“ARIAS, LORENA GRISELDA C/ PROVINCIA ART S.A. Y OTRO S/
ACCIDENTE-ACCION CIVIL” EXPTE. N° CNT 2636/2019/CA1 – SALA IX
E X C M A. C Á M A R A:
Vuelven las presentes actuaciones, luego de cumplido con lo
sugerido a fs. 359 (ver fs. 361 y 362/401/vta.). El Sr. Juez “a quo”, en lo que aquí resulta de interés, desestimó la excepción de incompetencia opuesta por la codemandada “Aegis Argentina S.A.” con fundamento en la ley 26.773 y, por ende, se declaró competente para entender en el sub lite (ver fs. 263/267 y 335/340). Tal decisión fue apelada por la vencida. A su vez, la parte actora planteó un recurso de reposición y apelación en subsidio contra el auto que concedió el remedio intentado por aquélla. En estas condiciones, V.E. solicita la opinión de esta Fiscalía General (ver fs. 341/342vta., 344/345vta., 357 y 403). En primer lugar, acerca de la objeción adjetiva ensayada por la accionante, memoro que es criterio consolidado de este Ministerio Público Fiscal, con criterio que la jurisprudencia compartiera, que el auto que concede el recurso de apelación no es susceptible de recurso alguno (ver, en tal sentido, el Dictamen n° 35368 del 30/12/2002 en autos: “Wasilewski Carlos Alberto y otros c/ Tintorería y Estampería Industrial Nueva Pompeya S.A. s/ despido”, Expte. n° 3175/2000 del registro de la Sala II; íd. Dictamen n° 52.272 del 24/05/2011 en autos: “Valdez María Cristina c/ Lizap S.R.L. s/ despido”, Expte. 17.073/2010 del registro de la Sala VII; en doctrina, ver Fassi-Yañez, Código Procesal Civil y Comercial Comentado, 3º ed., t. 2, pag. 518), lo cual sella la suerte adversa del planteo bajo estudio. A todo evento me permito agregar por un lado, que los eventuales defectos de personería son subsanables tanto en el proceso laboral reglado por la ley 18.345, al igual que lo es en los procesos que se encauzan a través del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación (arg. arts. 354, inc. 4° del C.P.C.C.N., art. 155 “in fine” L.O.). Y, por otra parte, que le asiste plena razón al Magistrado “a quo” cuando a fs. 343, párrafo primero, advierte que se está en presencia de un mero error material involuntario; que no impide conocer cual era la representación realmente ejercida por el presentante de fs. 341. Sentado lo expuesto, y con relación al restante recurso sometido a esta instancia revisora, no puedo dejar de advertir que dicha apelación ha sido concedida con efecto inmediato, pese a que no se trata de algunas de las excepciones a las que alude el art. 110 de la ley 18.345. No obstante lo expuesto, ante la radicación de la causa en esta Alzada, se torna aconsejable el tratamiento de la queja, por razones de economía procesal (ver, en similar sentido, entre otros, el dictamen N° 46798 del 1/9/2008, en autos: “Cádenas, Jorge Alberto c/ Electronor S.R.L. s/ despido”, del registro de la Sala IV; íd. dictamen N° 62206 del 17/12/2014, in re “Andia Gualberto Alfonso c/ COTO C.I.C.S.A. y otro s/ accidente-acción civil”, del registro de la Sala VI; etc.). Sentado lo expuesto, cabe recordar que, para dilucidar las cuestiones de competencia es preciso atender, de modo principal, a la exposición de los hechos de la demanda –arts. 4 del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación y 67 de la ley 18.345– y, en la medida que se adecue a ellos, al derecho invocado como fundamento de la pretensión (Fallos 305: 1453; 306:1053, 308:2230; 320:46; 324:4495). Desde esta perspectiva, adelanto que, a mi juicio, la queja en examen no debería prosperar. Digo esto porque, de los términos del escrito de inicio surge que la Sra. Arias no sólo atribuye responsabilidad a las accionadas, con sustento en normas del Código Civil y Comercial, sino que también lo hace, expresamente, por la falta de cumplimiento del deber de seguridad e higiene estatuido en la ley 19.587, el art. 75 de la ley 20.744 y la ley 24.557 (ver fs. 5/194 y, en particular, fs. 20vta. y sgtes., 28/32vta. y 163 pto. 9.5). En tal contexto, cabe examinar la posible incidencia que, en la cuestión, pueda tener el denominado “Régimen de ordenamiento de la reparación de los daños derivados de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales”, regulado por la ley 26.773 (BO 26/10/2012). Dicha normativa, introdujo diversas modificaciones en el régimen de riesgos del trabajo, algunas de índole sustantiva y otras de naturaleza adjetiva. Ello así, debe ponderarse la trascendencia que pueda llegar a tener el artículo 17 inciso 2° de la ley 26.773, según el cual, a los efectos de las acciones judiciales previstas en el artículo 4° último párrafo -es decir, las iniciadas por la vía del derecho civil-, será competente en la Capital Federal la Justicia Nacional en lo Civil. Al respecto, pongo de resalto que dicha previsión normativa, en mi criterio, trasunta -conforme al principio lex posterior, derogat priori- una modificación de la regla competencial emanada del artículo 20 de la ley 18.345 en cuanto asignaba aptitud jurisdiccional a esta Justicia Nacional del Trabajo para conocer en las acciones aunque se funden en disposiciones del derecho común, en los relativo a los infortunios laborales. Ministerio Público de la Nación
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Sin perjuicio de lo expuesto, la demanda fue estructurada,
esencialmente, como un reclamo resarcitorio integral fundado en distintas previsiones de la ley de Contrato de Trabajo, las normas de higiene y seguridad, la ley 24557 y el derecho común, y este modo de encuadrar la pretensión hace perder virtualidad a la referida ley 26773; pues, como dijera, las disposiciones de dicha ley sólo introducen modificaciones en la competencia de las acciones judiciales iniciadas por la vía del derecho civil, y este extremo, ciertamente, no se suscitaría con pureza en la presente causa (conf. arts. 4 in fine y 17 inc. 2). Esta tesis, de alguna manera, fue compartida por la Corte Suprema de Justicia de la Nación en el fallo “Faguada, Carlos Humberto c/ Alushow S.A. y otros s/ despido”, publicado en Fallos: 340: 620, de fecha 9 de mayo de 2017. Sentado lo anterior, en coherencia con lo concluido por el sentenciante de grado, creo que la decisión del sub iudice se encuentra directa e inmediatamente relacionada con la aplicación e interpretación de normas de derecho del trabajo, toda vez que por la forma en que fue promovida la demanda, habrá de precisarse el sentido y el alcance no solo de las normas vinculadas al deber de higiene y seguridad del trabajo, sino también de las previsiones contenidas en la ley de riesgos del trabajo. Tal materia, dada su especificidad en el asunto, habilita, sin hesitación alguna, la actuación de este Fuero del Trabajo, de conformidad con el diseño de los artículos 20 y 21 inc. a) de la ley 18345 (ver, en ese sentido, CSJN Fallos: 323:1039, 2370 y 324:326, entre otros; y Dictámenes FGT n° 14.582 del 15/06/1993 y n° 56350 del 08/02/2013 -en lo pertinente-). Por los fundamentos expuestos, correspondería confirmar la resolución reprochada en lo que fue materia de agravios En estos términos, dejo evacuada la vista conferida. Buenos Aires, 14 de febrero de 2020.
La Responsabilidad Civil en el Código Civil y Comercial de la Nación: Comentario a los Artículos 1708 a 1780 CCCN. Doctrinas esenciales. Modelos de escritos judiciales