia de un
joven cuyo nombre era Napoleón Bonaparte pero que tuvo que cambiar para heredar una
cuantiosa herencia de sus familiares y por tal motivo se encontraba en la ciudad de New York,
donde es ambientado todo el relato. Este joven se enamora perdidamente de una elegante mujer
cuyo semblante era; según él, perfecto. Era la mujer que siempre había soñado. Es aquí donde el
joven realiza innumerables hazañas para conocer a la mujer por la cual quedo estupefacto que le
hizo dudar de su realidad y adentrarse en lo irreal que podía ser para él y cambiar su concepto de
amor a primera vista. Sin embargo, la historia no se centra en el amor; sino en la vanidad y lo
que esta puede llegar a hacer con las personas.

El joven cuyo nombre inicial era Napoleón, pero con el fin de recibir una cuantiosa fortuna
cambio a Simpson; se consideraba así mismo como dotado de ciertas cualidades físicas que le
hacían un sujeto agradable y considerado ante los ojos de la sociedad como un buen partido. Esto
genero en el un desagrado al uso de anteojos; la vanidad de no verse bien y ser aceptado en
sociedad hizo que el optara por no arriesgarse a ser considerado como poco atractivo.

El tema central de la obra para Poe era la necesidad de mostrar todos los problemas que puede
causar cegarse por la idea del espejo falso de la vanidad. La mujer de la cual se enamoró
perdidamente y se casó; era su tatarabuela que trataba de recuperar la herencia que le
correspondía.

Relacionando este relato a lo que nos corresponde propiamente. Es decir, el registro de lo


imaginario y lo simbólico se ve implicado durante todo el libro. En un contexto general lo
imaginario se podría deducir como la falsa imagen creada por el personaje principal Simpson a
raíz de una necesidad de encontrar una mujer que fuese perfecta para el y connotarla como tal.

Mientras que lo simbólico lo podemos encontrar generalmente en la ambientación cultural de la


historia; el amor a la opera por los ciudadanos de la elite neoyorquina y la vestimenta acorde a la
época en la que se ambienta la narración.

En particular podemos encontrar ejemplos explícitos de los registros de lo imaginario y lo


simbólico tales como

“mi nombre se convirtió en el de Simpson por disposición legal, con tanta repugnancia de mi
parte que en un momento dado vacilé en aceptar el legado que tan inútil y molesta condición
traía aneja” (Cortázar, julio 1956. de Obras en Prosa. Cuentos de Edgar Allan Poe. Alianza
Editorial. Pág.3).
El ejercicio de adoptar un nombre como propio hace parte del registro de simbólico; adoptamos
un nombre con el fin de ser partícipes propios y conscientes de la sociedad y la cultura de la que
formamos parte.

Como se había mencionado el registro de lo simbólico pertenece a todas las muestras culturales y
ambientales por lo que “El arte es incapaz de comunicar a un aria o a un recitativo una expresión
más apasionada de la que ella les infundía. Su versión de la romanza de Otello, el tono con que
pronunció las palabras «Sul mio sasso», en Los Capuletos, resuena todavía en mi memoria.”
(Cortázar, julio 1956. de Obras en Prosa. Cuentos de Edgar Allan Poe. Alianza Editorial. Pág.
11).

Las muestras culturales interpretadas por madame Lalande o lo que se considera como arte por
un publico en general que coincide y relaciona las muestras culturales como arte es un registro de
lo que simbólicamente un grupo de personas denotadas como sociedad considera que los
caracteriza.

Por otro lado; el registro de lo imaginario se denota en la idea falsa que tenía Simpson de
madame Lalande “…Era aquella la mujer más exquisita que jamás viera antes. El rostro estaba
vuelto hacia el escenario y, durante varios minutos, no pude distinguirlo, pero su forma era
divina; imposible usar otra palabra que expresé suficientemente sus admirables

proporciones; hasta ese término, «divino», parece ridículamente débil mientras lo escribo”
(Cortázar, julio 1956. de Obras en Prosa. Cuentos de Edgar Allan Poe. Alianza Editorial. Pág. 4).

“...En todo lo que decía notase una nobleza de alma, una candorosa dignidad que me deleitó y
me encantó, cerrando para siempre tan dulces cadenas. Apenas pude contener el excesivo
transporte que me dominaba” (Cortázar, julio 1956. de Obras en Prosa. Cuentos de Edgar Allan
Poe. Alianza Editorial. Pág. 11). De este modo denotamos el registro de lo imaginario en una
conceptualización falsa de idealización de la belleza por parte de Simpson y su necesidad por
idealizar la idea de amor a primera vista.

Finalmente, esta idealización de las realidades imaginarias y simbólicas nos dan un eje del cual
parte la sociedad y el individuo como tal; de la cual surgen sus ideas y ambienta su realidad que
es propia de sí mismo y a la vez forma parte de los demás.

De este modo, surge la necesidad de este tipo de registros para el análisis cualitativo tanto
individual como de una sociedad en general y de este modo tratar de relacionar el ser de la
persona desde un aspecto más psicoanalítico.

“El orden de lo simbólico, nos permite una lectura de lo Real que ha tergiversado el
Registro de lo Imaginario”

La lectura de estos tres registros se puede representar como elementos relacionados de forma
similar, sin dejar de lado lo que los hace particular. Estos tres registros permiten el
funcionamiento mental para que cualquier entidad, proceso o mecanismo de la mente pueda
enfocarse y analizarse en sus aspectos imaginario, real y simbólico. De ahí la frase "el orden de
los símbolos nos permite leer la realidad del registro que ha distorsionado la imaginación".
Corresponde al proceso de pensamiento de orden simbólico, que implica siempre un fundamento
o soporte en la realidad, y una representación imaginaria la cual es subjetiva y relativa.

Jacques Lacan, en las primeras etapas del desarrollo de la teoría (a partir de 1953), llamó al
conjunto de tres registros un acrónimo: S.I.R lo cual quiere decir, simbólico, imaginado y real.
Luego, en el contexto de los intentos de Lacan de formalizar la teoría matemáticamente después
de 1970, las siglas se invirtieron y pasaron a ser «R.I.S.» para determinar el lugar en la estructura
que ocupaba el símbolo en el primer sujeto, y se define como el “resto” sustraído de todas las
formalizaciones científicas y por lo tanto no puede ser matematizado.
La realidad es un concepto misterioso e indefinible en la teoría de Lacan, porque para poder
entenderlo se requieren otros dos dominios, se trata de lo no imaginario y no puede ser
simbolizado.

La verdad es que todo tiene su propia presencia y existencia y no se puede replicar. Aunque las
palabras son similares, no deben confundirse con el concepto de "realidad", sino que pertenecen
al orden lingüístico y tienen una estructura simbólica. La realidad emerge en el ámbito del sexo,
la muerte, el terror y el delirio. La realidad es lo que no podemos pensar, imaginar o expresar, es
decir, aquello que puede conceptualizarse, no puede expresarse con palabras o palabras, y
constituye una incertidumbre incontrolable. Sin embargo, no rompe por completo el orden
simbólico, sino que constituye el no contexto inherente al significante.
La imaginación, como su nombre indica, se basa en el pensamiento en imágenes, que según
Freud es el tipo más básico de pensamiento (representación).

En el concepto freudiano, la percepción deja huellas o marcas mentales, marcas perceptivas que
conforman un espacio mental compuesto por imágenes de todos los sentidos, así como del otro y
del cuerpo la composición del propio movimiento hace sintetizar la imagen de un sujeto
entendido como uno diferente del otro. El aporte de Lacan es conceptualizar este proceso,
definiendo desde el llamado estadio del espejo que el sujeto puede identificar su imagen como un
yo, distinto del otro. Esto requiere algún tipo de alienación estructural, porque lo que se llama
"yo" se forma a través de lo que es el otro, es decir, a través de la imagen del otro en el espejo.

Lo imaginario es la dimensión en la cual se desarrolla el pensar en imágenes, no solo visuales,


sino imágenes en sentido semiológico. La pregnancia del campo de lo visual se entiende porque
en la imagen visual quedan subsumidas todas las demás imágenes correspondientes al campo de
las representaciones de cosas, lo que torna imposible su reducción a las teorías de la transmisión
neurofisiológica de impulsos y donde resalta la importancia que tiene la "impresión sonora" en
contraste con la relativa irrelevancia que asigna a la correspondencia entre el campo de las
representaciones de la palabra y las de objeto.
Para comprender por qué Lacan señala a lo imaginario como la "dimensión del engaño",
podemos pensar en los ejemplos del espejo que él mismo ofrece. Las imágenes visuales son de
tanta importancia en este registro, que podemos tomar como modelo a las reflexividades e
ilusiones ópticas, que nos entrampan, y provocan nuestra fascinación. Siguiendo esta idea, la
sugestión y la hipnosis operarían sobre lo Imaginario. Lo simbólico es el registro psíquico que se
origina en el lenguaje y la instancia del Gran Otro, o bien, la Madre.

Debido a que no basta con poseer una noción de la propia imagen corporal (que como se ha visto
procede de otro); el Sujeto propiamente dicho surge recién mediante la inscripción en el orden
Simbólico (orden del lenguaje verbal y orden de la cultura) momento en el cual el infante
adquiere la habilidad de utilizar el lenguaje es decir, de materializar "su" deseo mediante
el discurso y con un pensar basado en símbolos.

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