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LINGÜÍSTICA

TEMA 3
1. Las lenguas del mundo: conceptos preliminares.- 2. Clasificación
tipológica.- 3. Clasificación genética.- 4. Lenguas en contacto.

1. LAS LENGUAS DEL MUNDO: CONCEPTOS PRELIMINARES

Existen en el mundo en la actualidad miles de lenguas diferentes, cada una con su


propia estructuración fónica, sintáctica y léxica. Sin embargo, bajo estas diferencias se
esconden similitudes de diversa clase que permiten a los lingüistas clasificar las lenguas
en grupos según los rasgos que compartan. En este tema describiremos los métodos
utilizados, en el ámbito de la Lingüística, para establecer esa clasificación, y algunos de
los hallazgos a que ha dado lugar esta investigación.

1.1 Lengua y dialecto

A menudo resulta difícil determinar si dos comunidades lingüísticas utilizan


lenguas diferentes o sólo dialectos diferentes de una misma lengua. Un test que suelen
usar los lingüistas para establecer esta distinción se basa en el criterio de inteligibilidad
mutua. Las variedades de una misma lengua mutuamente inteligibles son comprendidas
por los hablantes de cada variedad. Según esto, el inglés de Milwaukee, el de Toronto y
el de Londres son dialectos de una misma lengua. El español de ciudad de México, el de
Madrid y el de Granada son dialectos de la lengua española. Por otra parte, si dos
hablantes no pueden entenderse entre sí, entonces los lingüistas concluyen que en tal
caso tales personas hablan lenguas diferentes. El italiano de Florencia y el francés de
París son casos de variedades de habla que no son mutuamente inteligibles.
Existen diversos factores de carácter político, cultural, histórico y religioso que a
menudo interfieren cuando se trata de establecer si una variedad lingüística es lengua o
dialecto. Por ejemplo, los serbios y los croatas, sobre la base de que su historia, cultura
y creencias religiosas son diferentes, argumentan con frecuencia sobre sus diferencias
lingüísticas y defienden la existencia de dos lenguas: el serbio y el croata. Sin embargo,
y aunque utilicen alfabetos diferentes, las variedades lingüísticas serbia y croata son
mutuamente inteligibles, lo que los lingüistas llaman el serbio-croata. En contraste, a
menudo hablamos del chino como si se tratara de una sola lengua, cuando en realidad
en China se hablan lenguas que son mutuamente ininteligibles (el mandarín (o
pequinés), el cantonés, el miao, el vuyú, etc.), cada una con numerosas variedades
dialectales.
A los problemas planteados por estas consideraciones no lingüísticas, hay que
añadir las dificultades que surgen cuando se intenta dividir el continuum conformado
por una serie de dialectos mutuamente inteligibles a excepción de los que se hallan al
Lingüística. Tema 3.

comienzo y al final de tal serie, que no lo son. El neerlandés y el alemán, por ejemplo,
son mutuamente inteligibles en la frontera entre Holanda y Alemania. Sin embargo, el
neerlandés de Amsterdam y el alemán de Múnich no lo son. De modo similar, el árabe
palestino y el sirio son mutuamente inteligibles, pero el árabe marroquí y el de Arabia
Saudí no lo son.

Si tenemos en cuenta estas consideraciones, ¿cuántas lenguas existen en el planeta


en la actualidad? Las mejores estimaciones disponibles, como las propuestas por la
Ethnologue Organization (www.ethnologue.com), elevan la cifra de las lenguas
existentes a 6800, distribuidas geográficamente del modo siguiente1:

Región Número de lenguas % del total


América 1013 15
África 2058 30
Europa 230 3
Asia 2197 33
Pacífico 1311 19
Total 6809

En la lista siguiente se muestran las veinte lenguas más habladas (los datos están
tomados de la Ethnologue Organization2). Las cifras sólo reflejan el número de
hablantes nativos3:

Lengua Número estimado de hablantes


Mandarín 874.000.000
Inglés 341.000.000
Español 322.200.000
Bengalí 207.000.000
Hindí 182.000.000
Portugués 176.000.000
Ruso 167.000.000
Japonés 125.000.000
Alemán 100.000.000
Coreano 78.000.000
Vuyú (China) 77.175.000
Francés 77.000.000
Javanés 75.500.800

1
Los datos co rrespon den al año 200 3.
2
Los datos co rrespon den al año 200 3.
3
Otros recu entos no dan los mismos result ados. Por ejempl o, el de Décsy (1988), que responde a
estimaciones hast a el año 19 85, incluy e entre las veinte l engu as más habl adas al árabe o al indon esio, po r
ejempl o, que no aparecen aquí. La razón d e est a di ferenci a est á, sobre todo, en l a bas e del recuento. En el
caso d e la propu esta de la Ethn ologu e Organization, las vari edades del árabe han sido consideradas
lenguas en muchos casos, mientras en el cómputo de Décsy todas es as vari edades han sido consideradas
dialectos de un a misma l engu a. Lo mismo ocurre con el indonesi o. (Vid. Moreno Cabrera, 1990.)

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Lingüística. Tema 3.

Yue (China) 71.000.000


Telugú (India) 69.660.000
Maratí (India) 68.022.000
Vietnamita 68.000.000
Turco 61.000.000
Urdú (India, Pakistán) 60.290.000
Estas cifras son elevadas, pero no son las más típicas: la mayor parte de las lenguas
tienen menos de 10000 hablantes, y muchas de ellas corren el riesgo de desaparecer. Si
le pedimos a una persona normal y corriente que nos diga el nombre de alguna lengua
muerta, es muy probable que mencione el latín. Pero esta lengua, de hecho, no está
completamente muerta. En realidad evolucionó durante cierto período de tiempo a otras
lenguas como el francés, el español, el italiano, el portugués, el rumano y otras lenguas
románicas. Esta situación contrasta con la del manés, una lengua céltica oriunda de la
Isla de Man, una pequeña isla a medio camino entre Irlanda y Gran Bretaña. Su último
hablante, Ned Madrell, falleció en 1974. Justo cien años antes había 12000 personas que
hablaban el manés. Hoy ya no hay nadie que hable esta lengua. El manés no evolucionó
con el tiempo: simplemente dejó de ser hablado.
Este modo de extinguirse una lengua es el que se está haciendo cada vez más
común en el mundo contemporáneo, acelerándose un proceso que antes duraba siglos.
Así, y según ciertas estimaciones, el 60 % de las lenguas del planeta corren en la
actualidad el riesgo de desaparecer, pues tienen pocos niños, si es que los tienen, que las
aprendan. La situación es especialmente grave en algunas áreas. De las 300 lenguas
indígenas habladas en el área que corresponde a los EEUU en tiempos de Colón, quedan
ahora sólo 175 (muchas de ellas a punto de desaparecer). Más de la mitad de estas
lenguas tienen menos de 100 hablantes y sólo 20 lenguas nativas americanas de los
EEUU se están transmitiendo a los niños. El 90 % de las 250 lenguas aborígenes de
Australia está al borde de la extinción.
La muerte de las lenguas es lamentable por varias razones. Desde una perspectiva
puramente lingüística, la pérdida en la diversidad de las lenguas significa que
disponemos de menos información acerca de cómo funciona el lenguaje y de las
diversas manifestaciones que éste puede adoptar. Por ejemplo, cuando el último
hablante de ubijé (una lengua caucásica de Turquía) murió en 1992, los lingüistas
perdieron para siempre la oportunidad de estudiar un sistema fonológico completamente
inusual (el ubijé tenía 81 consonantes y sólo 3 vocales).
Igual de grave es la pérdida de patrimonio cultural que conlleva la muerte de una
lengua. El vocabulario de una lengua codifica gran parte del acervo cultural y científico
de la comunidad que la habla. Ese saber, que ha ido sedimentándose a lo largo de siglos,
es todo menos insignificante. Muchas lenguas indígenas diferencian millares de
especies de plantas, peces y otros animales sobre la base de su aspecto, conducta, de si
pueden consumirse o no e incluso de sus propiedades medicinales.
¿Por qué mueren las lenguas? En algunos casos, porque las personas que las hablan
fallecen a consecuencia de la guerra o la enfermedad. Así, y de acuerdo con algunas
estimaciones, el 95 % de la población nativa de América del Norte murió a
consecuencia de las enfermedades que trajeron al continente los colonizadores
europeos. Hoy en día, sin embargo, las lenguas mueren porque sus hablantes las utilizan
cada vez menos en favor de otra lengua cuyo uso les ofrece más oportunidades
económicas o educativas. El inglés, el español o el francés son ejemplos obvios de estas
lenguas internacionales que cada vez aprenden más personas por las razones vistas. Pero

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otras muchas lenguas, a menor escala, también asumen un papel dominante: el tai, el
indonesio, el suahelí o el filipino (entre otros) compiten ventajosamente en sus
respectivos territorios, en el sentido que estamos considerando, con otras lenguas
minoritarias. El patrón básico que suele seguir el proceso de la pérdida de una lengua es
el siguiente: los padres son monolingües; los hijos de hacen bilingües tras la adopción
de una nueva lengua, y los nietos se hacen monolingües en ésta última. Los nietos
difícilmente llegan a utilizar la lengua de sus abuelos.
Hoy, con más de 6000 lenguas y unos 200 países en el planeta, la mayor parte de
las lenguas carece de protección gubernamental. Además, las comunidades lingüísticas
minoritarias no pueden competir, generalmente por falta de recursos, con la atracción
que las lenguas más poderosas ejercen en los jóvenes.
Esta indefensión de la diversidad lingüística es algo que preocupa extraordina-
riamente a muchos lingüistas: no pocos de ellos están dedicados a estudiar y
documentar lenguas que están a punto de desaparecer. Allá donde es factible, tales
lingüistas, además, buscan la manera de mejorar las condiciones de las lenguas que
están en peligro: participan en programas lingüísticos, sociales y educativos diseñados
para promover y proteger el uso de las lenguas indígenas.

1.2 Tipos de clasificación

En el ámbito de la Lingüística se han propuesto tres enfoques para clasificar las


lenguas. Son los siguientes:

a) Clasificación genética. Las lenguas con clasificadas de acuerdo con su


ascendencia. Las lenguas que se han desarrollado a partir de una misma lengua
madre se agrupan en una misma clase, pues se dice de ellas que están emparen-
tadas genéticamente. La lengua madre puede estar atestiguada (mediante textos
escritos en esta lengua descubiertos o conservados, como, por ejemplo, en el
caso del latín o del griego clásico), o puede ser una lengua reconstruida (y no
existen registros escritos de ella), como, por ejemplo, en el caso del indoeuro-
peo.
Aunque las lenguas que están emparentadas genéticamente compartan a
menudo características estructurales, no tienen que mostrar necesariamente
similitudes de estructura. Por ejemplo, el letón y el inglés están emparentados
(ambos descienden del indoeuropeo), pero su estructura morfológica es
diferente. En inglés una expresión como It has to be figured out (‘tiene que ser
resuelto’) puede expresarse en letón mediante una sola palabra: jāizgudro.
Obviamente, letón e inglés están emparentados muy lejanamente. Otras lenguas,
más cercanamente emparentadas muestran muchas más similitudes (piénsese,
por ejemplo, en las similitudes entre el francés, el español, el italiano,
descendientes directos del latín).
Por otra parte, conviene tener en cuenta que las lenguas no emparentadas
genéticamente pueden mostrar similitudes en algunos aspectos. Por ejemplo, el
inglés, el tai y el suahelí, sin relación genética entre sí, utilizan la estructura
‘sujeto-verbo-objeto’ (SVO) en las oraciones simples aseverativas:

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1) Suahelí
Maria anapenda Anna
María (Suj.) gustar (V) Ana (Obj.)
(‘A María le gusta Ana’)

2) Tai
Roudbuntuk ding roud
Camión (Suj.) empujar (V) coche (Obj.)
(‘Los camiones empujan a los coches’)

3) Inglés
Cats like mice
Gatos (Suj.) gustar (V) ratones (Obj.)
(‘A los gatos les gustan los ratones’)

Volveremos a esta clasificación en el epígrafe 3.

b) Tipología lingüística. El hecho de que las lenguas no emparentadas presenten,


como se ha visto, similitudes estructurales, es lo que ha llevado a las
clasificaciones tipológicas. Estas clasificaciones organizan las lenguas sobre la
base de los rasgos estructurales de éstas, sin tomar en consideración las
relaciones de familia. De ahí que los tipólogos puedan agrupar lenguas que
muestran patrones fónicos similares o que poseen estructuras gramaticales
parecidas. Los estudios tipológicos están de un modo u otro orientados a dar
cuenta de los universales lingüísticos, es decir, de aquellas características
estructurales que se hallan en la base de todas (o casi todas) las lenguas.
Trataremos con más detalle estos aspectos en el epígrafe 2.

c) Clasificación por contacto. Gracias a ella se delimitan las características


compartidas por las lenguas que se hallan en contacto geográfico. Las lenguas
en contacto a menudo toman de otras lenguas elementos tales como palabras,
sonidos, morfemas e incluso estructuras sintácticas. El resultado de ello es que
las lenguas vecinas tienden a parecerse progresivamente entre sí, y ello incluso
aunque no haya entre ellas relación alguna de parentesco. Abordaremos estos
aspectos en el epígrafe 4.

2. CLASIFICACIÓN TIPOLÓGICA

La Tipología lingüística se ocupa, como acabamos de decir, de la clasificación de


las lenguas en función de las propiedades gramaticales de éstas. Los estudios
tipológicos agrupan a las lenguas sobre la base de ciertas peculiaridades de los patrones
sintácticos, la estructura morfológica y el sistema fonológico. Un área importante de
investigación en el ámbito de la Tipología –también hemos aludido a ello la constituyen
los universales lingüísticos. Se denominan universales absolutos aquellos patrones y
rasgos que aparecen en todas las lenguas, y los que sólo aparecen en un buen número de
lenguas, tendencias universales. Muchas generalizaciones tipológicas describen
universales de implicación, los cuales explicitan que la presencia de un rasgo implica la
presencia de otro (pero no a la inversa). Por ejemplo, las lenguas que poseen fonemas
fricativos (como la /f/ o la /s/) también tienen fonemas oclusivos (como la /p/ o la /t/),
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Lingüística. Tema 3.

aunque lo contrario no tiene por qué darse necesariamente. Otro modo de analizar los
universales lingüísticos es aplicando la teoría de lo marcado. Según los supuestos de
esta teoría, se considera que los rasgos marcados son más complejos y/o, desde el punto
de vista de la universalidad, más raros que los rasgos no marcados. Además,
normalmente se encuentra en una lengua un rasgo marcado si en ella también existe la
contrapartida no marcada. Como se ve, la teoría de lo marcado está estrechamente
relacionada con el estudio de los universales de implicación. Consideremos un ejemplo
para ver con más claridad el alcance de estos conceptos. Los fonemas vocálicos nasales
son más complejos que los fonemas vocálicos orales: la emisión de los primeros se hace
expulsando el aire a través de la nariz y la boca, en tanto que la de los segundos se hace
expulsando el aire sólo por la boca. Desde un punto de vista interlingüístico,
comprobamos que todas las lenguas tienen vocales orales, y que sólo algunas tienen
vocales nasales. Es más: en las lenguas que tienen ambos tipos de vocales, las orales
siempre son más numerosas que las nasales. Según esto, las vocales orales son
elementos no marcados, pues son más comunes y fonológicamente menos complejos
que las vocales nasales, que son los correspondientes elementos marcados. Podemos
presentar este hecho con ayuda de la siguiente jerarquía de marca, en la que el símbolo
‘>’ significa ‘menos marcado que’ o ‘implicado por’:

Vocal oral > vocal nasal

Esta generalización, a su vez, permite hacer las siguientes distinciones:

Vocales orales Vocales nasales


sí no posible
sí sí posible
no sí imposible

En las secciones que siguen presentaremos algunas de las generalizaciones


tipológicas y universales que se han propuesto en los ámbitos de la Fonología, la
Morfología y la Sintaxis.

2.1 Fonología

En esta sección hablaremos de los sistemas vocálicos y consonánticos en términos


fonológicos, pues con ello se simplifica la explicación. Téngase en cuenta, sin embargo,
que puede variar mucho la realización fonética que de ellos se haga en una lengua
concreta.

2.1.1 Sistemas vocálicos

Las lenguas son clasificadas a menudo según el tamaño y la estructura de sus


sistemas vocálicos. El sistema vocálico más común está configurado por cinco fonemas:
dos vocales altas, dos vocales medias y una vocal baja. Las vocales anteriores
(frontales) y la baja son no redondeadas, mientras que las posteriores son redondeadas:

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Lingüística. Tema 3.

i u

e o

La mitad aproximadamente de las lenguas del mundo, incluyéndose aquí lenguas como
el vascuence, el havayano, el japonés, el español y el suahelí, presenta este sistema. La
mayor parte del resto de las lenguas muestran sistemas vocálicos conformados por tres,
cuatro, siete, ocho o nueve vocales diferentes (no tenemos en cuenta los contrastes
basados en la longitud vocálica o la nasalización, que pueden llegar a duplicar o triplicar
el número de fonemas vocálicos en un sistema). Las lenguas con menos de tres vocales
distintivas o con más de nueve son raras. He aquí algunos sistemas vocálicos típicos:

i u i i u

e o e  o

a a 

Sistema de tres vo cal es Sistema de cuat ro vo cal es Sistema de si ete vo cal es


Gudanyí (Australia) Navajo (Ari zon a) Gueez (Etiopí a)

El análisis de muchas lenguas ha conducido al descubrimiento de cierto número de


tendencias universales relativas a los sistemas vocálicos. A continuación vamos a
comentar algunas de ellas.

a) El fonema vocálico más común es /a/, pues se halla en casi todas las lenguas del
mundo. Los fonemas /i/ y /u/ son casi tan comunes como /a/.

b) Los fonemas vocálicos anteriores /i, e, , / normalmente son no redondeados,


mientras que los fonemas vocálicos posteriores no bajos /, , / son
normalmente redondeados.

c) Los fonemas vocálicos bajos /, , / normalmente son no redondeados.

El sistema vocálico del inglés está conformado por un número de vocales superior
al normal, pero todas ellas siguen las tendencias aludidas. Así, en inglés sólo hay
vocales anteriores no redondeadas, todas las bajas son no redondeadas, y todas las
posteriores no bajas son redondeadas. El sistema vocálico del inglés americano es como
sigue:

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Lingüística. Tema 3.

i u

 

e o

  ()

 

Ciertas relaciones entre vocales (por ejemplo, entre fonemas vocálicos orales y
nasales, o entre largos y breves) pueden expresarse en términos de universales de
implicación, pues la presencia de un tipo de fonema vocálico implica la presencia del
otro (pero no al contrario):

a) Como ya hemos visto, si una lengua hallamos vocales nasales que se oponen
entre sí, también hay en ella vocales orales que lo hacen. Por ejemplo, en francés
se oponen diversas vocales nasales entre sí: long /l/ ‘largo’ se opone a lent /l/
‘lento’, y también las nasales y orales: las /la/ frente a lent //l/ ‘lento’. Y, como
es de prever, también se oponen las vocales orales entre sí: clos /klo/ ‘cerrado’
frente a clou /klu/ ‘clavo’. En español y en inglés no hay oposición entre vocales
orales y nasales. Por ejemplo, en español no hay oposición entre, por ejemplo,
pon /pon/ y */p/ , o en inglés entre bought /bt/ ‘comprado’ y */bt/.

b) Si en una lengua hallamos vocales largas que se oponen entre sí, también hay en
ella vocales breves que lo hacen. Por ejemplo, en finés hay vocales largas que se
oponen entre sí, y, como es de prever, también las hay breves que hacen lo
mismo:

Contrastes vocálicos en finés


Larga /vs/ larga /vili/ ‘dulce de leche’ /vali/ ‘elección’
Breve /vs/ breve /suka/ ‘cerda (pelo)’ /suku/ ‘familia’
Breve /vs/ larga /tuli/ ‘fuego’ /tuli/ ‘viento’

Lo contrario no se da necesariamente. El español distingue sus vocales mediante


la cualidad (el grado de abertura): sin /sin/ frente a san /san/, pero no por la
longitud: sin /sin/ no se opone a */sin/.

2.1.2 Sistemas consonánticos

Resulta extraordinariamente complicado (y poco útil) clasificar las lenguas en


función del número de consonantes que posean sus sistemas consonánticos, pues éstos
pueden contener desde sólo ocho (como el havayano) hasta más de noventa (como es el
caso del cungo, una lengua hablada en Namibia, que cuenta con noventa y seis). Sin

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embargo, el análisis tipológico de los sistemas consonánticos ha permitido vislumbrar


un buen número de universales bien asentados:

a) Todas las lenguas tienen consonantes oclusivas.

b) Los fonemas oclusivos más comunes son /p, t, k/. Muy pocas lenguas carecen de
alguno de estos fonemas, y no hay ninguna lengua que carezca de los tres. Si una
lengua carece de uno de ellos, es muy probable que sea /p/. Por ejemplo, el
aleuta, el nubio y el quivira carecen del fonema /p/. El fonema más frecuente de
esta serie es /t/.

c) El fonema fricativo más común es /s/. Si una lengua tiene sólo una fricativa,
seguramente es /s/. Es la única fricativa que hay en nandí (una lengua de Kenia)
o en uerí (lengua de Nueva Guinea). Al fonema /s/ le sigue en frecuencia el
fonema /f/.

d) Casi todas las lenguas conocidas tienen al menos un fonema nasal. En los casos
en que sólo haya un fonema nasal, éste es comúnmente /n/ (como en arapaho,
hablado en Wyoming). Si hay dos fonemas nasales en oposición, normalmente
son /m/ y /n/.

e) La mayoría de las lenguas tiene al menos un fonema líquido. Sin embargo, un


pequeño número de lenguas no tiene ninguno de este tipo. Es el caso, por
ejemplo, del Pies Negros, el dacota, el efé (hablado en Nigeria) o el siona
(descubierto en Ecuador).

Los fonemas consonánticos están sujetos a varios universales de implicación:

a) Si una lengua tiene fonemas obstruyentes (los que, al ser emitidos, se basan en
algún tipo de obstrucción a la salida del aire) sonoros (oclusivos, fricativos o
africados), también tendrá fonemas obstruyentes sordos. Lo contrario no tiene
por qué darse necesariamente. Por ejemplo, el ainú (lengua del norte de Japón)
tiene sólo fonemas obstruyentes sordos: /p, t, k, , s/.

Obstruyentes sordas Obstruyentes sonoras


sí no Posible (ainú)
sí sí Posible (inglés, español)
no sí imposible

b) Las consonantes sonantes (nasales y líquidas) son generalmente sonoras. Muy


pocas lenguas tienen sonantes sordas, y en este caso siempre tienen sonantes
sonoras también. Por ejemplo, el birmano tiene nasales y laterales que se oponen
en función de la oposición ‘sordo/sonoro’.

Sonantes sonoras Sonantes sordas


sí no posible (inglés, español)
sí sí posible (birmano)
no sí imposible

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c) Si una lengua tiene fonemas fricativos, también tendrá fonemas oclusivos. No


hay lenguas que carezcan de fonemas oclusivos. Sin embargo, sí hay lenguas
que carecen de fonemas fricativos. Por ejemplo, el gilbertés (Islas Gilbert), el
quitaval (Australia oriental) y el nuero (Sudán sudoriental) no tienen fricativas.

Oclusivas Fricativas Africadas


sí sí sí posible (inglés, español)
sí sí no posible (francés)
sí no no posible (quitaval)
no sí sí imposible
no sí no imposible
no no sí imposible

2.1.3 Sistemas suprasegmentales

Las lenguas pueden también clasificarse en función de sus rasgos suprasegmentales


(o prosódicos). Las lenguas que utilizan el tono para distinguir el significado de las
palabras se denominan lenguas tonales. Muchas lenguas del mundo son de esta clase. El
mandarín, por ejemplo, tiene cuatro tonos. Las otras lenguas de China, así como muchas
lenguas del Sudeste asiático, de África y de América son también lenguas tonales.
Europa cuenta con unas pocas. Por ejemplo, uno de los dialectos del lituano distingue
entre tres tonos.

Contrastes tonales en mandarín


Tono alto // ‘construir’
Tono ascendente /á/ ‘conseguir’
Tono descendente-ascendente // ‘golpear’
Tono descendente /dà/ ‘grande’

Contrastes tonales en lituano


Tono descendente Loks /lùoks/ ‘arco (arquit.)’
Tono alto Loks /l/ ‘cebolla verde’
Tono ascendente-descendente Loks /lo ks/ ‘ventana’

Hay dos tipos de tonos: los de registro y los de contorno. Los primeros se asocian a
distintos registros tonales: generalmente a los registros alto, medio y bajo (la vocales
que los llevan se emiten en un tono uniforme). Los segundos, a un contorno tonal (las
vocales que los llevan se emiten con variación tonal): ascendente, descendente,
ascendente-descendente y descendente-ascendente. Los sistemas del mandarín y del
lituano están constituidos por tonos de uno y otro tipo. Las lenguas tonales oponen muy
a menudo dos tonos de nivel (generalmente alto y bajo). Sin embargo, las oposiciones
sobre la base de tres tonos (como alto, bajo y medio) son también relativamente
comunes. Las oposiciones sobre cinco o más tonos son prácticamente desconocidas. Los
sistemas tonales responden a varias tendencias universales:

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Lingüística. Tema 3.

a) Si una lengua tiene tonos de contorno (por ejemplo, ascendente o descendente),


entonces es muy probable que también tenga tonos de nivel (como alto, medio o
bajo). El birmano, el absáraca (lengua siu, Montana, Wyoming), el lituano y el
mandarín son ejemplos de lenguas que responden a este patrón. Por el contrario,
las lenguas que poseen tonos de contorno pero carecen de tonos de registro son
extremadamente raras, como es el caso del dafla, una lengua del norte de la
India.

Tonos de registro Tonos de contorno


sí no posible (sarsí (Alberta))
sí sí posible (mandarín)
no sí muy raro (dafla)

b) Si una lengua tiene tonos de contorno complejos (como ascendente-descendente


o descendente-ascendente), entonces también tendrá tonos de contorno simples
(ascendente o descendente). El mandarín y el lituano responden a este patrón.

Tonos de contorno Tonos de contorno


simple complejo
sí no posible (hausa)
sí sí posible (mandarín)
no sí imposible

Las diferencias de acento también resultan muy útiles en la clasificación de las


lenguas. Las lenguas de acento fijo son aquellas en las que la posición del acento es
predecible. Es el caso del hebreo moderno, el quiché (una lengua maya) o el francés: en
ellas el acento siempre se halla en la sílaba final de la palabra; en polaco, suahelí y
samoano el acento recae en la penúltima sílaba; en checo, finés y húngaro la sílaba
acentuada es siempre la primera. Las lenguas de acento libre son aquellas en las que la
posición del acento no es predecible y ha de ser aprendido para cada palabra. En este
último caso el acento resulta ser un instrumento fundamental para distinguir unas
palabras de otras. El inglés, el español, el italiano, el ruso, por ejemplo, son casos de
lenguas de acento libre.

Contrastes por el acento en ruso


múka ‘tortura’ muká ‘harina’
zámok ‘castillo’ zamók ‘cerradura’
rúki ‘manos’ rukí ‘de la mano’ (genitivo sing.)

Contrastes por el acento en español


cántara cantara cantará
cante canté
hablo habló

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2.1.4 Estructura silábica

Los tipos silábicos CV y V son no marcados. Son más sencillos que otros tipos
silábicos (CVC, VCC, etc.), se hallan en todas las lenguas y son los que primero
aprenden los niños.
Dada una lengua, la cabeza de la sílaba puede estar estructurada de modo distinto a
como lo está la coda4. Por ejemplo, en inglés la combinación /nasal+oclusiva/ está
permitida al final de sílaba (en una palabra monosilábica como hand), pero no al
comienzo (no hay sílabas inglesas que comiencen por /nd/). Sin embargo, en suahelí
ocurre al contrario: la secuencia /nd/ está permitida al comienzo de la sílaba (es posible
la palabra ndizi ‘banana’), pero no en la coda, porque esta lengua carece de ella: sus
sílabas terminan siempre en vocal.
Las diferencias existentes en las restricciones con que las lenguas conforman sus
sistemas silábicos pueden dar lugar a importantes consecuencias cuando las lenguas
entran en contacto. Por ejemplo, en havayano sólo las sílabas de tipo V y CV están
permitidas, y cuando esta lengua toma prestadas palabras del inglés, cuyo sistema
silábico es más complejo, inserta vocales en tales palabras para ajustarlas al esquema
propio. Por ejemplo, cuando la expresión Merry Christmas pasa al hayanano, se la
reformula como mele kalikimaka (hay, además, otros cambios consonánticos, dado que
en havayano no posee los fonemas /r/ y /s/).
Presentamos a continuación dos casos de universales de implicación concernientes
a la estructura silábica. Ambos tratan de la estructura de la cabeza frente a la de la coda.

a) Si una lengua permite secuencias de consonantes en la cabeza, entonces también


permite sílabas con una sola consonante en la cabeza y sílabas sin cabeza:

Cabeza C única/Sin cabeza Cabeza C múltiple


sí no posible (havayano)
sí sí posible (inglés, español)
no sí imposible

b) Si una lengua permite secuencias de consonantes en la coda, entonces también


permite sílabas con una sola C en la coda y sílabas sin coda:

Coda C única/Sin coda Coda C múltiple


sí no posible (cantonés)
sí sí posible (inglés, español)
no sí imposible

4
Consideramos aquí qu e la estructur a de la sílaba est á constituida por los sigui ent es elem entos: cab eza,
núcl eo y co da. En /hand/ l a cabeza es /h-/, el nú cleo /–a/ y la cod a /–nd/. En la síl aba / cons -/ de construi r
la cab eza es /k-/, el núcleo /-o-/ y la coda /-ns/. La cabeza y la coda pueden no est ar presentes: por
ejempl o, español /an/ (han), /a/.

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2.2 Morfología

En todas las lenguas hay palabras y morfemas. Sin embargo, hay muchas
diferencias en lo concerniente a cómo las lenguas individuales combinan los morfemas
para crear palabras. Se pueden distinguir cuatro tipos.

2.2.1 Aislante

Una lengua aislante o analítica pura contendría sólo palabras que estarían formadas
únicamente por un solo morfema (raíz). En tal lengua no habría afijos, y categorías
como el número y el tiempo tendrían que ser expresadas mediante palabras separadas.
En mandarín, que es básicamente una lengua aislante, el morfema le se usa a menudo
para indicar una acción pasada o terminada. Aunque este morfema es, como se ve,
semánticamente similar al de tiempo pasado, se comporta como una palabra
independiente, ya que su posición en la frase puede variar:

a. T  fàn le.


Él comer comida pasado
‘Él comió la comida.’
b. T  le fàn.
Él comer pasado comida
(‘Él comió la comida.’)

Otras lenguas de base aislante son el cantonés, el vietnamita, el lao (Laos) y el jemer
(Camboya).

2.2.2 Polisintético

En una lengua polisintética las palabras pueden estar formadas por largas cadenas de
raíces y afijos cuyo contenido a menudo se corresponde con el que en otras lenguas se
expresa mediante una oración. La siguiente palabra del inuktitut (lengua esquimo-
aleutiana de América del Norte) ilustra esta combinatoria:

Qasuiirvarvigssarsingitluinarnarpuq.
Qasu -iir -sar -vig -ssar -si
[[[[[[[[[[Cansado] no] causar-estar] lugar-para] adecuado] encontrar]
-ngit] -luinar] -nar] -puq]
no completamente alguien 3SG
(‘Alguien no encontró un lugar de descanso completamente adecuado.’)

La polisíntesis es común en muchas lenguas nativas de América del Norte, como el


inuktitut o el sarsí, por nombrar algunas.
Los términos aislante y polisintético hacen referencia a dos extremos: el primero
alude a las palabras que constan solamente de un morfema; el segundo, a las que pueden
constituir una oración completa. Muy pocas lenguas (si es que hay alguna) son
estrictamente aislantes o polisintéticas. En vez de esto, en la práctica casi todas las
lenguas son sintéticas, es decir, permiten diversas combinaciones de morfemas en sus

13
Lingüística. Tema 3.

palabras, aunque nunca llegan al extremo de que éstas lleguen a expresar el contenido
de una oración. Hay dos tipos de lenguas sintéticas: aglutinante y flexivo.

2.2.3 Aglutinante

Una lengua aglutinante muestra palabras que pueden estar integradas por varios
morfemas y que pueden descomponerse con facilidad (normalmente en raíz y afijos). En
tales lenguas cada afijo es claramente identificable y representa una sola categoría
gramatical o un solo contenido. He aquí unos ejemplos tomados el turco:

a. 
‘aldea’
b. -
aldea-PL
‘aldeas’
c. --
aldea-PL-GEN
‘de las aldeas’

Las palabras en turco pueden exhibir una estructura morfológica compleja, pero cada
morfema tiene una única función claramente identificable. Así, en c), por ejemplo, -
marca ‘plural’ e -in, ‘genitivo’.

2.2.4 Flexivo

Las palabras de una lengua flexiva también pueden estar conformadas por varios
morfemas. Sin embargo, a diferencia de las lenguas aglutinantes, aquí los afijos a
menudo expresan simultáneamente diferentes categorías gramaticales. En ruso, por
ejemplo, un único afijo flexivo expresa a un mismo tiempo el género nominal
(masculino, femenino o neutro), el número (singular o plural) y la función en la oración
(sujeto, objeto directo, etc.). Todo ello es lo que expresa, en los casos siguientes, el afijo
–u:

m  -.
nosotros vemos mano-FEM.SG.AC.
(‘Vemos una/la mano.’)

La distinción entre el tipo aglutinante y el flexivo tiene mucho que ver con el
número de “unidades” semánticas de información que son denotadas por un afijo. En
una lengua aglutinante cada afijo contiene normalmente un elemento de contenido
gramatical o léxico, mientras que en las flexivas los afijos expresan varias unidades de
información.

14
Lingüística. Tema 3.

2.2.5 Tipos mixtos

Muchas lenguas (quizá la mayoría) no pertenecen exclusivamente a uno de los tipos


examinados. Por ejemplo, el inglés utiliza estructuras aislantes en muchas
construcciones verbales, en las que cada noción se expresa por medio de una sola
palabra. El futuro, por ejemplo, está expresado por la palabra independiente will (y no
por un afijo) en una estructura como I will leave. Por otro lado, el inglés muestra
también un número considerable de palabras derivadas por aglutinación, como es el
caso de re-en-act-ment, formada por una serie de morfemas claramente identificables,
cada uno con su propio significado o función. Sin embargo, el sistema pronominal
inglés es ampliamente flexivo, pues a una sola forma puede denotar a un mismo tiempo
‘persona’, ‘número’, ‘género’ y ‘caso’. La palabra him, por ejemplo, expresa ‘tercera
persona, singular, masculino, objeto directo’. Lo mismo ocurre, aunque en grado
diferente, en alemán, español, francés o italiano.
Dado que muchas (si no todas) las lenguas del mundo presentan estructuras mixtas
como las que acabamos de considerar, se ha llegado a sugerir que los términos aislante,
aglutinante y flexivo deberían usarse para hacer referencia, no a una lengua en su
conjunto, sino a determinadas estructuras de ésta.
Es importante tener en cuenta que estas clasificaciones no consideran procesos
morfológicos como la composición (por ejemplo, español bocacalle, o inglés
greenhouse), la reduplicación (por ejemplo, tagalo sulat ‘escribir’ /vs/ susulat
‘escribiré’), el uso gramatical del acento o del tono (por ejemplo, inglés présent
‘presente’ /vs/ presént ‘presentar’) o los cambios internos en las palabras (por ejemplo,
la alternancia (ablaut), como en inglés run /vs/ ran).

2.2.6 Universales de implicación: Morfología

La estructura que las palabras muestran en las diferentes lenguas del mundo permite que
se establezcan diversas generalizaciones:

a) Si una lengua tiene afijos flexivos, también tiene afijos derivativos (afijos de
carácter léxico, no gramatical, que incrementan el contenido del morfema raíz).
Por ejemplo, el español (como otras muchas lenguas) no sólo tiene afijos
flexivos como –o (habl-ó) o –s (perro-s), sino afijos derivativos como re- (re-
hacer) o –ero (tint-ero).

b) Si una lengua tiene afijos derivativos (AD) y flexivos (AF), el AD está más
próximo a la raíz:

AD AF
Inglés
friend-ship-s *friend-s-ship
amigo-tad-SG (‘amistad’) amigo-SG-tad
raíz-AD-AF raíz-AF-AD

15
Lingüística. Tema 3.

Turco
 - -  --
trabajar-dor-PL trabajar-PL-dor
raíz-AD-AF raíz-AF-AD

c) Si una lengua tiene sólo sufijos (afijos que van detrás de la raíz), también tiene
sólo posposiciones (equivalentes a las preposiciones en aquellas lenguas que
colocan el núcleo al final de la frase). En turco, por ejemplo, sólo hay sufijos.
Como cabe prever, esta lengua muestra, más que preposiciones, posposiciones.
Esto se ilustra en la frase siguiente:

   - -


Ahmet Ayshe para libro-AC comprar-PAS
(‘Ahmet le compró un libro a Ayshe.’)

2.3 Sintaxis

Como no se dispone de descripciones detalladas de la mayoría de las lenguas del


mundo, los estudios tipológicos sobre los universales sintácticos han tenido que reducir
su campo de estudio al orden de palabras en oraciones declarativas simples (del tipo La
presidenta inauguró la exposición). La clasificación básica, según este criterio, se
fundamenta en el orden relativo que asumen el sujeto (S), el objeto directo (O) y el
verbo (V). Los tres órdenes más frecuentes (frecuencia descendente) son SOV, SVO y
VSO. Aproximadamente el 95 % de las lenguas del mundo usa alguno de estos patrones
para conformar el orden de palabras básico.

SOV (turco)
 - -
Hasan buey-AC comprar-PAS
(‘Hasan compró un buey’)

SVO (español)
El atleta batió el récord.

VSO (galés)
Lladdodd y ddraig y dyn.
Mató el dragón el hombre
(‘El dragón mató al hombre.’)

Estas tres estructuras tienen un rasgo en común: el sujeto aparece siempre antes que el
objeto directo. La prevalencia del patrón SO puede deberse a que el sujeto usualmente
coincide con el tema de la oración (es decir, con aquello de que habla la oración), y a
que, por ello, resulta más útil al comienzo del enunciado.

16
Lingüística. Tema 3.

Aunque en su gran mayoría las lenguas del mundo coloquen el S antes que el O en
su orden de palabras básico, este patrón no es universal. Existen unas pocas lenguas que
responden al tipo VOS, de las que la mejor conocida es el malgache (Madagascar):

VOS (malgache)
Nahita ny mpianatra ny vehivavy.
Vio el estudiante la mujer
(‘La mujer vio al estudiante.’)

Igualmente, hay unas pocas lenguas del tipo OVS o OSV, y todas ellas parecen estar
localizadas en Sudamérica, como son los casos del hixkaryana (hablado en Brasil, en la
cuenca superior del río Namundá, afluente del Amazonas) y el apuriña (hablado en
Brasil, en la Amazonia):

OVS (hixkaryana)
Kana janmno brjekomo.
Pez capturó muchacho
(‘El muchacho capturó un pez.”)

OSV (apuriña)
Anana nota apa.
Piña yo voy a buscar
(‘Voy a buscar una piña.’)

2.3.1 Universales en el orden de palabras

A veces el orden mostrado por los elementos de una determinada estructura tiene
consecuencias para el orden de los elementos de otras estructuras. Muchas de estas
implicaciones tienen que ver con las relaciones existentes entre el verbo y su objeto
(directo):

a) Si una lengua tiene el orden VO, entonces tiene preposiciones antes que
posposiciones. Entre las lenguas de este tipo se cuentan el bereber (Marruecos),
el hebreo, el maorí (Nueva Zelanda), el masái (Kenia), el galés o el gaélico
irlandés.

Gaélico irlandés
a. Patrón VSO
Chonaic mé mo mháthair.
Vi yo mi madre
(‘Vi a mi madre.’)
b. Patrón preposicional
sa teach
en casa
(‘en la casa’)

b) Si una lengua tiene el orden OV, entonces probablemente tiene posposiciones


antes que preposiciones. A este tipo remiten lenguas como el vascuence, el

17
Lingüística. Tema 3.

birmano, el hindí, el japonés, el coreano, el quechua, el turco o el yimidiro


(Australia).

Yimidiro
a. Patrón SOV
Gudaa-ngun yarrga dyindaj.
Perro-ERG chico mordió
(‘El perro mordió al chico.’)

b. Patrón posposicional
yuwaal nganh
playa desde
(‘desde la playa’)

c) Las frases preposicionales (FP) preceden al verbo en las lenguas del tipo OV, y
normalmente siguen al verbo en las del tipo VO.

Japonés
a. Patrón SOV
Gakusei-ga hon-o yonda.
Estudiante-NOM libro-AC leyó
(‘El estudiante leyó un libro.’)

b. FP precede al verbo
Taroo-ga [fp nitiyoobi ni] tsuita.
Taroo-NOM [sábado en] llegó
(‘Taroo llegó el sábado.)

Español
a. Patrón SVO
Juan compró el periódico.
b. FP sigue al verbo:
Juan se fue ayer.

d) Los adverbios de modo preceden casi siempre al verbo en las lenguas OV y


generalmente van detrás de éste en las lenguas VO.

Japonés
Patrón SOV, el adverbio precede al verbo
hayaku hasiru
rápidamente corre
(‘Corre rápidamente.’)

Español
Patrón SVO, el adverbio sigue al verbo
Juan canta bien.

e) Por lo que respecta a las estructuras posesivas, está muy extendida la tendencia a
usar el orden GEN (posesivo) + N en las lenguas OV, mientras que en las

18
Lingüística. Tema 3.

lenguas VO la tendencia (aunque menos extendida) es a usar el orden N + GEN


(posesivo).

Japonés
Patrón SOV, GEN+N
Taroo-no hon
Taroo-GEN libro
(‘El libro de Taroo’)

Francés
a. Patrón SVO
Pierre aime Marie
Pedro ama María
(‘Pedro ama a María.’)

b. N + GEN
la maison de Marie
la casa de María
(‘la casa de María’)

El inglés, aunque es una lengua SVO, muestra el orden GEN + N y el N + GEN.

a. GEN + N
the country’s laws
el país GEN leyes

b. N + GEN
the laws of the country
las leyes de el país
(‘las leyes del país’)

Casos como éste son raros, sin embargo, y no invalidan las tendencias que
estamos considerando.

2.3.2 Jerarquías gramaticales

Los universales de implicación son descritos frecuentemente en términos de


jerarquía de categorías o relaciones. Una de las jerarquías más importantes de esta clase
se refiere a las relaciones gramaticales de sujeto y objeto directo, que ha sido
establecida así:

Sujeto > objeto directo > otro

Según esta jerarquía, los procesos que sólo sean aplicables al sujeto son menos
marcados que los procesos aplicables al objeto directo, y así sucesivamente. Dicho de
otro manera, si determinado fenómeno se da con el objeto directo, también se debería
dar con el sujeto. Por el contrario, no sería sorprendente encontrarse con un proceso
que, siendo asumido por el sujeto, no puede serlo por el objeto directo.

19
Lingüística. Tema 3.

Entre los numerosos fenómenos tipológicos que recoge esta jerarquía se cuenta la
concordancia verbal. Como muestran los ejemplos siguientes, hay lenguas en las que el
verbo concuerda sólo con el sujeto, y hay otras en las que concuerda, además de con el
sujeto, con el objeto directo:

Español
Concordancia con el sujeto
Sujeto

Juan parti-ó

Suahelí
Concordancia con el sujeto y el complemento directo
Sujeto objeto directo

Juma a- li- wa- pika watoto


Juma 3SG PAS 3PL golpear niños
(‘Juma golpeó a los niños.’)

Sin embargo, tal como predice esta jerarquía, no hay lenguas en que el verbo concierte
sólo con el objeto directo.

2.4 Explicación de algunos universales

No han llegado los lingüistas todavía a conclusiones definitivas que expliquen la


existencia de muchos universales lingüísticos. No obstante, se han propuesto algunas
explicaciones interesantes sobre muchos de ellos, de las que consideraremos algunas.

2.4.1 Fonología

Parece ser que ciertos factores relacionados con la percepción ejercen una
influencia considerable en la conformación de los universales. Por ejemplo, el hecho de
que el fonema /s/ sea la fricativa que más aparece puede deberse a su prominencia
acústica: las variedades que adopta /s/ son inherentemente más claras y estridentes que
las de los otros tipos de fonemas fricativos.
Los sistemas vocálicos tienden a configurarse de modo que las vocales se distingan
lo más posible entre sí. Un sistema de tres vocales, como el que sigue:

/i/ /u/

/a/

deja, por decirlo así, mucho ‘espacio’ entre las vocales, lo que permite que puedan ser
distinguidas las unas de las otras más fácilmente.

20
Lingüística. Tema 3.

Lo mismo ocurre en la distribución de los fonemas oclusivos. Puede ser que /p/, /t/
y /k/ sean las oclusivas más comunes porque se articulan en tres puntos que están muy
alejados entre sí en el tracto vocal supralaríngeo. Estos tres fonemas, cuando son
emitidos, son percibidos y distinguidos con mayor facilidad que la secuencia de
fonemas oclusivos dentales, alveolares y palatales, por ejemplo, pues todos estos
últimos se articulan en una región más estrecha: la central de la cavidad bucal.
Se ha sugerido que los sistemas consonánticos responden en general a las
restricciones articulatorias que dan lugar a sonidos y sistemas no marcados. Las
obstruyentes básicas, desde el punto de vista articulatorio, [p], [t] y [k] son mucho más
comunes que otras articulaciones más complejas como [] y []. He aquí las
obstruyentes más frecuentes interlingüísticamente:

   
  
  


Las lenguas tienden a presentar sistemas consonánticos que están formados en un


70 % por obstruyentes y en un 30 % por sonantes, y es secundario el número total de
fonemas consonánticos de que pueda constar el sistema. Estas cifras reflejan las
posibilidades articulatorias para establecer oposiciones: es evidente que caben más
distinciones en el espacio de las obstruyentes que en el de las sonantes. No hay, por
ejemplo, sonantes fricativas nasales, porque la presión necesaria para que el aire pase
por una estrecha abertura (lo que constituye la esencia de las fricativas) no puede
alcanzarse cuando al mismo tiempo ha de fluir mucho de este aire por la cavidad nasal.
Por causas como ésta, el número de obstruyentes existente en no importa qué lengua es
en potencia mucho mayor que el de las posibles sonantes. Esto es sólo un ejemplo de
cómo diversos factores articulatorios pueden influir decisivamente en la conformación
de los sistemas consonánticos.

2.4.2 Morfología

En el caso de los universales morfológicos, las explicaciones son de otra índole. Por
ejemplo, el hecho de que las lenguas con sufijos pero no prefijos tengan siempre
posposiciones puede tener una explicación de carácter histórico. En tales lenguas
algunas posposiciones llegaron a ligarse a una palabra precedente y por esto se
convirtieron en sufijos. Como en esas lenguas los sufijos procedían de posposiciones, el
vínculo entre los dos elementos puede rastrearse hasta el origen de ambos. Un ejemplo
de este fenómeno puede encontrarse en finés y estonio, lenguas estrechamente
emparentadas. La lengua de la que proceden (protofinobáltico) poseía la posposición
*kanssa ‘con’, todavía evidente en el finés estándar pero evolucionada como sufijo en
estonio:

Finés estándar: posposición kanssa ‘con’


poika ‘chico’ pojan-n kanssa ‘con el chico’
chico-GEN con

21
Lingüística. Tema 3.

Estonio: sufijo de caso –ga (COM = comitativo)


poeg ‘hijo’ poja-ga ‘con el hijo’
hijo-COM

La exigencia de que los afijos derivativos deban aparecer más cerca de la raíz que
los afijos flexivos tiene otro tipo de explicación. Los procesos de derivación forjan
palabras nuevas, mientras que las marcas flexivas denotan clases a las que pertenecen
las palabras (por ejemplo, ‘plural’ para los nombres, ‘pasado’ para los verbos, etc.).
Dado que la palabra ha de estar formada antes de que reciba la marca que indique a qué
clase gramatical pertenece, es natural que los procesos derivativos se den antes que los
flexivos y que ello se refleje en la estructura interna de las palabras (vid. tema 5). Por
ejemplo, en la palabra tratamientos, cuya estructura es:

V Af Af

tratar -miento -s

observamos que a la raíz verbal tratar se añade el sufijo -miento y de ello surge un
nombre: tratamiento. Posteriormente se añade el sufijo de plural –s: tratamientos.

2.4.3 Sintaxis

Algunos universales sintácticos pueden ser explicados recurriendo al modo en que


los seres humanos procesan la estructura de la oración. Reconsideremos un resumen de
los patrones del orden de palabras (vid. 2.3):

Constituyentes Orden en una lengua VO Orden en una lengua OV


P & FN P + FN SN + P
V & FP V + FP FP + V
V & Adv. modo V + Adv. modo Adv. modo + V
N & GEN N + GEN GEN + N

Una explicación de las propiedades de las combinaciones adoptadas por los elementos
en las columnas segunda y tercera tiene que ver con el contraste existente en lenguas
con ramificación a la derecha y lenguas con ramificación a la izquierda. En las primeras
la parte más elaborada de la estructura de la oración aparece como una ramificación a la
derecha, y en las segundas, como una ramificación a la izquierda. Según esto, un patrón
VO responde a una ramificación a la derecha, pues el constituyente FN aparece en la
rama derecha; por el contrario, un patrón OV responde a una ramificación a la
izquierda, pues el constituyente en cuestión aparece a la izquierda:
22
Lingüística. Tema 3.

O O

V FN FN V

Det N’ Det N’

N N

Ramificación a la derecha Ramificación a la izquierda

Se comprueba fácilmente que los patrones P+FN, V+FP, V+Adv y N+GEN,


comúnmente asociados a las lenguas VO, son ramificaciones a la derecha (los genitivos
y los adverbios son un tipo de frase). Por el contrario, los patrones FN+P, FP+V, Adv+V
y GEN+N, normalmente asociados a las lenguas OV, son ramificaciones a la izquierda.
En otras palabras, parece que las lenguas muestran una gran consistencia en lo referente
al empleo de uno u otro tipo de ramificación. Esta uniformidad puede que facilite a los
hablantes la labor de procesar la estructura sintáctica. Así, del mismo modo que algunos
seres humanos son zurdos y otros diestros, así también parece que unas lenguas
prefieren utilizar consistentemente sistemas de ramificación a la derecha, mientras que
otras prefieren hacer lo contrario.
El estudio de la Tipología lingüística y de los universales lingüísticos es un área
relativamente reciente en el campo de la Lingüística. Queda, como es obvio, todavía
mucho por conocer en relación los universales lingüísticos, y hay que admitir que no
poca parte de los estudios actuales es de naturaleza especulativa y, por tanto,
provisional.

3. CLASIFICACIÓN GENÉTICA

La finalidad de la clasificación genética consiste en agrupar las lenguas en familias


sobre la base de evidencias de parentesco establecidas según los requisitos del método
histórico-comparativo. Esta labor es extremadamente compleja por diversas razones.
Quizá el mayor problema sea simplemente determinar la cantidad de datos que
deban recogerse y registrarse antes de que los lingüistas establezcan, con cierta
seguridad, el estatus de un grupo de lenguas. Por ejemplo, sólo ha sido posible disponer
de información abundante y fidedigna sobre las lenguas de África en las últimas dos o
tres décadas, lo que está permitiendo establecer en la actualidad una clasificación de
tales lenguas. En contraste con esto, muchas lenguas de Sudamérica, Nueva Guinea y
Australia siguen todavía sin conocerse suficientemente.
A estas dificultades hay que añadir otros factores, como el que haya lenguas sin
parentesco alguno que, sin embargo, sean similares de una u otra manera. Esto es
especialmente probable cuando esas lenguas han estado en contacto suficiente como
para que haya habido entre ellas préstamos de numerosas palabras, sonidos, morfemas o
estructuras sintácticas.
Más aún: puede ser que lenguas emparentadas se muestren muy distintas entre sí.
Cuanto más distante es la relación de parentesco entre las lenguas, menos probable es
23
Lingüística. Tema 3.

que muestren mayor número de similitudes, sobre todo porque los cambios fónicos
pueden oscurecer las relaciones existentes entre palabras emparentadas. El inglés y el
latín están emparentados (aunque lejanamente), pero la similitud entre palabras
emparentadas como el latín unda ‘ola’ y el inglés water ‘agua’ no resulta nada evidente.
Otro elemento que complica la investigación es que muchas palabras que podrían
ser indicadores excelentes para la determinación de relaciones de parentesco, han
desaparecido del lexicón. Por ejemplo, el inglés antiguo tenía la palabra leax ‘salmón’
(emparentada con la alemana Lachs y con la yidis lox), pero no está en el lexicón del
hablante actual del inglés (lox ha vuelto a tomarse en algunas variedades del inglés para
nombrar popularmente a las ‘delicatessen’).
Dado que la pérdida de palabras es un proceso histórico común, los lingüistas
prefieren usar en su investigación las formas más antiguas disponibles de una lengua.
Así, nuestro conocimiento del protoindoeuropeo se ha ido obteniendo a partir del
estudio del inglés antiguo, del sánscrito, del latín y otras muchas lenguas antiguas, antes
que a partir del inglés actual, del hindí-urdú, del francés y de otras lenguas
descendientes modernas.
Algunas familias lingüísticas contienen muchos cientos de lenguas. En otros casos,
sólo queda una lengua como testigo de una familia. Y, por último, en otros, las familias
están ya extinguidas. En lo que sigue presentaremos un breve resumen de lo que se sabe
sobre la familia lingüística indoeuropea, y mencionaremos los rasgos esenciales de las
restantes familias de lenguas.

3.1 La familia lingüística indoeuropea

Si tenemos en cuenta sólo las lenguas vivas, la familia lingüística indoeuropea


presenta en la actualidad nueve ramas, que son las siguientes:

germánica helénica báltica


céltica albanesa eslava
itálica armenia indo-irania

3.1.1 Rama germánica

La rama germánica puede subdividirse en tres ramas: oriental, septentrional y


occidental. La rama oriental incluye el gótico, la lengua germánica más antigua
documentada (sus textos datan del siglo IV d. C.). El gótico y otras lenguas
pertenecientes a esta rama del tronco germánico están extinguidas desde hace mucho
tiempo.
La rama septentrional (o escandinava) incluía originalmente al islandés antiguo,
que era la lengua de los vikingos y el antepasado del islandés moderno, el noruego y el
faroés (hablado en las Islas Faroe, al norte de Escocia). El sueco y el danés pertenecen
también a esta rama.
La rama occidental la constituyen el inglés, el alemán, el yidis, el neerlandés, el
frisón y el africano. Éste último desciende el neerlandés hablado en el siglo XVII por
los colonizadores (boers) de Sudáfrica. El yidis es una lengua que procede del antiguo
alto alemán, hablada por las comunidades judías en Alemania sobre todo en el período
anterior a la Segunda Guerra Mundial y escrita en el alfabeto hebreo. En la actualidad se
24
Lingüística. Tema 3.

habla en la antigua URSS, Israel, Polonia y EEUU. El frisón es la lengua más


estrechamente emparentada con el inglés. Se habla en la costa norte de Holanda, las
Islas Frisonas y en la costa noroccidental de Alemania. El inglés desciende de las hablas
de los anglos, sajones y jutos, tribus germánicas que vivían en el norte de Alemania y
sur de Dinamarca (en un área situada justamente al este de los frisones) antes de que
invadieran Inglaterra en el año 440 d. C. y se establecieran allí.
La organización de la familia germánica se puede ver con mayor claridad en la
tabla y árbol siguientes (las lenguas entre paréntesis están extinguidas; las tablas y
árboles no representan a todas las lenguas de una familia, sino a las que en cada caso se
consideren más representativas para dar una idea de la organización interna de esa
familia):
(Rama ger máni co orient al) Rama g ermánico s eptentrional Rama germánico occi dental
(gótico) islandés inglés
noruego alemán
faroés yidis
sueco neerlandés
danés frisón
africano

Rama germánica

(R. Germ áni co ori ental ) R. germáni co septen. R. germáni co occident al

(Góti co) islandés noruego… inglés alem án yidis…

3.1.2 Rama céltica

Esta rama se subdivide en otras dos: insular y continental (extinguida). El galo, una
de las lenguas de la rama continental, se habló en Francia (los galos eran la tribu a la
que derrotó Julio César). La rama insular se subdivide en dos grupos de lenguas: el
britónico y el goidélico (o gaélico). Las lenguas britónicas incluyen al galés (hablado en
Gales) y al bretón (que se habla en el noroeste de Francia), así como al córnico, que se
habló en el sudoeste británico. Las lenguas goidélicas incluyen al irlandés (o gaélico
irlandés), hablado en algunas partes occidentales de Irlanda, el ya extinguido manés y el
gaélico escocés, que se habla en algunas zonas del noroeste de Escocia (sobre todo en
las Islas Hébridas).

25
Lingüística. Tema 3.

Rama insular Rama continental


Grupo britónico Grupo goidélico
galés irlandés (galo)
bretón (manés)
(córnico) gaélico escocés

3.1.3 Rama itálica

La familia itálica tenía originariamente varias ramas que incluían lenguas hoy en
día ya extinguidas y habladas en el conjunto de territorios que componen aproxima-
damente la actual Italia. Sin embargo, las lenguas itálicas que se hablan en la actualidad
descienden todas del latín. Estas lenguas se subdividen en cuatro grupos. El
iberorrománico incluye al portugués, gallego y castellano; el galorrománico, al
francés, catalán y romanche (hablado en Suiza); el italorrománico, al italiano y sardo;
el balcanorrománico, al rumano, la lengua más importante de este grupo.

Iberrománico Galorrománico Italorrománico Balcanorrománico


portugués francés italiano rumano
gallego catalán sardo
castellano romanche

3.1.4 Rama helénica

En la actualidad sólo se habla una lengua de esta rama: el griego. Todos los
dialectos griegos modernos descienden del ático, el dialecto más prestigioso del griego
clásico, hablado en Atenas en la Edad de Oro de la cultura griega (aproximadamente,
del siglo V al III a. C.). El griego helenístico, usado en los siglos siguientes, era la
lengua del comercio usada por todo el Oriente Medio. (Ésta era la lengua materna de
Cleopatra, pues era descendiente de uno de los generales de Alejandro Magno.)

3.1.5 Rama albanesa

Esta rama tiene sólo un miembro: el albanés, hablado actualmente en Albania y en


algunas zonas de la antigua Yugoslavia, Grecia e Italia.

3.1.6 Rama armenia

Como en el caso anterior, esta rama sólo posee en la actualidad una sola lengua: el
armenio. Esta lengua se localiza en la República de Armenia (que formó parte de la
URSS), pero también se habla en Turquía, Irán, Siria, Líbano y Egipto.

26
Lingüística. Tema 3.

3.1.7 Rama báltica

Sólo quedan dos lenguas de esta rama: el letón y el lituano. Se hablan


respectivamente en Letonia y Lituania. El lituano posee un sistema de casos muy
elaborado, muy similar al propuesto para el protoindoeuropeo.

3.1.8 Rama eslava

Se subdivide en tres ramas: oriental, occidental y meridional. La oriental está


constituida por el ruso, el ucraniano y el bielorruso. La rama occidental incluye al
checo, eslovaco y polaco. La rama meridional está formada por el búlgaro, el
macedonio, el serbocroata y el esloveno. Los tres últimos se hablan en la antigua
Yugoslavia.

Rama eslava oriental Rama eslava occidental Rama eslava meridional


ruso checo búlgaro
ucraniano eslovaco macedonio
bielorruso polaco serbocroata
esloveno

3.1.9 Rama indo-irania

Esta rama se subdivide en otras dos: la irania y la índica. La irania contiene unas
dos docenas de lenguas, entre las que se incluyen el persa moderno (también llamado
farsi; hablado en Irán), el pasto (lengua principal de Afganistán) y el kurdo (hablado en
Irán, Iraq, Turquía y Siria). Otras lenguas iranias se hablan en Pakistán, zonas
meridionales de la antigua URSS y China.
Hay aproximadamente treinta y cinco lenguas índicas diferentes. Muchas de las
lenguas que se hablan en el norte de la India, Pakistán y Bangladesh pertenecen a este
grupo. Algunas de las más extendidas (por su número de hablantes) son el hindí-urdú, el
bengalí, el maratí y el guyaratí. Aunque el hindí y el urdú son dos dialectos de una
misma lengua, tienen sin embargo sistemas de escritura totalmente diferentes y también
están asociados a comunidades culturales distintas. El urdú lo hablan esencialmente
musulmanes en Pakistán, en tanto que el hindí es hablado por hindúes en la India.
Una lengua índica menos conocida es el romaní (o lengua gitana). Se piensa hoy en
día que los gitanos huyeron a Turquía desde el noroeste de la India en la Edad Media,
tras ser derrotados por los invasores islámicos. Posteriormente se extendieron por toda
Europa: desde Irlanda hasta los confines orientales de Rusia. Muchos viven hoy en
Norteamérica. El romaní contiene muchas palabras prestadas (sobre todo del griego, que
era la lengua hablada más común en Turquía durante la Edad Media).

27
Lingüística. Tema 3.

Rama irania Rama índica


persa [farsi] hindí-urdú
pasto bengalí
kurdo maratí
guyaratí
romaní

3.2 Otras familias

Otras familias destacables son la urálica (que incluye al finés y al húngaro), la


altaica (turco y posiblemente japonés y coreano), la austronésica (samoano, fiyiano,
filipino e indonesio), la austroasiática (vietnamita, jemer), la afroasiática (árabe y
hebreo), la Níger-Congo (suahelí), además de las numerosas familias existentes en
America del Norte y del Sur.
Hay lenguas que todavía hoy no han sido incluidas en familias. Suelen denominarse
lenguas aisladas. Tal es el caso del vascuence, el ainú (norte de Japón), el buruchasquí
(Pakistán), el cutenái (Columbia británica), el gilyak (Siberia), el tarascano (California)
o el yucaguiro (Siberia).

3.3 Macrofamilias o ‘phyla’

Últimamente se viene trabajando mucho en incluir muchas familias lingüísticas en


grupos mayores llamados macrofamilias o ‘phyla’ (sing. ‘phylum’). Una de las más
discutidas es el phylum nostrático (o euroasiático). Se supone que se remonta a unos
20000 años y que incluye las familias indoeuropea, urálica, altaica y (dependiendo de
las propuestas) de otras lenguas o familias de lenguas. Como es natural, estas
investigaciones son muy controvertidas, y muchos lingüistas muestran su escepticismo
en lo referente a la metodología empleada, las evidencias aportadas y las conclusiones
asociadas a un estudio comparativo que cubre un período de tiempo superior a ocho
siglos o un milenio.

4. LENGUAS EN CONTACTO
Aunque las lenguas pueden entrar en contacto de diversas maneras, el modo más
común en que lo hacen es mediante el contacto social directo entre los hablantes por
razones económicas, políticas, culturales o religiosas. Unos ejemplos ilustrarán este
punto. La contratación de trabajadores turcos por parte de numerosas empresas
alemanas ha provocado un estrecho contacto entre alemán y turco en algunas ciudades
de Alemania. La llegada de inmigrantes de México y Cuba a los EEUU se ha traducido
en un amplio contacto entre el español y el inglés americano. Las situaciones de
contacto se pueden describir en términos de la influencia ejercida en los sistemas
lingüísticos, de las relaciones sociales que provocan el contacto y, en fin, de la realidad
lingüística resultante.

28
Lingüística. Tema 3.

4.1 Préstamo lingüístico

En situaciones de contacto lingüístico los sistemas lingüísticos involucrados a


menudo se influyen entre sí por medio del préstamo, consistente en la adopción, por
parte de una lengua, de elementos de otra. El préstamo puede ser léxico o gramatical.
Lo primero ocurre cuando una lengua adopta palabras de otra. A tales elementos se los
suele llamar préstamos léxicos. Por ejemplo, el inglés americano ha tomado del español
palabras como macho o taco; del italiano, pizza o spaghetti; del alemán, realpolitik o
sauerkraut; del algonquino, skunk o wigwam, etc. Y el español ha tomado del inglés
elementos como aparcar, beicon, blog, club, footing, fútbol, hippy, hobby, show,
software, thriller, etc.; del francés, amateur, argot, chófer, collage, dossier, gourmet,
hotel, tour, etc.; del alemán, cobalto, cosmovisión (Weltanschauung), níquel, etc.; del
italiano, balcón, banca, capitán, capricho, escopeta, novela, soneto, etc.; del árabe,
aceituna, ajedrez, albañil, alcalde, almohada, cero, gazpacho, guitarra, naranja, ojalá,
etc. También pueden importarse frases completas o expresiones idiomáticas. En muchas
lenguas se ha importado del inglés la expresión to be or not to be: ser o no ser, être ou
ne pas être, etc. El inglés ha forjado la expresión it goes without saying de la francesa il
va sans dire. El alemán ha formado Kettenraucher de la correspondiente inglesa chain
smoker (‘fumador empedernido’). El español ha construido cosmovisión y el inglés
worldview de la expresión alemana Weltanschauung. Etc. Los casos como éstos,
adoptados de otra lengua por medio de una traducción palabra a palabra, se denominan
calcos.
El préstamo fonológico se da cuando una lengua adopta sonidos o patrones
fonológicos nuevos de otra con la que entra en contacto. Es camino más normal para
esto es el préstamo léxico. Por ejemplo, el inglés de Nueva York ha tomado el sonido
[x] (fricativo velar sordo) en palabras como yecch [iex] del yidis, el sonido final de
palabra [] (fricativo palatal sonoro) se ha introducido en el inglés a partir de la
adaptación de palabras francesas como rouge, prestige, etc. Los hablantes musulmanes
alfabetizados de urdú han tomado del árabe sonidos como [z] y [].
El préstamo morfológico consiste en la adopción, por parte de una lengua, de
ciertos elementos morfológicos de otra. El inglés tomó del francés los sufijos -able/-ible
(readable, incredible), y del latín –arius el sufijo –er (reader, writer), todos muy
productivos. Muchas lenguas han adoptado como elementos derivativos numerosos
morfemas del griego clásico para forjar palabras que respondan a determinadas
necesidades científicas o culturales. En español, por ejemplo, se usan, entre otros
muchos, los elementos griegos auto-, hiper-, hipo-, iso-, meta-, neo-, para-, poli-, etc.:
autoejecutable, hipertensión, hipocalórico, isotérmico, metateoría, neoformación,
paralingüístico, polivalente, etc.
Mediante el préstamo sintáctico el orden en que se disponen los elementos de una
estructura sintáctica en cierta lengua puede verse influido por el orden de una estructura
similar existente en otra lengua con la que entra en contacto, sustituyendo éste último al
anterior. Por ejemplo, el romanche, hablado en Suiza, adoptó el orden ‘adjetivo +
nombre’ por influjo del alemán, abandonando el orden original ‘nombre + adjetivo’. Los
dialectos griegos de Asia Menor han adoptado el orden ‘sujeto + objeto + verbo’ por la
influencia del turco.
El préstamo lingüístico está asociado a ciertas características no lingüísticas tales
como la intensidad del contacto, determinada por su duración y por el grado de
interacción de los hablantes. Un contacto a largo plazo y con nivel alto de interacción
social se considera que es una situación de contacto intensa. En cambio, un contacto

29
Lingüística. Tema 3.

interrumpido durante un largo período de tiempo y con interacción social limitada es


considerado una situación de contacto de baja intensidad. Como es de esperar, la
intensidad del contacto afecta la influencia ejercida en un sistema lingüístico. Los
préstamos léxicos sólo requieren contacto de baja intensidad, pues pueden adoptarse
palabras aisladas sin necesidad de conocer en profundidad el sistema lingüístico de la
lengua donante. Sin embargo, la adopción de elementos, reglas o estructuras
fonológicas, morfológicas y sintácticas de una lengua por parte de otra requiere la
existencia de al menos algunos hablantes que conozcan ambas lenguas. En otras
palabras, el préstamo gramatical exige la existencia de una situación de bilingualismo,
en la que se da un grado relativamente intenso de contacto entre los grupos de
hablantes.

4.2 Adstrato, superestrato y substrato

Otro factor social que influye en el resultado del contacto entre las lenguas es el
prestigio (o poder) de quienes las hablan. Si los hablantes en una situación de contacto
se consideran iguales en cuento al prestigio, sus lenguas respectivas se dice que
mantienen una relación de adstrato. Este fue el caso del nórdico antiguo y del inglés
antiguo, por ejemplo. Si los hablantes en una situación de contacto no mostraban el
mismo estatus, entonces la lengua del grupo dominante asumía el papel de lengua
superestrato, y la del grupo no dominante el de lengua substrato. En el contacto entre el
inglés y el español, de un lado, y las lenguas nativas americanas, por otro, los dos
primeros asumieron el papel de lenguas superestrato y las segundas el de substrato,
dado el desequilibrio de poder y prestigio entre unos y otros grupos de hablantes. En
Alemania, las diversas lenguas de los trabajadores extranjeros (turcos, serbocroatas,
griegos, italianos, españoles) son consideradas lenguas substrato, y el alemán, lengua
superestrato.
En estas dos situaciones de contacto lo que primero se da es el préstamo léxico. Sin
embargo, este proceso puede tomar direcciones diferentes. Si las lenguas mantienen una
relación de adstrato, el préstamo se hace en ambas direcciones: estas lenguas son
receptoras y donantes a un mismo tiempo. Cuando la relación de prestigio o poder entre
los grupos de hablantes es de desigualdad, la lengua superestrato es generalmente la
lengua donante y acepta sólo algunos préstamos léxicos de la lengua o lenguas
substrato. Como se ve, la relación de adstrato es bidireccional, y la de superestrato /
substrato, unidireccional.
Si los hablantes de diferentes lenguas en relación de adstrato mantienen este
contacto de manera continuada e intensa durante un largo período de tiempo, puede que
resulte de ello una convergencia de lenguas, proceso gracias al cual dos o más sistemas
se van ajustando progresivamente entre sí. Las lenguas que participan en una alianza de
esta clase forman lo que suele llamarse una Sprachbund (‘unión de lenguas’). Un
ejemplo es la Sprachbund balcánica, en la que el albanés, el macedonio, el griego, el
rumano y el serbocroata muestran signos de convergencia gracias al hecho de un
contacto lingüístico muy intenso y extendido en el tiempo.
Cuando el contacto entre las lenguas ha sido muy intenso y durante un largo
período de tiempo, y la relación de prestigio ha sido desigual, puede que ello lleve al
cambio de lengua (language shift). Esto ocurre cuando un grupo de hablantes
abandonan su propia lengua y adoptan otra. Si el grupo que cambia es el único grupo de
hablantes que queda de la lengua abandonada, ésta morirá una vez que se complete el
cambio. En esto consiste básicamente la muerte de una lengua. Muchas lenguas nativas
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Lingüística. Tema 3.

americanas han emprendido ya este proceso, provocado por el del cambio de lengua.
Estos procesos se pueden observar directamente en Oberwart, un pueblo situado en la
frontera entre Austria y Hungría. Después de la Segunda Guerra Mundial, el alemán se
asoció a una poderosa economía industrial, en tanto que el húngaro pasó a representar el
estereotipo de lo rústico y antiguo, por supuesto sin prestigio. Actualmente, el
bilingualismo sumamente extendido alemán-húngaro está dando paso a una creciente
preferencia por el monolingüismo en alemán, en especial en las generaciones jóvenes de
Oberwart. Aquí, sin embargo, no estamos ante la muerte de una lengua, pues el húngaro
es la lengua común de Hungría.

4.3 Sabires y criollos

Dos productos lingüísticos importantes resultado del contacto entre lenguas son la
creación de lenguas sabires (pidgin languages) y criollas (creole languages). Un sabir
nace típicamente en un escenario en que dos o más grupos de hablantes coinciden para
establecer relaciones comerciales. Si tales comerciantes no comparten una lengua
común con que comunicarse, puede que lleguen a crear una lengua simplificada, aunque
distinta, y de carácter auxiliar, un sabir, que ayude a establecer y mantener el trato
comercial. Un ejemplo sobresaliente es la jerga chinuca, un sabir hablado por
comerciantes nativos americanos, británicos y franceses en la zona noroeste del Pacífico
norte durante el siglo XIX. A diferencia de los sabires, que no son las lenguas primeras
de quienes las hablan, las criollos surgen en situaciones en que los hablantes en contacto
necesitan un medio de comunicación común y primero. Ésta fue la necesidad básica que
se suscitó en el contexto de las plantaciones de las islas caribeñas y del sur de EEUU.
En ellas entraron en contacto muchos grupos de africanos que hablaban lenguas a
menudo diferentes e ininteligibles entre sí, y un pequeño grupo de europeos. Esto
planteó la urgente necesidad de un medio de comunicación para que los africanos se
entendieran entre ellos y para que éstos se entendieran con los europeos. Como los
recursos lingüísticos empleados servían para acometer un conjunto amplio de
finalidades comunicativas, no sólo las comerciales (como era el caso de los sabires), se
desarrollaron las lenguas criollas, que han llegado a convertirse en lenguas nativas para
diversos grupos de hablantes. He aquí algunos casos de lenguas criollas: el jamaicano
(basado en el inglés), el haitiano (basado en el francés), el chabacano (basado en el
español: Mindanao), el papiamento (basado en el portugués: Nicaragua, Puerto Rico,
Venezuela, Antillas), etc. La diferencia básica entre sabires y criollos es que los
primeros son lenguas aprendidas, segundas, en tanto que los criollos (surgidos a partir
de sabires de diverso tipo), son lenguas primeras, nativas.

31
Lingüística. Tema 3.

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33
Lingüística. Tema 3.

ANEXOS

Mapa nº 1: LOCALIZACIÓN DE LAS LENGUAS INDOEUROPEAS

Ramas:
1 céltica
2 germánica
3 románica
4 helénica
5 albanesa
7 armenia
8 indo-irania
9 báltica
Líneas punteadas:
fronteras políticas.
Líneas continuas:
fronteras lingüísticas.

34
FAMILIAS
Lingüística. Tema 3.

ALGUNAS
DE
Mapa nº 2: LOCALIZACIÓN

35
LINGÜÍSTICAS

Familias:
1 indoeuropea 8 austronésica
2 caucásica 9 indo-pacífica (papuana)
3 altaica 10 australiana
4 fino-ugria (urálica) 11 afroasiática
5 dravídica 12 Níger-Congo
6 austroasiática 13 nilo-sahariana
7 sino-tibetana 14 joisana

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