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Material complementario.

Normas
Básicas de Ortografía y Redacción
Nombre del Profesor: Juan Eduardo Muñoz

Normas Básicas de Ortografía y Redacción 3


La oración, la frase. 3
Elementos de la oración. 4
Signos de puntuación 5
Redacción. 7
Claridad. 9
Concisión. 9
Originalidad. 9
Vicios de redacción 10
Cosismo 10
Mismismo 11
1
Aísmo 11
Queísmo 11
Dequeísmo 11
Gerundismo 12
Solecismo 12
Barbarismo 12
Conclusión 12
Bibliografía 14

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Normas Básicas de Ortografía y Redacción

La oración, la frase.
Retomando lo visto en primaria, secundaria y preparatoria, tenemos que, desde el punto de
vista lingüístico, la oración como se define como la menor unidad de habla que tiene sentido en
sí misma. A través de la oración se expresa el propósito de enunciar algo, interrogar, exclamar,
mandar, o exteriorizar deseos o dudas. Otros autores la definen como el conjunto de palabras
que expresa un pensamiento completo. Tener un sentido completo, significa declarar, desear,
preguntar o mandar algo, en otras palabras, la oración gramatical es la parte de un discurso
que expresa una idea con sentido completo, y se compone por un sujeto, verbo y complemento
o predicado. El sujeto es de quien se habla en la oración, verbo es lo que hace el sujeto y el
predicado es lo que se dice del sujeto.

A mayor abundamiento, de acuerdo con el Manual de redacción jurisdiccional para la Primera


Sala, editado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, la oración debe escribirse
siguiendo un modelo tradicional, es decir, debe tener el mismo orden que en el léxico común:
sujeto-verbo-complemento (predicado).

El referido manual indica que, al escribir una oración, esta debe expresar claramente una idea,
por lo que el escritor debe valorar cada palabra que va a utilizar para formar la oración. El
escritor debe conocer las palabras que utiliza y de ser necesario, tener un diccionario para
aumentar su acervo; asimismo, debe preguntarse si el por qué utilizó una palabra como
sustantivo y no otra, por qué un verbo y no otro.

En ese orden de ideas, es recomendable que sí se desconoce el significado de una palabra, se


evite escribirla y se opte por la utilización de palabras sencillas sobre las complejas, así como
estructurar oraciones sencillas y no rebuscadas, ya que esto facilitara la estructuración de los
párrafos de un texto.

Para efectos lingüísticos, la oración y la frase siguen las mismas reglas expuestas, por lo que
resulta innecesario analizar la forma en que se construye una frase.

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Elementos de la oración.
La oración se compone de tres elementos a saber, sujeto – verbo – complementos (predicado),
siendo este el orden lógico en el que deben plasmarse con el fin de que las ideas expresadas
muestren coherencia; de los cuales ya se expresó su concepto en el tema que antecede.

A su vez, la oración también contiene elementos básicos de la gramática como lo son el


artículo, el sustantivo, el pronombre, el verbo, el adverbio, el adjetivo, la preposición, la
conjunción y la interjección.

Recordemos un poco el significado de estos elementos, el artículo precede al sustantivo y debe


concordar en género y número, precisa el sustantivo, por ejemplo: el, la, los, las, uno, unas.

El sustantivo es el nombre de las cosas y de los seres, son las palabras con las que se designa
a un ser, un objeto, un lugar.

El pronombre realiza las funciones propias de sustantivos, adjetivos y adverbios, representando


a los sustantivos o nombres, por ejemplo: yo, tu, él, nosotros, ustedes, ellos.

El verbo resulta ser la palabra indispensable del lenguaje, ya que expresa la acción que realiza
un sustantivo que a su vez es un sujeto.

El adverbio acompaña a los verbos para señalar algunas especificaciones, aunque no siempre
están presentes en una oración, por ejemplo: ayer, hoy, aquí, cerca, lejos, bien, mal, apenas,
menos, ciertamente, verdaderamente, no, nunca, jamás, quizá, acaso, tal vez, igualmente,
mejor.

El adjetivo tiene la función de precisar, afinar y concretar el significado de los sustantivos o de


los pronombres.

La preposición une términos, expresando una relación de dependencia, por ejemplo: a, hacia,
ante, hasta, bajo, para, cabe, por, con, pero, contra, según, de, sin, desde, en, sobre, entre,
tras.

La conjunción une términos, pero sin establecer relación de dependencia, por ejemplo: pero,
más, sino, sin embargo, ya, bien, o, porque, pues, como, puesto que, con tal que, dado qué,
luego, así que, aunque, si bien, a fin de que.

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La interjección, aunque coincide con los adverbios y con las palabras de enlace al no estar
subordinada a alguna concordancia, se diferencia en que no pertenece a la estructura de la
oración, por lo que se debe separar con comas del resto de la oración o de la frase, por
ejemplo: “no esperaba esto, caramba”.

Signos de puntuación
Los signos de puntación son esenciales tanto en la escritura cotidiana como en la escritura
jurídica, ya que orientan al lector respecto a las pausas y entonación del habla, además de que
sirve para organizar las ideas, marcar las voces de distintos hablantes y para señalar planos
distintos insertados en un mismo texto; asimismo, son de gran utilidad para enmendar
ambigüedades.

En ese sentido, existen diversos signos de puntuación, tales como la coma, el punto, punto y
coma, dos puntos, puntos suspensivos, comillas, corchetes o paréntesis, guion corto, guion
largo.

La coma se utiliza para señalar variaciones en la entonación, indica que el tono de la sílaba que
la antecede es ascendente. También se ocupa para indicar la presencia de una expresión que
la sigue y que tiene un tono descendente; asimismo, ayuda a reflejar la estructura de las frases,
facilitando que las partes de estas cumplan su función con mayor efectividad.

El supra citado Manual de redacción jurisdiccional para la Primera Sala, editado por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación refiere que en la redacción jurídica se abusa de la coma, pues
muchas veces es utilizada innecesariamente, ya que se ocupa para separar oraciones que en
realidad deberían estar separadas por punto y seguido y punto y aparte.

El punto sirve para indicar el final de una oración gramática. Es una pausa desde el punto de
vista del sonido del discurso. La existencia de un punto implica que la entonación de la sílaba
que lo antecede es descendente. Invariablemente la letra que sigue del punto debe escribirse
con mayúscula. Asimismo, es necesario recalcar que uno de los vicios que más entorpecen la
redacción jurídica o del llamado “estilo judicial” es la ausencia de puntos, ya que muchos
prefieren la utilización indiscriminada de comas.

Las reglas más importantes de la utilización del punto en la redacción jurídica son que el punto
y seguido se escribe al final de las oraciones, el punto y aparte se escribe para separar

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párrafos, el último punto del texto se llama punto final y al final de toda abreviatura siempre se
coloca un punto.

El punto y coma significa una pausa mayor que la coma, pero menor que el punto y seguido.
Teniendo como principales reglas para su utilización las siguientes:

 El punto y coma separa oraciones autónomas, pero desde un punto de vista semántico.

 El punto y coma se coloca antes de una locución adversativa (pero, sin embargo) cuando
esta se utiliza para introducir una frase larga.

 También puede utilizarse para separar enumeraciones integradas por elementos complejos.

Los dos puntos sirven para enfatizar y crear en el lector una expectativa de lo que sigue,
sirviendo para su utilización las siguientes reglas:

 La letra que sigue a los dos puntos y seguido debe ser minúscula.

 Los dos puntos y aparte siempre son seguidos de una mayúscula.

 Los dos puntos se escriben después de avisarle al lector que viene una cita textual, salvo
que sea de menos de tres renglones, en cuyo caso se escribirá entre comillas.

 Indican una explicación particular mediante ejemplos.

 Se escriben dos puntos cuando se va a establecer una enumeración.

 Se escriben dos puntos después de una expresión que significa saludo, por ejemplo:

“Muy distinguido Senador:”

 Se utilizan dos puntos para enmarcar la palabra clave de un documento, por ejemplo:

“Certifico:” “Resuelve:”

En relación con los puntos suspensivos, su presencia indica que la entonación de la sílaba que
los precede es ligeramente ascendente; asimismo, señalan que el escritor decidió omitir
algunas cosas en el texto. Entre las reglas para el uso de los puntos suspensivos se
encuentran las siguientes:

 Nunca serán menos o más de tres.

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 Sirven para terminar enumeraciones incompletas.

 Sirven para sustituir palabras altisonantes o para señalar palabras o expresiones implícitas;
aunque la sustitución de palabras altisonantes no resulta prudente cuando estas tienen relación
directa con la acreditación de una conducta que pudiera ser sancionada administrativa o
penalmente.

Las comillas se componen de dos pares de comas altas, las cuales indican el principio y el fin
de una cita textual o el énfasis de palabras o expresiones que el autor busca destacar.

Los corchetes y paréntesis se ocupan para introducir explicaciones y aclaraciones relevantes


en un texto, relativas a la información que se transmite en el propio texto.

El guion corto se utiliza para señalar la presencia de una palabra compuesta por dos palabras
diferentes. El guion largo es usado para señalar la existencia de una aclaración, haciendo las
veces de un paréntesis.

Redacción.
Redactar significa “compilar, poner en orden”, por lo tanto, consiste en la expresión escrita de
conceptos, ideas o pensamientos en forma ordenada, clara y sencilla.

Para redactar un documento nos debemos sujetar a una técnica de escritura supeditada a las
normas gramaticales y de estilo. Asimismo, es preciso establecer que la redacción se compone
de las siguientes etapas:

A. Planificación general

La cual parte de la base que existe un vacío que se pretende llenar con el documento, que se
tienen documentos generales del tema a exponer, que existe un tema particular que abordar,
que existe una visión general del proyecto, se manejan técnicas de investigación y se tienen
conocimientos suficientes del idioma.

Permite al escritor delimitar el tema, tener una idea previa del proyecto, establecer los tiempos
de la investigación, generar un plan de acción, conocer sus límites y posibilidades, así como
jerarquizar y ordenar las ideas centrales del texto.

Esta etapa debe tomar en consideración los siguientes planteamientos:

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¿Cuál es su finalidad? ¿Para qué se escribe? ¿A quién va dirigido? ¿Qué tema y subtemas se
abordarán?

También debe existir una propuesta para la elaboración del documento, en la cual se fije
claramente el objetivo del trabajo y se defina el tema y el título, preparar una guía
esquematizada de los puntos que se trataran en el escrito, un índice previo del documento

B. Búsqueda de la información

En esta fase se reúne la mayor parte de la información para el documento, lo cual se puede
lograr a través de la generación o lluvia de ideas, fuentes de consulta, distribución y selección
de material.

C. Escritura del texto

En esta etapa se debe elegir la manera expresiva idónea y se deberá conservar en todo el
documento, siendo esto el “estilo”.

Al inicio de la redacción es trascendental ampliar las ideas expuestas en la guía y tratar de


desarrollar todas esas ideas. Se recomienda que sí se tienen dudas sobre la ortografía de una
palabra o composición de una frase, se haga uso del editor del texto, se resalte esa duda y se
continúe escribiendo, ello con el fin de no perder la idea del texto.

Atento a lo anterior se recomienda consultar el Manual de redacción y estilo del Poder Judicial
del Estado de Nuevo León, el cual retoma y amplía las recomendaciones que se exponen
Manual de redacción jurisdiccional para la Primera Sala.

D. Revisión

En esta etapa se reflexiona sobre lo escrito con el fin de detectar las partes que requieren
alguna corrección, siendo prudente seguir las siguientes pautas:

 Dejar un tiempo el escrito para después revisarlo.

 Sólo se puede considerar concluido un documento hasta que es revisado.

 Se debe revisar cuantas veces sea necesario antes de presentar una versión final.

E. Versión final

Es la última fase de la redacción y consiste en la presentación y divulgación del documento. En


esta etapa se incluye la preparación para defender el contenido del escrito.
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Claridad.
La claridad se entiende como la propiedad que debe tener un texto para que pueda ser
comprendido con una lectura fluida; es decir, que pueda ser comprendido desde su primera
lectura.

Por lo anterior, cuando el texto es comprendido por más personas, esto significa que es un
texto claro; por ello la Suprema Corte de Justicia de la Nación recomienda que sus redactores
elaboren escritos que puedan ser leídos por cualquier persona, pudiendo utilizarse palabras
cotidianas, sin que ello signifique la utilización que el lenguaje del derecho deba incluir
vulgarismos, malas palabras o modismos.

Un ejemplo de claridad lo es una sentencia dictada por una Juez en el Estado de San Luis
Potosí, la cual recibió el reconocimiento del Consejo de la Judicatura porque dicha resolución
era comprensible incluso para una niña que formó parte de la controversia en la cual se dictó.

Concisión.
La concisión de un documento va de la mano con la claridad del texto, por lo que implica que el
documento sea claro y directo, sin sobreabundar en explicaciones, no ser redundante, evitando
conceptos e ideas que no tengan conexión con la idea central; es decir, no debe contener
explicaciones incidentales e innecesarias.

La concreción consiste en abreviar para expresar lo más significativo, exponiendo la idea con el
menor número de palabras.

Originalidad.
La originalidad consiste en no utilizar frases hechas o afectadas; el mismo Manual de redacción
y estilo del Poder Judicial del Estado de Nuevo León señala que las frases hechas dañan la
originalidad y frescura del texto. En ese sentido, la falta de originalidad de un escrito le resta
credibilidad a su redactor.

1.1.1 Precisión

La precisión es una cualidad de todo buen documento y consiste en que la palabra debe
coincidir con el concepto o la idea que se pretende expresar.

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Vicios de redacción
Además de lo expuesto en líneas que anteceden, como el uso excesivo de comas, existen
otros vicios en la redacción, los cuales son formas de construcción o de empleo inadecuado de
vocabulario, cual puede dificultar la interpretación correcta de un escrito. Se consideran vicios
del lenguaje y como consecuencia de la redacción, la utilización de barbarimos, solecismos,
cacofonías, anfibologías, la pobreza de vocabulario, el cosismo, el mismismo, el aísmo, el
queísmo, el dequeísmo, el gerundismo.

Por ejemplo, es un error el uso de cacofonías, las cuales consisten en el sonido repetido o
monótono que se origina cuando se repiten las mismas letras o palabras, por lo que se
recomienda que se eviten las palabras, sustituyéndolas por sinónimos, alterando el orden de
las palabras o expresando la misma idea de otra forma.

Por ejemplo, “lo hizo con conocimiento”, se puede cambiar por “lo hizo sabiéndolo”.

Las anfibologías son aquellas construcciones que pueden tener más de un significado,
comúnmente se originan por el empleo poco preciso del relativo que, por lo que se recomienda
evitar las anfibologías repitiendo la o las palabras necesarias hasta que resulte clara la
expresión, colocando lo más cercanas las palabras o frases relacionadas entre sí o utilizando
con cuidado los signos de puntuación.

Por ejemplo: “Pedro le dijo a Raúl que no debió tomar el dinero”, entonces surge la duda
¿quién no debió tomar el dinero, Pedro o Raúl?

Lo correcto sería “Pedro cree que Raúl no debió tomar el dinero. Así se lo dijo a Raúl.” O bien,
“Pedro cree que él no debió tomar el dinero. Así se lo dijo a Raúl.”

Por otra parte, la pobreza del vocabulario consiste en el uso constante y repetido de las
mismas palabras. A este vicio de la redacción también se le conoce como monotonía.

Cosismo
El cosismo es la utilización inadecuada y reiterada del vocablo “cosa” como comodín o
sinónimo de casi cualquier palabra, lo cual refleja pobreza de vocabulario, por ejemplo:

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“El combate a la delincuencia organizada es cosa de las autoridades federales”, cuando lo
correcto es “el combate a la delincuencia organizada es competencia de las autoridades
federales”.

“La reforma legal tiene cosas interesantes”, lo apropiado es “la reforma legal comprende
aspectos jurídicos interesantes”.

Mismismo
El mismismo consiste en el uso indiscriminado del vocablo “mismo” como pronombre en lugar
de adjetivo, por ejemplo:

“Toma la demanda de amparo y entrega la misma en el Juzgado de Distrito”, cuando lo


correcto es “toma la demanda de amparo y entrégala en el Juzgado de Distrito”.

Aísmo
El aísmo es el abuso o uso incorrecto e indiscriminado de la preposición “a” en las
construcciones gramaticales, por ejemplo:

“De acuerdo a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”, cuando lo correcto es
“de acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.”

Queísmo
El queísmo es la supresión incorrecta de una preposición (regularmente “a”, “de”, “en”) seguida
de la conjunción “que”, por ejemplo:

“Me percaté “que” el documento no estaba firmado”, cuando lo correcto es “me percaté “de
que” el documento no estaba firmado”.

Dequeísmo
El dequeísmo es lo contrario al queísmo y consiste en el uso indiscriminado y por lo tanto
incorrecto de una preposición (regularmente “a”, “de”, “en”) seguida de la conjunción “que”, por
ejemplo:

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“Es importante de que se presente la promoción oportunamente”, cuando lo correcto sería “es
importante que se presente la promoción oportunamente”.

Gerundismo
El gerundismo es el uso inadecuado o abuso de los gerundios, por ejemplo:

“El asaltante entro corriendo”, cuando lo correcto sería “el asaltante entro de prisa”.

“El juez siendo muy sabio, resolvió correctamente”, cuando lo correcto es “el juez que es muy
sabio, resolvió correctamente.”

Solecismo
El solecismo es un error o una deficiente construcción gramatical, uso inapropiado del vocablo
“cuyo”, cambio de preposiciones, uso y colocación inadecuado de pronombres personales,
empleo incorrecto de partículas y la falta de concordancia.

Barbarismo
El barbarismo es el uso de vocablos extranjeros cuando resulta innecesario en virtud de existir
una palabra española equivalente. También se presenta un barbarismo cuando se emplea una
palabra a la que se le ha realizado algún cambio de letras o de colocación del acento.

Por ejemplo, muchas personas utilizan el vocablo “show”, siendo que en español su traducción
o equivalente es espectáculo.

Conclusión
Es indispensable que todo profesionista del derecho enriquezca su jerga jurídica y que redacte
en forma adecuada los escritos que habrá de presentar ante las distintas autoridades o ante
sus clientes, toda vez que una correcta redacción le dará mayor credibilidad a las ideas que
llegue a exponer en sus diversos escritos.

Por ello se recomienda que se tenga como acervo bibliográfico base el Manual de redacción
jurisdiccional para la Primera Sala, editado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el
Manual de redacción y estilo del Poder Judicial del Estado de Nuevo León, así como un
diccionario jurídico y otro de la Real Academia Española, e inclusive, el manual de Ortografía y
12
Redacción para Secretarias de Ana María Maqueo, el cual proporciona los principios para una
adecuada redacción.

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Bibliografía
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Septiembre de 2021, de https://cife.edu.mx/recursos/wp-
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redacción básicas. Recuperado el 1 de Septiembre de 2021, de
http://dsc.itmorelia.edu.mx/~jcolivares/documents/ortografia.pdf

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