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INSTITUTO TECNOLOGICO "SAYARINAPAJ"

CARRERA: ASISTENCIA SOCIAL


ASIGNATURA: DESARROLLO INTEGRAL
DOCENTE: Lic. CAROLINA COLQUE SEGOVIA
UNIDAD N° 3

COMUNICACION ASERTIVA

Que es la Asertividad

Es una habilidad social que se trabaja desde el interior de la persona. Se define


como la habilidad para ser claros, francos y directos, diciendo lo que se quiere
decir, sin herir los sentimientos de los demás, ni menospreciar la valía de los otros,
sólo defendiendo sus derechos como persona y respetando los de los demás.

Principios básicos de la Asertividad

• Respeto por los demás y por uno mismo:

Tratar a los otros con respeto es simplemente considerar sus derechos


humanos básicos, que no es el tener condescendencia para no cuestionar
lo que otros piensan o hacen.

• Ser directo:

Significa comunicar sentimientos, creencias y necesidades directamente y


en forma clara.

• Ser honesto:

La honestidad significa expresar verdaderamente los sentimientos,


opiniones o preferencias, sin menosprecio de los otros ni de sí mismo. Esto
no significa decir todo lo que pasa por la mente o dar toda la información
considerada como privada.

• Ser apropiado:

Toda comunicación, por definición involucra al menos dos personas y


ocurre en un contexto particular, así una comunicación asertiva, necesita un
espacio, un tiempo, un grado de firmeza, una frecuencia, etc.

COMUNICACION

Es un proceso mediante el cual un sistema transmite información a otro sistema


que es capaz de recibirla. Según este sistema existe:

Emisor, persona que emite el mensaje o información.


Receptor, persona o personas que reciben el mensaje.

Mensaje, información que transmite lo que se quiere decir.

Canal, medio o vía utilizado para transmitir el mensaje.

Código, conjunto de signos y reglas necesarios para la elaboración del mensaje


tanto el emisor como el receptor han de conocer estas reglas de codificación y
descodificación.

ESTILOS DE COMUNICACION

La mente humana es compleja, y esto es debido, entre otras cosas, a que la


comunicación con los demás nos permite aprender todo tipo de conceptos e ideas
acerca del entorno.
Sin esta capacidad, no solo seríamos islas desiertas desde el punto de vista
psicológico, sino que ni siquiera podríamos pensar, al no disponer de lenguaje. A
pesar de esto, el hecho de que viviendo en sociedad aprendamos a expresarnos
no significa que siempre lo hagamos bien. Por eso es bueno conocer los estilos
comunicativos.
Estos estilos de comunicación dependen, entre otras cosas, de las actitudes y
elementos de habilidades sociales que utilizamos para expresar nuestras ideas y
estados emocionales o sentimientos. En este sentido estudiaremos los tres estilos
básicos comunicacionales: Agresivo, Pasivo y Asertivo.
1. Estilo agresivo
Los elementos que caracterizan a este estilo de comunicación son las amenazas
verbales y no verbales, así como las acusaciones directas y los reproches. En
definitiva, el objetivo de este conjunto de iniciativas es entrar en una dinámica de
poder en la que uno mismo tenga el dominio y la otra parte quede minimizada.
No se intenta tanto comunicar información valiosa que uno tiene, sino más bien
tener un efecto concreto en la otra persona o en quienes observan la interacción,
para ganar poder. Además, el uso de la falacia ad hominem, o directamente de los
insultos, no es extraño.
Por otro lado, el uso del estilo de comunicación agresivo también se caracteriza
por elementos paraverbales y no verbales que expresan enfado o bien hostilidad.
Por ejemplo, tono de voz elevado, tensión de los músculos, etc.
2. Estilo pasivo
Este es un estilo de comunicación basado en la inhibición de esos pensamientos y
sentimientos que en situaciones normales podrían ser expresadas.
El propósito último es limitar mucho el flujo comunicativo, ya sea porque hay algo
que se esconde dado que es información que incrimina, o bien porque se teme la
posibilidad de no agradar a los demás. También existe la posibilidad de que el
motivo por el que se adopta esta actitud sea el simple desinterés, o las ganas de
zanjar un diálogo cuanto antes.
A la práctica, el estilo de comunicación pasivo es típica de las personas tímidas,
que se muestran inseguras en las relaciones personales, o bien de las
introvertidas, que tratan de comunicar más con menos. Esto significa que el miedo
no tiene por qué ser el desencadenante. Hay quien entiende que el estado “por
defecto” es el aislamiento y la soledad, y que todo esfuerzo realizado para
expresarse debe estar justificado.
Además, si hay algo importante que se quiere decir pero hay miedo a comunicarlo,
frecuentemente se dice a las espaldas de la persona interesada. Entre las
características de este estilo de comunicación destacan el contacto visual
relativamente escaso, el tono de voz bajo, las respuestas cortas o con poca
relación con lo que se habla, y un lenguaje no verbal que expresa actitud a la
defensiva o inseguridad (si bien este último componente varía más).
3. Estilo asertivo
En el estilo asertivo, se comunica de manera directa aquello que uno mismo
piensa y siente, siempre que crea que tiene valor y que no incomodará de manera
excesiva a alguien. Es decir, se comunica de manera honesta y transparente, pero
sin intentar dominar a la otra persona.
Así pues, se intenta que las propias habilidades sociales queden estableciendo un
equilibrio en el que se tienen en cuenta tanto los propios intereses como los de la
otra persona, en pro de que la información relevante fluya sin complicaciones.
Dadas estas características, se considera que este es el estilo de comunicación
más deseable para la mayoría de situaciones, el cual estudiaremos en
profundidad.
Estilo de comunicación abierto a las opiniones ajenas, dándoles la misma
importancia que a las propias. Parte del respeto hacia los demás y hacia uno
mismo, aceptando que la postura de los demás no tiene por qué coincidir con la
propia
La Comunicación Asertiva es una herramienta de la comunicación que favorece la
comunicación eficaz entre interlocutores. Al ponerla en práctica
estamos fomentando el respeto por uno mismo y respetamos a los demás. Las
técnicas de comunicación asertiva son herramientas que se pueden aplicar tanto
en nuestra vida profesional como personal. En este sentido, conocer qué
características la fundamentan y qué recursos podemos usar en nuestro favor, nos
darán resultados favorables en cada una de las interacciones que hagamos.

La comunicación es básicamente la forma en la que se transmite un mensaje entre


un emisor y un receptor, pero cuando hablamos de Comunicación Asertiva o
Asertividad, incluimos la actitud de esa comunicación, ya que es la forma en la que
una persona expresa sus opiniones desde el respeto hacia el otro, de una forma
clara y pausada.

Características de la Comunicación Asertiva

La comunicación asertiva es un estilo de comunicación con un inmenso impacto


tanto en las relaciones emocionales, como en las relaciones profesionales y
laborales, a continuación, os presentamos seis características fundamentales para
tener una comunicación asertiva efectiva:

1. Cuando miramos a nuestro interlocutor estamos mostrando interés y, esta


actitud aumenta sustancialmente la confianza y cercanía.

2. Tener una postura corporal abierta, ya que nuestra comunicación no


verbal demuestra interés y sinceridad.

3. Observar nuestros gestos y aprender a controlarlos, ya que los gestos


adecuados nos ayudan a dar énfasis a los mensajes que deseamos reforzar.

4. Fijarnos en nuestros niveles de voz, ya que al modularla de una manera


adecuada somos más convincentes.

5. Analizar cuánto tiempo escuchamos y cuanto tiempo somos escuchados para


aumentar la receptividad y el impacto.

6. Identificar cuánto, cómo, cuando y donde intervenimos, además observar la


calidad de nuestras intervenciones en las conversaciones.

Comunicación Asertiva en el trabajo

Trabajar la asertividad en la comunicación es una de las habilidades deseables


para cualquier trabajador, sobretodo, en las áreas comerciales, donde la
comunicación es el pilar fundamentar de la tarea laboral. Así, una de las muchas
ventajas de la comunicación asertiva en el trabajo y en los negocios es la creación
de un clima propicio para la representación de ideas, opiniones y respeto que
optimizará las relaciones dentro del contexto laboral.

La comunicación de tipo asertivo es la forma más adecuada para dirigirnos a un


cliente, ya que es la mejor manera de expresar lo que queremos decir sin que el
otro interlocutor se sienta agredido. Además, comunicar de forma asertiva nos
ayuda a potenciar que el mensaje sea asumido con más facilidad y de forma más
clara y precisa, sin que nadie tenga que sentirse evaluado, o amenazado.

De esta forma, comunicar nuestro mensaje con claridad y seguridad respetando


los derechos del otro, genera una percepción de respeto y credibilidad ante las
indicaciones que vamos a dar al cliente con el que nos comuniquemos.
Es importante conocer la información que vamos a dar y cómo darla. Una mala
comunicación sobre resultados, diagnóstico o tratamientos puede generar dudas
en cuanto a la profesionalidad con la que trabajamos y sesgaría el resto del
proceso.

Que el cliente perciba una buena autoestima en nuestro comportamiento cuando


expresamos nuestras opiniones es esencial para que se muestre cooperativo y
que nos comunique sus propios pensamientos, dudas u opiniones.

Comunicación asertiva a nivel verbal, no verbal y paraverbal

Dentro del estilo asertivo podemos encontrar varias características a nivel verbal,
no verbal y paraverbal. Así, el manejo de la comunicación asertiva en el lenguaje
verbal utiliza la primera persona para referirse a sentimientos, opiniones propias y
otras fórmulas para expresar ideas de colaboración.

Comunicación asertiva en la conducta no verbal

En este estilo, la conducta no verbal que adoptemos va a influir mucho en la forma


en la que el cliente va a recibir la información.

Para ello, es muy importante mantener el contacto visual directo con el cliente,
tener una postura erguida y no mostrarnos tensos.

Mostrar seguridad con nuestro cuerpo a la vez que damos el mensaje y no parecer
agresivos facilitará que consigamos que el cliente nos dé toda su atención y
acepte la información.

Comunicación asertiva en la conducta verbal

Para que nuestra comunicación verbal sea coherente con nuestra comunicación
no verbal es importante analizar las siguientes recomendaciones:

1. Cuando estemos en una conversación evitar cruzar los brazos, procurar estar
en una posición de apertura.

2. No interpretar los gestos o movimientos de nuestro interlocutor, es preferible


que indaguemos antes de suponer.

3. Observar nuestro tono de voz; si este es coherente con el mensaje.

4. Mantener el contacto visual de una manera muy sutil, mientras escuchamos y


mientras hablamos, esto denota interés y fortalece las relaciones, ya que
demuestra empatía.
Comunicación asertiva en la conducta paraverbal

Entre las características de las conductas paraverbales recomendables que se


deben usar en nuestro mensaje son; un tono de voz calmada y constante, respetar
los silencios y tener un ritmo constante durante todo el proceso.

Una de las cosas que puede señalar falta de seguridad e incluso nerviosismo es
no respetar los silencios que durante la comunicación deben aparecer. No dejar de
hablar, mostrarnos incómodos si hay un silencio, y ejecutar con rapidez, hará que
el cliente pueda dudar de la realidad que le intentamos mostrar.

T
abla 1. Características de la comunicación asertiva en la conducta, verbal, no
verbal y paraverbal.

Uso de la frase asertiva

 “Cuando tu...”
(establezca el comportamiento)
 “Me siento...”
(establezca el sentimiento)
 “Porque...”
(establezca la consecuencia)
 “Te pido, por favor, que...”
(establezca la petición)

Técnicas de Comunicación Asertiva

A continuación tratamos 7 técnicas de comunicación asertiva, explicando en qué


consiste cada una de ellas. Se incluyen ejemplos con diálogos de comunicación
asertiva de situaciones concretas.

1. Técnica del disco rayado

La técnica del disco rayado consiste en repetir varias veces una afirmación sin
modificar ni nuestro tono, ritmo y volumen, y sin intención de entrar en ninguna
confrontación.

Ejemplo:

– No me estas escuchando.

– Sí le escucho, pero justo en este momento, estoy a la vez comprobando sus


datos.
– No, no me prestas atención.

- Le repito que si le estoy escuchando, sólo estoy comprobando la información que


me ha dado en este momento.

2. Técnica del Sandwich

Detrás de un "no" pueden haber varias razones, pero, cuando la decisión está
tomada se debe buscar la manera de no dañar a la otra parte, ello se logra con el
uso de la técnica sándwich.

Las tres capas de la técnica sándwich:

 Mensaje positivo: la técnica sándwich comienza con un mensaje positivo


ante lo que una persona te pide hacer (favor, petición, acción…) Lo que
debes hacer es expresar algo positivo de la cuestión que te plantean; debes
activar cosas positivas, halagar y mostrar que tan importante es que te
consideren.
 Negativa o desacuerdo: esta capa es quizá la más compleja, pero no
imposible. Tú tienes que expresar tu inconformidad: no puedo; me gustaría,
pero me agobia… y a continuación continuarás adornando tu negativa.
 Mensaje positivo: el mensaje que por último transmitirás tiene dos
funciones: el que tú salgas librado y quedes bien, y que la otra persona
encuentre solución a lo que a ti te ha planteado.
Estas son las tres capas de la técnica sándwich, que si las pones en práctica tú
podrás manejar aquellas acciones con las que no estás del todo acuerdo y que te
niegas a aceptar. Es una especie de decorar el "No" para que la otra persona no
se lo tome a mal. Con esta técnica tu comunicación será asertiva.
Pero, sabes algo, el "no" no solo te salvará de verte obligado a cumplir o a hacer
algo que no quieres que incluso de lleve a situaciones de estrés, pues verás que
después de haber puesto en práctica la técnica sándwich te sentirás fiel contigo
mismo, te sentirás tranquilo y menos estresado por no cumplir con algo que
realmente no deseabas hacer. Así que, toda culpa, remordimiento quedarán
descartados tras esta manera de dar una negativa.

3.Técnica del banco de niebla

La técnica del banco de niebla consiste en otorgarle al cliente la razón pero no


dejando lugar a continuar con el enfrentamiento o discusión. En este caso, hay
que tener cierto cuidado al usar esta técnica ya que el cliente puede llegar a sentir
que no queremos ayudarlo.

Ejemplo:

– Hasta el día de hoy no me ha solucionado el problema.

– Puede que tenga razón.

– ¡Claro que tengo razón!

– Si, no le voy a negar y permítame explicarle los motivos de la demora.

4. Técnica para el cambio

Con esta técnica se intenta dar una visión global de la discusión relativizándola
para reducir el nivel de agresividad y/o frustración.
Ejemplo:

– No te has enterado de lo que te acabo de decir.

– No le he escuchado con claridad porque estaba comprobando la información


que me ha dado.

–¡Cómo puedes decir eso! Además tengo prisa.

– Mire, con tranquilidad podremos solucionar esto, no obstante, sabe que esto
requiere de un tiempo para poder hacerlo por lo que podemos valorar si le merece
la pena continuar ahora o en otro momento. ¿Le parece bien?

5. Técnica del acuerdo asertivo

En este caso se intenta llegar a un acuerdo donde se confirma lo que se pueda


considerar como error, pero dando como fundamento que en general, no es lo
habitual.

Ejemplo:

– Cuantas veces lo tengo que repetir.

– Tiene razón al decir que le hemos pedido estos datos en varias ocasiones pero
entenderá que tengo que comprobar que todo es correcto.

6. Técnica de la pregunta asertiva

Es contestar a nuestro receptor con una pregunta que pone en positivo lo que se
está discutiendo dando además al cliente la oportunidad de afrontar en el mismo
sentido la crítica o dificultad que nos haya planteado.

Ejemplo:

– Al final no me ha servido de nada.

– ¿Qué cree que podríamos hacer para que esto no volviera a ocurrir?

7. Técnica de ignorar

Esta técnica se suele usar cuando en la llamada, el cliente, se muestra muy


alterado o enfadado y es complicado mantener una conversación constructiva. En
estos momentos tenemos que ser los más empáticos posibles para no despertar
ninguna impresión de agresión.

Ejemplo:
– ¡Estoy harto de que no me solucionen el problema!
– Ahora está de muy mal humor. De ahí que crea conveniente aplazar esta
conversación para otro momento más idóneo.

8. Técnica del aplazamiento asertivo

Esta técnica la usamos cuando no somos capaces en ese momento de dar una
solución o respuesta adecuada a la reclamación que nos hace el cliente. Se puede
compaginar con la técnica del banco de niebla, si el cliente insiste mucho.

Ejemplo:

– Nunca me solucionáis ningún problema.

– No es la primera vez que me hace esta afirmación y como sabe ya hemos


hablado en otras ocasiones de este mismo tema. Le propongo aplazarlo porque en
este preciso momento estoy a la espera; pendiente de su reclamación.

Conductas que ayudan a la comunicación activa y empática

Escuchar de forma activa, implica captar la totalidad del mensaje de nuestro


interlocutor e interpretarlo desde el punto de vista de este, es decir, ponernos en
su lugar. Esto no quiere decir que tengamos que estar de acuerdo o compartir su
opinión. Así, la Asertividad, como habilidad comunicativa, facilita el saber decir
“no” a nuestro interlocutor ante los mensajes en lo que no estemos de acuerdo sin
crear un conflicto.

Respuestas mínimas

Basta una palabra para mostrar al interlocutor que se tiene interés en la


conversación y nos gustaría que continuase.

Así, expresiones como “Mmm…, Sí”, se denominan respuestas mínimas y deben


ser utilizadas con frecuencia, sobre todo en aquellas personas que se expresan
poco.

Reflejo de los sentimientos

Para indicar interés y atención resulta imprescindible reflejar los sentimientos que
ha expresado la persona. A veces, las personas describen solamente acciones y a
través de ellas debemos identificar sentimientos para reformular el diálogo.

Ejemplo: “Me siento cansado, es la tercera vez que llamo”, en vez de prestar
atención al hecho de la dificultad del contacto que se describe en sus palabras,
hay que responder con palabras que indiquen la comprensión de sentimientos:
“Por lo que me dice, se encuentra usted disgustado”.
Solicitud de aclaraciones

Pedir aclaraciones, ayuda a identificar y comprender el significado de las palabras,


a la vez que indica al interlocutor que se está tratando de comprender su punto de
vista.

Repetición de palabras o frases claves

En ocasiones también es útil repetir palabras o frases claves que ha utilizado la


persona, en particular si ha expresado varias cuestiones a la vez, siendo útil
captar la frase clave, lo que ayuda a conservar la conversación sobre los asuntos
que preocupan al cliente.

Ejemplo: “No quiero cambiar, al final esto tarda mucho y en estos momentos
necesito tiempo y no puedo entretenerme con estas cosas, que al final sale caro”.

En este caso sería útil captar la frase clave “necesito tiempo” que nos facilita
información sobre la necesidad real del cliente y su mayor preocupación.

Preguntas o afirmaciones con respuesta abierta

Lo que propicia la oportunidad de continuar la conversación. Si se desea obtener


más información sobre un tema específico suele ser útil repetir la frase clave
dándole a la persona oportunidad para comentar más.

Así, en el ejemplo anterior se podría decir “Dice que su problema es que no tiene
tiempo” (repitiendo la frase clave).

También resulta útil un comentario o una pregunta abierta “me iba a decir que…” o
“¿le gustaría comentarme algo más sobre ello?”.

Análisis de soluciones

En ocasiones, es adecuado ayudar al análisis de posibilidades respecto a la


solución de los problemas identificados, dándose cuenta de algunos factores de la
situación que no han sido mencionados, incluyéndolos en sus comentarios o
preguntas pero teniendo cuidado de no opinar sobre lo que debe hacer. Se trata
de ayudarlo a considerar los factores y posibilidades diversas que no se hayan
tenido en cuenta.

La comunicación asertiva nos permite poder entablar una conversación desde un


punto de vista colaborativo, donde el cliente no se siente un simple receptor de
información, sino que también tiene opinión, y esta es respetada.

Todos hemos tenido, sin duda, alguna experiencia, ya sea telefónica o en persona,
en la nos hemos sentido avasallados por un interlocutor que no nos prestaba
atención y al que no le interesaba nuestra opinión. Nos gustaría conocer tu
experiencia en este sentido, y saber si este artículo te ha proporcionado alguna
herramienta de comunicación que desconocías.

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