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John C. Maxwell, director de The John Maxwell Company, que ha entrenado a más de cinco
millones de líderes en todo el mundo y autor de numerosos libros, alguno de los cuales
hemos comentado, en su libro “The leadership Handbook. Critical lessons everyleader
needs” expone sus ideas sobre lo que debe ser un líder.
Maxwell plantea una serie de lecciones, que ha ido adquiriendo en su experiencia a lo largo de los
años, que pueden ser útiles para conseguir cumplir todos los requisitos expuestos en el listado
anterior. Son las siguientes.
Las generaciones anteriores pensaban que los líderes no debían estar nunca muy cerca de las
personas a las que lideraban. “Hay que mantener una distancia” era una frase muy escuchada. Los
buenos líderes tenían que mantenerse aparte.
Para muchas personas la imagen del líder es la de un individuo que se encuentra solo en lo alto de
una montaña, mirando hacia abajo a sus seguidores. Está separado, aislado y solo.
Si estás liderando y te encuentras solo no estás actuando correctamente, ya que significa que
nadie te está siguiendo y si nadie te sigue no estás liderando. ¿Qué tipo de líder es el que deja a
todos detrás y hace el viaje en solitario? Un líder que es egoísta. Conducir a sus colaboradores a la
cumbre es lo que hacen los buenos líderes.
Elevar a las personas a nuevos niveles es uno de los requisitos de un liderazgo eficaz y hacerlo es
complicado si existe una gran distancia entre el líder y sus seguidores, porque éste no conocerá
cuáles son las necesidades o los sueños de sus profesionales.
Si nuestra meta es derribar a los demás para que caigan, dedicaremos demasiado tiempo y
energía vigilando y buscando a las personas que pensamos van a hacer lo mismo con nosotros.
En lugar de ello resulta más eficaz ayudar a los demás y pedirles que se reúnan con nosotros.
2.- Para llegar a lo más alto es esencial llevar a los demás a la cumbre.
Los buenos líderes son como los guías turísticos: conocen el territorio porque lo han recorrido
antes y tratan de hacer todo lo posible para que el viaje sea agradable y sea un éxito para todos.
La credibilidad de un líder comienza con el éxito personal y finaliza ayudando a los demás a que
tengan éxito. Para obtener credibilidad debemos demostrar:
a) Iniciativa.
b) Sacrificio.
c) Madurez.
Si mostramos el camino los demás querrán seguirnos. Cuanto más alto vayamos más personas
querrán seguirnos.
3.- Llevar a los profesionales a lo más alto es más satisfactorio que llegar solos.
Existe una gran diferencia entre un jefe y un líder. El jefe dice: ”Ve”. El líder dice: “Vayamos juntos”.
El propósito del liderazgo es llevar a los demás a la cumbre y cuando conseguimos que la
alcancen aquellos profesionales que sin nosotros no habrían sido capaces sentimos una de las
mayores satisfacciones que se pueden experimentar.
4.- Gran parte del tiempo los líderes no están en lo más alto.
Los líderes rara vez se mantienen en una situación estática. Están constantemente en movimiento.
Algunas veces bajan de la cumbre para buscar nuevos líderes potenciales, otras están
ascendiendo con otro grupo de profesionales. Los mejores dedican mucho tiempo a servir a otros
líderes y a ayudarles en el ascenso. Jules Ormont decía: “Un gran líder nunca se pone por encima
de sus seguidores salvo para asumir las responsabilidades.”
Con esta actitud consigue que los demás se sientan pequeños y los aliena, al tiempo que ocasiona
una brecha entre ellos y su líder. Los buenos líderes no tratan de empequeñecer a sus
profesionales sino que procuran que crezcan.
a).- Estar alertas ante el lado oscuro del éxito y del fracaso.
Ambos pueden ser peligrosos. Cada vez que nos consideramos como triunfadores estamos
empezando a separarnos de aquellos a los que consideramos que vemos como menos
afortunados o perdedores. Empezamos a pensar: “Yo no necesito verles” y nos vamos apartando.
Irónicamente el fracaso también conduce a que nos separemos pero por otras razones. Si nos
consideramos como fracasados tratamos de evitar a los demás y pensamos: “Yo no quiero verles”.
Ambas formas de pensar conducen a una insana separación de los demás.
En este caso, para corregir esta tendencia el líder debe dedicar tiempo a intentar descubrir cómo
su liderazgo puede beneficiar a los demás.
3.- ¿Cuál es mi sueño? ¿Es solitario?
En este caso el líder debe ampliar su perspectiva pensando cómo puede alcanzar mayores sueños
con la ayuda de su equipo.