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La Rehumanización del taller de arquitectura como estrategia para repensar la

habitabilidad
Juan Carlos Sandoval

El Taller Integrado de Diseño Arquitectónico (TIDA) V, centra su atención en dos temas básicos: la
habitabilidad y la flexibilidad. Antes de ocuparnos de los temas, resulta pertinente reflexionar sobre
El Taller, pues antes de “la pandemia” trabajábamos en grupo, o al menos se intentaba, siete
profesores y algo más de un centenar de alumnos, juntos en un aula, a la que también se la llamaba
taller, tratando de aprender conjuntamente a través de la práctica proyectual, de alguna manera
estábamos conectados. De repente nos encontramos aislados, cada docente de manera
individual, con su grupo de alumnos, tratando de mantener la esencia del taller a través de una
pantalla. Pero ¿es posible mantener esta esencia, este “aprender haciendo juntos” sin la presencia
física de los actores? No se pretende responder ahora a este cuestionamiento, pero si algo ha
dejado claro este aislamiento físico al que hemos debido someternos, es la importancia de las
relaciones humanas, hasta hace poco soslayada por una presencialidad que se daba por hecho.

Sin duda los esfuerzos de los docentes en esta modalidad de “contingencia” debe redoblarse, y no
me refiero a cumplir con los contenidos, que también, sino fundamentalmente a reforzar la
presencialidad. Pues la presencia es fundamental para conectar con nuestros alumnos. El reto está
en lograr hacerlo a través de la pantalla con los múltiples problemas que esto implica. Por supuesto
que conectar con los alumnos va más allá de una buena clase sincrónica, debe existir la voluntad
de construir una relación cercana y de confianza que posibilite obtener la mayor calidad posible
de un aspecto clave en el taller, el proceso proyectual.

Desde este enfoque deberemos Re humanizar el taller, deberemos tomar consciencia del valor de
la presencia y de la interacción humana en el proceso de aprendizaje. Pero cuando se decidió
titular a este trabajo la rehumanización del taller de arquitectura como estrategia para repensar la
habitabilidad, el objetivo era centrar la atención sobre el rol de la arquitectura o, mejor dicho, del
arquitecto en nuestra sociedad. Rol que al parecer se ha ido sistemáticamente deshumanizando.
Para ejemplificarlo me permito citar a Illich: "Habitar es un arte que se les escapa a los arquitectos".

Aquí es cuando enlazo el rol del arquitecto con el verbo habitar. Recalcando que “la habitabilidad”
es el contenido fundamental de TIDA V. Hago mías las palabras de Sarquis: “Nunca parece ser
suficiente aclarar la cuestión de la relación entre la arquitectura y el habitar, que merece un nuevo
llamado de atención para los arquitectos, ya que no debe estar fuera de la agenda de los estudios
de arquitectura” (2006). Si pensamos en esta relación podríamos inferir que para construir el hábitat
se lo ha de hacer con y para el habitante.

“La COVID-19 se ha convertido en una gran lupa que nos ha permitido ver con mayor claridad
nuestros problemas. Se ha hecho patente la inaceptable inequidad del hábitat urbano en
nuestras ciudades, asumida incluso como la “normalidad”. (…) hemos sentido a flor de piel la
precariedad tanto del espacio público como del doméstico. La pandemia nos permite ver,
(…) como estos problemas se traducen en inequidades sanitarias (…).
La pandemia y el confinamiento permiten reflexionar sobre la importancia de la calidad del
hábitat y sus repercusiones en la calidad de vida” Sandoval, 2019

Si estamos de acuerdo en la importancia del hábitat, deberíamos estar de acuerdo en la


importancia de los profesionales que hacen posible su construcción, entre ellos el arquitecto, cuyo
rol se cimienta en la función social de su profesión. Sin embargo, cabría preguntarse si la sociedad
reconoce la importancia y la utilidad de los arquitectos en la construcción de su hábitat, si como
dice Martín y Díaz, para la gran mayoría de la población, ese 90 por ciento de la gente, las
disciplinas de la arquitectura y el urbanismo no han podido, o no han querido, dar respuestas.
(2018). “Si se sigue defendiendo de un modo endogámico que la arquitectura es sólo arte y que los
arquitectos son los únicos que saben de arquitectura, la profesión quedará reducida a la más
absoluta irrelevancia. El planteamiento aquí seguido1 pediría una arquitectura y un urbanismo
pensados ahora de abajo arriba, pero para ello se tendría que modificar completamente la
profesión y la enseñanza de la arquitectura y el urbanismo. (Marín, Díaz; 2018)

Según Sarquis “Muchos se sorprenderían -o tal vez no- que la gran mayoría de los arquitectos – y
muy especialmente los docentes de arquitectura- no piensan que para hacer un proyecto,
conocer a los usuarios sea una genuina fuente de inspiración, para la creatividad arquitectónica”
(2006). Estamos convencidos de lo contrario, no sólo que se debe conocer al usuario, sino que debe
volver a ser el centro de nuestra atención. Este ha sido nuestro empeño en este último año, sin
descuidar los contenidos programáticos, para cumplirlos nada más pertinente que trabajar el tema
vivienda colectiva.

1
El texto hace referencia a otras formas de ver y hacer arquitectura, América latina sería un ejemplo claro de ello. La autoproducción del hábitat tiene mucho que
aportar a la disciplina, pero esta persiste en mirar a occidente como su mayor referente.
Habitabilidad
La habitabilidad se abordó en una doble dimensión, como objeto de estudio y de proyecto. Como
objeto de estudio nos centramos en los múltiples enfoques y abordajes que tiene la “habitabilidad”.

• El derecho a una vivienda diga y a un


hábitat saludable
• La concepción física, psicológica y
social del hábitat.
• La construcción social del hábitat
humano
• Las escalas de la habitabilidad
• Sostenibilidad y habitabilidad
• Los actores en la construcción del
hábitat: Estado, mercado, sociedad
• El hábitat en el marco normativo
• Espacio y hábitat
• Hábitat – hábito – habitación…
En el concepto mismo de habitabilidad se puede entender el cometido de la arquitectura. El espacio
es infinito por lo que hay que contenerlo para poder habitarlo.

Flexibilidad
La flexibilidad se la abordó desde la complejidad, entendida como una concepción polisémica,
para luego de comprenderla tratar de incorporarla en el proyecto de arquitectura.
“…el arquitecto deberá concebir edificios (…) como recipientes del discurrir de la vida a la que
tienen que servir, y que esta concepción debería ser suficientemente flexible para crear una base
adecuada que absorba las contingencias de la vida…” Gropius
• Flexibilidad
• Polifuncionalidad
• Polivalencia
• Adaptabilidad
• Transformabilidad
Procuramos
Para entender
cumplir el objetivoade
la acercarnos
vivienda más que
a las como objeto
personas, como
de poder proceso,
tener y encon
contacto él, al
losusuario y alse
usuarios,
tiempo encontrar
intentó como temas clave. personas con nombres y necesidades reales. Generalmente los
“clientes”,
alumnos contactaron a familiares, amigos o conocidos que requieran de un arquitecto, o que
tengan una parcela de terreno en la cual se pueda desarrollar un proyecto de vivienda. Cuando
no fue posible se buscó una parcela cercana al lugar de residencia del alumno donde desarrollar
el ejercicio. Alrededor del 40% de los alumnos pudo conseguir un cliente con el cual trabajar. Esto
significó un cambio radical en la concepción del proyecto, pues desde el inicio había un ser
humano, una familia, un grupo de personas, de carne y hueso, con sus propias circunstancias; para
quien se iba a proyectar. Se abrió una discusión importante, y no es que no se haya discutido antes,
solo que hoy se lo hacía con plena consciencia. ¿Para qué y para quién se proyecta? Pregunta
que como pocas veces en la historia ha cobrado tanta pertinencia, cuanto más con la política
generalizada del ¡Quédate en casa!
Jean-François Fourtou, 2007

Revisemos algunos de los proyectos que desarrollaron los estudiantes para sus “clientes”
1. Residencia Rodríguez Noboa. Quito
El señor Aquiles Rodríguez, es propietario de un lote de terreno de 392.84 m², esquinero, ubicado en el barrio
La Luz en Quito.
El requerimiento principal fue diseñar un departamento, de similares dimensiones y características, para cada
uno de sus ocho hijos. Adicionalmente locales comerciales en planta baja, y espacios comunales para el
encuentro familiar.

Proyecto: María Gabriela Rodríguez


2.-Rehabilitación vivienda colectiva. Familia Casignia. Quito
Christian Casignia, estudiante de arquitectura, reside con su familia en un departamento en un pequeño
edificio. El edificio infringe la normativa con un adosamiento en 4 plantas, esto complica las condiciones de
habitabilidad, por otro lado, el edificio, de 5 pisos no tiene ascensor con lo cual dificulta la accesibilidad a
personas con problemas de movilidad que ya habitan el edificio.
El requerimiento principal fue dotar de accesibilidad incorporando un ascensor, eliminar la parte del edificio
que incumple la normativa. Generar espacios más habitables, mejor iluminados y ventilados, y abrir un local
comercial con espacio público a la calle.

Proyecto: Christian Casignia


3.- Residencia estudiantil. Ing. Carlos Rodríguez. Portoviejo
El Ing. Carlos Rodríguez es propietario de una parcela de terreno de 460 m², en la que tiene una pequeña
edificación con cuartos de alquiler para estudiantes universitarios.
El requerimiento principal fue aprovechar la parcela, derribar la edificación existente y proyectar un edificio
para residencia estudiantil. El proyecto debe tener un patio central grande con un árbol de mango. Locales
comerciales independientes en planta bajo.

Proyecto: Karla Rodríguez


4.- Reunificación parcelaria y vivienda colectiva en La Mena 2. Quito
En la Mena 2, donde vive el estudiante, se propone un pequeño proyecto de renovación urbana,
reunificando 4 parcelas de 160 m² cada una. La idea es proyectar un conjunto de 13 viviendas, que
reemplazarían a las 4 viviendas unifamiliares existentes. El objetivo es aprovechar la edificabilidad permitida
y mejorar las condiciones de habitabilidad de los residentes.

Proyecto: Michael Pérez


Los proyectos desarrollados permitieron reflexionar sobre la habitabilidad para un usuario
determinado, en un lugar y un tiempo determinado. Este pequeño cambio permitió al estudiante
tener un enfoque y posicionamiento diferente, el objeto arquitectónico ya no sólo se lo ve como
un fin en sí mismo, ya no es solo un objeto, es un medio para satisfacer las necesidades específicas
de una persona, de una familia, de un colectivo, que tiene sus necesidades, aspiraciones y deseos.
Se hizo un esfuerzo por poner al usuario en un rol fundamental en el proceso proyectual.

Por otro lado, la diversidad de casos y por tanto de aspiraciones y limitaciones de los clientes
permitió enriquecer los aprendizajes a través de la comparación, pues todos nos nutríamos de
proyectos que se desarrollaron en diferentes climas, con diferentes escalas, de obra nueva y de
rehabilitación. Las necesidades y gustos de los clientes, así como sus limitaciones económicas
permitieron discutir otros temas, más allá de los expresados en el sílabo. Esto precisamente es lo que
ha resultado más motivante, pues tanto en la arquitectura como en la docencia podemos dar
“liebre por gato”

Creemos que Re humanizar el taller de arquitectura, en el sentido de volver a conectar con la


sociedad, con las necesidades y deseos de esa gran parte de la población que no ve en el
arquitecto un profesional accesible y verdaderamente útil para incidir en mejoras concretas de su
hábitat, es un reto que debemos afrontar. Con los ejercicios realizados este último año aspiramos
haber dado un pequeño paso en esta dirección.

Bibliografía

Espinosa, A., Gómez, G. (2010). Hacia una concepción socio-física de la habitabilidad:


espacialidad, sustentabilidad y sociedad. Palapa, vol. V, núm. 10, enero-junio, 2010, pp. 59-69.
Universidad de Colima. Colima, México

Martín Hernández, M. (Ed.) y Díaz García, V. (Ed.) (2018). Visiones del hábitat en América Latina:
participación, autogestión, habitabilidad. Barcelona, Editorial Reverté.

Sandoval Juan C. y Torres, E. La rehabilitación del hábitat urbano como proyecto común y como
política pública, en Quito: la ciudad que se disuelve – Covid 19 / editado por Fernando Carrión y
Paulina Cepeda. Quito: FLACSO Ecuador. 2021

Sarquis, J. (2012). Arquitectura y modos de habitar. Editorial Nobuko.

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