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A- SUMARIOS
CSJN, 07/05/98, “Torres, Luis Enrique c/ Tiffenberg, Samuel. S/Recurso de
Hecho” www.csjn.gov.ar T-186-XXXIII.
Cuando de acuerdo con el primer párrafo del artículo 29 L.C.T. se establece que
el trabajador ha sido empleado directo de la empresa usuaria de sus servicios,
procede la indemnización prevista en el artículo 8° de la ley 24.013 aunque el
contrato de trabajo haya sido inscripto solamente por la empresa intermediaria.
Sabido es que la indemnización del art. 8 del cuerpo legal citado procede cuando
se dan las circunstancias establecidas en dicha norma, con indiferencia respecto
de la causal extintiva, desde que ni siquiera es necesario que se extinga el
contrato para que ella pueda tener andamiento (arts. 8, 11 y 14, ley 24.013). (Del
voto del Dr. De Lazzari al que adhieren los Dres. Soria, Pettigiani y Kogan)
SCBA, 27/04/2005, “De La Peña, Ruth Mabel contra Russo, Luis y otro y/o
habilitado. Indemnización”, www.scba.gov.ar, L-81387
Tiene dicho esta Corte que la exigencia legal plasmada en el art. 11 de la ley
24.013 es clara y su cumplimiento imprescindible para que el trabajador acceda
al cobro de las indemnizaciones que dicho cuerpo legal contempla (conf. causa
L. 75.450, sent. de 12 II 2003). Cumple con tal recaudo la intimación que,
persiguiendo el cobro del resarcimiento previsto por el art. 9 de dicha ley, se
limitó a requerir el registro legal señalando la real fecha de ingreso, sin importar,
en tal caso, que no se haya consignado el verdadero monto de las
remuneraciones percibidas, pues esta última exigencia sólo se torna
imprescindible cuando se persigue la indemnización dispuesta en el art. 10 del
citado ordenamiento legal. (del voto del Dr. Soria al que adhieren los Dres.
Pettigiani y Kogan en mayoría).
SCBA, 02/12/2009, “Ávila, Carina del Luján contra Fernández, José Blas.
Despido”, www.scba.gov.ar, L-93221
En línea con este enfoque, toda vez que esta Corte tiene dicho que la faena
hermenéutica en materia de Ley Nacional de Empleo no puede concebirse con
criterio restrictivo en beneficio del evasor, pues ello contraría la finalidad de la ley
(conf. causa L. 80.798, sent. del 26 X 2005), cual es la de propender a la
regularización de relaciones laborales indocumentadas, desalentando prácticas
evasoras (…), no enerva la propiciatoria delineada, sino que antes bien se
ajusta a tal propedéutica interpretativa, la circunstancia que el plazo consignado
en la misiva para el cumplimiento de la intimación no se compadezca con el
legal, ya que de todos modos el contrato de trabajo no fue debidamente
registrado por el empleador. (Del voto del Dr. Pettigiani al que adhieren los Dres.
Kogan, Genoud y de Lázzari)
Tampoco resulta óbice para la procedencia del art. 8 de la ley 24.013, el hecho
de que la trabajadora se hubiera considerado despedida antes de que venciera
el plazo determinado por su art. 11, ya que dicho lapso temporal está previsto
para que el empleador cumpla con la registración reclamada. Pero la norma en
cuestión no dice que el trabajador deba esperar, si existe una causal justificada
en los términos del art. 242 de la Ley de Contrato de Trabajo que imposibilite la
continuación del vínculo laboral -tal y como se verifica en el caso- el transcurso
del aludido término de días para hacerse acreedor de las indemnizaciones que el
plexo legal de referencia contempla
1- Introducción.
2- Condiciones de aplicación de las indemnizaciones de los artículos 8, 9 y 10 de la
Ley 24.013.
2.1.- Análisis de las finalidades de la Ley, su Constitucionalidad e interpretación.
2.2.- Indemnización del artículo 8 de la LNE.
2.3.- Indemnizaciones de los artículos 9 y 10 de la LNE.
2.4.- Requisitos de la intimación del artículo 11 LNE.
2.5.- Indemnización del artículo 15 de la LNE.
2.6- Resumen.
3- Criterio de interpretación de las multas de la Ley 24.013
4- Conclusiones.
1- Introducción.
3
ARIAS GIBERT Enrique y FERNÁNDEZ MADRID Javier, “Las multas en la ley de empleo” Ed. Joaquín Fernández
Madrid, 1998, página 23.
4
FERNANDEZ MADRID Juan Carlos, “Tratado Práctico de Derecho del Trabajo”. 3º Ed. Bs.As. La Ley, 2007.
Tomo II, página 2027.
Volviendo sobre la puntual existencia de un daño –independientemente de que
sea considerado o no como un sistema resarcitorio- lo cierto es que no cabe duda
alguna que la falta de registración produce en ése trabajador –y su núcleo familiar-
daños, agrego, de imposible subsanación posterior.
A modo ejemplificativo la completa exclusión del Sistema de Seguridad Social y
Obras Sociales, empujan al trabajador hacia el Hospital Público como única red de
contención en materia de salud. En ese mismo sentido la exclusión de dicho
trabajador –en principio- del sistema de reparaciones de infortunios laborales
también lo coloca en un estado absoluta desprotección, justamente cuando mayor
debe ser el deber de tutela por su carácter de tal.
Será además un sujeto excluido del sistema financiero, bancario y tributario ya
que al carecer un justificativo de su ingreso cualquier proyección que tenga el
trabajador sobre estos ámbitos será completamente nula.
Sentado lo expuesto pasaré entonces a analizar en el apartado siguiente los
supuestos delineados por la LNE e interpretaciones al respecto brindados por la
jurisprudencia citada en el presente trabajo.
Tal como emana de los artículos 8, 9 y 10 5 de la LNE podemos decir que dicha
norma sanciona dos circunstancias. Una el empleo no registrado (vulgarmente
conocido como “empleo en negro”) y por el otro el empleo deficientemente
registrado, ya sea en su fecha de ingreso (o registración tardía) o por el contrario en
el monto de las remuneraciones realmente percibidas por el trabajador (relación
laboral parcialmente registrada).
En cualquiera de estas tres variantes, como ya se expresara más arriba, existe
una evasión a los sistemas de Seguridad Social, ya sea en forma total o parcial que
el legislador por intermedio de la LNE ha intentado desalentar instrumentando una
serie de indemnizaciones / multas a favor de los trabajadores damnificados.
La redacción originaria de la LNE establecía que quedaba en cabeza del
trabajador la intimación al empleador a los efectos de que –según sea el supuesto-
registre la relación, rectifique la fecha de ingreso o remuneración percibida en los
libros laborales (artículo 52 LCT y en los Registros Pertinentes, hoy AFIP sistema
“mi simplificación”)
Ahora bien el artículo 47 de la Ley 25.345 6 (B.O. 17/11/2000) introdujo un nuevo
requisito esencial para el cobro de las indemnizaciones de los artículos 8, 9 y 10 de
5
ARTICULO 8° — El empleador que no registrare una relación laboral abonará al trabajador afectado una
indemnización equivalente a una cuarta parte de las remuneraciones devengadas desde el comienzo de la
vinculación, computadas a valores reajustados de acuerdo a la normativa vigente.
En ningún caso esta indemnización podrá ser inferior a tres veces el importe mensual del salario que resulte de
la aplicación del artículo 245 de la Ley de Contrato de Trabajo (t.o. 1976).
ARTICULO 9° — El empleador que consignare en la documentación laboral una fecha de ingreso posterior a la
real, abonará al trabajador afectado una indemnización equivalente a la cuarta parte del importe de las
remuneraciones devengadas desde la fecha de ingreso hasta la fecha falsamente consignada, computadas a
valores reajustados de acuerdo a la normativa vigente.
ARTICULO 10. — El empleador que consignare en la documentación laboral una remuneración menor que la
percibida por el trabajador, abonará a éste una indemnización equivalente a la cuarta parte del importe de las
remuneraciones devengadas y no registradas, debidamente reajustadas desde la fecha en que comenzó a
consignarse indebidamente el monto de la remuneración.
6
ARTICULO 47. — Modifícase el artículo 11 de la Ley 24.013, el que tendrá en lo sucesivo el siguiente texto:”
la LNE. A partir de ese momento además se debe remitir de inmediato –y dentro de
las 24 horas7 hábiles siguientes- copia de ese requerimiento a la Administración
Federal de Ingresos Públicos (AFIP)
Mas allá del evidente sentido informativo que tiene dicha intimación para el
organismo recaudador, lo cierto es que en la práctica dicho requisito formal –con lo
exiguo de sus plazos- termina siendo un filtro de entrada para aquellos trabajadores
que omiten el envío de tal documentación.8
Siendo un requisito que habilita el goce de dichas indemnizaciones, la carga de
la prueba con respecto a la existencia de dicha comunicación pesa en cabeza del
trabajador, quien deberá acreditarlo mediante prueba documental (esencialmente un
Telegrama Ley 23789 direccionado a la AFIP) y complementar ésta prueba con
informativa en subsidio (en el eventual e hipotético caso de que dicha documental
sea negada por la contraparte) que deberá evacuar el Correo Oficial informando la
autenticidad de dicha misiva, su envío y recepción por parte del Organismo Estatal. 9
Las indemnizaciones previstas en los artículos 8°, 9° y 10 procederán cuando el trabajador o la asociación
sindical que lo representen cumplimente en forma fehaciente las siguientes acciones:
a. intime al empleador a fin de que proceda a la inscripción, establezca la fecha real de ingreso o el verdadero
monto de las remuneraciones, y b. proceda de inmediato y, en todo caso, no después de las 24 horas hábiles
siguientes, a remitir a la Administración Federal de Ingresos Públicos copia del requerimiento previsto en el
inciso anterior.
Con la intimación el trabajador deberá indicar la real fecha de ingreso y las circunstancias verídicas que
permitan calificar a la inscripción como defectuosa. Si el empleador contestare y diere total cumplimiento a la
intimación dentro del plazo de los treinta días, quedará eximido del pago de las indemnizaciones antes
indicadas.
A los efectos de lo dispuesto en los artículos 8°, 9° y 10 de esta ley, solo se computarán remuneraciones
devengadas hasta los dos años anteriores a la fecha de su entrada en vigencia.
7
Sorprende el escueto plazo utilizado por la norma. A modo comparativo la LCT consagra plazos mínimos no
menores a los dos (2) días hábiles. (artículo 57 LCT), mas aún cuando lo mismos corren en cabeza del
trabajador quien muchas veces –por una cuestión de distancia o jornadas laborales- necesita mucho mas que
un día para contar con el asesoramiento jurídico pertinente para cumplir con dicha intimación.
8
También carece de lógica que para el cumplimiento de la intimación en los términos de los artículos 8, 9 y 10
de la Ley 24.013, el empleador goce del plazo de treinta (30) días de recibida misma. Por el contrario el sujeto
hiposuficiente tiene nada mas que 24 horas administrativas para poner en conocimiento de la AFIP dicha
denuncia previa si pretende gozar de las indemnizaciones de la ley. Lo cierto es que dicho requisito ha sido un
intento para eliminar a “despistados” que omitiesen dicha comunicación. En este orden y creo que –
haciéndose cargo del filtro que significa el artículo 11 de la LNE en su redacción actual- 9 años después el
artículo 1 de la Ley 25.323 consagra un premio “consuelo” para aquellos trabajadores que no han cumplido
con los requisitos formales de la LNE, cual es gozar de una duplicación de la indemnización consagrada en el
artículo 245 LCT, claro está, no acumulable con las dispuestas en los artículos 8, 9, 10 y 15 de la LNE.
9
Otra forma –menos recomendable- es ingresar en la Agencia Territorial de la AFIP que corresponda una copia
–previo cotejo de su original por parte del funcionario público a cargo- el cual dejará sobre la intimación
original dirigida al empleador un sello verificador de que dicha copia fue ingresada en la dependencia. Esta
última variante si se quiere es menos recomendable a tenor de una eventual falta de respuesta por el
Organismo Estatal con respecto a su recepción y con ello una eventual falta de acreditación del requisito
formal provocando eventualmente la pérdida de las multas de los artículos 8, 9 ú 10 de la LNE.
2.1. Análisis de las finalidades de la Ley, su Constitucionalidad e
interpretación.
A los efectos de analizar los fundamentos de la LNE, es útil el voto del Dr.
Vázquez en el precedente “Fernandez”10 de la CSJN, quien apartándose en minoría
del resto de sus colegas –los que por mayoría habían decretado inadmisible el
recurso extraordinario en los términos del artículo 280 CPCCN- explica que el
mecanismo de indemnizaciones receptado por la ley está específicamente pensado
en lograr un cambio de conductas y comportamientos de los empleadores.
En este sentido hace énfasis en que –a diferencia de la indemnización tarifada
del artículo 245 LCT- no se trata de buscar la ruptura de esa relación sino un
saneamiento de la misma conforme las leyes aplicables, eminentemente de la
Seguridad Social.11
En ese marco -y agrego especialmente luego de la modificación del artículo 11
LNE (que a la fecha del fallo aún no estaba modificado)- es que el Ministro Vázquez
define a las indemnizaciones en cabeza del trabajador como un estímulo en
reconocimiento a la colaboración con el cumplimiento de esos fines, cual es la
registración de las relaciones laborales fraudulentas.
Es oportuno además repasar los sumarios citados de la Suprema Corte
Bonaerense.
En torno a la constitucionalidad de la norma varias veces cuestionada en la
instancia extraordinaria local, la Suprema Corte en el caso “Kaufmann” 12 de reciente
pronunciamiento reafirma su postura admitiendo la constitucionalidad y
razonabilidad de la norma.
Es así que citando el precedente “Barone” del 01/04/2004 el Tribunal reitera que
la interpretación operativa de la LNE no debe prescindir de su objetivo específico
cual es el de promover la regularización de las relaciones laborales.
Es en ese contexto interpretativo en el cual destaca que si el empleador –
intimado en forma previa en los términos del artículo 11- regulariza voluntariamente
la registración quedará eximido de las sanciones que prevé la normativa en los
artículos 8, 9, 10 y 15 de la norma.
Para analizar la constitucionalidad, la SCBA valora que "si la empleadora
reconoce la existencia de errores o lisamente la no registración de la relación laboral
y corrige dentro del plazo que la propia ley le concede para uno u otro caso se
exime de toda sanción; si por el contrario se niega a reconocer la existencia de error
en los datos o la falta de registración y luego se demuestra la veracidad de lo
alegado por el trabajador le caerá encima el peso de la ley. Si el trabajador no
demuestra la veracidad de sus afirmaciones ninguna carga pesa sobre el
empleador, o sea todo queda sujeto al libre juego de las pruebas en ejercicio del
10
“La finalidad de la ley 24013 ha sido lograr un cambio de conductas y comportamientos en los empleadores
para conseguir establecer un sistema organizado y transparente que garantice las relaciones laborales, no su
ruptura, por lo que las indemnizaciones que se previeron, no representan otra cosa que un mero estímulo para
el trabajador que colabora en la consecución de esas metas” (del voto en disidencia del Dr. Adolfo Roberto
Vázquez) CSJN, 16/05/00, “Fernández, Ireneo O. c/ SIPEM S.R.L. y otros s/ despido”, CSJN-Fallos, 323:1118
11
Desde la óptica meramente jurídica, guarda ello plena lógica con el principio esbozado en el artículo 10 LCT
en torno al mantenimiento del contrato de trabajo, independientemente de que en la práctica la puesta en
marcha de las intimaciones de la LNE casi en su totalidad terminan con la extinción del contrato de trabajo.
12
SCBA, 21/09/2011, “Kaufmann, David Nicolás contra Ricardo Nini S.A. y otro. Despido”, www.scba.gov.ar L-
91737
derecho de defensa que cada parte le asiste. Por ello considero que no se
transgrede norma constitucional alguna".13
En este sentido entonces las prescripciones de la LNE se enmarcan dentro del
criterio de razonabilidad necesario requerido por la Constitución Nacional en su
artículo 28.
Por último y para finalizar este apartado cabe –en torno a los sumarios citados-
hacer una breve referencia sobre las pautas interpretativas que sigue la SCBA en
torno a la LNE.
Cabe referir en primer término a la utilización de la pauta interpretativa “pro
operari” del artículo 9 LCT14 para la correcta lectura de los lineamientos de la norma,
y así lo deja aclarado la SCBA –en varios precedentes15- al decir que los
lineamientos de la ley no pueden ser interpretados con criterios restrictivos en
beneficio de los evasores, pues ello contraría la finalidad de la ley, además,
obviamente del principio protectorio, rector del Derecho del Trabajo ya mencionado.
Mas adelante volveré sobre este tema.
13
SCBA, 01/04/2004, Autos “Barone, Gustavo Daniel contra Torres Morón. Despido injustificado”.
www.scba.gov.ar, L-69523
14
El cual determina que la interpretación del derecho o eventualmente de los hechos en el marco de la duda –
esencialmente del juzgador- deberá efectuarse en el sentido que mejor proteja al trabajador, regla inmediata
del principio protectorio, rector y fundante de la disciplina mas allá de su consagración expresa en el artículo
14bis de la Constitución Nacional y artículo 39 inciso 3º de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires; que
parte –ni mas ni menos- del reconocimiento de una desigualdad estructural en el contrato de trabajo frente a
lo cual el juzgador no puede ni debe quedar inmutable.
15
SCBA, L-90.485 “Liencura” del 07/06/2010; L-87.012 “Destefano” del 23/07/2008; L-80-768 “Waisman” del
26/10/2005
dicha indemnización no podrá ser menor a tres veces el importe mensual del salario
que se determine como base-cálculo en los términos del artículo 245 LCT16
Objetivamente el trabajador debe encontrarse –como ya se expresara- al margen
de toda registración pues en caso contrario el mismo deberá utilizar los mecanismos
consagrados en los artículos 9 o 10 de la LNE.
Al respecto Grisolía explica que “La ausencia total de registración no puede
coexistir con una registración defectuosa, ya que una excluye a la otra. Por ello, la
multa del art. 8º no puede ser consagrada juntamente con la del 9º y/o el 10, pero
estas dos últimas pueden proceder por separado o en forma conjunta, ya que la
doble irregularidad (registración posdatando la fecha de ingreso y consignando una
remuneración inferior a la devengada) puede válidamente verificarse al ser recibido
el emplazamiento cursado en los términos del art. 11”17
Ahora bien, entrando en el análisis de los sumarios citados sobre este punto, se
observa como la SCBA materializa esta interpretación de la norma con el principio
rector del artículo 9 LCT.
En el caso “Aguirre Cruzado”18 la Corte Bonaerense establece la viabilidad de la
indemnización consagrada en el artículo 8 de la LNE, aún en el supuesto de que la
intimación del artículo 11 de la misma norma no reúna todos los elementos
necesarios.
En ese pronunciamiento el Tribunal del Trabajo Nº4 de La Plata había rechazado
–entre otros conceptos- la indemnización del artículo 8 de la LNE en virtud de que la
intimación cursada por el trabajador consignaba una fecha de ingreso disímil a la
que luego quedó acreditada por la prueba producida en el veredicto y sentencia.
La SCBA al entrar en el análisis de la causa determina que si bien es cierto que
el actor había consignado en la intimación del artículo 11 LNE una fecha de ingreso
que luego no fue acreditada en el expediente, ello carece de virtualidad para purgar
la postura de la demandada.
En la causa la demandada se había limitado a negar directamente la relación
laboral que luego quedara acreditada.
Por ello no fue la inexactitud de los datos denunciados por el trabajador en su
misiva lo que frustró la debida registración laboral sino que –por el contrario- fue la
postura de la accionada la que tornó absolutamente inoperante dichos fines. La
corte agrega que habría sucedido de idéntica manera si la intimación se ajustaba a
la realidad.
Por último reprocha la actitud de la demandada desde que, más allá del error
consignado por el actor en la intimación del artículo 11 LNE la accionada hubiese
podido igualmente regularizar la relación en base a los datos que –a su juicio-
consideraba legítimos, pero no negar el vínculo como reprochablemente sucedió.
En virtud de ello, encontrándose vigente la relación laboral al momento de
efectuarse la intimación en los términos del artículo 11 de la LNE, y reitero mas allá
de las inexactitudes contenidas en dicha intimación, al haber quedado acreditado la
16
Situación –esta última- que tiende a proteger con mayor énfasis a las relaciones laborales de corta
antigüedad e intentar con ella un “saneamiento temprano” de la misma, pues de esa forma siempre se
consagra un mínimo equivalente a 12 meses de una relación laboral fraudulenta, independientemente de que
la misma tenga una antigüedad menor.
17
GRISOLIA, Julio Armando. “Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social”, 14º Ed., Buenos Aires, Abeledo
Perrot, 2011. Tomo I, página 283.
18
SCBA, 27/02/2008, “Aguirre Cruzado, Othon M. contra A.S.E.R. y ot. Despido, etc.", www.scba.gov.ar, L-
84607
existencia de una relación laboral y frente a la postura de la demandada de negar la
misma resultan procedentes las indemnizaciones de los artículos 8 y 15 de la LNE.
20
En consonancia lo manifiesta la CSJN en la causa “Fernández” citada ut-supra, al expresar que lo que busca la
LNE es establecer un sistema organizado y transparente que garantice las relaciones laborales, no su ruptura.
21
SCBA, 10/11/2010, “López, Julio Ernesto contra Sabino, Andrés Salvador y otros. Despido”, www.scba.gov.ar,
L-101404
Es aquí donde la SCBA reitera la misma Doctrina Legal, en torno a que las
normas en cuestión no pueden ser interpretadas con criterio restrictivo en beneficio
del evasor, pues ello contraría la finalidad de la ley y el principio consagrado en el
art. 9, 2º párrafo de la Ley de Contrato de Trabajo. Lo contrario, expresa el tribunal,
contraría los fines tuitivos de la norma en torno a la promoción de la regularización
de los contratos de trabajo y el desaliento de conductas evasoras como las
reprochadas en el caso.
Lla SCBA expresa que el requisito –consagrado en el artículo 11 de la LNE- en
torno a la denuncia del verdadero monto de las remuneraciones percibidas solo se
torna imprescindible en el marco de la indemnización consagrada en el artículo 10
de dicha norma, mas no como en el caso en lo atinente al artículo 8 del referido
cuerpo legal.
22
CNAT. Fallo Plenario Nº323, 30/06/2010, “Vásquez Maria Laura c/Telefónica de Argentina S.A. y Otro
s/Despido” T y SS 2010-00
Rodriguez Brunengo en su voto afirmativo expresa que –desde el punto de vista
del empleador directo- no puede admitirse que el mismo se vea eximido del
concepto punible porque un tercero asumió el deber registral, ya que éste deber
pesaba originariamente sobre el tomador del trabajo. Lo contrario implicaría
desvirtuar el fin protectorio y tuitivo de la norma aludida.
En el mismo sentido la Dra. Ferreirós agrega que la interpretación de la ley, en el
caso, debe hacerse a la luz del principio protectorio y que, por otra parte, no se
puede hablar de “doble registración” (la del usuario y el tercero), habida cuenta que
una registración difiere de la otra, fundamentalmente porque uno de los sujetos no
es el mismo.
El Dr. Zas determina en su voto que la registración de la relación laboral por el
tercero contratante del trabajador no basta para el cumplimiento de la obligación
impuesta por el artículo 7 de la LNE, ni el objetivo propuesto por el artículo 2 inciso
“j” de dicha norma. Refiere el nombrado que la obligación insustituible de todo
empleador no puede ser suplida por un tercero, aún siendo este responsable
solidario del principal, ya que no debe considerarse consistente con el objetivo de
“promover la regularización de las relaciones laborales, desalentando las prácticas
evasoras” considerar registrada la relación laboral por un intermediario fraudulento
que en los términos del artículo 29 LCT no es el verdadero empleador.
Los votos de la minoría –y en negativa al interrogante planteado- pertenecen a
los Dres. Pirolo, Gonzalez, Maza, Garcia Margalejo, Vázquez, Guisado, Morando,
Fera y Vilela.
Del análisis sucinto de los mismos se extrae a modo meramente ejemplificativo;
- Que en el caso planteado no puede reputarse un supuesto de marginalidad
total de la registración laboral susceptible del encuadre del artículo 8 de la LNE (del
voto del Dr. Pirolo);
- Que la registración del intermediario tiene virtualidad a los efectos de tener por
satisfecha la situación de regularidad registral, que con claros fines tributarios la
LNE ha promovido (del voto de la Dra. Gonzalez);
- Que la LNE persigue la clandestinidad laboral (falta de registración o
defectuosa registración de sus haberes o fecha de ingreso) no dada en el caso ya
que el trabajador se encontraba registrado, y que eventualmente de ser una
persona distinta al empleador la que lo efectúe es una infracción de índole
administrativa (conf. Voto del Dr. Maza), etc.
Sentado lo expuesto, cabe destacar que conforme al resultado de votación la
CNAT en pleno fijó posición en torno a que cuando –mediante aplicación del artículo
29 LCT- se determina que el trabajador fue empleado directo de una empresa
usuaria de sus servicios, procede íntegramente la indemnización del artículo 8 de la
LNE, no siendo óbice de que el contrato de trabajo estuviere registrado por otra
persona.
24
Conforme lo requiere el artículo 3º del Decreto 2725/91 (B.O. 02/01/1992), reglamentario de la LNE.
25
SCBA, 02/12/2009, “Ávila, Carina del Luján contra Fernández, José Blas. Despido”, www.scba.gov.ar, L-93221
26
Que en definitiva serán valoradas por el juez en cada caso en particular, pero que muchas de las veces lo
configura la misma negativa de la existencia misma de la relación laboral, de la real fecha de ingreso o de la
existencia del porcentaje del salario no registrado.
La intimación del artículo 11 de la LNE debe indefectiblemente efectuarse
encontrándose vigente la relación laboral ello conforme ya expresara según el
Decreto 2725/91.
La Corte Suprema de Justicia en la causa “Lescano”27 –adhiriendo al dictamen
del procurador- confirma el pronunciamiento de la Sala IV de la CNAT en cuanto
rechaza las indemnizaciones de los artículos 9 y 15 de la LNE por la
extemporaneidad de la intimación, pero a su vez admite –por así haberse
peticionado en subsidio- la indemnización del artículo 1 de la Ley 25.323.
Grisolía28 expresa que atento a que el objetivo del sistema de la Ley de Empleo
es lograr la registración de las relaciones laborales en negro o su regularización en
caso de registración defectuosa, no habiendo contrato vigente no existe
irregularidad subsanable y por ende carece de fundamento la sanción.
Si bien es cierto que lo expuesto por el citado autor se condice con el texto
vigente de la LNE y su Decreto Reglamentario, es cuestionable que –para gozar de
las indemnizaciones de los artículos 8, 9 y 10 de la norma- deba indefectiblemente
realizarse dicha intimación vigente el contrato de trabajo entre las partes.
A lo que me refiero es que si dichas indemnizaciones reparan el daño padecido
en ese trabajador víctima de la irregularidad registral de su relación laboral -hubiese
éste intimado o no- el daño existe y por ende podría quedar sin ser reparado (y de
hecho así sucede) de no mediar la cautela suficiente del mismo al momento de
efectuar las intimaciones.29
27
CSJN, 08/05/2007, "Lescano, Arminda c/ Consorcio de Propietarios Edificio Viamonte 2982 s/ despido”,
www.csjn.gov.ar L-1674-XLI.
28
GRISOLIA, Julio Armando. “Derecho del Trabajo …”, op.cit. Pág. 291
29
Independientemente como ya se había expresado de la existencia del “premio consuelo” de la
indemnización del artículo 1 de la Ley 25.323 que vendría a suplir esta posibilidad, lo cierto es que la pérdida
de las indemnizaciones de los artículos 8, 9 y 10 de la LNE por haber omitido la intimación del artículo 11
vigente la relación laboral, cuanto menos generan roces con los principios rectores de indemnidad e
irrenunciabilidad en la materia. Pensar lo contrario implicaría admitir que en realidad estas “indemnizaciones”
tienen una distinta naturaleza jurídica, deviniendo “multas” o “sanciones” en favor del trabajador, como parte
de la Doctrina refiere.
En este sentido se genera una presunción iuris tantum de que el despido fue con
motivo de las intimaciones del dependiente salvo que el empleador pueda acreditar
lo contrario. 30
Ahora bien, con respecto al “quantum” indemnizatorio la Corte Suprema en el
fallo “Torres”31 ha delineado en un escueto pronunciamiento –frente a la sentencia
de la Sala IV de la CNAT que había determinado en los términos del artículo 15 de
la LNE una suma equivalente al 200% adicional al de las indemnizaciones por
despido y sustitutivas del preaviso del actor- que las previsiones legales en forma
inequívoca contemplan su duplicación (es decir una suma equivalente) y no como lo
había decretado la Cámara en su interpretación jurídica, que conducía a triplicar la
indemnización, en lugar de duplicarla.
En otro orden el Plenario Nº302 de la CNAT32 determinó que forma parte del
cálculo de la indemnización del artículo 15 de la LNE la suma prevista en el artículo
233, 2º párrafo.
Esta doctrina plenaria se logra por unanimidad, considerando el carácter
indemnizatorio del artículo 233, 2º párrafo de la LCT (denominado integración del
mes de despido). Cabe agregar que el artículo 233 inciso 2º LCT especialmente
contempla que el preaviso (este último sí mencionado expresamente en las
previsiones del artículo 15 de la LNE) se integrará con una suma igual a los salarios
por los días faltantes hasta el último día del mes en que se produjera el despido, lo
que se conoce como integración del mes de despido.
Del análisis de los sumarios referenciados es dable destacar que tanto la Corte
Federal como la Suprema Corte Bonaerense han reducido los requisitos formales y
sustanciales para el goce de la indemnización del artículo 15 de la LNE en
comparación con las consagradas en los artículos 8, 9 y 10 de la misma norma.
En este sentido la Corte Suprema se ha pronunciado en el precedente “Di
Mauro”33 –haciendo suyas las palabras del Procurador Fiscal Obarrio- entendiendo
que la indemnización del artículo 15 de la LNE no depende de que el trabajador
hubiese o no enviado la copia de la intimación a la AFIP en cumplimiento de los
lineamientos del artículo 11 de la ley, texto según ley 25.345.
En ese caso en particular la Sala X de la CNAT había rechazado las
indemnizaciones de los artículos 8 y 15 de la LNE, en virtud de que el actor no había
podido acreditar la fehaciente notificación al organismo estatal, conforme lo requiere
el artículo 11 de la LNE.
El Procurador Fiscal abocándose a una correcta lectura de la norma, determina
con todo acierto que dicho artículo expresamente supedita la procedencia de las
30
Estimo que en el caso de un despido directo frente a una intimación anterior del dependiente nos
encontraríamos ante el denominado “despido represalia” cuya solución –en este caso duplicación de los
montos indemnizatorios- podría quedar a la luz de los últimos pronunciamientos jurisprudenciales en torno a
éste tipo de despidos (CSJN A.1023.XLIII;RHE - “Álvarez, Maximiliano y otros c/Cencosud S.A. s/acción de
amparo” - 07/12/2010 - T. 333, P. 2306; CNAT Sala VIII Expte. N° 9.398/09 Sent. Def. N° 38.488 del 04/10/
2011 “García Arrebola, Pablo Andrés c/Petrobras Energía SA s/despido” entre otros) como insuficiente. No
obstante ello excede el marco de estudio del presente trabajo.
31
CSJN, 07/05/98, “Torres, Luis Enrique c/ Tiffenberg, Samuel. S/Recurso de Hecho” www.csjn.gov.ar T-186-
XXXIII
32
CNAT. Fallo Plenario Nº302, 19/10/2001, "Palloni, Mariela Haydee c/ Depormed S.A. s/despido”, T y SS 2001-
1063
33
CSJN, 31/05/2005, “Di Mauro, José Santo c/ Ferrocarriles Metropolitanos S.A. E.L. y otro”, CSJN-Fallos,
328:1425
multas de los artículos 8, 9 y 10 de la LNE a la intimación a la AFIP, mas nada
establece con respecto de la indemnización agravada del artículo 15. Por ende la
omisión de dicho requisito formal no obsta a su procedencia, siempre y cuando el
empleador se encuentre debidamente intimado en forma fundada, extremo que si
quedó acreditado en la causa.
En la misma línea exegética se encuentra la SCBA.
En la causa “Amongero”34 el Dr. Hitters efectuando un acatamiento a la Doctrina
Legal del superior que emana de la causa “Di Mauro” antes referida, expresa que la
duplicación prevista en el artículo 15 de la LNE no depende en modo alguno del
cumplimiento de la comunicación al ente recaudador (AFIP).
En esa labor interpretativa y citando precedentes del mismo Tribunal 35 recuerda
que la viabilidad de la indemnización del artículo 15 de la LNE tiene como condición
que el despido dispuesto por el empleador haya quedado configurado luego de que
éste recibida la intimación que en los términos del artículo 11 de dicha ley -y que de
modo justificado- le cursara el trabajador.
En el referido caso para así decidir el Tribunal del Trabajo de Junín tuvo por
acreditado que el trabajador cursó intimación al empleador en dichos términos y que
–frente a la negativa de vínculo laboral de éste último- el actor se consideró
despedido, medida que además se consideró en la sentencia de grado ajustada a
derecho.
Agrega entonces el Dr. Hitters que –además- el demandado no pudo acreditar –
conforme lo requiere el mismo artículo 15 de la LNE in fine- que el mismo no había
inducido al trabajador a colocarse en esa situación, por lo que no pudo destruir la
presunción iuris tantum que pesaba en su contra.
Para finalizar, en este mismo sentido y quizás en forma más simplificada la
SCBA en la causa “Breda”36 recientemente ha dicho que la carga de comunicación
a la AFIP del artículo 11 de la LNE no alcanza a la duplicación prevista del artículo
15 de dicha norma, por ser claramente ajena a la enumeración que introduce el
artículo 47 de la 25.345.37
34
“La procedencia de la duplicación prevista en el art. 15 de la ley 24.013 no depende del cumplimiento de la
comunicación a la A.F.I.P. prevista en el inc. "b" del art. 11 de dicha ley (texto según ley 25.345)”. (…) “ En este
sentido, preciso es memorar que esta Corte ha declarado que el objetivo específico de la Ley Nacional de
Empleo es promover la regularización de las relaciones laborales, correspondiendo hacer lugar al pago de la
indemnización reforzada que contempla en su art. 15 la ley 24.013 cuando el trabajador ha cursado a su
principal de modo justificado, y vigente la relación laboral, un requerimiento para que se regularice su
situación, en el caso, teniendo en cuenta la no registración de la relación laboral. Más aún cuando el
empleador no acreditó de modo fehaciente que su conducta no ha tenido por objeto inducir al dependiente a
colocarse en situación de despido (art. 15 in fine, ley 24.013; conf. causa L. 85.741, "Cortina", sent. del 25-IV-
2007). Circunstancias estas que -reitero- juzgo verificadas en el caso. (Del voto del Dr. Hitters). SCBA,
24/05/2011, “Amongero, Fernando Jorge contra Valigas S.A. Despido”, www.scba.gov.ar, L-105817
35
SCBA, causas L-89731, "Ledesma" (14/102009); L-83946, "García" (22/08/2007); L-78628, "Degennaro",
(20/08/2003).
36
SCBA, 29/02/2012, “Breda, Marcelo A. contra Allega Néstor y otros. Despido”, www.scba.gov.ar, L-104602
37
No obstante ello cabe destacar que en el contexto fáctico de la causa dicha indemnización no fue reconocida
en virtud de no haber podido el actor acreditar la responsabilidad de los demandados frente al eventual
despido alegado.
El siguiente cuadro pretende sistematizar lo expuesto supra a modo de síntesis
de los precedentes judiciales citados en ese trabajo y referidos a las
indemnizaciones de la LNE;
4.- Conclusiones.
42
Valorado e interpretado por medio de la Primacía de la Realidad. (Art. 39 inciso 3 de la Const.Pcia.Bs.As.)
43
CORNAGLIA, Ricardo J., “El ataque al principio de progresividad”, Revista Doctrina Laboral, Errepar, Buenos
Aires, marzo de 1994, año IX, n° 103, tomo VIII, pág 175.
44
Pues la falta de registración perjudica al Trabajador, al Estado -que no ve ingresados los fondos de la
Seguridad Social- y al resto de los competidores comerciales del evasor quienes tienen costos mas altos de
producción que el que mantiene mano de obra “en negro”.
iv. La negativa sobre la existencia de la relación laboral exime al
trabajador tener que esperar el plazo de 30 días consagrado en
el artículo 11 de la LNE para la procedencia de las
indemnizaciones.