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El delito es una conducta típica, antijurídica y culpable; al ser una conducta típica
tiene como característica la acción u omisión del tipo legal el cual está descrito
previamente según el modelo de comportamiento del cual cabe el hecho realizado.
La antijuricidad indica que la conducta típica lesiona o pone en peligro el interés
jurídico el cual el legislador ha querido tutelar mediante el tipo penal y por último
tenemos la culpabilidad en el se precisa el comportamiento típico y antijurídico el
cual se puede ejecutar como dolosa, culposa o preterí intencional y por ello es un
acto jurídicamente reprochado. La tipicidad, antijuricidad y culpabilidad integrarían
el concepto de delito como hecho humano punible sin embargo no deja espacio
libre para el fenómeno de la imputabilidad.
Uno de los autores más famosos que se ha tenido como Francesco Carnelutti
menciona en su tesis qué el negocio jurídico y delitos se acercan hasta el punto de
construir dos formas y obrar frente al derecho ese intento resulta incompatible con
la autonomía que en cada una de sus esferas muestra el derecho positivo; el
concepto de minoría de edad supone inmadurez mental tanto para el derecho
privado como para el derecho penal sus presupuestos cronológicos y sus
consecuencias jurídicas son diversos en uno u otro ordenamiento; es decir que le
edad civil no coincide con la edad penal y el acto realizado por el menor en el
derecho privado puede ser inexistente o nulo existen hipótesis en las que son
diversas ya qué acto del menor en materia penal genera medidas de simple
protección personal o de un contenido más o menos punitivo en el cual se destaca
la edad de su autor en el momento de cometer el hecho. Sin embargo el derecho
privado existen los conceptos de incapacidad absoluta y relativa las cuales tienen
consecuencias en relación con los actos realizados por una y otra categoría de
personas sin distinción en el ordenamiento penal. (Carnelutti, 1959)
En la teoría finalista se considera que la imputabilidad es tanto como capacidad de
culpabilidad y es entendida como capacidad del autor para comprender lo injusto
del hecho y para determinar su voluntad conforme a esa comprensión ya que la
capacidad la culpabilidad tiene un momento cognoscitivo y uno de voluntad, esta
capacidad de comprensión del injusto y de determinación de la voluntad sólo se da
si ambos se da en momentos conjuntamente en el que constituye la capacidad de
culpabilidad.
Existen varios factores en los que la doctrina considera como inimputables a los
menores de edad, los ancianos en ciertos casos, a los enfermos de mente, a los
sordomudos, a los indígenas y a quienes actúen en estado de grave alteración de
la conciencia ya sea aguda o crónica de ebriedad.
Debemos establecer que dentro de la In imputabilidad existen varios elementos
que conforman criterios los cuales se deben seguir criterios son: psicológico,
biológico, psiquiátrico y sociológico. El psicológico considera que el concepto en
imputabilidad depende de la capacidad o incapacidad de comprender por parte de
la gente el contenido de su comportamiento y por ello implica por tanto valorar la
capacidad mental del sujeto Por otro lado también tenemos otro elemento
importante que es el elemento biológico en este elemento biológico supone la
presencia de una anomalía biosíquica; la orientación sociológica se desenvuelve
en un medio social en el cual para determinar el comportamiento de la gente se
debe realizar un estudio de comportamiento para determinar qué tanto influye en
el agente y como último elemento encontramos el elemento psiquiátrico en el
descansa la comprobación médica de la existencia o no de una enfermedad
mental y esto va de la mano tanto con el psiquiatra como con el psicólogo.
Debemos analizar tres patologías que dentro de la escala supra citada podrán ser
tomadas en la capacidad de imputación: debilidad mental (oligofrenia), demencia
senil y parálisis general progresiva.