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UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

Facultad de Ciencias Sociales y Humanas


Doctorado en Ciencias Sociales

La political ecology : una introducción


- Thierry Pignolet -

Doctorando en ciencias políticas y sociales


(thierry.pignolet@udea.edu.co)

Directores de tesis
Profesor Claudia Patricia PUERTA SILVA, Universidad de Antioquia, Colombia
Profesor Frédéric LOUAULT, Université libre de Bruxelles, Bélgica

Exposición en el grupo de investigación


"Recursos Estratégicos, Región, y Dinámicas Socioambientales"(RERDSA)
Instituto de Estudios Regionales (INER)
- 2 de octubre de 2017 -
POLITICAL ECOLOGY
Exposición en el grupo RERDSA, INER, UdeA
02 Oct 2017

- PLAN -

1. La historia de la political ecology

1.1. Investigación comprometida


1.2. Ruptura ideológica
1.3. Evolución epistemológica
1.4. Ecología política latinoamericana

2. Bases teóricas y metodológicas de la political ecology

2.1. Los grandes paradígmas


2.2. Los temas principales
2.3. Las preguntas disciplinarias y epistemológicas
2.4. Las numerosas metodologías

3. Características de las political ecologies

3.1. Ni una teoría ni una métodología


3.2. Historias de una comunidad de prácticas
3.3. La variedad y calidad de sus textos
3.4. Historias de justicia e injusticia
3.5. Uso de una dialéctica humana - no humana
3.6. Contradicciones al inicio, contradicciones al final
3.7. (Afirmarciones sobre las) afirmaciones sobre el estado de la naturaleza

4. La political ecology hoy

4.1. La political ecology académica


4.2. Redes de political ecology en el mundo
4.3. Publicaciones de political ecology

5. Conclusión

6. Bibliografía

7. Fotos del encuentro

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1. HISTORIA DE LA POLITICAL ECOLOGY

1.1. Investigación comprometida (Gautier & Benjaminsen 2012)

Para comprender mejor la historia y la evolución de la political ecology, son necesarias dos claves de
lectura. Esto se relaciona más con el compromiso político de los investigadores que con la
epistemología de la political ecology.

En primer lugar, es difícil disociar el pensamiento científico de la political ecology del compromiso
político del investigador. Los investigadores que trabajan desde una perspectiva de political ecology
son tanto científicos generalmente marxistas o post-estructuralistas como científicos comprometidos.
Esta es una de las especificidades de este enfoque.

En segundo lugar, la historia de la political ecology no puede disociarse de la investigación sobre el


desarrollo de los países del Sur. Los ecologistas políticos se interesan especialmente por situaciones en
que determinados grupos sociales se ven privados de sus derechos fundamentales; en particular, el
derecho a un territorio, a la identidad y a la autonomía política. Arturo Escobar (1995), por ejemplo,
reinvidica los derechos a la libertad de expresión de opiniones sobre el desarrollo, sobre los asuntos
económicos.

1.2. Ruptura ideológica (Gautier & Benjaminsen 2012)

La political ecology nació en la década de 1970 como resultado de una crítica contra dos tipos de
trabajos científicos.

Primero, había los trabajos basados sobre las teorías neomalthusianas (trabajos que vinculaban las crisis
ambientales con el crecimiento demográfico, y que casi no mobilizaban lo social y lo político) (Bryant
2001, Robbins 2012). Al proponer más bien un marco de pensamiento desde la economía política, la
political ecology permite comprender los diversos juegos de poder que afectan a los actores y lugares,
así como las circunstancias específicas en las que se expresa la crisis ambiental.

Segundo, además de la crítica de los análisis neo-malthusianos, la political ecology nació criticando las
teorías de la modernización y la eficiencia económica que prestan poca atención a la influencia de los
poderes político-económicos. Estas teorías perciben las crisis ambientales principalmente como el
resultado del mal uso de las modernas técnicas de gestión económica, explotación y conservación. La
political ecology, por su parte, considera que las crisis ambientales son el resultado de las luchas de
poder por el acceso a los recursos (Watts 2000).

La political ecology cuestiona la idea de que la degradación ambiental sólo puede abordarse mediante
un enfoque objetivo en los campos de la ciencia y la tecnología. Ella trata de ver a la naturaleza, no
como un terreno neutral, sino como un actor en un contexto geográfico e histórico específico.

1.3. Evolución epistemológica (Gautier & Benjaminsen 2012)

Entre los años sesenta y setenta, la political ecology no nació sólo en oposición a las teorías
neomalthusianas o a la ineficiencia económica de la idea occidental de la modernización. Los
precursores de la political ecology también creían que la ecología cultural y la antropología ecológica
son demasiado localizadas y estáticas para ser plenamente operativas en la comprensión de las
relaciones hombre-ambiente.

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Es así que la political ecology también surgirá de la integración de la antropología ecológica en los
análisis estructurales político-económicos. La ecología política se definirá entonces, en primer lugar,
como la fusión de la ecología cultural y la economía política.

Varias definiciones de referencia de la political ecology enfatizan la fusión entre las ciencias sociales
con un fuerte anclaje social con la economía política:

• Blaikie & Brookfield (1987) : "La political ecology combina las preocupaciones de la ecología y
la economía política en sentido amplio. En conjunto, esto abarca la dialéctica en constante
cambio entre la sociedad y los recursos naturales, pero también dentro de las clases y grupos de
la sociedad misma".
• Greenberg & Park (1994): "La political ecology es una síntesis de la economía política -con un
énfasis en la necesidad de distribuir energía en relación con la actividad productiva- y el análisis
ecológico en su visión más amplia de las relaciones bioambientales".
• Peet et Watts (1996) : "La political ecology está en la encrucijada entre las ciencias sociales
ecológicamente arraigadas y los principios de la economía política".

Aquí, el término "economía política" debe entenderse en el sentido anglosajón de political economy,
que es una corriente de las ciencias sociales que describe y analiza la actividad económica en relación
con los datos políticos. Este enfoque es de inspiración marxista, con énfasis en los temas de producción
y en un marco de pensamiento estructuralista. Pero aquí estamos hablando más bien de un enfoque
neomarxista, porque los hechos políticos o culturales son más importantes que los hechos económicos.

De hecho, la primera versión de la political ecology, desde fines de los años setenta hasta mediados de
los ochenta, está fuertemente marcada, por su intimidad con la economía política, por una explicación
marxista del mundo y el marco del pensamiento estructuralista (Watts 1983, Blaikie 1985, Bunker
1985).

A finales de los años ochenta, la political ecology fue más allá del marco marxista del pensamiento, que
consideró demasiado determinista para tener en cuenta la complejidad de las interacciones sociedad-
naturaleza. La political ecology inaugura así su segunda era epistemológica, uniéndose a una visión
postestructuralista: la naturaleza y los identidades y intereses de los actores son entonces considerados
como no objetivos y contingentes (Escobar 1996). Se analiza la forma de conocimiento y la forma en
que se ha producido este conocimiento. Las preguntas son ahora: ¿qué sabemos acerca del cambio
ambiental, cómo se ha adquirido y transmitido este conocimiento?

Esta evolución de la political ecology del neomarxismo hacia el post-estructuralismo se confirma en los
años 1990 mediante la adopción del análisis del discurso.

Para David Campbell (2013), "el discurso se refiere a una serie específica de representaciones y
prácticas a través de las cuales significados son producidos, identidades [son] constituidas, relaciones
sociales [son] establecidas, y resultados políticos y éticos [son] hechos más o menos posibles".

Una definición de referencia mostrando esta evolución de la political ecology es la del antropólogo
colombiano Arturo Escobar (1999): "La political ecology es el estudio de las múltiples articulaciones
de la historia y la biología, así como de la mediación cultural a través de la cual estas articulaciones se
establecen necesariamente".

Hoy en día, a pesar de este marco epistemológico del post-estructuralismo, sigue habiendo una tensión
entre los que se basan en un análisis político-económico (Michael Watts) y los que se apoyan en
análisis ecológicos empíricos (Piers Blaikie).

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1.4. Ecología política latinoamericana (Alimonda 2016, Leff 2015)

En América Latina, hay una gran tradición de pensamientos críticos sistematisada en el ámbito de las
ciencias sociales : la teoría de la dependencia (dominación económica, desigualdad social y destrucción
ecológica impuestas por Europa y los Estados Unidos), el estructuralismo económico (Raúl Prebisch,
CEPAL), las teorías críticas (teorías del intercambio inegal, del subdesarrollo y de la dependencia del
tercer mundo desde un primer mundo que organiza el sistema mundial) con autores como Dos Santos
(1978), Wallerstein (1974), la Teoría de la Liberación -entre otros.

La ecología política latinoamericana tiene sus raíces en esta gran tradición crítica, pero ella comparte
con la political ecology una identidad disciplinaria en el estudio de las relaciones de poder que recorren
todas las estructuras / estrategias teóricas, discursivas y económicas en la apropiación social de la
naturaleza (Marx 1965, Foucault 1980a). Mas específicamente, la ecología política latinoamericana
concierne notablemente la deconstrucción de las teorías (occidentales), las formas de pensamiento
descolonizadoras y la confrontación de estrategias poder/conocimiento occidentales que dominan el
medio ambiente y los pueblos latinoamericanos.

Para Arturo Escobar (2016), el pensamiento crítico latinoamericano se está reconstruyendo entre dos
componentes, por una parte los movimientos autonómicos (que reivindican sus identidades
diferenciadas, su autonomía y reconstrucción cultural, la ampliación o instalación de derechos) y, por
otra parte, lo que denomina "el pensamiento de la Tierra" (movimientos que se basan en la relación
única que las comunidades tienen con la naturaleza localizada y sus territorios).

2. BASES TEÓRICAS Y METODOLÓGICAS DE LA POLÍTICAL ECOLOGY

2.1. Los grandes paradígmas (Edkins 2007)

La political ecology anglosajona actual se basa esencialmente en el post-estructuralismo y el


desconstruccionismo.

El post-estructuralismo es una visión del mundo. Los investigadores que trabajan en esta visión son
escépticos acerca de la posibilidad de explicaciones teóricas globales para las cosas del mundo. No
buscan grandes teorías, sino que examinan en detalle cómo el mundo se ve y cómo se piensa en
momentos históricos específicos.

Para el pensamiento postestructuralista, no hay punto de vista del mundo desde el cual el mundo pueda
ser observado: todas las observaciones y todos los sistemas teóricos, en la teoría física o las ciencias
naturales, así como la teoría social, forman parte del mundo que tratan de describir. Las teorías no son,
ni pueden ser políticamente neutrales, e inevitablemente tienen un impacto social y político. La
formulación de una teoría se considera una práctica social entre otras prácticas sociales. El investigador
no es un observador separado de su problema, pero inevitablemente participa en él.

El post-estructuralismo estudia cómo las prácticas sociales particulares funcionan en términos de


relaciones de poder y las formas de pensamiento que tales prácticas producen o sostienen. Los temas
que pasan por el post-estructuralismo son la subjetividad, el lenguaje y el discurso, las relaciones de
poder y la biopolítica, y la deconstrucción.

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2.1.1. Subjetividad

Para el post-estructuralismo, el sujeto no llega al mundo plenamente formado. Se desarrolla a través de


la educación y la socialización. De acuerdo con este modo de pensar, el "sujeto" y el "mundo" no son
distintos: son producidos ambos, o constituidos mutuamente, por prácticas sociales, culturales y
particularmente políticas.

2.1.2. Lenguaje y discurso

Para el post-estructuralismo, lo que se dice es significativo debido a las asociaciones con lo que no se
dice. Foucault exploró la conexión entre las diferentes cosas que se dicen y las otras prácticas sociales
en las que estas "cosas dichas" se integran en una episteme particular. Estos diferentes epistemes se
caracterizan por diferentes maneras de ver el mundo (Foucault 1970). El enfoque de Foucault también
se ocupa de la continuidad entre las prácticas discursivas y otras prácticas sociales. El discurso no se
limita a las formas escritas o al lenguaje mismo, sino que se extiende a todos los sistemas simbólicos y
a todas las formas de práctica social que, por definición, involucran a tales sistemas. Foucault ha
mostrado la forma en la que el conocimiento está vinculado a las formas de subjetividad o sujeto a las
que da lugar. Arturo Escobar (1995) utiliza el mismo razonamiento al hablar del desarrollo del Tercer
Mundo, un proceso que no produce el resultado deseado. Sin embargo, este proceso aún se mantiene,
porque sirve para delimitar a ciertos países que necesitan desarrollo y por lo tanto intervención.

2.1.3. Relaciones de poder y biopolítica

Foucault sugiere una nueva manera de pensar sobre el poder. Para él, el poder se produce en las
relaciones. Así, no habla de "poder", sino de "relaciones de poder". El poder se produce de una manera
dispersa, a través de una serie de relaciones de poder que tienen lugar a un nivel micro durante las
interacciones sociales. El poder no está separado de la resistencia, sino que la crea.
Foucault insiste en una estrecha relación entre poder y conocimiento. Habla en términos de "regímenes
de verdad", sistemas de relaciones de poder que determinan qué mecanismos se utilizan en un
momento determinado para determinar lo que cuenta como verdad. Cada sociedad tiene su propia
manera de autorizar la "verdad". Los intelectuales están estrechamente involucrados en estos
regímenes. Cada sistema de relaciones de poder produce sujetos particulares y, al mismo tiempo,
genera conocimiento sobre estos temas. Foucault también sostiene que el poder soberano del Estado,
que implica el poder sobre la muerte, ha sido complementado por el biopoder, el poder sobre la vida o,
más específicamente, sobre las poblaciones. Para él, el Estado está aplicando cada vez más estas
prácticas, dirigidas a poblaciones enteras.

2.1.4. Deconstruccionismo

El deconstruccionismo, método de Jacques Derrida (1976), es un riguroso análisis de texto y su


interpretación que busca abrir las contradicciones que sustentan el discurso, basado en la superación de
oposiciones conceptuales rígidas (masculino/feminino, sujeto/objeto).

2.2. Los temas principales (Robbins 2012a)

Se puede decir que 5 temas principales unifican la investigación dentro de la political ecology. Estos
temas son las siguientes.

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2.2.1. La degradación y la marginalización

La sobreexplotación de los recursos naturales es justificada por la necesidad de "desarrollo" evocado


por los Estados que buscan una mayor integración en los mercados regionales y mundiales. Esto puede
conducir a un aumento de la pobreza y, de forma cíclica, aumentar la sobreexplotación. Se supone que
la gestión sostenible del medio ambiente por parte de las comunidades locales, así como sus prácticas
locales, se vuelven insostenibles debido a las empresas estatales y externas que imponen nuevas
instituciones. Esto también conduciría a una disminución de la equidad en la distribución de los
recursos.

2.2.2. La conservación y del control de los recursos

La political ecology constata que el papel del control de recursos y paisajes se quita a los productores y
grupos de productores locales, supuestamente para preservar la sostenibilidad, la comunidad y la
naturaleza. El Estado y los intereses mundiales, que pretenden conservar el medio ambiente, de hecho
desactivan los medios de subsistencia, la producción y la organización sociopolítica de los sistemas
locales. Por último, el trabajo de la political ecology muestra que las prácticas de producción locales e
históricas son presentadas por los Estados u otros actores del control de recursos como modos de
producción insostenibles.

2.2.3. Los conflictos ambientales y la exclusión

La apropiación o el almacenamiento de recursos naturales por parte de las autoridades estatales,


empresas privadas o élites sociales crea conflictos entre grupos de género, clase o etnia. Algunos
grupos sociales, aprovechando las directrices de gestión ambiental de las autoridades estatales o
empresas privadas, "socializan" los problemas ambientales, cuando controlan los recursos colectivos en
detrimento de otros grupos. Finalmente, se crea un "ecologismo" de los conflictos existentes entre las
comunidades, a través de cambios en las políticas públicas para el manejo de los recursos naturales.

2.2.4. Los sujetos ambientales y de la identidad

Los regímenes de gestión ambiental institucionalizados, que transmiten relaciones de poder, han
llevado a la aparición de nuevos tipos de personas, con sus propias definiciones, sus propias visiones
del mundo, sus propias ideologías y su propio comportamiento ecológico. En consecuencia, nuevos
regímenes y condiciones ambientales crean oportunidades o imperativos para los grupos locales en
términos de seguridad y representación política. Esta acción política, a través de sus nuevos
componentes ecológicos, modifica las relaciones entre los grupos sociales, a través de la clase, de la
etnia, y del género.

2.2.5. Los actores y objetos políticos

Las características físicas de la naturaleza no humana y sus componentes (como el clima, una nevera,
las bacterias, la hierba de las praderas, cabras, los suelos tropicales) dificultan la lucha entre los
representantes de la naturaleza humana y por lo tanto inevitablemente también se vuelven políticos.
Mientras tanto, estos agentes asumen nuevos roles y cobran nueva importancia, y también son
transformados por estas interacciones. Personas, instituciones, comunidades y Estados se unen y
forman redes emergentes, aprovechando su poder e influencia, así como organizaciones y comunidades
no humanas. Pero en la historia reciente, las instituciones hegemónicas y los individuos (ministerios de
medio ambiente, multinacionales, silvicultores corruptos) han controlado y dirigido cada vez más
conexiones y transformaciones nuevas, dando lugar a consecuencias no deseadas o resultados a
menudo perniciosos. En este proceso, la resistencia surge de alianzas entre humanos y no humanos

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tradicionales, alternativas o progresistas que son marginadas por tales esfuerzos - especialmente a nivel
de clase, étnico o de género.

2.3. Las preguntas disciplinarias y epistémológicas (Gautier & Benjaminsen 2012)

La political ecology obliga a estudiar las diferentes realidades y percepciones de los fenómenos
ecológicos y sociales que interactúan. Por lo tanto, ella busca, en primer lugar las pruebas de los
procesos ecológicos en el trabajo; en segundo lugar, la evidencia de las interdependencias entre estos
procesos y las poblaciones que los generan y se someten a ellos; y en tercer lugar, la evidencia de
factores políticos y económicos a los niveles meso y macro que cambian la relación entre los
ecosistemas y las poblaciones que dependen de ellos.

Primero tenemos las disciplinas que observan el nivel local, el estado del medio ambiente y las
prácticas sociales de las poblaciones locales, es decir, la ecología cultural y la historia ambiental. Las
preguntas clave son las siguientes. ¿Cuáles son las estrategias y prácticas en el uso y manejo de
recursos por los diferentes usuarios? ¿Cómo estos diferentes modos de uso de los recursos afectan sus
características ecológicas y biológicas? ¿Cuáles son las instituciones básicas para el uso y manejo de
los recursos? ¿Hasta qué punto estos modos y prácticas de uso de recursos son indicativos de la
adaptación a los cambios en el entorno biofísico y social?

La economía política se centra, con una perspectiva histórica, en los procesos de acceso y control, así
como en la acumulación de recursos y riqueza. Las preguntas clave son: ¿Qué cambios han ocurrido en
la forma en que se producen, extraen, utilizan o administran los recursos? ¿Cómo ocurre el proceso de
acumulación de riqueza? ¿Cómo se regula el acceso y el control sobre los recursos? ¿Qué tipos de
procesos de marginalización o desposesión están ocurriendo?

El post-estructuralismo, el desconstruccionismo y los estudios científicos se basan en el análisis de


discursos, del conocimiento y de las representaciones. Las preguntas clave son las siguientes. ¿Cuáles
son las reclamaciones o contra-reclamaciones que existen en torno a un conflicto? ¿Qué discursos
dominantes hacen los grupos o instituciones sociales para legitimar sus reivindicaciones? ¿Cuáles son
los orígenes de estos discursos? ¿Qué historias construyen las partes para justificar sus reclamaciones?

2.4. Las numerosas metodologías

2.4.1. Metodología general (Gautier & Benjaminsen 2012, Robbins 2012)

El corpus metodológico general que se encuentra en todos los escritos de la political ecology se basa en
la interdisciplinariedad, el cambio de escalas, los estudios detallados, y el análisis de los discursos
políticos.

La interdisciplinariedad se debe a la necesidad de confrontar la realidad biofísica y social local con


las políticas que actúan sobre esta dialéctica naturaleza-sociedad, y con los discursos que las
fundamentan. Por lo tanto, debemos estudiar los procesos ecológicos y las prácticas locales, las
percepciones, los juegos institucionales y los juegos de poder, y la acción política ambiental es
necesaria.

A nivel local, se realizan estudios de campo detallados para recopilar evidencias de procesos
ecológicos en curso, de prácticas de las comunidades locales y de sus percepciones hacía el medio
ambiente, y de las relaciones de poder locales que limitan estas prácticas y alteran las percepciones.

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Una de las originalidades de la political ecology es analizar discursos para confrontarlos con la
realidad socioambiental observada. Se cuestionan tanto los argumentos en los que se basan las políticas
públicas ambientales, como las verdades ambientales científicamente establecidas. Los political
ecologists analizan los discursos y narrativas para resaltar la estrategia política de los principales
interesados (gobiernos, multinacionales y ambientalistas).
El aspecto histórico es importante: se examina la historia de las relaciones entre las comunidades
locales y su entorno para explicar las disfunciones y los conflictos locales.
Además, el discurso es visto como una articulación entre saber y poder. La inspiración de este método
fue tomada por los post-estructuralistas americanos en la obra de Michel Foucault. Este filósofo francés
ha mostrado cómo las prácticas a lo largo de los siglos están vinculadas al discurso que indica lo que
tiene significado y lo que no, lo que es verdadero y lo que no, así como las formas aceptables de decir y
hacer (Foucault 1961, Foucault 1966, Foucault 1975) -o sea lo que llamó el régimen de verdad de cada
sociedad. Muchos political ecologists se refieren a Michel Foucault para analizar cómo los discursos
dominantes establecen verdades sobre el medio ambiente y el desarrollo. El análisis del discurso sobre
las cuestiones ambientales se ha vuelto importante con la globalización y la fluidificación del
intercambio de ideas, que implican que un pequeño número de discursos tienden a invadir todo el
planeta.

Tambien se combina las escalas de diferentes


maneras en la observación geográfica y en el
análisis: del nivel local al nivel global, del
nacional al regional -y viceversa (Dollfus 1970,
Dollfus 1971). Blaikie y Brooffield (1987) han
ideado un método que propone utilizar una
cadena explicativa para identificar y caracterizar
el origen de la degradación ecológica. Este
método comienza con un estudio a nivel local
(como en ecología cultural), el manejo de recursos
por individuos, hogares o grupos sociales. Estas
poblaciones explotan recursos directamente, más
o menos controlados por las normas
institucionales que se aplican a su nivel. Pero la
ecología política también intenta, a través del
cambio de escala, explicar los conflictos
socioambientales locales a partir de los discursos
dominantes, así como de los mecanismos políticos
a los niveles nacional, subregional o global.

Pero este método no es realmente nuevo.


Humboldt, por ejemplo, lo utilizó en su tiempo
para describir el declive de los campos de perlas Illustration 1: Chain of explanation
de Cumaná (en Venezuela), y destacar la (Blaikie & Brookfield 1987)
voracidad creciente de la economía que causaba cambios ambientales. Humboldt estableció así una
cadena de explicaciones (como ésta), con los campos de perlas y sus ciclos reproductivos, con los
productores y sus técnicas de pesca, con los mercados y sus demandas, y finalmente con los Estados y
los poderes coloniales, con su propensión a acumular ganancias a corto plazo en lugares alejados del
sitio de extracción.

De hecho, no todos los estudios de political ecology incluyen todos estos elementos, ya sea por el
contexto regional, o por la importancia de un vínculo específico para el investigador. Por ejemplo, uno
puede centrarse sólo en cómo las autoridades estatales responden a las élites y presiones económicas

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para determinar la regulación de formas específicas de minería. También podemos examinar cómo las
comunidades locales reaccionan de manera diferente a los arreglos institucionales, movilizando
diferentes recursos para adaptar su uso de los recursos naturales. El problema, pues, es seleccionar la
secuencia de variables relevantes y la escala apropiada - lo que debe ser guiada parcialmente por la
teoría. El desarrollo de la cadena de explicación es tanto un arte como una ciencia: "El talento en la
explicación debe estar en la capacidad de captar algunas variables estratégicas que están causalmente
relacionadas y son relativamente sensibles al cambio. De esta manera, se pueden identificar las
variables políticas y los caminos más prometedores para el cambio social" (Blaikie y Brookfield 1987
p.48).

2.4.2. Metodologías específicas (Doodlittle 2015)

Como lo muestra Doodlittle (2015 pp.520-521) -ver anexo-, hay una multiplicidad de métodos
disponibles en la political ecology, que van desde lo material a lo discursivo, desde la evidencia
empírica de la ecología hasta las preocupaciones post-estructuralistas con el poder, el conocimiento y el
discurso. Los métodos disponibles generalmente se dividen en tres categorías, los métodos cualitativos,
cuantitativos y participativos. Estos son métodos comúnmente utilizados en la antropología, en la
geografía humana y en la sociología.

Los métodos cualitativos se utilizan para explorar los procesos sociales y políticos que influyen en el
cambio ambiental. La investigación busca entender las perspectivas de personas estrechamente
relacionadas con el paisaje u otros recursos naturales, y responden a la pregunta "por qué?". Estos
métodos incluyen la observación participante, las entrevistas, las historas de vida, el análisis del
discurso, el análisis de archivos, los grupos focales, la fotografía, etc.

Luego tenemos los métodos cuantitativos, que generan datos sobre dinámicas sociales (por ejemplo,
sobre la economía doméstica, o la demografía) y realidades biofísicas (por ejemplo, la erosión del
suelo, la deforestación). Se dispone de datos cuantitativos tanto para el análisis estadístico como para la
replicación empírica. Ellos responden a la pregunta "¿qué?". Estos incluyen las encuestas, la
teledetección y el Sistema de Información Geográfica (SIG), y otros indicadores específicos.

Por último, existen métodos participativos, que consisten en generar datos (cualitativos o cuantitativos)
en colaboración con las poblaciones locales. Estos son, por ejemplo, los agendas agrícolas o de uso de
recursos, los bocetos gráficos, las medidas e índices de riqueza, las líneas de tiempo, etc.

En resumen, se puede decir que hay muy pocas técnicas, tecnologías o análisis que no se utilizan en la
political ecology, lo que sugiere el carácter esquivo de la coherencia en este campo (Robbins 2012
p.24).

3. CARACTERÍSTICAS DE LAS POLITICAL ECOLOGIES (Robbins 2012b)

El campo de estudio de la political ecology se dedica a diseccionar, explicar, analizar y dar a conocer
las ecologías y sus causas, contextos y consecuencias, pero sigue siendo una empresa contestada.
Algunos iniciadores de este campo incluso han sugerido que la political ecology es incoherente. Es
cierto que la proliferación de tradiciones y enfoques para observar las políticas ambientales puede
sugerir que no hay un centro en la political ecology. Pero, simplemente, es un campo de trabajo que es
muy ecléctico. Además, décadas de teorización cautelosa, de tedioso trabajo de campo y
de discusiones profundas permitieron avanzar en la construcción de una práctica coherente, que ahora
es reconocida extensamente como political ecology. En estas últimas décadas, la political ecology ha
demostrado la persistencia y el poder de las narrativas políticas sobre la naturaleza. Y estas historias se
utilizan para controlar a la gente, paisajes, recursos y territorios.

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Robbins (2012a) argumenta que la political ecology no es un método ni una teoría. Más bien, es una
comunidad de prácticas bastante informal, unificada por una actitud más o menos común hacia las
cuestiones ambientales. Más allá de eso, la political ecology caracteriza un tipo de textos. Las political
ecologies) presentan questiones, problemas y transformaciones ambientales, y tienen las características
siguientes:

• Usan historias basadas en la justicia. Estas historias identifican ganadores y perdedores para
entender las estructuras persistentes de éxito y derrota;
• Se cuentan usando una dialéctica;
• Comienzan o terminan con una contradicción;
• Son presentaciones de hechos que proponen afirmaciones sobre el estado de la naturaleza, y
afirmaciones sobre afirmaciones sobre el estado de naturaleza.

3.1. Ni una teoría ni una metodología

Se podría imaginar que la political ecology es una especie de teoría, o un corpus teórico, en la
intersección de dos conjuntos de disciplinas, a saber, la ecología científica y la economía política. Esto
es en parte cierto. Los political ecologists han contribuido a la creación de teorías generales que
sugieren que las acumulaciones de capital debilitan necesariamente los ecosistemas de los que
dependen. Del mismo modo, los political ecologists han demostrado las dificultades y los obstáculos
que la variabilidad ambiental (tanto espacial como temporal) representa para los capitalistas.

Sin embargo, la political ecology no moviliza un conjunto específico de grandes categorías o


afirmaciones, sino conceptos teóricos clave procedentes de escuelas de pensamiento más generales.
Estos conceptos explican resultados socioambientales que son difíciles de explicar de otra manera. Por
ejemplo, Derrida y Foucault pueden servir para ilustrar la forma en que los discursos poscoloniales
eliminan las voces y los intereses de los pueblos indígenas (Braun 2002).

El trabajo de la political ecology hace hincapié en las peculiaridades, los resultados contextuales y las
sorprendentes situaciones locales, que no pueden ser explicadas precisamente por una teoría general.
La political ecology, por lo tanto, da un apoyo considerable a la construcción de teorías. Pero no
podemos decir que se trata de un corpus teórico.

¿Es la political ecology un método? Los investigadores generalmente trabajan a partir de estudios de
caso. Las técnicas de observación participativa son comúnmente utilizadas, al igual que los
instrumentos de encuesta. Los resultados de la aplicación de estas técnicas se analizan de manera
comparativa, haciendo hincapié en cómo las prácticas y los conocimientos locales, con sus redes
sociales y ecologías, se ven afectados por los cambios políticos y económicos. Por lo tanto, se podría
pensar que existe un procedimiento metodológico, que constituiría una parte importante de la political
ecology. Sin embargo, este tipo de afimación también puede ser cuestionada aquí.

De hecho, como lo hemos visto, la political ecology puede movilizar un gran número de diferentes
herramientas metodológicas. Esta elección depende en parte de las opciones epistemológicas del
investigador (equilibrio entre posturas positivista y comprensiva), y en parte de los medios a
disposición del investigador. En conclusión, no podemos decir que la political ecology proponga un
procedimiento metodológico bien definido.

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3.2. Historias de una comunidad de prácticas

Cuando hay una conferencia titulada "la political ecology de ...", a menudo atrae a muchas personas -
lo que demuestra que la political ecology tiene muchos seguidores muy activos.

Los miembros de esta comunidad internacional la political ecology son académicos, periodistas,
representantes de agencias internacionales como la FAO, organizaciones no gubernamentales
internacionales como el WWF, agencias gubernamentales nacionales de conservación y locales y
regionales. Todas estas personas intervienen en las fronteras del análisis y la acción, entre la práctica
social y los impactos, y sobre los recursos y los cambios ambientales. Es una comunidad que es
profunda y constantemente escéptica de las instituciones en las que sus miembros trabajan. Es una
comunidad cuyos miembros participan en instituciones que manejan el medio ambiente, pero son
cautelosos sobre las implicaciones de esta gestión. También es una comunidad que imparte cursos sobre
medio ambiente y desarrollo, pero está profundamente preocupada porque el desarrollo ha sido en gran
medida destructivo del medio ambiente y es éticamente problemático.

La comunidad de political ecology participa simultáneamente en la construcción y


deconstruir, criticar y defender, escuchar y discutir. Se invierte en una variedad de formas en la teoría y
la práctica, y se divide en sus objetivos y alcance.

3.3. La calidad y variedad de sus textos

La political ecology está también reunida en un conjunto de textos, es decir, por artículos escritos y
imprimidos por supuesto, pero también por contenidos simbólicos, imágenes, medias, libros, mapas,
cartas, películas, presentaciones de conferencia, blogs y otros instrumentos de comunicación. Por
ejemplo, el Beehive Design Collective crea los ejemplos pedagógicos y evocadoras sobre temas que
van de la biotecnología a la guerra contra la droga, pasando por la violencia de la economía petrolera.
Aquí vemos una ilustración sobre los impactos socio-ambientales del Plan Colombia.

Illustration 2: Section of a Beehive Design Collective Graphic Campaign on the social and ecological horrors
associated with the US war on drugs operation: Plan Colombia. A political ecology text.Image courtesy of The
Beehive Design Collective. (Robbins 2012a p.86)

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Estos textos de political ecology son empíricos, ya que se basan sobre una multitud de métodos
rigurosos -que hemos visto antes. Estos textos son también teóricos, en la medida en que la inspiración
y la interpretación de los datos y del conocimiento producidos son examinados por medio de
numerosos prismas de la teoría crítica.

3.4. Historias de justicia e injusticia

La political ecology contempla las causas y las consecuencias de las políticas ambientales y de los
impactos socioambientales en las reparticiones entre las comunidades, las clases y los grupos. En
efecto, los efectos sobre el medio ambiente o los costos de la acción humana son generalmente
trasladados sobre las comunidades, las poblaciones o los espacios que no disponen de recursos de
políticas o financieras para resistir. Los textos de la ecología política se insertan específicamente en la
dinámica de la localización de los riesgos ambientales.

Sin embargo, no basta con mencionar los resultados de una situación en la que hay ganadores y
perdedores. También es importante entender por qué estos resultados no son aleatorios, y son
persistentes y repetitivos: de hecho, hay una estructura de resultados que produce ganadores a expensas
de los perdedores. Es por esta razón que también se observan las narrativas de la evolución de los
procesos históricos, de las infraestructuras legales e institucionales. Estas narrativas se basan en
suposiciones y discursos socialmente implícitos, que hacen que los resultados injustos sean una regla
general - y no una excepción. El examen de esas narrativas a menudo pone en tela de juicio las
hipótesis emitidas desde mucho tiempo.

Las historias de political ecology revelan al mismo tiempo los profundos factores económicos
estructurales y los resultados injustos. Estas nociones de justicia e injusticia se pueden aplicar al medio
ambiente mismo, ya que los ecosistemas y las especies pueden perder o sufrir en beneficio de otros
actores. Y las narrativas también se refieren a la marginación simultánea de poblaciones privadas de
todo poder por estos sistemas y procesos.

Pues, las historias de political ecology cuentan la forma desigual y estructuralmente injusta de los
problemas ambientales contemporáneos.

3.5. Uso de una dialéctica humana - no humana

"Generalmente, pensamos en objetos y cosas como elementos distintos. [...] Sin embargo, un árbol, por
ejemplo, no es absolutamente un objeto distinto. [...] Su cadena momentánea con otros elementos posee
tendencias y cualidades que en conjunto constituyen más que la suma de sus partes (por ejemplo, la
respiración del oxígeno). El árbol es sólo una parte de un conjunto más amplio de fenómenos
ambientales de los cuales es inseparable (por ejemplo, el clima). Del mismo modo, el árbol está en un
estado constante de transformación. Nunca es igual en ningún momento, desde las primeras etapas del
crecimiento de las plantas hasta la senescencia, la muerte y la putrefacción." (Robbins 2012b p.28)

Aquí, esta imagen del árbol nos hace entender que la dialéctica, como método de explicación y análisis
heredado de Hegel y Marx en la teoría socioambiental contemporánea, nos lleva a pensar en el árbol
como un elemento momentáneo, diferenciado y en desarrollo. Es importante entender que no son
objetos o eventos distintos los que constituyen entornos socio-ambientales, sino relaciones y procesos.
A través de la dialéctica, llegamos así a una lectura del mundo en un cuadro más procesual y complejo
de la naturaleza de las cosas.

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3.6. Contradicciones al inicio, contradicciones al final

Otro elemento de los textos de la political ecology es la tendencia de su estructura a comenzar o


terminar con una situación, una proposición o un mecanismo contradictorios. Situadas al comienzo de
una historia de political ecology, las contradicciones imponen fascinantes misterios que merecen una
encuesta socio-ecológica. Hay una brecha entre las expectativas y las observaciones, y entre el sentido
común y una realidad compleja. Cuando están al final de una historia de political ecology, las
contradicciones nos llevan a examinar cuidadosamente los enfoques, las técnicas o las ideas recibidas
desde las perspectivas clásicas que han producido o descuidado los efectos opuestos a aquellos que se
esperaban.

Por último, estas contradicciones pueden ser también una crítica reflexiva que requiere que los propios
autores y sus hipótesis sean reevaluados.

3.7. (Afirmaciones sobre las) afirmaciones sobre la naturaleza

La primera categoría de afirmaciones, bastante común en la literatura ambientalista, es realista. Puede


describir las características de un ecosistema, la calidad de un suministro de agua o la densidad del
dosel forestal.

Por el contrario, el segundo tipo de afirmación es constructivista. Se trata de las condiciones para la
formación de ideas sobre el medio ambiente. El tipo constructivista se ocupa de los discursos que nos
permiten prever ciertas hipótesis sobre el medio ambiente, así como la forma en que el poder político,
los hábitos sociales y las normas culturales pueden definir las creencias humanas sobre cómo es -y debe
ser- el mundo.

Este doble enfoque es incómodo, porque el segundo conjunto de afirmaciones debilitará el primero y
viceversa. Una historia, que enfatiza la forma condicional del conocimiento ambiental en la primera
evaluación, parece poco articulada con la que insiste en la evidencia de un cambio ambiental
significativo.

Como ya lo hemos dicho, este tipo de análisis está enraizado en los enfoques genealógicos del
conocimiento destacados por Michel Foucault (1980b y 1980c). Foucault sostiene que ciertas formas de
conocimiento, que son claramente problemáticas, prosperan por su congruencia con las formas de
organización y las prácticas políticas e institucionales en las que fueron establecidas y utilizadas.

4. LA POLITICAL ECOLOGY HOY (Batterbury 2015)

4.1. La political ecology académica

La mayoría de los que pueden clasificarse como political ecologists se basan en la academia. La
political ecology universitaria se lleva a cabo en gran medida en instituciones que hoy toleran sus
aspiraciones radicales. Su campo se ha vuelto popular, como lo demuestra el número de solicitantes de
empleo en la universidad, de publicaciones, de conferencias y matrículas de pregrado y posgrado.

En los Estados Unidos, un puesto en un programa de doctorado ofrece la posibilidad de obtener un


estatus académico y formar un "nodo" o "grupo" de political ecology con estudiantes que luego
practican el campo ellos mismos. La University of California, la Berkeley and Clark University
(Massachusetts) han producido el mayor número de estudiantes de doctorado en political ecology,
trabajando con investigadores. Berkeley tiene su propio grupo de investigación sobre la political
ecology. Pero también hay grupos importantes de profesores y estudiantes en las universidades públicas

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de Colorado, Georgia, Michigan, Ohio, Oregon, Washington, Wisconsin-Madison, Nueva York, y en
los colegios de New York. La Universidad de Arizona es propietaria del Tracey Osborne’s Public
Political Ecology Lab.

En Canadá, la University of British Columbia, la University of Toronto, y McGill tienen una


considerable experiencia. La York University también alberga un campamento de verano internacional
sobre la economía política y la political ecology.

En América Latina, el carácter internacional de la ecología política latinoamericano está claramente


demostrado. Aquí, las influencias intelectuales proceden de dentro y fuera de la región, con escritos en
español, inglés y francés. Tomamos nota de la labor del CLACSO en Argentina, con un grupo de
trabajo sobre las dinámicas de poder y las relaciones naturaleza-sociedad -con Héctor Alimonda (2002).
Eduardo Gudynas dirige el Centro Latinoamericano de Ecología Social (CLAES) en Uruguay. En
América latina, hay a menudo preocupación por las relaciones coloniales pasadas y presentes. En
Colombia, la Universidad de Los Andes tiene un grupo que trabaja en el desarrollo y el medio ambiente
con vínculos con otras regiones de las universidades. El antropólogo colombiano Arturo Escobar, por
su parte, ofrece un "puente" entre esta variada literatura latinoamericana y la literatura angloamericana
en la Universidad de Carolina del Norte. Y en México, hay un nodo de investigadores de la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM) dirigido por Enrique Leff, que está en el origen de una nueva
ecología politíca mexicana.

El Reino Unido también tiene una comunidad de larga data y dinámica. Londres es un centro, con
facultades como la Escuela de Estudios Orientales y Africanos, la London School of Economics, el
King's College London, la University College London. Pero hay también importantes grupos de
political ecology en Cambridge, Manchester, Durham, Universidad de East Anglia, Sussex. Lancaster
University ha llevado a cabo su propia investigación y enseñanza, vinculado a un instituto ambiental
existente.

¿Qué está sucediendo en Europa? La investigación en el norte de Europa abarca facultades en


Noruega, en Suecia, Dinamarca y Finlandia. El enfoque está representado en universidades de
Alemania, Austria y Suiza. Los Países Bajos tienen una cátedra de political ecology e investigadores
que trabajan en varias universidades y disciplinas importantes. También hay un creciente interés por la
political ecology en Italia y Portugal. En España, la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) está a
la vanguardia del trabajo entre la political ecology con la economía ecológica -con Joan Martínez Alier
y Giorgos Kallis. En Francia, un grupo de geógrafos comenzó a utilizar el sello de ecología política. Es
gracias a este movimiento de la political ecology francesa que yo mismo me interesé a este campo.

En el sur de Asia, se ha prestado especial atención a las interacciones entre la historia ambiental y la
political ecology, inspiradas en la India por grandes autores que han escrito extensamente sobre la
relación a largo plazo entre el hombre y el medio ambiente. También hay una fuerte tradición de
cuestionar la sociedad campesina, el cambio agrario y las relaciones entre el Estado y la sociedad, pero
en gran medida fuera del continente. Los investigadores de Bangladesh, Pakistán y Nepal también están
realizando investigaciones de campo. En el Sudeste Asiático, los temas de political ecology aparecen
en la Universidad Nacional de Singapur y en la De La Salle University. Corea del Sur y Japón
producen una literatura que conecta libremente con la political ecology a menudo relacionada con el
agua y la conservación. En China, la mayoría de los investigadores todavía están basados fuera del
país.

En Australia, la Australian National University ha sido el nodo principal para la investigación sobre el
medio ambiente y el desarrollo durante muchos años. Ofrece opciones de postgrado. Los profesores
también están muy interesados en el trabajo de la political ecology en las universidades de New South

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Wales, alrededor de Brisbane, así como a través de una red informal que une las Melbourne and
Monash universities.

Hasta ahora, las universidades africanas han eludido el enfoque, a excepción de Sudáfrica, pero los
investigadores proceden de Ghana, Nigeria y Tanzania. Hay una expansión y un cambio en la actividad
escolar, pero es sobre todo debido a los repatriados de los programas de doctorado europeos y
norteamericanos.

4.2. Redes de political ecology en el mundo

Los political ecologists, dispersos por todo el mundo, operan a través de un conjunto multidimensional
de redes académicas.

En los Estados Unidos, mucho antes de los medios de comunicación social, el Cultural and Political
Ecology Speciality Group of the Association of American Geographers desempeñó un papel en la
organización de un boletín informativo, de premios anuales y de conferencias difundidas a partir de los
años 90. El Center for Political Ecology basado en Santa Cruz data de 1989 y fue creado por el
académico marxista James O'Connor. Ha creado la revista Capitalism Nature Socialism, donde
presenta el trabajo de varios investigadores con fuertes vínculos militantes. Los antropólogos
estadounidenses tienen la Political Ecology Society (PESO), dentro del marco de la Society for Applied
Anthropology. Otras redes incluyen el Political Ecology Working Group, creado en la University of
Kentucky en 2010, que organiza una conferencia anual sobre las Dimensions of Political Ecology
Conference (DOPE). Su lista de correos, el International Political Ecology Collaboratory (IPEC), se
ha internacionalizado rápidamente (www.politicalecology.org).

En América Latina, los investigadores trabajan entre otros desde el CLACSO, al tiempo que se
vincula al ENTITLE. La primera conferencia latinoamericana sobre la political ecology se realizó en la
Universidad de Santiago en octubre de 2014.

En Europa, la Unión Europea ha financiado redes de political ecology y actividades doctorales,


incluyendo una red de formación en political ecology, principalmente para estudiantes de doctorado,
llamada ENTITLE, y coordinada por la Universidad Autónoma de Barcelona (Joan Martínez Alier). La
red está compuesta por 8 universidades, ONGs y una consultora ambiental. Los doctorandos pueden
realizar pasantías en organizaciones de justicia ambiental. Al mismo tiempo, la EJOLT, con sede en la
Universidad Autónoma de Barcelona, es un proyecto global de investigación, catalogación, cartografía
y análisis de "conflictos de distribución ecológica" y de injusticia ambiental.

En general, hay un aumento de becas, centros y redes innovadoras de political ecology en el mundo.

4.3. Publicaciones de political ecology

Desde la década de 1990, las ediciones académicas y los principales editores han publicado
regularmente sobre ecología política. Las revistas académicas han sido un terreno fértil para los
investigadores. Las revistas más importantes son el Journal of Political Ecology (JPE), Écologie et
Politique (France) et ecologíaPolitíca (España). También hay revistas de gran escala donde se publican
importantes trabajos en el campo: Capitalism Nature Socialism; Conservation & Society; Economic
Geography; Human Organization; Society and Natural Resources; Progress in Human Geography; and
Geoforum.

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El caso de JPE es único. A principios de los
90, dos antropólogos de la Universidad de
Arizona, Jim Greenberg y Tad Park,
obtuvieron fondos para el JPE en línea, poco
después de que las conexiones a Internet
comenzaran a aparecer en los campus de los
Estados Unidos. Es una de las revistas de
acceso abierto más antiguas de las ciencias
sociales, operando en tres idiomas (inglés,
español, francés). JPE publica ahora más de
30 artículos al año y se cita varias veces.
Sigue en línea gratis, no tiene editor
comercial y se basa en el trabajo voluntario.
Dado que casi todas las investigaciones
sobre la political ecology, incluidas las que
se oponen a la injusticia, son publicadas por
grandes editores, el JPE es inusual. En
octobre 2014, le JPE avait publié 147
articles.

¿Qué temas han sido cubiertos a lo largo de


Illustration 3: Articles published in the Journal of Political
Ecology 1994–October 2014, by main theme (Batterbury 2015)los años en el JPE? El número de
presentaciones ha aumentado, especialmente desde finales de los años 2000, lo que refleja un mayor
interés académico en el campo. Los temas dominantes fueron la political ecology del cambio agrario y
de los problemas agrícolas, la conservación, la pesca y la acuicultura, y la minería. Todavía hay una
prevalencia de documentos que se ocupan del Norte, del Centro y deAmérica del Sur (que refleja la
base de datos de larga data del Arizona). Y, finalmente, recientes secciones especiales han incluido
political ecologies temáticas.

No podemos terminar esta punto sobre las publicaciones de political ecology sin mencionar dos
handbooks recien publicados. En 2015 se publicaron dos libros de political ecology, primero el
Routledge Handbook of Political Ecology (Perreault et al. 2015), y luego el International Handbook of
Political Ecology (Bryant 2015). La mayoría de los textos que componen estos voluminosos libros de
texto (alrededor de 700 páginas cada uno) han sido escritos por geógrafos y antropólogos.

Tres ejes atraviesan el Routledge Handbook (Perreault et al.


2015). En primer lugar, el aspecto teórico se caracteriza por un
enfoque crítico y post-positivista del mundo -que, como hemos
visto, se origina en el marxismo y el post-estructuralismo: el
conocimiento no puede separarse de las relaciones de poder que
lo conforman. En segundo lugar, la metodología está vinculada a
la epistemología post-positivista y se basa principalmente en un
enfoque etnográfico y cualitativo. Finalmente, existe un
compromiso ético típico de la political ecology hacía la justicia
social y ambiental. Por otra parte, este manual traiciona una gran
influencia del campo académico anglosajón - en particular la
geografía (Andreucci y Connoly 2015 p.112).

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El otro manual, el International Handbook (Bryant 2015), refleja
más bien una internacionalización y descolonización de la
political ecology. En esto se reflejan las diversas tradiciones
regionales, lingüísticas y académicas de la political ecology. El
trabajo de campo tiene lugar en todos los continentes, en Oriente
Medio, América Latina y Asia, y refleja una mayor diversidad
ontológica (Andreucci y Connoly 2015 p.113).

5. CONCLUSIÓN

He intentado darles una breve descripción del campo de la


political ecology. Ésta es una manera (hay otras) de estudiar las
interacciones entre la sociedad y el medio ambiente.
Comencé por referirme a la historia de este campo, enfatizando
que se trata de una investigación comprometida, de
investigadores comprometidos en la defensa de la naturaleza y de
los derechos de las comunidades afectadas por los problemas
socio-ambientales debidos a cambios económicos y, sobre todo,
políticos. En esta etapa de la evolución epistemológica de la
political ecology, la mayoría de los investigadores afirman ser post-estructuralistas.

También hemos visto que la ecología política latinoamericana muestra especifidades relativas a las
teorías de deconstrucción, las formas de descolonización, y las estrategias de confrontación poder/saber
del conocimiento occidental.

Cinco temas principales abarcan esta área de investigación: degradación y marginación, conservación
y control de recursos, conflictos y exclusiones ambientales, temas e identidades ambientales y actores y
objetos políticos. Las principales disciplinas son la ecología cultural, la historia ambiental y la
economía política.

La political ecology se basa esencialmente en una metodología general que consiste en la


interdisciplinariedad, los estudios de campo detallados, el análisis de múltiples escalas, y el análisis del
discurso. Pero también se puede movilizar un montón de otras herramientas metodológicas para este
fin, dependiendo de la combinación de métodos cualitativos, cuantitativos o participativos que el
investigador despliegue.

Hemos visto que las political ecologies no son ni una teoría ni un método, sino más bien un conjunto de
textos que van todos hacia una defensa de la justicia ambiental y se ocupan de identificar la estructura
de resultados que siempre engendra los mismos ganadores y los mismos perdedores. Las political
ecologies también son contradictorias y, sobre todo, presentan "afirmaciones sobre las afirmaciones
sobre el estado del medio ambiente" (Robbins 2012) y de las interacciones entre la sociedad y el medio
ambiente.

Finalmente, examinamos cómo se manejaba la political ecology a nivel académico, sus redes alrededor
del mundo y sus publicaciones científicas.

El propósito de este trabajo ha sido presentar una introducción a la political ecology. Espero que esto
les haya permitido tener una idea general de este campo, dentro del cual me dedico a una investigación
sobre la mina en Colombia, a partir del caso de Marmato.

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Para terminar, quisiera citar al geógrafo Robbins (2012b p.33), que dice: "Las personas que se dedican
a la political ecology (además de sus muchas otras tareas en el mundo) creen que la clave para
comprender los problemas ambientales, las luchas, las crisis y las oportunidades radica en la capacidad
de leer y escribir contradicciones, ironías, ganadores y perdedores y, simultáneamente, las naturalezas
reales o representadas del mundo. Desafortunadamente, la political ecology no es una hoja de ruta, una
receta, una teoría o una técnica que pueda aplicarse a lo que nos molestaría. Afortunadamente, es
mucho más."

Gracias por su atención, agradezco a mi esposa su colaboración en esta presentación.

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7. FOTOS DEL ENCUENTRO

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