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John Locke fue un filósofo y médico inglés, nacido el 29 de agosto de 1632 en

Wrington, Reino Unido, considerado como uno de los más influyentes


pensadores del empirismo inglés y conocido como el «Padre del Liberalismo
Clásico», al igual continuador de la línea de Bacon y de Hobbes en filosofía.

Finalmente, Locke fallece el 28 de octubre de 1704 en High Laver, Reino Unido,


dejando un gran legado.
Locke sostuvo un principio fundamental: "que los conocimientos y las ideas
proceden del mundo de los sentidos”. Locke es un materialista por cuanto
reconoce la existencia objetiva de las cosas y considera que nuestras ideas y
representaciones son el resultado de la acción de estas cosas sobre nuestros
órganos sensoriales.
Sometió a una crítica aguda la teoría de Descartes sobre las ideas innatas y la de
Leibnitz sobre los principios innatos. Por oposición a estos filósofos, Locke
defendía el carácter empírico, sensorial, del conocimiento humano. Sin embargo,
no fue consecuente con el punto de vista materialista en cuanto al problema de
que el conocimiento humano procede de la experiencia. Distinguía una
experiencia doble: interna y externa.

Por experiencia externa o sensación, Locke comprendía la acción de los objetos


materiales sobre los órganos sensoriales del hombre. En ello radica el
materialismo de Locke. Por experiencia interna o reflexión, entendía la
denominada por él “autoactividad del alma”. En ello radica su idealismo. La
sensación, o la experiencia externa, y la reflexión, o la experiencia interna, según
Locke, son las dos fuentes independientes del conocimiento de donde obtenemos
todas nuestras ideas, conceptos y representaciones.
Aparte de ello, Locke señaló que mientras nuestras representaciones sobre la
extensión, la forma, el movimiento, son el reflejo en la cabeza del hombre de la
extensión real, de la forma real y del movimiento real, o sea, tienen un valor
completamente objetivo, nuestras representaciones sobre la luz, el color y el gusto
son representaciones subjetivas, o sea, no tienen fuera de nosotros modelos
objetivos. A las primeras las llamaba Locke “cualidades primarias”; a las
segundas, “cualidades secundarias”.

En la teoría sobre las cualidades secundarias, Locke hizo también una gran
concesión al idealismo. Sus errores fueron utilizados posteriormente por Berkeley
y Hume, que crearon la teoría del idealismo subjetivo. Pero en Locke tienen su
fuente no sólo Berkeley y Hume, sino también los materialistas franceses del siglo
XVIII: Helvecio, Holbach, Diderot, que desarrollaron consecuentemente los
elementos materialistas de la filosofía de Locke.
El carácter contradictorio e inconsecuente de esta filosofía tenía sus raíces de
clase. Según palabras de Engels, Locke era “el hijo del compromiso de clase de
1688”, es decir, del compromiso entre la burguesía y la nobleza inglesas, en la
época de la llamada “gloriosa revolución en Inglaterra”.

En sus obras políticas, Locke se manifiesta como defensor de la monarquía


constitucional creada por dicha revolución. En los problemas de religión, era un
deísta.

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