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NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

AUTO SUPREMO TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA S A L A C I V I L

Auto Supremo: 166/2023Fecha: 16 de febrero de 2023

Expediente: O-18-22-S

Partes: Cinthia Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez c/ Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime
Javier Martínez Choque.Proceso: Usucapión quinquenal u ordinaria. Distrito: Oruro VISTOS: El
recurso de casación de fs. 1062 a 1079, interpuesto por Marco Antonio Ibáñez Pérez y Cinthia Ibáñez
Pérez, contra el Auto de Vista N° 43/2022 de 11 de enero, de fs. 1029 a 1042, pronunciado por la
Sala Civil, Comercial de Familia, Niñez y Adolescencia Primera del Tribunal Departamental de Justicia
de Oruro, en el proceso ordinario de usucapión quinquenal, seguido por los recurrentes contra
Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque; el Auto de concesión N° 23/2022 de
07 de febrero visible a fs. 1102; el Auto Supremo de Admisión Nº 113/2022-RA de 15 de febrero, de
fs. 1110 a 1112, Resolución Constitucional N° 147/2022 de 02 de diciembre, de fs. 1287 a 1300 vta.,
reingresando la causa ante este máximo Tribunal Supremo de Justicia, los antecedentes del proceso;
y:CONSIDERANDO I: ANTECEDENTES DEL PROCESO1. Cinthia y Marco Antonio ambos Ibáñez
Pérez mediante memorial de fs. 191 a 200 vta., promovieron proceso ordinario de usucapión
quinquenal contra Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque; quienes una vez
citados, según escrito cursante de fs. 235 a 243, respondieron a la demanda negativamente y
reconvinieron por nulidad de Escritura Pública.Con ese antecedente, y tramitada la causa, el Juez
Público Civil y Comercial 1° de la ciudad de Oruro pronunció la Sentencia N° 24/2021 de 29 de marzo,
que discurre de fs. 898 a 910, declarando IMPROBADA la pretensión principal de usucapión
quinquenal u ordinaria y la inscripción de la fracción del bien inmueble con Matrícula N°
4.01.1.01.0020877, signado como fracción “A”, con una superficie de 166.57 m2, inmueble ubicado
en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro y PROBADA la
pretensión reconvencional de nulidad por falta de objeto del contrato de compraventa de una
fracción de terreno de 166.57 m2, bien inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre
Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro, celebrado por Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez
de Ibáñez a favor de Cinthia Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez, mediante minuta de 10 de
enero de 2011, protocolizada en la Escritura Pública N° 175/2011, de 02 de febrero de 2011,
otorgado en la Notaría de Fe Pública N° 19.2. Resolución que, puesta en conocimiento de las partes
procesales, dio lugar a que los demandantes Cinthia y Marco Antonio ambos Ibáñez Pérez, por
memorial de fs. 914 a 946 vta., interpongan recurso de apelación.En mérito a esos antecedentes la
Sala Civil, Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia Primera del Tribunal Departamental de Justicia
de Oruro, emitió el Auto de Vista N° 43/2022 de 11 de enero, cursante de fs. 1029 a
1042, CONFIRMANDO la Sentencia apelada.Determinación que fue asumida en virtud de los
siguientes fundamentos:a. Respecto a la errónea fundamentación de la Sentencia, con relación a los
elementos de título idóneo y buena fe, en sentido de que el Juez de grado no consideró que su título
no solo se funda en el contrato de compraventa, sino que está debidamente protocolizado y
registrado en Derechos Reales, siendo su título idóneo, el Juez hubiera incurrido en una incorrecta
apreciación al determinar que fueran hijos de los vendedores del inmueble objeto de la litis tenían
conocimiento sobre el proceso de usucapión y que el mismo hubiera sido dejado sin efecto por la
nulidad de obrados decretada en dicho proceso, aspecto que el Tribunal de alzada Impresión: 14-
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial determinó, sin ningún elemento probatorio, por lo que
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consideraron que se vulneraron los arts. 93, 134, 1319 y 1538 del Código Civil y los arts. 115 y 180
de la Constitución Política del Estado y arts. 229 y 194 del Código de Procedimiento Civil abrogado.La
Sala de apelación señaló que los recurrentes sostienen sus agravios haciendo cita al Auto Supremo
N° 581/2015, mismo que haría alusión a los requisitos de la usucapión quinquenal y del análisis del
mismo, el Tribunal de alzada ha considerado que esta línea jurisprudencial señala que un título
podrá ser considerado justo título cuando concurran los requisitos de validez en su formación,
aspecto que en el caso de autos no ocurre, siendo que el título del cual deviene la propiedad de los
demandantes de usucapión quinquenal, jamás se configuró como título idóneo, al carecer el
elemento del objeto, es decir que al ser nulo el título de los vendedores de los demandantes,
adquirido a través de un proceso fraudulento de usucapión extraordinaria, por el efecto de la
retroactividad su título también concurrió con los mismos efectos.Consecuentemente, al no existir
nunca el título del cual se sustenta el contrato de compraventa, este último no reuniría los requisitos
intrínsecos para su formación, por cuanto, el Juez de grado hubiera establecido que entre los
vendedores y los compradores del negocio jurídico de compraventa plasmada en la Escritura Pública
N° 175/2011, de 02 de febrero de 2011, existió colisión y entendimiento al ser los contratantes
padres e hijos, aspecto que generaría indudablemente elementos de convicción de confabulación
entre los familiares de los demandantes para apropiarse indebidamente del bien inmueble objeto
de litigio, criterio sustentado en el principio constitucional de razonabilidad.b. En cuanto a la
errónea fundamentación de la Sentencia, en sentido de que no hubieran poseído el inmueble de
forma exclusiva y por contar con una cláusula en la que manifiestan que la posesión sería efectiva
recién cuando los vendedores fallecieran, no consideró que dicha cláusula fue desestimada por la
prueba testifical, pago de impuestos, inspección de visu, confesión de los propios vendedores,
hechos que demostrarían su pacífica posesión cuando su derecho propietario devendría del 06 de
abril de 2011, además, con la presentación del incidente de nulidad de obrados interpuesta dentro
del proceso de usucapión extraordinaria se hubiera interrumpido la prescripción, proceso en el que
no fueron parte, no habiéndoselos citado o notificado.Al respecto, el Tribunal de alzada sostuvo que
del testimonio de Escritura Pública N° 175/2011 de 02 de febrero, cursante de fs. 52 a 54 vta., esta
sostendría que se tomaría posesión cuando dejen de existir los vendedores, por lo que seguirán
ocupando el bien inmueble hasta sus últimos días, y en la cláusula sexta, que ambas partes dan su
conformidad a todas y cada una de las cláusulas estipuladas en el documento, comprometiéndose
a su fiel y estricto cumplimiento, aspecto que no podría ser desconocido, por cuanto de dicho hecho
contravendría sus propios actos, los que fueron exteriorizados de manera voluntaria ante la libertad
autonómica de las partes suscribientes del contrato.Consiguientemente, se estableció que la
posesión de los demandantes no inició ni fue exclusiva, siendo que se encontraba reservada para
sus vendedores, razón por la cual el Juez de grado determinó que los demandantes no cumplían con
los requisitos esenciales de la posesión. En el caso de autos, el animus que no fue exclusivo por parte
de los demandantes.c. Respecto a la interrupción de la prescripción señala el Tribunal Ad quem, que
los demandantes no han consolidado su pretensión de usucapión quinquenal debido a que carece
de los elementos para la adquisición extintiva, es decir no reúne los elementos esenciales para la
consolidación de su derecho propietario de usucapión quinquenal.d. En lo atinente a que Impresión:
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial existiera error de hecho en la valoración de la prueba,
incurriendo en vulneración del debido proceso en su elemento de valoración razonable de la prueba
al lesionar las reglas de la sana crítica y este en relación con las reglas de lógica y la experiencia, por
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cuanto, el Juez de grado sostuvo que no existiría título idóneo y buena fe, sin considerar que su
título se encuentra debidamente probado de fs. 52 a 56 vta.Al respecto, la Sala de apelación
manifestó, que los argumentos de los recurrentes son repetitivos y que ya hubieran sido objeto de
análisis y fundamentación en apartados anteriores; sin embargo, refirió que respecto a la valoración
de la prueba el Juez de grado se enmarcó en los parámetros establecidos en la ley, cumpliendo con
los principios de comunidad y unidad de la prueba al establecer la carencia de título justo o idóneo
de la parte demandante ante la nulidad del título de usucapión el que fue declarado fraudulento;
en el cual se sostendría el título de compraventa. Además, que la valoración fue correcta al concretar
la falta de buena fe en su adquisición, habida cuenta que sobre la base de la sana crítica y experiencia
pudo establecer la confabulación entre los vendedores y compradores, que al ser padres e hijos se
apropiarían del bien inmueble objeto de litis.Asimismo, respecto a que no se hubiera valorado toda
la prueba referente a su posesión, limitando su decisión en la cláusula quinta del contrato de
transferencia, el Tribunal Ad quem refirió que, si bien pudiera existir la manifestación de testigos e
incluso confesión de los propios vendedores sobre su posesión, dichos elementos no son
permisibles en cuanto la manifestación de documentos anteriores, estableciéndolo así el art. 1328
del Código Civil, normativa que se encuentra vinculada con el art. 1289 de la Ley citada y relacionada
con el art. 162 del Código Procesal Civil, por cuanto, la valoración realizada por el Juez de instancia
fue correcta, no siendo concurrente prueba alguna que hubiera contradicho lo manifestado en la
Escritura Pública N° 175/2011.De igual manera, respecto a que hubiera existido una errónea
valoración de la prueba, el Tribunal de alzada manifestó que la confesión realizada por los
vendedores de los demandantes no puede ser considerada para desvirtuar lo establecido en el
testimonio de Escritura Pública N° 175/2011, por cuanto, no puede considerarse como prueba
contra documentos fehacientes de data anterior, aspecto regulado en el art. 162 del Código Procesal
Civil.e. En lo concerniente a que existiera una errónea aplicación del art. 549 del Código Civil, al
haber actuado el Juez de manera ultra petita, por cuanto, hubiera anulado su derecho propietario
bajo el sustento de que el incidente de nulidad de obrados formulado en el proceso de usucapión
involucraría a los demandantes, aspecto que consideraría erróneo, ya que ellos no fueron parte del
proceso de usucapión siendo el mismo planteado un año después de la consolidación de su derecho
propietario en la gestión 2011; al respecto, el Tribunal de alzada refirió que por el efecto retroactivo
de la nulidad este produce efectos jurídicos en el título de compraventa de los demandantes,
considerando que dicho acto hubiera producido anomalía estructural en el documento de
transferencia Escritura Pública N° 175/2011, misma que no nació a la vida jurídica por carecer de
objeto en su formación.f. En cuanto a la apelación en el efecto diferido los recurrentes manifestaron
que los demandados no tendrían legitimación para accionar la nulidad del contrato base de su título
de propiedad, al no haber sido parte suscribiente de dicha transferencia; al respecto, la Sala de
apelación expresó que uno de los atributos a diferencia de anulabilidad, es que la nulidad es de
orden público, por lo que cualquier persona que justifique interés legítimo sobre las consecuencias
del contrato podría solicitar la nulidad del mismo, conforme el art. 523 del Código Civil Impresión:
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial vinculada al art. 551 del mismo cuerpo legal, por lo que
puede establecerse la legitimidad de los demandados, por cuanto, el título que pretendieran hacer
valer los demandantes para justificar su pretensión de usucapión quinquenal, afecta directamente
el derecho propietario de los demandados.3. Fallo de segunda instancia que, puesto en
conocimiento de los sujetos procesales, ameritó que los demandantes Marco Antonio y Cinthia
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ambos Ibáñez Pérez por memorial de fs. 1062 a 1079, interpongan recurso de casación, el cual es
objeto de análisis.CONSIDERANDO II: DEL CONTENIDO DEL RECURSO DE CASACIÓN Y SU
CONTESTACIÓNDel medio de impugnación objeto de la presente resolución, se observa que los
demandantes, ahora recurrentes, alegaron como agravios los siguientes extremos: En el fondo. 1.
Acusaron que se hubiera vulnerado la garantía del debido proceso en su elemento de motivación y
fundamentación por inobservancia del art. 229 de la Ley 439, entendiendo que el Tribunal de alzada
hubiera considerado que los recurrentes no tuvieran justo título al determinar que el mismo no
nació a la vida jurídica porque devendría de un proceso fraudulento de usucapión extraordinaria,
basándose en un hecho posterior a su derecho de propiedad, no teniendo presente que el contrato
de compraventa ya existía el año 2011 al igual que la inscripción en Derechos Reales, siendo el
objeto posible, lícito y determinado conforme al art. 485 del Código Civil, elementos que
determinarían que su título es idóneo, por dichos aspectos consideraría que el Tribunal Ad quem
incurrió en vulneración del debido proceso en su elemento de fundamentación y motivación,
lesionando el derecho a la tutela judicial efectiva art. 115 y 180 de la Constitución Política del Estado
y arts. 229 del Código Procesal Civil y 1319 del Código Civil. 2. Denunciaron que el Tribunal Ad quem
hubiera incurrido en errónea fundamentación al no valorar la prueba de cargo aplicando
erróneamente teoría de los actos propios, considerando que lo señalado en la cláusula quinta del
contrato de compraventa no podría ser superado por ningún medio de prueba, ya sea testifical ni
ninguna otra, además de no haber considerado que ingresarían en posesión desde la fecha de
suscripción del contrato de compraventa ejerciendo tanto el corpus como el animus, siendo que
con toda la prueba podría haberse dado la interversión del título, por cuanto, de la prueba testifical,
inspección de visu y confesión provocada demuestran la posesión de los demandantes, siendo que
no se habría valorado la prueba sobre la base de la teoría de los actos propios. Asimismo, respecto
a la interrupción de la prescripción adquisitiva señalan que se hubiera interrumpido la usucapión
quinquenal con la presentación de una querella de fecha 22 de noviembre de 2018 y con el incidente
de nulidad presentado en proceso de usucapión decenal.3. Alegaron que el Tribunal de alzada y el
Juez de primera instancia incurrieron en error de hecho al omitir valorar la prueba de cargo
documental, testifical, confesión provocada e inspección de visu, pues ingresaron en posesión con
los elementos de corpus y animus, habiendo fundado su resolución en la teoría de los actos propios
cuando debió haberse observado la teoría de la interversión de título, por cuanto, señalaron que no
hubiera existido la tenencia exclusiva del bien inmueble por parte de los recurrentes, habiendo
incluso referido los vendedores que su domicilio se encuentra en el inmueble objeto de litigio. 4.
Sostuvieron que el Tribunal Ad quem hubiera incurrido en errónea fundamentación con relación al
elemento de buena fe en inobservancia del art. 93 del Código Civil, ingresando en incongruencia
omisiva, violando el derecho a una debida fundamentación y motivación de la resolución, por
cuanto, respecto a la buena fe hubieran señalado que existiera Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis
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Organo Judicial confabulación de familiares para apropiarse de un inmueble que no les pertenece,
dicha afirmación no tendría ningún sustento probatorio, basándose únicamente en presunciones,
es decir, presumiendo la mala fe de los recurrentes, cuando dicho extremo jamás fue probado, no
teniendo sustento legal que el tema de familiaridad pueda ser un argumento valedero, habiéndose
infringido y violado los arts. 93 del Código Civil y 115 - 180 de la Constitución Política del Estado.5.
Expresaron que con relación al recurso de apelación en el efecto diferido, no hubieran observado
los requisitos que hacen viable que un tercero pueda demandar la nulidad de contrato si no es parte
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del mismo, y que en el presente caso son sujetos de la relación contractual Crispín Ibáñez Mamani
y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, siendo que los reconvinientes Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime
Javier Martínez Choque tienen una relación contractual con Irene Solange Montecinos Villca y Jorge
Gonzalo Chambi Vélez, aspecto que demostraría que los reconvinientes no hubieran tenido ninguna
relación contractual con Crispín Ibáñez Mamani ni con Lidia Pérez Pérez de Ibáñez mucho menos
con Marco Antonio Ibáñez Pérez o Cinthia Ibáñez Pérez, extremo que hubiera infringido los arts.
115.II y 180.I de la Constitución Política del Estado.Respuesta al recurso de casación.De la revisión
del expediente de usucapión quinquenal u ordinaria, se evidenció que cursa respuesta al recurso de
casación en los siguientes términos:1. Manifestaron respecto a que se hubiera vulnerado la garantía
del debido proceso en su elemento de motivación y fundamentación por inobservancia del art. 229
de la Ley 439, el incidente de nulidad dentro del proceso de usucapión sirve de antecedente al
presente proceso, toda vez que como consecuencia de ello quedó nulo y sin efecto alguno el
aparente derecho de propiedad de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez que pretendían
haber adquirido sobre el inmueble objeto de litigio, puesto que la declaración judicial de nulidad del
proceso de usucapión, supone que dicho proceso no surtió efecto alguno y que Crispín Ibáñez
Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez no adquirieron derecho de propiedad sobre el inmueble ubicado en
la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro, además, no se puede considerar el hecho
de que se hubiera realizado la venta años antes a la declaratoria de nulidad no supondría que esa
venta fue legal y que la misma no sea viciada de nulidad, tampoco incidiría el hecho de que ahora
los recurrentes no tuvieron conocimiento del incidente de nulidad del proceso de usucapión.
Respecto al justo título los demandados manifestaron que este no puede ser confundido con título
válido y eficaz, siendo que el justo título refiere a la idoneidad del título en virtud del cual el
usucapiente habría adquirido la propiedad de quien no era su verdadero dueño.2. Señalaron que
respecto a la errónea fundamentación por no ingresar a la valoración de la prueba de cargo y por
aplicar indebidamente la teoría de los actos propios, la cláusula quinta de la Escritura Pública N°
175/2011 las partes intervinientes estipularon que Marco Antonio Ibáñez Pérez y Cinthia Ibáñez
Pérez tomarán posesión cuando dejarían de existir los vendedores Crispín Ibáñez Mamani y Lidia
Pérez de Ibáñez, siendo que la estipulación de esta cláusula fue correctamente interpretada por el
Tribunal de alzada en el marco de la teoría de los actos propios, que vincula y reata a las partes al
contenido de su propia manifestación expresada de manera libre y voluntaria. 3. Expresaron que
respecto al error en la valoración de la prueba, los recurrentes acusan que no se hubiera valorado
la prueba documental, testifical confesión e inspección, prueba que contrarrestaría la manifestación
de voluntad inserta en al cláusula quinta de la Escritura Pública N° 175/2011; al respecto, refiere
que la declaración referida en la cláusula quinta Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352
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constituiría una manifestación de voluntad por determinación de los arts. 175-IV y 162-II del Código
Procesal Civil, constituiría una confesión extrajudicial, haciendo plena prueba y que en el marco de
la teoría de los actos propios no puede ser desconocida. 4. Refirieron que respecto al error en la
fundamentación sobre a la buena fe, los recurrentes sostendrían que la buena fe se presume y la
mala fe se prueba, y que contrariamente el Tribunal de alzada hubiera presumido que ellos no
tendrían la posesión de buena fe por considerar que existió confabulación entre padres e hijos, sin
que esta conclusión se sustente en ningún medio probatorio; al respecto, debemos señalar que en
la usucapión quinquenal la buena fe se refiere a aquella conducta que hubiera tenido el usucapiente
a momento de adquirir la propiedad de quien no era el verdadero propietario y que, en el presente
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caso, no medió la buena fe de los usucapientes, por cuanto, no medio la intención verdadera y de
buena fe de celebrar un acto traslativo de propiedad, sino que medio la intención de engaño y
confabulación. 5. Manifestaron que respecto a la errónea fundamentación de la apelación diferida
los recurrentes acusan que el Tribunal de alzada no hubiera considerado la jurisprudencia referida
a la legitimación activa para demandar la nulidad, por cuanto, los demandados no tendrían relación
con las partes intervinientes en la Escritura Pública N°175/2011; al respecto, señalaron que su
legitimación activa no puede ser limitada al hecho de que no formen parte del contrato, sino, por el
contrario, se reconociera la legitimación a cualquier persona que tenga interés legítimo, y que, en
el presente caso, el hecho de ser legítimos titulares del bien inmueble que en parte habría sido
transferido por quienes no son sus legales propietarios, les legitimaría para demandar la nulidad de
contrato.CONSIDERANDO III: DOCTRINA APLICABLE AL CASOIII.1. Sobre la usucapión quinquenal. El
Auto Supremo N° 355/2013 de 15 de julio ha orientado en sentido que: “Corresponde primeramente
realizar un análisis a la fundamentación vertida por el Juez A quo, la misma que fue confirmada por
el Tribunal de Alzada, en el entendido de considerar al título de propiedad de los demandados no
válido para la usucapión quinquenal; por dicho motivo es necesario recalcar el criterio vertido por
los mismos, por lo cual transcribiremos de manera textual lo que indica el Juez: “…la prescripción
adquisitiva de propiedad por Usucapión Quinquenal dispuesta por el art., 134 del Código Civil no se
puede viabilizar por cuanto la mala fe originada por la falsedad del poder de quien representó a la
transferente NORAH MERCADO AYALA se mantiene con solución de continuidad jurídica, al margen
de no haberse acreditado posesión material por parte de los reconvencionistas.”, por su parte el
Tribunal Ad quem omitiendo entrar a considerar dicha aseveración que fue apelada por los
recurrentes, indicó: “…resulta innecesario considerar los demás actuados posteriores, ya que los
mismos son consecuencia de esa trasferencia nula e inexistente y por consiguiente las mismas
también resultan ser nulas y sin valor legal.”, este mismo Auto de Vista continuo indicando líneas
más abajo “…se aclara que para la procedencia de la usucapión quinquenal u ordinaria, es preciso
contar con un título idóneo con el que fue transferido la propiedad y que la misma fuere adquirido
de buena fe, aspecto que no concurren en el presente caso, ya que en dicho contrato fue adquirido
de mala fe y fue viciada desde el principio de su adquisición no constituyendo justo título, por lo que
todos los actos posteriores realizados en base a dicho documento se encuentran viciados de
nulidad.”.Por lo transcrito textualmente, se puede evidenciar que los Tribunales de instancia,
basaron ambas resoluciones a la idea, que no sería justo titulo la Escritura Pública Nº 327/95 por el
cual transfiere Mabel Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200
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inmueble objeto de la litis, a favor de Eddy Huarita Guevara, representado por Jacinta Guevara Vda.
de Huarita (codemandados) y que al ser éste título proveniente de una Escritura Pública nula,
derivado también de un poder nulo; la transferencia a favor de los recurrentes no sería un título
idóneo y que éstos, los compradores, no hubiesen adquirido de buena fe dicho lote de terreno,
consideración por demás errada y contraria a la jurisprudencia vertida por la Corte Suprema de la
Nación con la cual se llegó a compartir criterio en muchas Resoluciones y en la actualidad éste nuevo
Tribunal Supremo mantiene; en ese entendido tenemos el Auto Supremo Nº 377 del 3 de noviembre
de 2010 en el cual se indica que: “…la usucapión quinquenal u ordinaria, se produce cuando en
virtud de un título idóneo para transferir la propiedad, se adquiere de buena fe un inmueble de
alguien que no es el dueño, cumple usucapión a su favor poseyéndolo durante cinco años contados
desde la fecha en que el título fue inscrito. La usucapión quinquenal u ordinaria, prevista en el art.
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134 del Código Civil, supone la comprobación judicial de cuatro requisitos, esto es, justo título,
buena fe, posesión continuada y transcurso del tiempo. “Por su parte el Tribunal Constitucional
mediante la Sentencia Constitucional Nº 0773/2011-R de fecha 20 de mayo del mismo año,
estableció que: “…la usucapión en nuestro país constituye una forma de adquirir la propiedad
mediante la posesión pacífica y continuada por el tiempo que la ley señala. Así, cuando la persona
adquiere de buena fe un inmueble en virtud de título idóneo, de alguien que no es el propietario, y
posee el mismo durante cinco años, desde la inscripción del título, puede adquirir la propiedad a
través de la usucapión denominada ordinaria.”.Por su parte la doctrina con referencia a la Buena Fe
y el Justo Título estableció que, el primero consiste en la creencia del usucapiente de no haber
actuado en contra de la norma existente y se basa en la convicción de que la persona de quien se
recibió la cosa era dueña de ella y podía trasmitir su dominio; el segundo entendido como al título
traslativo del derecho real, de la misma forma con referencia al justo título, Guillermo A. Borda
indica: “Se llama justo título aquel que es suficiente para la transmisión del dominio y que realmente
lo hubiera transmitido de haber sido el transmitente el verdadero propietario del inmueble. Es
decir, se trata de un título que está rodeado de todas las formalidades y demás requisitos
indispensables para la transmisión del dominio, a punto tal que de haber emanado del verdadero
propietario, la transmisión sería perfecta y no se plantearía ya la cuestión de la prescripción porque
bastaría con ese título para adquirir el dominio…”Por lo indicado, se concluye que la Escritura
Pública Nº 327/95 por el cual transfirió Mabel Montoya Pardo el inmueble objeto de la litis, a favor
de Eddy Huarita Guevara, representado por Jacinta Guevara Vda. de Huarita, constituye en justo
título y los recurrentes al haber demostrado durante todo el proceso que ellos compraron pensando
que la codemandada Mabel Montoya Pardo era la propietaria, demostraron la buena fe que tenían
en el momento de la adquisición; por lo tanto el conocimiento posterior sobre la falta de derecho
de su vendedora no le perjudicaba (por el contrario configuraba uno de los presupuestos de la
usucapión quinquenal “adquirir de alguien que no es su dueño”)”.En el Auto Supremo Nº 58/2015
de 29 de enero, se orientó respecto a los requisitos para la usucapión quinquenal estableciendo
que: “Se debe indicar que uno de los requisitos establecidos en el art. 134 del Código Civil, es el
título idóneo para adquirir la posesión, para el entendimiento del mismo corresponde citar el Auto
Supremo Nº 394 de 22 de julio de 2013 emitido por este Tribunal, en el que se señaló lo siguiente:
“Circunscribiendo nuestra atención en la Usucapión quinquenal u ordinaria, debemos Impresión:
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial señalar que el art. 134 del Código Civil norma tal instituto
jurídico señalando que: ‘(USUCAPIÓN QUINQUENAL U ORDINARIA) quien en virtud de un título
idóneo para transferir la propiedad adquiere de buena fe un inmueble de alguien que no es su
dueño, cumple la usucapión a su favor poseyéndolo durante cinco años contados desde la fecha en
que el título fue inscrito’. La norma nos refiere con claridad los requisitos que debe reunir la
usucapión ordinaria que son: título idóneo (justo título), buena fe en la posesión, transcurso del
tiempo y posesión (pública, pacífica, continuada e ininterrumpida); requisitos que deben ser
comprobados judicialmente para favorecerse de ella. Sobre el examen de los requisitos que hacen
a la Usucapión ordinaria, se debe hacer énfasis en el de título idóneo o justo título, como lo conoce
la doctrina, a ello recurrimos a Borda que en su obra Tratado de Derecho Civil (Derechos Reales I,
pág. 317) señala: ‘Se llama justo título aquel que es suficiente para la transmisión del dominio y que
realmente lo hubiera transmitido de haber sido el transmitente el verdadero propietario del
inmueble. Es decir, se trata de un título que ésta rodeado de todas las formalidades y demás
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requisitos indispensables para la transmisión del dominio, a punto tal que, de haber emanado del
verdadero propietario, la transmisión sería perfecta y no se plantearía ya la cuestión de la
prescripción porque bastaría con ese título para adquirir el dominio’. Para incidir sobre el punto,
nos remitimos al art. 584 del Código Civil, que sobre la noción de la venta, se indica que la venta es
un contrato por el cual el vendedor transfiere la propiedad de una cosa, denotándose que lo que se
transfiere es el derecho de propiedad, en ese sentido, cuando el transferente no tienen el derecho
de propiedad es cuando acude la prescripción adquisitiva ordinaria para cubrir ese defecto, por ello
el justo título en este escenario juega el papel de verificar la adquisición de buena fe operada en
ella, por ello Néstor Jorge Musto (Derechos Reales, Tomo I, pág. 509) sintetizando el concepto dice:
‘Con el justo título se ha efectuado una adquisición, pero ella tiene un defecto esencial: falta una
condición de fondo, cual es la titularidad en el derecho por parte del enajenante’. Definido el justo
título, se debe resaltar que para ser considerado tal debe reunir condiciones de validez, debiendo
inexcusablemente tener requisitos intrínsecos y extrínsecos, la primera referida sobre las
condiciones esenciales del acto jurídico, y la segunda, reatada a las condiciones del escrito que la
comprueba, solemnidades que debe cumplir. En este contexto, la forma instrumental que recubre
al justo título: Escritura Pública, entre otras, está condicionada a estos requisitos extrínsecos por
disposición propia de la ley. No debemos olvidar que el justo título no es el instrumento en el que
yace el acto jurídico, sino la causa que ha originado esta. Ahora bien, cuando se pretende acreditar
el justo título con la presentación de un testimonio (copia de la Escritura Pública), resulta
imprescindible que ese testimonio tenga su antecedente cierto, en otras palabra que exista la
Escritura Pública a la que hace referencia el testimonio, por cuanto el art. 1309 del Código Civil
señala que: ‘Hacen tanta fe como el original, y siempre que sean expedidos por funcionarios públicos
autorizados, los testimonios, en general, de documentos públicos originales o privados reconocidos,
o de cualquier otro documento o acto auténtico de los cuales esos funcionarios sean legalmente
depositarios, o los tengan consignados en su registros o protocolos’; por tanto, si bien el testimonio
hace fe del original, empero, ante la inexistencia del original el testimonio resulta un documento sin
respaldo de lo contenido en él.Considerando también la buena fe como requisito de la Usucapión
quinquenal, se debe indicar que el mismo artículo 134 del Código Civil, sitúa a la buena fe
íntimamente ligado a la del título idóneo, si bien Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352
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son diferentes, pero no son independientes en su actuar, pues el adquirir una propiedad mediante
el justo título hace presumir que el adquiriente la hace de buena fe suponiendo que compra del que
verdaderamente fue el dueño, entonces el justo título también hace presumir la buena fe. En esta
esfera Ricardo Papaño (Derechos Reales Tomo 2, pág. 332) citando a Vélez Sarfield dice: ‘El que
quiera prescribir debe probar su justo título, pero su mismo justo título hará presumir la buena fe…,
el justo título no es requerido sino como elemento de la buena fe…’”La doctrina referida líneas
arriba señala los requisitos de la usucapión quinquenal u ordinaria, los cuales son justo título, buena
fe en la posesión, transcurso del tiempo y posesión (pública, pacífica, continuada e ininterrumpida);
los que deben ser probados judicialmente para favorecernos de esta figura jurídica, la cual tiene
como finalidad la adquisición del derecho de propiedad respecto a un bien inmueble siempre que
se cuente con justo título y hubiera mediado la buena fe; además, de que deben cumplirse
presupuestos legales como ser :1) Posesión, el elemento esencial en este tipo de acción -usucapión-
es la posesión, de acuerdo a lo establecido en el art. 134 del Código Civil; sin embargo, para que esta
-posesión- sea considerada útil a efectos de adquirir la propiedad a través de la usucapión
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

quinquenal, al margen de estar constituida de sus dos elementos corpus possessionis y ánimus
possidendi, deben tomarse en cuenta que la posesión debe ser contínua, es decir, que la
permanencia en el inmueble objeto de usucapión quinquenal haya sido ejercida de forma
permanente y continuada durante cinco años contados desde que el titulo se inscribió; debe
ser pública, por cuanto se ejerce frente a la sociedad, donde el corpus y animus se ejerzan de forma
pública y, pacífica, por cuanto, la posesión debe estar exenta de violencia física y moral, significando
que el poder de hecho ejercido sobre la cosa no se mantenga por la fuerza o violencia.De lo
anteriormente mencionado concluimos que, para la procedencia de la usucapión quinquenal u
ordinaria, quien pretende usucapir la cosa debe acreditar de manera fehaciente todos estos
presupuestos, pues el incumplimiento de uno de ellos no dará lugar a la pretensión
incoada.Sentencia Constitucional Nº 0773/2011-R de fecha 20 de mayo del mismo año, estableció
que: “…la usucapión en nuestro país constituye una forma de adquirir la propiedad mediante la
posesión pacífica y continuada por el tiempo que la ley señala. Así, cuando la persona adquiere de
buena fe un inmueble en virtud de título idóneo, de alguien que no es el propietario, y posee el
mismo durante cinco años, desde la inscripción del título, puede adquirir la propiedad a través de la
usucapión denominada ordinaria”.III.2. De la legitimación para demandar la nulidad.En relación a la
interpretación del art. 551 del Código Civil y el legitimado para demandar la nulidad de un contrato
el Auto Supremo N° 664/2014 de 06 de noviembre, señaló que: “La fórmula del art. 551 del Código
Civil, solo dispensa la calidad de accionante a quien tenga interés legítimo, y no está abierto a todas
las personas estantes del Estado, pues la nulidad siendo de orden público apunta a la invalidez de
un acto jurídico privado, donde no existe la afectación de un derecho difuso, siendo el punto de
partida la consideración del carácter privado del acto jurídico que se pretende invalidar, pues lo
contrario nos situaría en una acción de defensa de derechos colectivos o difusos…que la norma
permite accionar la nulidad cuando el interesado ostenta un derecho subjetivo no hipotético que
dependa actual e inmediatamente de la invalidez del acto jurídico, siendo ese el interés legítimo
que debe demostrar para acreditar la legitimación activa, es decir el interés legítimo está limitado
al interés personal que emerge del derecho subjetivo en función inmediata de la nulidad del
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9/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial contrato”.III. 3. Con relación a la valoración de
la prueba (debido a la acción de defensa constitucional)El art. 145 del Código Procesal Civil, respecto
a la valoración de la prueba señala: “I. La autoridad judicial al momento de pronunciar la resolución
tendrá la obligación de considerar todas y cada una de las pruebas producidas, individualizando
cuales le ayudaron a formar convicción y cuales fueron desestimadas, fundamentando su criterio.
II. Las pruebas se apreciarán en conjunto tomando en cuenta la individualidad de cada una de las
producidas y de acuerdo con las reglas de la sana crítica o prudente criterio, salvo que la Ley
disponga expresamente una regla de apreciación distinta. III. En la valoración de los medios de
prueba, la autoridad judicial, apreciara las mismas tomando en cuenta la realidad cultural en la cual
se ha generado el medio probatorio.” Regla de derecho, que en una faceta lógico-interpretativa, por
un lado, se sintetiza entre una de sus significancia en el principio de unidad, que según Víctor de
Santo, en su obra “La Prueba Judicial” (Teoría y Práctica), la conceptualiza como aquel, “conjunto
probatorio del proceso forma una unidad y, como tal, debe ser examinado y merituado por el órgano
jurisdiccional, confrontando las diversas pruebas (documentos, testimonios, etc.), señalar su
concordancia o discordancia y concluir sobre el convencimiento que de ellas globalmente se
forme”.Por otro, da lugar al nacimiento del principio de comunidad de la prueba que tiene como
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

contenido que: “La prueba no pertenece a quien la suministra; por ende, es inadmisible pretender
que sólo beneficie al que la allega al proceso. Una vez incorporada legalmente a los autos debe
tenérsela en cuenta para determinar la existencia o la inexistencia del hecho sobre el cual versa, sea
que resulte favorable a quien la propuso o al adversario, quien bien puede invocarla”.Finalmente,
otro aspecto a tomar en cuenta en la valoración de la prueba incorporado por el art. 145 del Código
Procesal Civil, es la realidad cultural en el cual se generó el medio probatorio, lo que implica tomar
en cuenta la interculturalidad y las diferentes costumbres ancestrales reconocido por la
Constitución Política del Estado como uno de los principios fundamentales sobre el cual se asienta
la sociedad y el Estado, lo que implica que un medio de prueba generado bajo las costumbres
ancestrales y de acuerdo a sus procedimientos propios, no puede ser desconocido.En esa línea,
todos estos aspectos deben ser considerados, por el Juez de instancia, por ser una de sus facultades
privativas competenciales, al respecto la Sentencia Constitucional Plurinacional 0838/2021-S4 de 17
de noviembre de 2021 refirió que, “…la valoración de la prueba resulta ser una atribución exclusiva
de los jueces que ejercen jurisdicción y competencia en cada caso concreto, en ese sentido, debe
señalarse que en relación a los roles propios de la función ejercida por los jueces y tribunales(…) De
esto, se puede concluir que la jurisdicción constitucional, auto limitó sus competencias en relación
a la valoración de prueba, producida y valorada en el proceso judicial o administrativo, respetando
la competencia de las otras jurisdicciones”, criterio jurisprudencial constitucional, que ingresa en
estrecha concordancia con el Auto Supremo Nº 1156/2017 de 01 de noviembre que señaló: “Es
facultad privativa de los Jueces de grado, apreciar la prueba de acuerdo a la valoración que les
otorga la ley y cuando ésta no determina otra cosa, podrán hacerlo conforme a su prudente criterio
o sana crítica, según disponen el artículo 1286 del Código Civil y artículo 145 del Código Procesal
Civil.”, aspectos que generaron como poder del Juez de instancia, la facultad de realizar una
apreciación de las pruebas dentro del proceso, conforme las reglas de la sana crítica, de acuerdo a
las pautas de la prueba tasada y conforme el principio de verdad material.En ese merito, con
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www.tsj.bo Página 10/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial valoración de la prueba,
con base en las reglas de la sana crítica, estas no implican razonar a libre voluntad de manera
discrecional o arbitrariamente, sino más bien se encuentra regida por las normas de la lógica y la
experiencia; sin embargo, debe dejarse establecido que la citada norma legal, no limita la valoración
de la prueba de manera exclusiva a las reglas de la sana crítica, sino que deja abierta la posibilidad
de otro tipo de apreciación, siendo esta, la valoración legal, más conocida como prueba tasada,
donde es la Ley que establece de manera anticipada el valor legal de las pruebas, cuya situación se
encuentra en el art. 1289 y siguientes del Código Civil.Así también debe tenerse presente que, en la
actividad de valoración de la prueba tiene un peso gravitante el principio de verdad material, el
mismo que puede en muchos casos dejar en segundo plano a las pruebas tasadas como son los
documentos públicos, cuando de por medio concurren otros elementos probatorios que llevan a la
convicción de manera distinta a la que señalan los documentos públicos.Instituto jurídico procesal
que adquiere una alta relevancia dentro del proceso, debido a que: “la finalidad de la prueba en el
proceso judicial es la averiguación de la verdad sobre lo ocurrido (…), Finalidad que, a su vez, se
divide en la necesidad de una doble garantía: asegurar que todos los infractores del derecho sean
sancionados y que solo ellos lo sean. Y esto supone, evidentemente, la necesidad de que lo que se
declare probado en el proceso coincida con la verdad de lo ocurrido; esto es, que los enunciados
declarados probados sean verdaderos y los enunciados falsos no se declaren probados” (VAZQUEZ
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Carmen, estándares de prueba y prueba científica, gestión 2013, pág. 22). CONSIDERANDO
IV:FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓNPara hacer más comprensible la resolución expondremos
algunos antecedentes esenciales que se generaron en el caso de autos de la siguiente
manera:Cinthia Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez plantean demanda ordinaria de
usucapión quinquenal, en contra de Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque,
manifestando que por la Escritura Pública N° 175/2011 de 02 de febrero de 2011 se acreditaría que
Crispín Ibáñez y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez les hubieran transferido a título de compraventa una
fracción del bien inmueble con Matrícula N°4011010022055, en una fracción de 166.57 m2 ubicado
en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro, signado como fracción “A” de la ciudad
de Oruro, derecho propietario de estos señores adquirido a través de demanda de usucapión
extraordinaria tramitada ante el Juzgado de Partido N° 2 en lo Civil y Comercial de la ciudad de
Oruro.Asimismo, alegan que con ese título se habría inscrito su derecho propietario en el registro
de Derechos Reales bajo la Matrícula N° 4011010030354, el mismo que fue registrado el 06 de abril
de 2011, y que, desde esa fecha comenzaría a correr el plazo de la usucapión quinquenal, habiendo
transcurrido más de 8 años y 5 meses que se encontrarían en posesión como verdaderos titulares,
usando, gozando, disfrutando y disponiendo del mismo, habiendo realizado trámites de obtención
de línea municipal en la Alcaldía de Oruro así como realizaron los pagos de impuestos anuales desde
las gestiones 2011 al 2018. También, alegan que en fecha 22 de noviembre de 2018 fueron
sorprendidos con una querella penal por el supuesto delito de estelionato que les siguen los señores
Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque, donde estos señores afirmarían ser
propietarios últimos del bien inmueble objeto de litigio en una superficie de 341.46 m2 y que junto
a la querella se adjuntó a una resolución de incidente de nulidad de la gestión 2013 dentro del
fenecido proceso de usucapión decenal instaurado por Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez
de Ibáñez en contra Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 |
www.tsj.bo Página 11/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial de Eliana Marlene Herrera
Molina.Consecuentemente, a tiempo de contestar de forma negativa a la demanda y reconvenir
nulidad de contrato por falta de objeto, señalan que la usucapión quinquenal debe cumplir
requisitos como ser justo título, que la transferencia haya provenido de quien no era verdadero
dueño, la buena fe del adquirente y la posesión, y en el caso presente los demandantes Cinthia
Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez no cumplirían con el requisito de buena fe, por cuanto,
omitieron señalar que son hijos de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez y que en tal
calidad conocían los antecedentes del proceso de usucapión que sus padres de forma ilegal hubieran
tramitado ante el Juzgado de Partido 2° en lo Civil y Comercial de la ciudad de Oruro, pretendiendo
apropiarse del inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro de la
ciudad de Oruro. Asimismo, los demandados reconvienen por nulidad de contrato por falta de
objeto del contrato de compraventa de una fracción de terreno de 166.57 m2 ubicado en la calle
Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro y por la Escritura Pública N°
304/2017 de 04 de abril de 2017, evidencia que hubieran adquirido al título de compraventa de
Irene Solange Montecinos Villca y Jorge Gonzalo Chambi Vélez, el bien inmueble ubicado en la calle
Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro y posterior registro de su derecho propietario en
Derechos Reales, bajo el asiento A-8 de la Matrícula N° 4011010020877, en fecha 07 de abril de
2017.El Juez A quo dictó Sentencia, con el argumento de que la cláusula quinta de la Escritura Publica
N° 175/2011, establece que Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, señalaron que
Marco Antonio y Cinthia Ibáñez Pérez, tomaran posesión cuando dejen de existir, por lo que
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seguirán ocupando el inmueble hasta su últimos días de existencia, de lo cual la posesión de los
demandantes no es exclusiva, además que la posesión que refieren haber ejercido los demandantes
habría sido interrumpida por el proceso penal de 22 de noviembre de 2018, y con el incidente de
nulidad presentado por David José Bravo Mendizábal en contra de los terceros Crispín Ibáñez
Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez de 30 de noviembre de 2012, aspectos que se encontrarían
corroborados por las declaraciones testificales de cargo confesión judicial de cargo, inspección
judicial, empero por la prueba documental que apareja la parte demandada, se evidencia que el
antecedente dominial de la parte demandante se encuentra viciado de nulidad, puesto que el
proceso de usucapión decenal ha sido declarado nulo y cualquier documento logrado como efecto
de aquel proceso, no tiene eficacia jurídica alguna, siendo nula la Escritura Pública N° 175/2011 de
02 de febrero de 2011,argumentos con los que declaró Improbada la demanda de usucapión
quinquenal y Probada la demanda de nulidad de contrato por falta de objeto.Ahora bien, conforme
los argumentos señalados en el Auto de Vista N° 43/2022 de 11 de enero, se tiene que el Tribunal
de alzada asumio una determinación con base a que, en el presente caso, no concurre el justo título,
toda vez que el título del cual deviene la propiedad de los demandantes de usucapión quinquenal,
jamás fue título idóneo, al no tener objeto, es decir, que al haberse declarado nulo el título de los
vendedores, por el efecto de la retroactividad su título también debe ser considerado con los
mismos efectos. Asimismo, se tiene que por la cláusula quinta, los usucapientes no hubieran tenido
la posesión exclusiva, ya que la mencionada cláusula hace referencia a que la posesión de los
demandantes se efectivizaría cuando los vendedores fallecieran, por cuanto dicho hecho
contravendría sus propios actos, los que fueron exteriorizados de manera voluntaria ante la libertad
autonómica de las partes suscribientes del contrato, por lo que su Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis
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Bolivia Organo Judicial posesión no inicio ni fue exclusiva, siendo que no cumplieron con los
requisitos del art. 134 del Código Civil.Estando relatado lo esencial del caso de autos, se pasa a
resolver el recurso de casación.1. Absolviendo el primer agravio, en sentido de que se hubiera
vulnerado la garantía del debido proceso en su elemento de motivación y fundamentación por
inobservancia del art. 229 de la Ley 439, en el entendido de que el Tribunal de alzada hubiera
considerado que los recurrentes no tuvieran justo título al determinar que el mismo no nació a la
vida jurídica porque devendría de un proceso fraudulento de usucapión extraordinaria, basándose
en un hecho posterior a su derecho de propiedad, no teniendo presente que el contrato de
compraventa ya existía el año 2011 al igual que la inscripción en Derechos Reales, aspectos que
determinarían que su título es idóneo, cuando el incidente de nulidad de obrados del proceso de
usucapión extraordinaria se suscitó en el año 2013, no habiendo sido parte de dicho incidente no se
cancelaron sus títulos, sino se pronunciaría únicamente la nulidad del proceso de usucapión; por
dichos aspectos consideraría que el Tribunal Ad quem incurrió en vulneración del debido proceso
en su elemento de fundamentación y motivación, lesionando el derecho a la tutela judicial efectiva
art. 115 y 180 de la Constitución Política del Estado y arts. 229 del Código Procesal Civil y 1319 del
Código Civil.Del argumento traído a casación, se tiene que una vez identificado el agravio, debemos
señalar que respecto al justo título este Tribunal Supremo de Justicia ha sentado doctrina que define
como aquel que reúne los requisitos de validez tanto intrínsecos como extrínsecos, se trata de un
título que está rodeado de todas las formalidades y demás requisitos indispensables para la
transmisión del dominio, los cuales van a dotar al título de eficacia jurídica, y que, en el presente
caso, se debió considerar como justo título a la Escritura Pública N° 175/2011 de 02 de febrero,
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

porque ese título reúne las condiciones de validez de un contrato, y el mismo es título suficiente
para demandar usucapión quinquenal. No podría considerarse nula a la referida escritura pública,
si es que no se tiene una resolución judicial que haya declarado su nulidad, tal como señala el art.
546 del Código Civil, puesto que los vendedores Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez
adquirieron el derecho propietario del inmueble ahora en litigio a través de un proceso de usucapión
favorable registrado en Derechos Reales el 30 de marzo de 2009, y con ese derecho propietario
realizaron la transferencia en favor de los compradores Marco Antonio Ibáñez Pérez y Cinthia Ibáñez
Pérez el 02 de febrero de 2011, los que demostraron durante todo el proceso que ellos compraron
pensando que los vendedores eran los propietarios, demostraron la buena fe que tenían en el
momento de la adquisición; por lo tanto, el conocimiento posterior sobre la falta de derecho
propietario de sus vendedores no les perjudica, más bien configura uno de los presupuestos de la
usucapión quinquenal, el cual se descubre que el vendedor no era el verdadero propietario, el cual
resulta ser uno de los presupuestos que señala el art. 134 del Código Civil.Sobre la buena fe,
debemos señalar que el hecho de que se haya realizado el contrato de compraventa entre
familiares, como es el caso, no demuestra que hubiera estado exento de la buena fe de las partes,
por cuanto, se tiene demostrado por la prueba documental que los vendedores transfirieron el
inmueble años antes a la declaratoria de nulidad de proceso de usucapión decenal, aspecto que
demuestra que existió buena fe en los compradores y vendedores a tiempo de transferir el inmueble
ahora objeto de litigio. Además, resulta irracional considerar que por existir lazos de familiaridad
entre vendedores y compradores se debiera presumir que no concurrió este requisito, Impresión:
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encontraba cuestionado lo contrario implicaría juzgar con sesgo y amparado en presunciones,
siendo que en el presente caso no se llegó a probar la mala fe de los demandantes de usucapión
quinquenal u ordinaria por ningún elemento probatorio, considerando que el art. 93.I y II del Código
Civil señala: “I. El poseedor es de buena fe cuando cree haber adquirido del verdadero propietario
o titular de la cosa o el derecho II. La buena fe se presume; quien alega que hubo mala fe, debe
probarla”. Al margen de lo expuesto, corresponde aclarar que la buena fe se encuentra descrita
como una presunción judicial, la cual admite prueba en contrario que debe merecer elemento
probatorio; sin embargo, los de instancia asumieron que concurre una presunción judicial, cuando
no se reúne los requisitos descritos por el 1320 del Código Civil: que sean graves, precisas y
concordantes, los que no están justificados en el caso de autos.Conforme el argumento del Tribunal
de garantías se hubiera incurrido en contradicción, toda vez que se daría vigencia a la Escritura
Pública N° 175/2011, al momento de su celebración, cuando a tiempo de la suscripción del contrato
los vendedores no debieron ser propietarios del bien, es decir los propietarios no debieron haber
ostentado derecho de propiedad sobre el inmueble transferido a momento de su suscripción.
Asimismo, refieren que ha considerado que es justo título porque cumple los requisitos de validez
de una Escritura Pública, sin realizar un análisis del justo título, específicamente en una acción de
usucapión quinquenal, no se explica por qué la Escritura Pública N° 175/2011 devendría de alguien
que no es propietario del bien inmueble.Con base a estos antecedentes, señalaremos las siguientes
consideraciones.Circunscribiendo nuestro análisis a la usucapión quinquenal u ordinaria, debemos
señalar que el art. 134 del Código Civil, refiere: “quien en virtud de un título idóneo para transferir
la propiedad adquiere de buena fe un inmueble de alguien que no es su dueño, cumple la usucapión
a su favor poseyéndolo durante cinco años contados desde la fecha en que el título fue inscrito”.En
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ese entendido, la norma antes descrita señala con claridad los requisitos que debe reunir la
usucapión ordinaria, que son: título idóneo (justo título), buena fe en la posesión, transcurso del
tiempo y posesión (pública, pacífica, continuada e ininterrumpida); requisitos que deben ser
comprobados judicialmente para favorecerse de ella.A efectos de definir el requisito del justo título
conforme a la doctrina aplicable descrita en el presente fallo, recurriremos a Borda, que en su obra
Tratado de Derecho Civil (Derechos Reales I, pág. 317) señala: “Se llama justo título aquel que es
suficiente para la transmisión del dominio y que realmente lo hubiera transmitido de haber sido el
transmitente el verdadero propietario del inmueble…”, es decir, es aquel título que cuenta con todas
las formalidades indispensables para transmitir el derecho propietario, siendo que si hubiera
emanado del verdadero propietario, la transferencia sería perfecta.En este entendido, la usucapión
quinquenal procede cuando se tiene evidencia de que una persona ha adquirido el derecho de
propiedad de quien no era su dueño, cuando creía que era el dueño, o sea, se activa la usucapión
quinquenal cuando ha tomado evidencia de que el vendedor no hubiera adquirido de manera
regular el bien, es decir que no era dueño de la cosa que se le transfirió y con probabilidad el
verdadero titular pudiera instaurar algún juicio que observe la validez del título y para ello el
ordenamiento civil establece la posibilidad de adquirir el derecho mediante la usucapión
quinquenal, y esta vez se dirige la acción en contra del que ostenta el derecho registrado y ya no en
contra del vendedor.En el presente caso, debemos precisar de manera enfática que la Escritura
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título para los usucapientes, puesto que con ese documento están alegando que han adquirido de
buena fe el derecho de propiedad del alguien que en ese momento tenía título registrado en
Derechos Reales.Asimismo, debemos referir que en el caso de autos, se entiende que los
usucapientes han tomado conocimiento de que ese título, Escritura Publica N° 175/2011 ha sido
anulado por el incidente de nulidad planteado en el proceso de usucapión decenal, este aspecto
determina que los actuales demandantes han adquirido de quien no era su verdadero dueño, pues
el acto procesal que ha determinado ese extremo es la resolución judicial emitida en el incidente de
nulidad planteado por David José Bravo Mendizábal, dentro del proceso de usucapión decenal o
extraordinaria, seguido a instancia de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez.El Código
Civil no describe si al momento de la transferencia el título del vendedor tenga que estar anulado o
deba estar vigente; al contrario, de acuerdo con la postura del doctrinario argentino Borda, se
entendería que el título del vendedor tendría que estar vigente. La observación en la Acción de
Amparo Constitucional radica en el hecho de que el título del vendedor al momento de la venta
deba estar anulado y con ello el requisito de los compradores se cumpliría, esa tesis no es la correcta.
Pues la situación de la carencia del derecho de propiedad del vendedor podría generarse en forma
posterior a la venta realizada cuyo derecho de propiedad pueda quedar reducido, suprimido o
anulado, con la cual mutaría a situación del vendedor respecto a la titularidad de la cosa vendida, y
de darse ese caso, el comprador asumiría que compró la cosa de quien no era el verdadero
propietario.Por otro lado, si se probare que, al momento de la adquisición del derecho de
propiedad, el comprador hubiera conocido que el título del vendedor se encuentra afectado y no es
el dueño, no concurriría la buena fe, no operaría la usucapión quinquenal, es decir que los
compradores sabrían que su vendedor no es dueño o su título fuera nulo, en ese caso no habría
buena fe en los compradores.También corresponde aclarar al tema de la cosa juzgada generado con
el incidente de nulidad de obrados. Al efecto, se entiende que en el proceso ordinario de usucapión
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

decenal tramitado por Crispín Ibañez Mamani y otra contra Eliana Herrera Molina, el Juez hubiera
declarado la nulidad de obrados que abarca a la sentencia pronunciada en dicho proceso, se
entiende que se dejó sin efecto el título de propiedad de los usucapientes; sin embargo, en dicho
incidente Cinthia Ibañez Pérez ni Marco Antonio Ibañez Pérez no participaron como partes ni como
terceros, por lo que, el incidente descrito no podría afectarles a estos últimos que tienen registrado
un contrato de venta que les otorgó Crispín Ibañez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibañez. Es
evidente que el efecto de la nulidad trae consigo la consecuencia del efecto retroactivo y
reintegrativo; pero dicho efecto no puede aplicarse a los compradores, porque estos no participaron
en dicho proceso de usucapión decenal ni fueron convocados con el incidente de nulidad resuelto
mediante un Auto definitivo, por analogía se aplica de la regla de los efectos de la sentencia, y al
caso en concreto la última parte del párrafo II del art. 229 del Código Procesal Civil, que determina
los alcances de la sentencia: “También alcanza los efectos de la sentencia a las personas que trajeren
o derivaren sus derechos de aquellas. En ningún caso afectará a terceros adquirentes de buena fe a
título oneroso de bienes o derechos y que tengan título inscrito en el registro público
correspondiente”. Este imperativo condice con al apotegma de que nadie puede sufrir una condena
o sanción si no ha tenido la oportunidad de contradecir una pretensión.Sobre dicho argumento
corresponde citar el criterio doctrinario de Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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Gonzalo Castellanos Trigo, quien en su obra Análisis Doctrinal del Nuevo Código Procesal Civil, Tomo
III, cometario al citado articulado señala: “En conclusión, en cuanto a los límites subjetivos de la
sentencia, debe seguirse una línea rectora de que la sentencia debe ser acatada y respetada por
todos, pero nadie que no haya sido parte, puede perjudicarse con ella si no tuvo conocimiento
legítimo derecho de contradecir en el proceso”. La disposición citada tiene una similitud al
contenido descrito en el art. 194 del Código de Procedimiento Civil abrogado, el cual señalaba:
“(ALCANCES DE LA SENTENCIA). Las disposiciones de la sentencia sólo comprenderán a las partes
que intervinieren en el proceso y a las que trajeren o derivaren sus derechos de aquellas”, el efecto
reflejo descrito en esta nomenclatura fue interpretada por el Tribunal Constitucional en sentido de
que: “Los alcances de la resolución, de la sentencia propiamente dicha, están también regulados
por el adjetivo civil que señala: ‘(Alcances de la sentencia) Las disposiciones de la sentencia sólo
comprenderán a las partes que intervinieren en el proceso y a las que trajeren o derivaren sus
derechos de aquellas.’ De donde resulta que la sentencia sólo surte efectos legales entre los que
han sido parte en el proceso en que se ha dictado y en relación a aquellas personas que trajeran o
derivaren derechos de las partes como los causahabientes a título universal”, así fue descrito en la
Sentencia Constitucional Nº 0167/2010-R de 17 de mayo de 2010.Por lo que, se concluye que la
nulidad procesal dispuesta en fase de ejecución de sentencia del proceso ordinario de usucapión
decenal no podría generar efecto a Marco Antonio y Cinthia Ibañez Pérez, puesto que estos
adquirieron el derecho de propiedad en razón de un contrato de venta (Escritura Publica N°
175/2011).Se concluye en este punto que los actores al momento de iniciar la demanda de
usucapión quinquenal contaban con el justo título y la buena fe con la adquisición del derecho de
propiedad, mediante un contrato de venta plasmado en la Escritura Publica N° 175/2011. Sin
embargo, como se apreciará posteriormente, al no estar acreditado los presupuestos de la
usucapión quinquenal, resulta inviable la concesión de la usucapión y corresponde otorgar lugar a
la reconvención.2. Denuncian que el Tribunal Ad quem hubiera incurrido en errónea
fundamentación al no valorar la prueba de cargo aplicando erróneamente la teoría de los actos
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propios, considerando que lo señalado en la cláusula quinta del contrato de compraventa no podría
ser superado por ningún medio de prueba ni testifical ni ningún otro, además de no haber
considerado que ingresarían en posesión desde la fecha de suscripción del contrato de compraventa
ejerciendo tanto el corpus como el animus, siendo que existen otras teorías como el de la
interversión del título que resulta aplicable al caso de autos, puesto que una cosa señala la cláusula
quinta y otra es la interversión de título citando al Auto Supremo Nº 37/2020, esta última se ha dado
desde el momento que ingresaron en posesión del inmueble y que demuestran su voluntad de
poseer el bien. Citando las pruebas documentales que cursan a fs. 55, 57, 61 a 62, 116 a 117, 64 a
71, 72 a 84, 87 a 104, 105, 118 a 132, 885 a 889, 52 a 54, 867 a 878 que demuestran que los
vendedores no han estado en posesión, y los testimonios de los testigos (fs. 867 a 878) que
demuestran que adquirieron el derecho de propiedad y se encuentran en posesión del mismo,
inspección (885) y confesión provocada (fs. 875 a 884) emplazada a los vendedores, quienes
afirmaron que no se encuentran en posesión del bien inmueble.Estas pruebas no fueron valoradas
por el Tribunal de alzada, puesto que se ha acreditado su posesión, por lo que la interversión del
título se ha dado desde el 06 de abril de 2011.Asimismo, en este punto corresponde absolver el
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16/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial cuestionamiento de la denuncia de error de
hecho en la valoración de la prueba descrita en el apartado 3 del resumen del recurso de casación,
en la que cita como normas violadas a los arts. 145 de Código Procesal Civil y 1283 del Código Civil.
Hubo error en la valoración de la prueba, puesto que no se dieron la molestia de valorar las pruebas,
fueron soslayadas por aplicar indebidamente la teoría de los actos propios, cuando concurre la
teoría de la interversión del título; manifiestan que debió valorarse la prueba documental que
cursan a fs. 55, 57, 61 a 62, 116 a 117, 64 a 71, 72 a 84, 87 a 104, 105, 118 a 132, 885 a 889, 52 a 54,
867 a 878 que demuestran que los vendedores no han estado en posesión, y los testimonios de los
testigos (fs. 867 a 878) que demuestran que adquirieron el derecho de propiedad y se encuentran
en posesión del mismo, inspección (885) y confesión provocada (fs. 875 a 884) emplazada a los
vendedores, quienes afirmaron que no se encuentran en posesión del bien inmueble.Por otra parte,
el Ad quem dedujo que no se tuvo la posesión exclusiva basada en la documental a fs. 498, puesto
que los vendedores tenían una fracción inicial de 333,14 m2 (fs. 48), del cual les transfirió la
superficie de 166,57 m2 (fs. 55 a 56) y esos vendedores siguen viviendo en la otra fracción, esa
documental (fs. 498) no hace esa distinción. Sobre este punto, la Sala Constitucional en la Resolución
Constitucional Nº 147/2022, de 02 de diciembre de 2022, en el segundo punto del apartado V,
cuando analiza sobre la denuncia en el recurso de casación sobre la aplicación de la teoría del acto
propio y lo asumido en el Auto Supremo 22/2022 expresó lo siguiente: “lo que el Tribunal (…) ha
hecho es justificar eso y convertir esta cláusula quinta como una cláusula de usufructo, sin analizar
otros componentes vinculados al acto propio y dice merced a esa cláusula (…) s que se ha dado la
de constituto posesorio, entonces los vendedores ya no son poseedores, son simplemente
detentadores a cargo de los compradores que son los hijos y ahí es donde se advierte la vulneración
del debido proceso en su componente incongruencia, porque no sea pedido eso, lo que se ha pedido
es que se analice el componente de interversión del título y para que serviría esta interversión del
título y que emergencias podría otorgar, no se ha mencionado en forma laguna esa posibilidad (…)
si se considera que es una cláusula de usufructo se ha producido por la intervención de los sujetos,
la constituto posesorio (…) pero eso nunca ha sido solicitado en el recurso de casación”.La Sala
Constitucional Segunda, que ejerce el control de los derechos de las partes, ha definido que el
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recurrente de casación solo ha solicitado que se analice la figura de la interversión del título, dando
a entender que esta figura se genera cuando un detentador se convierte en poseedor, y además
que se debió analizar dicha figura en consonancia con el resto de los otros argumentos que generó
el Tribunal de alzada, y que no se ha solicitado aplicar la figura de la constituto possessorio.Primero,
la Sala de apelación asumió criterio en sentido de que, acorde con el testimonio de Escritura Pública
N° 175/2011 de 02 de febrero (fs. 52 a 54 vta.), esta sostendría que los compradores tomarán
posesión cuando dejen de existir los vendedores, por lo que seguirán ocupando el bien inmueble
hasta sus últimos días, y en la cláusula sexta, que ambas partes dan su conformidad a todas y cada
una de las cláusulas estipuladas en el documento, comprometiéndose a su fiel y estricto
cumplimiento, aspecto que no podría ser desconocido, por cuanto de dicho hecho contravendría
sus propios actos.Sobre ese argumento se acusa que la teoría de los actos propios se encuentra
superada por la tesis de la interversión del título: al respecto, recordando lo asumido por la Sala
Constitucional, y el Auto Supremo Nº 137/2020 de 21 de febrero, invocado por los recurrentes en
su escrito Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 |
www.tsj.bo Página 17/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial de casación. Se entiende
que la Sala Constitucional limitó la teoría de la interversión de título a la situación jurídica de la
modificación de la causa de la posesión de un detentador a poseedor. Lo cual no se encuentra
justificado, puesto que los recurrentes afirman que adquirieron el derecho de propiedad de los
señores Crispín Ibañez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibañez, no se describe cuál su postura de
detentación que tuvieran los recurrentes. Al margen de ello, el Ad quem en su resolución determinó
que nadie podría ir en contra de sus propios actos, ya que lo escrito en la cláusula quinta del contrato
de venta determinaría que los compradores no ingresarían en posesión del bien. Los recurrentes de
casación no explican por qué la descripción de acto propio no sería inmutable y por qué beneficiaría
o perjudicaría a los actuales demandantes. Tan solo hacen referencia a la prueba documental,
testifical, inspección y confesión provocada a terceros, que solo podría equipararse a la prueba
testimonial, para fundar que se generó una interversión del título, cuando esa figura en el concepto
cerrado que le otorgó la Sala Constitucional Segunda, es una modificación de la causa de la posesión,
de detentador a poseedor propiamente dicho. Se hace notar que no se ingresa a considerar la figura
del constituto possessorio, tomando en cuenta que la Sala Constitucional ha definido que los
recurrentes no han pedido tal situación, por lo que no podría analizarse los efectos que generó la
cláusula quinta en sentido de que constituye o no un constituto possessorio, así describe el fallo del
Tribunal de Garantías Constitucionales.Segundo, en cuanto a la valoración de la prueba, el Tribunal
de alzada sostuvo que la misma no podría ir en contra de lo estipulado en la cláusula quinta del
contrato objeto de litis, en donde se definió que los compradores no ingresarían en posesión del
bien inmueble.Dicho aspecto tampoco se encuentra cuestionado, los recurrentes solo hacen alusión
a la tesis que se generó la interversión del título, invocando jurisprudencia sobre tal teoría, en
sentido de que el detentador puede modificar su estatus en la de poseedor. Un aspecto que se
maneja en el sistema recursivo en la identificación del agravio y el modo de su infracción, el cual no
fue cumplido en el recurso de casación, puesto que se limitó a mencionar que la teoría de la
interversión del título supera a la doctrina del acto propio, cuando dicho postulado es incorrecto,
ambas son teorías independientes. La primera determina que una persona no puede generar una
modificación a conducta luego de haberla expuesto, es decir que prohíbe a una persona ir en contra
de su propio comportamiento demostrado con anterioridad para limitar los derechos de la otra
parte; la segunda, desde el punto de vista del tribunal de garantías y el precedente judicial descrito
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por los recurrentes, importa una modificación de la categoría de detentador a la de poseedor. La


primera tesis de la doctrina del acto propio no ha sido cuestionada, no se ha justificado por los
recurrentes de por qué esta tesis describiría su inmutabilidad y no sería oponible frente a los
recurrentes, eso no está descrito en el recurso de casación, ni con jurisprudencia ni con doctrina del
derecho sustancial o procesal. Por otra parte, la doctrina de la interversión de título importa una
modificación de la causa de la posesión, esta tesis no tiene una orientación doctrinaria ni
jurisprudencial en sentido de que subordine a la teoría de los actos propios. Ambas son
independientes y tiene una forma distinta en su aplicación. Por lo que, al no estar cuestionada la
teoría de los actos propios, se entiende que no ha cumplido con la exigencia de justificar el agravio
en los términos que describe el numeral 3.I del art. 274 del Código Procesal Civil. En cambio, en lo
que concierne a la teoría de la interversión de título, si bien tiene un argumente en el sentido de
que la misma supera a la teoría de los actos propios; Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº
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Judicial sin embargo, del análisis efectuado se entiende que esa postura no es correcta, ambas
teorías no se encuentran subordinadas la una de la otra, razón que hace infundable el argumento
traído en casación sobre este punto, ya que el Tribunal de Garantías (fs. 1298) describe que se
analice la teoría de la interversión de título, es una resolución constitucional a que se debe dar
estricto cumplimiento, conforme determina el art. 40 de Código Procesal Constitucional.Por otra
parte, en cuanto a la valoración de la prueba, inicialmente el Tribunal de garantías, asumió que no
se puede ingresar a efectuar la valoración de la prueba, refiriéndose la prueba documental; sin
embargo, en líneas posteriores, sin efectuar un criterio de razonabilidad, en lo referente a la prueba
testifical, inspección y confesión refirió que la apreciación es inadecuada, pues se limitaría a
considerar la posesión de los demandantes.Asimismo, respecto a que no se hubiera valorado toda
la prueba referente a su posesión, limitando su decisión en la cláusula quinta del contrato de
transferencia, el Tribunal Ad quem refirió que, si bien pudiera existir la manifestación de testigos e
incluso confesión de los propios vendedores sobre su posesión, dichos elementos no son
permisibles en cuanto la manifestación de documentos anteriores, estableciéndolo así el art. 1328
del Código Civil, normativa que se encuentra vinculada al art. 1289 del mismo cuerpo legal y
relacionada con el art. 162 del Código Procesal Civil, por cuanto, la valoración realizada por el Juez
de instancia fue correcta, no siendo concurrente prueba alguna que hubiera contradicho lo
manifestado en la Escritura Pública N° 175/2011.De igual manera, respecto a que hubiera existido
una errónea valoración de la prueba, el Tribunal de alzada manifestó que la confesión realizada por
los vendedores de los demandantes no puede ser considerada para desvirtuar lo establecido en el
testimonio de Escritura Pública N° 175/2011, por cuanto, no puede considerarse como prueba
contra documentos fehacientes de data anterior, aspecto regulado en el art. 162 del Código Procesal
Civil.Al respecto, debemos señalar que es obligación del juzgador admitir y producir la prueba, por
cuanto, este debe llegar a una determinación sobre la base de toda la prueba ofrecida y producida
dentro de la causa, en el presente caso, advertimos que el juez de instancia y el Tribunal Ad quem,
asumieron una decisión solo con el contenido de la cláusula quinta de la Escritura Pública N°
175/2011 de 02 de febrero, habiendo efectuado abstracción de la prueba producida y sustanciada
dentro del proceso de usucapión quinquenal y cerrado el criterio en sentido de que esa cláusula
sería inmodificable, por haberse aplicado la teoría de los actos propios.Dando cumplimiento a lo
dispuesto por la Sala Constitucional que ha emitido la Resolución Constitucional N° 147/2022, se va
a realizar el siguiente análisis de la prueba:De conformidad al art. 145 del Código Procesal Civil, que
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señala: “I. La autoridad judicial al momento de pronunciar la resolución tendrá la obligación de


considerar todas y cada una de las pruebas producidas, individualizando cuáles le ayudaron a formar
convicción y cuáles fueron desestimadas, fundamentando su criterio. II. Las pruebas se apreciarán
en conjunto tomando en cuenta la individualidad de cada una de las producidas y de acuerdo con
las reglas de la sana crítica o prudente criterio, salvo que la Ley disponga expresamente una regla
de apreciación distinta. III. En la valoración de los medios de prueba, la autoridad judicial, apreciará
las mismas tomando en cuenta la realidad cultural en la cual se ha generado el medio probatorio”,
y el art. 1286 del Código Civil, que establece: “Las pruebas producidas serán apreciadas por el juez
de acuerdo a la valoración que les otorga la ley; pero si esta no determina otra cosa, podrá
apreciarlas conforme a su Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64
53200 | www.tsj.bo Página 19/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial prudente criterio”,
se pasa a valorar la prueba tanto de cargo como de descargo, ofrecida y producida en el presente
proceso: Prueba documental de cargo. Cursante de fs. 44 a 48 consistente en Testimonio N°
1158/2008, de adjudicación de inmueble, suscrito por el Juez de Partido Segundo en lo Civil y
Comercial de la ciudad de Oruro, a favor de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez,
que demuestra la adquisición del bien inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174, entre
Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro, con una superficie de 333,14 m2, inscrito en la matrícula
N° 401010022055.Asimismo, visible a fs. 51 plano de fraccionamiento emitido por el Gobierno
Municipal Autónomo de Oruro, que acredita el registro del inmueble, fracción A, con una superficie
de 166, 57 m2, en el Municipio de Oruro, a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez
Pérez.De la misma manera, corriente de fs. 52 a 54 vta., Testimonio de Propiedad N° 175/2011 de
transferencia de bien inmueble, suscrito entre Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez,
en calidad de vendedores, y Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, como compradores,
documental que demuestra que los compradores adquirieron la fracción A de un inmueble con una
superficie de 166,57 m2, ubicado en la avenida Washington N° 1174, entre Cochabamba y
Caro.Saliente a fs. 56, Folio Real a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez,
con matrícula N° 4011010030354, respecto a la fracción A, con una superficie de 166, 57 m2, con
fecha de inscripción de 06 de abril de 2011, documental que acredita el derecho propietario de los
demandantes de usucapión quinquenal. De la misma forma, visible a fs. 57, plano demostrativo a
nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, respecto a la fracción A, con una
superficie de 166,57 m2, el que acredita registrado en el Gobierno Autónomo Municipal de
Oruro.De fs. 58 a 63 cursan comprobantes de trámite administrativo de rotura de pavimentos,
solicitado por Marco Antonio Ibáñez Pérez, respecto del inmueble de calle Washington entre
Cochabamba y Caro, la que demuestra que los usucapientes han efectuado las conexiones de agua
potable al inmueble objeto de litigio.Cursante de fs. 64 a 71, Avalúo Técnico Inmobiliario del
inmueble de propiedad de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, respecto al inmueble
ubicado en calle Washington entre Cochabamba y Caro.Corriente de fs. 72 a 115, comprobantes de
pagos de impuestos anaules, pago de servicios básicos a nombre de Marco Antonio y Cinthia de
apellidos Ibáñez Pérez, los que acreditan que se han efectuados pagos, por concepto de servicios
básicos e impuestos anuales, a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, con
relación al inmueble ubicado en la Avenida Washington ente Cochabamba y Caro.A fs. 117 cursa
formulario de solicitud de cambio de nombre en el registro de propiedad de inmuebles, del
Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, a nombre de Marco Antonio Ibáñez Pérez, el que acredita
que se ha solicitado el cambio de nombre del inmueble ubicado en avenida Washington entre
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Cochabamba y Caro.Obrantes de fs. 118 a 131, cursa certificados domiciliarios emitidos por la Policía
Boliviana, a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, certificaciones que
acreditan que los demandantes de usucapión tendrían como domicilio la avenida Washington entre
Cochabamba y Caro.De fs. 132 a 137, extractos de impuestos nacionales, que prueban la apertura
de dos tiendas comerciales de venta de aparatos, artículos y equipos domésticos, las que se
encuentran a nombre de los usucapientes quinquenales, Marco Antonio y Cinthia de apellidos
Ibáñez Pérez.Cursante de fs. 138 a 184 cursa, fotocopias simples del proceso penal por el delito de
estelionato seguido por Jaime Javier Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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Martínez Choque y Vilma Eugenia Chambi Vélez, contra Crispín Ibáñez Mamani, Lidia Pérez de
Ibáñez, Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, Freddy Bejarano Calderón y Teresa
Gonzales Mamani, documental que demuestra que se ha interpuesto demanda penal en contra de
los ahora demandantes de usucapión quinquenal y otros, de 22 de noviembre de 2018. Ahora bien,
mediante documental de fs. 138 a 160 vta., consistente en fotocopias simples de proceso penal por
estelionato seguido por Javier Martínez Choque y Vilma Eugenia Chambi Vélez, en contra de los
actuales usucapientes Cinthia y Marco Antonio Ibáñez Pérez e incidente de nulidad tramitado por
David José Bravo Mendizábal contra Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, dentro de
la demanda de usucapión decenal o extraordinaria; analizada la referida prueba, se tiene que el
primer proceso se generó luego de que el plazo de prescripción se hubiese consolidado, puesto que
el acto interruptivo debe generarse antes que se opere la prescripción adquisitiva y el segundo no
hubiera interrumpido la prescripción porque nunca se hizo conocer ni se notificó con actuado alguno
dentro del referido incidente de nulidad, por lo que no se enmarca en los supuestos del art. 1503
del Código Civil. Por la prueba documental ofrecida y producida por los demandantes de usucapión
quinquenal, se tiene que se han acreditado los actores generaron la titulación y registro del derecho
de propiedad sobre el inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro,
obtenido mediante la Escritura Publica N° 175/2011, su registro en la oficina de Derechos Reales
con matrícula N° 4011010030354, además, por la prueba consistente en facturas de pago de
servicios de agua y luz, se advierte que ambos servicios se encuentran registrados a nombre de los
demandantes de usucapión quinquenal.La prueba literal que salen de fs. 118 a 131 son referentes
al trámite de una certificación domiciliaria de los actores tramitada ante la Policía Boliviana,
describen que los demandantes se encuentran en posesión del inmueble objeto de litis, la
certificación fue emitida en noviembre de 2018, fecha posterior a la de efectuada la venta del
inmueble que data del 2011. Estas literales no demuestran la fecha del inicio de la posesión que los
demandantes hubieran mencionado en su escrito demanda, solo este medio de prueba puede
acreditar que en la gestión de 2018 se encontraban en posesión del inmueble objeto de la litis,
empero no modifica el criterio asumido por el Tribunal de alzada en sentido de que los demandantes
no podrían ir en contra de sus actos propios, refiriéndose a la cláusula quinta del contrato de venta
en favor de los demandantes. El resto de la documentación descrita solo acredita la titulación de su
derecho de propiedad en entidades públicas como la oficina de Derechos Reales y el municipio de
Oruro, y el registro de los servicios básicos para el referido inmueble.Por otra parte, con relación a
la prueba testifical de cargo se tiene, la cursante de fs. 851 a 858 que contienen las declaraciones
de los testigos de cargo, María Luz Escobar Magne, quien ha referido lo siguiente:1.- ¿Usted ha sido
testigo de cargo por Cinthia y Marco Antonio Ibáñez Pérez, hacerle conocer que tiene un proceso
de usucapión en la presente causa, sobre una fracción de un inmueble ubicado en la calle
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Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro, que sabe sobre los antecedentes de este proceso,
si conoce sus antecedentes de los documentos, por los cuales habrían adquirido el bien
inmueble?Respuesta. Yo solo sé que se habrían comprado que son dos hermanos, en el año 2011,
que se han comprado en realidad, yo no sé si tienen papeles, yo no he visto nada, solo sé que son
dueños y viven actualmente ahí. 2.- ¿Sus representantes viven en el bien inmueble, tienen familia,
que actividad desarrollan en el bien inmueble?R.- Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352
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Judicial Marco es soltero, yo los conozco y Cinthia tiene su hijita, ellos viven ahí, yo siempre estoy
pasando por ahí y los veo. 3.- ¿Ha ingresado al inmueble, nos podría describir? Respuesta. En
muchas oportunidades he pasado a la tienda, a la trastienda, después yo también tengo mi bebé y
pasé a su departamentito arriba en a la mano derecha vive Marco y la mano izquierda vive Cinthia,
tiene una cocina y su bañito arriba. 4.- ¿Anteriormente sabe por quienes estaba ocupado el bien
inmueble o a ellos nomas les ha conocido como propietarios del bien inmueble? Respuesta. Yo a
ellos nomas les he conocido. 5.- ¿Talvez por alguna otra persona ha referido que ellos son
propietarios? Respuesta. No, yo los conozco a ellos como dueños, porque me han dicho que esa
casita se habían comprado. 6.- ¿Refiere que tiene tiendas en la parte de abajo del bien inmueble,
cuantas tiendas tiene, son tiendas comerciales?Respuesta. Si, venden artefactos. 7.- ¿Sabe que sus
papas habían obtenido este bien inmueble por un proceso de usucapión anteriormente y sus padres
les habrían transferido a tus presentantes el bien inmueble, por eso se encontraría ocupando el
mismo, sabes algo al respecto? Respuesta. No sé, no sabría decirle exactamente pero yo sé que son
dueños Cinthia y Marco Antonio, porque no he conocido a otras personas más, solo a Cinthia y
Marco. 8.- ¿Sabe cuánto tiempo estarían ocupando este bien inmueble? Respuesta. Exactamente,
deben ser unos 10 años aproximadamente. 9.- ¿Esta posesión que se tiene sobre el bien inmueble
como se refiere ha tenido algún conflicto, o ha sido la ocupación de manera pacífica, ha tenido algún
conflicto, los han desocupado del bien inmueble, sabes algo al respecto?Respuesta. No, la veces que
yo he ido a visitarles no he escuchado ningún problema, ella estaba haciendo sus papeles del
alcantarillado, en eso estaba caminando pero problemas que tuvieran no señor juez. 10.- ¿Los
servicios ellos han hecho instalar o ya estaba instalados que servicios tienen? Respuesta. Tiene como
toda casa, luz, agua y alcantarillado. 11.- ¿Ratificas que están poseyendo el bien inmueble por más
de 10 años?Respuesta. Si. 12.- ¿Sus papas sabes si viven en bien inmueble o viven en otro bien
inmueble? Respuesta. De sus papas no puedo decir nada, en una oportunidad si lo he visto, cuando
fui a comprar mi lavadora estaba su mama, pero después no le vi. 13.- ¿Abonas la conducta de
Cinthia y Marco Antonio Ibáñez Pérez?Respuesta. Sin son responsables y no he visto ningún
problema ningún lío, chisme nada, porque yo voy a visitarles, ni he escuchado nada tampoco.
Preguntas aclaratorias de la parte demandante: 1.- ¿Como usted manifiesta y ha dicho varias veces
que usted considera que ellos son los únicos propietarios? Respuesta. Si. 2.- ¿A otros propietarios
no conoce? Respuesta. No conozco, no he visto a nadie más, simplemente les veo a ellos. 3.- ¿Con
su permiso señora testigo usted les conoce a estas personas que están aquí a mi lado? Respuesta.
Si. 4.- ¿A los que están al frente los conoce? Respuesta. No, nunca los he visto. Preguntas aclaratorias
de la parte demandada: 1.- ¿La testigo ha manifestado que don Crispín Ibáñez y Doña Lidia Pérez de
Ibáñez, no saben si viven en el inmueble, que nos aclare si le consta que los señores no tenían
domicilio en ese inmueble ubicado en la calle Washington? Respuesta. Le he conocido a Cinthia y
Marco Antonio ahí, claro yo no sé si sus papas viven actualmente ahí, yo sé que ellos viven ahí
porque tiene su departamento ahí arriba. 2.- ¿Aclaración del Juez: ¿No te constan si viven o no ahí?
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

Respuesta. Claro, porque sé que Cinthia Ibáñez y Marco viven. 3.- ¿Usted ha dicho que no saben si
vivían o no los papas de tus presentantes, es así? Respuesta. Si. 4.- ¿Desde que fecha les conoces
has visto alguna vez que la señora Lidia estaba ocupando el bien inmueble, el señor Crispín Ibáñez
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Página 22/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial ocupaba el bien específicamente la
gestión 2012, 2013, los has visto a ellos? Respuesta. Siempre le he visto a Cinthia y Marco pero en
una oportunidad si le vi a doña Lidia, cuando fui a comprar lavadora. 5.- ¿Peor cuando
aproximadamente, recuerdas que gestión? Respuesta. Ya ha debido pasar dos años más o menos
pero solo una oportunidad. 6.- ¿Señora testigo, conoce de un anterior proceso que había tenido
Crispín Ibáñez y Lidia Pérez de Ibáñez, en contra de Marlene Eliana Herrera de manera puntual
díganos si en la gestión 2013 ha visto ocupando, habitando el bien inmueble a sus presentantes, a
la señora en este caso a Crispín Ibáñez Mamani y lidia Pérez de Ibáñez, le ha visto en el inmueble si
o no? Respuesta. Por eso como le dije yo no voy cada día a ver si bien o no viven, yo fui a visarles,
no voy constate a visitarles, una sola vez le vi, cuando fui a comprar la lavadora. Con lo que terminó
la declaración.Con relación a la atestación de José Jesús Flores Velásquez, el testigo refirió: 1.- ¿Don
José usted ha sido ofrecido como testigo de cargo de la parte demandante, en el presente caso de
usucapión , respecto a la fracción del bien inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174, entre
Cochabamba y Caro, nos podría decir que sabe sobre esta causa civil , de los antecedentes, como
han llegado ser propietarios Cinthia Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez, si tienen algún
conflicto actualmente, como del derecho de propiedad, ellos tendrían algún documento, como lo
habrían obtenido, si tienen actualmente algún conflicto con laguna persona, sabe al respecto?
Respuesta. Yo los conozco yo he comprado casi la mayoría de mis artefactos en su tienda, no una
amistad cercana, pero nos conocemos, es por eso que sé que la propiedad es de ellos, dos veces al
año voy a su casa, más que todo fin de año voy por ahí, porque como me conocen me hacen precio
por los artefactos que voy a adquirir, con respecto a eso de la usucapión, no sabría decirle que eso
es, al menos no he escuchado ese término, pero creo que es una demanda sobre la casa más o
menos. 2.- ¿Aclárenos si los conoce a los presentantes, sabe que son propietarios de eses inmueble,
alguna vez te han mostrado un documento o algún contrato, minuta? Respuesta. No pero, siempre
los he visto ahí. 3.- ¿Han ingresado al bien inmueble o solamente de afuera ha visto?Respuesta. Si.
4.- ¿Sabe que superficie tiene, cuantos cuartos tiene, donde habitan tus presentantes, cuantas
personas habitan quienes más habitan en el bien inmueble?Respuesta. Si, se que hay dos cuartos
arriba tiene el baño, la tienda y la trastienda. 5.- ¿Cuantos metros cuadrados tiene? Respuesta. No
tengo idea. 6.- ¿Sabe desde cuando estarían ocupando el bien inmueble, cuanto tiempo estarían?
Respuesta. Deben ser unos 10 años, poco más talvez. 7.- ¿Si en estos diez años que refiere, sabe si
ellos han tenido un problema con una persona, sobre la propiedad, sobre la ocupación o
simplemente su ocupación ha sido pacífica? Respuesta. Nunca he sabido que han tenido problemas
de eso. 8.- ¿Actualmente tus presentantes están pretendiendo regularizar con usucapión
quinquenal el bien inmueble, regularizar el derecho propietario, perfeccionar el derecho
propietario, sabe del conflicto la demanda que tendría actualmente con los ahora demandados,
sabes alguna cuestión sobre eso? Respuesta. Casi no mucho, señor juez. 9.- ¿Conoce a sus papas de
tus presentantes, a don Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez? Respuesta. Si poco.
10.- ¿Ellos también habitan este bien inmueble, ocupan, visitan alguna vez les has visto ahí?
Respuesta. No les he visto, creo que tienen su casa, al que siempre le he visto siempre es a Marco y
a Cinthia ocupando la casa. 11.- ¿Los papas en este caso, Crispín Ibáñez y Lidia Pérez viven en otro
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domicilio, en otra casa?Respuesta. Creo que sí. 12.- ¿Cinthia Ibáñez y Marco Antonio Ibáñez,
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creo que es soltero, siempre le he visto solo y Cinthia tiene familia, tiene su hijito creo. 13.- ¿Abonas
la conducta de tus presentantes Cinthia y Marco Antonio Ibáñez Pérez, ellos tienen problemas han
tenido problemas, son personas moralmente responsables? Respuesta. Si al menos a lo que yo los
conozco no son personas que han tenido problemas. Preguntas aclaratorias de la parte
demandante: 1.- ¿El testigo ha manifestado, más o menos que aproximadamente unos 10 años ellos
vivirían, que aclare si solo ha visto a los dos demandantes?Respuesta. Si. 2.- ¿Aclárenos si solo los
has visto a los dos? Respuesta. Siempre han estado los dos. 3.- ¿Hace diez años dice también testigo,
eso quiere decir que ellos han estado permanentemente digamos el 2012, 2013 y demás?
Respuesta. Si, a lo que al menos yo he visto siempre los he visto a los dos. 4.- ¿Aclare el testigo,
cuando dice que están de manera continua Cinthia y Marco Antonio Ibáñez Pérez, en el bien
inmueble, ellos tienen alguna otra casa, algún otro bien inmueble? Respuesta. No sabría decirle
señor juez. Preguntas aclaratorias de la parte demanda:1.- ¿El testigo pueda manifestar si conoce a
los padres del Marco Antonio y Cinthia Ibáñez Pérez a los señores Crispín Ibáñez y Lidia Pérez de
Ibáñez? Respuesta. Si alguna vez les he visto, porque una vez su mamá ha entrado y me ha saludado,
entonces sé que tienen su papás.2.- ¿El testigo nos ha aclarado que ha visto en el inmueble a los
papas, a los señores Crispín Ibáñez y Lidia Pérez de Ibáñez, si simplemente pudiera aclararnos si sabe
que ellos ocuparon o vivían en el inmueble ubicado en la calle Washington entre Cochabamba y
Caro? Respuesta. No sabría decirle, yo esa vez estuve en la tienda, y por eso han entrado, o sea no
le he visto yo ahí, sin no ellos han entrado a la tienda, claro no decir si viviera. Respecto a la testigo
Jahned Aida Qusibert Llusco, refirió: 1.- ¿Informarle que sus presentantes han tenido que realizar
su derecho propietario sobre una fracción de un inmueble, ubicado en la calle Washington N° 1174
entre Cochabamba y Caro, que sabes sobre le respecto de ese bien inmueble, como lo habrían
adquirido, de quien lo habrían adquirido, quien era el anterior propietario, si le han mostrado algún
documento de propiedad? Respuesta. A mí no me han mostrado ningún documento, solo sé que
ellos viven ahí, desde el año 2011 aproximadamente, no me acuerdo el mes pero sé que viven en
ahí Marco y Cinthia. 2.- ¿No le ha mostrado algún documento, solamente porque están ocupando
el bien inmueble, usted sabe que son propietarios, o ellos le han dicho que son propietarios?
Respuesta. O sea yo les conozco desde que viven ahí desde ese año. 3.- ¿Sabe quiénes serían los
anteriores propietarios del bien inmueble, sabe cuánto tiempo estarían ocupando el bien inmueble?
Respuesta. Desde el año 2011. 4.-¿Mas o menos cuanto sería? Respuesta. 10 años sería. 4.- ¿Si en
el transcurso de estos años ha conocido que alguien ha venido a hacer problema, en su caso hayas
conocido que ha tenido algún proceso, algún conflicto tus presentantes? Respuesta. No, este caso
nomas sé que tienen. 5.- ¿Ha ingresado al bien inmueble? Respuesta. Si he ingresado. 6.- ¿Cuantos
ambientes tienen, de que servicios cuenta el bien inmueble? Respuesta. La tiendita, trastienda, ahí
arriba tiene sus cuartitos, con bañito y todo.7.- ¿Cinthia Ibáñez y Marco Antonio tiene
familia?Respuesta. Cinthia sí, de Marco sé que no tiene. 8.- ¿En los locales comerciales están
ocupados solamente por Cinthia y Marco Antonio o hay otras personas que están?Respuesta. Que
yo se, creo que alquilan la otra tiendita, y a este lado Marco tiene su tienda. 9.- ¿Ellos ocupan es
tienda? Respuesta. Si. 10.- ¿Conoce a los papás de Cintia y Marco Antonio Ibáñez?Respuesta. No los
conozco, yo solo les conozco a ellos.11.- ¿Sabe cuánto sería la superficie del Impresión: 14-09-2023
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial bien inmueble?Respuesta. No sé, solo sé que es tiendita y
cuartitos arríba, eso nomas sé. 12.- ¿Quieres agregar algo más a tu declaración?Respuesta. No solo,
que les conozco a ellos. 13.- ¿Sabes si tendría otro bien inmueble Cinthia y Marco Antonio, otra casa
donde habitan? Respuesta. No sé. Preguntas aclaratorias de la parte demandante: Ninguna
aclaración. Preguntas de la parte demandada: Ninguna.Asimismo, se tiene la atestación de Juan
Manuel Gómez Muñoz, quien señaló: 1.- ¿Señor Juan Miguel que no puede decir sobre la presente
causa de usucapión en el juzgado, seguido por Cinthia Ibáñez Pérez contra Vilma Eugenia Chambi
Vélez, con la que están pretendiendo su derecho propietario, sobre la fracción del bien inmueble
ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro, sabe que serían propietarios tus
presentantes del bien inmueble, conoces los antecedentes del bien inmueble, quienes habrían sido
anteriormente propietarios, si sabes por cuanto tiempo están ocupando el bien inmueble, si tienen
algún conflicto, sabes de los antecedentes de esta causa, que nos podrías decir?Respuesta. Ahorita
no sé nada, solamente que yo se mas o menos que unos diez u once años parece que están viviendo
Marco Antonio y Cinthia.2.- ¿Constantemente los visitas, eres cliente?Respuesta. Al año por lo
menos unas tres a cuatro veces vengo, en las ferias mayormente vengo a comprar televisor, un
aparato.3.- ¿Sabes quién habría sido el propietario anteriormente de ese bien inmueble?Respuesta.
No sé.4.- ¿No sabes si han tenido algún conflicto del bien inmueble, alguien ha reclamado,
solicitando que desocupen?Respuesta. No sé nada. 5.- ¿Conoces a los papas de tus presentantes,
sabrías sus nombres tienes alguna relación de amistad has hablado con ellos, o les has
visto?Respuesta. De vista nada más.6.- ¿Cuando les habrías visto a sus papas en la casa?Respuesta.
En la casa no, afuerita si, mi papá me ha presentado se llama doña Lidia y don Crispín, pero
mayormente a su mama le he visto, nunca le he visto a su papá creo7.- ¿A doña lidia le has visto en
el bien inmueble, podría talvez precisar en qué fecha, en que año, en que gestión, les has visto en
el bien inmueble?Respuesta. Hace cuatro cinco será pues lo que he visto, pero ni idea, no me
acuerdo de fechas también, unos cuatro o cinco años debe ser. 8.- ¿Tu residencia dice en Poopó,
usted vive en Poopó?Respuesta. Si yo vivo en Poopó, soy minero, trabajo ahí.9.-¿ Solarmente
vendrías las ferias entonces?Respuesta. En las ferias vengo, y ellos siempre están en su casa, los he
conocido hace diez años atrás más o menos, de ahí hemos empezado la amistad. 10.- ¿Para tener
un derecho de propiedad nosotros tenemos un documento, sobre la casa, una escritura pública, un
testimonio, eso talvez te han mostrado tus presentantes?Respuesta. No.11.- ¿Solamente presumes
que son propietarios, por verlos ahí en la casa?Respuesta. Si. 12.- ¿Qué más podrías aclarar sobre
este aspecto, podrías agregar algo más?Respuesta. Nada más. Preguntas aclaratorias de la parte
demandante: 1.- ¿El testigo que responde a raves de su autoridad, que aclare que ha manifestado
que no se confunda que a don Crispín lo conozco a dicho, a doña Lidia, le ha presentado ahí afuerita,
cuál de sus hijos le ha presentado, no he llegado a entender, le ha presentado ahí afuera o
adentro?Respuesta. Marco me ha presentado. 2.- ¿El testigo ha dicho que le conoce a Cinthia y
Marco desde el 2011 y que aclare a usted si también le ha visto el 2012, 2013, 2014, 2018, hasta la
fecha, que aclare?Respuesta. Siempre les he visto. Preguntas aclaratorias del juez: 1.- ¿Usted ha
dicho que les ha visto, les conoce desde la gestión 2011 a Marco y Cinthia, pero continuamente les
has visto las demás gestiones, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016?Respuesta. Si por eso, cada año
mayormente vengo 2 a 3 veces, desde ahí desde que nos hemos Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis
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Bolivia Organo Judicial conocido. Preguntas aclaratorias de la parte demandada: Ninguna aclaración
señor juez. La testigo Lisa María Martínez Ancalle, refirió: 1.- ¿Conoce usted sobre el derecho de
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propiedad del inmueble objeto de litigio, quien era anteriormente el propietario, como han llegado
a adquirir tus presentantes Cinthia Y Marco Antonio Ibáñez Pérez el bien inmueble, si están
ocupando continuamente, si han tenido algún problema por parte de otras personas?Respuesta. Yo
soy compañera de colegio de Cinthia, la verdad no conozco de donde han comprado, pero sí sé que
es su casita porque le visite en su casa, como somos compañeras de colegio, hemos llegado a tener
buena amistad después de la colegiatura, eso es lo que le puedo decir. 2. ¿Por cuánto tiempo
conocería que están habitando el bien inmueble?Respuesta. Desde el 2012 sé que están en su
casa.3.- ¿Aclaremos si ha conocido de algún conflicto de esas fechas, si alguna persona le ha
reclamado, alguien que ha ido a reclamar su posesión, su derecho propietario, aluno de esos
antecedentes conoce?Respuesta. La verdad como le digo soy compañera de colegio, talvez si fuera
familiar pero solo soy amistad, no tengo esa información. 4.- ¿Usted indica que desde el 2012 estará
ocupando el bien inmueble. ¿Usted le consta que están en ese bien inmueble
continuamente?Respuesta. Si, como ellos tienen su negocio, yo voy cada vez, porque soy mamá
tengo mi familia, entonces la veces que voy está ahí en su casita y en su tienda están. 5.- ¿Conoce
el interior de la casa, cuantas habitaciones tiene?Respuesta. Si, como le dije fui entramos, tiene las
tienditas, tiene otra tienda, tiene una cocina y tiene un pasillo largo el cual te lleva al fondo donde
hay habitaciones, ellos viven arriba, es como un mini departamento chiquito. 6.- ¿Conoce si Cinthia
Ibáñez y Marco Antonio Ibáñez tiene familia?Respuesta. Marco es soltero, Cinthia tiene su pequeño
hijo. 7.- ¿En los ambientes comerciales se encuentran ocupando solo Cinthia Ibáñez Pérez y Marco
Antonio Ibáñez Pérez o hay otra persona?Respuesta. Yo las veces que fui como Cinthia es mi amiga,
la visite en su tienda entonces y sé que Cinthia está ahí, y con relación a otras personas no sé nada.
8.- ¿Que nos podría decir sobre el presente proceso, conoce que estarían demandando para
regularizar su derecho propietario, sabe de la persona demandada?Respuesta. No tengo
conocimiento señor juez. 9.- ¿Conoce a los padres de Cinthia y Marco, de quienes serían sus
papás?Respuesta. No, porque como le dije solo fuimos compañeras de colegio, si había reuniones
de papas, pero solo fuimos compañeros, si hubiésemos sido amigas talvez iría a su casa, pero no.
10.- ¿Quieres agregar algo más a tu declaración, quieres abonar a su conducta de tus presentantes,
son personas buenas?Respuesta. Por lo menos con mi compañera, con mi amiga, Cinthia tenemos
una buena relación, una relación que he visto que no tenga conflictos, una persona tranquila, muy
serena y trabajadora, es lo que pude decir de Cinthia. 11.- ¿Conoce si ellos tuvieran alguna otra
propiedad o solamente conoce el bien inmueble?Respuesta. Yo solo conozco esa casa, porque como
tienen un negocio yo he querido ir a comprar algo, después como era mi amiga solo fui a visitarla
como me quedaba cerca por que yo trabajo en Obras Públicas de noche la visitaba ya que tampoco
tenía otro horario para visitarla, como se trabaja no se puede. 12.- ¿Sus padres tendrían otro bien
inmueble?Respuesta. Me imagino que sí, porque Cintia vive ahí. Preguntas aclaratorias del aparte
demandante: Ningún señor Juez. Preguntas aclaratorias de la parte demandada: ninguna De las
atestaciones descritas anteriormente, se demuestra que todos los testigos de cargo han referido de
manera conteste y uniforme que los demandantes de usucapión quinquenal (Marco Antonio y
Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez) poseen y viven desde el año 2011 en el Impresión: 14-09-2023
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial inmueble en litigio, que saben y conocen que son los únicos
propietarios, tienen conocimiento que nunca tuvieron problemas con terceras personas, que tienen
un negocio instaurado en el inmueble, que ambos habitan el bien inmueble objeto de Litis, desde el
año 2011. Atestaciones que se las asimila como contestes y uniformes, con el valor probatorio
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asignado por el art. 1330 del Código Civil. Este medio de prueba, pese al contenido de los
testimonios prestados por los testigos, tampoco puede ser considerado porque el Tribunal de alzada
asumió que la prueba testifical no puede ir en contra del contenido de los documentos, sujetando
su criterio sobre la base del art. 1328.II del Código Civil, y sobre este precepto los recurrentes no
han manifestado por qué esa disposición no es la correcta.En el recurso de casación, en el apartado
III, cuando los recurrentes describen el error de hecho en la apreciación de la prueba, en forma
genérica señala que la norma infringida son los arts. 145 del Código Procesal Civil y 1286 del Código
Civil, el primer precepto en su párrafo I señala que la prueba debe ser descrita enunciando qué
medios de prueba ayudaron a formar convicción y qué medios de prueba fueron desestimados. En
el caso de autos, en cuanto a la prueba testifical, el Ad quem asumió criterio en sentido de que la
prueba testifical no sería valorada por la prohibición que señala el art. 1328.II de Código Civil, ese
argumento no fue cuestionado por el recurrente, extrañamente, solo refiere infracción de los arts.
145 del Código Procesal Civil y 1286 de sustantivo de la materia, cuando el argumento del Ad quem
tiene el argumento de que la prueba testifical no puede admitirse porque va en contra del contenido
de los documentos, no puede admitirse sobre lo que alegue haberse manifestado antes a tiempo o
después que ellos fueron otorgados.Esa prohibición a la que llegó el Tribunal de alzada, no fue
cuestionada por los recurrentes, y dicho argumento llega a constituirse en un fundamento de la
aplicación de la doctrina de los actos propios, el cual también fue observado por la Sala
Constitucional Segunda, en sentido de que no se consideró otros argumentos vinculados con la
aplicación de la doctrina del acto propio, razón por la cual ese vínculo que sustentar en la teoría del
acto propio se lo puede hallar en el fundamento probatorio que asumió la Sala de apelación.Los
recurrentes erraron el fundamento recursivo, describieron error de hecho en la apreciación de la
prueba, cuando la Sala de apelación no describió yerro sobre el contenido del testimonio dado por
los testigos, sino que indicó que dicho medio de prueba no podría ir en contra de los documentos,
prácticamente se entiende que la prueba de testigos la consideró como una prueba prohibida, y
sobre dicho argumento, de la aplicación del art. 1328.II de Código Civil, los recurrentes no
manifestaron su observación, extrañamente indicaron que se generó error de hecho en la
apreciación de la prueba al omitir su apreciación.Se debe manifestar que la doctrina del derecho
procesal establece que el error de hecho en la apreciación de la prueba por pretensión, se produce
cuando se omite considerar medios de prueba y no se dice nada respecto a esta prueba en la
resolución judicial. Ello no ocurrió en el caso de autos, la Sala de apelación mencionó que la prueba
de testigos es prueba prohibida porque va en contra del contenido de la cláusula quinta del contrato
de venta efectuado en favor de los demandantes, sobre tal argumento correspondía a los
recurrentes activar recurso sobre la base del error de derecho (argumentando el porqué de la
aplicación errónea del art. 1328 del Código Civil) y no de hecho, en cuanto a la prueba testimonial y
con ella mencionar el contenido que supuestamente haría viable su pretensión.Con relación a la
prueba de confesión provocada cursante de fs. 865 a 867 se ha deferido a confesión a los
usucapientes Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, en Impresión: 14-09-2023 Calle:
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Bolivia Organo Judicial calidad de demandantes, los que han referido que desde la venta del
inmueble los vendedores ya no ocupan la casa, puesto que se hubieran ido a vivir a otro inmueble
donde tienen constituido un alojamiento, lugar donde viven.En cuanto a la confesión provocada de
Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibañez, cursante de fs. 859 a 863 y de fs. 883 a 885
vta., han referido que desde la venta del inmueble ellos ya no ocupan la casa.Al margen de lo
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expuesto, el Tribunal de alzada, respecto a la confesión prestada por los vendedores, sostuvo que
dicho testimonio puede ir en contra del contenido de los documentos, basando su criterio en el art.
162 de Código Procesal Civil. Este criterio y la norma de sustento no fueron impugnados por los
recurrentes, estos solo manifestaron que no se consideró el testimonio de ambos confesantes.
Cuando debieron cuestionar si el art. 162 del Código Procesal Civil era aplicable al caso de autos, ya
que este criterio de Ad quem se apoya en el contenido del contrato de venta plasmado en la
Escritura Publica Nº 175/2011 (cláusula quinta) y con ella se asumió aplicar la teoría de los actos
propios. Criterio del cual la Sala Constitucional, consideró que no se tomó en cuenta la forma en que
los recurrentes de casación se refirieron sobre esta doctrina y los argumentos que la vinculan. Al
respecto, esta Sala encuentra un argumento en el Auto de Vista que se vincula con la doctrina de
los actos propios con la calificación jurídica que el Ad quem otorgó a los medios de prueba testifical
y confesión, en sentido de que no podrían ir contra el contenido del documento (cláusula quinta de
la Escritura Publica Nº 175/2011). Sobre este punto los recurrentes acusaron error de hecho, como
si los medios de prueba no hubieran sido considerados por el Tribunal de apelación, cuando
debieron ser acusados vía error de derecho, puesto que el Ad quem las consideró como prueba
prohibida para este caso, sustentado su decisión en los arts. 162 de Código Procesal Civil y 1328.2
del Código Civil.Se asume en ese sentido, tomando en cuenta que la Sala Constitucional refirió que,
por una parte, no se consideraron los argumentos del Ad quem vinculados a la forma, haberse
considerado la teoría de los actos propios y, por otra, que la valoración de la prueba testifical,
inspección y confesión es inadecuada, razón por la cual se emite este criterio, que modifica el
argumento descrito en el anterior Auto Supremo Nº 282/2022.En lo demás, la prueba de inspección
solo hace referencia a la posesión actúa de los demandantes, que resulta ser irrelevante para
considerar el inicio de la posesión de los demandantes, y tampoco ataca el argumento esencial del
Tribunal de alzada, respecto a la doctrina de los actos propios.Ahora bien, ingresando a valorar la
prueba documental de la parte demandada-reconviniente se tiene de fs. 218 a 221, documental
consistente en fotocopia simple de Testimonio N° 304/2017, de transferencia de bien inmueble
suscrito entre Irene Solange Montesinos Villca, Jorge Gonzalo Chambi Vélez, en calidad de
vendedores, y Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque en calidad de
compradores, la que demuestra la adquisición de un inmueble por parte de los demandados-
reconvinientes.Cursante de fs. 222 a 223 fotocopia simple de folio real a nombre de Vilma Eugenia
Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque, con relación al inmueble ubicado en la calle
Washington entre Cochabamba y Caro, documental que refleja el derecho propietario de los
señores Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque. De fs. 224 a 226 vta., fotocopia
simple de Testimonio N° 175/2011, de transferencia de inmueble suscrito entre Crispín Ibáñez
Mamani, Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, en calidad de vendedores, Marco Antonio y Cinthia de
apellidos Ibáñez Pérez como compradores, la que acredita dicha adquisición por parte de los ahora
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28/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial usucapientes.Corriente de fs. 229 a 232 vta.,
fotocopia simple de Testimonio N° 226/2017, de transferencia de inmueble, que acredita la compra
efectuada por Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque, con relación al bien
inmueble con una superficie de 333,47 m2, ubicado en la avenida Washington N° 1174 entre
Cochabamba y Caro. Visible de fs. 418 a 449 cursa, fotocopia legalizadas del proceso de usucapión
decenal, seguido por Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, el que demuestra que se
sustanció proceso civil por usucapión decenal, en contra de Eliana M. Herrera Molina, en el Juzgado
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

Segundo de Partido en lo Civil y Comercial de la ciudad de Oruro.De toda la prueba documental


ofrecida y producida en la presente causa, por la parte demandada-reconviniente, se ha demostrado
que Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque, son propietarios de un bien
inmueble con una superficie de 344,14 m2, con registro en la matrícula N° 4011010022056 de 30
de marzo de 2009, puesto que adquirieron la propiedad de Irene Solange Montecinos Villca y Jorge
Gonzalo Chambi Vélez, y que estos adquirieron el derecho propietario de José Antonio Bravo
Mendizábal, y que este último tuviera el derecho de propiedad sobre el referido inmueble, a título
sucesorio de Natividad Riva Gutiérrez, antecedente dominial y tracto sucesivo correlativo, que al
contar con registro público en la oficina correspondiente, y de conformidad los arts. 1289 y 1538. II
del Código Civil, es oponible frente a terceros.La prueba documental descrita, tan solo hace
referencia a la forma de haber adquirido el derecho de propiedad, por parte de los demandados y
el trámite de usucapión efectuado por Crispín Ibañez Mamani y Lidia Pérez Pérez de
Ibañez.Respecto a la segunda observación relativa a que el Ad quem dedujo que no se tuvo la
posesión exclusiva basada en la documental a fs. 498, puesto que los vendedores tenían una fracción
inicial de 333,14 m2 (fs. 48), del cual les transfirió la superficie de 166,57 m2 (fs. 55 a 56) y esos
vendedores siguen viviendo en la otra fracción, esa documental (fs. 498) no hace esa
distinción.Corresponde señalar que la literal descrita en el recurso resulta ser una representación
del Oficial de Diligencias (proceso de usucapión decenal) labrada el 12 de diciembre de 2012, cuyo
contenido describe que la funcionaria fue a notificar a Crispín Ibañez Mamani en el domicilio ubicado
en la calle Washington Nº 1174 entre Cochabamba y Caro, quien no fue habido, cuya numeración
del inmueble resulta ser e mismo que el identificado en la demanda de usucapión quinquenal, cuya
numeración se refleja también en la literal a fs. 48.La numeración del inmueble resulta ser la misma,
no consta datos en sentido de que la oficial de diligencias haya buscado a Crispín Ibañez Mamani en
un domicilio distinto al de los usucapientes. Es evidente que el inmueble de los demandantes llegó
a independizarse por efecto de la Escritura Publica Nº 175/2011; sin embargo, no se tiene constancia
de que la oficial de diligencias haya buscado a Crispín Ibañez en un domicilio ajeno al que
corresponde a los actores.No concurre el error de hecho en la apreciación de la prueba.De toda la
prueba descrita, se tiene que no se ha acreditado la posesión de los demandantes sobre el bien
inmueble, el elemento de la posesión es un requisito que se encuentra descrito en el art. 134 de
Código Civil, el cual no está demostrado en el caso de autos. Esto tomando en cuenta de que los
recurrentes no han cuestionado los argumentos del Tribunal de alzada: 1) la aplicación de la teoría
de los actos propios al caso de autos, que tuvo su criterio sobre la base de la cláusula quinta del
contrato contenido en la Escritura Publica Nº 175/2011, y 2) sobre el valor probatorio asignado a la
prueba testimonial, confesión e inspección, que basaron criterio Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis
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documentos, ni en contra de lo que se hubiera manifestado antes y después de la suscripción de los
instrumentos (Escritura Publica Nº 175/2011). Criterio que esta Sala Civil emite, en cumplimiento
de la Resolución Nº 147/2022, pronunciado por la Sala Constitucional Segunda del departamento
de Oruro, en la que se refirió considerar argumentos vinculados a la doctrina de los actos propios, y
estos son precisamente el valor probatorio asignado a los medios de prueba testifical y confesión
que la Sala de Apelación argumentó en el Auto de Vista.3. En lo que concierne al cuatro agravio, en
el que se sostiene que el Tribunal Ad quem hubiera incurrido en errónea fundamentación con
relación al elemento de la buena fe en inobservancia del art. 93 del Código Civil, ingresando en
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

incongruencia omisiva, violando el derecho a una debida fundamentación y motivación de la


resolución, por cuanto, respecto a la buena fe hubieran señalado que existiera confabulación de
familiares para apropiarse de un inmueble que no les pertenece, dicha afirmación no tendría ningún
sustento probatorio, basándose únicamente en presunciones, es decir, presumiendo la mala fe de
los recurrentes, cuando dicho extremo jamás fue probado, no teniendo sustento legal que la
familiaridad pueda ser un argumento valedero, habiéndose infringido y violado los arts. 93 del
Código Civil y 115 - 180 de la Constitución Política del Estado.Con relación a lo manifestado por los
recurrentes, debemos señalar que el art. 93 I-II el Código Civil señala: I. “El poseedor es de buena fe
cuando cree haber adquirido del verdadero propietario o titular la cosa o el derecho II. La buena fe
se presume; y quien alega que hubo mala fe, debe probarla”, en el caso de autos se ha podido
advertir que no hay elemento probatorio alguno que demuestre la mala fe de los vendedores y de
los compradores a tiempo de realizar la transferencia del inmueble ahora objeto de litigio, ello no
está demostrado, la norma requiere, a quien la alega, probar la mala fe de las partes contratantes.
Se entiende que los de instancia asumieron que concurre la mala fe, basado en la transferencia del
derecho de propiedad entre parientes consanguíneos de primer grado; sin embargo, tal presunción,
descrita en el art. 1320 del Código Civil, determina que la presunción judicial debe estar ligada a
otros elementos. Resulta extraño que los de instancia hayan asumido que concurre una presunción
judicial para refutar y desmejorar una presunción legal, cuando el Juez debió basar criterio en
pruebas reales y contundentes para determinar la inexistencia de buena fe en los demandantes de
usucapión quinquenal, puesto que al momento de su adquisición el proceso de usucapión decenal
de los vendedores no se encontraba cuestionado, y que la parte actora impetró la usucapión
quinquenal oponiendo justo título, y en tanto se encuentra eficaz y vigente su título al no haber sido
objeto de una declaración de nulidad alguna, lo que hace que ese título sea considerado como justo
título, por cuanto, su invalidez no ha sido declarado judicialmente, a través de proceso legal alguno,
y el efecto retroactivo de la nulidad de usucapión decenal no afectó la Escritura Pública N° 175/2011
de 02 de febrero, la misma se encuentra vigente.4. Expresó con relación al recurso de apelación en
el efecto diferido, que no hubieran observado los requisitos que hacen viable que un tercero pueda
demandar la nulidad de contrato si no es parte del contrato, y que en el presente caso son sujetos
de la relación contractual Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, siendo que los
reconvinientes Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque tienen una relación
contractual con Irene Solange Montecinos Villca y Jorge Gonzalo Chambi Vélez, aspecto que
demostraría que los reconvinientes no Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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hubieran tenido ninguna relación contractual con Crispín Ibáñez Mamani ni con Lidia Pérez Pérez de
Ibáñez mucho menos con Marco Antonio Ibáñez Pérez o Cinthia Ibáñez Pérez, extremo que hubiera
infringido los arts. 115.II y 180.I de la Constitución Política del Estado.Al respecto, debemos señalar
que tanto el Juez de instancia como el Tribunal Ad quem han resuelto de forma correcta, el recurso
de apelación en el efecto diferido, por cuanto, el reconviniente se encuentra legitimado para
demandar la nulidad de contrato por falta de objeto, más aún cuando el derecho propietario de
Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque no se encuentra extinguido, sino que
se encuentra vigente, aspecto que demuestra su interés legítimo conforme establece el art. 551 del
Código Civil, pues al ser la nulidad de orden público, ataca la validez de un contrato, norma que
permite accionar la nulidad cuando el interesado sostiene un derecho de propiedad o derecho
subjetivo, empero esa legitimación queda extinguida por el efecto extintivo de la usucapión
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quinquenal que se acoge en esta causa.Por otra parte, respecto a los elementos de publicidad y
oponibilidad, el art. 1538 del Código Civil, solamente publicita actos jurídicos, esa publicidad la han
asumido los usucapientes, pues tienen folio real inscrito a su nombre, lo que no ocurre con los
vendedores, toda vez que su título ha sido declarado nulo, a través del incidente de nulidad incoado
por David José Bravo Mendizábal. Con relación a la prueba de confesión provocada cursante de fs.
865 a 867, Cinthia Ibáñez Pérez refirió que, “conocía que se estaba tramitando un proceso de
usucapión”, sobre el cual debemos aclarar que esta confesión solo acredita que la emplazada solo
conocía que se estaba tramitando un proceso de usucapión, pero ella no ha asumido conocimiento
ni ha formado parte de esa demanda de usucapión, además de no haber tomado conocimiento del
efecto retroactivo de la nulidad del proceso de usucapión decenal, aspecto que tampoco conocieron
los demandantes de usucapión quinquenal, por lo que tan aseveración no podría ser considerado
en su contra, como para determinar que concurrió la mala fe de la compradora.En este escenario
procesal de considerar la usucapión quinquenal o la nulidad contractual, nos encontramos en una
cuestionante de considerar cuál de las dos acciones debe ser resuelta con prioridad la una de la otra;
puesto que ambas tienen el efecto extintivo del derecho de propiedad su adversario. Ahora bien, el
Tribunal Supremo de Justicia a través del entendimiento emitido por Auto Supremo N° 1126/2019
ha considerado que “la pretensión de usucapión ordinaria debe ser opuesta antes de la existencia
de una determinación judicial que lo invalide o en su caso en el mismo proceso en que se pretende
declarar su ineficacia de derecho”. La finalidad de la usucapión quinquenal y de la nulidad
contractual, tienen un similar objeto el cual es extinguir el dominio del título de su ponente, por lo
que se debe dar prioridad a la usucapión quinquenal, por cuanto, en el caso de autos, el título de
los demandantes se encuentra vigente, habiendo interpuesto la demanda de usucapión quinquenal
antes de haber sido declarado su nulidad, no habiendo sido declarado judicialmente su invalidez a
través de proceso legal alguno, y el efecto retroactivo de la nulidad de usucapión decenal no
trascendió hasta la Escritura Pública N° 175/2011 de 02 de febrero por lo que el citado instrumento
aún se encuentra vigente, motivo por el cual deberá darse prioridad a la demanda de usucapión
quinquenal. No obstante, si los presupuestos de la usucapión quinquenal no son demostrados
(justo, título, buena fe y posesión: pacífica, pública, continua e ininterrumpida) entonces
corresponde analizar los presupuestos de la nulidad contractual.De lo contrario, optar por la tesis
de resolver con prioridad la nulidad contractual Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352
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Judicial en ningún caso podría dar lugar a acoger la usucapión quinquenal, puesto que el
presupuesto normativo de esta se basa en consolidar la adquisición del derecho de propiedad de
quien no era dueño con un título y ese título es que la nulidad pretende invalidarla. Siendo que la
regla jurídica es darles función a los institutos del derecho civil, se asume que la usucapión
quinquenal, debe ser resuelto con prioridad a la nulidad, aun la nulidad haya sido planteada como
demanda principal. Similar situación ocurre con la acción reivindicatoria, que resulta ser
imprescriptible, empero frente a una acción de usucapión se debe dar prioridad a esta última.El
Tribunal de garantías describe ciertas observaciones e hipótesis en cuando a la procedencia de la
acción de usucapión decenal frente a una pretensión de nulidad contractual (entendiendo que la
invalidez apunta al justo título del oponente); al respecto, se tiene que, si nunca se hubiera
demandado la nulidad de la Escritura Publica Nº 175/2011, no habría la necesidad de demandar
usucapión quinquenal, porque sobre la base de este razonamiento entendieron que esta Escritura
Pública, y su consiguiente registro estaban vigentes y con las dos garantías del art. 1538 del Código
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

Civil, publicidad y oponibilidad ante terceros, todos esos elementos no hubieran sido desarrollados
con precisión por el Tribunal Supremo, lo que amerita lesión de derechos.Respecto a que si no se
hubiera demandado la nulidad de la Escritura Publica Nº 175/2011, no hubiera necesidad de
plantear usucapión quinquenal, se entendería que dicho planteo apunta a que el usucapiente
quinquenal tenga que esperar una demanda de nulidad para entablar una reconvención por
usucapión quinquenal. Esa tesis es incorrecta. Puesto que si el comprador se anoticia que ha
adquirido el bien de quien no era el verdadero propietario, tiene la facultad de iniciar la acción por
usucapión quinquenal en contra del verdadero propietario, si es que concurren los requisitos para
la procedencia de esta acción, puesto que su finalidad es consolidar la adquisición del derecho de
propiedad, y este puede hacerlo, ya que es inminente que afronte un posible juicio de nulidad por
el verdadero propietario.Ahora bien, con relación a otro argumento referido por el Tribunal de
garantías se tiene que de forma inconsistente se hubiera señalado que la Escritura Publica Nº
175/2011 no hubiera sido afectada por la nulidad, entonces, cuestiona qué hubiera pasado si se
declaraba probada la demanda de usucapión quinquenal y probada la demanda de nulidad, habría
afectado de alguna forma los derechos de los demandantes, consideran que más bien los
beneficiarían, expresó que el razonamiento que realizan las autoridades accionadas, en sentido de
que, si bien tanto la usucapión quinquenal como la nulidad tiene efecto extintivo, y adquisitivo a la
vez, debe darse prioridad a la usucapión quinquenal porque se ha demostrado que al momento de
su adquisición en el proceso de usucapión decenal, el derecho propietario de los vendedores no se
encontraba cuestionado, y que la parte actora impetró usucapión quinquenal oponiendo justo
título, en tanto se encuentra eficaz y vigente su título al no haber sido objeto de nulidad alguna. Al
respecto, se debe señalar que no podría ocurrir que, simultáneamente se declare probada la
demanda de usucapión quinquenal y probada la demanda de nulidad de Escritura Pública, puesto
que no es viable tal aspecto, ambas son excluyentes porque tienen la finalidad común de extinguir
la el título de su oponente; en el caso de autos, ambas apuntan a sustraerse sus presupuestos
sustantivos: la procedencia de la usucapión quinquenal genera un efecto extintivo en el derecho del
verdadero propietario y adquisitivo para el usucapiente, esto quiere decir que sustrae el derecho
de propiedad del demandado y, por ende, la legitimación para accionar sobre este bien; en el caso
de la Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 | www.tsj.bo
Página 32/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial procedencia de la nulidad, la misma
apunta a declarar la invalidez del título que ostenta el propietario-poseedor que adquirió el derecho
de quien no era su dueño, o sea que pretende que se declare inválido el justo título del usucapiente
y su efecto retroactivo. No podrían declararse de manera simultánea ambas pretensiones por la
finalidad que buscan, la cual es extinguir el derecho de sus adversarios.Debemos referir que el
fundamento esencial de la usucapión consiste en otorgar seguridad a las situaciones de hecho que
se han producido durante cierto tiempo, habiéndose convertido en jurídicas en aras de la paz social
y en cumplimiento de la función social, que debe cumplir todo bien inmueble, conforme lo establece
el art. 106 del Código Civil, pues el fundamento subjetivo de la prescripción extintiva consiste en la
presunción de abandono del derecho por su titular, y es precisamente ese abandono, el que es
castigado por Ley.En este entendido, quien podría adquirir un bien por usucapión es la persona que
ha cumplido ciertas condiciones en el transcurso de determinado tiempo, y contrariamente, quien
puede perder por usucapión su derecho propietario, será el propietario que no haya ejercido su
derecho de propiedad por haber abandonado el referido bien.Respecto a los efectos de la sentencia
emitida dentro de un proceso de usucapión, se tiene que la misma otorga título de propiedad sobre
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

el bien objeto del proceso y de manera contraria, extingue el derecho de propiedad del dueño que
ha abandonado su bien, disponiéndose la cancelación en el registro público, lo cual genera un efecto
extintivo, en caso de otorgarse derecho a usucapiente quinquenal se deberá inscribir el título que
emerja de la sentencia de usucapión quinquenal, no el título que provino del que no fue dueño del
bien.Ahora bien, debemos también señalar que ambas figuras jurídicas tienen efecto extintivo, pero
se debe considerar con prioridad la concurrencia de los presupuestos de la usucapión frente a la
nulidad contractual (pese a que esta última busca un efecto retroactivo), puesto que cuando se
analiza un debate sobre el derecho de propiedad se debe considerar si el bien y su titular están
cumpliendo una función social, así lo determina el art. 106 del Código Civil, criterio que resulta
análogo a lo descrito en el art. 1454 del Código Civil, que describe la imprescriptibilidad de la acción
reivindicatoria, salvo el caso de la usucapión.La segunda hipótesis que describe el Tribunal de
garantías resulta en el sentido de qué pasaría si no se hubiera demandado la nulidad de la escritura
pública (entendiendo que apunta a la Escritura Publica Nº 175/2011); al respecto, si el título de
vendedor fue invalidado, se entiende que modificó la titularidad y legitimación del vendedor,
sustrayendo la legitimación que ostentaba en ese entonces, verificado ese aspecto la demanda, se
entendería que el comprador descubrió que adquirió el bien de quien no era propietario, en ese
supuesto la demanda de usucapión quinquenal procedería si concurren los requisitos del justo título
y buena fe adicionados a los requisitos de la posesión pública, pacífica, continua e ininterrumpida,
no siendo necesario que se tenga que activar una reconvención de nulidad del título de usucapiente
quinquenal, puesto que este ostenta un justo título y que se ha anoticiado que el título de su
vendedor fue invalidado, ese supuesto permite activar la usucapión quinquenal, y es la solución que
la Ley le otorga al que hubiera actuado de buena fe en la adquisición del derecho de propiedad,
puesto que un reclamo sobre el derecho de propiedad del verdadero titular del bien sería un riesgo
que está latente.El derecho de activar la usucapión quinquenal, de acuerdo con el art. 134 del
Código Civil, el sistema de protección, defensa de la propiedad y la posesión descrito en el Libro
Quinto del citado Código, no describen que la usucapión quinquenal tenga que ser activada
únicamente como Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 |
www.tsj.bo Página 33/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial reconvención, ello da lugar
a comprender que el mismo puede ser planteado como acción o como reconvención, postura
basada en lo dispuesto por el art. 14.IV de la Constitución Política del Estado.Analizados los
argumentos del Tribunal de garantías, se tiene que todos los agravios fueron objeto de Acción de
Amparo Constitucional, fueron respondidos en forma consecutiva análisis de cada agravio
analizado; por lo que, se concluye que los recurrentes no han logrado revertir el presupuesto
posesorio previsto en el art. 134 del Código Civil, elemento esencial para lograr un derecho
propietario, en los términos que describe la referida norma.De la contestación al recurso.1.
Manifiesta que respecto a que se hubiera vulnerado la garantía del debido proceso en su elemento
de motivación y fundamentación por inobservancia del art. 229 de la Ley 439, el incidente de nulidad
dentro del proceso de usucapión sirve de antecedente al presente proceso, toda vez que como
consecuencia de ello quedó nulo y sin efecto alguno el aparente derecho de propiedad de Crispín
Ibáñez Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez que pretendían haber adquirido sobre el inmueble objeto de
litigio, puesto que la declaración judicial de nulidad del proceso de usucapión, supone que dicho
proceso no surtió efecto alguno y que Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez no adquirieron
derecho de propiedad sobre el inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba
y Caro, siendo que además no se puede considerar el hecho de que se hubiera realizado la venta
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

años antes a la declaratoria de nulidad no supondría que esa venta fue legal y que la misma no sea
viciada de nulidad, tampoco incidiría el hecho de que ahora los recurrentes no tuvieron
conocimiento del incidente de nulidad del proceso de usucapión. Respecto al justo título los
demandados manifiestan que este no puede ser confundido con título válido y eficaz, siendo que el
justo título refiere a la idoneidad del título en virtud del cual el usucapiente habría adquirido la
propiedad de quien no era su verdadero dueño.Al respecto, se ha indicado que el incidente de
nulidad generado en el proceso de usucapión decenal, no participaron los ahora demandantes de
usucapión quinquenal, por lo que siendo la decisión un Auto definitivo cuyo efecto corresponde
asimilarlo al efecto de una sentencia conforme a la última parte del párrafo II del art. 229 del Código
Procesal Civil, tal como fue descrito en los fundamentos de la presente resolución.La nulidad de un
contrato debe ser declarada judicialmente, así lo determina el art. 546 de Código Civil, lo cual no
aconteció en el caso presente, no existe una declaración de nulidad de la Escritura Publica Nº
175/2011.El demandado exige una consideración de los conceptos de justo título y título válido y
eficaz; al respecto, corresponde citar el aporte doctrinario de Guillermo Borda, quien se refiere al
justo título, en su obra Derechos Reales, Tomo I, manifestando que: “Cuando ahora la ley exige que
el título sea verdadero, no quiere decir que tenga eficacia real y concreta para transmitir la
propiedad, pues entonces sería innecesario recurrir a la usucapión”. Ello da a entender que el justo
título es el que al momento de su adquisición gozaba de los requisitos necesarios para la concreción
de un determinado negocio jurídico. Obviamente que luego de la celebración del contrato, se
entiende que pudieron generarse diversos factores que darían lugar a modificar la relación jurídica
del vendedor o descubrir otros registros que hagan entender que el vendedor no fuese el verdadero
propietario, haciendo que la titularidad del vendedor haya sido invalidada o en otros casos su
legitimidad sea cuestionada. Se entiende que el título de los demandantes tiene la calidad de justo
título, que tiene vicio de nulidad por carecer el vendedor la titularidad del derecho de propiedad
(legitimación) y por ello es que los demandantes activaron Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz
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Organo Judicial la demanda de usucapión quinquenal.Por lo que la observación no tiene lugar.2.
Señalan que respecto a la errónea fundamentación por no ingresar a la valoración de la prueba de
cargo y por aplicar indebidamente la teoría de los actos propios, la cláusula quinta de la Escritura
Pública N° 175/2011 señala que las partes intervinientes estipularon que Marco Antonio Ibáñez
Pérez y Cinthia Ibáñez Pérez tomaran posesión cuando dejarían de existir los vendedores Crispín
Ibáñez Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez, siendo que la estipulación de esta cláusula fue
correctamente interpretada por el Tribunal de alzada en el marco de la teoría de los actos propios,
que vincula y reata a las partes al contenido de su propia manifestación expresada de manera libre
y voluntaria, además que ninguna prueba podría sustentar una posición contraria, ya que la misma
hubiera sido corroborada por las declaraciones de los testigos ofrecidos en el incidente de nulidad
del proceso de usucapión, quienes señalaron que tenían inquilinos en el inmueble y que incluso
estos pagaban el alquiler a Lidia Pérez de Ibáñez y Crispín Ibáñez Mamani. Y respecto a la omisión
de la valoración de la prueba.Sobre la teoría de los actos propios en el recurso de casación no ha
merecido una impugnación correcta, solo se ha indicado que esta teoría fue superada por la teoría
de la interversión del título. Lo cual no es correcto, ambas teorías tienen un sentido diferente con
hipótesis y finalidades distintas. No se ha descrito por la recurrente jurisprudencia o doctrina que
asevera la subordinación de la teoría de los actos propios a la de la interversión del título.La
interversión del título es la forma de cambiar el estatus de detentador a poseedor y ello no ha sido
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

demostrado por los recurrentes, no acreditaron su condición de detentadores.En cuanto a la


apreciación de la prueba la Sala Constitucional refirió que su valoración en el anterior Auto Supremo
Nº 282/2022, no ha sido adecuada. Asimismo, señaló que debe considerarse los argumentos
vinculados a la doctrina de los actos propios, y esta vinculación se encuentra en el valor probatorio
que el Tribunal de alzada hubiera otorgado a la prueba testifical y confesión la que señala que no
podrían ir en contra del contenido de los instrumentos, basado en los arts. 1328.II del Código Civil y
162 del Código Procesal Civil, respetivamente. Esos argumentos están vinculados a la doctrina de
los actos propios y no fueron observados en el recurso de casación. Por consiguiente, se entiendo
que no se logró demostrar el elemento posesorio de la usucapión quinquenal.3. Refirió que respecto
al error en la fundamentación de la buena fe, los recurrentes sostendrían que la buena fe se
presume y la mala fe se prueba, y que contrariamente el Tribunal de alzada hubiera presumido que
ellos no tendrían la posesión de buena fe por considerar que existió confabulación entre padres e
hijos, sin que esta conclusión se sustente en ningún medio probatorio; señala que en usucapión
quinquenal la buena fe se refiere a aquella conducta que hubiera tenido el usucapiente a momento
de adquirir la propiedad de quien no era el verdadero propietario y que en presente caso no medió
la buena fe de los usucapientes, por cuanto, no medió la intención verdadera de celebrar un acto
traslativo de propiedad, sino que medió la intención de engaño y confabulación. Respecto a lo
manifestado por los reconvinientes debemos hacer hincapié del art. 93.II el Código Civil, norma que
de manera taxativa señala que se presume la buena fe y que la mala fe debe ser probada, en el
presente caso, se ha podido advertir que no hay elemento probatorio alguno que demuestre la mala
fe de los compradores a tiempo de celebrar el contrato de venta del inmueble. El Código hace
referencia a la buena fe del adquiriente; en el caso presente, se tiene la presunción de buena fe de
los compradores, por haber adquirido el Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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derecho de propiedad de los vendedores cuando el título de propiedad de estos se encontraba
vigente, ahí la buena fe. No se encuentra acreditado que los compradores hayan generado actos de
confabulación y engaño al momento de suscribir el contrato de venta.La presunción judicial debe
muñirse de los requisitos que señala el art. 1320 de Código Civil, que sean graves, precisas y
concordantes, lo cual no está justificado en el caso de autos, puesto que la adquisición de la
propiedad se realizó cuando el título de los vendedores estaba vigente.El incidente de nulidad
podría generar un efecto de la mala fe en los adquirientes, puesto que la regla descrita en el art.
93.III del Código Civil, máxime si a los compradores no les notificaron con el Auto que anuló obrados
en el proceso de usucapión decenal, el cual se produjo luego de los dos años de que los compradores
suscribieran el contrato de venta.4. Manifestó que respecto a la errónea fundamentación de la
apelación diferida, los recurrentes acusan que el Tribunal de alzada no hubiera considerado la
jurisprudencia referida a la legitimación activa para demandar la nulidad, por cuanto, los
demandados no tendrían relación con las partes intervinientes en la Escritura Pública N° 175/2011,
al respecto señalaron que su legitimación activa no puede ser limitada al hecho de que no formen
parte del contrato, sino se reconociera la legitimación a cualquier persona que tenga interés
legítimo, y que en el presente caso el hecho de ser legítimos titulares del bien inmueble que en parte
habría sido transferido por quienes no son sus legales propietarios, les legitimaría para demanda la
nulidad de contrato.Se ha indicado en líneas precedentes que las pretensiones de nulidad del título
y la usucapión quinquenal son excluyentes entre sí; por lo que, corresponde atender los efectos de
la usucapión antes que la pretensión de nulidad. Por lo que, si se acoge la usucapión quinquenal,
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genera un efecto extintivo en el derecho de propiedad del demandado (verdadero propietario), y


con ella se le sustrae la legitimación para efectuar un reclamo sobre el bien.Debemos señalar que
tanto el Juez de instancia como el Tribunal Ad quem han resuelto de forma correcta el recurso de
apelación en el efecto diferido, habiendo considerado que los reconvinientes contarían con la
legitimación activa para demandar la nulidad de contrato por falta de objeto, por cuanto, el derecho
propietario de Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque, al momento de plantear
la reconvención no se encuentra extinguida, sino más bien vigente, aspecto que demuestra su
interés legítimo conforme establece el art. 551 del Código Civil, pues al ser la nulidad de orden
público, afecta la invalidez de un contrato, norma que permite accionar la nulidad cuando el
interesado sostiene un derecho de propiedad o derecho subjetivo. Se aclara que al inicio de la
reconvención los reconventores ostentaban legitimación sobre el referido predio, ello les permitió
proseguir con su pretensión; sin embargo, esa legitimación queda extinguida por haberse acogido
la demanda principal de usucapión quinquenal.Se concluye que el elemento de la falta de la
posesión no ha sido acreditado en el caso de autos; por lo que, corresponde resolver en la forma
prevista por el art. 220.II del Código Procesal Civil. POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo
de Justicia del Estado Plurinacional de Bolivia, con la facultad conferida por el art. 42.I num. 1 de la
Ley del Órgano Judicial de 24 de junio de 2010, y en aplicación del Art 220.II del Código Procesal Civil
declara INFUNDADO, el recurso de casación de fs. 1062 a 1079, interpuesto por Marco Antonio
Ibáñez Pérez y Cinthia Ibáñez Pérez, contra el Auto de Vista N° 43/2022 de 11 de enero, que cursa
de fs. 1029 a 1042, pronunciado por la Sala Civil Primera Comercial de Familia Niñez y Adolescencia
del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro. Con costas y Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz
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Organo Judicial costos.Se regula honorario del abogado que contestó al recurso de casación en la
suma de Bs.1.000.-Regístrese, comuníquese y devuélvase.Relator: Mgdo. Juan Carlos Berrios Albizu.

Identificasion de las partes del proceso:

Partes: Cinthia Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez c/ Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime
Javier Martínez Choque.Proceso

CONTENIDO DE HECHO

ANTECEDENTES DEL PROCESO1. Cinthia y Marco Antonio ambos Ibáñez Pérez mediante memorial
de fs. 191 a 200 vta., promovieron proceso ordinario de usucapión quinquenal contra Vilma Eugenia
Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque; quienes una vez citados, según escrito cursante de
fs. 235 a 243, respondieron a la demanda negativamente y reconvinieron por nulidad de Escritura
Pública.Con ese antecedente, y tramitada la causa, el Juez Público Civil y Comercial 1° de la ciudad
de Oruro pronunció la Sentencia N° 24/2021 de 29 de marzo, que discurre de fs. 898 a 910,
declarando IMPROBADA la pretensión principal de usucapión quinquenal u ordinaria y la inscripción
de la fracción del bien inmueble con Matrícula N° 4.01.1.01.0020877, signado como fracción “A”,
con una superficie de 166.57 m2, inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre
Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro y PROBADA la pretensión reconvencional de nulidad por
falta de objeto del contrato de compraventa de una fracción de terreno de 166.57 m2, bien
inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro,
celebrado por Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez a favor de Cinthia Ibáñez Pérez
y Marco Antonio Ibáñez Pérez, mediante minuta de 10 de enero de 2011, protocolizada en la
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Escritura Pública N° 175/2011, de 02 de febrero de 2011, otorgado en la Notaría de Fe Pública N°


19.2. Resolución que, puesta en conocimiento de las partes procesales, dio lugar a que los
demandantes Cinthia y Marco Antonio ambos Ibáñez Pérez, por memorial de fs. 914 a 946
vta., interpongan recurso de apelación.En mérito a esos antecedentes la Sala Civil, Comercial,
Familia, Niñez y Adolescencia Primera del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro, emitió el
Auto de Vista N° 43/2022 de 11 de enero, cursante de fs. 1029 a 1042, CONFIRMANDO la Sentencia
apelada.Determinación que fue asumida en virtud de los siguientes fundamentos:a. Respecto a la
errónea fundamentación de la Sentencia, con relación a los elementos de título idóneo y buena fe,
en sentido de que el Juez de grado no consideró que su título no solo se funda en el contrato de
compraventa, sino que está debidamente protocolizado y registrado en Derechos Reales, siendo su
título idóneo, el Juez hubiera incurrido en una incorrecta apreciación al determinar que fueran hijos
de los vendedores del inmueble objeto de la litis tenían conocimiento sobre el proceso de usucapión
y que el mismo hubiera sido dejado sin efecto por la nulidad de obrados decretada en dicho proceso,
aspecto que el Tribunal de alzada Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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determinó, sin ningún elemento probatorio, por lo que consideraron que se vulneraron los arts. 93,
134, 1319 y 1538 del Código Civil y los arts. 115 y 180 de la Constitución Política del Estado y arts.
229 y 194 del Código de Procedimiento Civil abrogado.La Sala de apelación señaló que los
recurrentes sostienen sus agravios haciendo cita al Auto Supremo N° 581/2015, mismo que haría
alusión a los requisitos de la usucapión quinquenal y del análisis del mismo, el Tribunal de alzada ha
considerado que esta línea jurisprudencial señala que un título podrá ser considerado justo título
cuando concurran los requisitos de validez en su formación, aspecto que en el caso de autos no
ocurre, siendo que el título del cual deviene la propiedad de los demandantes de usucapión
quinquenal, jamás se configuró como título idóneo, al carecer el elemento del objeto, es decir que
al ser nulo el título de los vendedores de los demandantes, adquirido a través de un proceso
fraudulento de usucapión extraordinaria, por el efecto de la retroactividad su título también
concurrió con los mismos efectos.Consecuentemente, al no existir nunca el título del cual se
sustenta el contrato de compraventa, este último no reuniría los requisitos intrínsecos para su
formación, por cuanto, el Juez de grado hubiera establecido que entre los vendedores y los
compradores del negocio jurídico de compraventa plasmada en la Escritura Pública N° 175/2011, de
02 de febrero de 2011, existió colisión y entendimiento al ser los contratantes padres e hijos,
aspecto que generaría indudablemente elementos de convicción de confabulación entre los
familiares de los demandantes para apropiarse indebidamente del bien inmueble objeto de litigio,
criterio sustentado en el principio constitucional de razonabilidad.b. En cuanto a la errónea
fundamentación de la Sentencia, en sentido de que no hubieran poseído el inmueble de forma
exclusiva y por contar con una cláusula en la que manifiestan que la posesión sería efectiva recién
cuando los vendedores fallecieran, no consideró que dicha cláusula fue desestimada por la prueba
testifical, pago de impuestos, inspección de visu, confesión de los propios vendedores, hechos que
demostrarían su pacífica posesión cuando su derecho propietario devendría del 06 de abril de 2011,
además, con la presentación del incidente de nulidad de obrados interpuesta dentro del proceso de
usucapión extraordinaria se hubiera interrumpido la prescripción, proceso en el que no fueron
parte, no habiéndoselos citado o notificado.Al respecto, el Tribunal de alzada sostuvo que del
testimonio de Escritura Pública N° 175/2011 de 02 de febrero, cursante de fs. 52 a 54 vta., esta
sostendría que se tomaría posesión cuando dejen de existir los vendedores, por lo que seguirán
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

ocupando el bien inmueble hasta sus últimos días, y en la cláusula sexta, que ambas partes dan su
conformidad a todas y cada una de las cláusulas estipuladas en el documento, comprometiéndose
a su fiel y estricto cumplimiento, aspecto que no podría ser desconocido, por cuanto de dicho hecho
contravendría sus propios actos, los que fueron exteriorizados de manera voluntaria ante la libertad
autonómica de las partes suscribientes del contrato.Consiguientemente, se estableció que la
posesión de los demandantes no inició ni fue exclusiva, siendo que se encontraba reservada para
sus vendedores, razón por la cual el Juez de grado determinó que los demandantes no cumplían con
los requisitos esenciales de la posesión. En el caso de autos, el animus que no fue exclusivo por parte
de los demandantes.c. Respecto a la interrupción de la prescripción señala el Tribunal Ad quem, que
los demandantes no han consolidado su pretensión de usucapión quinquenal debido a que carece
de los elementos para la adquisición extintiva, es decir no reúne los elementos esenciales para la
consolidación de su derecho propietario de usucapión quinquenal.d. En lo atinente a que Impresión:
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial existiera error de hecho en la valoración de la prueba,
incurriendo en vulneración del debido proceso en su elemento de valoración razonable de la prueba
al lesionar las reglas de la sana crítica y este en relación con las reglas de lógica y la experiencia, por
cuanto, el Juez de grado sostuvo que no existiría título idóneo y buena fe, sin considerar que su
título se encuentra debidamente probado de fs. 52 a 56 vta.Al respecto, la Sala de apelación
manifestó, que los argumentos de los recurrentes son repetitivos y que ya hubieran sido objeto de
análisis y fundamentación en apartados anteriores; sin embargo, refirió que respecto a la valoración
de la prueba el Juez de grado se enmarcó en los parámetros establecidos en la ley, cumpliendo con
los principios de comunidad y unidad de la prueba al establecer la carencia de título justo o idóneo
de la parte demandante ante la nulidad del título de usucapión el que fue declarado fraudulento;
en el cual se sostendría el título de compraventa. Además, que la valoración fue correcta al concretar
la falta de buena fe en su adquisición, habida cuenta que sobre la base de la sana crítica y experiencia
pudo establecer la confabulación entre los vendedores y compradores, que al ser padres e hijos se
apropiarían del bien inmueble objeto de litis.Asimismo, respecto a que no se hubiera valorado toda
la prueba referente a su posesión, limitando su decisión en la cláusula quinta del contrato de
transferencia, el Tribunal Ad quem refirió que, si bien pudiera existir la manifestación de testigos e
incluso confesión de los propios vendedores sobre su posesión, dichos elementos no son
permisibles en cuanto la manifestación de documentos anteriores, estableciéndolo así el art. 1328
del Código Civil, normativa que se encuentra vinculada con el art. 1289 de la Ley citada y relacionada
con el art. 162 del Código Procesal Civil, por cuanto, la valoración realizada por el Juez de instancia
fue correcta, no siendo concurrente prueba alguna que hubiera contradicho lo manifestado en la
Escritura Pública N° 175/2011.De igual manera, respecto a que hubiera existido una errónea
valoración de la prueba, el Tribunal de alzada manifestó que la confesión realizada por los
vendedores de los demandantes no puede ser considerada para desvirtuar lo establecido en el
testimonio de Escritura Pública N° 175/2011, por cuanto, no puede considerarse como prueba
contra documentos fehacientes de data anterior, aspecto regulado en el art. 162 del Código Procesal
Civil.e. En lo concerniente a que existiera una errónea aplicación del art. 549 del Código Civil, al
haber actuado el Juez de manera ultra petita, por cuanto, hubiera anulado su derecho propietario
bajo el sustento de que el incidente de nulidad de obrados formulado en el proceso de usucapión
involucraría a los demandantes, aspecto que consideraría erróneo, ya que ellos no fueron parte del
proceso de usucapión siendo el mismo planteado un año después de la consolidación de su derecho
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

propietario en la gestión 2011; al respecto, el Tribunal de alzada refirió que por el efecto retroactivo
de la nulidad este produce efectos jurídicos en el título de compraventa de los demandantes,
considerando que dicho acto hubiera producido anomalía estructural en el documento de
transferencia Escritura Pública N° 175/2011, misma que no nació a la vida jurídica por carecer de
objeto en su formación.f. En cuanto a la apelación en el efecto diferido los recurrentes manifestaron
que los demandados no tendrían legitimación para accionar la nulidad del contrato base de su título
de propiedad, al no haber sido parte suscribiente de dicha transferencia; al respecto, la Sala de
apelación expresó que uno de los atributos a diferencia de anulabilidad, es que la nulidad es de
orden público, por lo que cualquier persona que justifique interés legítimo sobre las consecuencias
del contrato podría solicitar la nulidad del mismo, conforme el art. 523 del Código Civil Impresión:
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial vinculada al art. 551 del mismo cuerpo legal, por lo que
puede establecerse la legitimidad de los demandados, por cuanto, el título que pretendieran hacer
valer los demandantes para justificar su pretensión de usucapión quinquenal, afecta directamente
el derecho propietario de los demandados.3. Fallo de segunda instancia que, puesto en
conocimiento de los sujetos procesales, ameritó que los demandantes Marco Antonio y Cinthia
ambos Ibáñez Pérez por memorial de fs. 1062 a 1079, interpongan recurso de casación, el cual es
objeto de análisis.

CONTENIDO DE DERECHO.

medio de impugnación objeto de la presente resolución, se observa que los demandantes, ahora
recurrentes, alegaron como agravios los siguientes extremos: En el fondo. 1. Acusaron que se
hubiera vulnerado la garantía del debido proceso en su elemento de motivación y fundamentación
por inobservancia del art. 229 de la Ley 439, entendiendo que el Tribunal de alzada hubiera
considerado que los recurrentes no tuvieran justo título al determinar que el mismo no nació a la
vida jurídica porque devendría de un proceso fraudulento de usucapión extraordinaria, basándose
en un hecho posterior a su derecho de propiedad, no teniendo presente que el contrato de
compraventa ya existía el año 2011 al igual que la inscripción en Derechos Reales, siendo el objeto
posible, lícito y determinado conforme al art. 485 del Código Civil, elementos que determinarían
que su título es idóneo, por dichos aspectos consideraría que el Tribunal Ad quem incurrió en
vulneración del debido proceso en su elemento de fundamentación y motivación, lesionando el
derecho a la tutela judicial efectiva art. 115 y 180 de la Constitución Política del Estado y arts. 229
del Código Procesal Civil y 1319 del Código Civil. 2. Denunciaron que el Tribunal Ad quem hubiera
incurrido en errónea fundamentación al no valorar la prueba de cargo aplicando erróneamente
teoría de los actos propios, considerando que lo señalado en la cláusula quinta del contrato de
compraventa no podría ser superado por ningún medio de prueba, ya sea testifical ni ninguna otra,
además de no haber considerado que ingresarían en posesión desde la fecha de suscripción del
contrato de compraventa ejerciendo tanto el corpus como el animus, siendo que con toda la prueba
podría haberse dado la interversión del título, por cuanto, de la prueba testifical, inspección de visu
y confesión provocada demuestran la posesión de los demandantes, siendo que no se habría
valorado la prueba sobre la base de la teoría de los actos propios. Asimismo, respecto a la
interrupción de la prescripción adquisitiva señalan que se hubiera interrumpido la usucapión
quinquenal con la presentación de una querella de fecha 22 de noviembre de 2018 y con el incidente
de nulidad presentado en proceso de usucapión decenal.3. Alegaron que el Tribunal de alzada y el
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Juez de primera instancia incurrieron en error de hecho al omitir valorar la prueba de cargo
documental, testifical, confesión provocada e inspección de visu, pues ingresaron en posesión con
los elementos de corpus y animus, habiendo fundado su resolución en la teoría de los actos propios
cuando debió haberse observado la teoría de la interversión de título, por cuanto, señalaron que no
hubiera existido la tenencia exclusiva del bien inmueble por parte de los recurrentes, habiendo
incluso referido los vendedores que su domicilio se encuentra en el inmueble objeto de litigio. 4.
Sostuvieron que el Tribunal Ad quem hubiera incurrido en errónea fundamentación con relación al
elemento de buena fe en inobservancia del art. 93 del Código Civil, ingresando en incongruencia
omisiva, violando el derecho a una debida fundamentación y motivación de la resolución, por
cuanto, respecto a la buena fe hubieran señalado que existiera Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis
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Organo Judicial confabulación de familiares para apropiarse de un inmueble que no les pertenece,
dicha afirmación no tendría ningún sustento probatorio, basándose únicamente en presunciones,
es decir, presumiendo la mala fe de los recurrentes, cuando dicho extremo jamás fue probado, no
teniendo sustento legal que el tema de familiaridad pueda ser un argumento valedero, habiéndose
infringido y violado los arts. 93 del Código Civil y 115 - 180 de la Constitución Política del Estado.5.
Expresaron que con relación al recurso de apelación en el efecto diferido, no hubieran observado
los requisitos que hacen viable que un tercero pueda demandar la nulidad de contrato si no es parte
del mismo, y que en el presente caso son sujetos de la relación contractual Crispín Ibáñez Mamani
y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, siendo que los reconvinientes Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime
Javier Martínez Choque tienen una relación contractual con Irene Solange Montecinos Villca y Jorge
Gonzalo Chambi Vélez, aspecto que demostraría que los reconvinientes no hubieran tenido ninguna
relación contractual con Crispín Ibáñez Mamani ni con Lidia Pérez Pérez de Ibáñez mucho menos
con Marco Antonio Ibáñez Pérez o Cinthia Ibáñez Pérez, extremo que hubiera infringido los arts.
115.II y 180.I de la Constitución Política del Estado.Respuesta al recurso de casación.De la revisión
del expediente de usucapión quinquenal u ordinaria, se evidenció que cursa respuesta al recurso de
casación en los siguientes términos:1. Manifestaron respecto a que se hubiera vulnerado la garantía
del debido proceso en su elemento de motivación y fundamentación por inobservancia del art. 229
de la Ley 439, el incidente de nulidad dentro del proceso de usucapión sirve de antecedente al
presente proceso, toda vez que como consecuencia de ello quedó nulo y sin efecto alguno el
aparente derecho de propiedad de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez que pretendían
haber adquirido sobre el inmueble objeto de litigio, puesto que la declaración judicial de nulidad del
proceso de usucapión, supone que dicho proceso no surtió efecto alguno y que Crispín Ibáñez
Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez no adquirieron derecho de propiedad sobre el inmueble ubicado en
la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro, además, no se puede considerar el hecho
de que se hubiera realizado la venta años antes a la declaratoria de nulidad no supondría que esa
venta fue legal y que la misma no sea viciada de nulidad, tampoco incidiría el hecho de que ahora
los recurrentes no tuvieron conocimiento del incidente de nulidad del proceso de usucapión.
Respecto al justo título los demandados manifestaron que este no puede ser confundido con título
válido y eficaz, siendo que el justo título refiere a la idoneidad del título en virtud del cual el
usucapiente habría adquirido la propiedad de quien no era su verdadero dueño.2. Señalaron que
respecto a la errónea fundamentación por no ingresar a la valoración de la prueba de cargo y por
aplicar indebidamente la teoría de los actos propios, la cláusula quinta de la Escritura Pública N°
175/2011 las partes intervinientes estipularon que Marco Antonio Ibáñez Pérez y Cinthia Ibáñez
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Pérez tomarán posesión cuando dejarían de existir los vendedores Crispín Ibáñez Mamani y Lidia
Pérez de Ibáñez, siendo que la estipulación de esta cláusula fue correctamente interpretada por el
Tribunal de alzada en el marco de la teoría de los actos propios, que vincula y reata a las partes al
contenido de su propia manifestación expresada de manera libre y voluntaria. 3. Expresaron que
respecto al error en la valoración de la prueba, los recurrentes acusan que no se hubiera valorado
la prueba documental, testifical confesión e inspección, prueba que contrarrestaría la manifestación
de voluntad inserta en al cláusula quinta de la Escritura Pública N° 175/2011; al respecto, refiere
que la declaración referida en la cláusula quinta Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352
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constituiría una manifestación de voluntad por determinación de los arts. 175-IV y 162-II del Código
Procesal Civil, constituiría una confesión extrajudicial, haciendo plena prueba y que en el marco de
la teoría de los actos propios no puede ser desconocida. 4. Refirieron que respecto al error en la
fundamentación sobre a la buena fe, los recurrentes sostendrían que la buena fe se presume y la
mala fe se prueba, y que contrariamente el Tribunal de alzada hubiera presumido que ellos no
tendrían la posesión de buena fe por considerar que existió confabulación entre padres e hijos, sin
que esta conclusión se sustente en ningún medio probatorio; al respecto, debemos señalar que en
la usucapión quinquenal la buena fe se refiere a aquella conducta que hubiera tenido el usucapiente
a momento de adquirir la propiedad de quien no era el verdadero propietario y que, en el presente
caso, no medió la buena fe de los usucapientes, por cuanto, no medio la intención verdadera y de
buena fe de celebrar un acto traslativo de propiedad, sino que medio la intención de engaño y
confabulación. 5. Manifestaron que respecto a la errónea fundamentación de la apelación diferida
los recurrentes acusan que el Tribunal de alzada no hubiera considerado la jurisprudencia referida
a la legitimación activa para demandar la nulidad, por cuanto, los demandados no tendrían relación
con las partes intervinientes en la Escritura Pública N°175/2011; al respecto, señalaron que su
legitimación activa no puede ser limitada al hecho de que no formen parte del contrato, sino, por el
contrario, se reconociera la legitimación a cualquier persona que tenga interés legítimo, y que, en
el presente caso, el hecho de ser legítimos titulares del bien inmueble que en parte habría sido
transferido por quienes no son sus legales propietarios, les legitimaría para demandar la nulidad de
contrato.

RATIO DECIDENDI

FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN

Para hacer más comprensible la resolución expondremos algunos antecedentes esenciales que se
generaron en el caso de autos de la siguiente manera: Cinthia Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez
Pérez plantean demanda ordinaria de usucapión quinquenal, en contra de Vilma Eugenia Chambi
Vélez y Jaime Javier Martínez Choque, manifestando que por la Escritura Pública N° 175/2011 de 02
de febrero de 2011 se acreditaría que Crispín Ibáñez y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez les hubieran
transferido a título de compraventa una fracción del bien inmueble con Matrícula
N°4011010022055, en una fracción de 166.57 m2 ubicado en la calle Washington N° 1174 entre
Cochabamba y Caro, signado como fracción “A” de la ciudad de Oruro, derecho propietario de estos
señores adquirido a través de demanda de usucapión extraordinaria tramitada ante el Juzgado de
Partido N° 2 en lo Civil y Comercial de la ciudad de Oruro.Asimismo, alegan que con ese título se
habría inscrito su derecho propietario en el registro de Derechos Reales bajo la Matrícula N°
4011010030354, el mismo que fue registrado el 06 de abril de 2011, y que, desde esa fecha
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

comenzaría a correr el plazo de la usucapión quinquenal, habiendo transcurrido más de 8 años y 5


meses que se encontrarían en posesión como verdaderos titulares, usando, gozando, disfrutando y
disponiendo del mismo, habiendo realizado trámites de obtención de línea municipal en la Alcaldía
de Oruro así como realizaron los pagos de impuestos anuales desde las gestiones 2011 al 2018.
También, alegan que en fecha 22 de noviembre de 2018 fueron sorprendidos con una querella penal
por el supuesto delito de estelionato que les siguen los señores Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime
Javier Martínez Choque, donde estos señores afirmarían ser propietarios últimos del bien inmueble
objeto de litigio en una superficie de 341.46 m2 y que junto a la querella se adjuntó a una resolución
de incidente de nulidad de la gestión 2013 dentro del fenecido proceso de usucapión decenal
instaurado por Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez en contra Impresión: 14-09-
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial de Eliana Marlene Herrera Molina.Consecuentemente, a
tiempo de contestar de forma negativa a la demanda y reconvenir nulidad de contrato por falta de
objeto, señalan que la usucapión quinquenal debe cumplir requisitos como ser justo título, que la
transferencia haya provenido de quien no era verdadero dueño, la buena fe del adquirente y la
posesión, y en el caso presente los demandantes Cinthia Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez
no cumplirían con el requisito de buena fe, por cuanto, omitieron señalar que son hijos de Crispín
Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez y que en tal calidad conocían los antecedentes del
proceso de usucapión que sus padres de forma ilegal hubieran tramitado ante el Juzgado de Partido
2° en lo Civil y Comercial de la ciudad de Oruro, pretendiendo apropiarse del inmueble ubicado en
la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro. Asimismo, los
demandados reconvienen por nulidad de contrato por falta de objeto del contrato de compraventa
de una fracción de terreno de 166.57 m2 ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba
y Caro de la ciudad de Oruro y por la Escritura Pública N° 304/2017 de 04 de abril de 2017, evidencia
que hubieran adquirido al título de compraventa de Irene Solange Montecinos Villca y Jorge Gonzalo
Chambi Vélez, el bien inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro
y posterior registro de su derecho propietario en Derechos Reales, bajo el asiento A-8 de la Matrícula
N° 4011010020877, en fecha 07 de abril de 2017.El Juez A quo dictó Sentencia, con el argumento
de que la cláusula quinta de la Escritura Publica N° 175/2011, establece que Crispín Ibáñez Mamani
y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, señalaron que Marco Antonio y Cinthia Ibáñez Pérez, tomaran
posesión cuando dejen de existir, por lo que seguirán ocupando el inmueble hasta su últimos días
de existencia, de lo cual la posesión de los demandantes no es exclusiva, además que la posesión
que refieren haber ejercido los demandantes habría sido interrumpida por el proceso penal de 22
de noviembre de 2018, y con el incidente de nulidad presentado por David José Bravo Mendizábal
en contra de los terceros Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez de 30 de noviembre
de 2012, aspectos que se encontrarían corroborados por las declaraciones testificales de cargo
confesión judicial de cargo, inspección judicial, empero por la prueba documental que apareja la
parte demandada, se evidencia que el antecedente dominial de la parte demandante se encuentra
viciado de nulidad, puesto que el proceso de usucapión decenal ha sido declarado nulo y cualquier
documento logrado como efecto de aquel proceso, no tiene eficacia jurídica alguna, siendo nula la
Escritura Pública N° 175/2011 de 02 de febrero de 2011,argumentos con los que declaró Improbada
la demanda de usucapión quinquenal y Probada la demanda de nulidad de contrato por falta de
objeto.Ahora bien, conforme los argumentos señalados en el Auto de Vista N° 43/2022 de 11 de
enero, se tiene que el Tribunal de alzada asumio una determinación con base a que, en el presente
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

caso, no concurre el justo título, toda vez que el título del cual deviene la propiedad de los
demandantes de usucapión quinquenal, jamás fue título idóneo, al no tener objeto, es decir, que al
haberse declarado nulo el título de los vendedores, por el efecto de la retroactividad su título
también debe ser considerado con los mismos efectos. Asimismo, se tiene que por la cláusula
quinta, los usucapientes no hubieran tenido la posesión exclusiva, ya que la mencionada cláusula
hace referencia a que la posesión de los demandantes se efectivizaría cuando los vendedores
fallecieran, por cuanto dicho hecho contravendría sus propios actos, los que fueron exteriorizados
de manera voluntaria ante la libertad autonómica de las partes suscribientes del contrato, por lo
que su Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 | www.tsj.bo
Página 12/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial posesión no inicio ni fue exclusiva,
siendo que no cumplieron con los requisitos del art. 134 del Código Civil.Estando relatado lo esencial
del caso de autos, se pasa a resolver el recurso de casación.1. Absolviendo el primer agravio, en
sentido de que se hubiera vulnerado la garantía del debido proceso en su elemento de motivación
y fundamentación por inobservancia del art. 229 de la Ley 439, en el entendido de que el Tribunal
de alzada hubiera considerado que los recurrentes no tuvieran justo título al determinar que el
mismo no nació a la vida jurídica porque devendría de un proceso fraudulento de usucapión
extraordinaria, basándose en un hecho posterior a su derecho de propiedad, no teniendo presente
que el contrato de compraventa ya existía el año 2011 al igual que la inscripción en Derechos Reales,
aspectos que determinarían que su título es idóneo, cuando el incidente de nulidad de obrados del
proceso de usucapión extraordinaria se suscitó en el año 2013, no habiendo sido parte de dicho
incidente no se cancelaron sus títulos, sino se pronunciaría únicamente la nulidad del proceso de
usucapión; por dichos aspectos consideraría que el Tribunal Ad quem incurrió en vulneración del
debido proceso en su elemento de fundamentación y motivación, lesionando el derecho a la tutela
judicial efectiva art. 115 y 180 de la Constitución Política del Estado y arts. 229 del Código Procesal
Civil y 1319 del Código Civil.Del argumento traído a casación, se tiene que una vez identificado el
agravio, debemos señalar que respecto al justo título este Tribunal Supremo de Justicia ha sentado
doctrina que define como aquel que reúne los requisitos de validez tanto intrínsecos como
extrínsecos, se trata de un título que está rodeado de todas las formalidades y demás requisitos
indispensables para la transmisión del dominio, los cuales van a dotar al título de eficacia jurídica, y
que, en el presente caso, se debió considerar como justo título a la Escritura Pública N° 175/2011
de 02 de febrero, porque ese título reúne las condiciones de validez de un contrato, y el mismo es
título suficiente para demandar usucapión quinquenal. No podría considerarse nula a la referida
escritura pública, si es que no se tiene una resolución judicial que haya declarado su nulidad, tal
como señala el art. 546 del Código Civil, puesto que los vendedores Crispín Ibáñez Mamani y Lidia
Pérez Pérez de Ibáñez adquirieron el derecho propietario del inmueble ahora en litigio a través de
un proceso de usucapión favorable registrado en Derechos Reales el 30 de marzo de 2009, y con ese
derecho propietario realizaron la transferencia en favor de los compradores Marco Antonio Ibáñez
Pérez y Cinthia Ibáñez Pérez el 02 de febrero de 2011, los que demostraron durante todo el proceso
que ellos compraron pensando que los vendedores eran los propietarios, demostraron la buena fe
que tenían en el momento de la adquisición; por lo tanto, el conocimiento posterior sobre la falta
de derecho propietario de sus vendedores no les perjudica, más bien configura uno de los
presupuestos de la usucapión quinquenal, el cual se descubre que el vendedor no era el verdadero
propietario, el cual resulta ser uno de los presupuestos que señala el art. 134 del Código Civil.Sobre
la buena fe, debemos señalar que el hecho de que se haya realizado el contrato de compraventa
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

entre familiares, como es el caso, no demuestra que hubiera estado exento de la buena fe de las
partes, por cuanto, se tiene demostrado por la prueba documental que los vendedores transfirieron
el inmueble años antes a la declaratoria de nulidad de proceso de usucapión decenal, aspecto que
demuestra que existió buena fe en los compradores y vendedores a tiempo de transferir el inmueble
ahora objeto de litigio. Además, resulta irracional considerar que por existir lazos de familiaridad
entre vendedores y compradores se debiera presumir que no concurrió este requisito, Impresión:
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial puesto que, como se dijo, el título del vendedor no se
encontraba cuestionado lo contrario implicaría juzgar con sesgo y amparado en presunciones,
siendo que en el presente caso no se llegó a probar la mala fe de los demandantes de usucapión
quinquenal u ordinaria por ningún elemento probatorio, considerando que el art. 93.I y II del Código
Civil señala: “I. El poseedor es de buena fe cuando cree haber adquirido del verdadero propietario
o titular de la cosa o el derecho II. La buena fe se presume; quien alega que hubo mala fe, debe
probarla”. Al margen de lo expuesto, corresponde aclarar que la buena fe se encuentra descrita
como una presunción judicial, la cual admite prueba en contrario que debe merecer elemento
probatorio; sin embargo, los de instancia asumieron que concurre una presunción judicial, cuando
no se reúne los requisitos descritos por el 1320 del Código Civil: que sean graves, precisas y
concordantes, los que no están justificados en el caso de autos.Conforme el argumento del Tribunal
de garantías se hubiera incurrido en contradicción, toda vez que se daría vigencia a la Escritura
Pública N° 175/2011, al momento de su celebración, cuando a tiempo de la suscripción del contrato
los vendedores no debieron ser propietarios del bien, es decir los propietarios no debieron haber
ostentado derecho de propiedad sobre el inmueble transferido a momento de su suscripción.
Asimismo, refieren que ha considerado que es justo título porque cumple los requisitos de validez
de una Escritura Pública, sin realizar un análisis del justo título, específicamente en una acción de
usucapión quinquenal, no se explica por qué la Escritura Pública N° 175/2011 devendría de alguien
que no es propietario del bien inmueble.Con base a estos antecedentes, señalaremos las siguientes
consideraciones.Circunscribiendo nuestro análisis a la usucapión quinquenal u ordinaria, debemos
señalar que el art. 134 del Código Civil, refiere: “quien en virtud de un título idóneo para transferir
la propiedad adquiere de buena fe un inmueble de alguien que no es su dueño, cumple la usucapión
a su favor poseyéndolo durante cinco años contados desde la fecha en que el título fue inscrito”.En
ese entendido, la norma antes descrita señala con claridad los requisitos que debe reunir la
usucapión ordinaria, que son: título idóneo (justo título), buena fe en la posesión, transcurso del
tiempo y posesión (pública, pacífica, continuada e ininterrumpida); requisitos que deben ser
comprobados judicialmente para favorecerse de ella.A efectos de definir el requisito del justo título
conforme a la doctrina aplicable descrita en el presente fallo, recurriremos a Borda, que en su obra
Tratado de Derecho Civil (Derechos Reales I, pág. 317) señala: “Se llama justo título aquel que es
suficiente para la transmisión del dominio y que realmente lo hubiera transmitido de haber sido el
transmitente el verdadero propietario del inmueble…”, es decir, es aquel título que cuenta con todas
las formalidades indispensables para transmitir el derecho propietario, siendo que si hubiera
emanado del verdadero propietario, la transferencia sería perfecta.En este entendido, la usucapión
quinquenal procede cuando se tiene evidencia de que una persona ha adquirido el derecho de
propiedad de quien no era su dueño, cuando creía que era el dueño, o sea, se activa la usucapión
quinquenal cuando ha tomado evidencia de que el vendedor no hubiera adquirido de manera
regular el bien, es decir que no era dueño de la cosa que se le transfirió y con probabilidad el
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verdadero titular pudiera instaurar algún juicio que observe la validez del título y para ello el
ordenamiento civil establece la posibilidad de adquirir el derecho mediante la usucapión
quinquenal, y esta vez se dirige la acción en contra del que ostenta el derecho registrado y ya no en
contra del vendedor.En el presente caso, debemos precisar de manera enfática que la Escritura
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título para los usucapientes, puesto que con ese documento están alegando que han adquirido de
buena fe el derecho de propiedad del alguien que en ese momento tenía título registrado en
Derechos Reales.Asimismo, debemos referir que en el caso de autos, se entiende que los
usucapientes han tomado conocimiento de que ese título, Escritura Publica N° 175/2011 ha sido
anulado por el incidente de nulidad planteado en el proceso de usucapión decenal, este aspecto
determina que los actuales demandantes han adquirido de quien no era su verdadero dueño, pues
el acto procesal que ha determinado ese extremo es la resolución judicial emitida en el incidente de
nulidad planteado por David José Bravo Mendizábal, dentro del proceso de usucapión decenal o
extraordinaria, seguido a instancia de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez.El Código
Civil no describe si al momento de la transferencia el título del vendedor tenga que estar anulado o
deba estar vigente; al contrario, de acuerdo con la postura del doctrinario argentino Borda, se
entendería que el título del vendedor tendría que estar vigente. La observación en la Acción de
Amparo Constitucional radica en el hecho de que el título del vendedor al momento de la venta
deba estar anulado y con ello el requisito de los compradores se cumpliría, esa tesis no es la correcta.
Pues la situación de la carencia del derecho de propiedad del vendedor podría generarse en forma
posterior a la venta realizada cuyo derecho de propiedad pueda quedar reducido, suprimido o
anulado, con la cual mutaría a situación del vendedor respecto a la titularidad de la cosa vendida, y
de darse ese caso, el comprador asumiría que compró la cosa de quien no era el verdadero
propietario.Por otro lado, si se probare que, al momento de la adquisición del derecho de
propiedad, el comprador hubiera conocido que el título del vendedor se encuentra afectado y no es
el dueño, no concurriría la buena fe, no operaría la usucapión quinquenal, es decir que los
compradores sabrían que su vendedor no es dueño o su título fuera nulo, en ese caso no habría
buena fe en los compradores.También corresponde aclarar al tema de la cosa juzgada generado con
el incidente de nulidad de obrados. Al efecto, se entiende que en el proceso ordinario de usucapión
decenal tramitado por Crispín Ibañez Mamani y otra contra Eliana Herrera Molina, el Juez hubiera
declarado la nulidad de obrados que abarca a la sentencia pronunciada en dicho proceso, se
entiende que se dejó sin efecto el título de propiedad de los usucapientes; sin embargo, en dicho
incidente Cinthia Ibañez Pérez ni Marco Antonio Ibañez Pérez no participaron como partes ni como
terceros, por lo que, el incidente descrito no podría afectarles a estos últimos que tienen registrado
un contrato de venta que les otorgó Crispín Ibañez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibañez. Es
evidente que el efecto de la nulidad trae consigo la consecuencia del efecto retroactivo y
reintegrativo; pero dicho efecto no puede aplicarse a los compradores, porque estos no participaron
en dicho proceso de usucapión decenal ni fueron convocados con el incidente de nulidad resuelto
mediante un Auto definitivo, por analogía se aplica de la regla de los efectos de la sentencia, y al
caso en concreto la última parte del párrafo II del art. 229 del Código Procesal Civil, que determina
los alcances de la sentencia: “También alcanza los efectos de la sentencia a las personas que trajeren
o derivaren sus derechos de aquellas. En ningún caso afectará a terceros adquirentes de buena fe a
título oneroso de bienes o derechos y que tengan título inscrito en el registro público
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

correspondiente”. Este imperativo condice con al apotegma de que nadie puede sufrir una condena
o sanción si no ha tenido la oportunidad de contradecir una pretensión.Sobre dicho argumento
corresponde citar el criterio doctrinario de Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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Gonzalo Castellanos Trigo, quien en su obra Análisis Doctrinal del Nuevo Código Procesal Civil, Tomo
III, cometario al citado articulado señala: “En conclusión, en cuanto a los límites subjetivos de la
sentencia, debe seguirse una línea rectora de que la sentencia debe ser acatada y respetada por
todos, pero nadie que no haya sido parte, puede perjudicarse con ella si no tuvo conocimiento
legítimo derecho de contradecir en el proceso”. La disposición citada tiene una similitud al
contenido descrito en el art. 194 del Código de Procedimiento Civil abrogado, el cual señalaba:
“(ALCANCES DE LA SENTENCIA). Las disposiciones de la sentencia sólo comprenderán a las partes
que intervinieren en el proceso y a las que trajeren o derivaren sus derechos de aquellas”, el efecto
reflejo descrito en esta nomenclatura fue interpretada por el Tribunal Constitucional en sentido de
que: “Los alcances de la resolución, de la sentencia propiamente dicha, están también regulados
por el adjetivo civil que señala: ‘(Alcances de la sentencia) Las disposiciones de la sentencia sólo
comprenderán a las partes que intervinieren en el proceso y a las que trajeren o derivaren sus
derechos de aquellas.’ De donde resulta que la sentencia sólo surte efectos legales entre los que
han sido parte en el proceso en que se ha dictado y en relación a aquellas personas que trajeran o
derivaren derechos de las partes como los causahabientes a título universal”, así fue descrito en la
Sentencia Constitucional Nº 0167/2010-R de 17 de mayo de 2010.Por lo que, se concluye que la
nulidad procesal dispuesta en fase de ejecución de sentencia del proceso ordinario de usucapión
decenal no podría generar efecto a Marco Antonio y Cinthia Ibañez Pérez, puesto que estos
adquirieron el derecho de propiedad en razón de un contrato de venta (Escritura Publica N°
175/2011).Se concluye en este punto que los actores al momento de iniciar la demanda de
usucapión quinquenal contaban con el justo título y la buena fe con la adquisición del derecho de
propiedad, mediante un contrato de venta plasmado en la Escritura Publica N° 175/2011. Sin
embargo, como se apreciará posteriormente, al no estar acreditado los presupuestos de la
usucapión quinquenal, resulta inviable la concesión de la usucapión y corresponde otorgar lugar a
la reconvención.2. Denuncian que el Tribunal Ad quem hubiera incurrido en errónea
fundamentación al no valorar la prueba de cargo aplicando erróneamente la teoría de los actos
propios, considerando que lo señalado en la cláusula quinta del contrato de compraventa no podría
ser superado por ningún medio de prueba ni testifical ni ningún otro, además de no haber
considerado que ingresarían en posesión desde la fecha de suscripción del contrato de compraventa
ejerciendo tanto el corpus como el animus, siendo que existen otras teorías como el de la
interversión del título que resulta aplicable al caso de autos, puesto que una cosa señala la cláusula
quinta y otra es la interversión de título citando al Auto Supremo Nº 37/2020, esta última se ha dado
desde el momento que ingresaron en posesión del inmueble y que demuestran su voluntad de
poseer el bien. Citando las pruebas documentales que cursan a fs. 55, 57, 61 a 62, 116 a 117, 64 a
71, 72 a 84, 87 a 104, 105, 118 a 132, 885 a 889, 52 a 54, 867 a 878 que demuestran que los
vendedores no han estado en posesión, y los testimonios de los testigos (fs. 867 a 878) que
demuestran que adquirieron el derecho de propiedad y se encuentran en posesión del mismo,
inspección (885) y confesión provocada (fs. 875 a 884) emplazada a los vendedores, quienes
afirmaron que no se encuentran en posesión del bien inmueble.Estas pruebas no fueron valoradas
por el Tribunal de alzada, puesto que se ha acreditado su posesión, por lo que la interversión del
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título se ha dado desde el 06 de abril de 2011.Asimismo, en este punto corresponde absolver el


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16/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial cuestionamiento de la denuncia de error de
hecho en la valoración de la prueba descrita en el apartado 3 del resumen del recurso de casación,
en la que cita como normas violadas a los arts. 145 de Código Procesal Civil y 1283 del Código Civil.
Hubo error en la valoración de la prueba, puesto que no se dieron la molestia de valorar las pruebas,
fueron soslayadas por aplicar indebidamente la teoría de los actos propios, cuando concurre la
teoría de la interversión del título; manifiestan que debió valorarse la prueba documental que
cursan a fs. 55, 57, 61 a 62, 116 a 117, 64 a 71, 72 a 84, 87 a 104, 105, 118 a 132, 885 a 889, 52 a 54,
867 a 878 que demuestran que los vendedores no han estado en posesión, y los testimonios de los
testigos (fs. 867 a 878) que demuestran que adquirieron el derecho de propiedad y se encuentran
en posesión del mismo, inspección (885) y confesión provocada (fs. 875 a 884) emplazada a los
vendedores, quienes afirmaron que no se encuentran en posesión del bien inmueble.Por otra parte,
el Ad quem dedujo que no se tuvo la posesión exclusiva basada en la documental a fs. 498, puesto
que los vendedores tenían una fracción inicial de 333,14 m2 (fs. 48), del cual les transfirió la
superficie de 166,57 m2 (fs. 55 a 56) y esos vendedores siguen viviendo en la otra fracción, esa
documental (fs. 498) no hace esa distinción. Sobre este punto, la Sala Constitucional en la Resolución
Constitucional Nº 147/2022, de 02 de diciembre de 2022, en el segundo punto del apartado V,
cuando analiza sobre la denuncia en el recurso de casación sobre la aplicación de la teoría del acto
propio y lo asumido en el Auto Supremo 22/2022 expresó lo siguiente: “lo que el Tribunal (…) ha
hecho es justificar eso y convertir esta cláusula quinta como una cláusula de usufructo, sin analizar
otros componentes vinculados al acto propio y dice merced a esa cláusula (…) s que se ha dado la
de constituto posesorio, entonces los vendedores ya no son poseedores, son simplemente
detentadores a cargo de los compradores que son los hijos y ahí es donde se advierte la vulneración
del debido proceso en su componente incongruencia, porque no sea pedido eso, lo que se ha pedido
es que se analice el componente de interversión del título y para que serviría esta interversión del
título y que emergencias podría otorgar, no se ha mencionado en forma laguna esa posibilidad (…)
si se considera que es una cláusula de usufructo se ha producido por la intervención de los sujetos,
la constituto posesorio (…) pero eso nunca ha sido solicitado en el recurso de casación”.La Sala
Constitucional Segunda, que ejerce el control de los derechos de las partes, ha definido que el
recurrente de casación solo ha solicitado que se analice la figura de la interversión del título, dando
a entender que esta figura se genera cuando un detentador se convierte en poseedor, y además
que se debió analizar dicha figura en consonancia con el resto de los otros argumentos que generó
el Tribunal de alzada, y que no se ha solicitado aplicar la figura de la constituto possessorio.Primero,
la Sala de apelación asumió criterio en sentido de que, acorde con el testimonio de Escritura Pública
N° 175/2011 de 02 de febrero (fs. 52 a 54 vta.), esta sostendría que los compradores tomarán
posesión cuando dejen de existir los vendedores, por lo que seguirán ocupando el bien inmueble
hasta sus últimos días, y en la cláusula sexta, que ambas partes dan su conformidad a todas y cada
una de las cláusulas estipuladas en el documento, comprometiéndose a su fiel y estricto
cumplimiento, aspecto que no podría ser desconocido, por cuanto de dicho hecho contravendría
sus propios actos.Sobre ese argumento se acusa que la teoría de los actos propios se encuentra
superada por la tesis de la interversión del título: al respecto, recordando lo asumido por la Sala
Constitucional, y el Auto Supremo Nº 137/2020 de 21 de febrero, invocado por los recurrentes en
su escrito Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 |
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www.tsj.bo Página 17/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial de casación. Se entiende
que la Sala Constitucional limitó la teoría de la interversión de título a la situación jurídica de la
modificación de la causa de la posesión de un detentador a poseedor. Lo cual no se encuentra
justificado, puesto que los recurrentes afirman que adquirieron el derecho de propiedad de los
señores Crispín Ibañez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibañez, no se describe cuál su postura de
detentación que tuvieran los recurrentes. Al margen de ello, el Ad quem en su resolución determinó
que nadie podría ir en contra de sus propios actos, ya que lo escrito en la cláusula quinta del contrato
de venta determinaría que los compradores no ingresarían en posesión del bien. Los recurrentes de
casación no explican por qué la descripción de acto propio no sería inmutable y por qué beneficiaría
o perjudicaría a los actuales demandantes. Tan solo hacen referencia a la prueba documental,
testifical, inspección y confesión provocada a terceros, que solo podría equipararse a la prueba
testimonial, para fundar que se generó una interversión del título, cuando esa figura en el concepto
cerrado que le otorgó la Sala Constitucional Segunda, es una modificación de la causa de la posesión,
de detentador a poseedor propiamente dicho. Se hace notar que no se ingresa a considerar la figura
del constituto possessorio, tomando en cuenta que la Sala Constitucional ha definido que los
recurrentes no han pedido tal situación, por lo que no podría analizarse los efectos que generó la
cláusula quinta en sentido de que constituye o no un constituto possessorio, así describe el fallo del
Tribunal de Garantías Constitucionales.Segundo, en cuanto a la valoración de la prueba, el Tribunal
de alzada sostuvo que la misma no podría ir en contra de lo estipulado en la cláusula quinta del
contrato objeto de litis, en donde se definió que los compradores no ingresarían en posesión del
bien inmueble.Dicho aspecto tampoco se encuentra cuestionado, los recurrentes solo hacen alusión
a la tesis que se generó la interversión del título, invocando jurisprudencia sobre tal teoría, en
sentido de que el detentador puede modificar su estatus en la de poseedor. Un aspecto que se
maneja en el sistema recursivo en la identificación del agravio y el modo de su infracción, el cual no
fue cumplido en el recurso de casación, puesto que se limitó a mencionar que la teoría de la
interversión del título supera a la doctrina del acto propio, cuando dicho postulado es incorrecto,
ambas son teorías independientes. La primera determina que una persona no puede generar una
modificación a conducta luego de haberla expuesto, es decir que prohíbe a una persona ir en contra
de su propio comportamiento demostrado con anterioridad para limitar los derechos de la otra
parte; la segunda, desde el punto de vista del tribunal de garantías y el precedente judicial descrito
por los recurrentes, importa una modificación de la categoría de detentador a la de poseedor. La
primera tesis de la doctrina del acto propio no ha sido cuestionada, no se ha justificado por los
recurrentes de por qué esta tesis describiría su inmutabilidad y no sería oponible frente a los
recurrentes, eso no está descrito en el recurso de casación, ni con jurisprudencia ni con doctrina del
derecho sustancial o procesal. Por otra parte, la doctrina de la interversión de título importa una
modificación de la causa de la posesión, esta tesis no tiene una orientación doctrinaria ni
jurisprudencial en sentido de que subordine a la teoría de los actos propios. Ambas son
independientes y tiene una forma distinta en su aplicación. Por lo que, al no estar cuestionada la
teoría de los actos propios, se entiende que no ha cumplido con la exigencia de justificar el agravio
en los términos que describe el numeral 3.I del art. 274 del Código Procesal Civil. En cambio, en lo
que concierne a la teoría de la interversión de título, si bien tiene un argumente en el sentido de
que la misma supera a la teoría de los actos propios; Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº
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Judicial sin embargo, del análisis efectuado se entiende que esa postura no es correcta, ambas
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teorías no se encuentran subordinadas la una de la otra, razón que hace infundable el argumento
traído en casación sobre este punto, ya que el Tribunal de Garantías (fs. 1298) describe que se
analice la teoría de la interversión de título, es una resolución constitucional a que se debe dar
estricto cumplimiento, conforme determina el art. 40 de Código Procesal Constitucional.Por otra
parte, en cuanto a la valoración de la prueba, inicialmente el Tribunal de garantías, asumió que no
se puede ingresar a efectuar la valoración de la prueba, refiriéndose la prueba documental; sin
embargo, en líneas posteriores, sin efectuar un criterio de razonabilidad, en lo referente a la prueba
testifical, inspección y confesión refirió que la apreciación es inadecuada, pues se limitaría a
considerar la posesión de los demandantes.Asimismo, respecto a que no se hubiera valorado toda
la prueba referente a su posesión, limitando su decisión en la cláusula quinta del contrato de
transferencia, el Tribunal Ad quem refirió que, si bien pudiera existir la manifestación de testigos e
incluso confesión de los propios vendedores sobre su posesión, dichos elementos no son
permisibles en cuanto la manifestación de documentos anteriores, estableciéndolo así el art. 1328
del Código Civil, normativa que se encuentra vinculada al art. 1289 del mismo cuerpo legal y
relacionada con el art. 162 del Código Procesal Civil, por cuanto, la valoración realizada por el Juez
de instancia fue correcta, no siendo concurrente prueba alguna que hubiera contradicho lo
manifestado en la Escritura Pública N° 175/2011.De igual manera, respecto a que hubiera existido
una errónea valoración de la prueba, el Tribunal de alzada manifestó que la confesión realizada por
los vendedores de los demandantes no puede ser considerada para desvirtuar lo establecido en el
testimonio de Escritura Pública N° 175/2011, por cuanto, no puede considerarse como prueba
contra documentos fehacientes de data anterior, aspecto regulado en el art. 162 del Código Procesal
Civil.Al respecto, debemos señalar que es obligación del juzgador admitir y producir la prueba, por
cuanto, este debe llegar a una determinación sobre la base de toda la prueba ofrecida y producida
dentro de la causa, en el presente caso, advertimos que el juez de instancia y el Tribunal Ad quem,
asumieron una decisión solo con el contenido de la cláusula quinta de la Escritura Pública N°
175/2011 de 02 de febrero, habiendo efectuado abstracción de la prueba producida y sustanciada
dentro del proceso de usucapión quinquenal y cerrado el criterio en sentido de que esa cláusula
sería inmodificable, por haberse aplicado la teoría de los actos propios.Dando cumplimiento a lo
dispuesto por la Sala Constitucional que ha emitido la Resolución Constitucional N° 147/2022, se va
a realizar el siguiente análisis de la prueba:De conformidad al art. 145 del Código Procesal Civil, que
señala: “I. La autoridad judicial al momento de pronunciar la resolución tendrá la obligación de
considerar todas y cada una de las pruebas producidas, individualizando cuáles le ayudaron a formar
convicción y cuáles fueron desestimadas, fundamentando su criterio. II. Las pruebas se apreciarán
en conjunto tomando en cuenta la individualidad de cada una de las producidas y de acuerdo con
las reglas de la sana crítica o prudente criterio, salvo que la Ley disponga expresamente una regla
de apreciación distinta. III. En la valoración de los medios de prueba, la autoridad judicial, apreciará
las mismas tomando en cuenta la realidad cultural en la cual se ha generado el medio probatorio”,
y el art. 1286 del Código Civil, que establece: “Las pruebas producidas serán apreciadas por el juez
de acuerdo a la valoración que les otorga la ley; pero si esta no determina otra cosa, podrá
apreciarlas conforme a su Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64
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se pasa a valorar la prueba tanto de cargo como de descargo, ofrecida y producida en el presente
proceso: Prueba documental de cargo. Cursante de fs. 44 a 48 consistente en Testimonio N°
1158/2008, de adjudicación de inmueble, suscrito por el Juez de Partido Segundo en lo Civil y
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Comercial de la ciudad de Oruro, a favor de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez,
que demuestra la adquisición del bien inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174, entre
Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro, con una superficie de 333,14 m2, inscrito en la matrícula
N° 401010022055.Asimismo, visible a fs. 51 plano de fraccionamiento emitido por el Gobierno
Municipal Autónomo de Oruro, que acredita el registro del inmueble, fracción A, con una superficie
de 166, 57 m2, en el Municipio de Oruro, a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez
Pérez.De la misma manera, corriente de fs. 52 a 54 vta., Testimonio de Propiedad N° 175/2011 de
transferencia de bien inmueble, suscrito entre Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez,
en calidad de vendedores, y Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, como compradores,
documental que demuestra que los compradores adquirieron la fracción A de un inmueble con una
superficie de 166,57 m2, ubicado en la avenida Washington N° 1174, entre Cochabamba y
Caro.Saliente a fs. 56, Folio Real a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez,
con matrícula N° 4011010030354, respecto a la fracción A, con una superficie de 166, 57 m2, con
fecha de inscripción de 06 de abril de 2011, documental que acredita el derecho propietario de los
demandantes de usucapión quinquenal. De la misma forma, visible a fs. 57, plano demostrativo a
nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, respecto a la fracción A, con una
superficie de 166,57 m2, el que acredita registrado en el Gobierno Autónomo Municipal de
Oruro.De fs. 58 a 63 cursan comprobantes de trámite administrativo de rotura de pavimentos,
solicitado por Marco Antonio Ibáñez Pérez, respecto del inmueble de calle Washington entre
Cochabamba y Caro, la que demuestra que los usucapientes han efectuado las conexiones de agua
potable al inmueble objeto de litigio.Cursante de fs. 64 a 71, Avalúo Técnico Inmobiliario del
inmueble de propiedad de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, respecto al inmueble
ubicado en calle Washington entre Cochabamba y Caro.Corriente de fs. 72 a 115, comprobantes de
pagos de impuestos anaules, pago de servicios básicos a nombre de Marco Antonio y Cinthia de
apellidos Ibáñez Pérez, los que acreditan que se han efectuados pagos, por concepto de servicios
básicos e impuestos anuales, a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, con
relación al inmueble ubicado en la Avenida Washington ente Cochabamba y Caro.A fs. 117 cursa
formulario de solicitud de cambio de nombre en el registro de propiedad de inmuebles, del
Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, a nombre de Marco Antonio Ibáñez Pérez, el que acredita
que se ha solicitado el cambio de nombre del inmueble ubicado en avenida Washington entre
Cochabamba y Caro.Obrantes de fs. 118 a 131, cursa certificados domiciliarios emitidos por la Policía
Boliviana, a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, certificaciones que
acreditan que los demandantes de usucapión tendrían como domicilio la avenida Washington entre
Cochabamba y Caro.De fs. 132 a 137, extractos de impuestos nacionales, que prueban la apertura
de dos tiendas comerciales de venta de aparatos, artículos y equipos domésticos, las que se
encuentran a nombre de los usucapientes quinquenales, Marco Antonio y Cinthia de apellidos
Ibáñez Pérez.Cursante de fs. 138 a 184 cursa, fotocopias simples del proceso penal por el delito de
estelionato seguido por Jaime Javier Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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Martínez Choque y Vilma Eugenia Chambi Vélez, contra Crispín Ibáñez Mamani, Lidia Pérez de
Ibáñez, Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, Freddy Bejarano Calderón y Teresa
Gonzales Mamani, documental que demuestra que se ha interpuesto demanda penal en contra de
los ahora demandantes de usucapión quinquenal y otros, de 22 de noviembre de 2018. Ahora bien,
mediante documental de fs. 138 a 160 vta., consistente en fotocopias simples de proceso penal por
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

estelionato seguido por Javier Martínez Choque y Vilma Eugenia Chambi Vélez, en contra de los
actuales usucapientes Cinthia y Marco Antonio Ibáñez Pérez e incidente de nulidad tramitado por
David José Bravo Mendizábal contra Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, dentro de
la demanda de usucapión decenal o extraordinaria; analizada la referida prueba, se tiene que el
primer proceso se generó luego de que el plazo de prescripción se hubiese consolidado, puesto que
el acto interruptivo debe generarse antes que se opere la prescripción adquisitiva y el segundo no
hubiera interrumpido la prescripción porque nunca se hizo conocer ni se notificó con actuado alguno
dentro del referido incidente de nulidad, por lo que no se enmarca en los supuestos del art. 1503
del Código Civil. Por la prueba documental ofrecida y producida por los demandantes de usucapión
quinquenal, se tiene que se han acreditado los actores generaron la titulación y registro del derecho
de propiedad sobre el inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro,
obtenido mediante la Escritura Publica N° 175/2011, su registro en la oficina de Derechos Reales
con matrícula N° 4011010030354, además, por la prueba consistente en facturas de pago de
servicios de agua y luz, se advierte que ambos servicios se encuentran registrados a nombre de los
demandantes de usucapión quinquenal.La prueba literal que salen de fs. 118 a 131 son referentes
al trámite de una certificación domiciliaria de los actores tramitada ante la Policía Boliviana,
describen que los demandantes se encuentran en posesión del inmueble objeto de litis, la
certificación fue emitida en noviembre de 2018, fecha posterior a la de efectuada la venta del
inmueble que data del 2011. Estas literales no demuestran la fecha del inicio de la posesión que los
demandantes hubieran mencionado en su escrito demanda, solo este medio de prueba puede
acreditar que en la gestión de 2018 se encontraban en posesión del inmueble objeto de la litis,
empero no modifica el criterio asumido por el Tribunal de alzada en sentido de que los demandantes
no podrían ir en contra de sus actos propios, refiriéndose a la cláusula quinta del contrato de venta
en favor de los demandantes. El resto de la documentación descrita solo acredita la titulación de su
derecho de propiedad en entidades públicas como la oficina de Derechos Reales y el municipio de
Oruro, y el registro de los servicios básicos para el referido inmueble.Por otra parte, con relación a
la prueba testifical de cargo se tiene, la cursante de fs. 851 a 858 que contienen las declaraciones
de los testigos de cargo,}.

PARTE DISPOSITIVA

POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional de Bolivia, con la
facultad conferida por el art. 42.I num. 1 de la Ley del Órgano Judicial de 24 de junio de 2010, y en
aplicación del Art 220.II del Código Procesal Civil declara INFUNDADO, el recurso de casación de fs.
1062 a 1079, interpuesto por Marco Antonio Ibáñez Pérez y Cinthia Ibáñez Pérez, contra el Auto de
Vista N° 43/2022 de 11 de enero, que cursa de fs. 1029 a 1042, pronunciado por la Sala Civil Primera
Comercial de Familia Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro. Con
costas y Impresión: 14-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 | www.tsj.bo
Página 36/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial costos.Se regula honorario del abogado
que contestó al recurso de casación en la suma de Bs.1.000.-Regístrese, comuníquese y
devuélvase.Relator: Mgdo. Juan Carlos Berrios Albizu.
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

AUTO SUPREMO TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIAS A L A C I V I LAuto Supremo: 611/2022Fecha:


24 de agosto de 2022Expediente: B-12-22-S. Partes: Etelvina Noé Maza c/ Francisco Edmundo Vaca
Cuéllar. Proceso: Usucapión decenal o extraordinaria.Distrito: Beni.VISTOS: El recurso de casación
de fs. 395 a 397, interpuesto por Etelvina Noé Maza contra el Auto de Vista N° 093/2022 de 09 de
mayo, corriente de fs. 391 a 392, pronunciado por la Sala Civil Mixta, Familia, Niñez y Adolescencia,
Violencia Intrafamiliar o Doméstica y Pública del Tribunal Departamental de Justicia del Beni, en el
proceso ordinario de usucapión decenal o extraordinaria seguido por la recurrente contra Francisco
Edmundo Vaca Cuéllar; la contestación de fs. 410 a 413 vta.; el Auto de concesión N° 90/2022 de 27
de junio, cursante a fs. 415; el Auto Supremo de Admisión N° 517/2022 de 25 de julio, saliente de
fs. 421 a 422, todo lo inherente al proceso, y: CONSIDERANDO I: ANTECEDENTES DEL PROCESO1.
Etelvina Noé Maza, por memorial saliente de fs. 2 a 5 vta., y subsanado por escrito a fs. 32, planteó
demanda ordinaria de usucapión decenal o extraordinaria contra Francisco Edmundo Vaca Cuéllar;
previa citación, el demandado se apersonó por memorial de fs. 155 a 160 vta., contestó
negativamente a la demanda y planteó demanda reconvencional por reivindicación y acción
negatoria, misma que fue negada por la parte demandante, oponiendo excepción de prescripción;
en este contexto, se señaló audiencia preliminar en la que se declaró como improbada la excepción
de prescripción planteada contra la demanda reconvencional; convocándose a audiencia
complementaria, a su conclusión el Juez Público Civil y Comercial 6° de la ciudad de Trinidad del
departamento del Beni, pronunció Sentencia N° 82/2021 de 14 de septiembre, cursante de fs. 359
a 363, que declaró IMPROBADA la demanda de usucapión decenal o extraordinaria y PROBADA la
demanda reconvencional de acción reivindicatoria, sin costas ni costos. 2. Resolución de primera
instancia que al haber sido recurrida en apelación por Etelvina Noé Maza, mediante escrito que sale
de fs. 371 a 374, mereció que el Juez de primera instancia, conceda dicho recurso en el efecto
suspensivo; remitido el expediente, la Sala Civil Mixta, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia
Intrafamiliar o Doméstica y Pública del Tribunal Departamental de Justicia del Beni emitió el Auto
de Vista N° 093/2022 de 09 de mayo, corriente de fs. 391 a 392, que CONFIRMÓ la Sentencia, con
costas, en base a los siguientes fundamentos:a) El sustento principal para denegar la usucapión,
reside en que la demandante no demostró el ingreso al inmueble en calidad de compradora,
asimismo las fotografías satelitales y el peritaje darían como data de la construcción una antigüedad
de tres años, prueba que es contundente.b) Las declaraciones testificales son circunstanciales y no
desvirtúan el peritaje y las fotografías satelitales.c) Las facturas de servicio de energía eléctrica,
plano de ubicación, acta Nº 01/2009 de 22 de octubre, certificado negativo nacional y declaración
jurada voluntaria notarial, no desvirtúan el contenido del informe pericial, en especial el certificado
de la junta vecinal que es contrario a las fotografías satelitales, de lo que se concluye que no se
demostró la posesión libre, pacífica y continuada por más de diez años.d) La calidad de detentador,
resulta irrelevante al no constituir el sustento principal de la decisión, ya que si dicha conclusión se
extrae del fallo, el mismo mantiene su coherencia puesto que la razón primordial para rechazar la
usucapión fue que no se demostró la posesión por más de diez años.3. Fallo de segunda instancia
que es recurrido en casación por Etelvina Noé Maza, según memorial que sale de fs. 395 a 397;
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1/9 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial recurso que a continuación se
considera.CONSIDERANDO II:CONTENIDO DEL RECURSO DE CASACIÓN Conforme a lo expuesto en
el recurso de casación interpuesto por Etelvina Noé Maza, se extractan los siguientes agravios:a)
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

Vulneración de su derecho a la vivienda y a la propiedad, por cuanto en la inspección judicial


demostró que construyó una vivienda y realizó mejoras en el terreno que posee y en el que se
comporta como propietaria. b) Las facturas de consumo de energía eléctrica y el plano de ubicación
adjuntos a la demanda, demuestran su posesión en corpus y animus.c) Según el acta N° 01/2009 de
22 de octubre, se evidenció que junto a otros vecinos tomaron posesión de los predios de Francisco
Edmundo Vaca Cuéllar, acordando pagar por los terrenos en su cuenta personal, lo que demuestra
el inicio de la posesión de buena fe.d) Es poseedora de buena fe por la existencia de un contrato de
venta verbal sobre el terreno conforme al art. 614 del Código Civil, que demuestra el
desprendimiento voluntario de la posesión del propietario y por ende desvirtúa que fuera
detentadora, por lo que no procede la acción de reivindicación.Fundamentos por los cuales solicitó
la emisión de un Auto Supremo que “revoque” el Auto de Vista recurrido, declarando probada la
demanda de usucapión.Contestación al recurso de casación.Francisco Edmundo Vaca Cuéllar, por
escrito de fs. 410 a 413 vta., contestó al recurso de casación en los siguientes términos:a) El recurso
de casación no cumple con ninguno de los requisitos previstos en el art. 274.I num. 2, y no identifica
si planteó casación en el fondo, en la forma o en ambos; por lo que, corresponde declarar la
improcedencia del recurso.b) Se formuló el recurso de casación como si se tratase de las
conclusiones previas a la emisión de la sentencia, sin fundamentar nada en contra del Auto de
Vista.c) Las pruebas de las que intenta valerse la recurrente, documentales, testificales y pericial no
demostraron la posesión pacífica e ininterrumpida de diez años; tampoco la copia simple de su
cédula de identidad la cual no prueba por sí misma la posesión aunque ahí figure como domicilio la
dirección del inmueble.d) El Certificado emitido por el Servicio General de Identificación Personal a
fs. 227, recién el año 2019 consigna el domicilio de la demandada en la urbanización 9 de Abril; y el
certificado emitido por el Servicio de Registro Cívico a fs. 224, consigna su recinto electoral en la
localidad de San Pablo, zona Costanera, Av. Costanera.e) La Certificación emitida por ENDE DEL BENI
S.A.M. a fs. 262, señala que la demandante es usuaria del servicio de energía eléctrica desde el año
2019, sin que demuestre la posesión; asimismo el plano de ubicación, la Certificación emitida por la
Junta Vecinal, y el Acta Nº 01/2009 de 22 de octubre, son documentos que se realizan a
conveniencia de los vecinos, no desvirtúan el derecho propietario ni fundamentan posesión.f)
Finalmente las imágenes satelitales e informe pericial, revelan que existe el asentamiento a partir
del año 2017; y la misma demandante le reconoce como propietario, por lo que su condición de
detentadora no cambió a poseedora.Por lo que solicitó se declare infundado el recurso de casación,
confirmando el Auto de Vista y la Sentencia. CONSIDERANDO III: DOCTRINA APLICABLE AL
CASOIII.1.- Respecto a las causales y requisitos de procedencia del recurso de casación. En el Auto
Supremo Nº 1115/2015 de 04 de diciembre, citado en el Auto Supremo N° 1244/2017 de 04 de
diciembre y reiterando la línea jurisprudencial asumida por este Tribunal, se ha señalado: “Al
respecto, corresponde referir que entre los requisitos intrínsecos del recurso de casación en el
fondo, se encuentra la motivación y fundamentación sobre los errores "in judicando" en que ha
incurrido el Tribunal al aplicar el derecho material en la decisión de la causa y están expresamente
previstos en los incisos 1), 2) y 3) del art. 253 del Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352
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Código de Procedimiento Civil, cuando indica que procederá el recurso de casación en el fondo en
los siguientes casos: 1) Cuando la Sentencia recurrida contuviere violación, interpretación errónea
o aplicación indebida de la ley, figuras jurídicas que son diferentes, pues, la primera implica que se
incurrió en una infracción directa de la ley por no haberse aplicado correctamente sus preceptos, es
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decir, es el error en que incurre el juzgador sobre la existencia y aplicación de una norma jurídica en
un caso concreto, la segunda, consiste en el error en que incurre el juzgador sobre la ratio legis de
una determinada ley, mientras que la última, consiste en la infracción de la ley sustantiva por
haberse aplicado sus preceptos a hechos no regulados por aquella, imponiéndose la obligación a los
recurrentes de especificar en qué consiste la violación, cuál debía ser la norma jurídica aplicable
correctamente o cual la interpretación debida; 2) Cuando contuviere disposiciones contradictorias;
y, 3) Cuando en la apreciación de las pruebas se hubiere incurrido en error de derecho o error de
hecho, errores también diferentes, en el primer caso se debe especificar los medios probatorios,
que aportados a obrados, el juzgador no le dio la tasa legal que la ley le otorga, y en el segundo caso,
se debe demostrar objetivamente el error manifiesto en el que hubiera incurrido el juzgador, habida
cuenta que la apreciación y valoración de la prueba es incensurable en casación, además éste último
debe de evidenciarse por documentos o actos auténticos, debiendo todo recurrente fundar su
impugnación en lo sustancial, en cualquiera de las causales que establece el citado art. 253 del
Código de Procedimiento Civil en sus tres ordinales…”. Respecto a lo anterior, el art. 271 del Código
Procesal Civil, al hacer referencia a las causales de casación, establece: “(Causales de Casación) I. El
recurso de casación se funda en la existencia de una violación, interpretación errónea o aplicación
indebida de la Ley, sea en la forma o en el fondo. Procederá también cuando en la apreciación de
las pruebas se hubiera incurrido en error de derecho o error de hecho. Este último deberá
evidenciarse por documentos o actos auténticos que demuestren la equivocación manifiesta de la
autoridad judicial. II. En cuanto a las normas procesales, sólo constituirá causal la infracción o la
errónea aplicación de aquellas que fueren esenciales para la garantía del debido proceso y
reclamadas oportunamente ante juezas, jueces o tribunales inferiores…”.Consecuentemente, no
existiendo disimilitud alguna entre el contenido de la norma derogada con la actual, el precedente
citado no quedó desplazado ni perdió vigencia respecto del desarrollo de las causales de
procedencia del recurso de casación, por lo que, son plenamente aplicables a la normativa en actual
vigencia contenida en el art. 271.I y II del Código Procesal Civil. III.2.- En relación al recurso de
casación y sus características.El Auto Supremo N° 237/2017 de 08 de marzo, citando al Auto
Supremo N° 381/2012 de 29 de octubre, señaló: “Cuando el recurso de casación se interpone en el
fondo, esto es por errores en la resolución de fondo o en la resolución de la controversia, los hechos
denunciados deben circunscribirse a las causales de procedencia establecidas en el artículo 253 del
adjetivo civil, siendo su finalidad la casación del Auto de Vista recurrido y la emisión de una nueva
resolución que en base a una correcta interpretación o aplicación de la ley sustantiva o eliminando
el error de hecho o de derecho en la valoración de la prueba, resuelva el fondo del litigio. En tanto
que si se plantea el recurso de casación en la forma, es decir por errores de procedimiento, la
fundamentación de agravios debe adecuarse a las causales contenidas en el artículo 254 del mismo
cuerpo legal, siendo su finalidad la anulación de la resolución recurrida o del proceso mismo, lo
primero sucede cuando la resolución Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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recurrida contiene infracciones formales y, lo segundo cuando en la sustanciación del proceso se
hubieren violado las formas esenciales del mismo y que se encuentren sancionadas con nulidad por
la ley. En ambos casos, es de inexcusable cumplimiento el mandato del artículo 258-2) del Código
de Procedimiento Civil, es decir, citar en términos claros, concretos y precisos la ley o leyes violadas
o aplicadas falsa o erróneamente y especificar en qué consiste la violación, falsedad o error;
especificaciones que deben hacerse precisamente en el recurso y no fundarse en memoriales o
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escritos anteriores ni suplirse posteriormente.De lo manifestado precedentemente se concluye que


el recurso de casación en el fondo y el de forma son dos medios de impugnación distintos, que
persiguen igualmente finalidades diferentes.”Se debe considerar además lo sostenido entre otros
muchos, el Auto Supremo No. 489/2013, de 19 de septiembre de 2013, en el que se teorizó que:
“…el recurso de casación en el fondo y el de forma son dos medios de impugnación distintos que
persiguen finalidades igualmente diferentes y que proceden ante supuestos igualmente disímiles.En
efecto, a través del recurso de casación en el fondo lo que se pretende es que el Tribunal de Casación
oriente la correcta aplicación o interpretación de la norma sustantiva o la adecuada valoración de
la prueba, en la resolución del mérito o fondo del tema que es objeto de la controversia o del litigio;
por su parte a través del recurso de casación en la forma lo que se pretende es que el Tribunal de
casación oriente sobre la correcta aplicación de las normas procesales que resultan esenciales para
el desarrollo del mismo y el resguardo de la garantía del debido proceso.En razón a la distinta
naturaleza de uno y otro recurso, la finalidad que pretenden así como la Resolución que les
corresponde a cada uno también es distinta, así, cuando se plantea recurso de casación en el fondo
la pretensión recursiva está orientada a que el Tribunal de casación case el Auto de Vista recurrido
y en base a la correcta aplicación o interpretación de la norma sustantiva emita pronunciamiento
resolviendo el fondo de la controversia o del asunto motivo del litigio. En cambio, cuando se deduce
recurso de casación en la forma, la pretensión recursiva está orientada a que el Tribunal de Casación
anule obrados a fin de reorientar o reencausar el correcto trámite del proceso en base a la correcta
aplicación de la norma adjetiva y en resguardo de las formas esenciales que garantizan el debido
proceso.”Esta distinción entre el recurso de casación en el fondo y en la forma, se encuentra
legislada en el art. 274.I num. 3 del Código Procesal Civil, que señala “Expresará con claridad y
precisión, la ley o leyes infringidas, violadas o aplicadas indebida o erróneamente interpretadas,
especificando en qué consiste la infracción, la violación, falsedad o error, ya se trate de un recurso
de casación en el fondo, en la forma o en ambos. Estas especificaciones deberán hacerse
precisamente en el recurso y no fundarse en memoriales anteriores ni suplirse posteriormente”,
consecuentemente, la jurisprudencia precedente es aplicable para la identificación de los efectos
del recurso de casación, así como para identificar sus características. III.3.- De la usucapión decenal
o extraordinaria.Este Tribunal Supremo de Justicia, sobre la usucapión decenal o extraordinaria y
los requisitos que hacen procedente a esta acción, emitió una vasta jurisprudencia,
correspondiendo en ese sentido, citar entre otros, el Auto Supremo N° 259/2017 de 09 de marzo y
Auto Supremo Nº 986/2015 de 28 de octubre, que sobre este modo de adquirir la propiedad señaló:
“… el art. 110 del CC., de manera general refiere: ‘la Propiedad se adquiere por ocupación, por
accesión, por usucapión…’ asimismo en cuanto al tema de la usucapión el art. 138 del mismo cuerpo
Sustantivo Civil refiere: ‘La propiedad de un Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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bien inmueble se adquiere también por solo la posesión continuada durante diez años.’ acudiendo
a la doctrina podemos citar a Carlos Morales Guillem, quien en su obra Código Civil, Comentado y
Concordado en cuanto al tema de la usucapión refiere: ‘La usucapión es la prescripción adquisitiva
del régimen anterior, o modo de adquirir la propiedad de una cosa por la posesión de la misma,
durante un tiempo prolongado.’ De todo lo referido se puede advertir que el elemento esencial en
este tipo de acción es la posesión, criterio que se encuentra en consonancia con el aforismo ‘sine
possesione usucapio contingere non potest’ el cual significa "sin la posesión no puede tener lugar
usucapión alguna", el art. 87 del citado Código, señala que la posesión consiste en el poder de hecho
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

ejercido sobre una cosa mediante actos que denotan la intención de tener sobre ella el derecho de
propiedad, empero, a través de la doctrina y la jurisprudencia se ha establecido que para la
procedencia de la posesión es necesario entre otros la existencia de dos elementos constitutivos,
uno objetivo, el otro subjetivo: a) el corpus possessionis, es decir, el poder de hecho del sujeto sobre
la cosa, el elemento material de la posesión, b) el animus possidendi o intención de actuar por su
propia cuenta o de alegar para sí un derecho real sobre la cosa. De lo que se concluye, que la
posesión está integrada por dos elementos el corpus y el animus (objetivo y subjetivo), al respecto
Ihering citado por Néstor Jorge Musto nos indica ‘…la determinación del elemento corpus depende
fundamentalmente de la naturaleza de las cosas y de la forma habitual u ordinaria en que el dueño
se comporta frente a ellas, según su especie y según el destino económico que cumplan (…), y lo
mismo ocurre con los inmuebles que pueden estar defendidos por obstáculos materiales o, por el
contrario, estar abiertos y libres, de modo que no se trata de posibilidades físicas sobre las cosas y
de exclusión, también física, de injerencias de extraños, sino más bien de las invisibles barreras
creadas por el orden jurídico que hacen posible el uso económico de las cosas, en orden a la
satisfacción de las necesidades humanas’. En cambio respecto del animus, indica que se requiere de
la presencia, en el sujeto, de una voluntad determinada, de tratar la cosa como si le perteneciera,
como si fuera dueño. Al respecto Savigny, a tiempo de desarrollar la teoría subjetiva de la posesión,
sostuvo que la misma se distingue de la mera tenencia por el hecho de que consta no solo del
dominio físico sobre el objeto (o corpus) sino también de la voluntad de comportarse en cuanto a
ese objeto como dueño y propietario (animus domini o ‘intención de tratar como propia la cosa que
debe formar el objeto de la posesión’). A partir de esa postulación se conoce y acepta que la
posesión supone la existencia de dos elementos que la componen: el corpus y el animus, referidos
a la relación de hecho del hombre con las cosas y su provecho material sin dependencia o
subordinación a otra voluntad.”De lo expuesto en dicho Auto Supremo, se tiene que para ser viable
la usucapión decenal, deben concurrir necesariamente ciertos requisitos, siendo uno de ellos la
posesión, que según lo expuesto en el art. 87 del Código Civil, es el poder de hecho que se ejerce
sobre una cosa mediante actos que denotan la intención de tener sobre ella el derecho de propiedad
u otro derecho real, de igual forma, este artículo señala que, una persona posee por sí misma o por
medio de otra que tiene la detentación de la cosa, entendiéndose como detentador a los inquilinos,
anticresistas, usufructuarios u ocupantes, quienes por su condición de transitorios, no ejercitan
posesión por si mismos sino para el propietario o verdadero poseedor del bien; de igual forma
corresponde señalar que los actos de tolerancia no sirven de fundamento para adquirir la posesión
(art. 90 del C.C.), pues se Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64
53200 | www.tsj.bo Página 5/9 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial entiende que en
ambos casos, es decir detentador y tolerado, existe ausencia de animus domini, es decir de actos
que solo le competen al dueño de la cosa.Ahora bien, en el caso de que se acredite que existe
posesión, en sus dos elementos, esta debe ser continuada durante 10 años, que implica que la
posesión durante ese tiempo se ha ejercido ininterrumpidamente, de forma pacífica porque debe
ser ejercida sin perturbaciones ni alteraciones que signifiquen reclamos por parte del propietario o
por un tercero, y de manera pública porque se ha efectuado según la naturaleza del bien sin ocultar
a quien tiene derecho a él. Reunidos esos caracteres o propiamente requisitos, entonces, se habrá
cumplido lo que señala el art. 87 del Código Civil”.III.4.- Sobre la acción reivindicatoria.El art. 1453
del Código Civil, instituye que: “I. El propietario que ha perdido la posesión de una cosa puede
reivindicarla de quien la posee o detenta. II.- Si el demandado después de la citación por hecho
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propio cesa de poseer o detentar la cosa, está obligado a recuperarla para el propietario o, a falta
de esto, a abonarle su valor y resarcirle el daño”.El artículo de referencia establece que por esta
acción el propietario que ha perdido la posesión puede reivindicarla de quien la posee o detenta,
siendo el legitimado activo el propietario que cuente con derecho propietario debidamente
registrado respecto al inmueble del cual pretende su reivindicación, asimismo, el propietario debe
demostrar que un tercero se encuentre en posesión de su bien inmueble, sin contar con un derecho
que respalde su posesión, pudiendo dirigirse esta acción contra un simple poseedor o detentador
que no tiene ningún título.Al respecto el Auto Supremo Nº 414/2014 de 04 de agosto, razonó lo
siguiente: “...La doctrina, relativa a los derechos reales, al igual que la jurisprudencia dictada por la
ex Corte Suprema de Justicia con la cual se comparte criterio, expusieron sobre la procedencia de la
acción reivindicatoria indicando que ésta nace del dominio que cada uno tiene de cosas particulares,
se hubiese tenido la posesión o no, por lo cual, en varios Autos Supremos se estableció que para la
procedencia de dicha acción basta que el propietario demuestre su titularidad frente al que se
encuentre en posesión de ella y éste no demuestre título que justifique su posesión que sea
oponible al propietario, en ese sentido se estableció: …que la acción reivindicatoria es aquella de la
que puede hacer uso el propietario que no posee el bien inmueble frente al poseedor que no es
propietario, incidimos en el tema recurriendo al Autor Puig Brutau citado por Néstor Jorge Musto
que en su obra ‘Derechos Reales’ señala –reivindicación- ‘es la acción que puede ejercitar el
propietario, que no posee contra el poseedor que, frente al propietario, no puede alegar un título
jurídico que justifique su posesión’.(A.S. Nº 266/2013)…”. (El resaltado nos corresponde).Con similar
criterio el Auto Supremo Nº 44/2015 de 26 de enero, estableció que: ‘Es importante aclarar que
en la acción de reivindicación se debe probar el derecho propietario y demostrar también que otras
personas que no tienen la propiedad del bien, se encuentren en posesión del inmueble…’Finalmente
el Auto Supremo Nº 786/2015-L, orientó respecto a los presupuestos necesarios para esta acción
refiriendo lo que sigue: ‘La doctrina orienta que tres son los presupuestos para la procedencia de la
acción reivindicatoria: 1) Que el actor cuente con derecho propietario de la cosa a reivindicar, 2)
Que esté privado o destituido de ésta 3) Que la cosa se halle plenamente identificada’ ; respecto a
esta acción real, la uniforme jurisprudencia emitida por la ex Corte Suprema de Justicia, que es
compartida por este Tribunal Supremo expresó con claridad que la reivindicación como acción de
defensa de la propiedad se halla reservada al propietario que ha perdido la posesión de una cosa, y
que el derecho propietario por su naturaleza Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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conlleva la ‘posesión’ emergente del derecho mismo”. (El resaltado nos
corresponde).CONSIDERANDO IV: FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓNA fin de contextualizar la
problemática del presente proceso, se tiene que Etelvina Noé Maza, demandó el perfeccionamiento
del derecho propietario por usucapión decenal del inmueble, lote de terreno, ubicado en el
Municipio de la Santísima Trinidad, Distrito Municipal 2 (DM-2), de la Provincia Cercado del
departamento del Beni, Barrio “9 de Abril”, Avenida Panamericana, calle Totaí, casa 2/n, manzana
M-4-6, Lote N° 8 con una superficie de 312 m2, Zona Sur de la ciudad de Trinidad, demanda dirigida
en contra del propietario Francisco Edmundo Vaca Cuéllar; quien previamente citado, contestó de
forma negativa, oponiendo demanda reconvencional de acción reivindicatoria y negatoria,
afirmando ser propietario de 117314,00 m2 debidamente inscritos en el registro de Derechos Reales
bajo la matrícula 8.01.1.01.0011350, denominado “Parque Industrial Pesado” (ahora Junta 9 de
Abril), en cuya extensión se encuentra el inmueble motivo de la usucapión; agotada la producción
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de prueba, el Juez A quo emitió la Sentencia N° 82/2021 de 14 de septiembre, cursante de fs. 359 a
363, declarando IMPROBADA la demanda de usucapión y PROBADA la acción de reivindicación;
apelada dicha decisión, fue CONFIRMADA por el Auto de Vista Nº 93/2022 de 09 de mayo, visible
de fs. 391 a 392, resolución contra la cual se planteó el recurso de casación que se analiza.En el
recurso de casación planteado por Etelvina Noé Maza, como se desglosó previamente, no se acusó
la vulneración, aplicación indebida o errónea interpretación de ninguna norma de orden sustancial
ni procesal, tampoco error de hecho o error de derecho en la valoración de la prueba, empero
formula su pretensión recursiva impetrando se case el Auto de Vista y declare probada en el fondo
la demanda de usucapión, de lo que se tiene que existe una manifiesta imprecisión en el
planteamiento, pues si su propósito era plantear recurso de casación en el fondo, debió sujetar su
pretensión recursiva a lo previsto por el art. 271.I del Código Procesal Civil, es decir, formulando la
vulneración de normas de orden sustantivo y no como hizo, exponiendo alegatos referidos a la
prueba que presentó y que –desde su perspectiva- demostrarían los presupuestos de la usucapión,
esta deficiencia -en su escrito de casación- queda expuesta en la revisión de la parte denominada
“Fundamentos jurídicos del recurso”, en el cual no hizo ninguna alusión al art. 271.I o II del Código
Procesal Civil, únicamente citó al art. 614 del Código Civil sin mayor explicación de cómo se vulneró
–tema que será abordado más adelante-; de ello se evidencia la absoluta falta de coherencia y
desconocimiento de la naturaleza del recurso de casación al interponerlo sin acusar la vulneración
de normas sustanciales ni procesales, ni comprender la diferencia existente entre ambos, pues
conforme se verifica de la Doctrina Legal aplicable, el recurso de casación en el fondo y en la forma
son dos medios de impugnación distintos, que persiguen finalidades igualmente diferentes,
asimismo que proceden ante supuestos disímiles, en consideración a que a través del recurso de
casación en el fondo lo que se pretende es que el tribunal de casación oriente la correcta aplicación
o interpretación de la norma sustantiva o la adecuada valoración de la prueba en la resolución de
fondo; por su parte a través del recurso de casación en la forma, lo que se pretende es que el tribunal
de casación oriente sobre la correcta aplicación de las normas procesales que resultan esenciales
para el desarrollo mismo y el resguardo de la garantía del debido proceso, ese es el presupuesto
contenido en el art. 271.II de la norma procesal “En cuanto a la normas procesales, sólo constituirán
infracción o la errónea aplicación de aquellas que fueren esenciales para la Impresión: 15-09-2023
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de Bolivia Organo Judicial garantía del debido proceso y reclamadas oportunamente ante juezas,
jueces o tribunales inferiores”.En razón a la distinta naturaleza de uno y otro recurso, la finalidad
que pretenden así como la Resolución que les corresponde a cada uno también es distinta, así,
cuando se plantea recurso de casación en el fondo la pretensión recursiva está orientada a que el
tribunal de casación case el Auto de Vista recurrido y en base a la correcta aplicación o
interpretación de la norma sustantiva emita pronunciamiento resolviendo el fondo de la
controversia o del asunto motivo del litigio. En cambio cuando se deduce el recurso de casación en
la forma, la pretensión recursiva está orientada a que el Tribunal de Casación anule obrados a fin de
reorientar o reencausar el correcto trámite del proceso en base a la correcta aplicación de la norma
adjetiva y en resguardo de las formas esenciales que garantiza el debido proceso, como se tiene
ampliamente expuesto en los numerales III.1 y III.2. de la Doctrina Legal Aplicable.De lo expuesto,
se puede concluir que el recurso de casación en estudio, ha sido planteado defectuosamente; no
obstante, y en aplicación al principio pro actione, se ingresará a dar respuesta a los reclamos
planteados referidos en su contenido, en el siguiente orden:Respecto de la vulneración de su
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derecho a la propiedad y a la vivienda, se entenderá que se reclama la protección del derecho


previsto en el art. 105 del Código Civil, empero, tratándose de bienes inmuebles, conforme al art.
1538.I del citado Código “Ningún derecho real sobre inmuebles surte efectos contra terceros sino
desde el momento en que se hace público según la forma prevista por este Código”, en
consecuencia, si la recurrente pretende la protección del derecho de propiedad sobre un bien
inmueble, previamente debe acreditar su derecho propietario mediante su título debidamente
inscrito en el Registro de Derechos Reales; si bien la acción de usucapión tiene por propósito la
declaración del reconocimiento de un derecho propietario, mientras no exista Sentencia de
usucapión con autoridad de cosa juzgada, el justiciable no puede reclamar el derecho a la propiedad,
máxime si el presente proceso versó precisamente de la forma de adquirir la propiedad por
usucapión prevista en el art. 138 del Código Civil.En lo concerniente al derecho a la vivienda, en el
presente caso, se entiende que el mismo se encuentra directamente vinculado con la pretensión
jurídica de la adquisición del derecho propietario por usucapión, siendo este (derecho a la vivienda)
un derecho derivado o dependiente del primero (derecho de adquirir la propiedad por usucapión),
consecuentemente, si la pretensión jurídica de la usucapión no fue estimada favorablemente, la
invocación al derecho a la vivienda corre el mismo resultado; este acápite también se encuentra
relacionado a la vulneración del art. 614 del Código Civil, que se refiere a las obligaciones principales
del vendedor, pues la demanda y el inicio de la posesión se sustentaron en que la recurrente habría
comprado dicho inmueble de su propietario ahora demandado Francisco Edmundo Vaca Cuéllar,
empero, las resoluciones de grado establecieron que no se demostró la existencia de dicha relación
contractual, tampoco en el recurso de casación en estudio se hizo alusión a los medios probatorios
que demostrarían el hecho de la existencia del contrato de venta –aun sea verbal-, peor aún, no se
sustentó haberse incurrido en error de hecho o error de derecho en la valoración de algún medio
probatorio tendiente a demostrar la existencia de la venta; consecuentemente, este reclamo carece
de mérito. Ahora bien, la recurrente insiste en su recurso que la prueba que presentó, consistente
en las facturas de consumo de energía eléctrica, el plano de ubicación del lote, el acta Nº 01/2009
de 22 de octubre y Certificación de la Junta Vecinal, habrían demostrado su posesión por el
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8/9 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial tiempo necesario para usucapir; sin embargo, no
expresó si en la valoración de dichos medios probatorios se incurrió en error de hecho o error de
derecho, tampoco expuso ninguna argumentación respecto al valor que otorgaron los juzgadores
de instancia a la prueba de descargo presentada por su contraparte y que formó convicción para la
desestimación de la demanda de usucapión; no existe una sola cuestionante respecto al valor que
se le otorgó a la prueba de descargo, menos aún a lo expuesto por el Tribunal de alzada, que
concluyó que el análisis sobre cuándo se produjo la interversión del título de detentadora a
poseedora resultó irrelevante e intrascendente para la formulación de la conclusión determinativa
principal que motivó la sentencia, dado que se demostró que la data de la construcción es de tres
años, misma que no reúne el requisito de diez años necesarios para usucapir, inclusive resaltó que
aunque se suprima el argumento de la interversión, el resultado de la sentencia sería el mismo; es
decir, a partir de concepción jurisprudencial sobre la usucapión, la actora no demostró los
elementos corpus ni animus, ambos relacionados con el tiempo de vigencia de la posesión previsto
en el art. 138 del Código Civil; de ahí que por correlato, habiéndose planteado en la vía
reconvencional la acción de reivindicación y habiéndose demostrado los presupuestos de
procedencia de dicha acción, esta fue resuelta en favor del propietario, resaltando que la recurrente
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

no realizó ninguna impugnación en contra de la estimación de la demanda de reivindicación.Por lo


expuesto, corresponderá pronunciar resolución en la forma prevista en el art. 220.II del Código
Procesal Civil.POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional de
Bolivia, con la facultad conferida por el art. 42.I num.1) de la Ley del Órgano Judicial de 24 de junio
de 2010, y en aplicación del art. 220.II del Código Procesal Civil, declara INFUNDADO el recurso de
casación de fs. 395 a 397, interpuesto por Etelvina Noé Maza contra el Auto de Vista N° 093/2022
de 09 de mayo, corriente de fs. 391 a 392, pronunciado por la Sala Civil Mixta, Familia, Niñez y
Adolescencia, Violencia Intrafamiliar o Doméstica y Pública del Tribunal Departamental de Justicia
del Beni, con costas y costos.Se regula honorario profesional en la suma de Bs. 1.000 en favor del
profesional que contestó el recurso.Regístrese, comuníquese y cúmplase.Relator: Mgdo. Marco
Ernesto Jaimes Molina.

AUTO SUPREMO TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIAS A L A C I V I L

Auto Supremo: 611/2022Fecha: 24 de agosto de 2022

Expediente: B-12-22-S.

Partes: Etelvina Noé Maza c/ Francisco Edmundo Vaca Cuéllar. Proceso:

Usucapión decenal o extraordinaria.

Distrito: Beni.

VISTOS: El recurso de casación de fs. 395 a 397, interpuesto por Etelvina Noé Maza contra el Auto
de Vista N° 093/2022 de 09 de mayo, corriente de fs. 391 a 392, pronunciado por la Sala Civil Mixta,
Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar o Doméstica y Pública del Tribunal
Departamental de Justicia del Beni, en el proceso ordinario de usucapión decenal o extraordinaria
seguido por la recurrente contra Francisco Edmundo Vaca Cuéllar; la contestación de fs. 410 a 413
vta.; el Auto de concesión N° 90/2022 de 27 de junio, cursante a fs. 415; el Auto Supremo de
Admisión N° 517/2022 de 25 de julio, saliente de fs. 421 a 422, todo lo inherente al proceso, y:
CONSIDERANDO I: ANTECEDENTES DEL PROCESO1. Etelvina Noé Maza, por memorial saliente de fs.
2 a 5 vta., y subsanado por escrito a fs. 32, planteó demanda ordinaria de usucapión decenal o
extraordinaria contra Francisco Edmundo Vaca Cuéllar; previa citación, el demandado se apersonó
por memorial de fs. 155 a 160 vta., contestó negativamente a la demanda y planteó demanda
reconvencional por reivindicación y acción negatoria, misma que fue negada por la parte
demandante, oponiendo excepción de prescripción; en este contexto, se señaló audiencia
preliminar en la que se declaró como improbada la excepción de prescripción planteada contra la
demanda reconvencional; convocándose a audiencia complementaria, a su conclusión el Juez
Público Civil y Comercial 6° de la ciudad de Trinidad del departamento del Beni, pronunció Sentencia
N° 82/2021 de 14 de septiembre, cursante de fs. 359 a 363, que declaró IMPROBADA la demanda
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de usucapión decenal o extraordinaria y PROBADA la demanda reconvencional de acción


reivindicatoria, sin costas ni costos. 2. Resolución de primera instancia que al haber sido recurrida
en apelación por Etelvina Noé Maza, mediante escrito que sale de fs. 371 a 374, mereció que el Juez
de primera instancia, conceda dicho recurso en el efecto suspensivo; remitido el expediente, la Sala
Civil Mixta, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia Intrafamiliar o Doméstica y Pública del Tribunal
Departamental de Justicia del Beni emitió el Auto de Vista N° 093/2022 de 09 de mayo, corriente de
fs. 391 a 392, que CONFIRMÓ la Sentencia, con costas, en base a los siguientes fundamentos:a) El
sustento principal para denegar la usucapión, reside en que la demandante no demostró el ingreso
al inmueble en calidad de compradora, asimismo las fotografías satelitales y el peritaje darían como
data de la construcción una antigüedad de tres años, prueba que es contundente.b) Las
declaraciones testificales son circunstanciales y no desvirtúan el peritaje y las fotografías
satelitales.c) Las facturas de servicio de energía eléctrica, plano de ubicación, acta Nº 01/2009 de
22 de octubre, certificado negativo nacional y declaración jurada voluntaria notarial, no desvirtúan
el contenido del informe pericial, en especial el certificado de la junta vecinal que es contrario a las
fotografías satelitales, de lo que se concluye que no se demostró la posesión libre, pacífica y
continuada por más de diez años.d) La calidad de detentador, resulta irrelevante al no constituir el
sustento principal de la decisión, ya que si dicha conclusión se extrae del fallo, el mismo mantiene
su coherencia puesto que la razón primordial para rechazar la usucapión fue que no se demostró la
posesión por más de diez años.3. Fallo de segunda instancia que es recurrido en casación por
Etelvina Noé Maza, según memorial que sale de fs. 395 a 397; Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz
Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 | www.tsj.bo Página 1/9 Estado Plurinacional de Bolivia
Organo Judicial recurso que a continuación se considera.CONSIDERANDO II:CONTENIDO DEL
RECURSO DE CASACIÓN Conforme a lo expuesto en el recurso de casación interpuesto por Etelvina
Noé Maza, se extractan los siguientes agravios:a) Vulneración de su derecho a la vivienda y a la
propiedad, por cuanto en la inspección judicial demostró que construyó una vivienda y realizó
mejoras en el terreno que posee y en el que se comporta como propietaria. b) Las facturas de
consumo de energía eléctrica y el plano de ubicación adjuntos a la demanda, demuestran su
posesión en corpus y animus.c) Según el acta N° 01/2009 de 22 de octubre, se evidenció que junto
a otros vecinos tomaron posesión de los predios de Francisco Edmundo Vaca Cuéllar, acordando
pagar por los terrenos en su cuenta personal, lo que demuestra el inicio de la posesión de buena
fe.d) Es poseedora de buena fe por la existencia de un contrato de venta verbal sobre el terreno
conforme al art. 614 del Código Civil, que demuestra el desprendimiento voluntario de la posesión
del propietario y por ende desvirtúa que fuera detentadora, por lo que no procede la acción de
reivindicación.Fundamentos por los cuales solicitó la emisión de un Auto Supremo que “revoque”
el Auto de Vista recurrido, declarando probada la demanda de usucapión.Contestación al recurso
de casación.Francisco Edmundo Vaca Cuéllar, por escrito de fs. 410 a 413 vta., contestó al recurso
de casación en los siguientes términos:a) El recurso de casación no cumple con ninguno de los
requisitos previstos en el art. 274.I num. 2, y no identifica si planteó casación en el fondo, en la
forma o en ambos; por lo que, corresponde declarar la improcedencia del recurso.b) Se formuló el
recurso de casación como si se tratase de las conclusiones previas a la emisión de la sentencia, sin
fundamentar nada en contra del Auto de Vista.c) Las pruebas de las que intenta valerse la
recurrente, documentales, testificales y pericial no demostraron la posesión pacífica e
ininterrumpida de diez años; tampoco la copia simple de su cédula de identidad la cual no prueba
por sí misma la posesión aunque ahí figure como domicilio la dirección del inmueble.d) El Certificado
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emitido por el Servicio General de Identificación Personal a fs. 227, recién el año 2019 consigna el
domicilio de la demandada en la urbanización 9 de Abril; y el certificado emitido por el Servicio de
Registro Cívico a fs. 224, consigna su recinto electoral en la localidad de San Pablo, zona Costanera,
Av. Costanera.e) La Certificación emitida por ENDE DEL BENI S.A.M. a fs. 262, señala que la
demandante es usuaria del servicio de energía eléctrica desde el año 2019, sin que demuestre la
posesión; asimismo el plano de ubicación, la Certificación emitida por la Junta Vecinal, y el Acta Nº
01/2009 de 22 de octubre, son documentos que se realizan a conveniencia de los vecinos, no
desvirtúan el derecho propietario ni fundamentan posesión.f) Finalmente las imágenes satelitales e
informe pericial, revelan que existe el asentamiento a partir del año 2017; y la misma demandante
le reconoce como propietario, por lo que su condición de detentadora no cambió a poseedora.Por
lo que solicitó se declare infundado el recurso de casación, confirmando el Auto de Vista y la
Sentencia. CONSIDERANDO III: DOCTRINA APLICABLE AL CASOIII.1.- Respecto a las causales y
requisitos de procedencia del recurso de casación. En el Auto Supremo Nº 1115/2015 de 04 de
diciembre, citado en el Auto Supremo N° 1244/2017 de 04 de diciembre y reiterando la línea
jurisprudencial asumida por este Tribunal, se ha señalado: “Al respecto, corresponde referir que
entre los requisitos intrínsecos del recurso de casación en el fondo, se encuentra la motivación y
fundamentación sobre los errores "in judicando" en que ha incurrido el Tribunal al aplicar el derecho
material en la decisión de la causa y están expresamente previstos en los incisos 1), 2) y 3) del art.
253 del Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 | www.tsj.bo
Página 2/9 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial Código de Procedimiento Civil, cuando
indica que procederá el recurso de casación en el fondo en los siguientes casos: 1) Cuando la
Sentencia recurrida contuviere violación, interpretación errónea o aplicación indebida de la ley,
figuras jurídicas que son diferentes, pues, la primera implica que se incurrió en una infracción directa
de la ley por no haberse aplicado correctamente sus preceptos, es decir, es el error en que incurre
el juzgador sobre la existencia y aplicación de una norma jurídica en un caso concreto, la segunda,
consiste en el error en que incurre el juzgador sobre la ratio legis de una determinada ley, mientras
que la última, consiste en la infracción de la ley sustantiva por haberse aplicado sus preceptos a
hechos no regulados por aquella, imponiéndose la obligación a los recurrentes de especificar en qué
consiste la violación, cuál debía ser la norma jurídica aplicable correctamente o cual la
interpretación debida; 2) Cuando contuviere disposiciones contradictorias; y, 3) Cuando en la
apreciación de las pruebas se hubiere incurrido en error de derecho o error de hecho, errores
también diferentes, en el primer caso se debe especificar los medios probatorios, que aportados a
obrados, el juzgador no le dio la tasa legal que la ley le otorga, y en el segundo caso, se debe
demostrar objetivamente el error manifiesto en el que hubiera incurrido el juzgador, habida cuenta
que la apreciación y valoración de la prueba es incensurable en casación, además éste último debe
de evidenciarse por documentos o actos auténticos, debiendo todo recurrente fundar su
impugnación en lo sustancial, en cualquiera de las causales que establece el citado art. 253 del
Código de Procedimiento Civil en sus tres ordinales…”. Respecto a lo anterior, el art. 271 del Código
Procesal Civil, al hacer referencia a las causales de casación, establece: “(Causales de Casación) I. El
recurso de casación se funda en la existencia de una violación, interpretación errónea o aplicación
indebida de la Ley, sea en la forma o en el fondo. Procederá también cuando en la apreciación de
las pruebas se hubiera incurrido en error de derecho o error de hecho. Este último deberá
evidenciarse por documentos o actos auténticos que demuestren la equivocación manifiesta de la
autoridad judicial. II. En cuanto a las normas procesales, sólo constituirá causal la infracción o la
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errónea aplicación de aquellas que fueren esenciales para la garantía del debido proceso y
reclamadas oportunamente ante juezas, jueces o tribunales inferiores…”.Consecuentemente, no
existiendo disimilitud alguna entre el contenido de la norma derogada con la actual, el precedente
citado no quedó desplazado ni perdió vigencia respecto del desarrollo de las causales de
procedencia del recurso de casación, por lo que, son plenamente aplicables a la normativa en actual
vigencia contenida en el art. 271.I y II del Código Procesal Civil. III.2.- En relación al recurso de
casación y sus características.El Auto Supremo N° 237/2017 de 08 de marzo, citando al Auto
Supremo N° 381/2012 de 29 de octubre, señaló: “Cuando el recurso de casación se interpone en el
fondo, esto es por errores en la resolución de fondo o en la resolución de la controversia, los hechos
denunciados deben circunscribirse a las causales de procedencia establecidas en el artículo 253 del
adjetivo civil, siendo su finalidad la casación del Auto de Vista recurrido y la emisión de una nueva
resolución que en base a una correcta interpretación o aplicación de la ley sustantiva o eliminando
el error de hecho o de derecho en la valoración de la prueba, resuelva el fondo del litigio. En tanto
que si se plantea el recurso de casación en la forma, es decir por errores de procedimiento, la
fundamentación de agravios debe adecuarse a las causales contenidas en el artículo 254 del mismo
cuerpo legal, siendo su finalidad la anulación de la resolución recurrida o del proceso mismo, lo
primero sucede cuando la resolución Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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recurrida contiene infracciones formales y, lo segundo cuando en la sustanciación del proceso se
hubieren violado las formas esenciales del mismo y que se encuentren sancionadas con nulidad por
la ley. En ambos casos, es de inexcusable cumplimiento el mandato del artículo 258-2) del Código
de Procedimiento Civil, es decir, citar en términos claros, concretos y precisos la ley o leyes violadas
o aplicadas falsa o erróneamente y especificar en qué consiste la violación, falsedad o error;
especificaciones que deben hacerse precisamente en el recurso y no fundarse en memoriales o
escritos anteriores ni suplirse posteriormente.De lo manifestado precedentemente se concluye que
el recurso de casación en el fondo y el de forma son dos medios de impugnación distintos, que
persiguen igualmente finalidades diferentes.”Se debe considerar además lo sostenido entre otros
muchos, el Auto Supremo No. 489/2013, de 19 de septiembre de 2013, en el que se teorizó que:
“…el recurso de casación en el fondo y el de forma son dos medios de impugnación distintos que
persiguen finalidades igualmente diferentes y que proceden ante supuestos igualmente disímiles.En
efecto, a través del recurso de casación en el fondo lo que se pretende es que el Tribunal de Casación
oriente la correcta aplicación o interpretación de la norma sustantiva o la adecuada valoración de
la prueba, en la resolución del mérito o fondo del tema que es objeto de la controversia o del litigio;
por su parte a través del recurso de casación en la forma lo que se pretende es que el Tribunal de
casación oriente sobre la correcta aplicación de las normas procesales que resultan esenciales para
el desarrollo del mismo y el resguardo de la garantía del debido proceso.En razón a la distinta
naturaleza de uno y otro recurso, la finalidad que pretenden así como la Resolución que les
corresponde a cada uno también es distinta, así, cuando se plantea recurso de casación en el fondo
la pretensión recursiva está orientada a que el Tribunal de casación case el Auto de Vista recurrido
y en base a la correcta aplicación o interpretación de la norma sustantiva emita pronunciamiento
resolviendo el fondo de la controversia o del asunto motivo del litigio. En cambio, cuando se deduce
recurso de casación en la forma, la pretensión recursiva está orientada a que el Tribunal de Casación
anule obrados a fin de reorientar o reencausar el correcto trámite del proceso en base a la correcta
aplicación de la norma adjetiva y en resguardo de las formas esenciales que garantizan el debido
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proceso.”Esta distinción entre el recurso de casación en el fondo y en la forma, se encuentra


legislada en el art. 274.I num. 3 del Código Procesal Civil, que señala “Expresará con claridad y
precisión, la ley o leyes infringidas, violadas o aplicadas indebida o erróneamente interpretadas,
especificando en qué consiste la infracción, la violación, falsedad o error, ya se trate de un recurso
de casación en el fondo, en la forma o en ambos. Estas especificaciones deberán hacerse
precisamente en el recurso y no fundarse en memoriales anteriores ni suplirse posteriormente”,
consecuentemente, la jurisprudencia precedente es aplicable para la identificación de los efectos
del recurso de casación, así como para identificar sus características. III.3.- De la usucapión decenal
o extraordinaria.Este Tribunal Supremo de Justicia, sobre la usucapión decenal o extraordinaria y
los requisitos que hacen procedente a esta acción, emitió una vasta jurisprudencia,
correspondiendo en ese sentido, citar entre otros, el Auto Supremo N° 259/2017 de 09 de marzo y
Auto Supremo Nº 986/2015 de 28 de octubre, que sobre este modo de adquirir la propiedad señaló:
“… el art. 110 del CC., de manera general refiere: ‘la Propiedad se adquiere por ocupación, por
accesión, por usucapión…’ asimismo en cuanto al tema de la usucapión el art. 138 del mismo cuerpo
Sustantivo Civil refiere: ‘La propiedad de un Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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bien inmueble se adquiere también por solo la posesión continuada durante diez años.’ acudiendo
a la doctrina podemos citar a Carlos Morales Guillem, quien en su obra Código Civil, Comentado y
Concordado en cuanto al tema de la usucapión refiere: ‘La usucapión es la prescripción adquisitiva
del régimen anterior, o modo de adquirir la propiedad de una cosa por la posesión de la misma,
durante un tiempo prolongado.’ De todo lo referido se puede advertir que el elemento esencial en
este tipo de acción es la posesión, criterio que se encuentra en consonancia con el aforismo ‘sine
possesione usucapio contingere non potest’ el cual significa "sin la posesión no puede tener lugar
usucapión alguna", el art. 87 del citado Código, señala que la posesión consiste en el poder de hecho
ejercido sobre una cosa mediante actos que denotan la intención de tener sobre ella el derecho de
propiedad, empero, a través de la doctrina y la jurisprudencia se ha establecido que para la
procedencia de la posesión es necesario entre otros la existencia de dos elementos constitutivos,
uno objetivo, el otro subjetivo: a) el corpus possessionis, es decir, el poder de hecho del sujeto sobre
la cosa, el elemento material de la posesión, b) el animus possidendi o intención de actuar por su
propia cuenta o de alegar para sí un derecho real sobre la cosa. De lo que se concluye, que la
posesión está integrada por dos elementos el corpus y el animus (objetivo y subjetivo), al respecto
Ihering citado por Néstor Jorge Musto nos indica ‘…la determinación del elemento corpus depende
fundamentalmente de la naturaleza de las cosas y de la forma habitual u ordinaria en que el dueño
se comporta frente a ellas, según su especie y según el destino económico que cumplan (…), y lo
mismo ocurre con los inmuebles que pueden estar defendidos por obstáculos materiales o, por el
contrario, estar abiertos y libres, de modo que no se trata de posibilidades físicas sobre las cosas y
de exclusión, también física, de injerencias de extraños, sino más bien de las invisibles barreras
creadas por el orden jurídico que hacen posible el uso económico de las cosas, en orden a la
satisfacción de las necesidades humanas’. En cambio respecto del animus, indica que se requiere de
la presencia, en el sujeto, de una voluntad determinada, de tratar la cosa como si le perteneciera,
como si fuera dueño. Al respecto Savigny, a tiempo de desarrollar la teoría subjetiva de la posesión,
sostuvo que la misma se distingue de la mera tenencia por el hecho de que consta no solo del
dominio físico sobre el objeto (o corpus) sino también de la voluntad de comportarse en cuanto a
ese objeto como dueño y propietario (animus domini o ‘intención de tratar como propia la cosa que
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debe formar el objeto de la posesión’). A partir de esa postulación se conoce y acepta que la
posesión supone la existencia de dos elementos que la componen: el corpus y el animus, referidos
a la relación de hecho del hombre con las cosas y su provecho material sin dependencia o
subordinación a otra voluntad.”De lo expuesto en dicho Auto Supremo, se tiene que para ser viable
la usucapión decenal, deben concurrir necesariamente ciertos requisitos, siendo uno de ellos la
posesión, que según lo expuesto en el art. 87 del Código Civil, es el poder de hecho que se ejerce
sobre una cosa mediante actos que denotan la intención de tener sobre ella el derecho de propiedad
u otro derecho real, de igual forma, este artículo señala que, una persona posee por sí misma o por
medio de otra que tiene la detentación de la cosa, entendiéndose como detentador a los inquilinos,
anticresistas, usufructuarios u ocupantes, quienes por su condición de transitorios, no ejercitan
posesión por si mismos sino para el propietario o verdadero poseedor del bien; de igual forma
corresponde señalar que los actos de tolerancia no sirven de fundamento para adquirir la posesión
(art. 90 del C.C.), pues se Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64
53200 | www.tsj.bo Página 5/9 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial entiende que en
ambos casos, es decir detentador y tolerado, existe ausencia de animus domini, es decir de actos
que solo le competen al dueño de la cosa.Ahora bien, en el caso de que se acredite que existe
posesión, en sus dos elementos, esta debe ser continuada durante 10 años, que implica que la
posesión durante ese tiempo se ha ejercido ininterrumpidamente, de forma pacífica porque debe
ser ejercida sin perturbaciones ni alteraciones que signifiquen reclamos por parte del propietario o
por un tercero, y de manera pública porque se ha efectuado según la naturaleza del bien sin ocultar
a quien tiene derecho a él. Reunidos esos caracteres o propiamente requisitos, entonces, se habrá
cumplido lo que señala el art. 87 del Código Civil”.III.4.- Sobre la acción reivindicatoria.El art. 1453
del Código Civil, instituye que: “I. El propietario que ha perdido la posesión de una cosa puede
reivindicarla de quien la posee o detenta. II.- Si el demandado después de la citación por hecho
propio cesa de poseer o detentar la cosa, está obligado a recuperarla para el propietario o, a falta
de esto, a abonarle su valor y resarcirle el daño”.El artículo de referencia establece que por esta
acción el propietario que ha perdido la posesión puede reivindicarla de quien la posee o detenta,
siendo el legitimado activo el propietario que cuente con derecho propietario debidamente
registrado respecto al inmueble del cual pretende su reivindicación, asimismo, el propietario debe
demostrar que un tercero se encuentre en posesión de su bien inmueble, sin contar con un derecho
que respalde su posesión, pudiendo dirigirse esta acción contra un simple poseedor o detentador
que no tiene ningún título.Al respecto el Auto Supremo Nº 414/2014 de 04 de agosto, razonó lo
siguiente: “...La doctrina, relativa a los derechos reales, al igual que la jurisprudencia dictada por la
ex Corte Suprema de Justicia con la cual se comparte criterio, expusieron sobre la procedencia de la
acción reivindicatoria indicando que ésta nace del dominio que cada uno tiene de cosas particulares,
se hubiese tenido la posesión o no, por lo cual, en varios Autos Supremos se estableció que para la
procedencia de dicha acción basta que el propietario demuestre su titularidad frente al que se
encuentre en posesión de ella y éste no demuestre título que justifique su posesión que sea
oponible al propietario, en ese sentido se estableció: …que la acción reivindicatoria es aquella de la
que puede hacer uso el propietario que no posee el bien inmueble frente al poseedor que no es
propietario, incidimos en el tema recurriendo al Autor Puig Brutau citado por Néstor Jorge Musto
que en su obra ‘Derechos Reales’ señala –reivindicación- ‘es la acción que puede ejercitar el
propietario, que no posee contra el poseedor que, frente al propietario, no puede alegar un título
jurídico que justifique su posesión’.(A.S. Nº 266/2013)…”. (El resaltado nos corresponde).Con similar
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criterio el Auto Supremo Nº 44/2015 de 26 de enero, estableció que: ‘Es importante aclarar que
en la acción de reivindicación se debe probar el derecho propietario y demostrar también que otras
personas que no tienen la propiedad del bien, se encuentren en posesión del inmueble…’Finalmente
el Auto Supremo Nº 786/2015-L, orientó respecto a los presupuestos necesarios para esta acción
refiriendo lo que sigue: ‘La doctrina orienta que tres son los presupuestos para la procedencia de la
acción reivindicatoria: 1) Que el actor cuente con derecho propietario de la cosa a reivindicar, 2)
Que esté privado o destituido de ésta 3) Que la cosa se halle plenamente identificada’ ; respecto a
esta acción real, la uniforme jurisprudencia emitida por la ex Corte Suprema de Justicia, que es
compartida por este Tribunal Supremo expresó con claridad que la reivindicación como acción de
defensa de la propiedad se halla reservada al propietario que ha perdido la posesión de una cosa, y
que el derecho propietario por su naturaleza Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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conlleva la ‘posesión’ emergente del derecho mismo”. (El resaltado nos
corresponde).CONSIDERANDO IV: FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN A fin de contextualizar la
problemática del presente proceso, se tiene que Etelvina Noé Maza, demandó el perfeccionamiento
del derecho propietario por usucapión decenal del inmueble, lote de terreno, ubicado en el
Municipio de la Santísima Trinidad, Distrito Municipal 2 (DM-2), de la Provincia Cercado del
departamento del Beni, Barrio “9 de Abril”, Avenida Panamericana, calle Totaí, casa 2/n, manzana
M-4-6, Lote N° 8 con una superficie de 312 m2, Zona Sur de la ciudad de Trinidad, demanda dirigida
en contra del propietario Francisco Edmundo Vaca Cuéllar; quien previamente citado, contestó de
forma negativa, oponiendo demanda reconvencional de acción reivindicatoria y negatoria,
afirmando ser propietario de 117314,00 m2 debidamente inscritos en el registro de Derechos Reales
bajo la matrícula 8.01.1.01.0011350, denominado “Parque Industrial Pesado” (ahora Junta 9 de
Abril), en cuya extensión se encuentra el inmueble motivo de la usucapión; agotada la producción
de prueba, el Juez A quo emitió la Sentencia N° 82/2021 de 14 de septiembre, cursante de fs. 359 a
363, declarando IMPROBADA la demanda de usucapión y PROBADA la acción de reivindicación;
apelada dicha decisión, fue CONFIRMADA por el Auto de Vista Nº 93/2022 de 09 de mayo, visible
de fs. 391 a 392, resolución contra la cual se planteó el recurso de casación que se analiza.En el
recurso de casación planteado por Etelvina Noé Maza, como se desglosó previamente, no se acusó
la vulneración, aplicación indebida o errónea interpretación de ninguna norma de orden sustancial
ni procesal, tampoco error de hecho o error de derecho en la valoración de la prueba, empero
formula su pretensión recursiva impetrando se case el Auto de Vista y declare probada en el fondo
la demanda de usucapión, de lo que se tiene que existe una manifiesta imprecisión en el
planteamiento, pues si su propósito era plantear recurso de casación en el fondo, debió sujetar su
pretensión recursiva a lo previsto por el art. 271.I del Código Procesal Civil, es decir, formulando la
vulneración de normas de orden sustantivo y no como hizo, exponiendo alegatos referidos a la
prueba que presentó y que –desde su perspectiva- demostrarían los presupuestos de la usucapión,
esta deficiencia -en su escrito de casación- queda expuesta en la revisión de la parte denominada
“Fundamentos jurídicos del recurso”, en el cual no hizo ninguna alusión al art. 271.I o II del Código
Procesal Civil, únicamente citó al art. 614 del Código Civil sin mayor explicación de cómo se vulneró
–tema que será abordado más adelante-; de ello se evidencia la absoluta falta de coherencia y
desconocimiento de la naturaleza del recurso de casación al interponerlo sin acusar la vulneración
de normas sustanciales ni procesales, ni comprender la diferencia existente entre ambos, pues
conforme se verifica de la Doctrina Legal aplicable, el recurso de casación en el fondo y en la forma
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son dos medios de impugnación distintos, que persiguen finalidades igualmente diferentes,
asimismo que proceden ante supuestos disímiles, en consideración a que a través del recurso de
casación en el fondo lo que se pretende es que el tribunal de casación oriente la correcta aplicación
o interpretación de la norma sustantiva o la adecuada valoración de la prueba en la resolución de
fondo; por su parte a través del recurso de casación en la forma, lo que se pretende es que el tribunal
de casación oriente sobre la correcta aplicación de las normas procesales que resultan esenciales
para el desarrollo mismo y el resguardo de la garantía del debido proceso, ese es el presupuesto
contenido en el art. 271.II de la norma procesal “En cuanto a la normas procesales, sólo constituirán
infracción o la errónea aplicación de aquellas que fueren esenciales para la Impresión: 15-09-2023
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de Bolivia Organo Judicial garantía del debido proceso y reclamadas oportunamente ante juezas,
jueces o tribunales inferiores”.En razón a la distinta naturaleza de uno y otro recurso, la finalidad
que pretenden así como la Resolución que les corresponde a cada uno también es distinta, así,
cuando se plantea recurso de casación en el fondo la pretensión recursiva está orientada a que el
tribunal de casación case el Auto de Vista recurrido y en base a la correcta aplicación o
interpretación de la norma sustantiva emita pronunciamiento resolviendo el fondo de la
controversia o del asunto motivo del litigio. En cambio cuando se deduce el recurso de casación en
la forma, la pretensión recursiva está orientada a que el Tribunal de Casación anule obrados a fin de
reorientar o reencausar el correcto trámite del proceso en base a la correcta aplicación de la norma
adjetiva y en resguardo de las formas esenciales que garantiza el debido proceso, como se tiene
ampliamente expuesto en los numerales III.1 y III.2. de la Doctrina Legal Aplicable.De lo expuesto,
se puede concluir que el recurso de casación en estudio, ha sido planteado defectuosamente; no
obstante, y en aplicación al principio pro actione, se ingresará a dar respuesta a los reclamos
planteados referidos en su contenido, en el siguiente orden:Respecto de la vulneración de su
derecho a la propiedad y a la vivienda, se entenderá que se reclama la protección del derecho
previsto en el art. 105 del Código Civil, empero, tratándose de bienes inmuebles, conforme al art.
1538.I del citado Código “Ningún derecho real sobre inmuebles surte efectos contra terceros sino
desde el momento en que se hace público según la forma prevista por este Código”, en
consecuencia, si la recurrente pretende la protección del derecho de propiedad sobre un bien
inmueble, previamente debe acreditar su derecho propietario mediante su título debidamente
inscrito en el Registro de Derechos Reales; si bien la acción de usucapión tiene por propósito la
declaración del reconocimiento de un derecho propietario, mientras no exista Sentencia de
usucapión con autoridad de cosa juzgada, el justiciable no puede reclamar el derecho a la propiedad,
máxime si el presente proceso versó precisamente de la forma de adquirir la propiedad por
usucapión prevista en el art. 138 del Código Civil.En lo concerniente al derecho a la vivienda, en el
presente caso, se entiende que el mismo se encuentra directamente vinculado con la pretensión
jurídica de la adquisición del derecho propietario por usucapión, siendo este (derecho a la vivienda)
un derecho derivado o dependiente del primero (derecho de adquirir la propiedad por usucapión),
consecuentemente, si la pretensión jurídica de la usucapión no fue estimada favorablemente, la
invocación al derecho a la vivienda corre el mismo resultado; este acápite también se encuentra
relacionado a la vulneración del art. 614 del Código Civil, que se refiere a las obligaciones principales
del vendedor, pues la demanda y el inicio de la posesión se sustentaron en que la recurrente habría
comprado dicho inmueble de su propietario ahora demandado Francisco Edmundo Vaca Cuéllar,
empero, las resoluciones de grado establecieron que no se demostró la existencia de dicha relación
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contractual, tampoco en el recurso de casación en estudio se hizo alusión a los medios probatorios
que demostrarían el hecho de la existencia del contrato de venta –aun sea verbal-, peor aún, no se
sustentó haberse incurrido en error de hecho o error de derecho en la valoración de algún medio
probatorio tendiente a demostrar la existencia de la venta; consecuentemente, este reclamo carece
de mérito. Ahora bien, la recurrente insiste en su recurso que la prueba que presentó, consistente
en las facturas de consumo de energía eléctrica, el plano de ubicación del lote, el acta Nº 01/2009
de 22 de octubre y Certificación de la Junta Vecinal, habrían demostrado su posesión por el
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8/9 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial tiempo necesario para usucapir; sin embargo, no
expresó si en la valoración de dichos medios probatorios se incurrió en error de hecho o error de
derecho, tampoco expuso ninguna argumentación respecto al valor que otorgaron los juzgadores
de instancia a la prueba de descargo presentada por su contraparte y que formó convicción para la
desestimación de la demanda de usucapión; no existe una sola cuestionante respecto al valor que
se le otorgó a la prueba de descargo, menos aún a lo expuesto por el Tribunal de alzada, que
concluyó que el análisis sobre cuándo se produjo la interversión del título de detentadora a
poseedora resultó irrelevante e intrascendente para la formulación de la conclusión determinativa
principal que motivó la sentencia, dado que se demostró que la data de la construcción es de tres
años, misma que no reúne el requisito de diez años necesarios para usucapir, inclusive resaltó que
aunque se suprima el argumento de la interversión, el resultado de la sentencia sería el mismo; es
decir, a partir de concepción jurisprudencial sobre la usucapión, la actora no demostró los
elementos corpus ni animus, ambos relacionados con el tiempo de vigencia de la posesión previsto
en el art. 138 del Código Civil; de ahí que por correlato, habiéndose planteado en la vía
reconvencional la acción de reivindicación y habiéndose demostrado los presupuestos de
procedencia de dicha acción, esta fue resuelta en favor del propietario, resaltando que la recurrente
no realizó ninguna impugnación en contra de la estimación de la demanda de reivindicación.Por lo
expuesto, corresponderá pronunciar resolución en la forma prevista en el art. 220.II del Código
Procesal Civil. POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional de
Bolivia, con la facultad conferida por el art. 42.I num.1) de la Ley del Órgano Judicial de 24 de junio
de 2010, y en aplicación del art. 220.II del Código Procesal Civil, declara INFUNDADO el recurso de
casación de fs. 395 a 397, interpuesto por Etelvina Noé Maza contra el Auto de Vista N° 093/2022
de 09 de mayo, corriente de fs. 391 a 392, pronunciado por la Sala Civil Mixta, Familia, Niñez y
Adolescencia, Violencia Intrafamiliar o Doméstica y Pública del Tribunal Departamental de Justicia
del Beni, con costas y costos.Se regula honorario profesional en la suma de Bs. 1.000 en favor del
profesional que contestó el recurso.Regístrese, comuníquese y cúmplase.Relator: Mgdo. Marco
Ernesto Jaimes Molina.

PRTES INTERVINIENTES

Partes: Etelvina Noé Maza c/ Francisco Edmundo Vaca Cuéllar. Proceso

REELACION DE HECHO Y DERECHO

Etelvina Noé Maza, por memorial saliente de fs. 2 a 5 vta., y subsanado por escrito a fs. 32, planteó
demanda ordinaria de usucapión decenal o extraordinaria contra Francisco Edmundo Vaca Cuéllar;
previa citación, el demandado se apersonó por memorial de fs. 155 a 160 vta., contestó
negativamente a la demanda y planteó demanda reconvencional por reivindicación y acción
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

negatoria, misma que fue negada por la parte demandante, oponiendo excepción de prescripción;
en este contexto, se señaló audiencia preliminar en la que se declaró como improbada la excepción
de prescripción planteada contra la demanda reconvencional; convocándose a audiencia
complementaria, a su conclusión el Juez Público Civil y Comercial 6° de la ciudad de Trinidad del
departamento del Beni, pronunció Sentencia N° 82/2021 de 14 de septiembre, cursante de fs. 359
a 363, que declaró IMPROBADA la demanda de usucapión decenal o extraordinaria y PROBADA la
demanda reconvencional de acción reivindicatoria, sin costas ni costos. 2. Resolución de primera
instancia que al haber sido recurrida en apelación por Etelvina Noé Maza, mediante escrito que sale
de fs. 371 a 374, mereció que el Juez de primera instancia, conceda dicho recurso en el efecto
suspensivo; remitido el expediente, la Sala Civil Mixta, Familia, Niñez y Adolescencia, Violencia
Intrafamiliar o Doméstica y Pública del Tribunal Departamental de Justicia del Beni emitió el Auto
de Vista N° 093/2022 de 09 de mayo, corriente de fs. 391 a 392, que CONFIRMÓ la Sentencia, con
costas, en base a los siguientes fundamentos:a) El sustento principal para denegar la usucapión,
reside en que la demandante no demostró el ingreso al inmueble en calidad de compradora,
asimismo las fotografías satelitales y el peritaje darían como data de la construcción una antigüedad
de tres años, prueba que es contundente.b) Las declaraciones testificales son circunstanciales y no
desvirtúan el peritaje y las fotografías satelitales.c) Las facturas de servicio de energía eléctrica,
plano de ubicación, acta Nº 01/2009 de 22 de octubre, certificado negativo nacional y declaración
jurada voluntaria notarial, no desvirtúan el contenido del informe pericial, en especial el certificado
de la junta vecinal que es contrario a las fotografías satelitales, de lo que se concluye que no se
demostró la posesión libre, pacífica y continuada por más de diez años.d) La calidad de detentador,
resulta irrelevante al no constituir el sustento principal de la decisión, ya que si dicha conclusión se
extrae del fallo, el mismo mantiene su coherencia puesto que la razón primordial para rechazar la
usucapión fue que no se demostró la posesión por más de diez años.3. Fallo de segunda instancia
que es recurrido en casación por Etelvina Noé Maza, según memorial que sale de fs. 395 a 397;
Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 | www.tsj.bo Página
1/9 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial recurso que a continuación se
considera.CONSIDERANDO II:CONTENIDO DEL RECURSO DE CASACIÓN Conforme a lo expuesto en
el recurso de casación interpuesto por Etelvina Noé Maza, se extractan los siguientes agravios:a)
Vulneración de su derecho a la vivienda y a la propiedad, por cuanto en la inspección judicial
demostró que construyó una vivienda y realizó mejoras en el terreno que posee y en el que se
comporta como propietaria. b) Las facturas de consumo de energía eléctrica y el plano de ubicación
adjuntos a la demanda, demuestran su posesión en corpus y animus.c) Según el acta N° 01/2009 de
22 de octubre, se evidenció que junto a otros vecinos tomaron posesión de los predios de Francisco
Edmundo Vaca Cuéllar, acordando pagar por los terrenos en su cuenta personal, lo que demuestra
el inicio de la posesión de buena fe.d) Es poseedora de buena fe por la existencia de un contrato de
venta verbal sobre el terreno conforme al art. 614 del Código Civil, que demuestra el
desprendimiento voluntario de la posesión del propietario y por ende desvirtúa que fuera
detentadora, por lo que no procede la acción de reivindicación.Fundamentos por los cuales solicitó
la emisión de un Auto Supremo que “revoque” el Auto de Vista recurrido, declarando probada la
demanda de usucapión.Contestación al recurso de casación.Francisco Edmundo Vaca Cuéllar, por
escrito de fs. 410 a 413 vta., contestó al recurso de casación en los siguientes términos:a) El recurso
de casación no cumple con ninguno de los requisitos previstos en el art. 274.I num. 2, y no identifica
si planteó casación en el fondo, en la forma o en ambos; por lo que, corresponde declarar la
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

improcedencia del recurso.b) Se formuló el recurso de casación como si se tratase de las


conclusiones previas a la emisión de la sentencia, sin fundamentar nada en contra del Auto de
Vista.c) Las pruebas de las que intenta valerse la recurrente, documentales, testificales y pericial no
demostraron la posesión pacífica e ininterrumpida de diez años; tampoco la copia simple de su
cédula de identidad la cual no prueba por sí misma la posesión aunque ahí figure como domicilio la
dirección del inmueble.d) El Certificado emitido por el Servicio General de Identificación Personal a
fs. 227, recién el año 2019 consigna el domicilio de la demandada en la urbanización 9 de Abril; y el
certificado emitido por el Servicio de Registro Cívico a fs. 224, consigna su recinto electoral en la
localidad de San Pablo, zona Costanera, Av. Costanera.e) La Certificación emitida por ENDE DEL BENI
S.A.M. a fs. 262, señala que la demandante es usuaria del servicio de energía eléctrica desde el año
2019, sin que demuestre la posesión; asimismo el plano de ubicación, la Certificación emitida por la
Junta Vecinal, y el Acta Nº 01/2009 de 22 de octubre, son documentos que se realizan a
conveniencia de los vecinos, no desvirtúan el derecho propietario ni fundamentan posesión.f)
Finalmente las imágenes satelitales e informe pericial, revelan que existe el asentamiento a partir
del año 2017; y la misma demandante le reconoce como propietario, por lo que su condición de
detentadora no cambió a poseedora.Por lo que solicitó se declare infundado el recurso de casación,
confirmando el Auto de Vista y la Sentencia.

FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓN A fin de contextualizar la problemática del presente proceso,


se tiene que Etelvina Noé Maza, demandó el perfeccionamiento del derecho propietario por
usucapión decenal del inmueble, lote de terreno, ubicado en el Municipio de la Santísima Trinidad,
Distrito Municipal 2 (DM-2), de la Provincia Cercado del departamento del Beni, Barrio “9 de Abril”,
Avenida Panamericana, calle Totaí, casa 2/n, manzana M-4-6, Lote N° 8 con una superficie de 312
m2, Zona Sur de la ciudad de Trinidad, demanda dirigida en contra del propietario Francisco
Edmundo Vaca Cuéllar; quien previamente citado, contestó de forma negativa, oponiendo demanda
reconvencional de acción reivindicatoria y negatoria, afirmando ser propietario de 117314,00 m2
debidamente inscritos en el registro de Derechos Reales bajo la matrícula 8.01.1.01.0011350,
denominado “Parque Industrial Pesado” (ahora Junta 9 de Abril), en cuya extensión se encuentra el
inmueble motivo de la usucapión; agotada la producción de prueba, el Juez A quo emitió la
Sentencia N° 82/2021 de 14 de septiembre, cursante de fs. 359 a 363, declarando IMPROBADA la
demanda de usucapión y PROBADA la acción de reivindicación; apelada dicha decisión, fue
CONFIRMADA por el Auto de Vista Nº 93/2022 de 09 de mayo, visible de fs. 391 a 392, resolución
contra la cual se planteó el recurso de casación que se analiza.En el recurso de casación planteado
por Etelvina Noé Maza, como se desglosó previamente, no se acusó la vulneración, aplicación
indebida o errónea interpretación de ninguna norma de orden sustancial ni procesal, tampoco error
de hecho o error de derecho en la valoración de la prueba, empero formula su pretensión recursiva
impetrando se case el Auto de Vista y declare probada en el fondo la demanda de usucapión, de lo
que se tiene que existe una manifiesta imprecisión en el planteamiento, pues si su propósito era
plantear recurso de casación en el fondo, debió sujetar su pretensión recursiva a lo previsto por el
art. 271.I del Código Procesal Civil, es decir, formulando la vulneración de normas de orden
sustantivo y no como hizo, exponiendo alegatos referidos a la prueba que presentó y que –desde su
perspectiva- demostrarían los presupuestos de la usucapión, esta deficiencia -en su escrito de
casación- queda expuesta en la revisión de la parte denominada “Fundamentos jurídicos del
recurso”, en el cual no hizo ninguna alusión al art. 271.I o II del Código Procesal Civil, únicamente
citó al art. 614 del Código Civil sin mayor explicación de cómo se vulneró –tema que será abordado
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

más adelante-; de ello se evidencia la absoluta falta de coherencia y desconocimiento de la


naturaleza del recurso de casación al interponerlo sin acusar la vulneración de normas sustanciales
ni procesales, ni comprender la diferencia existente entre ambos, pues conforme se verifica de la
Doctrina Legal aplicable, el recurso de casación en el fondo y en la forma son dos medios de
impugnación distintos, que persiguen finalidades igualmente diferentes, asimismo que proceden
ante supuestos disímiles, en consideración a que a través del recurso de casación en el fondo lo que
se pretende es que el tribunal de casación oriente la correcta aplicación o interpretación de la norma
sustantiva o la adecuada valoración de la prueba en la resolución de fondo; por su parte a través del
recurso de casación en la forma, lo que se pretende es que el tribunal de casación oriente sobre la
correcta aplicación de las normas procesales que resultan esenciales para el desarrollo mismo y el
resguardo de la garantía del debido proceso, ese es el presupuesto contenido en el art. 271.II de la
norma procesal “En cuanto a la normas procesales, sólo constituirán infracción o la errónea
aplicación de aquellas que fueren esenciales para la Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº
352 | Teléfono:(+591)64 53200 | www.tsj.bo Página 7/9 Estado Plurinacional de Bolivia Organo
Judicial garantía del debido proceso y reclamadas oportunamente ante juezas, jueces o tribunales
inferiores”.En razón a la distinta naturaleza de uno y otro recurso, la finalidad que pretenden así
como la Resolución que les corresponde a cada uno también es distinta, así, cuando se plantea
recurso de casación en el fondo la pretensión recursiva está orientada a que el tribunal de casación
case el Auto de Vista recurrido y en base a la correcta aplicación o interpretación de la norma
sustantiva emita pronunciamiento resolviendo el fondo de la controversia o del asunto motivo del
litigio. En cambio cuando se deduce el recurso de casación en la forma, la pretensión recursiva está
orientada a que el Tribunal de Casación anule obrados a fin de reorientar o reencausar el correcto
trámite del proceso en base a la correcta aplicación de la norma adjetiva y en resguardo de las
formas esenciales que garantiza el debido proceso, como se tiene ampliamente expuesto en los
numerales III.1 y III.2. de la Doctrina Legal Aplicable.De lo expuesto, se puede concluir que el recurso
de casación en estudio, ha sido planteado defectuosamente; no obstante, y en aplicación al principio
pro actione, se ingresará a dar respuesta a los reclamos planteados referidos en su contenido, en el
siguiente orden:Respecto de la vulneración de su derecho a la propiedad y a la vivienda, se
entenderá que se reclama la protección del derecho previsto en el art. 105 del Código Civil, empero,
tratándose de bienes inmuebles, conforme al art. 1538.I del citado Código “Ningún derecho real
sobre inmuebles surte efectos contra terceros sino desde el momento en que se hace público según
la forma prevista por este Código”, en consecuencia, si la recurrente pretende la protección del
derecho de propiedad sobre un bien inmueble, previamente debe acreditar su derecho propietario
mediante su título debidamente inscrito en el Registro de Derechos Reales; si bien la acción de
usucapión tiene por propósito la declaración del reconocimiento de un derecho propietario,
mientras no exista Sentencia de usucapión con autoridad de cosa juzgada, el justiciable no puede
reclamar el derecho a la propiedad, máxime si el presente proceso versó precisamente de la forma
de adquirir la propiedad por usucapión prevista en el art. 138 del Código Civil.En lo concerniente al
derecho a la vivienda, en el presente caso, se entiende que el mismo se encuentra directamente
vinculado con la pretensión jurídica de la adquisición del derecho propietario por usucapión, siendo
este (derecho a la vivienda) un derecho derivado o dependiente del primero (derecho de adquirir la
propiedad por usucapión), consecuentemente, si la pretensión jurídica de la usucapión no fue
estimada favorablemente, la invocación al derecho a la vivienda corre el mismo resultado; este
acápite también se encuentra relacionado a la vulneración del art. 614 del Código Civil, que se
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

refiere a las obligaciones principales del vendedor, pues la demanda y el inicio de la posesión se
sustentaron en que la recurrente habría comprado dicho inmueble de su propietario ahora
demandado Francisco Edmundo Vaca Cuéllar, empero, las resoluciones de grado establecieron que
no se demostró la existencia de dicha relación contractual, tampoco en el recurso de casación en
estudio se hizo alusión a los medios probatorios que demostrarían el hecho de la existencia del
contrato de venta –aun sea verbal-, peor aún, no se sustentó haberse incurrido en error de hecho o
error de derecho en la valoración de algún medio probatorio tendiente a demostrar la existencia de
la venta; consecuentemente, este reclamo carece de mérito. Ahora bien, la recurrente insiste en su
recurso que la prueba que presentó, consistente en las facturas de consumo de energía eléctrica, el
plano de ubicación del lote, el acta Nº 01/2009 de 22 de octubre y Certificación de la Junta Vecinal,
habrían demostrado su posesión por el Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
Teléfono:(+591)64 53200 | www.tsj.bo Página 8/9 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial
tiempo necesario para usucapir; sin embargo, no expresó si en la valoración de dichos medios
probatorios se incurrió en error de hecho o error de derecho, tampoco expuso ninguna
argumentación respecto al valor que otorgaron los juzgadores de instancia a la prueba de descargo
presentada por su contraparte y que formó convicción para la desestimación de la demanda de
usucapión; no existe una sola cuestionante respecto al valor que se le otorgó a la prueba de
descargo, menos aún a lo expuesto por el Tribunal de alzada, que concluyó que el análisis sobre
cuándo se produjo la interversión del título de detentadora a poseedora resultó irrelevante e
intrascendente para la formulación de la conclusión determinativa principal que motivó la
sentencia, dado que se demostró que la data de la construcción es de tres años, misma que no reúne
el requisito de diez años necesarios para usucapir, inclusive resaltó que aunque se suprima el
argumento de la interversión, el resultado de la sentencia sería el mismo; es decir, a partir de
concepción jurisprudencial sobre la usucapión, la actora no demostró los elementos corpus ni
animus, ambos relacionados con el tiempo de vigencia de la posesión previsto en el art. 138 del
Código Civil; de ahí que por correlato, habiéndose planteado en la vía reconvencional la acción de
reivindicación y habiéndose demostrado los presupuestos de procedencia de dicha acción, esta fue
resuelta en favor del propietario, resaltando que la recurrente no realizó ninguna impugnación en
contra de la estimación de la demanda de reivindicación.Por lo expuesto, corresponderá pronunciar
resolución en la forma prevista en el art. 220.II del Código Procesal Civil

PARTE DISPOSITIVA

POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional de Bolivia, con la
facultad conferida por el art. 42.I num.1) de la Ley del Órgano Judicial de 24 de junio de 2010, y en
aplicación del art. 220.II del Código Procesal Civil, declara INFUNDADO el recurso de casación de fs.
395 a 397, interpuesto por Etelvina Noé Maza contra el Auto de Vista N° 093/2022 de 09 de mayo,
corriente de fs. 391 a 392, pronunciado por la Sala Civil Mixta, Familia, Niñez y Adolescencia,
Violencia Intrafamiliar o Doméstica y Pública del Tribunal Departamental de Justicia del Beni, con
costas y costos.Se regula honorario profesional en la suma de Bs. 1.000 en favor del profesional que
contestó el recurso.Regístrese, comuníquese y cúmplase.Relator: Mgdo. Marco Ernesto Jaimes
Molina.
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

AUTO SUPREMO TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA S A L A C I V I L

Auto Supremo: 166/2023Fecha: 16 de febrero de 2023

Expediente: O-18-22-S

Partes: Cinthia Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez c/ Vilma Eugenia Chambi Vélez y
Jaime Javier Martínez Choque.

Proceso: Usucapión quinquenal u ordinaria

Distrito: Oruro

VISTOS: El recurso de casación de fs. 1062 a 1079, interpuesto por Marco Antonio Ibáñez Pérez y
Cinthia Ibáñez Pérez, contra el Auto de Vista N° 43/2022 de 11 de enero, de fs. 1029 a 1042,
pronunciado por la Sala Civil, Comercial de Familia, Niñez y Adolescencia Primera del Tribunal
Departamental de Justicia de Oruro, en el proceso ordinario de usucapión quinquenal, seguido por
los recurrentes contra Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque; el Auto de
concesión N° 23/2022 de 07 de febrero visible a fs. 1102; el Auto Supremo de Admisión Nº
113/2022-RA de 15 de febrero, de fs. 1110 a 1112, Resolución Constitucional N° 147/2022 de 02 de
diciembre, de fs. 1287 a 1300 vta., reingresando la causa ante este máximo Tribunal Supremo de
Justicia, los antecedentes del proceso; y:CONSIDERANDO I: ANTECEDENTES DEL PROCESO1. Cinthia
y Marco Antonio ambos Ibáñez Pérez mediante memorial de fs. 191 a 200 vta., promovieron
proceso ordinario de usucapión quinquenal contra Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier
Martínez Choque; quienes una vez citados, según escrito cursante de fs. 235 a 243, respondieron a
la demanda negativamente y reconvinieron por nulidad de Escritura Pública.Con ese antecedente, y
tramitada la causa, el Juez Público Civil y Comercial 1° de la ciudad de Oruro pronunció la Sentencia
N° 24/2021 de 29 de marzo, que discurre de fs. 898 a 910, declarando IMPROBADA la pretensión
principal de usucapión quinquenal u ordinaria y la inscripción de la fracción del bien inmueble con
Matrícula N° 4.01.1.01.0020877, signado como fracción “A”, con una superficie de 166.57 m2,
inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro y
PROBADA la pretensión reconvencional de nulidad por falta de objeto del contrato de compraventa
de una fracción de terreno de 166.57 m2, bien inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174
entre Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro, celebrado por Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez
Pérez de Ibáñez a favor de Cinthia Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez, mediante minuta de
10 de enero de 2011, protocolizada en la Escritura Pública N° 175/2011, de 02 de febrero de 2011,
otorgado en la Notaría de Fe Pública N° 19.2. Resolución que, puesta en conocimiento de las partes
procesales, dio lugar a que los demandantes Cinthia y Marco Antonio ambos Ibáñez Pérez, por
memorial de fs. 914 a 946 vta., interpongan recurso de apelación.En mérito a esos antecedentes la
Sala Civil, Comercial, Familia, Niñez y Adolescencia Primera del Tribunal Departamental de Justicia
de Oruro, emitió el Auto de Vista N° 43/2022 de 11 de enero, cursante de fs. 1029 a
1042, CONFIRMANDO la Sentencia apelada.Determinación que fue asumida en virtud de los
siguientes fundamentos:a. Respecto a la errónea fundamentación de la Sentencia, con relación a los
elementos de título idóneo y buena fe, en sentido de que el Juez de grado no consideró que su título
no solo se funda en el contrato de compraventa, sino que está debidamente protocolizado y
registrado en Derechos Reales, siendo su título idóneo, el Juez hubiera incurrido en una incorrecta
apreciación al determinar que fueran hijos de los vendedores del inmueble objeto de la litis tenían
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

conocimiento sobre el proceso de usucapión y que el mismo hubiera sido dejado sin efecto por la
nulidad de obrados decretada en dicho proceso, aspecto que el Tribunal de alzada Impresión: 15-
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial determinó, sin ningún elemento probatorio, por lo que
consideraron que se vulneraron los arts. 93, 134, 1319 y 1538 del Código Civil y los arts. 115 y 180
de la Constitución Política del Estado y arts. 229 y 194 del Código de Procedimiento Civil abrogado.La
Sala de apelación señaló que los recurrentes sostienen sus agravios haciendo cita al Auto Supremo
N° 581/2015, mismo que haría alusión a los requisitos de la usucapión quinquenal y del análisis del
mismo, el Tribunal de alzada ha considerado que esta línea jurisprudencial señala que un título
podrá ser considerado justo título cuando concurran los requisitos de validez en su formación,
aspecto que en el caso de autos no ocurre, siendo que el título del cual deviene la propiedad de los
demandantes de usucapión quinquenal, jamás se configuró como título idóneo, al carecer el
elemento del objeto, es decir que al ser nulo el título de los vendedores de los demandantes,
adquirido a través de un proceso fraudulento de usucapión extraordinaria, por el efecto de la
retroactividad su título también concurrió con los mismos efectos.Consecuentemente, al no existir
nunca el título del cual se sustenta el contrato de compraventa, este último no reuniría los requisitos
intrínsecos para su formación, por cuanto, el Juez de grado hubiera establecido que entre los
vendedores y los compradores del negocio jurídico de compraventa plasmada en la Escritura Pública
N° 175/2011, de 02 de febrero de 2011, existió colisión y entendimiento al ser los contratantes
padres e hijos, aspecto que generaría indudablemente elementos de convicción de confabulación
entre los familiares de los demandantes para apropiarse indebidamente del bien inmueble objeto
de litigio, criterio sustentado en el principio constitucional de razonabilidad.b. En cuanto a la
errónea fundamentación de la Sentencia, en sentido de que no hubieran poseído el inmueble de
forma exclusiva y por contar con una cláusula en la que manifiestan que la posesión sería efectiva
recién cuando los vendedores fallecieran, no consideró que dicha cláusula fue desestimada por la
prueba testifical, pago de impuestos, inspección de visu, confesión de los propios vendedores,
hechos que demostrarían su pacífica posesión cuando su derecho propietario devendría del 06 de
abril de 2011, además, con la presentación del incidente de nulidad de obrados interpuesta dentro
del proceso de usucapión extraordinaria se hubiera interrumpido la prescripción, proceso en el que
no fueron parte, no habiéndoselos citado o notificado.Al respecto, el Tribunal de alzada sostuvo que
del testimonio de Escritura Pública N° 175/2011 de 02 de febrero, cursante de fs. 52 a 54 vta., esta
sostendría que se tomaría posesión cuando dejen de existir los vendedores, por lo que seguirán
ocupando el bien inmueble hasta sus últimos días, y en la cláusula sexta, que ambas partes dan su
conformidad a todas y cada una de las cláusulas estipuladas en el documento, comprometiéndose
a su fiel y estricto cumplimiento, aspecto que no podría ser desconocido, por cuanto de dicho hecho
contravendría sus propios actos, los que fueron exteriorizados de manera voluntaria ante la libertad
autonómica de las partes suscribientes del contrato.Consiguientemente, se estableció que la
posesión de los demandantes no inició ni fue exclusiva, siendo que se encontraba reservada para
sus vendedores, razón por la cual el Juez de grado determinó que los demandantes no cumplían con
los requisitos esenciales de la posesión. En el caso de autos, el animus que no fue exclusivo por parte
de los demandantes.c. Respecto a la interrupción de la prescripción señala el Tribunal Ad quem, que
los demandantes no han consolidado su pretensión de usucapión quinquenal debido a que carece
de los elementos para la adquisición extintiva, es decir no reúne los elementos esenciales para la
consolidación de su derecho propietario de usucapión quinquenal.d. En lo atinente a que Impresión:
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial existiera error de hecho en la valoración de la prueba,
incurriendo en vulneración del debido proceso en su elemento de valoración razonable de la prueba
al lesionar las reglas de la sana crítica y este en relación con las reglas de lógica y la experiencia, por
cuanto, el Juez de grado sostuvo que no existiría título idóneo y buena fe, sin considerar que su
título se encuentra debidamente probado de fs. 52 a 56 vta.Al respecto, la Sala de apelación
manifestó, que los argumentos de los recurrentes son repetitivos y que ya hubieran sido objeto de
análisis y fundamentación en apartados anteriores; sin embargo, refirió que respecto a la valoración
de la prueba el Juez de grado se enmarcó en los parámetros establecidos en la ley, cumpliendo con
los principios de comunidad y unidad de la prueba al establecer la carencia de título justo o idóneo
de la parte demandante ante la nulidad del título de usucapión el que fue declarado fraudulento;
en el cual se sostendría el título de compraventa. Además, que la valoración fue correcta al concretar
la falta de buena fe en su adquisición, habida cuenta que sobre la base de la sana crítica y experiencia
pudo establecer la confabulación entre los vendedores y compradores, que al ser padres e hijos se
apropiarían del bien inmueble objeto de litis.Asimismo, respecto a que no se hubiera valorado toda
la prueba referente a su posesión, limitando su decisión en la cláusula quinta del contrato de
transferencia, el Tribunal Ad quem refirió que, si bien pudiera existir la manifestación de testigos e
incluso confesión de los propios vendedores sobre su posesión, dichos elementos no son
permisibles en cuanto la manifestación de documentos anteriores, estableciéndolo así el art. 1328
del Código Civil, normativa que se encuentra vinculada con el art. 1289 de la Ley citada y relacionada
con el art. 162 del Código Procesal Civil, por cuanto, la valoración realizada por el Juez de instancia
fue correcta, no siendo concurrente prueba alguna que hubiera contradicho lo manifestado en la
Escritura Pública N° 175/2011.De igual manera, respecto a que hubiera existido una errónea
valoración de la prueba, el Tribunal de alzada manifestó que la confesión realizada por los
vendedores de los demandantes no puede ser considerada para desvirtuar lo establecido en el
testimonio de Escritura Pública N° 175/2011, por cuanto, no puede considerarse como prueba
contra documentos fehacientes de data anterior, aspecto regulado en el art. 162 del Código Procesal
Civil.e. En lo concerniente a que existiera una errónea aplicación del art. 549 del Código Civil, al
haber actuado el Juez de manera ultra petita, por cuanto, hubiera anulado su derecho propietario
bajo el sustento de que el incidente de nulidad de obrados formulado en el proceso de usucapión
involucraría a los demandantes, aspecto que consideraría erróneo, ya que ellos no fueron parte del
proceso de usucapión siendo el mismo planteado un año después de la consolidación de su derecho
propietario en la gestión 2011; al respecto, el Tribunal de alzada refirió que por el efecto retroactivo
de la nulidad este produce efectos jurídicos en el título de compraventa de los demandantes,
considerando que dicho acto hubiera producido anomalía estructural en el documento de
transferencia Escritura Pública N° 175/2011, misma que no nació a la vida jurídica por carecer de
objeto en su formación.f. En cuanto a la apelación en el efecto diferido los recurrentes manifestaron
que los demandados no tendrían legitimación para accionar la nulidad del contrato base de su título
de propiedad, al no haber sido parte suscribiente de dicha transferencia; al respecto, la Sala de
apelación expresó que uno de los atributos a diferencia de anulabilidad, es que la nulidad es de
orden público, por lo que cualquier persona que justifique interés legítimo sobre las consecuencias
del contrato podría solicitar la nulidad del mismo, conforme el art. 523 del Código Civil Impresión:
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial vinculada al art. 551 del mismo cuerpo legal, por lo que
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puede establecerse la legitimidad de los demandados, por cuanto, el título que pretendieran hacer
valer los demandantes para justificar su pretensión de usucapión quinquenal, afecta directamente
el derecho propietario de los demandados.3. Fallo de segunda instancia que, puesto en
conocimiento de los sujetos procesales, ameritó que los demandantes Marco Antonio y Cinthia
ambos Ibáñez Pérez por memorial de fs. 1062 a 1079, interpongan recurso de casación, el cual es
objeto de análisis.CONSIDERANDO II: DEL CONTENIDO DEL RECURSO DE CASACIÓN Y SU
CONTESTACIÓND el medio de impugnación objeto de la presente resolución, se observa que los
demandantes, ahora recurrentes, alegaron como agravios los siguientes extremos: En el fondo. 1.
Acusaron que se hubiera vulnerado la garantía del debido proceso en su elemento de motivación y
fundamentación por inobservancia del art. 229 de la Ley 439, entendiendo que el Tribunal de alzada
hubiera considerado que los recurrentes no tuvieran justo título al determinar que el mismo no
nació a la vida jurídica porque devendría de un proceso fraudulento de usucapión extraordinaria,
basándose en un hecho posterior a su derecho de propiedad, no teniendo presente que el contrato
de compraventa ya existía el año 2011 al igual que la inscripción en Derechos Reales, siendo el
objeto posible, lícito y determinado conforme al art. 485 del Código Civil, elementos que
determinarían que su título es idóneo, por dichos aspectos consideraría que el Tribunal Ad quem
incurrió en vulneración del debido proceso en su elemento de fundamentación y motivación,
lesionando el derecho a la tutela judicial efectiva art. 115 y 180 de la Constitución Política del Estado
y arts. 229 del Código Procesal Civil y 1319 del Código Civil. 2. Denunciaron que el Tribunal Ad quem
hubiera incurrido en errónea fundamentación al no valorar la prueba de cargo aplicando
erróneamente teoría de los actos propios, considerando que lo señalado en la cláusula quinta del
contrato de compraventa no podría ser superado por ningún medio de prueba, ya sea testifical ni
ninguna otra, además de no haber considerado que ingresarían en posesión desde la fecha de
suscripción del contrato de compraventa ejerciendo tanto el corpus como el animus, siendo que
con toda la prueba podría haberse dado la interversión del título, por cuanto, de la prueba testifical,
inspección de visu y confesión provocada demuestran la posesión de los demandantes, siendo que
no se habría valorado la prueba sobre la base de la teoría de los actos propios. Asimismo, respecto
a la interrupción de la prescripción adquisitiva señalan que se hubiera interrumpido la usucapión
quinquenal con la presentación de una querella de fecha 22 de noviembre de 2018 y con el incidente
de nulidad presentado en proceso de usucapión decenal.3. Alegaron que el Tribunal de alzada y el
Juez de primera instancia incurrieron en error de hecho al omitir valorar la prueba de cargo
documental, testifical, confesión provocada e inspección de visu, pues ingresaron en posesión con
los elementos de corpus y animus, habiendo fundado su resolución en la teoría de los actos propios
cuando debió haberse observado la teoría de la interversión de título, por cuanto, señalaron que no
hubiera existido la tenencia exclusiva del bien inmueble por parte de los recurrentes, habiendo
incluso referido los vendedores que su domicilio se encuentra en el inmueble objeto de litigio. 4.
Sostuvieron que el Tribunal Ad quem hubiera incurrido en errónea fundamentación con relación al
elemento de buena fe en inobservancia del art. 93 del Código Civil, ingresando en incongruencia
omisiva, violando el derecho a una debida fundamentación y motivación de la resolución, por
cuanto, respecto a la buena fe hubieran señalado que existiera Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis
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Organo Judicial confabulación de familiares para apropiarse de un inmueble que no les pertenece,
dicha afirmación no tendría ningún sustento probatorio, basándose únicamente en presunciones,
es decir, presumiendo la mala fe de los recurrentes, cuando dicho extremo jamás fue probado, no
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teniendo sustento legal que el tema de familiaridad pueda ser un argumento valedero, habiéndose
infringido y violado los arts. 93 del Código Civil y 115 - 180 de la Constitución Política del Estado.5.
Expresaron que con relación al recurso de apelación en el efecto diferido, no hubieran observado
los requisitos que hacen viable que un tercero pueda demandar la nulidad de contrato si no es parte
del mismo, y que en el presente caso son sujetos de la relación contractual Crispín Ibáñez Mamani
y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, siendo que los reconvinientes Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime
Javier Martínez Choque tienen una relación contractual con Irene Solange Montecinos Villca y Jorge
Gonzalo Chambi Vélez, aspecto que demostraría que los reconvinientes no hubieran tenido ninguna
relación contractual con Crispín Ibáñez Mamani ni con Lidia Pérez Pérez de Ibáñez mucho menos
con Marco Antonio Ibáñez Pérez o Cinthia Ibáñez Pérez, extremo que hubiera infringido los arts.
115.II y 180.I de la Constitución Política del Estado.Respuesta al recurso de casación.De la revisión
del expediente de usucapión quinquenal u ordinaria, se evidenció que cursa respuesta al recurso de
casación en los siguientes términos:1. Manifestaron respecto a que se hubiera vulnerado la garantía
del debido proceso en su elemento de motivación y fundamentación por inobservancia del art. 229
de la Ley 439, el incidente de nulidad dentro del proceso de usucapión sirve de antecedente al
presente proceso, toda vez que como consecuencia de ello quedó nulo y sin efecto alguno el
aparente derecho de propiedad de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez que pretendían
haber adquirido sobre el inmueble objeto de litigio, puesto que la declaración judicial de nulidad del
proceso de usucapión, supone que dicho proceso no surtió efecto alguno y que Crispín Ibáñez
Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez no adquirieron derecho de propiedad sobre el inmueble ubicado en
la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro, además, no se puede considerar el hecho
de que se hubiera realizado la venta años antes a la declaratoria de nulidad no supondría que esa
venta fue legal y que la misma no sea viciada de nulidad, tampoco incidiría el hecho de que ahora
los recurrentes no tuvieron conocimiento del incidente de nulidad del proceso de usucapión.
Respecto al justo título los demandados manifestaron que este no puede ser confundido con título
válido y eficaz, siendo que el justo título refiere a la idoneidad del título en virtud del cual el
usucapiente habría adquirido la propiedad de quien no era su verdadero dueño.2. Señalaron que
respecto a la errónea fundamentación por no ingresar a la valoración de la prueba de cargo y por
aplicar indebidamente la teoría de los actos propios, la cláusula quinta de la Escritura Pública N°
175/2011 las partes intervinientes estipularon que Marco Antonio Ibáñez Pérez y Cinthia Ibáñez
Pérez tomarán posesión cuando dejarían de existir los vendedores Crispín Ibáñez Mamani y Lidia
Pérez de Ibáñez, siendo que la estipulación de esta cláusula fue correctamente interpretada por el
Tribunal de alzada en el marco de la teoría de los actos propios, que vincula y reata a las partes al
contenido de su propia manifestación expresada de manera libre y voluntaria. 3. Expresaron que
respecto al error en la valoración de la prueba, los recurrentes acusan que no se hubiera valorado
la prueba documental, testifical confesión e inspección, prueba que contrarrestaría la manifestación
de voluntad inserta en al cláusula quinta de la Escritura Pública N° 175/2011; al respecto, refiere
que la declaración referida en la cláusula quinta Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352
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constituiría una manifestación de voluntad por determinación de los arts. 175-IV y 162-II del Código
Procesal Civil, constituiría una confesión extrajudicial, haciendo plena prueba y que en el marco de
la teoría de los actos propios no puede ser desconocida. 4. Refirieron que respecto al error en la
fundamentación sobre a la buena fe, los recurrentes sostendrían que la buena fe se presume y la
mala fe se prueba, y que contrariamente el Tribunal de alzada hubiera presumido que ellos no
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tendrían la posesión de buena fe por considerar que existió confabulación entre padres e hijos, sin
que esta conclusión se sustente en ningún medio probatorio; al respecto, debemos señalar que en
la usucapión quinquenal la buena fe se refiere a aquella conducta que hubiera tenido el usucapiente
a momento de adquirir la propiedad de quien no era el verdadero propietario y que, en el presente
caso, no medió la buena fe de los usucapientes, por cuanto, no medio la intención verdadera y de
buena fe de celebrar un acto traslativo de propiedad, sino que medio la intención de engaño y
confabulación. 5. Manifestaron que respecto a la errónea fundamentación de la apelación diferida
los recurrentes acusan que el Tribunal de alzada no hubiera considerado la jurisprudencia referida
a la legitimación activa para demandar la nulidad, por cuanto, los demandados no tendrían relación
con las partes intervinientes en la Escritura Pública N°175/2011; al respecto, señalaron que su
legitimación activa no puede ser limitada al hecho de que no formen parte del contrato, sino, por el
contrario, se reconociera la legitimación a cualquier persona que tenga interés legítimo, y que, en
el presente caso, el hecho de ser legítimos titulares del bien inmueble que en parte habría sido
transferido por quienes no son sus legales propietarios, les legitimaría para demandar la nulidad de
contrato.CONSIDERANDO III: DOCTRINA APLICABLE AL CASOIII.1. Sobre la usucapión quinquenal. El
Auto Supremo N° 355/2013 de 15 de julio ha orientado en sentido que: “Corresponde primeramente
realizar un análisis a la fundamentación vertida por el Juez A quo, la misma que fue confirmada por
el Tribunal de Alzada, en el entendido de considerar al título de propiedad de los demandados no
válido para la usucapión quinquenal; por dicho motivo es necesario recalcar el criterio vertido por
los mismos, por lo cual transcribiremos de manera textual lo que indica el Juez: “…la prescripción
adquisitiva de propiedad por Usucapión Quinquenal dispuesta por el art., 134 del Código Civil no se
puede viabilizar por cuanto la mala fe originada por la falsedad del poder de quien representó a la
transferente NORAH MERCADO AYALA se mantiene con solución de continuidad jurídica, al margen
de no haberse acreditado posesión material por parte de los reconvencionistas.”, por su parte el
Tribunal Ad quem omitiendo entrar a considerar dicha aseveración que fue apelada por los
recurrentes, indicó: “…resulta innecesario considerar los demás actuados posteriores, ya que los
mismos son consecuencia de esa trasferencia nula e inexistente y por consiguiente las mismas
también resultan ser nulas y sin valor legal.”, este mismo Auto de Vista continuo indicando líneas
más abajo “…se aclara que para la procedencia de la usucapión quinquenal u ordinaria, es preciso
contar con un título idóneo con el que fue transferido la propiedad y que la misma fuere adquirido
de buena fe, aspecto que no concurren en el presente caso, ya que en dicho contrato fue adquirido
de mala fe y fue viciada desde el principio de su adquisición no constituyendo justo título, por lo que
todos los actos posteriores realizados en base a dicho documento se encuentran viciados de
nulidad.”.Por lo transcrito textualmente, se puede evidenciar que los Tribunales de instancia,
basaron ambas resoluciones a la idea, que no sería justo titulo la Escritura Pública Nº 327/95 por el
cual transfiere Mabel Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200
| www.tsj.bo Página 6/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial Montoya Pardo el
inmueble objeto de la litis, a favor de Eddy Huarita Guevara, representado por Jacinta Guevara Vda.
de Huarita (codemandados) y que al ser éste título proveniente de una Escritura Pública nula,
derivado también de un poder nulo; la transferencia a favor de los recurrentes no sería un título
idóneo y que éstos, los compradores, no hubiesen adquirido de buena fe dicho lote de terreno,
consideración por demás errada y contraria a la jurisprudencia vertida por la Corte Suprema de la
Nación con la cual se llegó a compartir criterio en muchas Resoluciones y en la actualidad éste nuevo
Tribunal Supremo mantiene; en ese entendido tenemos el Auto Supremo Nº 377 del 3 de noviembre
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de 2010 en el cual se indica que: “…la usucapión quinquenal u ordinaria, se produce cuando en
virtud de un título idóneo para transferir la propiedad, se adquiere de buena fe un inmueble de
alguien que no es el dueño, cumple usucapión a su favor poseyéndolo durante cinco años contados
desde la fecha en que el título fue inscrito. La usucapión quinquenal u ordinaria, prevista en el art.
134 del Código Civil, supone la comprobación judicial de cuatro requisitos, esto es, justo título,
buena fe, posesión continuada y transcurso del tiempo. “Por su parte el Tribunal Constitucional
mediante la Sentencia Constitucional Nº 0773/2011-R de fecha 20 de mayo del mismo año,
estableció que: “…la usucapión en nuestro país constituye una forma de adquirir la propiedad
mediante la posesión pacífica y continuada por el tiempo que la ley señala. Así, cuando la persona
adquiere de buena fe un inmueble en virtud de título idóneo, de alguien que no es el propietario, y
posee el mismo durante cinco años, desde la inscripción del título, puede adquirir la propiedad a
través de la usucapión denominada ordinaria.”.Por su parte la doctrina con referencia a la Buena Fe
y el Justo Título estableció que, el primero consiste en la creencia del usucapiente de no haber
actuado en contra de la norma existente y se basa en la convicción de que la persona de quien se
recibió la cosa era dueña de ella y podía trasmitir su dominio; el segundo entendido como al título
traslativo del derecho real, de la misma forma con referencia al justo título, Guillermo A. Borda
indica: “Se llama justo título aquel que es suficiente para la transmisión del dominio y que realmente
lo hubiera transmitido de haber sido el transmitente el verdadero propietario del inmueble. Es
decir, se trata de un título que está rodeado de todas las formalidades y demás requisitos
indispensables para la transmisión del dominio, a punto tal que de haber emanado del verdadero
propietario, la transmisión sería perfecta y no se plantearía ya la cuestión de la prescripción porque
bastaría con ese título para adquirir el dominio…”Por lo indicado, se concluye que la Escritura
Pública Nº 327/95 por el cual transfirió Mabel Montoya Pardo el inmueble objeto de la litis, a favor
de Eddy Huarita Guevara, representado por Jacinta Guevara Vda. de Huarita, constituye en justo
título y los recurrentes al haber demostrado durante todo el proceso que ellos compraron pensando
que la codemandada Mabel Montoya Pardo era la propietaria, demostraron la buena fe que tenían
en el momento de la adquisición; por lo tanto el conocimiento posterior sobre la falta de derecho
de su vendedora no le perjudicaba (por el contrario configuraba uno de los presupuestos de la
usucapión quinquenal “adquirir de alguien que no es su dueño”)”.En el Auto Supremo Nº 58/2015
de 29 de enero, se orientó respecto a los requisitos para la usucapión quinquenal estableciendo
que: “Se debe indicar que uno de los requisitos establecidos en el art. 134 del Código Civil, es el
título idóneo para adquirir la posesión, para el entendimiento del mismo corresponde citar el Auto
Supremo Nº 394 de 22 de julio de 2013 emitido por este Tribunal, en el que se señaló lo siguiente:
“Circunscribiendo nuestra atención en la Usucapión quinquenal u ordinaria, debemos Impresión:
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial señalar que el art. 134 del Código Civil norma tal instituto
jurídico señalando que: ‘(USUCAPIÓN QUINQUENAL U ORDINARIA) quien en virtud de un título
idóneo para transferir la propiedad adquiere de buena fe un inmueble de alguien que no es su
dueño, cumple la usucapión a su favor poseyéndolo durante cinco años contados desde la fecha en
que el título fue inscrito’. La norma nos refiere con claridad los requisitos que debe reunir la
usucapión ordinaria que son: título idóneo (justo título), buena fe en la posesión, transcurso del
tiempo y posesión (pública, pacífica, continuada e ininterrumpida); requisitos que deben ser
comprobados judicialmente para favorecerse de ella. Sobre el examen de los requisitos que hacen
a la Usucapión ordinaria, se debe hacer énfasis en el de título idóneo o justo título, como lo conoce
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la doctrina, a ello recurrimos a Borda que en su obra Tratado de Derecho Civil (Derechos Reales I,
pág. 317) señala: ‘Se llama justo título aquel que es suficiente para la transmisión del dominio y que
realmente lo hubiera transmitido de haber sido el transmitente el verdadero propietario del
inmueble. Es decir, se trata de un título que ésta rodeado de todas las formalidades y demás
requisitos indispensables para la transmisión del dominio, a punto tal que, de haber emanado del
verdadero propietario, la transmisión sería perfecta y no se plantearía ya la cuestión de la
prescripción porque bastaría con ese título para adquirir el dominio’. Para incidir sobre el punto,
nos remitimos al art. 584 del Código Civil, que sobre la noción de la venta, se indica que la venta es
un contrato por el cual el vendedor transfiere la propiedad de una cosa, denotándose que lo que se
transfiere es el derecho de propiedad, en ese sentido, cuando el transferente no tienen el derecho
de propiedad es cuando acude la prescripción adquisitiva ordinaria para cubrir ese defecto, por ello
el justo título en este escenario juega el papel de verificar la adquisición de buena fe operada en
ella, por ello Néstor Jorge Musto (Derechos Reales, Tomo I, pág. 509) sintetizando el concepto dice:
‘Con el justo título se ha efectuado una adquisición, pero ella tiene un defecto esencial: falta una
condición de fondo, cual es la titularidad en el derecho por parte del enajenante’. Definido el justo
título, se debe resaltar que para ser considerado tal debe reunir condiciones de validez, debiendo
inexcusablemente tener requisitos intrínsecos y extrínsecos, la primera referida sobre las
condiciones esenciales del acto jurídico, y la segunda, reatada a las condiciones del escrito que la
comprueba, solemnidades que debe cumplir. En este contexto, la forma instrumental que recubre
al justo título: Escritura Pública, entre otras, está condicionada a estos requisitos extrínsecos por
disposición propia de la ley. No debemos olvidar que el justo título no es el instrumento en el que
yace el acto jurídico, sino la causa que ha originado esta. Ahora bien, cuando se pretende acreditar
el justo título con la presentación de un testimonio (copia de la Escritura Pública), resulta
imprescindible que ese testimonio tenga su antecedente cierto, en otras palabra que exista la
Escritura Pública a la que hace referencia el testimonio, por cuanto el art. 1309 del Código Civil
señala que: ‘Hacen tanta fe como el original, y siempre que sean expedidos por funcionarios públicos
autorizados, los testimonios, en general, de documentos públicos originales o privados reconocidos,
o de cualquier otro documento o acto auténtico de los cuales esos funcionarios sean legalmente
depositarios, o los tengan consignados en su registros o protocolos’; por tanto, si bien el testimonio
hace fe del original, empero, ante la inexistencia del original el testimonio resulta un documento sin
respaldo de lo contenido en él.Considerando también la buena fe como requisito de la Usucapión
quinquenal, se debe indicar que el mismo artículo 134 del Código Civil, sitúa a la buena fe
íntimamente ligado a la del título idóneo, si bien Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352
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son diferentes, pero no son independientes en su actuar, pues el adquirir una propiedad mediante
el justo título hace presumir que el adquiriente la hace de buena fe suponiendo que compra del que
verdaderamente fue el dueño, entonces el justo título también hace presumir la buena fe. En esta
esfera Ricardo Papaño (Derechos Reales Tomo 2, pág. 332) citando a Vélez Sarfield dice: ‘El que
quiera prescribir debe probar su justo título, pero su mismo justo título hará presumir la buena fe…,
el justo título no es requerido sino como elemento de la buena fe…’”La doctrina referida líneas
arriba señala los requisitos de la usucapión quinquenal u ordinaria, los cuales son justo título, buena
fe en la posesión, transcurso del tiempo y posesión (pública, pacífica, continuada e ininterrumpida);
los que deben ser probados judicialmente para favorecernos de esta figura jurídica, la cual tiene
como finalidad la adquisición del derecho de propiedad respecto a un bien inmueble siempre que
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se cuente con justo título y hubiera mediado la buena fe; además, de que deben cumplirse
presupuestos legales como ser :1) Posesión, el elemento esencial en este tipo de acción -usucapión-
es la posesión, de acuerdo a lo establecido en el art. 134 del Código Civil; sin embargo, para que esta
-posesión- sea considerada útil a efectos de adquirir la propiedad a través de la usucapión
quinquenal, al margen de estar constituida de sus dos elementos corpus possessionis y ánimus
possidendi, deben tomarse en cuenta que la posesión debe ser contínua, es decir, que la
permanencia en el inmueble objeto de usucapión quinquenal haya sido ejercida de forma
permanente y continuada durante cinco años contados desde que el titulo se inscribió; debe
ser pública, por cuanto se ejerce frente a la sociedad, donde el corpus y animus se ejerzan de forma
pública y, pacífica, por cuanto, la posesión debe estar exenta de violencia física y moral, significando
que el poder de hecho ejercido sobre la cosa no se mantenga por la fuerza o violencia.De lo
anteriormente mencionado concluimos que, para la procedencia de la usucapión quinquenal u
ordinaria, quien pretende usucapir la cosa debe acreditar de manera fehaciente todos estos
presupuestos, pues el incumplimiento de uno de ellos no dará lugar a la pretensión
incoada.Sentencia Constitucional Nº 0773/2011-R de fecha 20 de mayo del mismo año, estableció
que: “…la usucapión en nuestro país constituye una forma de adquirir la propiedad mediante la
posesión pacífica y continuada por el tiempo que la ley señala. Así, cuando la persona adquiere de
buena fe un inmueble en virtud de título idóneo, de alguien que no es el propietario, y posee el
mismo durante cinco años, desde la inscripción del título, puede adquirir la propiedad a través de la
usucapión denominada ordinaria”.III.2. De la legitimación para demandar la nulidad.En relación a la
interpretación del art. 551 del Código Civil y el legitimado para demandar la nulidad de un contrato
el Auto Supremo N° 664/2014 de 06 de noviembre, señaló que: “La fórmula del art. 551 del Código
Civil, solo dispensa la calidad de accionante a quien tenga interés legítimo, y no está abierto a todas
las personas estantes del Estado, pues la nulidad siendo de orden público apunta a la invalidez de
un acto jurídico privado, donde no existe la afectación de un derecho difuso, siendo el punto de
partida la consideración del carácter privado del acto jurídico que se pretende invalidar, pues lo
contrario nos situaría en una acción de defensa de derechos colectivos o difusos…que la norma
permite accionar la nulidad cuando el interesado ostenta un derecho subjetivo no hipotético que
dependa actual e inmediatamente de la invalidez del acto jurídico, siendo ese el interés legítimo
que debe demostrar para acreditar la legitimación activa, es decir el interés legítimo está limitado
al interés personal que emerge del derecho subjetivo en función inmediata de la nulidad del
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9/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial contrato”.III. 3. Con relación a la valoración de
la prueba (debido a la acción de defensa constitucional)El art. 145 del Código Procesal Civil, respecto
a la valoración de la prueba señala: “I. La autoridad judicial al momento de pronunciar la resolución
tendrá la obligación de considerar todas y cada una de las pruebas producidas, individualizando
cuales le ayudaron a formar convicción y cuales fueron desestimadas, fundamentando su criterio.
II. Las pruebas se apreciarán en conjunto tomando en cuenta la individualidad de cada una de las
producidas y de acuerdo con las reglas de la sana crítica o prudente criterio, salvo que la Ley
disponga expresamente una regla de apreciación distinta. III. En la valoración de los medios de
prueba, la autoridad judicial, apreciara las mismas tomando en cuenta la realidad cultural en la cual
se ha generado el medio probatorio.” Regla de derecho, que en una faceta lógico-interpretativa, por
un lado, se sintetiza entre una de sus significancia en el principio de unidad, que según Víctor de
Santo, en su obra “La Prueba Judicial” (Teoría y Práctica), la conceptualiza como aquel, “conjunto
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probatorio del proceso forma una unidad y, como tal, debe ser examinado y merituado por el órgano
jurisdiccional, confrontando las diversas pruebas (documentos, testimonios, etc.), señalar su
concordancia o discordancia y concluir sobre el convencimiento que de ellas globalmente se
forme”.Por otro, da lugar al nacimiento del principio de comunidad de la prueba que tiene como
contenido que: “La prueba no pertenece a quien la suministra; por ende, es inadmisible pretender
que sólo beneficie al que la allega al proceso. Una vez incorporada legalmente a los autos debe
tenérsela en cuenta para determinar la existencia o la inexistencia del hecho sobre el cual versa, sea
que resulte favorable a quien la propuso o al adversario, quien bien puede invocarla”.Finalmente,
otro aspecto a tomar en cuenta en la valoración de la prueba incorporado por el art. 145 del Código
Procesal Civil, es la realidad cultural en el cual se generó el medio probatorio, lo que implica tomar
en cuenta la interculturalidad y las diferentes costumbres ancestrales reconocido por la
Constitución Política del Estado como uno de los principios fundamentales sobre el cual se asienta
la sociedad y el Estado, lo que implica que un medio de prueba generado bajo las costumbres
ancestrales y de acuerdo a sus procedimientos propios, no puede ser desconocido.En esa línea,
todos estos aspectos deben ser considerados, por el Juez de instancia, por ser una de sus facultades
privativas competenciales, al respecto la Sentencia Constitucional Plurinacional 0838/2021-S4 de 17
de noviembre de 2021 refirió que, “…la valoración de la prueba resulta ser una atribución exclusiva
de los jueces que ejercen jurisdicción y competencia en cada caso concreto, en ese sentido, debe
señalarse que en relación a los roles propios de la función ejercida por los jueces y tribunales(…) De
esto, se puede concluir que la jurisdicción constitucional, auto limitó sus competencias en relación
a la valoración de prueba, producida y valorada en el proceso judicial o administrativo, respetando
la competencia de las otras jurisdicciones”, criterio jurisprudencial constitucional, que ingresa en
estrecha concordancia con el Auto Supremo Nº 1156/2017 de 01 de noviembre que señaló: “Es
facultad privativa de los Jueces de grado, apreciar la prueba de acuerdo a la valoración que les
otorga la ley y cuando ésta no determina otra cosa, podrán hacerlo conforme a su prudente criterio
o sana crítica, según disponen el artículo 1286 del Código Civil y artículo 145 del Código Procesal
Civil.”, aspectos que generaron como poder del Juez de instancia, la facultad de realizar una
apreciación de las pruebas dentro del proceso, conforme las reglas de la sana crítica, de acuerdo a
las pautas de la prueba tasada y conforme el principio de verdad material.En ese merito, con
relación a la Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 |
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con base en las reglas de la sana crítica, estas no implican razonar a libre voluntad de manera
discrecional o arbitrariamente, sino más bien se encuentra regida por las normas de la lógica y la
experiencia; sin embargo, debe dejarse establecido que la citada norma legal, no limita la valoración
de la prueba de manera exclusiva a las reglas de la sana crítica, sino que deja abierta la posibilidad
de otro tipo de apreciación, siendo esta, la valoración legal, más conocida como prueba tasada,
donde es la Ley que establece de manera anticipada el valor legal de las pruebas, cuya situación se
encuentra en el art. 1289 y siguientes del Código Civil.Así también debe tenerse presente que, en la
actividad de valoración de la prueba tiene un peso gravitante el principio de verdad material, el
mismo que puede en muchos casos dejar en segundo plano a las pruebas tasadas como son los
documentos públicos, cuando de por medio concurren otros elementos probatorios que llevan a la
convicción de manera distinta a la que señalan los documentos públicos.Instituto jurídico procesal
que adquiere una alta relevancia dentro del proceso, debido a que: “la finalidad de la prueba en el
proceso judicial es la averiguación de la verdad sobre lo ocurrido (…), Finalidad que, a su vez, se
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divide en la necesidad de una doble garantía: asegurar que todos los infractores del derecho sean
sancionados y que solo ellos lo sean. Y esto supone, evidentemente, la necesidad de que lo que se
declare probado en el proceso coincida con la verdad de lo ocurrido; esto es, que los enunciados
declarados probados sean verdaderos y los enunciados falsos no se declaren probados” (VAZQUEZ
Carmen, estándares de prueba y prueba científica, gestión 2013, pág. 22). CONSIDERANDO
IV:FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓNPara hacer más comprensible la resolución expondremos
algunos antecedentes esenciales que se generaron en el caso de autos de la siguiente
manera:Cinthia Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez plantean demanda ordinaria de
usucapión quinquenal, en contra de Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque,
manifestando que por la Escritura Pública N° 175/2011 de 02 de febrero de 2011 se acreditaría que
Crispín Ibáñez y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez les hubieran transferido a título de compraventa una
fracción del bien inmueble con Matrícula N°4011010022055, en una fracción de 166.57 m2 ubicado
en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro, signado como fracción “A” de la ciudad
de Oruro, derecho propietario de estos señores adquirido a través de demanda de usucapión
extraordinaria tramitada ante el Juzgado de Partido N° 2 en lo Civil y Comercial de la ciudad de
Oruro.Asimismo, alegan que con ese título se habría inscrito su derecho propietario en el registro
de Derechos Reales bajo la Matrícula N° 4011010030354, el mismo que fue registrado el 06 de abril
de 2011, y que, desde esa fecha comenzaría a correr el plazo de la usucapión quinquenal, habiendo
transcurrido más de 8 años y 5 meses que se encontrarían en posesión como verdaderos titulares,
usando, gozando, disfrutando y disponiendo del mismo, habiendo realizado trámites de obtención
de línea municipal en la Alcaldía de Oruro así como realizaron los pagos de impuestos anuales desde
las gestiones 2011 al 2018. También, alegan que en fecha 22 de noviembre de 2018 fueron
sorprendidos con una querella penal por el supuesto delito de estelionato que les siguen los señores
Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque, donde estos señores afirmarían ser
propietarios últimos del bien inmueble objeto de litigio en una superficie de 341.46 m2 y que junto
a la querella se adjuntó a una resolución de incidente de nulidad de la gestión 2013 dentro del
fenecido proceso de usucapión decenal instaurado por Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez
de Ibáñez en contra Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 |
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Molina.Consecuentemente, a tiempo de contestar de forma negativa a la demanda y reconvenir
nulidad de contrato por falta de objeto, señalan que la usucapión quinquenal debe cumplir
requisitos como ser justo título, que la transferencia haya provenido de quien no era verdadero
dueño, la buena fe del adquirente y la posesión, y en el caso presente los demandantes Cinthia
Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez no cumplirían con el requisito de buena fe, por cuanto,
omitieron señalar que son hijos de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez y que en tal
calidad conocían los antecedentes del proceso de usucapión que sus padres de forma ilegal hubieran
tramitado ante el Juzgado de Partido 2° en lo Civil y Comercial de la ciudad de Oruro, pretendiendo
apropiarse del inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro de la
ciudad de Oruro. Asimismo, los demandados reconvienen por nulidad de contrato por falta de
objeto del contrato de compraventa de una fracción de terreno de 166.57 m2 ubicado en la calle
Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro y por la Escritura Pública N°
304/2017 de 04 de abril de 2017, evidencia que hubieran adquirido al título de compraventa de
Irene Solange Montecinos Villca y Jorge Gonzalo Chambi Vélez, el bien inmueble ubicado en la calle
Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro y posterior registro de su derecho propietario en
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

Derechos Reales, bajo el asiento A-8 de la Matrícula N° 4011010020877, en fecha 07 de abril de


2017.El Juez A quo dictó Sentencia, con el argumento de que la cláusula quinta de la Escritura Publica
N° 175/2011, establece que Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, señalaron que
Marco Antonio y Cinthia Ibáñez Pérez, tomaran posesión cuando dejen de existir, por lo que
seguirán ocupando el inmueble hasta su últimos días de existencia, de lo cual la posesión de los
demandantes no es exclusiva, además que la posesión que refieren haber ejercido los demandantes
habría sido interrumpida por el proceso penal de 22 de noviembre de 2018, y con el incidente de
nulidad presentado por David José Bravo Mendizábal en contra de los terceros Crispín Ibáñez
Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez de 30 de noviembre de 2012, aspectos que se encontrarían
corroborados por las declaraciones testificales de cargo confesión judicial de cargo, inspección
judicial, empero por la prueba documental que apareja la parte demandada, se evidencia que el
antecedente dominial de la parte demandante se encuentra viciado de nulidad, puesto que el
proceso de usucapión decenal ha sido declarado nulo y cualquier documento logrado como efecto
de aquel proceso, no tiene eficacia jurídica alguna, siendo nula la Escritura Pública N° 175/2011 de
02 de febrero de 2011,argumentos con los que declaró Improbada la demanda de usucapión
quinquenal y Probada la demanda de nulidad de contrato por falta de objeto.Ahora bien, conforme
los argumentos señalados en el Auto de Vista N° 43/2022 de 11 de enero, se tiene que el Tribunal
de alzada asumio una determinación con base a que, en el presente caso, no concurre el justo título,
toda vez que el título del cual deviene la propiedad de los demandantes de usucapión quinquenal,
jamás fue título idóneo, al no tener objeto, es decir, que al haberse declarado nulo el título de los
vendedores, por el efecto de la retroactividad su título también debe ser considerado con los
mismos efectos. Asimismo, se tiene que por la cláusula quinta, los usucapientes no hubieran tenido
la posesión exclusiva, ya que la mencionada cláusula hace referencia a que la posesión de los
demandantes se efectivizaría cuando los vendedores fallecieran, por cuanto dicho hecho
contravendría sus propios actos, los que fueron exteriorizados de manera voluntaria ante la libertad
autonómica de las partes suscribientes del contrato, por lo que su Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis
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Bolivia Organo Judicial posesión no inicio ni fue exclusiva, siendo que no cumplieron con los
requisitos del art. 134 del Código Civil.Estando relatado lo esencial del caso de autos, se pasa a
resolver el recurso de casación.1. Absolviendo el primer agravio, en sentido de que se hubiera
vulnerado la garantía del debido proceso en su elemento de motivación y fundamentación por
inobservancia del art. 229 de la Ley 439, en el entendido de que el Tribunal de alzada hubiera
considerado que los recurrentes no tuvieran justo título al determinar que el mismo no nació a la
vida jurídica porque devendría de un proceso fraudulento de usucapión extraordinaria, basándose
en un hecho posterior a su derecho de propiedad, no teniendo presente que el contrato de
compraventa ya existía el año 2011 al igual que la inscripción en Derechos Reales, aspectos que
determinarían que su título es idóneo, cuando el incidente de nulidad de obrados del proceso de
usucapión extraordinaria se suscitó en el año 2013, no habiendo sido parte de dicho incidente no se
cancelaron sus títulos, sino se pronunciaría únicamente la nulidad del proceso de usucapión; por
dichos aspectos consideraría que el Tribunal Ad quem incurrió en vulneración del debido proceso
en su elemento de fundamentación y motivación, lesionando el derecho a la tutela judicial efectiva
art. 115 y 180 de la Constitución Política del Estado y arts. 229 del Código Procesal Civil y 1319 del
Código Civil.Del argumento traído a casación, se tiene que una vez identificado el agravio, debemos
señalar que respecto al justo título este Tribunal Supremo de Justicia ha sentado doctrina que define
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

como aquel que reúne los requisitos de validez tanto intrínsecos como extrínsecos, se trata de un
título que está rodeado de todas las formalidades y demás requisitos indispensables para la
transmisión del dominio, los cuales van a dotar al título de eficacia jurídica, y que, en el presente
caso, se debió considerar como justo título a la Escritura Pública N° 175/2011 de 02 de febrero,
porque ese título reúne las condiciones de validez de un contrato, y el mismo es título suficiente
para demandar usucapión quinquenal. No podría considerarse nula a la referida escritura pública,
si es que no se tiene una resolución judicial que haya declarado su nulidad, tal como señala el art.
546 del Código Civil, puesto que los vendedores Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez
adquirieron el derecho propietario del inmueble ahora en litigio a través de un proceso de usucapión
favorable registrado en Derechos Reales el 30 de marzo de 2009, y con ese derecho propietario
realizaron la transferencia en favor de los compradores Marco Antonio Ibáñez Pérez y Cinthia Ibáñez
Pérez el 02 de febrero de 2011, los que demostraron durante todo el proceso que ellos compraron
pensando que los vendedores eran los propietarios, demostraron la buena fe que tenían en el
momento de la adquisición; por lo tanto, el conocimiento posterior sobre la falta de derecho
propietario de sus vendedores no les perjudica, más bien configura uno de los presupuestos de la
usucapión quinquenal, el cual se descubre que el vendedor no era el verdadero propietario, el cual
resulta ser uno de los presupuestos que señala el art. 134 del Código Civil.Sobre la buena fe,
debemos señalar que el hecho de que se haya realizado el contrato de compraventa entre
familiares, como es el caso, no demuestra que hubiera estado exento de la buena fe de las partes,
por cuanto, se tiene demostrado por la prueba documental que los vendedores transfirieron el
inmueble años antes a la declaratoria de nulidad de proceso de usucapión decenal, aspecto que
demuestra que existió buena fe en los compradores y vendedores a tiempo de transferir el inmueble
ahora objeto de litigio. Además, resulta irracional considerar que por existir lazos de familiaridad
entre vendedores y compradores se debiera presumir que no concurrió este requisito, Impresión:
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial puesto que, como se dijo, el título del vendedor no se
encontraba cuestionado lo contrario implicaría juzgar con sesgo y amparado en presunciones,
siendo que en el presente caso no se llegó a probar la mala fe de los demandantes de usucapión
quinquenal u ordinaria por ningún elemento probatorio, considerando que el art. 93.I y II del Código
Civil señala: “I. El poseedor es de buena fe cuando cree haber adquirido del verdadero propietario
o titular de la cosa o el derecho II. La buena fe se presume; quien alega que hubo mala fe, debe
probarla”. Al margen de lo expuesto, corresponde aclarar que la buena fe se encuentra descrita
como una presunción judicial, la cual admite prueba en contrario que debe merecer elemento
probatorio; sin embargo, los de instancia asumieron que concurre una presunción judicial, cuando
no se reúne los requisitos descritos por el 1320 del Código Civil: que sean graves, precisas y
concordantes, los que no están justificados en el caso de autos.Conforme el argumento del Tribunal
de garantías se hubiera incurrido en contradicción, toda vez que se daría vigencia a la Escritura
Pública N° 175/2011, al momento de su celebración, cuando a tiempo de la suscripción del contrato
los vendedores no debieron ser propietarios del bien, es decir los propietarios no debieron haber
ostentado derecho de propiedad sobre el inmueble transferido a momento de su suscripción.
Asimismo, refieren que ha considerado que es justo título porque cumple los requisitos de validez
de una Escritura Pública, sin realizar un análisis del justo título, específicamente en una acción de
usucapión quinquenal, no se explica por qué la Escritura Pública N° 175/2011 devendría de alguien
que no es propietario del bien inmueble.Con base a estos antecedentes, señalaremos las siguientes
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

consideraciones.Circunscribiendo nuestro análisis a la usucapión quinquenal u ordinaria, debemos


señalar que el art. 134 del Código Civil, refiere: “quien en virtud de un título idóneo para transferir
la propiedad adquiere de buena fe un inmueble de alguien que no es su dueño, cumple la usucapión
a su favor poseyéndolo durante cinco años contados desde la fecha en que el título fue inscrito”.En
ese entendido, la norma antes descrita señala con claridad los requisitos que debe reunir la
usucapión ordinaria, que son: título idóneo (justo título), buena fe en la posesión, transcurso del
tiempo y posesión (pública, pacífica, continuada e ininterrumpida); requisitos que deben ser
comprobados judicialmente para favorecerse de ella.A efectos de definir el requisito del justo título
conforme a la doctrina aplicable descrita en el presente fallo, recurriremos a Borda, que en su obra
Tratado de Derecho Civil (Derechos Reales I, pág. 317) señala: “Se llama justo título aquel que es
suficiente para la transmisión del dominio y que realmente lo hubiera transmitido de haber sido el
transmitente el verdadero propietario del inmueble…”, es decir, es aquel título que cuenta con todas
las formalidades indispensables para transmitir el derecho propietario, siendo que si hubiera
emanado del verdadero propietario, la transferencia sería perfecta.En este entendido, la usucapión
quinquenal procede cuando se tiene evidencia de que una persona ha adquirido el derecho de
propiedad de quien no era su dueño, cuando creía que era el dueño, o sea, se activa la usucapión
quinquenal cuando ha tomado evidencia de que el vendedor no hubiera adquirido de manera
regular el bien, es decir que no era dueño de la cosa que se le transfirió y con probabilidad el
verdadero titular pudiera instaurar algún juicio que observe la validez del título y para ello el
ordenamiento civil establece la posibilidad de adquirir el derecho mediante la usucapión
quinquenal, y esta vez se dirige la acción en contra del que ostenta el derecho registrado y ya no en
contra del vendedor.En el presente caso, debemos precisar de manera enfática que la Escritura
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título para los usucapientes, puesto que con ese documento están alegando que han adquirido de
buena fe el derecho de propiedad del alguien que en ese momento tenía título registrado en
Derechos Reales.Asimismo, debemos referir que en el caso de autos, se entiende que los
usucapientes han tomado conocimiento de que ese título, Escritura Publica N° 175/2011 ha sido
anulado por el incidente de nulidad planteado en el proceso de usucapión decenal, este aspecto
determina que los actuales demandantes han adquirido de quien no era su verdadero dueño, pues
el acto procesal que ha determinado ese extremo es la resolución judicial emitida en el incidente de
nulidad planteado por David José Bravo Mendizábal, dentro del proceso de usucapión decenal o
extraordinaria, seguido a instancia de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez.El Código
Civil no describe si al momento de la transferencia el título del vendedor tenga que estar anulado o
deba estar vigente; al contrario, de acuerdo con la postura del doctrinario argentino Borda, se
entendería que el título del vendedor tendría que estar vigente. La observación en la Acción de
Amparo Constitucional radica en el hecho de que el título del vendedor al momento de la venta
deba estar anulado y con ello el requisito de los compradores se cumpliría, esa tesis no es la correcta.
Pues la situación de la carencia del derecho de propiedad del vendedor podría generarse en forma
posterior a la venta realizada cuyo derecho de propiedad pueda quedar reducido, suprimido o
anulado, con la cual mutaría a situación del vendedor respecto a la titularidad de la cosa vendida, y
de darse ese caso, el comprador asumiría que compró la cosa de quien no era el verdadero
propietario.Por otro lado, si se probare que, al momento de la adquisición del derecho de
propiedad, el comprador hubiera conocido que el título del vendedor se encuentra afectado y no es
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

el dueño, no concurriría la buena fe, no operaría la usucapión quinquenal, es decir que los
compradores sabrían que su vendedor no es dueño o su título fuera nulo, en ese caso no habría
buena fe en los compradores.También corresponde aclarar al tema de la cosa juzgada generado con
el incidente de nulidad de obrados. Al efecto, se entiende que en el proceso ordinario de usucapión
decenal tramitado por Crispín Ibañez Mamani y otra contra Eliana Herrera Molina, el Juez hubiera
declarado la nulidad de obrados que abarca a la sentencia pronunciada en dicho proceso, se
entiende que se dejó sin efecto el título de propiedad de los usucapientes; sin embargo, en dicho
incidente Cinthia Ibañez Pérez ni Marco Antonio Ibañez Pérez no participaron como partes ni como
terceros, por lo que, el incidente descrito no podría afectarles a estos últimos que tienen registrado
un contrato de venta que les otorgó Crispín Ibañez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibañez. Es
evidente que el efecto de la nulidad trae consigo la consecuencia del efecto retroactivo y
reintegrativo; pero dicho efecto no puede aplicarse a los compradores, porque estos no participaron
en dicho proceso de usucapión decenal ni fueron convocados con el incidente de nulidad resuelto
mediante un Auto definitivo, por analogía se aplica de la regla de los efectos de la sentencia, y al
caso en concreto la última parte del párrafo II del art. 229 del Código Procesal Civil, que determina
los alcances de la sentencia: “También alcanza los efectos de la sentencia a las personas que trajeren
o derivaren sus derechos de aquellas. En ningún caso afectará a terceros adquirentes de buena fe a
título oneroso de bienes o derechos y que tengan título inscrito en el registro público
correspondiente”. Este imperativo condice con al apotegma de que nadie puede sufrir una condena
o sanción si no ha tenido la oportunidad de contradecir una pretensión.Sobre dicho argumento
corresponde citar el criterio doctrinario de Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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Gonzalo Castellanos Trigo, quien en su obra Análisis Doctrinal del Nuevo Código Procesal Civil, Tomo
III, cometario al citado articulado señala: “En conclusión, en cuanto a los límites subjetivos de la
sentencia, debe seguirse una línea rectora de que la sentencia debe ser acatada y respetada por
todos, pero nadie que no haya sido parte, puede perjudicarse con ella si no tuvo conocimiento
legítimo derecho de contradecir en el proceso”. La disposición citada tiene una similitud al
contenido descrito en el art. 194 del Código de Procedimiento Civil abrogado, el cual señalaba:
“(ALCANCES DE LA SENTENCIA). Las disposiciones de la sentencia sólo comprenderán a las partes
que intervinieren en el proceso y a las que trajeren o derivaren sus derechos de aquellas”, el efecto
reflejo descrito en esta nomenclatura fue interpretada por el Tribunal Constitucional en sentido de
que: “Los alcances de la resolución, de la sentencia propiamente dicha, están también regulados
por el adjetivo civil que señala: ‘(Alcances de la sentencia) Las disposiciones de la sentencia sólo
comprenderán a las partes que intervinieren en el proceso y a las que trajeren o derivaren sus
derechos de aquellas.’ De donde resulta que la sentencia sólo surte efectos legales entre los que
han sido parte en el proceso en que se ha dictado y en relación a aquellas personas que trajeran o
derivaren derechos de las partes como los causahabientes a título universal”, así fue descrito en la
Sentencia Constitucional Nº 0167/2010-R de 17 de mayo de 2010.Por lo que, se concluye que la
nulidad procesal dispuesta en fase de ejecución de sentencia del proceso ordinario de usucapión
decenal no podría generar efecto a Marco Antonio y Cinthia Ibañez Pérez, puesto que estos
adquirieron el derecho de propiedad en razón de un contrato de venta (Escritura Publica N°
175/2011).Se concluye en este punto que los actores al momento de iniciar la demanda de
usucapión quinquenal contaban con el justo título y la buena fe con la adquisición del derecho de
propiedad, mediante un contrato de venta plasmado en la Escritura Publica N° 175/2011. Sin
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

embargo, como se apreciará posteriormente, al no estar acreditado los presupuestos de la


usucapión quinquenal, resulta inviable la concesión de la usucapión y corresponde otorgar lugar a
la reconvención.2. Denuncian que el Tribunal Ad quem hubiera incurrido en errónea
fundamentación al no valorar la prueba de cargo aplicando erróneamente la teoría de los actos
propios, considerando que lo señalado en la cláusula quinta del contrato de compraventa no podría
ser superado por ningún medio de prueba ni testifical ni ningún otro, además de no haber
considerado que ingresarían en posesión desde la fecha de suscripción del contrato de compraventa
ejerciendo tanto el corpus como el animus, siendo que existen otras teorías como el de la
interversión del título que resulta aplicable al caso de autos, puesto que una cosa señala la cláusula
quinta y otra es la interversión de título citando al Auto Supremo Nº 37/2020, esta última se ha dado
desde el momento que ingresaron en posesión del inmueble y que demuestran su voluntad de
poseer el bien. Citando las pruebas documentales que cursan a fs. 55, 57, 61 a 62, 116 a 117, 64 a
71, 72 a 84, 87 a 104, 105, 118 a 132, 885 a 889, 52 a 54, 867 a 878 que demuestran que los
vendedores no han estado en posesión, y los testimonios de los testigos (fs. 867 a 878) que
demuestran que adquirieron el derecho de propiedad y se encuentran en posesión del mismo,
inspección (885) y confesión provocada (fs. 875 a 884) emplazada a los vendedores, quienes
afirmaron que no se encuentran en posesión del bien inmueble.Estas pruebas no fueron valoradas
por el Tribunal de alzada, puesto que se ha acreditado su posesión, por lo que la interversión del
título se ha dado desde el 06 de abril de 2011.Asimismo, en este punto corresponde absolver el
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16/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial cuestionamiento de la denuncia de error de
hecho en la valoración de la prueba descrita en el apartado 3 del resumen del recurso de casación,
en la que cita como normas violadas a los arts. 145 de Código Procesal Civil y 1283 del Código Civil.
Hubo error en la valoración de la prueba, puesto que no se dieron la molestia de valorar las pruebas,
fueron soslayadas por aplicar indebidamente la teoría de los actos propios, cuando concurre la
teoría de la interversión del título; manifiestan que debió valorarse la prueba documental que
cursan a fs. 55, 57, 61 a 62, 116 a 117, 64 a 71, 72 a 84, 87 a 104, 105, 118 a 132, 885 a 889, 52 a 54,
867 a 878 que demuestran que los vendedores no han estado en posesión, y los testimonios de los
testigos (fs. 867 a 878) que demuestran que adquirieron el derecho de propiedad y se encuentran
en posesión del mismo, inspección (885) y confesión provocada (fs. 875 a 884) emplazada a los
vendedores, quienes afirmaron que no se encuentran en posesión del bien inmueble.Por otra parte,
el Ad quem dedujo que no se tuvo la posesión exclusiva basada en la documental a fs. 498, puesto
que los vendedores tenían una fracción inicial de 333,14 m2 (fs. 48), del cual les transfirió la
superficie de 166,57 m2 (fs. 55 a 56) y esos vendedores siguen viviendo en la otra fracción, esa
documental (fs. 498) no hace esa distinción. Sobre este punto, la Sala Constitucional en la Resolución
Constitucional Nº 147/2022, de 02 de diciembre de 2022, en el segundo punto del apartado V,
cuando analiza sobre la denuncia en el recurso de casación sobre la aplicación de la teoría del acto
propio y lo asumido en el Auto Supremo 22/2022 expresó lo siguiente: “lo que el Tribunal (…) ha
hecho es justificar eso y convertir esta cláusula quinta como una cláusula de usufructo, sin analizar
otros componentes vinculados al acto propio y dice merced a esa cláusula (…) s que se ha dado la
de constituto posesorio, entonces los vendedores ya no son poseedores, son simplemente
detentadores a cargo de los compradores que son los hijos y ahí es donde se advierte la vulneración
del debido proceso en su componente incongruencia, porque no sea pedido eso, lo que se ha pedido
es que se analice el componente de interversión del título y para que serviría esta interversión del
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

título y que emergencias podría otorgar, no se ha mencionado en forma laguna esa posibilidad (…)
si se considera que es una cláusula de usufructo se ha producido por la intervención de los sujetos,
la constituto posesorio (…) pero eso nunca ha sido solicitado en el recurso de casación”.La Sala
Constitucional Segunda, que ejerce el control de los derechos de las partes, ha definido que el
recurrente de casación solo ha solicitado que se analice la figura de la interversión del título, dando
a entender que esta figura se genera cuando un detentador se convierte en poseedor, y además
que se debió analizar dicha figura en consonancia con el resto de los otros argumentos que generó
el Tribunal de alzada, y que no se ha solicitado aplicar la figura de la constituto possessorio.Primero,
la Sala de apelación asumió criterio en sentido de que, acorde con el testimonio de Escritura Pública
N° 175/2011 de 02 de febrero (fs. 52 a 54 vta.), esta sostendría que los compradores tomarán
posesión cuando dejen de existir los vendedores, por lo que seguirán ocupando el bien inmueble
hasta sus últimos días, y en la cláusula sexta, que ambas partes dan su conformidad a todas y cada
una de las cláusulas estipuladas en el documento, comprometiéndose a su fiel y estricto
cumplimiento, aspecto que no podría ser desconocido, por cuanto de dicho hecho contravendría
sus propios actos.Sobre ese argumento se acusa que la teoría de los actos propios se encuentra
superada por la tesis de la interversión del título: al respecto, recordando lo asumido por la Sala
Constitucional, y el Auto Supremo Nº 137/2020 de 21 de febrero, invocado por los recurrentes en
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que la Sala Constitucional limitó la teoría de la interversión de título a la situación jurídica de la
modificación de la causa de la posesión de un detentador a poseedor. Lo cual no se encuentra
justificado, puesto que los recurrentes afirman que adquirieron el derecho de propiedad de los
señores Crispín Ibañez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibañez, no se describe cuál su postura de
detentación que tuvieran los recurrentes. Al margen de ello, el Ad quem en su resolución determinó
que nadie podría ir en contra de sus propios actos, ya que lo escrito en la cláusula quinta del contrato
de venta determinaría que los compradores no ingresarían en posesión del bien. Los recurrentes de
casación no explican por qué la descripción de acto propio no sería inmutable y por qué beneficiaría
o perjudicaría a los actuales demandantes. Tan solo hacen referencia a la prueba documental,
testifical, inspección y confesión provocada a terceros, que solo podría equipararse a la prueba
testimonial, para fundar que se generó una interversión del título, cuando esa figura en el concepto
cerrado que le otorgó la Sala Constitucional Segunda, es una modificación de la causa de la posesión,
de detentador a poseedor propiamente dicho. Se hace notar que no se ingresa a considerar la figura
del constituto possessorio, tomando en cuenta que la Sala Constitucional ha definido que los
recurrentes no han pedido tal situación, por lo que no podría analizarse los efectos que generó la
cláusula quinta en sentido de que constituye o no un constituto possessorio, así describe el fallo del
Tribunal de Garantías Constitucionales.Segundo, en cuanto a la valoración de la prueba, el Tribunal
de alzada sostuvo que la misma no podría ir en contra de lo estipulado en la cláusula quinta del
contrato objeto de litis, en donde se definió que los compradores no ingresarían en posesión del
bien inmueble.Dicho aspecto tampoco se encuentra cuestionado, los recurrentes solo hacen alusión
a la tesis que se generó la interversión del título, invocando jurisprudencia sobre tal teoría, en
sentido de que el detentador puede modificar su estatus en la de poseedor. Un aspecto que se
maneja en el sistema recursivo en la identificación del agravio y el modo de su infracción, el cual no
fue cumplido en el recurso de casación, puesto que se limitó a mencionar que la teoría de la
interversión del título supera a la doctrina del acto propio, cuando dicho postulado es incorrecto,
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

ambas son teorías independientes. La primera determina que una persona no puede generar una
modificación a conducta luego de haberla expuesto, es decir que prohíbe a una persona ir en contra
de su propio comportamiento demostrado con anterioridad para limitar los derechos de la otra
parte; la segunda, desde el punto de vista del tribunal de garantías y el precedente judicial descrito
por los recurrentes, importa una modificación de la categoría de detentador a la de poseedor. La
primera tesis de la doctrina del acto propio no ha sido cuestionada, no se ha justificado por los
recurrentes de por qué esta tesis describiría su inmutabilidad y no sería oponible frente a los
recurrentes, eso no está descrito en el recurso de casación, ni con jurisprudencia ni con doctrina del
derecho sustancial o procesal. Por otra parte, la doctrina de la interversión de título importa una
modificación de la causa de la posesión, esta tesis no tiene una orientación doctrinaria ni
jurisprudencial en sentido de que subordine a la teoría de los actos propios. Ambas son
independientes y tiene una forma distinta en su aplicación. Por lo que, al no estar cuestionada la
teoría de los actos propios, se entiende que no ha cumplido con la exigencia de justificar el agravio
en los términos que describe el numeral 3.I del art. 274 del Código Procesal Civil. En cambio, en lo
que concierne a la teoría de la interversión de título, si bien tiene un argumente en el sentido de
que la misma supera a la teoría de los actos propios; Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº
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Judicial sin embargo, del análisis efectuado se entiende que esa postura no es correcta, ambas
teorías no se encuentran subordinadas la una de la otra, razón que hace infundable el argumento
traído en casación sobre este punto, ya que el Tribunal de Garantías (fs. 1298) describe que se
analice la teoría de la interversión de título, es una resolución constitucional a que se debe dar
estricto cumplimiento, conforme determina el art. 40 de Código Procesal Constitucional.Por otra
parte, en cuanto a la valoración de la prueba, inicialmente el Tribunal de garantías, asumió que no
se puede ingresar a efectuar la valoración de la prueba, refiriéndose la prueba documental; sin
embargo, en líneas posteriores, sin efectuar un criterio de razonabilidad, en lo referente a la prueba
testifical, inspección y confesión refirió que la apreciación es inadecuada, pues se limitaría a
considerar la posesión de los demandantes.Asimismo, respecto a que no se hubiera valorado toda
la prueba referente a su posesión, limitando su decisión en la cláusula quinta del contrato de
transferencia, el Tribunal Ad quem refirió que, si bien pudiera existir la manifestación de testigos e
incluso confesión de los propios vendedores sobre su posesión, dichos elementos no son
permisibles en cuanto la manifestación de documentos anteriores, estableciéndolo así el art. 1328
del Código Civil, normativa que se encuentra vinculada al art. 1289 del mismo cuerpo legal y
relacionada con el art. 162 del Código Procesal Civil, por cuanto, la valoración realizada por el Juez
de instancia fue correcta, no siendo concurrente prueba alguna que hubiera contradicho lo
manifestado en la Escritura Pública N° 175/2011.De igual manera, respecto a que hubiera existido
una errónea valoración de la prueba, el Tribunal de alzada manifestó que la confesión realizada por
los vendedores de los demandantes no puede ser considerada para desvirtuar lo establecido en el
testimonio de Escritura Pública N° 175/2011, por cuanto, no puede considerarse como prueba
contra documentos fehacientes de data anterior, aspecto regulado en el art. 162 del Código Procesal
Civil.Al respecto, debemos señalar que es obligación del juzgador admitir y producir la prueba, por
cuanto, este debe llegar a una determinación sobre la base de toda la prueba ofrecida y producida
dentro de la causa, en el presente caso, advertimos que el juez de instancia y el Tribunal Ad quem,
asumieron una decisión solo con el contenido de la cláusula quinta de la Escritura Pública N°
175/2011 de 02 de febrero, habiendo efectuado abstracción de la prueba producida y sustanciada
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

dentro del proceso de usucapión quinquenal y cerrado el criterio en sentido de que esa cláusula
sería inmodificable, por haberse aplicado la teoría de los actos propios.Dando cumplimiento a lo
dispuesto por la Sala Constitucional que ha emitido la Resolución Constitucional N° 147/2022, se va
a realizar el siguiente análisis de la prueba:De conformidad al art. 145 del Código Procesal Civil, que
señala: “I. La autoridad judicial al momento de pronunciar la resolución tendrá la obligación de
considerar todas y cada una de las pruebas producidas, individualizando cuáles le ayudaron a formar
convicción y cuáles fueron desestimadas, fundamentando su criterio. II. Las pruebas se apreciarán
en conjunto tomando en cuenta la individualidad de cada una de las producidas y de acuerdo con
las reglas de la sana crítica o prudente criterio, salvo que la Ley disponga expresamente una regla
de apreciación distinta. III. En la valoración de los medios de prueba, la autoridad judicial, apreciará
las mismas tomando en cuenta la realidad cultural en la cual se ha generado el medio probatorio”,
y el art. 1286 del Código Civil, que establece: “Las pruebas producidas serán apreciadas por el juez
de acuerdo a la valoración que les otorga la ley; pero si esta no determina otra cosa, podrá
apreciarlas conforme a su Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64
53200 | www.tsj.bo Página 19/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial prudente criterio”,
se pasa a valorar la prueba tanto de cargo como de descargo, ofrecida y producida en el presente
proceso: Prueba documental de cargo. Cursante de fs. 44 a 48 consistente en Testimonio N°
1158/2008, de adjudicación de inmueble, suscrito por el Juez de Partido Segundo en lo Civil y
Comercial de la ciudad de Oruro, a favor de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez,
que demuestra la adquisición del bien inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174, entre
Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro, con una superficie de 333,14 m2, inscrito en la matrícula
N° 401010022055.Asimismo, visible a fs. 51 plano de fraccionamiento emitido por el Gobierno
Municipal Autónomo de Oruro, que acredita el registro del inmueble, fracción A, con una superficie
de 166, 57 m2, en el Municipio de Oruro, a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez
Pérez.De la misma manera, corriente de fs. 52 a 54 vta., Testimonio de Propiedad N° 175/2011 de
transferencia de bien inmueble, suscrito entre Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez,
en calidad de vendedores, y Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, como compradores,
documental que demuestra que los compradores adquirieron la fracción A de un inmueble con una
superficie de 166,57 m2, ubicado en la avenida Washington N° 1174, entre Cochabamba y
Caro.Saliente a fs. 56, Folio Real a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez,
con matrícula N° 4011010030354, respecto a la fracción A, con una superficie de 166, 57 m2, con
fecha de inscripción de 06 de abril de 2011, documental que acredita el derecho propietario de los
demandantes de usucapión quinquenal. De la misma forma, visible a fs. 57, plano demostrativo a
nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, respecto a la fracción A, con una
superficie de 166,57 m2, el que acredita registrado en el Gobierno Autónomo Municipal de
Oruro.De fs. 58 a 63 cursan comprobantes de trámite administrativo de rotura de pavimentos,
solicitado por Marco Antonio Ibáñez Pérez, respecto del inmueble de calle Washington entre
Cochabamba y Caro, la que demuestra que los usucapientes han efectuado las conexiones de agua
potable al inmueble objeto de litigio.Cursante de fs. 64 a 71, Avalúo Técnico Inmobiliario del
inmueble de propiedad de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, respecto al inmueble
ubicado en calle Washington entre Cochabamba y Caro.Corriente de fs. 72 a 115, comprobantes de
pagos de impuestos anaules, pago de servicios básicos a nombre de Marco Antonio y Cinthia de
apellidos Ibáñez Pérez, los que acreditan que se han efectuados pagos, por concepto de servicios
básicos e impuestos anuales, a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, con
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

relación al inmueble ubicado en la Avenida Washington ente Cochabamba y Caro.A fs. 117 cursa
formulario de solicitud de cambio de nombre en el registro de propiedad de inmuebles, del
Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, a nombre de Marco Antonio Ibáñez Pérez, el que acredita
que se ha solicitado el cambio de nombre del inmueble ubicado en avenida Washington entre
Cochabamba y Caro.Obrantes de fs. 118 a 131, cursa certificados domiciliarios emitidos por la Policía
Boliviana, a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, certificaciones que
acreditan que los demandantes de usucapión tendrían como domicilio la avenida Washington entre
Cochabamba y Caro.De fs. 132 a 137, extractos de impuestos nacionales, que prueban la apertura
de dos tiendas comerciales de venta de aparatos, artículos y equipos domésticos, las que se
encuentran a nombre de los usucapientes quinquenales, Marco Antonio y Cinthia de apellidos
Ibáñez Pérez.Cursante de fs. 138 a 184 cursa, fotocopias simples del proceso penal por el delito de
estelionato seguido por Jaime Javier Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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Martínez Choque y Vilma Eugenia Chambi Vélez, contra Crispín Ibáñez Mamani, Lidia Pérez de
Ibáñez, Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, Freddy Bejarano Calderón y Teresa
Gonzales Mamani, documental que demuestra que se ha interpuesto demanda penal en contra de
los ahora demandantes de usucapión quinquenal y otros, de 22 de noviembre de 2018. Ahora bien,
mediante documental de fs. 138 a 160 vta., consistente en fotocopias simples de proceso penal por
estelionato seguido por Javier Martínez Choque y Vilma Eugenia Chambi Vélez, en contra de los
actuales usucapientes Cinthia y Marco Antonio Ibáñez Pérez e incidente de nulidad tramitado por
David José Bravo Mendizábal contra Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, dentro de
la demanda de usucapión decenal o extraordinaria; analizada la referida prueba, se tiene que el
primer proceso se generó luego de que el plazo de prescripción se hubiese consolidado, puesto que
el acto interruptivo debe generarse antes que se opere la prescripción adquisitiva y el segundo no
hubiera interrumpido la prescripción porque nunca se hizo conocer ni se notificó con actuado alguno
dentro del referido incidente de nulidad, por lo que no se enmarca en los supuestos del art. 1503
del Código Civil. Por la prueba documental ofrecida y producida por los demandantes de usucapión
quinquenal, se tiene que se han acreditado los actores generaron la titulación y registro del derecho
de propiedad sobre el inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro,
obtenido mediante la Escritura Publica N° 175/2011, su registro en la oficina de Derechos Reales
con matrícula N° 4011010030354, además, por la prueba consistente en facturas de pago de
servicios de agua y luz, se advierte que ambos servicios se encuentran registrados a nombre de los
demandantes de usucapión quinquenal.La prueba literal que salen de fs. 118 a 131 son referentes
al trámite de una certificación domiciliaria de los actores tramitada ante la Policía Boliviana,
describen que los demandantes se encuentran en posesión del inmueble objeto de litis, la
certificación fue emitida en noviembre de 2018, fecha posterior a la de efectuada la venta del
inmueble que data del 2011. Estas literales no demuestran la fecha del inicio de la posesión que los
demandantes hubieran mencionado en su escrito demanda, solo este medio de prueba puede
acreditar que en la gestión de 2018 se encontraban en posesión del inmueble objeto de la litis,
empero no modifica el criterio asumido por el Tribunal de alzada en sentido de que los demandantes
no podrían ir en contra de sus actos propios, refiriéndose a la cláusula quinta del contrato de venta
en favor de los demandantes. El resto de la documentación descrita solo acredita la titulación de su
derecho de propiedad en entidades públicas como la oficina de Derechos Reales y el municipio de
Oruro, y el registro de los servicios básicos para el referido inmueble.Por otra parte, con relación a
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la prueba testifical de cargo se tiene, la cursante de fs. 851 a 858 que contienen las declaraciones
de los testigos de cargo, María Luz Escobar Magne, quien ha referido lo siguiente:1.- ¿Usted ha sido
testigo de cargo por Cinthia y Marco Antonio Ibáñez Pérez, hacerle conocer que tiene un proceso
de usucapión en la presente causa, sobre una fracción de un inmueble ubicado en la calle
Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro, que sabe sobre los antecedentes de este proceso,
si conoce sus antecedentes de los documentos, por los cuales habrían adquirido el bien
inmueble?Respuesta. Yo solo sé que se habrían comprado que son dos hermanos, en el año 2011,
que se han comprado en realidad, yo no sé si tienen papeles, yo no he visto nada, solo sé que son
dueños y viven actualmente ahí. 2.- ¿Sus representantes viven en el bien inmueble, tienen familia,
que actividad desarrollan en el bien inmueble?R.- Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352
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Judicial Marco es soltero, yo los conozco y Cinthia tiene su hijita, ellos viven ahí, yo siempre estoy
pasando por ahí y los veo. 3.- ¿Ha ingresado al inmueble, nos podría describir? Respuesta. En
muchas oportunidades he pasado a la tienda, a la trastienda, después yo también tengo mi bebé y
pasé a su departamentito arriba en a la mano derecha vive Marco y la mano izquierda vive Cinthia,
tiene una cocina y su bañito arriba. 4.- ¿Anteriormente sabe por quienes estaba ocupado el bien
inmueble o a ellos nomas les ha conocido como propietarios del bien inmueble? Respuesta. Yo a
ellos nomas les he conocido. 5.- ¿Talvez por alguna otra persona ha referido que ellos son
propietarios? Respuesta. No, yo los conozco a ellos como dueños, porque me han dicho que esa
casita se habían comprado. 6.- ¿Refiere que tiene tiendas en la parte de abajo del bien inmueble,
cuantas tiendas tiene, son tiendas comerciales?Respuesta. Si, venden artefactos. 7.- ¿Sabe que sus
papas habían obtenido este bien inmueble por un proceso de usucapión anteriormente y sus padres
les habrían transferido a tus presentantes el bien inmueble, por eso se encontraría ocupando el
mismo, sabes algo al respecto? Respuesta. No sé, no sabría decirle exactamente pero yo sé que son
dueños Cinthia y Marco Antonio, porque no he conocido a otras personas más, solo a Cinthia y
Marco. 8.- ¿Sabe cuánto tiempo estarían ocupando este bien inmueble? Respuesta. Exactamente,
deben ser unos 10 años aproximadamente. 9.- ¿Esta posesión que se tiene sobre el bien inmueble
como se refiere ha tenido algún conflicto, o ha sido la ocupación de manera pacífica, ha tenido algún
conflicto, los han desocupado del bien inmueble, sabes algo al respecto?Respuesta. No, la veces que
yo he ido a visitarles no he escuchado ningún problema, ella estaba haciendo sus papeles del
alcantarillado, en eso estaba caminando pero problemas que tuvieran no señor juez. 10.- ¿Los
servicios ellos han hecho instalar o ya estaba instalados que servicios tienen? Respuesta. Tiene como
toda casa, luz, agua y alcantarillado. 11.- ¿Ratificas que están poseyendo el bien inmueble por más
de 10 años?Respuesta. Si. 12.- ¿Sus papas sabes si viven en bien inmueble o viven en otro bien
inmueble? Respuesta. De sus papas no puedo decir nada, en una oportunidad si lo he visto, cuando
fui a comprar mi lavadora estaba su mama, pero después no le vi. 13.- ¿Abonas la conducta de
Cinthia y Marco Antonio Ibáñez Pérez?Respuesta. Sin son responsables y no he visto ningún
problema ningún lío, chisme nada, porque yo voy a visitarles, ni he escuchado nada tampoco.
Preguntas aclaratorias de la parte demandante: 1.- ¿Como usted manifiesta y ha dicho varias veces
que usted considera que ellos son los únicos propietarios? Respuesta. Si. 2.- ¿A otros propietarios
no conoce? Respuesta. No conozco, no he visto a nadie más, simplemente les veo a ellos. 3.- ¿Con
su permiso señora testigo usted les conoce a estas personas que están aquí a mi lado? Respuesta.
Si. 4.- ¿A los que están al frente los conoce? Respuesta. No, nunca los he visto. Preguntas aclaratorias
de la parte demandada: 1.- ¿La testigo ha manifestado que don Crispín Ibáñez y Doña Lidia Pérez de
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Ibáñez, no saben si viven en el inmueble, que nos aclare si le consta que los señores no tenían
domicilio en ese inmueble ubicado en la calle Washington? Respuesta. Le he conocido a Cinthia y
Marco Antonio ahí, claro yo no sé si sus papas viven actualmente ahí, yo sé que ellos viven ahí
porque tiene su departamento ahí arriba. 2.- ¿Aclaración del Juez: ¿No te constan si viven o no ahí?
Respuesta. Claro, porque sé que Cinthia Ibáñez y Marco viven. 3.- ¿Usted ha dicho que no saben si
vivían o no los papas de tus presentantes, es así? Respuesta. Si. 4.- ¿Desde que fecha les conoces
has visto alguna vez que la señora Lidia estaba ocupando el bien inmueble, el señor Crispín Ibáñez
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Página 22/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial ocupaba el bien específicamente la
gestión 2012, 2013, los has visto a ellos? Respuesta. Siempre le he visto a Cinthia y Marco pero en
una oportunidad si le vi a doña Lidia, cuando fui a comprar lavadora. 5.- ¿Peor cuando
aproximadamente, recuerdas que gestión? Respuesta. Ya ha debido pasar dos años más o menos
pero solo una oportunidad. 6.- ¿Señora testigo, conoce de un anterior proceso que había tenido
Crispín Ibáñez y Lidia Pérez de Ibáñez, en contra de Marlene Eliana Herrera de manera puntual
díganos si en la gestión 2013 ha visto ocupando, habitando el bien inmueble a sus presentantes, a
la señora en este caso a Crispín Ibáñez Mamani y lidia Pérez de Ibáñez, le ha visto en el inmueble si
o no? Respuesta. Por eso como le dije yo no voy cada día a ver si bien o no viven, yo fui a visarles,
no voy constate a visitarles, una sola vez le vi, cuando fui a comprar la lavadora. Con lo que terminó
la declaración.Con relación a la atestación de José Jesús Flores Velásquez, el testigo refirió: 1.- ¿Don
José usted ha sido ofrecido como testigo de cargo de la parte demandante, en el presente caso de
usucapión , respecto a la fracción del bien inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174, entre
Cochabamba y Caro, nos podría decir que sabe sobre esta causa civil , de los antecedentes, como
han llegado ser propietarios Cinthia Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez, si tienen algún
conflicto actualmente, como del derecho de propiedad, ellos tendrían algún documento, como lo
habrían obtenido, si tienen actualmente algún conflicto con laguna persona, sabe al respecto?
Respuesta. Yo los conozco yo he comprado casi la mayoría de mis artefactos en su tienda, no una
amistad cercana, pero nos conocemos, es por eso que sé que la propiedad es de ellos, dos veces al
año voy a su casa, más que todo fin de año voy por ahí, porque como me conocen me hacen precio
por los artefactos que voy a adquirir, con respecto a eso de la usucapión, no sabría decirle que eso
es, al menos no he escuchado ese término, pero creo que es una demanda sobre la casa más o
menos. 2.- ¿Aclárenos si los conoce a los presentantes, sabe que son propietarios de eses inmueble,
alguna vez te han mostrado un documento o algún contrato, minuta? Respuesta. No pero, siempre
los he visto ahí. 3.- ¿Han ingresado al bien inmueble o solamente de afuera ha visto?Respuesta. Si.
4.- ¿Sabe que superficie tiene, cuantos cuartos tiene, donde habitan tus presentantes, cuantas
personas habitan quienes más habitan en el bien inmueble?Respuesta. Si, se que hay dos cuartos
arriba tiene el baño, la tienda y la trastienda. 5.- ¿Cuantos metros cuadrados tiene? Respuesta. No
tengo idea. 6.- ¿Sabe desde cuando estarían ocupando el bien inmueble, cuanto tiempo estarían?
Respuesta. Deben ser unos 10 años, poco más talvez. 7.- ¿Si en estos diez años que refiere, sabe si
ellos han tenido un problema con una persona, sobre la propiedad, sobre la ocupación o
simplemente su ocupación ha sido pacífica? Respuesta. Nunca he sabido que han tenido problemas
de eso. 8.- ¿Actualmente tus presentantes están pretendiendo regularizar con usucapión
quinquenal el bien inmueble, regularizar el derecho propietario, perfeccionar el derecho
propietario, sabe del conflicto la demanda que tendría actualmente con los ahora demandados,
sabes alguna cuestión sobre eso? Respuesta. Casi no mucho, señor juez. 9.- ¿Conoce a sus papas de
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

tus presentantes, a don Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez? Respuesta. Si poco.
10.- ¿Ellos también habitan este bien inmueble, ocupan, visitan alguna vez les has visto ahí?
Respuesta. No les he visto, creo que tienen su casa, al que siempre le he visto siempre es a Marco y
a Cinthia ocupando la casa. 11.- ¿Los papas en este caso, Crispín Ibáñez y Lidia Pérez viven en otro
domicilio, en otra casa?Respuesta. Creo que sí. 12.- ¿Cinthia Ibáñez y Marco Antonio Ibáñez,
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23/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial tiene familia o son solteros?Respuesta. Marco
creo que es soltero, siempre le he visto solo y Cinthia tiene familia, tiene su hijito creo. 13.- ¿Abonas
la conducta de tus presentantes Cinthia y Marco Antonio Ibáñez Pérez, ellos tienen problemas han
tenido problemas, son personas moralmente responsables? Respuesta. Si al menos a lo que yo los
conozco no son personas que han tenido problemas. Preguntas aclaratorias de la parte
demandante: 1.- ¿El testigo ha manifestado, más o menos que aproximadamente unos 10 años ellos
vivirían, que aclare si solo ha visto a los dos demandantes?Respuesta. Si. 2.- ¿Aclárenos si solo los
has visto a los dos? Respuesta. Siempre han estado los dos. 3.- ¿Hace diez años dice también testigo,
eso quiere decir que ellos han estado permanentemente digamos el 2012, 2013 y demás?
Respuesta. Si, a lo que al menos yo he visto siempre los he visto a los dos. 4.- ¿Aclare el testigo,
cuando dice que están de manera continua Cinthia y Marco Antonio Ibáñez Pérez, en el bien
inmueble, ellos tienen alguna otra casa, algún otro bien inmueble? Respuesta. No sabría decirle
señor juez. Preguntas aclaratorias de la parte demanda:1.- ¿El testigo pueda manifestar si conoce a
los padres del Marco Antonio y Cinthia Ibáñez Pérez a los señores Crispín Ibáñez y Lidia Pérez de
Ibáñez? Respuesta. Si alguna vez les he visto, porque una vez su mamá ha entrado y me ha saludado,
entonces sé que tienen su papás.2.- ¿El testigo nos ha aclarado que ha visto en el inmueble a los
papas, a los señores Crispín Ibáñez y Lidia Pérez de Ibáñez, si simplemente pudiera aclararnos si sabe
que ellos ocuparon o vivían en el inmueble ubicado en la calle Washington entre Cochabamba y
Caro? Respuesta. No sabría decirle, yo esa vez estuve en la tienda, y por eso han entrado, o sea no
le he visto yo ahí, sin no ellos han entrado a la tienda, claro no decir si viviera. Respecto a la testigo
Jahned Aida Qusibert Llusco, refirió: 1.- ¿Informarle que sus presentantes han tenido que realizar
su derecho propietario sobre una fracción de un inmueble, ubicado en la calle Washington N° 1174
entre Cochabamba y Caro, que sabes sobre le respecto de ese bien inmueble, como lo habrían
adquirido, de quien lo habrían adquirido, quien era el anterior propietario, si le han mostrado algún
documento de propiedad? Respuesta. A mí no me han mostrado ningún documento, solo sé que
ellos viven ahí, desde el año 2011 aproximadamente, no me acuerdo el mes pero sé que viven en
ahí Marco y Cinthia. 2.- ¿No le ha mostrado algún documento, solamente porque están ocupando
el bien inmueble, usted sabe que son propietarios, o ellos le han dicho que son propietarios?
Respuesta. O sea yo les conozco desde que viven ahí desde ese año. 3.- ¿Sabe quiénes serían los
anteriores propietarios del bien inmueble, sabe cuánto tiempo estarían ocupando el bien inmueble?
Respuesta. Desde el año 2011. 4.-¿Mas o menos cuanto sería? Respuesta. 10 años sería. 4.- ¿Si en
el transcurso de estos años ha conocido que alguien ha venido a hacer problema, en su caso hayas
conocido que ha tenido algún proceso, algún conflicto tus presentantes? Respuesta. No, este caso
nomas sé que tienen. 5.- ¿Ha ingresado al bien inmueble? Respuesta. Si he ingresado. 6.- ¿Cuantos
ambientes tienen, de que servicios cuenta el bien inmueble? Respuesta. La tiendita, trastienda, ahí
arriba tiene sus cuartitos, con bañito y todo.7.- ¿Cinthia Ibáñez y Marco Antonio tiene
familia?Respuesta. Cinthia sí, de Marco sé que no tiene. 8.- ¿En los locales comerciales están
ocupados solamente por Cinthia y Marco Antonio o hay otras personas que están?Respuesta. Que
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

yo se, creo que alquilan la otra tiendita, y a este lado Marco tiene su tienda. 9.- ¿Ellos ocupan es
tienda? Respuesta. Si. 10.- ¿Conoce a los papás de Cintia y Marco Antonio Ibáñez?Respuesta. No los
conozco, yo solo les conozco a ellos.11.- ¿Sabe cuánto sería la superficie del Impresión: 15-09-2023
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial bien inmueble?Respuesta. No sé, solo sé que es tiendita y
cuartitos arríba, eso nomas sé. 12.- ¿Quieres agregar algo más a tu declaración?Respuesta. No solo,
que les conozco a ellos. 13.- ¿Sabes si tendría otro bien inmueble Cinthia y Marco Antonio, otra casa
donde habitan? Respuesta. No sé. Preguntas aclaratorias de la parte demandante: Ninguna
aclaración. Preguntas de la parte demandada: Ninguna.Asimismo, se tiene la atestación de Juan
Manuel Gómez Muñoz, quien señaló: 1.- ¿Señor Juan Miguel que no puede decir sobre la presente
causa de usucapión en el juzgado, seguido por Cinthia Ibáñez Pérez contra Vilma Eugenia Chambi
Vélez, con la que están pretendiendo su derecho propietario, sobre la fracción del bien inmueble
ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro, sabe que serían propietarios tus
presentantes del bien inmueble, conoces los antecedentes del bien inmueble, quienes habrían sido
anteriormente propietarios, si sabes por cuanto tiempo están ocupando el bien inmueble, si tienen
algún conflicto, sabes de los antecedentes de esta causa, que nos podrías decir?Respuesta. Ahorita
no sé nada, solamente que yo se mas o menos que unos diez u once años parece que están viviendo
Marco Antonio y Cinthia.2.- ¿Constantemente los visitas, eres cliente?Respuesta. Al año por lo
menos unas tres a cuatro veces vengo, en las ferias mayormente vengo a comprar televisor, un
aparato.3.- ¿Sabes quién habría sido el propietario anteriormente de ese bien inmueble?Respuesta.
No sé.4.- ¿No sabes si han tenido algún conflicto del bien inmueble, alguien ha reclamado,
solicitando que desocupen?Respuesta. No sé nada. 5.- ¿Conoces a los papas de tus presentantes,
sabrías sus nombres tienes alguna relación de amistad has hablado con ellos, o les has
visto?Respuesta. De vista nada más.6.- ¿Cuando les habrías visto a sus papas en la casa?Respuesta.
En la casa no, afuerita si, mi papá me ha presentado se llama doña Lidia y don Crispín, pero
mayormente a su mama le he visto, nunca le he visto a su papá creo7.- ¿A doña lidia le has visto en
el bien inmueble, podría talvez precisar en qué fecha, en que año, en que gestión, les has visto en
el bien inmueble?Respuesta. Hace cuatro cinco será pues lo que he visto, pero ni idea, no me
acuerdo de fechas también, unos cuatro o cinco años debe ser. 8.- ¿Tu residencia dice en Poopó,
usted vive en Poopó?Respuesta. Si yo vivo en Poopó, soy minero, trabajo ahí.9.-¿ Solarmente
vendrías las ferias entonces?Respuesta. En las ferias vengo, y ellos siempre están en su casa, los he
conocido hace diez años atrás más o menos, de ahí hemos empezado la amistad. 10.- ¿Para tener
un derecho de propiedad nosotros tenemos un documento, sobre la casa, una escritura pública, un
testimonio, eso talvez te han mostrado tus presentantes?Respuesta. No.11.- ¿Solamente presumes
que son propietarios, por verlos ahí en la casa?Respuesta. Si. 12.- ¿Qué más podrías aclarar sobre
este aspecto, podrías agregar algo más?Respuesta. Nada más. Preguntas aclaratorias de la parte
demandante: 1.- ¿El testigo que responde a raves de su autoridad, que aclare que ha manifestado
que no se confunda que a don Crispín lo conozco a dicho, a doña Lidia, le ha presentado ahí afuerita,
cuál de sus hijos le ha presentado, no he llegado a entender, le ha presentado ahí afuera o
adentro?Respuesta. Marco me ha presentado. 2.- ¿El testigo ha dicho que le conoce a Cinthia y
Marco desde el 2011 y que aclare a usted si también le ha visto el 2012, 2013, 2014, 2018, hasta la
fecha, que aclare?Respuesta. Siempre les he visto. Preguntas aclaratorias del juez: 1.- ¿Usted ha
dicho que les ha visto, les conoce desde la gestión 2011 a Marco y Cinthia, pero continuamente les
has visto las demás gestiones, 2012, 2013, 2014, 2015, 2016?Respuesta. Si por eso, cada año
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mayormente vengo 2 a 3 veces, desde ahí desde que nos hemos Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis
Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 | www.tsj.bo Página 25/37 Estado Plurinacional de
Bolivia Organo Judicial conocido. Preguntas aclaratorias de la parte demandada: Ninguna aclaración
señor juez. La testigo Lisa María Martínez Ancalle, refirió: 1.- ¿Conoce usted sobre el derecho de
propiedad del inmueble objeto de litigio, quien era anteriormente el propietario, como han llegado
a adquirir tus presentantes Cinthia Y Marco Antonio Ibáñez Pérez el bien inmueble, si están
ocupando continuamente, si han tenido algún problema por parte de otras personas?Respuesta. Yo
soy compañera de colegio de Cinthia, la verdad no conozco de donde han comprado, pero sí sé que
es su casita porque le visite en su casa, como somos compañeras de colegio, hemos llegado a tener
buena amistad después de la colegiatura, eso es lo que le puedo decir. 2. ¿Por cuánto tiempo
conocería que están habitando el bien inmueble?Respuesta. Desde el 2012 sé que están en su
casa.3.- ¿Aclaremos si ha conocido de algún conflicto de esas fechas, si alguna persona le ha
reclamado, alguien que ha ido a reclamar su posesión, su derecho propietario, aluno de esos
antecedentes conoce?Respuesta. La verdad como le digo soy compañera de colegio, talvez si fuera
familiar pero solo soy amistad, no tengo esa información. 4.- ¿Usted indica que desde el 2012 estará
ocupando el bien inmueble. ¿Usted le consta que están en ese bien inmueble
continuamente?Respuesta. Si, como ellos tienen su negocio, yo voy cada vez, porque soy mamá
tengo mi familia, entonces la veces que voy está ahí en su casita y en su tienda están. 5.- ¿Conoce
el interior de la casa, cuantas habitaciones tiene?Respuesta. Si, como le dije fui entramos, tiene las
tienditas, tiene otra tienda, tiene una cocina y tiene un pasillo largo el cual te lleva al fondo donde
hay habitaciones, ellos viven arriba, es como un mini departamento chiquito. 6.- ¿Conoce si Cinthia
Ibáñez y Marco Antonio Ibáñez tiene familia?Respuesta. Marco es soltero, Cinthia tiene su pequeño
hijo. 7.- ¿En los ambientes comerciales se encuentran ocupando solo Cinthia Ibáñez Pérez y Marco
Antonio Ibáñez Pérez o hay otra persona?Respuesta. Yo las veces que fui como Cinthia es mi amiga,
la visite en su tienda entonces y sé que Cinthia está ahí, y con relación a otras personas no sé nada.
8.- ¿Que nos podría decir sobre el presente proceso, conoce que estarían demandando para
regularizar su derecho propietario, sabe de la persona demandada?Respuesta. No tengo
conocimiento señor juez. 9.- ¿Conoce a los padres de Cinthia y Marco, de quienes serían sus
papás?Respuesta. No, porque como le dije solo fuimos compañeras de colegio, si había reuniones
de papas, pero solo fuimos compañeros, si hubiésemos sido amigas talvez iría a su casa, pero no.
10.- ¿Quieres agregar algo más a tu declaración, quieres abonar a su conducta de tus presentantes,
son personas buenas?Respuesta. Por lo menos con mi compañera, con mi amiga, Cinthia tenemos
una buena relación, una relación que he visto que no tenga conflictos, una persona tranquila, muy
serena y trabajadora, es lo que pude decir de Cinthia. 11.- ¿Conoce si ellos tuvieran alguna otra
propiedad o solamente conoce el bien inmueble?Respuesta. Yo solo conozco esa casa, porque como
tienen un negocio yo he querido ir a comprar algo, después como era mi amiga solo fui a visitarla
como me quedaba cerca por que yo trabajo en Obras Públicas de noche la visitaba ya que tampoco
tenía otro horario para visitarla, como se trabaja no se puede. 12.- ¿Sus padres tendrían otro bien
inmueble?Respuesta. Me imagino que sí, porque Cintia vive ahí. Preguntas aclaratorias del aparte
demandante: Ningún señor Juez. Preguntas aclaratorias de la parte demandada: ninguna De las
atestaciones descritas anteriormente, se demuestra que todos los testigos de cargo han referido de
manera conteste y uniforme que los demandantes de usucapión quinquenal (Marco Antonio y
Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez) poseen y viven desde el año 2011 en el Impresión: 15-09-2023
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NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

Plurinacional de Bolivia Organo Judicial inmueble en litigio, que saben y conocen que son los únicos
propietarios, tienen conocimiento que nunca tuvieron problemas con terceras personas, que tienen
un negocio instaurado en el inmueble, que ambos habitan el bien inmueble objeto de Litis, desde el
año 2011. Atestaciones que se las asimila como contestes y uniformes, con el valor probatorio
asignado por el art. 1330 del Código Civil. Este medio de prueba, pese al contenido de los
testimonios prestados por los testigos, tampoco puede ser considerado porque el Tribunal de alzada
asumió que la prueba testifical no puede ir en contra del contenido de los documentos, sujetando
su criterio sobre la base del art. 1328.II del Código Civil, y sobre este precepto los recurrentes no
han manifestado por qué esa disposición no es la correcta.En el recurso de casación, en el apartado
III, cuando los recurrentes describen el error de hecho en la apreciación de la prueba, en forma
genérica señala que la norma infringida son los arts. 145 del Código Procesal Civil y 1286 del Código
Civil, el primer precepto en su párrafo I señala que la prueba debe ser descrita enunciando qué
medios de prueba ayudaron a formar convicción y qué medios de prueba fueron desestimados. En
el caso de autos, en cuanto a la prueba testifical, el Ad quem asumió criterio en sentido de que la
prueba testifical no sería valorada por la prohibición que señala el art. 1328.II de Código Civil, ese
argumento no fue cuestionado por el recurrente, extrañamente, solo refiere infracción de los arts.
145 del Código Procesal Civil y 1286 de sustantivo de la materia, cuando el argumento del Ad quem
tiene el argumento de que la prueba testifical no puede admitirse porque va en contra del contenido
de los documentos, no puede admitirse sobre lo que alegue haberse manifestado antes a tiempo o
después que ellos fueron otorgados. Esa prohibición a la que llegó el Tribunal de alzada, no fue
cuestionada por los recurrentes, y dicho argumento llega a constituirse en un fundamento de la
aplicación de la doctrina de los actos propios, el cual también fue observado por la Sala
Constitucional Segunda, en sentido de que no se consideró otros argumentos vinculados con la
aplicación de la doctrina del acto propio, razón por la cual ese vínculo que sustentar en la teoría del
acto propio se lo puede hallar en el fundamento probatorio que asumió la Sala de apelación.Los
recurrentes erraron el fundamento recursivo, describieron error de hecho en la apreciación de la
prueba, cuando la Sala de apelación no describió yerro sobre el contenido del testimonio dado por
los testigos, sino que indicó que dicho medio de prueba no podría ir en contra de los documentos,
prácticamente se entiende que la prueba de testigos la consideró como una prueba prohibida, y
sobre dicho argumento, de la aplicación del art. 1328.II de Código Civil, los recurrentes no
manifestaron su observación, extrañamente indicaron que se generó error de hecho en la
apreciación de la prueba al omitir su apreciación.Se debe manifestar que la doctrina del derecho
procesal establece que el error de hecho en la apreciación de la prueba por pretensión, se produce
cuando se omite considerar medios de prueba y no se dice nada respecto a esta prueba en la
resolución judicial. Ello no ocurrió en el caso de autos, la Sala de apelación mencionó que la prueba
de testigos es prueba prohibida porque va en contra del contenido de la cláusula quinta del contrato
de venta efectuado en favor de los demandantes, sobre tal argumento correspondía a los
recurrentes activar recurso sobre la base del error de derecho (argumentando el porqué de la
aplicación errónea del art. 1328 del Código Civil) y no de hecho, en cuanto a la prueba testimonial y
con ella mencionar el contenido que supuestamente haría viable su pretensión.Con relación a la
prueba de confesión provocada cursante de fs. 865 a 867 se ha deferido a confesión a los
usucapientes Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, en Impresión: 15-09-2023 Calle:
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Bolivia Organo Judicial calidad de demandantes, los que han referido que desde la venta del
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

inmueble los vendedores ya no ocupan la casa, puesto que se hubieran ido a vivir a otro inmueble
donde tienen constituido un alojamiento, lugar donde viven.En cuanto a la confesión provocada de
Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibañez, cursante de fs. 859 a 863 y de fs. 883 a 885
vta., han referido que desde la venta del inmueble ellos ya no ocupan la casa.Al margen de lo
expuesto, el Tribunal de alzada, respecto a la confesión prestada por los vendedores, sostuvo que
dicho testimonio puede ir en contra del contenido de los documentos, basando su criterio en el art.
162 de Código Procesal Civil. Este criterio y la norma de sustento no fueron impugnados por los
recurrentes, estos solo manifestaron que no se consideró el testimonio de ambos confesantes.
Cuando debieron cuestionar si el art. 162 del Código Procesal Civil era aplicable al caso de autos, ya
que este criterio de Ad quem se apoya en el contenido del contrato de venta plasmado en la
Escritura Publica Nº 175/2011 (cláusula quinta) y con ella se asumió aplicar la teoría de los actos
propios. Criterio del cual la Sala Constitucional, consideró que no se tomó en cuenta la forma en que
los recurrentes de casación se refirieron sobre esta doctrina y los argumentos que la vinculan. Al
respecto, esta Sala encuentra un argumento en el Auto de Vista que se vincula con la doctrina de
los actos propios con la calificación jurídica que el Ad quem otorgó a los medios de prueba testifical
y confesión, en sentido de que no podrían ir contra el contenido del documento (cláusula quinta de
la Escritura Publica Nº 175/2011). Sobre este punto los recurrentes acusaron error de hecho, como
si los medios de prueba no hubieran sido considerados por el Tribunal de apelación, cuando
debieron ser acusados vía error de derecho, puesto que el Ad quem las consideró como prueba
prohibida para este caso, sustentado su decisión en los arts. 162 de Código Procesal Civil y 1328.2
del Código Civil.Se asume en ese sentido, tomando en cuenta que la Sala Constitucional refirió que,
por una parte, no se consideraron los argumentos del Ad quem vinculados a la forma, haberse
considerado la teoría de los actos propios y, por otra, que la valoración de la prueba testifical,
inspección y confesión es inadecuada, razón por la cual se emite este criterio, que modifica el
argumento descrito en el anterior Auto Supremo Nº 282/2022.En lo demás, la prueba de inspección
solo hace referencia a la posesión actúa de los demandantes, que resulta ser irrelevante para
considerar el inicio de la posesión de los demandantes, y tampoco ataca el argumento esencial del
Tribunal de alzada, respecto a la doctrina de los actos propios.Ahora bien, ingresando a valorar la
prueba documental de la parte demandada-reconviniente se tiene de fs. 218 a 221, documental
consistente en fotocopia simple de Testimonio N° 304/2017, de transferencia de bien inmueble
suscrito entre Irene Solange Montesinos Villca, Jorge Gonzalo Chambi Vélez, en calidad de
vendedores, y Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque en calidad de
compradores, la que demuestra la adquisición de un inmueble por parte de los demandados-
reconvinientes.Cursante de fs. 222 a 223 fotocopia simple de folio real a nombre de Vilma Eugenia
Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque, con relación al inmueble ubicado en la calle
Washington entre Cochabamba y Caro, documental que refleja el derecho propietario de los
señores Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque. De fs. 224 a 226 vta., fotocopia
simple de Testimonio N° 175/2011, de transferencia de inmueble suscrito entre Crispín Ibáñez
Mamani, Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, en calidad de vendedores, Marco Antonio y Cinthia de
apellidos Ibáñez Pérez como compradores, la que acredita dicha adquisición por parte de los ahora
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28/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial usucapientes.Corriente de fs. 229 a 232 vta.,
fotocopia simple de Testimonio N° 226/2017, de transferencia de inmueble, que acredita la compra
efectuada por Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque, con relación al bien
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

inmueble con una superficie de 333,47 m2, ubicado en la avenida Washington N° 1174 entre
Cochabamba y Caro. Visible de fs. 418 a 449 cursa, fotocopia legalizadas del proceso de usucapión
decenal, seguido por Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, el que demuestra que se
sustanció proceso civil por usucapión decenal, en contra de Eliana M. Herrera Molina, en el Juzgado
Segundo de Partido en lo Civil y Comercial de la ciudad de Oruro.De toda la prueba documental
ofrecida y producida en la presente causa, por la parte demandada-reconviniente, se ha demostrado
que Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque, son propietarios de un bien
inmueble con una superficie de 344,14 m2, con registro en la matrícula N° 4011010022056 de 30
de marzo de 2009, puesto que adquirieron la propiedad de Irene Solange Montecinos Villca y Jorge
Gonzalo Chambi Vélez, y que estos adquirieron el derecho propietario de José Antonio Bravo
Mendizábal, y que este último tuviera el derecho de propiedad sobre el referido inmueble, a título
sucesorio de Natividad Riva Gutiérrez, antecedente dominial y tracto sucesivo correlativo, que al
contar con registro público en la oficina correspondiente, y de conformidad los arts. 1289 y 1538. II
del Código Civil, es oponible frente a terceros.La prueba documental descrita, tan solo hace
referencia a la forma de haber adquirido el derecho de propiedad, por parte de los demandados y
el trámite de usucapión efectuado por Crispín Ibañez Mamani y Lidia Pérez Pérez de
Ibañez.Respecto a la segunda observación relativa a que el Ad quem dedujo que no se tuvo la
posesión exclusiva basada en la documental a fs. 498, puesto que los vendedores tenían una fracción
inicial de 333,14 m2 (fs. 48), del cual les transfirió la superficie de 166,57 m2 (fs. 55 a 56) y esos
vendedores siguen viviendo en la otra fracción, esa documental (fs. 498) no hace esa
distinción.Corresponde señalar que la literal descrita en el recurso resulta ser una representación
del Oficial de Diligencias (proceso de usucapión decenal) labrada el 12 de diciembre de 2012, cuyo
contenido describe que la funcionaria fue a notificar a Crispín Ibañez Mamani en el domicilio ubicado
en la calle Washington Nº 1174 entre Cochabamba y Caro, quien no fue habido, cuya numeración
del inmueble resulta ser e mismo que el identificado en la demanda de usucapión quinquenal, cuya
numeración se refleja también en la literal a fs. 48.La numeración del inmueble resulta ser la misma,
no consta datos en sentido de que la oficial de diligencias haya buscado a Crispín Ibañez Mamani en
un domicilio distinto al de los usucapientes. Es evidente que el inmueble de los demandantes llegó
a independizarse por efecto de la Escritura Publica Nº 175/2011; sin embargo, no se tiene constancia
de que la oficial de diligencias haya buscado a Crispín Ibañez en un domicilio ajeno al que
corresponde a los actores.No concurre el error de hecho en la apreciación de la prueba.De toda la
prueba descrita, se tiene que no se ha acreditado la posesión de los demandantes sobre el bien
inmueble, el elemento de la posesión es un requisito que se encuentra descrito en el art. 134 de
Código Civil, el cual no está demostrado en el caso de autos. Esto tomando en cuenta de que los
recurrentes no han cuestionado los argumentos del Tribunal de alzada: 1) la aplicación de la teoría
de los actos propios al caso de autos, que tuvo su criterio sobre la base de la cláusula quinta del
contrato contenido en la Escritura Publica Nº 175/2011, y 2) sobre el valor probatorio asignado a la
prueba testimonial, confesión e inspección, que basaron criterio Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis
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Bolivia Organo Judicial en sentido de que las mismas no podrían ir en contra del contenido de los
documentos, ni en contra de lo que se hubiera manifestado antes y después de la suscripción de los
instrumentos (Escritura Publica Nº 175/2011). Criterio que esta Sala Civil emite, en cumplimiento
de la Resolución Nº 147/2022, pronunciado por la Sala Constitucional Segunda del departamento
de Oruro, en la que se refirió considerar argumentos vinculados a la doctrina de los actos propios, y
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estos son precisamente el valor probatorio asignado a los medios de prueba testifical y confesión
que la Sala de Apelación argumentó en el Auto de Vista.3. En lo que concierne al cuatro agravio, en
el que se sostiene que el Tribunal Ad quem hubiera incurrido en errónea fundamentación con
relación al elemento de la buena fe en inobservancia del art. 93 del Código Civil, ingresando en
incongruencia omisiva, violando el derecho a una debida fundamentación y motivación de la
resolución, por cuanto, respecto a la buena fe hubieran señalado que existiera confabulación de
familiares para apropiarse de un inmueble que no les pertenece, dicha afirmación no tendría ningún
sustento probatorio, basándose únicamente en presunciones, es decir, presumiendo la mala fe de
los recurrentes, cuando dicho extremo jamás fue probado, no teniendo sustento legal que la
familiaridad pueda ser un argumento valedero, habiéndose infringido y violado los arts. 93 del
Código Civil y 115 - 180 de la Constitución Política del Estado.Con relación a lo manifestado por los
recurrentes, debemos señalar que el art. 93 I-II el Código Civil señala: I. “El poseedor es de buena fe
cuando cree haber adquirido del verdadero propietario o titular la cosa o el derecho II. La buena fe
se presume; y quien alega que hubo mala fe, debe probarla”, en el caso de autos se ha podido
advertir que no hay elemento probatorio alguno que demuestre la mala fe de los vendedores y de
los compradores a tiempo de realizar la transferencia del inmueble ahora objeto de litigio, ello no
está demostrado, la norma requiere, a quien la alega, probar la mala fe de las partes contratantes.
Se entiende que los de instancia asumieron que concurre la mala fe, basado en la transferencia del
derecho de propiedad entre parientes consanguíneos de primer grado; sin embargo, tal presunción,
descrita en el art. 1320 del Código Civil, determina que la presunción judicial debe estar ligada a
otros elementos. Resulta extraño que los de instancia hayan asumido que concurre una presunción
judicial para refutar y desmejorar una presunción legal, cuando el Juez debió basar criterio en
pruebas reales y contundentes para determinar la inexistencia de buena fe en los demandantes de
usucapión quinquenal, puesto que al momento de su adquisición el proceso de usucapión decenal
de los vendedores no se encontraba cuestionado, y que la parte actora impetró la usucapión
quinquenal oponiendo justo título, y en tanto se encuentra eficaz y vigente su título al no haber sido
objeto de una declaración de nulidad alguna, lo que hace que ese título sea considerado como justo
título, por cuanto, su invalidez no ha sido declarado judicialmente, a través de proceso legal alguno,
y el efecto retroactivo de la nulidad de usucapión decenal no afectó la Escritura Pública N° 175/2011
de 02 de febrero, la misma se encuentra vigente.4. Expresó con relación al recurso de apelación en
el efecto diferido, que no hubieran observado los requisitos que hacen viable que un tercero pueda
demandar la nulidad de contrato si no es parte del contrato, y que en el presente caso son sujetos
de la relación contractual Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, siendo que los
reconvinientes Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque tienen una relación
contractual con Irene Solange Montecinos Villca y Jorge Gonzalo Chambi Vélez, aspecto que
demostraría que los reconvinientes no Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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hubieran tenido ninguna relación contractual con Crispín Ibáñez Mamani ni con Lidia Pérez Pérez de
Ibáñez mucho menos con Marco Antonio Ibáñez Pérez o Cinthia Ibáñez Pérez, extremo que hubiera
infringido los arts. 115.II y 180.I de la Constitución Política del Estado.Al respecto, debemos señalar
que tanto el Juez de instancia como el Tribunal Ad quem han resuelto de forma correcta, el recurso
de apelación en el efecto diferido, por cuanto, el reconviniente se encuentra legitimado para
demandar la nulidad de contrato por falta de objeto, más aún cuando el derecho propietario de
Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque no se encuentra extinguido, sino que
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

se encuentra vigente, aspecto que demuestra su interés legítimo conforme establece el art. 551 del
Código Civil, pues al ser la nulidad de orden público, ataca la validez de un contrato, norma que
permite accionar la nulidad cuando el interesado sostiene un derecho de propiedad o derecho
subjetivo, empero esa legitimación queda extinguida por el efecto extintivo de la usucapión
quinquenal que se acoge en esta causa.Por otra parte, respecto a los elementos de publicidad y
oponibilidad, el art. 1538 del Código Civil, solamente publicita actos jurídicos, esa publicidad la han
asumido los usucapientes, pues tienen folio real inscrito a su nombre, lo que no ocurre con los
vendedores, toda vez que su título ha sido declarado nulo, a través del incidente de nulidad incoado
por David José Bravo Mendizábal. Con relación a la prueba de confesión provocada cursante de fs.
865 a 867, Cinthia Ibáñez Pérez refirió que, “conocía que se estaba tramitando un proceso de
usucapión”, sobre el cual debemos aclarar que esta confesión solo acredita que la emplazada solo
conocía que se estaba tramitando un proceso de usucapión, pero ella no ha asumido conocimiento
ni ha formado parte de esa demanda de usucapión, además de no haber tomado conocimiento del
efecto retroactivo de la nulidad del proceso de usucapión decenal, aspecto que tampoco conocieron
los demandantes de usucapión quinquenal, por lo que tan aseveración no podría ser considerado
en su contra, como para determinar que concurrió la mala fe de la compradora.En este escenario
procesal de considerar la usucapión quinquenal o la nulidad contractual, nos encontramos en una
cuestionante de considerar cuál de las dos acciones debe ser resuelta con prioridad la una de la otra;
puesto que ambas tienen el efecto extintivo del derecho de propiedad su adversario. Ahora bien, el
Tribunal Supremo de Justicia a través del entendimiento emitido por Auto Supremo N° 1126/2019
ha considerado que “la pretensión de usucapión ordinaria debe ser opuesta antes de la existencia
de una determinación judicial que lo invalide o en su caso en el mismo proceso en que se pretende
declarar su ineficacia de derecho”. La finalidad de la usucapión quinquenal y de la nulidad
contractual, tienen un similar objeto el cual es extinguir el dominio del título de su ponente, por lo
que se debe dar prioridad a la usucapión quinquenal, por cuanto, en el caso de autos, el título de
los demandantes se encuentra vigente, habiendo interpuesto la demanda de usucapión quinquenal
antes de haber sido declarado su nulidad, no habiendo sido declarado judicialmente su invalidez a
través de proceso legal alguno, y el efecto retroactivo de la nulidad de usucapión decenal no
trascendió hasta la Escritura Pública N° 175/2011 de 02 de febrero por lo que el citado instrumento
aún se encuentra vigente, motivo por el cual deberá darse prioridad a la demanda de usucapión
quinquenal. No obstante, si los presupuestos de la usucapión quinquenal no son demostrados
(justo, título, buena fe y posesión: pacífica, pública, continua e ininterrumpida) entonces
corresponde analizar los presupuestos de la nulidad contractual.De lo contrario, optar por la tesis
de resolver con prioridad la nulidad contractual Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352
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Judicial en ningún caso podría dar lugar a acoger la usucapión quinquenal, puesto que el
presupuesto normativo de esta se basa en consolidar la adquisición del derecho de propiedad de
quien no era dueño con un título y ese título es que la nulidad pretende invalidarla. Siendo que la
regla jurídica es darles función a los institutos del derecho civil, se asume que la usucapión
quinquenal, debe ser resuelto con prioridad a la nulidad, aun la nulidad haya sido planteada como
demanda principal. Similar situación ocurre con la acción reivindicatoria, que resulta ser
imprescriptible, empero frente a una acción de usucapión se debe dar prioridad a esta última.El
Tribunal de garantías describe ciertas observaciones e hipótesis en cuando a la procedencia de la
acción de usucapión decenal frente a una pretensión de nulidad contractual (entendiendo que la
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

invalidez apunta al justo título del oponente); al respecto, se tiene que, si nunca se hubiera
demandado la nulidad de la Escritura Publica Nº 175/2011, no habría la necesidad de demandar
usucapión quinquenal, porque sobre la base de este razonamiento entendieron que esta Escritura
Pública, y su consiguiente registro estaban vigentes y con las dos garantías del art. 1538 del Código
Civil, publicidad y oponibilidad ante terceros, todos esos elementos no hubieran sido desarrollados
con precisión por el Tribunal Supremo, lo que amerita lesión de derechos.Respecto a que si no se
hubiera demandado la nulidad de la Escritura Publica Nº 175/2011, no hubiera necesidad de
plantear usucapión quinquenal, se entendería que dicho planteo apunta a que el usucapiente
quinquenal tenga que esperar una demanda de nulidad para entablar una reconvención por
usucapión quinquenal. Esa tesis es incorrecta. Puesto que si el comprador se anoticia que ha
adquirido el bien de quien no era el verdadero propietario, tiene la facultad de iniciar la acción por
usucapión quinquenal en contra del verdadero propietario, si es que concurren los requisitos para
la procedencia de esta acción, puesto que su finalidad es consolidar la adquisición del derecho de
propiedad, y este puede hacerlo, ya que es inminente que afronte un posible juicio de nulidad por
el verdadero propietario.Ahora bien, con relación a otro argumento referido por el Tribunal de
garantías se tiene que de forma inconsistente se hubiera señalado que la Escritura Publica Nº
175/2011 no hubiera sido afectada por la nulidad, entonces, cuestiona qué hubiera pasado si se
declaraba probada la demanda de usucapión quinquenal y probada la demanda de nulidad, habría
afectado de alguna forma los derechos de los demandantes, consideran que más bien los
beneficiarían, expresó que el razonamiento que realizan las autoridades accionadas, en sentido de
que, si bien tanto la usucapión quinquenal como la nulidad tiene efecto extintivo, y adquisitivo a la
vez, debe darse prioridad a la usucapión quinquenal porque se ha demostrado que al momento de
su adquisición en el proceso de usucapión decenal, el derecho propietario de los vendedores no se
encontraba cuestionado, y que la parte actora impetró usucapión quinquenal oponiendo justo
título, en tanto se encuentra eficaz y vigente su título al no haber sido objeto de nulidad alguna. Al
respecto, se debe señalar que no podría ocurrir que, simultáneamente se declare probada la
demanda de usucapión quinquenal y probada la demanda de nulidad de Escritura Pública, puesto
que no es viable tal aspecto, ambas son excluyentes porque tienen la finalidad común de extinguir
la el título de su oponente; en el caso de autos, ambas apuntan a sustraerse sus presupuestos
sustantivos: la procedencia de la usucapión quinquenal genera un efecto extintivo en el derecho del
verdadero propietario y adquisitivo para el usucapiente, esto quiere decir que sustrae el derecho
de propiedad del demandado y, por ende, la legitimación para accionar sobre este bien; en el caso
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Página 32/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial procedencia de la nulidad, la misma
apunta a declarar la invalidez del título que ostenta el propietario-poseedor que adquirió el derecho
de quien no era su dueño, o sea que pretende que se declare inválido el justo título del usucapiente
y su efecto retroactivo. No podrían declararse de manera simultánea ambas pretensiones por la
finalidad que buscan, la cual es extinguir el derecho de sus adversarios.Debemos referir que el
fundamento esencial de la usucapión consiste en otorgar seguridad a las situaciones de hecho que
se han producido durante cierto tiempo, habiéndose convertido en jurídicas en aras de la paz social
y en cumplimiento de la función social, que debe cumplir todo bien inmueble, conforme lo establece
el art. 106 del Código Civil, pues el fundamento subjetivo de la prescripción extintiva consiste en la
presunción de abandono del derecho por su titular, y es precisamente ese abandono, el que es
castigado por Ley.En este entendido, quien podría adquirir un bien por usucapión es la persona que
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

ha cumplido ciertas condiciones en el transcurso de determinado tiempo, y contrariamente, quien


puede perder por usucapión su derecho propietario, será el propietario que no haya ejercido su
derecho de propiedad por haber abandonado el referido bien.Respecto a los efectos de la sentencia
emitida dentro de un proceso de usucapión, se tiene que la misma otorga título de propiedad sobre
el bien objeto del proceso y de manera contraria, extingue el derecho de propiedad del dueño que
ha abandonado su bien, disponiéndose la cancelación en el registro público, lo cual genera un efecto
extintivo, en caso de otorgarse derecho a usucapiente quinquenal se deberá inscribir el título que
emerja de la sentencia de usucapión quinquenal, no el título que provino del que no fue dueño del
bien.Ahora bien, debemos también señalar que ambas figuras jurídicas tienen efecto extintivo, pero
se debe considerar con prioridad la concurrencia de los presupuestos de la usucapión frente a la
nulidad contractual (pese a que esta última busca un efecto retroactivo), puesto que cuando se
analiza un debate sobre el derecho de propiedad se debe considerar si el bien y su titular están
cumpliendo una función social, así lo determina el art. 106 del Código Civil, criterio que resulta
análogo a lo descrito en el art. 1454 del Código Civil, que describe la imprescriptibilidad de la acción
reivindicatoria, salvo el caso de la usucapión.La segunda hipótesis que describe el Tribunal de
garantías resulta en el sentido de qué pasaría si no se hubiera demandado la nulidad de la escritura
pública (entendiendo que apunta a la Escritura Publica Nº 175/2011); al respecto, si el título de
vendedor fue invalidado, se entiende que modificó la titularidad y legitimación del vendedor,
sustrayendo la legitimación que ostentaba en ese entonces, verificado ese aspecto la demanda, se
entendería que el comprador descubrió que adquirió el bien de quien no era propietario, en ese
supuesto la demanda de usucapión quinquenal procedería si concurren los requisitos del justo título
y buena fe adicionados a los requisitos de la posesión pública, pacífica, continua e ininterrumpida,
no siendo necesario que se tenga que activar una reconvención de nulidad del título de usucapiente
quinquenal, puesto que este ostenta un justo título y que se ha anoticiado que el título de su
vendedor fue invalidado, ese supuesto permite activar la usucapión quinquenal, y es la solución que
la Ley le otorga al que hubiera actuado de buena fe en la adquisición del derecho de propiedad,
puesto que un reclamo sobre el derecho de propiedad del verdadero titular del bien sería un riesgo
que está latente.El derecho de activar la usucapión quinquenal, de acuerdo con el art. 134 del
Código Civil, el sistema de protección, defensa de la propiedad y la posesión descrito en el Libro
Quinto del citado Código, no describen que la usucapión quinquenal tenga que ser activada
únicamente como Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 |
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a comprender que el mismo puede ser planteado como acción o como reconvención, postura
basada en lo dispuesto por el art. 14.IV de la Constitución Política del Estado.Analizados los
argumentos del Tribunal de garantías, se tiene que todos los agravios fueron objeto de Acción de
Amparo Constitucional, fueron respondidos en forma consecutiva análisis de cada agravio
analizado; por lo que, se concluye que los recurrentes no han logrado revertir el presupuesto
posesorio previsto en el art. 134 del Código Civil, elemento esencial para lograr un derecho
propietario, en los términos que describe la referida norma.De la contestación al recurso.1.
Manifiesta que respecto a que se hubiera vulnerado la garantía del debido proceso en su elemento
de motivación y fundamentación por inobservancia del art. 229 de la Ley 439, el incidente de nulidad
dentro del proceso de usucapión sirve de antecedente al presente proceso, toda vez que como
consecuencia de ello quedó nulo y sin efecto alguno el aparente derecho de propiedad de Crispín
Ibáñez Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez que pretendían haber adquirido sobre el inmueble objeto de
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

litigio, puesto que la declaración judicial de nulidad del proceso de usucapión, supone que dicho
proceso no surtió efecto alguno y que Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez no adquirieron
derecho de propiedad sobre el inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba
y Caro, siendo que además no se puede considerar el hecho de que se hubiera realizado la venta
años antes a la declaratoria de nulidad no supondría que esa venta fue legal y que la misma no sea
viciada de nulidad, tampoco incidiría el hecho de que ahora los recurrentes no tuvieron
conocimiento del incidente de nulidad del proceso de usucapión. Respecto al justo título los
demandados manifiestan que este no puede ser confundido con título válido y eficaz, siendo que el
justo título refiere a la idoneidad del título en virtud del cual el usucapiente habría adquirido la
propiedad de quien no era su verdadero dueño.Al respecto, se ha indicado que el incidente de
nulidad generado en el proceso de usucapión decenal, no participaron los ahora demandantes de
usucapión quinquenal, por lo que siendo la decisión un Auto definitivo cuyo efecto corresponde
asimilarlo al efecto de una sentencia conforme a la última parte del párrafo II del art. 229 del Código
Procesal Civil, tal como fue descrito en los fundamentos de la presente resolución.La nulidad de un
contrato debe ser declarada judicialmente, así lo determina el art. 546 de Código Civil, lo cual no
aconteció en el caso presente, no existe una declaración de nulidad de la Escritura Publica Nº
175/2011.El demandado exige una consideración de los conceptos de justo título y título válido y
eficaz; al respecto, corresponde citar el aporte doctrinario de Guillermo Borda, quien se refiere al
justo título, en su obra Derechos Reales, Tomo I, manifestando que: “Cuando ahora la ley exige que
el título sea verdadero, no quiere decir que tenga eficacia real y concreta para transmitir la
propiedad, pues entonces sería innecesario recurrir a la usucapión”. Ello da a entender que el justo
título es el que al momento de su adquisición gozaba de los requisitos necesarios para la concreción
de un determinado negocio jurídico. Obviamente que luego de la celebración del contrato, se
entiende que pudieron generarse diversos factores que darían lugar a modificar la relación jurídica
del vendedor o descubrir otros registros que hagan entender que el vendedor no fuese el verdadero
propietario, haciendo que la titularidad del vendedor haya sido invalidada o en otros casos su
legitimidad sea cuestionada. Se entiende que el título de los demandantes tiene la calidad de justo
título, que tiene vicio de nulidad por carecer el vendedor la titularidad del derecho de propiedad
(legitimación) y por ello es que los demandantes activaron Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz
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Organo Judicial la demanda de usucapión quinquenal.Por lo que la observación no tiene lugar.2.
Señalan que respecto a la errónea fundamentación por no ingresar a la valoración de la prueba de
cargo y por aplicar indebidamente la teoría de los actos propios, la cláusula quinta de la Escritura
Pública N° 175/2011 señala que las partes intervinientes estipularon que Marco Antonio Ibáñez
Pérez y Cinthia Ibáñez Pérez tomaran posesión cuando dejarían de existir los vendedores Crispín
Ibáñez Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez, siendo que la estipulación de esta cláusula fue
correctamente interpretada por el Tribunal de alzada en el marco de la teoría de los actos propios,
que vincula y reata a las partes al contenido de su propia manifestación expresada de manera libre
y voluntaria, además que ninguna prueba podría sustentar una posición contraria, ya que la misma
hubiera sido corroborada por las declaraciones de los testigos ofrecidos en el incidente de nulidad
del proceso de usucapión, quienes señalaron que tenían inquilinos en el inmueble y que incluso
estos pagaban el alquiler a Lidia Pérez de Ibáñez y Crispín Ibáñez Mamani. Y respecto a la omisión
de la valoración de la prueba.Sobre la teoría de los actos propios en el recurso de casación no ha
merecido una impugnación correcta, solo se ha indicado que esta teoría fue superada por la teoría
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

de la interversión del título. Lo cual no es correcto, ambas teorías tienen un sentido diferente con
hipótesis y finalidades distintas. No se ha descrito por la recurrente jurisprudencia o doctrina que
asevera la subordinación de la teoría de los actos propios a la de la interversión del título.La
interversión del título es la forma de cambiar el estatus de detentador a poseedor y ello no ha sido
demostrado por los recurrentes, no acreditaron su condición de detentadores.En cuanto a la
apreciación de la prueba la Sala Constitucional refirió que su valoración en el anterior Auto Supremo
Nº 282/2022, no ha sido adecuada. Asimismo, señaló que debe considerarse los argumentos
vinculados a la doctrina de los actos propios, y esta vinculación se encuentra en el valor probatorio
que el Tribunal de alzada hubiera otorgado a la prueba testifical y confesión la que señala que no
podrían ir en contra del contenido de los instrumentos, basado en los arts. 1328.II del Código Civil y
162 del Código Procesal Civil, respetivamente. Esos argumentos están vinculados a la doctrina de
los actos propios y no fueron observados en el recurso de casación. Por consiguiente, se entiendo
que no se logró demostrar el elemento posesorio de la usucapión quinquenal.3. Refirió que respecto
al error en la fundamentación de la buena fe, los recurrentes sostendrían que la buena fe se
presume y la mala fe se prueba, y que contrariamente el Tribunal de alzada hubiera presumido que
ellos no tendrían la posesión de buena fe por considerar que existió confabulación entre padres e
hijos, sin que esta conclusión se sustente en ningún medio probatorio; señala que en usucapión
quinquenal la buena fe se refiere a aquella conducta que hubiera tenido el usucapiente a momento
de adquirir la propiedad de quien no era el verdadero propietario y que en presente caso no medió
la buena fe de los usucapientes, por cuanto, no medió la intención verdadera de celebrar un acto
traslativo de propiedad, sino que medió la intención de engaño y confabulación. Respecto a lo
manifestado por los reconvinientes debemos hacer hincapié del art. 93.II el Código Civil, norma que
de manera taxativa señala que se presume la buena fe y que la mala fe debe ser probada, en el
presente caso, se ha podido advertir que no hay elemento probatorio alguno que demuestre la mala
fe de los compradores a tiempo de celebrar el contrato de venta del inmueble. El Código hace
referencia a la buena fe del adquiriente; en el caso presente, se tiene la presunción de buena fe de
los compradores, por haber adquirido el Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
Teléfono:(+591)64 53200 | www.tsj.bo Página 35/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial
derecho de propiedad de los vendedores cuando el título de propiedad de estos se encontraba
vigente, ahí la buena fe. No se encuentra acreditado que los compradores hayan generado actos de
confabulación y engaño al momento de suscribir el contrato de venta.La presunción judicial debe
muñirse de los requisitos que señala el art. 1320 de Código Civil, que sean graves, precisas y
concordantes, lo cual no está justificado en el caso de autos, puesto que la adquisición de la
propiedad se realizó cuando el título de los vendedores estaba vigente.El incidente de nulidad
podría generar un efecto de la mala fe en los adquirientes, puesto que la regla descrita en el art.
93.III del Código Civil, máxime si a los compradores no les notificaron con el Auto que anuló obrados
en el proceso de usucapión decenal, el cual se produjo luego de los dos años de que los compradores
suscribieran el contrato de venta.4. Manifestó que respecto a la errónea fundamentación de la
apelación diferida, los recurrentes acusan que el Tribunal de alzada no hubiera considerado la
jurisprudencia referida a la legitimación activa para demandar la nulidad, por cuanto, los
demandados no tendrían relación con las partes intervinientes en la Escritura Pública N° 175/2011,
al respecto señalaron que su legitimación activa no puede ser limitada al hecho de que no formen
parte del contrato, sino se reconociera la legitimación a cualquier persona que tenga interés
legítimo, y que en el presente caso el hecho de ser legítimos titulares del bien inmueble que en parte
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habría sido transferido por quienes no son sus legales propietarios, les legitimaría para demanda la
nulidad de contrato.Se ha indicado en líneas precedentes que las pretensiones de nulidad del título
y la usucapión quinquenal son excluyentes entre sí; por lo que, corresponde atender los efectos de
la usucapión antes que la pretensión de nulidad. Por lo que, si se acoge la usucapión quinquenal,
genera un efecto extintivo en el derecho de propiedad del demandado (verdadero propietario), y
con ella se le sustrae la legitimación para efectuar un reclamo sobre el bien.Debemos señalar que
tanto el Juez de instancia como el Tribunal Ad quem han resuelto de forma correcta el recurso de
apelación en el efecto diferido, habiendo considerado que los reconvinientes contarían con la
legitimación activa para demandar la nulidad de contrato por falta de objeto, por cuanto, el derecho
propietario de Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque, al momento de plantear
la reconvención no se encuentra extinguida, sino más bien vigente, aspecto que demuestra su
interés legítimo conforme establece el art. 551 del Código Civil, pues al ser la nulidad de orden
público, afecta la invalidez de un contrato, norma que permite accionar la nulidad cuando el
interesado sostiene un derecho de propiedad o derecho subjetivo. Se aclara que al inicio de la
reconvención los reconventores ostentaban legitimación sobre el referido predio, ello les permitió
proseguir con su pretensión; sin embargo, esa legitimación queda extinguida por haberse acogido
la demanda principal de usucapión quinquenal.Se concluye que el elemento de la falta de la
posesión no ha sido acreditado en el caso de autos; por lo que, corresponde resolver en la forma
prevista por el art. 220.II del Código Procesal Civil. POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo
de Justicia del Estado Plurinacional de Bolivia, con la facultad conferida por el art. 42.I num. 1 de la
Ley del Órgano Judicial de 24 de junio de 2010, y en aplicación del Art 220.II del Código Procesal Civil
declara INFUNDADO, el recurso de casación de fs. 1062 a 1079, interpuesto por Marco Antonio
Ibáñez Pérez y Cinthia Ibáñez Pérez, contra el Auto de Vista N° 43/2022 de 11 de enero, que cursa
de fs. 1029 a 1042, pronunciado por la Sala Civil Primera Comercial de Familia Niñez y Adolescencia
del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro. Con costas y Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz
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Organo Judicial costos.Se regula honorario del abogado que contestó al recurso de casación en la
suma de Bs.1.000.-Regístrese, comuníquese y devuélvase.Relator: Mgdo. Juan Carlos Berrios
Albizu... Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352

PARTES DEL LPROCESO

Partes: Cinthia Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez c/ Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime
Javier Martínez Choque

RELACION DE HECHO Y DERECHO:

el medio de impugnación objeto de la presente resolución, se observa que los demandantes, ahora
recurrentes, alegaron como agravios los siguientes extremos: En el fondo. 1. Acusaron que se
hubiera vulnerado la garantía del debido proceso en su elemento de motivación y fundamentación
por inobservancia del art. 229 de la Ley 439, entendiendo que el Tribunal de alzada hubiera
considerado que los recurrentes no tuvieran justo título al determinar que el mismo no nació a la
vida jurídica porque devendría de un proceso fraudulento de usucapión extraordinaria, basándose
en un hecho posterior a su derecho de propiedad, no teniendo presente que el contrato de
compraventa ya existía el año 2011 al igual que la inscripción en Derechos Reales, siendo el objeto
posible, lícito y determinado conforme al art. 485 del Código Civil, elementos que determinarían
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que su título es idóneo, por dichos aspectos consideraría que el Tribunal Ad quem incurrió en
vulneración del debido proceso en su elemento de fundamentación y motivación, lesionando el
derecho a la tutela judicial efectiva art. 115 y 180 de la Constitución Política del Estado y arts. 229
del Código Procesal Civil y 1319 del Código Civil. 2. Denunciaron que el Tribunal Ad quem hubiera
incurrido en errónea fundamentación al no valorar la prueba de cargo aplicando erróneamente
teoría de los actos propios, considerando que lo señalado en la cláusula quinta del contrato de
compraventa no podría ser superado por ningún medio de prueba, ya sea testifical ni ninguna otra,
además de no haber considerado que ingresarían en posesión desde la fecha de suscripción del
contrato de compraventa ejerciendo tanto el corpus como el animus, siendo que con toda la prueba
podría haberse dado la interversión del título, por cuanto, de la prueba testifical, inspección de visu
y confesión provocada demuestran la posesión de los demandantes, siendo que no se habría
valorado la prueba sobre la base de la teoría de los actos propios. Asimismo, respecto a la
interrupción de la prescripción adquisitiva señalan que se hubiera interrumpido la usucapión
quinquenal con la presentación de una querella de fecha 22 de noviembre de 2018 y con el incidente
de nulidad presentado en proceso de usucapión decenal.3. Alegaron que el Tribunal de alzada y el
Juez de primera instancia incurrieron en error de hecho al omitir valorar la prueba de cargo
documental, testifical, confesión provocada e inspección de visu, pues ingresaron en posesión con
los elementos de corpus y animus, habiendo fundado su resolución en la teoría de los actos propios
cuando debió haberse observado la teoría de la interversión de título, por cuanto, señalaron que no
hubiera existido la tenencia exclusiva del bien inmueble por parte de los recurrentes, habiendo
incluso referido los vendedores que su domicilio se encuentra en el inmueble objeto de litigio. 4.
Sostuvieron que el Tribunal Ad quem hubiera incurrido en errónea fundamentación con relación al
elemento de buena fe en inobservancia del art. 93 del Código Civil, ingresando en incongruencia
omisiva, violando el derecho a una debida fundamentación y motivación de la resolución, por
cuanto, respecto a la buena fe hubieran señalado que existiera Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis
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Organo Judicial confabulación de familiares para apropiarse de un inmueble que no les pertenece,
dicha afirmación no tendría ningún sustento probatorio, basándose únicamente en presunciones,
es decir, presumiendo la mala fe de los recurrentes, cuando dicho extremo jamás fue probado, no
teniendo sustento legal que el tema de familiaridad pueda ser un argumento valedero, habiéndose
infringido y violado los arts. 93 del Código Civil y 115 - 180 de la Constitución Política del Estado.5.
Expresaron que con relación al recurso de apelación en el efecto diferido, no hubieran observado
los requisitos que hacen viable que un tercero pueda demandar la nulidad de contrato si no es parte
del mismo, y que en el presente caso son sujetos de la relación contractual Crispín Ibáñez Mamani
y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, siendo que los reconvinientes Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime
Javier Martínez Choque tienen una relación contractual con Irene Solange Montecinos Villca y Jorge
Gonzalo Chambi Vélez, aspecto que demostraría que los reconvinientes no hubieran tenido ninguna
relación contractual con Crispín Ibáñez Mamani ni con Lidia Pérez Pérez de Ibáñez mucho menos
con Marco Antonio Ibáñez Pérez o Cinthia Ibáñez Pérez, extremo que hubiera infringido los arts.
115.II y 180.I de la Constitución Política del Estado.Respuesta al recurso de casación.De la revisión
del expediente de usucapión quinquenal u ordinaria, se evidenció que cursa respuesta al recurso de
casación en los siguientes términos:1. Manifestaron respecto a que se hubiera vulnerado la garantía
del debido proceso en su elemento de motivación y fundamentación por inobservancia del art. 229
de la Ley 439, el incidente de nulidad dentro del proceso de usucapión sirve de antecedente al
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presente proceso, toda vez que como consecuencia de ello quedó nulo y sin efecto alguno el
aparente derecho de propiedad de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez que pretendían
haber adquirido sobre el inmueble objeto de litigio, puesto que la declaración judicial de nulidad del
proceso de usucapión, supone que dicho proceso no surtió efecto alguno y que Crispín Ibáñez
Mamani y Lidia Pérez de Ibáñez no adquirieron derecho de propiedad sobre el inmueble ubicado en
la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro, además, no se puede considerar el hecho
de que se hubiera realizado la venta años antes a la declaratoria de nulidad no supondría que esa
venta fue legal y que la misma no sea viciada de nulidad, tampoco incidiría el hecho de que ahora
los recurrentes no tuvieron conocimiento del incidente de nulidad del proceso de usucapión.
Respecto al justo título los demandados manifestaron que este no puede ser confundido con título
válido y eficaz, siendo que el justo título refiere a la idoneidad del título en virtud del cual el
usucapiente habría adquirido la propiedad de quien no era su verdadero dueño.2. Señalaron que
respecto a la errónea fundamentación por no ingresar a la valoración de la prueba de cargo y por
aplicar indebidamente la teoría de los actos propios, la cláusula quinta de la Escritura Pública N°
175/2011 las partes intervinientes estipularon que Marco Antonio Ibáñez Pérez y Cinthia Ibáñez
Pérez tomarán posesión cuando dejarían de existir los vendedores Crispín Ibáñez Mamani y Lidia
Pérez de Ibáñez, siendo que la estipulación de esta cláusula fue correctamente interpretada por el
Tribunal de alzada en el marco de la teoría de los actos propios, que vincula y reata a las partes al
contenido de su propia manifestación expresada de manera libre y voluntaria. 3. Expresaron que
respecto al error en la valoración de la prueba, los recurrentes acusan que no se hubiera valorado
la prueba documental, testifical confesión e inspección, prueba que contrarrestaría la manifestación
de voluntad inserta en al cláusula quinta de la Escritura Pública N° 175/2011; al respecto, refiere
que la declaración referida en la cláusula quinta Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352
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constituiría una manifestación de voluntad por determinación de los arts. 175-IV y 162-II del Código
Procesal Civil, constituiría una confesión extrajudicial, haciendo plena prueba y que en el marco de
la teoría de los actos propios no puede ser desconocida. 4. Refirieron que respecto al error en la
fundamentación sobre a la buena fe, los recurrentes sostendrían que la buena fe se presume y la
mala fe se prueba, y que contrariamente el Tribunal de alzada hubiera presumido que ellos no
tendrían la posesión de buena fe por considerar que existió confabulación entre padres e hijos, sin
que esta conclusión se sustente en ningún medio probatorio; al respecto, debemos señalar que en
la usucapión quinquenal la buena fe se refiere a aquella conducta que hubiera tenido el usucapiente
a momento de adquirir la propiedad de quien no era el verdadero propietario y que, en el presente
caso, no medió la buena fe de los usucapientes, por cuanto, no medio la intención verdadera y de
buena fe de celebrar un acto traslativo de propiedad, sino que medio la intención de engaño y
confabulación. 5. Manifestaron que respecto a la errónea fundamentación de la apelación diferida
los recurrentes acusan que el Tribunal de alzada no hubiera considerado la jurisprudencia referida
a la legitimación activa para demandar la nulidad, por cuanto, los demandados no tendrían relación
con las partes intervinientes en la Escritura Pública N°175/2011; al respecto, señalaron que su
legitimación activa no puede ser limitada al hecho de que no formen parte del contrato, sino, por el
contrario, se reconociera la legitimación a cualquier persona que tenga interés legítimo, y que, en
el presente caso, el hecho de ser legítimos titulares del bien inmueble que en parte habría sido
transferido por quienes no son sus legales propietarios, les legitimaría para demandar la nulidad de
contrato.
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RATIO DECIDENDI:

FUNDAMENTOS DE LA RESOLUCIÓNPara hacer más comprensible la resolución expondremos


algunos antecedentes esenciales que se generaron en el caso de autos de la siguiente
manera:Cinthia Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez plantean demanda ordinaria de
usucapión quinquenal, en contra de Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque,
manifestando que por la Escritura Pública N° 175/2011 de 02 de febrero de 2011 se acreditaría que
Crispín Ibáñez y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez les hubieran transferido a título de compraventa una
fracción del bien inmueble con Matrícula N°4011010022055, en una fracción de 166.57 m2 ubicado
en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro, signado como fracción “A” de la ciudad
de Oruro, derecho propietario de estos señores adquirido a través de demanda de usucapión
extraordinaria tramitada ante el Juzgado de Partido N° 2 en lo Civil y Comercial de la ciudad de
Oruro.Asimismo, alegan que con ese título se habría inscrito su derecho propietario en el registro
de Derechos Reales bajo la Matrícula N° 4011010030354, el mismo que fue registrado el 06 de abril
de 2011, y que, desde esa fecha comenzaría a correr el plazo de la usucapión quinquenal, habiendo
transcurrido más de 8 años y 5 meses que se encontrarían en posesión como verdaderos titulares,
usando, gozando, disfrutando y disponiendo del mismo, habiendo realizado trámites de obtención
de línea municipal en la Alcaldía de Oruro así como realizaron los pagos de impuestos anuales desde
las gestiones 2011 al 2018. También, alegan que en fecha 22 de noviembre de 2018 fueron
sorprendidos con una querella penal por el supuesto delito de estelionato que les siguen los señores
Vilma Eugenia Chambi Vélez y Jaime Javier Martínez Choque, donde estos señores afirmarían ser
propietarios últimos del bien inmueble objeto de litigio en una superficie de 341.46 m2 y que junto
a la querella se adjuntó a una resolución de incidente de nulidad de la gestión 2013 dentro del
fenecido proceso de usucapión decenal instaurado por Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez
de Ibáñez en contra Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 |
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Molina.Consecuentemente, a tiempo de contestar de forma negativa a la demanda y reconvenir
nulidad de contrato por falta de objeto, señalan que la usucapión quinquenal debe cumplir
requisitos como ser justo título, que la transferencia haya provenido de quien no era verdadero
dueño, la buena fe del adquirente y la posesión, y en el caso presente los demandantes Cinthia
Ibáñez Pérez y Marco Antonio Ibáñez Pérez no cumplirían con el requisito de buena fe, por cuanto,
omitieron señalar que son hijos de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez y que en tal
calidad conocían los antecedentes del proceso de usucapión que sus padres de forma ilegal hubieran
tramitado ante el Juzgado de Partido 2° en lo Civil y Comercial de la ciudad de Oruro, pretendiendo
apropiarse del inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro de la
ciudad de Oruro. Asimismo, los demandados reconvienen por nulidad de contrato por falta de
objeto del contrato de compraventa de una fracción de terreno de 166.57 m2 ubicado en la calle
Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro y por la Escritura Pública N°
304/2017 de 04 de abril de 2017, evidencia que hubieran adquirido al título de compraventa de
Irene Solange Montecinos Villca y Jorge Gonzalo Chambi Vélez, el bien inmueble ubicado en la calle
Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro y posterior registro de su derecho propietario en
Derechos Reales, bajo el asiento A-8 de la Matrícula N° 4011010020877, en fecha 07 de abril de
2017.El Juez A quo dictó Sentencia, con el argumento de que la cláusula quinta de la Escritura Publica
N° 175/2011, establece que Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, señalaron que
Marco Antonio y Cinthia Ibáñez Pérez, tomaran posesión cuando dejen de existir, por lo que
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

seguirán ocupando el inmueble hasta su últimos días de existencia, de lo cual la posesión de los
demandantes no es exclusiva, además que la posesión que refieren haber ejercido los demandantes
habría sido interrumpida por el proceso penal de 22 de noviembre de 2018, y con el incidente de
nulidad presentado por David José Bravo Mendizábal en contra de los terceros Crispín Ibáñez
Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez de 30 de noviembre de 2012, aspectos que se encontrarían
corroborados por las declaraciones testificales de cargo confesión judicial de cargo, inspección
judicial, empero por la prueba documental que apareja la parte demandada, se evidencia que el
antecedente dominial de la parte demandante se encuentra viciado de nulidad, puesto que el
proceso de usucapión decenal ha sido declarado nulo y cualquier documento logrado como efecto
de aquel proceso, no tiene eficacia jurídica alguna, siendo nula la Escritura Pública N° 175/2011 de
02 de febrero de 2011,argumentos con los que declaró Improbada la demanda de usucapión
quinquenal y Probada la demanda de nulidad de contrato por falta de objeto.Ahora bien, conforme
los argumentos señalados en el Auto de Vista N° 43/2022 de 11 de enero, se tiene que el Tribunal
de alzada asumio una determinación con base a que, en el presente caso, no concurre el justo título,
toda vez que el título del cual deviene la propiedad de los demandantes de usucapión quinquenal,
jamás fue título idóneo, al no tener objeto, es decir, que al haberse declarado nulo el título de los
vendedores, por el efecto de la retroactividad su título también debe ser considerado con los
mismos efectos. Asimismo, se tiene que por la cláusula quinta, los usucapientes no hubieran tenido
la posesión exclusiva, ya que la mencionada cláusula hace referencia a que la posesión de los
demandantes se efectivizaría cuando los vendedores fallecieran, por cuanto dicho hecho
contravendría sus propios actos, los que fueron exteriorizados de manera voluntaria ante la libertad
autonómica de las partes suscribientes del contrato, por lo que su Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis
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Bolivia Organo Judicial posesión no inicio ni fue exclusiva, siendo que no cumplieron con los
requisitos del art. 134 del Código Civil.Estando relatado lo esencial del caso de autos, se pasa a
resolver el recurso de casación.1. Absolviendo el primer agravio, en sentido de que se hubiera
vulnerado la garantía del debido proceso en su elemento de motivación y fundamentación por
inobservancia del art. 229 de la Ley 439, en el entendido de que el Tribunal de alzada hubiera
considerado que los recurrentes no tuvieran justo título al determinar que el mismo no nació a la
vida jurídica porque devendría de un proceso fraudulento de usucapión extraordinaria, basándose
en un hecho posterior a su derecho de propiedad, no teniendo presente que el contrato de
compraventa ya existía el año 2011 al igual que la inscripción en Derechos Reales, aspectos que
determinarían que su título es idóneo, cuando el incidente de nulidad de obrados del proceso de
usucapión extraordinaria se suscitó en el año 2013, no habiendo sido parte de dicho incidente no se
cancelaron sus títulos, sino se pronunciaría únicamente la nulidad del proceso de usucapión; por
dichos aspectos consideraría que el Tribunal Ad quem incurrió en vulneración del debido proceso
en su elemento de fundamentación y motivación, lesionando el derecho a la tutela judicial efectiva
art. 115 y 180 de la Constitución Política del Estado y arts. 229 del Código Procesal Civil y 1319 del
Código Civil.Del argumento traído a casación, se tiene que una vez identificado el agravio, debemos
señalar que respecto al justo título este Tribunal Supremo de Justicia ha sentado doctrina que define
como aquel que reúne los requisitos de validez tanto intrínsecos como extrínsecos, se trata de un
título que está rodeado de todas las formalidades y demás requisitos indispensables para la
transmisión del dominio, los cuales van a dotar al título de eficacia jurídica, y que, en el presente
caso, se debió considerar como justo título a la Escritura Pública N° 175/2011 de 02 de febrero,
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

porque ese título reúne las condiciones de validez de un contrato, y el mismo es título suficiente
para demandar usucapión quinquenal. No podría considerarse nula a la referida escritura pública,
si es que no se tiene una resolución judicial que haya declarado su nulidad, tal como señala el art.
546 del Código Civil, puesto que los vendedores Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez
adquirieron el derecho propietario del inmueble ahora en litigio a través de un proceso de usucapión
favorable registrado en Derechos Reales el 30 de marzo de 2009, y con ese derecho propietario
realizaron la transferencia en favor de los compradores Marco Antonio Ibáñez Pérez y Cinthia Ibáñez
Pérez el 02 de febrero de 2011, los que demostraron durante todo el proceso que ellos compraron
pensando que los vendedores eran los propietarios, demostraron la buena fe que tenían en el
momento de la adquisición; por lo tanto, el conocimiento posterior sobre la falta de derecho
propietario de sus vendedores no les perjudica, más bien configura uno de los presupuestos de la
usucapión quinquenal, el cual se descubre que el vendedor no era el verdadero propietario, el cual
resulta ser uno de los presupuestos que señala el art. 134 del Código Civil.Sobre la buena fe,
debemos señalar que el hecho de que se haya realizado el contrato de compraventa entre
familiares, como es el caso, no demuestra que hubiera estado exento de la buena fe de las partes,
por cuanto, se tiene demostrado por la prueba documental que los vendedores transfirieron el
inmueble años antes a la declaratoria de nulidad de proceso de usucapión decenal, aspecto que
demuestra que existió buena fe en los compradores y vendedores a tiempo de transferir el inmueble
ahora objeto de litigio. Además, resulta irracional considerar que por existir lazos de familiaridad
entre vendedores y compradores se debiera presumir que no concurrió este requisito, Impresión:
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Plurinacional de Bolivia Organo Judicial puesto que, como se dijo, el título del vendedor no se
encontraba cuestionado lo contrario implicaría juzgar con sesgo y amparado en presunciones,
siendo que en el presente caso no se llegó a probar la mala fe de los demandantes de usucapión
quinquenal u ordinaria por ningún elemento probatorio, considerando que el art. 93.I y II del Código
Civil señala: “I. El poseedor es de buena fe cuando cree haber adquirido del verdadero propietario
o titular de la cosa o el derecho II. La buena fe se presume; quien alega que hubo mala fe, debe
probarla”. Al margen de lo expuesto, corresponde aclarar que la buena fe se encuentra descrita
como una presunción judicial, la cual admite prueba en contrario que debe merecer elemento
probatorio; sin embargo, los de instancia asumieron que concurre una presunción judicial, cuando
no se reúne los requisitos descritos por el 1320 del Código Civil: que sean graves, precisas y
concordantes, los que no están justificados en el caso de autos.Conforme el argumento del Tribunal
de garantías se hubiera incurrido en contradicción, toda vez que se daría vigencia a la Escritura
Pública N° 175/2011, al momento de su celebración, cuando a tiempo de la suscripción del contrato
los vendedores no debieron ser propietarios del bien, es decir los propietarios no debieron haber
ostentado derecho de propiedad sobre el inmueble transferido a momento de su suscripción.
Asimismo, refieren que ha considerado que es justo título porque cumple los requisitos de validez
de una Escritura Pública, sin realizar un análisis del justo título, específicamente en una acción de
usucapión quinquenal, no se explica por qué la Escritura Pública N° 175/2011 devendría de alguien
que no es propietario del bien inmueble.Con base a estos antecedentes, señalaremos las siguientes
consideraciones.Circunscribiendo nuestro análisis a la usucapión quinquenal u ordinaria, debemos
señalar que el art. 134 del Código Civil, refiere: “quien en virtud de un título idóneo para transferir
la propiedad adquiere de buena fe un inmueble de alguien que no es su dueño, cumple la usucapión
a su favor poseyéndolo durante cinco años contados desde la fecha en que el título fue inscrito”.En
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ese entendido, la norma antes descrita señala con claridad los requisitos que debe reunir la
usucapión ordinaria, que son: título idóneo (justo título), buena fe en la posesión, transcurso del
tiempo y posesión (pública, pacífica, continuada e ininterrumpida); requisitos que deben ser
comprobados judicialmente para favorecerse de ella.A efectos de definir el requisito del justo título
conforme a la doctrina aplicable descrita en el presente fallo, recurriremos a Borda, que en su obra
Tratado de Derecho Civil (Derechos Reales I, pág. 317) señala: “Se llama justo título aquel que es
suficiente para la transmisión del dominio y que realmente lo hubiera transmitido de haber sido el
transmitente el verdadero propietario del inmueble…”, es decir, es aquel título que cuenta con todas
las formalidades indispensables para transmitir el derecho propietario, siendo que si hubiera
emanado del verdadero propietario, la transferencia sería perfecta.En este entendido, la usucapión
quinquenal procede cuando se tiene evidencia de que una persona ha adquirido el derecho de
propiedad de quien no era su dueño, cuando creía que era el dueño, o sea, se activa la usucapión
quinquenal cuando ha tomado evidencia de que el vendedor no hubiera adquirido de manera
regular el bien, es decir que no era dueño de la cosa que se le transfirió y con probabilidad el
verdadero titular pudiera instaurar algún juicio que observe la validez del título y para ello el
ordenamiento civil establece la posibilidad de adquirir el derecho mediante la usucapión
quinquenal, y esta vez se dirige la acción en contra del que ostenta el derecho registrado y ya no en
contra del vendedor.En el presente caso, debemos precisar de manera enfática que la Escritura
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título para los usucapientes, puesto que con ese documento están alegando que han adquirido de
buena fe el derecho de propiedad del alguien que en ese momento tenía título registrado en
Derechos Reales.Asimismo, debemos referir que en el caso de autos, se entiende que los
usucapientes han tomado conocimiento de que ese título, Escritura Publica N° 175/2011 ha sido
anulado por el incidente de nulidad planteado en el proceso de usucapión decenal, este aspecto
determina que los actuales demandantes han adquirido de quien no era su verdadero dueño, pues
el acto procesal que ha determinado ese extremo es la resolución judicial emitida en el incidente de
nulidad planteado por David José Bravo Mendizábal, dentro del proceso de usucapión decenal o
extraordinaria, seguido a instancia de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez.El Código
Civil no describe si al momento de la transferencia el título del vendedor tenga que estar anulado o
deba estar vigente; al contrario, de acuerdo con la postura del doctrinario argentino Borda, se
entendería que el título del vendedor tendría que estar vigente. La observación en la Acción de
Amparo Constitucional radica en el hecho de que el título del vendedor al momento de la venta
deba estar anulado y con ello el requisito de los compradores se cumpliría, esa tesis no es la correcta.
Pues la situación de la carencia del derecho de propiedad del vendedor podría generarse en forma
posterior a la venta realizada cuyo derecho de propiedad pueda quedar reducido, suprimido o
anulado, con la cual mutaría a situación del vendedor respecto a la titularidad de la cosa vendida, y
de darse ese caso, el comprador asumiría que compró la cosa de quien no era el verdadero
propietario.Por otro lado, si se probare que, al momento de la adquisición del derecho de
propiedad, el comprador hubiera conocido que el título del vendedor se encuentra afectado y no es
el dueño, no concurriría la buena fe, no operaría la usucapión quinquenal, es decir que los
compradores sabrían que su vendedor no es dueño o su título fuera nulo, en ese caso no habría
buena fe en los compradores.También corresponde aclarar al tema de la cosa juzgada generado con
el incidente de nulidad de obrados. Al efecto, se entiende que en el proceso ordinario de usucapión
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decenal tramitado por Crispín Ibañez Mamani y otra contra Eliana Herrera Molina, el Juez hubiera
declarado la nulidad de obrados que abarca a la sentencia pronunciada en dicho proceso, se
entiende que se dejó sin efecto el título de propiedad de los usucapientes; sin embargo, en dicho
incidente Cinthia Ibañez Pérez ni Marco Antonio Ibañez Pérez no participaron como partes ni como
terceros, por lo que, el incidente descrito no podría afectarles a estos últimos que tienen registrado
un contrato de venta que les otorgó Crispín Ibañez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibañez. Es
evidente que el efecto de la nulidad trae consigo la consecuencia del efecto retroactivo y
reintegrativo; pero dicho efecto no puede aplicarse a los compradores, porque estos no participaron
en dicho proceso de usucapión decenal ni fueron convocados con el incidente de nulidad resuelto
mediante un Auto definitivo, por analogía se aplica de la regla de los efectos de la sentencia, y al
caso en concreto la última parte del párrafo II del art. 229 del Código Procesal Civil, que determina
los alcances de la sentencia: “También alcanza los efectos de la sentencia a las personas que trajeren
o derivaren sus derechos de aquellas. En ningún caso afectará a terceros adquirentes de buena fe a
título oneroso de bienes o derechos y que tengan título inscrito en el registro público
correspondiente”. Este imperativo condice con al apotegma de que nadie puede sufrir una condena
o sanción si no ha tenido la oportunidad de contradecir una pretensión.Sobre dicho argumento
corresponde citar el criterio doctrinario de Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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Gonzalo Castellanos Trigo, quien en su obra Análisis Doctrinal del Nuevo Código Procesal Civil, Tomo
III, cometario al citado articulado señala: “En conclusión, en cuanto a los límites subjetivos de la
sentencia, debe seguirse una línea rectora de que la sentencia debe ser acatada y respetada por
todos, pero nadie que no haya sido parte, puede perjudicarse con ella si no tuvo conocimiento
legítimo derecho de contradecir en el proceso”. La disposición citada tiene una similitud al
contenido descrito en el art. 194 del Código de Procedimiento Civil abrogado, el cual señalaba:
“(ALCANCES DE LA SENTENCIA). Las disposiciones de la sentencia sólo comprenderán a las partes
que intervinieren en el proceso y a las que trajeren o derivaren sus derechos de aquellas”, el efecto
reflejo descrito en esta nomenclatura fue interpretada por el Tribunal Constitucional en sentido de
que: “Los alcances de la resolución, de la sentencia propiamente dicha, están también regulados
por el adjetivo civil que señala: ‘(Alcances de la sentencia) Las disposiciones de la sentencia sólo
comprenderán a las partes que intervinieren en el proceso y a las que trajeren o derivaren sus
derechos de aquellas.’ De donde resulta que la sentencia sólo surte efectos legales entre los que
han sido parte en el proceso en que se ha dictado y en relación a aquellas personas que trajeran o
derivaren derechos de las partes como los causahabientes a título universal”, así fue descrito en la
Sentencia Constitucional Nº 0167/2010-R de 17 de mayo de 2010.Por lo que, se concluye que la
nulidad procesal dispuesta en fase de ejecución de sentencia del proceso ordinario de usucapión
decenal no podría generar efecto a Marco Antonio y Cinthia Ibañez Pérez, puesto que estos
adquirieron el derecho de propiedad en razón de un contrato de venta (Escritura Publica N°
175/2011).Se concluye en este punto que los actores al momento de iniciar la demanda de
usucapión quinquenal contaban con el justo título y la buena fe con la adquisición del derecho de
propiedad, mediante un contrato de venta plasmado en la Escritura Publica N° 175/2011. Sin
embargo, como se apreciará posteriormente, al no estar acreditado los presupuestos de la
usucapión quinquenal, resulta inviable la concesión de la usucapión y corresponde otorgar lugar a
la reconvención.2. Denuncian que el Tribunal Ad quem hubiera incurrido en errónea
fundamentación al no valorar la prueba de cargo aplicando erróneamente la teoría de los actos
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propios, considerando que lo señalado en la cláusula quinta del contrato de compraventa no podría
ser superado por ningún medio de prueba ni testifical ni ningún otro, además de no haber
considerado que ingresarían en posesión desde la fecha de suscripción del contrato de compraventa
ejerciendo tanto el corpus como el animus, siendo que existen otras teorías como el de la
interversión del título que resulta aplicable al caso de autos, puesto que una cosa señala la cláusula
quinta y otra es la interversión de título citando al Auto Supremo Nº 37/2020, esta última se ha dado
desde el momento que ingresaron en posesión del inmueble y que demuestran su voluntad de
poseer el bien. Citando las pruebas documentales que cursan a fs. 55, 57, 61 a 62, 116 a 117, 64 a
71, 72 a 84, 87 a 104, 105, 118 a 132, 885 a 889, 52 a 54, 867 a 878 que demuestran que los
vendedores no han estado en posesión, y los testimonios de los testigos (fs. 867 a 878) que
demuestran que adquirieron el derecho de propiedad y se encuentran en posesión del mismo,
inspección (885) y confesión provocada (fs. 875 a 884) emplazada a los vendedores, quienes
afirmaron que no se encuentran en posesión del bien inmueble.Estas pruebas no fueron valoradas
por el Tribunal de alzada, puesto que se ha acreditado su posesión, por lo que la interversión del
título se ha dado desde el 06 de abril de 2011.Asimismo, en este punto corresponde absolver el
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16/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial cuestionamiento de la denuncia de error de
hecho en la valoración de la prueba descrita en el apartado 3 del resumen del recurso de casación,
en la que cita como normas violadas a los arts. 145 de Código Procesal Civil y 1283 del Código Civil.
Hubo error en la valoración de la prueba, puesto que no se dieron la molestia de valorar las pruebas,
fueron soslayadas por aplicar indebidamente la teoría de los actos propios, cuando concurre la
teoría de la interversión del título; manifiestan que debió valorarse la prueba documental que
cursan a fs. 55, 57, 61 a 62, 116 a 117, 64 a 71, 72 a 84, 87 a 104, 105, 118 a 132, 885 a 889, 52 a 54,
867 a 878 que demuestran que los vendedores no han estado en posesión, y los testimonios de los
testigos (fs. 867 a 878) que demuestran que adquirieron el derecho de propiedad y se encuentran
en posesión del mismo, inspección (885) y confesión provocada (fs. 875 a 884) emplazada a los
vendedores, quienes afirmaron que no se encuentran en posesión del bien inmueble.Por otra parte,
el Ad quem dedujo que no se tuvo la posesión exclusiva basada en la documental a fs. 498, puesto
que los vendedores tenían una fracción inicial de 333,14 m2 (fs. 48), del cual les transfirió la
superficie de 166,57 m2 (fs. 55 a 56) y esos vendedores siguen viviendo en la otra fracción, esa
documental (fs. 498) no hace esa distinción. Sobre este punto, la Sala Constitucional en la Resolución
Constitucional Nº 147/2022, de 02 de diciembre de 2022, en el segundo punto del apartado V,
cuando analiza sobre la denuncia en el recurso de casación sobre la aplicación de la teoría del acto
propio y lo asumido en el Auto Supremo 22/2022 expresó lo siguiente: “lo que el Tribunal (…) ha
hecho es justificar eso y convertir esta cláusula quinta como una cláusula de usufructo, sin analizar
otros componentes vinculados al acto propio y dice merced a esa cláusula (…) s que se ha dado la
de constituto posesorio, entonces los vendedores ya no son poseedores, son simplemente
detentadores a cargo de los compradores que son los hijos y ahí es donde se advierte la vulneración
del debido proceso en su componente incongruencia, porque no sea pedido eso, lo que se ha pedido
es que se analice el componente de interversión del título y para que serviría esta interversión del
título y que emergencias podría otorgar, no se ha mencionado en forma laguna esa posibilidad (…)
si se considera que es una cláusula de usufructo se ha producido por la intervención de los sujetos,
la constituto posesorio (…) pero eso nunca ha sido solicitado en el recurso de casación”.La Sala
Constitucional Segunda, que ejerce el control de los derechos de las partes, ha definido que el
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recurrente de casación solo ha solicitado que se analice la figura de la interversión del título, dando
a entender que esta figura se genera cuando un detentador se convierte en poseedor, y además
que se debió analizar dicha figura en consonancia con el resto de los otros argumentos que generó
el Tribunal de alzada, y que no se ha solicitado aplicar la figura de la constituto possessorio.Primero,
la Sala de apelación asumió criterio en sentido de que, acorde con el testimonio de Escritura Pública
N° 175/2011 de 02 de febrero (fs. 52 a 54 vta.), esta sostendría que los compradores tomarán
posesión cuando dejen de existir los vendedores, por lo que seguirán ocupando el bien inmueble
hasta sus últimos días, y en la cláusula sexta, que ambas partes dan su conformidad a todas y cada
una de las cláusulas estipuladas en el documento, comprometiéndose a su fiel y estricto
cumplimiento, aspecto que no podría ser desconocido, por cuanto de dicho hecho contravendría
sus propios actos.Sobre ese argumento se acusa que la teoría de los actos propios se encuentra
superada por la tesis de la interversión del título: al respecto, recordando lo asumido por la Sala
Constitucional, y el Auto Supremo Nº 137/2020 de 21 de febrero, invocado por los recurrentes en
su escrito Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 |
www.tsj.bo Página 17/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial de casación. Se entiende
que la Sala Constitucional limitó la teoría de la interversión de título a la situación jurídica de la
modificación de la causa de la posesión de un detentador a poseedor. Lo cual no se encuentra
justificado, puesto que los recurrentes afirman que adquirieron el derecho de propiedad de los
señores Crispín Ibañez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibañez, no se describe cuál su postura de
detentación que tuvieran los recurrentes. Al margen de ello, el Ad quem en su resolución determinó
que nadie podría ir en contra de sus propios actos, ya que lo escrito en la cláusula quinta del contrato
de venta determinaría que los compradores no ingresarían en posesión del bien. Los recurrentes de
casación no explican por qué la descripción de acto propio no sería inmutable y por qué beneficiaría
o perjudicaría a los actuales demandantes. Tan solo hacen referencia a la prueba documental,
testifical, inspección y confesión provocada a terceros, que solo podría equipararse a la prueba
testimonial, para fundar que se generó una interversión del título, cuando esa figura en el concepto
cerrado que le otorgó la Sala Constitucional Segunda, es una modificación de la causa de la posesión,
de detentador a poseedor propiamente dicho. Se hace notar que no se ingresa a considerar la figura
del constituto possessorio, tomando en cuenta que la Sala Constitucional ha definido que los
recurrentes no han pedido tal situación, por lo que no podría analizarse los efectos que generó la
cláusula quinta en sentido de que constituye o no un constituto possessorio, así describe el fallo del
Tribunal de Garantías Constitucionales.Segundo, en cuanto a la valoración de la prueba, el Tribunal
de alzada sostuvo que la misma no podría ir en contra de lo estipulado en la cláusula quinta del
contrato objeto de litis, en donde se definió que los compradores no ingresarían en posesión del
bien inmueble.Dicho aspecto tampoco se encuentra cuestionado, los recurrentes solo hacen alusión
a la tesis que se generó la interversión del título, invocando jurisprudencia sobre tal teoría, en
sentido de que el detentador puede modificar su estatus en la de poseedor. Un aspecto que se
maneja en el sistema recursivo en la identificación del agravio y el modo de su infracción, el cual no
fue cumplido en el recurso de casación, puesto que se limitó a mencionar que la teoría de la
interversión del título supera a la doctrina del acto propio, cuando dicho postulado es incorrecto,
ambas son teorías independientes. La primera determina que una persona no puede generar una
modificación a conducta luego de haberla expuesto, es decir que prohíbe a una persona ir en contra
de su propio comportamiento demostrado con anterioridad para limitar los derechos de la otra
parte; la segunda, desde el punto de vista del tribunal de garantías y el precedente judicial descrito
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

por los recurrentes, importa una modificación de la categoría de detentador a la de poseedor. La


primera tesis de la doctrina del acto propio no ha sido cuestionada, no se ha justificado por los
recurrentes de por qué esta tesis describiría su inmutabilidad y no sería oponible frente a los
recurrentes, eso no está descrito en el recurso de casación, ni con jurisprudencia ni con doctrina del
derecho sustancial o procesal. Por otra parte, la doctrina de la interversión de título importa una
modificación de la causa de la posesión, esta tesis no tiene una orientación doctrinaria ni
jurisprudencial en sentido de que subordine a la teoría de los actos propios. Ambas son
independientes y tiene una forma distinta en su aplicación. Por lo que, al no estar cuestionada la
teoría de los actos propios, se entiende que no ha cumplido con la exigencia de justificar el agravio
en los términos que describe el numeral 3.I del art. 274 del Código Procesal Civil. En cambio, en lo
que concierne a la teoría de la interversión de título, si bien tiene un argumente en el sentido de
que la misma supera a la teoría de los actos propios; Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº
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Judicial sin embargo, del análisis efectuado se entiende que esa postura no es correcta, ambas
teorías no se encuentran subordinadas la una de la otra, razón que hace infundable el argumento
traído en casación sobre este punto, ya que el Tribunal de Garantías (fs. 1298) describe que se
analice la teoría de la interversión de título, es una resolución constitucional a que se debe dar
estricto cumplimiento, conforme determina el art. 40 de Código Procesal Constitucional.Por otra
parte, en cuanto a la valoración de la prueba, inicialmente el Tribunal de garantías, asumió que no
se puede ingresar a efectuar la valoración de la prueba, refiriéndose la prueba documental; sin
embargo, en líneas posteriores, sin efectuar un criterio de razonabilidad, en lo referente a la prueba
testifical, inspección y confesión refirió que la apreciación es inadecuada, pues se limitaría a
considerar la posesión de los demandantes.Asimismo, respecto a que no se hubiera valorado toda
la prueba referente a su posesión, limitando su decisión en la cláusula quinta del contrato de
transferencia, el Tribunal Ad quem refirió que, si bien pudiera existir la manifestación de testigos e
incluso confesión de los propios vendedores sobre su posesión, dichos elementos no son
permisibles en cuanto la manifestación de documentos anteriores, estableciéndolo así el art. 1328
del Código Civil, normativa que se encuentra vinculada al art. 1289 del mismo cuerpo legal y
relacionada con el art. 162 del Código Procesal Civil, por cuanto, la valoración realizada por el Juez
de instancia fue correcta, no siendo concurrente prueba alguna que hubiera contradicho lo
manifestado en la Escritura Pública N° 175/2011.De igual manera, respecto a que hubiera existido
una errónea valoración de la prueba, el Tribunal de alzada manifestó que la confesión realizada por
los vendedores de los demandantes no puede ser considerada para desvirtuar lo establecido en el
testimonio de Escritura Pública N° 175/2011, por cuanto, no puede considerarse como prueba
contra documentos fehacientes de data anterior, aspecto regulado en el art. 162 del Código Procesal
Civil.Al respecto, debemos señalar que es obligación del juzgador admitir y producir la prueba, por
cuanto, este debe llegar a una determinación sobre la base de toda la prueba ofrecida y producida
dentro de la causa, en el presente caso, advertimos que el juez de instancia y el Tribunal Ad quem,
asumieron una decisión solo con el contenido de la cláusula quinta de la Escritura Pública N°
175/2011 de 02 de febrero, habiendo efectuado abstracción de la prueba producida y sustanciada
dentro del proceso de usucapión quinquenal y cerrado el criterio en sentido de que esa cláusula
sería inmodificable, por haberse aplicado la teoría de los actos propios.Dando cumplimiento a lo
dispuesto por la Sala Constitucional que ha emitido la Resolución Constitucional N° 147/2022, se va
a realizar el siguiente análisis de la prueba:De conformidad al art. 145 del Código Procesal Civil, que
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señala: “I. La autoridad judicial al momento de pronunciar la resolución tendrá la obligación de


considerar todas y cada una de las pruebas producidas, individualizando cuáles le ayudaron a formar
convicción y cuáles fueron desestimadas, fundamentando su criterio. II. Las pruebas se apreciarán
en conjunto tomando en cuenta la individualidad de cada una de las producidas y de acuerdo con
las reglas de la sana crítica o prudente criterio, salvo que la Ley disponga expresamente una regla
de apreciación distinta. III. En la valoración de los medios de prueba, la autoridad judicial, apreciará
las mismas tomando en cuenta la realidad cultural en la cual se ha generado el medio probatorio”,
y el art. 1286 del Código Civil, que establece: “Las pruebas producidas serán apreciadas por el juez
de acuerdo a la valoración que les otorga la ley; pero si esta no determina otra cosa, podrá
apreciarlas conforme a su Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64
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se pasa a valorar la prueba tanto de cargo como de descargo, ofrecida y producida en el presente
proceso: Prueba documental de cargo. Cursante de fs. 44 a 48 consistente en Testimonio N°
1158/2008, de adjudicación de inmueble, suscrito por el Juez de Partido Segundo en lo Civil y
Comercial de la ciudad de Oruro, a favor de Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez,
que demuestra la adquisición del bien inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174, entre
Cochabamba y Caro de la ciudad de Oruro, con una superficie de 333,14 m2, inscrito en la matrícula
N° 401010022055.Asimismo, visible a fs. 51 plano de fraccionamiento emitido por el Gobierno
Municipal Autónomo de Oruro, que acredita el registro del inmueble, fracción A, con una superficie
de 166, 57 m2, en el Municipio de Oruro, a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez
Pérez.De la misma manera, corriente de fs. 52 a 54 vta., Testimonio de Propiedad N° 175/2011 de
transferencia de bien inmueble, suscrito entre Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez,
en calidad de vendedores, y Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, como compradores,
documental que demuestra que los compradores adquirieron la fracción A de un inmueble con una
superficie de 166,57 m2, ubicado en la avenida Washington N° 1174, entre Cochabamba y
Caro.Saliente a fs. 56, Folio Real a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez,
con matrícula N° 4011010030354, respecto a la fracción A, con una superficie de 166, 57 m2, con
fecha de inscripción de 06 de abril de 2011, documental que acredita el derecho propietario de los
demandantes de usucapión quinquenal. De la misma forma, visible a fs. 57, plano demostrativo a
nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, respecto a la fracción A, con una
superficie de 166,57 m2, el que acredita registrado en el Gobierno Autónomo Municipal de
Oruro.De fs. 58 a 63 cursan comprobantes de trámite administrativo de rotura de pavimentos,
solicitado por Marco Antonio Ibáñez Pérez, respecto del inmueble de calle Washington entre
Cochabamba y Caro, la que demuestra que los usucapientes han efectuado las conexiones de agua
potable al inmueble objeto de litigio.Cursante de fs. 64 a 71, Avalúo Técnico Inmobiliario del
inmueble de propiedad de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, respecto al inmueble
ubicado en calle Washington entre Cochabamba y Caro.Corriente de fs. 72 a 115, comprobantes de
pagos de impuestos anaules, pago de servicios básicos a nombre de Marco Antonio y Cinthia de
apellidos Ibáñez Pérez, los que acreditan que se han efectuados pagos, por concepto de servicios
básicos e impuestos anuales, a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, con
relación al inmueble ubicado en la Avenida Washington ente Cochabamba y Caro.A fs. 117 cursa
formulario de solicitud de cambio de nombre en el registro de propiedad de inmuebles, del
Gobierno Autónomo Municipal de Oruro, a nombre de Marco Antonio Ibáñez Pérez, el que acredita
que se ha solicitado el cambio de nombre del inmueble ubicado en avenida Washington entre
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

Cochabamba y Caro.Obrantes de fs. 118 a 131, cursa certificados domiciliarios emitidos por la Policía
Boliviana, a nombre de Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, certificaciones que
acreditan que los demandantes de usucapión tendrían como domicilio la avenida Washington entre
Cochabamba y Caro.De fs. 132 a 137, extractos de impuestos nacionales, que prueban la apertura
de dos tiendas comerciales de venta de aparatos, artículos y equipos domésticos, las que se
encuentran a nombre de los usucapientes quinquenales, Marco Antonio y Cinthia de apellidos
Ibáñez Pérez.Cursante de fs. 138 a 184 cursa, fotocopias simples del proceso penal por el delito de
estelionato seguido por Jaime Javier Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 |
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Martínez Choque y Vilma Eugenia Chambi Vélez, contra Crispín Ibáñez Mamani, Lidia Pérez de
Ibáñez, Marco Antonio y Cinthia de apellidos Ibáñez Pérez, Freddy Bejarano Calderón y Teresa
Gonzales Mamani, documental que demuestra que se ha interpuesto demanda penal en contra de
los ahora demandantes de usucapión quinquenal y otros, de 22 de noviembre de 2018. Ahora bien,
mediante documental de fs. 138 a 160 vta., consistente en fotocopias simples de proceso penal por
estelionato seguido por Javier Martínez Choque y Vilma Eugenia Chambi Vélez, en contra de los
actuales usucapientes Cinthia y Marco Antonio Ibáñez Pérez e incidente de nulidad tramitado por
David José Bravo Mendizábal contra Crispín Ibáñez Mamani y Lidia Pérez Pérez de Ibáñez, dentro de
la demanda de usucapión decenal o extraordinaria; analizada la referida prueba, se tiene que el
primer proceso se generó luego de que el plazo de prescripción se hubiese consolidado, puesto que
el acto interruptivo debe generarse antes que se opere la prescripción adquisitiva y el segundo no
hubiera interrumpido la prescripción porque nunca se hizo conocer ni se notificó con actuado alguno
dentro del referido incidente de nulidad, por lo que no se enmarca en los supuestos del art. 1503
del Código Civil. Por la prueba documental ofrecida y producida por los demandantes de usucapión
quinquenal, se tiene que se han acreditado los actores generaron la titulación y registro del derecho
de propiedad sobre el inmueble ubicado en la calle Washington N° 1174 entre Cochabamba y Caro,
obtenido mediante la Escritura Publica N° 175/2011, su registro en la oficina de Derechos Reales
con matrícula N° 4011010030354, además, por la prueba consistente en facturas de pago de
servicios de agua y luz, se advierte que ambos servicios se encuentran registrados a nombre de los
demandantes de usucapión quinquenal.La prueba literal que salen de fs. 118 a 131 son referentes
al trámite de una certificación domiciliaria de los actores tramitada ante la Policía Boliviana,
describen que los demandantes se encuentran en posesión del inmueble objeto de litis, la
certificación fue emitida en noviembre de 2018, fecha posterior a la de efectuada la venta del
inmueble que data del 2011. Estas literales no demuestran la fecha del inicio de la posesión que los
demandantes hubieran mencionado en su escrito demanda, solo este medio de prueba puede
acreditar que en la gestión de 2018 se encontraban en posesión del inmueble objeto de la litis,
empero no modifica el criterio asumido por el Tribunal de alzada en sentido de que los demandantes
no podrían ir en contra de sus actos propios, refiriéndose a la cláusula quinta del contrato de venta
en favor de los demandantes. El resto de la documentación descrita solo acredita la titulación de su
derecho de propiedad en entidades públicas como la oficina de Derechos Reales y el municipio de
Oruro, y el registro de los servicios básicos para el referido inmueble

PARTE DISPOSITIVA:

POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional de Bolivia, con la
facultad conferida por el art. 42.I num. 1 de la Ley del Órgano Judicial de 24 de junio de 2010, y en
NOMBRE: JULIO CESAR ROJAS HERRERA

aplicación del Art 220.II del Código Procesal Civil declara INFUNDADO, el recurso de casación de fs.
1062 a 1079, interpuesto por Marco Antonio Ibáñez Pérez y Cinthia Ibáñez Pérez, contra el Auto de
Vista N° 43/2022 de 11 de enero, que cursa de fs. 1029 a 1042, pronunciado por la Sala Civil Primera
Comercial de Familia Niñez y Adolescencia del Tribunal Departamental de Justicia de Oruro. Con
costas y Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce Nº 352 | Teléfono:(+591)64 53200 | www.tsj.bo
Página 36/37 Estado Plurinacional de Bolivia Organo Judicial costos.Se regula honorario del abogado
que contestó al recurso de casación en la suma de Bs.1.000.-Regístrese, comuníquese y
devuélvase.Relator: Mgdo. Juan Carlos Berrios Albizu... Impresión: 15-09-2023 Calle: Luis Paz Arce
Nº 352

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