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IMPUTACION E INIMPUTABILIDAD

El delito es una conducta típica, antijurídica y culpable; al ser una conducta típica
tiene como característica la acción u omisión del tipo legal el cual está descrito
previamente según el modelo de comportamiento del cual cabe el hecho realizado.
La antijuricidad indica que la conducta típica lesiona o pone en peligro el interés
jurídico el cual el legislador ha querido tutelar mediante el tipo penal y por último
tenemos la culpabilidad en el se precisa el comportamiento típico y antijurídico el
cual se puede ejecutar como dolosa, culposa o preterí intencional y por ello es un
acto jurídicamente reprochado. La tipicidad, antijuricidad y culpabilidad integrarían
el concepto de delito como hecho humano punible sin embargo no deja espacio
libre para el fenómeno de la imputabilidad.

Imputar, según el diccionario de la real academia de la lengua significa que es


atribuir a otro una culpa, delito o acción. Para autores como Carrara, imputar
significa poner una cosa cualquiera en la cuenta de alguien (Carrara, 1956) y en la
opinión de Yanzi él considera que es atribuir un hecho a un sujeto. (Gallino, 1961).
Esto suele entenderse como una operación mental en virtud de la cual se atribuye
una determinada consecuencia jurídica a un hecho o situación condicionante y por
ello en un plano jurídico implica atribuir a una persona como suyo determinado
comportamiento que se le ha carrera consecuencias jurídicas.

La imputabilidad se predica como una calidad de quién es imputable y el imputable


aquel a quien se le puede imputar algo, de igual forma hay una diferencia entre
imputación e imputabilidad la cual es meramente formal; la imputabilidad es el
juicio que se forma de un hecho futuro y meramente posible a tiempo que la
imputación es el juicio de un hecho ocurrido; además, de ser la contemplación de
una idea.

Autores como Pereda se mostraba muy apáticos en el empleo del término


imputabilidad es imputable ya que el consideraba que la imputabilidad no es para
nosotros atributo ni cualidad del hombre sino de los actos que el hombre conciente
y voluntariamente produce. Se puede y se debe decir qué tal acción y sus efectos
son imputables al hombre pero decir que el hombre es imputable carece de
sentido cierto que el hombre tiene cualidades propias y más para que a él sólo se
le imputan los hechos, y en ese sentido puede y debe decirse que la imputabilidad
radica exclusivamente en algo peculiar del hombre una cosa que sólo al hombre
se le puede imputar hechos y otra cosa es que él sea imputable. La imputabilidad
es cualidad del acto, no del hombre; objetivo del acto que no afecta precisamente
a su entidad, en sí misma considerada, sino a modo de proceder; pero ese modo
es algo completamente objetivo; es decir que es real y lo que fundamenta su
atribución al hombre o sea, lo que fundamenta la imputabilidad. (Pereda, 1952).

Generalidades que se pueden decir de la imputabilidad ya que es un modo de ser


de la persona su comportamiento y por supuesto derivan de determinadas
consecuencias jurídicas en modo de ser está revestido en elementos psicológicos,
biológicos, psiquiátricos, culturales y sociales los cuales tienen una importancia
que se ven reflejados en la doctrina y que tienen una relación con el sitio que era
de ocupar este concepto dentro de la teoría del delito. Existen diversos enfoques
doctrinales que pretenden explicar el fenómeno de la imputabilidad y el papel
dentro de la estructura del delito, está la teoría tradicional, la teoría objetiva, la
teoría subjetiva, la teoría finalista y la teoría psicosocial.

Dentro de todas las teorías que ya he mencionado tenemos en la teoría tradicional


la cual está asumida por las escuelas clásicas y positivas en relación de esta
materia por ello para los clásicos la imputabilidad presupone inteligencia en
libertad moral de la persona que actúa ya que es necesario en los dos momentos
de la percepción y del juicio el agente haya estado iluminado por el entendimiento
y que en los dos momentos sucesivos al deseo y la determinación haya gozado de
la plenitud de su libertad; la plenitud de su fuerza moral, en esta teoría se supedita
el concepto de imputabilidad al fenómeno de libre albedrío que es tanto como
ubicar el problema de la libertad en el ámbito de la metafísica. La escuela positiva
hace descansar la imputabilidad sobre la mera actividad psicofísica del individuo;
basta que alguien realice un hecho descrito en la ley común delito y que su
conducta sea producto de su actividad bio psíquica para considerarlo como autor
imputable, es por eso que el sujeto debe responder penalmente porque su delito a
demostrado una personalidad peligrosa que debe ser sometida a readaptación
social. En la teoría objetiva la característica en la que se pretende explicar el
concepto y la función de la imputabilidad del punto de vista objetivo o por lo menos
dando un notorio predominio a dicho aspecto ya que la imputabilidad es capacidad
del hombre respecto de algo en el se diferencian en cuanto a predicado de dicha
capacidad que para unos es la acción y para otros el deber, el delito, destinado o
la pena. La imputabilidad es la capacidad jurídico penal del autor o sea la
capacidad de delinquir y como capacidad jurídica en general idónea para ser
sujeto de derechos y obligaciones; la capacidad de delinquir es idónea de ser
sujeto activo de delitos. Los imputables son incapaces de obligaciones jurídico
penales y la imputabilidad como capacidad jurídico penal activa presupuesto,
condición previa para la jurídica existencia del delito.

Uno de los autores más famosos que se ha tenido como Francesco Carnelutti
menciona en su tesis qué el negocio jurídico y delitos se acercan hasta el punto de
construir dos formas y obrar frente al derecho ese intento resulta incompatible con
la autonomía que en cada una de sus esferas muestra el derecho positivo; el
concepto de minoría de edad supone inmadurez mental tanto para el derecho
privado como para el derecho penal sus presupuestos cronológicos y sus
consecuencias jurídicas son diversos en uno u otro ordenamiento; es decir que le
edad civil no coincide con la edad penal y el acto realizado por el menor en el
derecho privado puede ser inexistente o nulo existen hipótesis en las que son
diversas ya qué acto del menor en materia penal genera medidas de simple
protección personal o de un contenido más o menos punitivo en el cual se destaca
la edad de su autor en el momento de cometer el hecho. Sin embargo el derecho
privado existen los conceptos de incapacidad absoluta y relativa las cuales tienen
consecuencias en relación con los actos realizados por una y otra categoría de
personas sin distinción en el ordenamiento penal. (Carnelutti, 1959)
En la teoría finalista se considera que la imputabilidad es tanto como capacidad de
culpabilidad y es entendida como capacidad del autor para comprender lo injusto
del hecho y para determinar su voluntad conforme a esa comprensión ya que la
capacidad la culpabilidad tiene un momento cognoscitivo y uno de voluntad, esta
capacidad de comprensión del injusto y de determinación de la voluntad sólo se da
si ambos se da en momentos conjuntamente en el que constituye la capacidad de
culpabilidad.

La teoría psicosocial obedece al hecho de qué sus sostenedores consideran la


imputabilidad como un fenómeno psicológico y sociológico el pensamiento de Von
Liszt puede ser sintetizar que la relación subjetiva entre el hecho y su autor sólo
puede ser psicológica en la cual ella determina el acto culpable y se entiende
como acción dolosa o culposa ejecutada por una persona. De la significación
sintomática de este acto culpable respecto de la naturaleza de su autor se deduce
el contenido material del concepto de culpabilidad pero la esencia de tal concepto
radica en el carácter social del autor cognoscible por el acto cometido y entendido
como conducta antisocial y por supuesto a la imperfección del sentimiento del
deber social necesario para la vida común en el estado y en la motivación
antisocial provocada por esta causa.

La imputabilidad es al propio tiempo un modo de ser y un modo de actuar en el


primero se refleja el Estado en el que se encuentra la personalidad en un
momento determinado de acuerdo con la forma en que funcionen sus esferas
intelectivas y volitiva ya que hay que ya le permita el individuo aprender en
identificar los estímulos y responder a ellos adecuadamente

La antes unicidad es la conducta contraria derecho se constituye como una acción


que violenta haciendo o dejando de hacer lo establecido por la ley, la conducta
antijurídica forma objetiva toda vez que indiferente lo que el sujeto propusiere sus
motivos o fines aún acciones personales, será de derecho desde un aspecto
formal y también implica acción de bienes jurídicos desde una visión material. Al
referirnos de antijuricidad tenemos que destacar que todos los componentes
jurídicos que se impone erga omnes rige por igual para todos sin excluir a los
inimputables y a los que actúan sin culpabilidad

La imputabilidad se tiene entendida que es la capacidad de la persona para


conocer y comprender la antijuricidad de su conducta y para autorregularse de
acuerdo con esa comprensión. Sin embargo, la imputabilidad sobre la persona de
15 prediquen capacidad para conocer y comprender dicha solicitud o para
determinarse de acuerdo con esa comprensión.

Existen varios factores en los que la doctrina considera como inimputables a los
menores de edad, los ancianos en ciertos casos, a los enfermos de mente, a los
sordomudos, a los indígenas y a quienes actúen en estado de grave alteración de
la conciencia ya sea aguda o crónica de ebriedad.
Debemos establecer que dentro de la In imputabilidad existen varios elementos
que conforman criterios los cuales se deben seguir criterios son: psicológico,
biológico, psiquiátrico y sociológico. El psicológico considera que el concepto en
imputabilidad depende de la capacidad o incapacidad de comprender por parte de
la gente el contenido de su comportamiento y por ello implica por tanto valorar la
capacidad mental del sujeto Por otro lado también tenemos otro elemento
importante que es el elemento biológico en este elemento biológico supone la
presencia de una anomalía biosíquica; la orientación sociológica se desenvuelve
en un medio social en el cual para determinar el comportamiento de la gente se
debe realizar un estudio de comportamiento para determinar qué tanto influye en
el agente y como último elemento encontramos el elemento psiquiátrico en el
descansa la comprobación médica de la existencia o no de una enfermedad
mental y esto va de la mano tanto con el psiquiatra como con el psicólogo.

Existen dos formas distintas en las cuales se desprende la imputabilidad de las


cuales se puede manifestar, la primera tiene su Genesis en el conocimiento ilícito
de su conducta, su falta de conciencia y suspensión. La segunda resalta el hecho
de desconocer la antijuricidad de su cometer, en este segundo. No tiene
relevancia jurídica por cuanto el derecho supone su conocimiento y quien alude su
desconocimiento de la norma no le servirá de nada, toda vez que la ley obliga a
saber de su existencia y contenido. Sin embargo, en la primera forma de
manifestación encontramos In imputabilidad de absolutas Tales como la
inmadurez psicológica y trastorno mental transitorio también debemos destacar
que existe otro lado de la imputabilidad como la imputabilidad relativa; es decir, en
este grupo se encuentran los sordomudos, la embriaguez y otros tipos de
imputabilidad relativa.

Algunos autores hablan también de la imputabilidad disminuida el cual es una


zona intermedia entre la razón y la inconciencia, estados limítrofes que
demuestran que la capacidad de comprensión y enjuiciamiento no están
totalmente suprimidos y que al contrario aparecen disminuidas; es decir, que entre
la plena imputabilidad y la inimputabilidad existe un estado intermedio el cual se
ha denominado como vizio parciale di menti esta denominación es italiana al igual
que también se ha dado una denominación por parte de los alemanes conocida
como imputabilidad disminuida. Este desequilibrio mental de la cual hablamos no
es una turbación profunda de la psiquis, si no aquella conmoción en la persona
que altera grandemente su capacidad psíquica al momento del hecho delictivo,
pues la inmutación que sufre el individuo anula la capacidad para querer y
entender el hecho que realiza y el resultado dañoso que consecuentemente
producirá.

Éste concepto es motivo de varias críticas por diversos estudiosos en la materia


ya que consideran que el conocimiento psicológico y psiquiátrico permite que el
menor no pasa súbitamente de una insuficiencia mental el pleno desarrollo de la
esfera intelectiva de su personalidad y de la inmensa gama de trastornos mentales
como psicosis, psicopatía y neurosis ya que van Desde la más profunda de las
alteraciones psicosomáticas hasta la más leves derivaciones de la personalidad y
este tipo de enfermedades afectan la esfera intelectiva de la personalidad como la
oligofrenia, la parálisis progresiva o la demencia senil en el cual muestran
situaciones en las que la capacidad de la comprensión y enjuiciamiento del
enfermo no está completamente suprimida si no disminuida en mayor o menor
intensidad.

En algunos casos cuando la gente manifiesta disminución de la capacidad no


podemos dejar de considerar edad de estos individuos para la sociedad, pues la
ley no puede detenerse a graduar quién es constituyen más peligro que otros es
aquí cuando se aplica una medida de seguridad a quienes obre con su capacidad
de autodeterminación disminuida pero por ningún motivo deberá considerarse
como una causa y correctamente deberá manejarse como la aplicación de una
medida asegura Tiba como el internamiento en un hospital psiquiátrico por ser un
individuo peligroso para la sociedad que no necesita corrección si no aislarse para
evitar que cause en su parcial inocencia daños a otros o asimismo. Es importante
precisar que para los médicos habilitados en la materia como los psiquiatras y
psicólogos asegurar que el desequilibrio mental perturbó la capacidad y volitiva
justo en el momento en que se perpetró el hecho delictivo y que se pruebe la
existencia de la mencionada anomalía mental la cual no podemos decir que
disminuye la culpabilidad o que desaparece, pues lo que sea minora es la
responsabilidad del individuo ya que no se le puede hacer responder en igual
medida como si fuese un hombre en sus capacidades plenas.

Debemos analizar tres patologías que dentro de la escala supra citada podrán ser
tomadas en la capacidad de imputación: debilidad mental (oligofrenia), demencia
senil y parálisis general progresiva.

La oligofrenia es una debilidad mental correspondiente a una falta del desarrollo


cerebral y repercute en las funciones intelectivas. Los retrasos mentales son
insuficiencias congénitas o en todo caso de comienzo muy precoz del desarrollo
de la inteligencia y suponen clásicamente a las demencias que son deterioros de
una inteligencia que se había desarrollado normalmente. Éste tipo de retrasos
mentales reflejan los trastornos precoces que imponen al débil mental una especie
de bloqueo en la organización funcional con el mundo que los rodea y las
actividades cognitivas. Este déficit de la evolución puede constituir una suficiencia
mental apreciable por trastornos instrumentales que afectan la estructura temporal
y parcial, poca capacidad psicomotora y lenguaje, trastornos globales de la
personalidad relacionados con la estructura psíquica. Debilidad mental puede ser
causada por diversos factores: factores hereditarios, factores patógenos
prenatales, factores en relación con el parto esto juega un punto importante ya que
los traumas o estéticos como causa para la explicación de enfermedades infantiles
como por ejemplo las hemiplejía y diplejía entre otras enfermedades, factores
procedentes del medio neonatal en las cuales corresponde a causas culturales,
sociales y familiares que pueden influir en el desarrollo intelectual del niño a esto
se le agrega también la contaminación ambiental y debido a que el cociente
intelectual varía de acuerdo al medio social en que se desenvuelva tiene una
doble influencia y el medio al cual se circunscribe.
En Panamá, el código penal regulada la imputabilidad e inimputabilidad en el
Titulo II Hechos Punibles y Personas Penalmente Responsables, Capítulo V
artículos 35, 36, 37 y 38

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