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FRANCIA

1) El Cassoulet Probablemente no es el plato más ligero que pueda probar en Francia. Este plato, originario de Laguedoc-
Roussillon, está compuesto de alubias blancas, muslos de pato y carne de cerdo (bajo diferentes formas). Las familias de
campesinos lo han consumido durante siglos. Hoy, los franceses lo cocinan para las reuniones familiares.

2) Foie Gras Está presente en todas las mesas durante las fiestas de fin de año. Incluso si la gente asocia esta
especialidad a Francia, la tradición de la cebadura de ocas ya existía en la Antigüedad. La mejor manera de degustarlo es
sobre un pan brioche con un poco de mermelada de higos.

3) Pollo a la Vasca El País Vasco es una de las regiones francesas más ricas en términos gastronómicos. Allí, se crían
aves de corral, concretamente razas poco comunes de pollo y de pato. El Pollo a la Vasca es un plato completo en el que la
carne ha sido ablandada con una piperada, una salsa compuesta de jamón de Bayona, pimientos, tomates y pimiento de
Espelette.

4) Caracoles con mantequilla y perejil Subamos hasta Borgoña para descubrir otra receta francesa poco común, la de los
caracoles con mantequilla y perejil, comúnmente llamados «caracoles borgoñeses». Se cocinan, como lo indica su nombre,
con una crema de mantequilla y perejil, y se presentan en sus conchas, degustándose con un pincho para caracoles.

5) La Mouclade de Charente La zona de La Rochelle y de la Isla de Ré se llena de turistas en cuanto vuelven las
temperaturas cálidas. Los numerosos visitantes, encantados por las especialidades culinarias de la región, reproducen en
sus casas esta receta tan sabrosa. Los mejillones de Bouchot (una raza tan poco común como apreciada) se cocinan con
chalotas, dientes de ajo, ramilletes de hierbas, especias, huevos, nata y sobre todo, con Pineau de Charente (un alcohol de
la región).

6) Crepes bretones Las creperías bretonas, debido a un entusiasmo goloso, están presentes casi por toda Francia. ¿Qué
se cocina allí? La respuesta es una crepe salada, realizada con harina de sarraceno, que le da un color agrisado. Incluso si
los rellenos tradicionales son jamón/queso/huevo y Andouille/cebolla, su variedad se han ampliado a lo largo del tiempo y
son cada vez más novedosos. Si está en París, ¡las mejores creperías de la capital se encuentran en el barrio de la Torre
de Montparnasse!

7) Carbonada Flamenca Encontrará una amplia variedad de cervezas en el norte de Francia. La cercanía de Bélgica ha
inspirado a las amas de casa que cocinan desde hace generaciones la Carbonada Flamenca. Se trata de un plato de carne
de res, cocinado a fuego lento en cerveza rubia y plantas aromáticas. Al final de la cocción se añade un poco de pan de
especias tradicional con mostaza para dar todavía más sabor a este plato dulce y salado.

8) La quiche Lorraine Viajemos hasta Lorena para descubrir esta receta original. La quiche Lorraine es, según la tradición
de Lorena, una tarta rellena de una mezcla compuesta de nata fresa, leche, huevos, nuez moscada y tocino a la parrilla.
Estos ingredientes le aportan ese pequeño sabor ahumado que tanto gusta en las cuatro esquinas de Francia. Hoy, la
Quiche Lorraine se ha vuelto tan popular que es posible encontrarla, tanto en una panadería como en un restaurante, en
una versión más moderna: con champiñones, puerros o pollo. En un restaurante lorenés, podrá probar el chucrut, un plato
compuesto de col fermentada y embutido de la región.

9) Raclette y Fondue Saboyan Vayamos Ahora a los Alpes para abastecernos de quesos. Los saboyanos, inspirados por
sus vecinos suizos, consumen regularmente raclettes y fondues. En el caso de la Raclette, los comensales tienen
pequeños cuencos que cada uno llena a su gusto con queso para Raclette (fabricado por las cooperativas, si está en la
montaña) y huevos de codorniz. La charcutería y las patatas hervidas están a disposición del comensal, a un lado, para
acompañar el queso fundido y dorado. Para la Fondue Saboyana, en cambio, se utiliza un gran recipiente lleno de una
mezcla de tres quesos y de vino blanco. Los invitados mojan ahí trocitos de pan. La tradición dice que al que se le caiga
dentro su trocito de pan ¡tendrá que pasar una prueba! Así que, si no quiere tener que enfrentarse a ella, ¡concéntrese!
10) Gratén Delfinés En la región de Grenoble Otro plato invernal se ha vuelvo realmente ineludible. Es el Gratén
Delfinés. Tradicionalmente, se compone de patatas cocidas en rodajas, nata fresca, leche y nuez moscada. No se añade
ningún queso a la receta original, pero es posible que el plato que le sirvan sí lleve un toque. Esta receta gusta tanto que
cada casa tiene su propia versión

11) Bullabesa La Bullabesa Es una sopa aromatizada típica de la región de Marsella. Como hay muchos pescadores en
esta zona, este plato, lógicamente, está compuesto de diversos pescados, mariscos, tomates, hierbas del sur, mostaza y
yemas de huevo. Se consume con pan o patatas.

12) Ratatouille En Provenza Es el plato de las abuelas por excelencia. Está tan rico que hoy en día la mayoría de los
restauradores lo proponen para acompañar el pescado o la carne.

13) Buey a la borgoñona, Blanqueta de ternera y Hachis Parmentier Encontrará estos platos convivales tanto en los
restaurantes tradicionales como en los innovadores, en una versión revisitada. El Buey a la Borgoñona es un plato cocinado
con tubérculos, a fuego lento y en vino tinto. La Blanqueta de Ternera también es un plato cocinado con nata, zanahorias y
caldo, a fuego lento. El Hachis Parmentier está compuesto por dos capas: la primera tiene carne picada a la que el chef le
añade plantas aromáticas a su gusto, y la segunda es un puré casero, la mayoría de las veces gratinado. A los franceses
les gusta comer estos platos cuando van a un restaurante, en el transcurso de la semana durante la pausa del mediodía o
en familia el fin de semana.

14) Filete tártaro y Soufflé de queso He aquí dos platos típicos que encontrará en los bares. El VERDADERO filete
tártaro se corta con un cuchillo y después se le añaden especias y un huevo. Se sirve con patatas fritas y se trata de una
buena alternativa al filete con patatas tradicional. El Soufflé de queso, por su parte, es un clásico con una técnica de
preparación difícil. Su éxito depende sobre todo del tiempo de cocción y de la temperatura del horno. Unos grados de más y
el resultado puede volverse una catástrofe. Así que, ¡más vale dejar que lo haga un profesional! Aquí hablamos del Soufflé
de queso, pero que sepa que también existe una versión dulce de limón o de chocolate.

15) Las ancas de rana No es posible terminar este artículo con otro plato que no sea el que preocupa tanto a los turistas,
las famosas ancas de rana. Generalmente están empanadas o fritas con un poco de cebolla. La carne es delicada y tierna y
el sabor es cercano al de las aves de corral. ¡Así que no hay razón para hacer una montaña de un grano de arroz!

La Ratatouille
Es el plato de las abuelas por excelencia. Está tan rico que hoy
en día la mayoría de los restauradores lo proponen para
acompañar el pescado o la carne. La ratatouille se convirtió en un
ícono gracias a la divertida película infantil, pero en la vida real,
proviene de la región de Provenza Francia. La ratatouille es un
platillo campirano que se prepara con berenjena, calabaza y
jitomate; es ligero, no lleva carne y es perfecto para completar tu
menú semanal. Disfruta de esta versión rapidísima de elaborar.

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