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1.Antijuridicidad
2.Daño
3.Relación de causalidad
4.Factores de atribución
ANTIJURIDICIDAD
Toda conducta dañosa que afecte intereses jurídicos y que no posea una causa de justificación, es antijurídica.
El Derecho de Daños de nuestro tiempo no centra su atención en el obrar del responsable, sino en la lesión sufrida
por el damnificado.
Artículo 1717. Cualquier acción u omisión que causa un daño a otro es antijurídica si no está justificada.
1. En ejercicio regular de un derecho:cuando el derecho ha sido ejercido en formaregular por su titular, aun
cuando ocasione con ello un daño a otro, no existiráantijuridicidad en la conducta, sea esta activa u omisiva.
3. En estado de necesidad:Para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo inevitable, que amenaza alagente
o a un tercero, si el peligro no se origina en un hecho suyo; el hecho sehalla justificado únicamente si el mal que se
evita es mayor que el que secausa. En este caso, el damnificado tiene derecho a ser indemnizado en lamedida en que
el juez lo considere equitativo.
Función preventiva
Articulo 1710: Deber de prevención del daño.
Toda persona tiene el deber, en cuanto dependa de ella:
El deber de la acción preventiva es que se busque la manera de que se evite causar o de que sea el menor daño
posible, en el caso d que el daño ocurra el que lo causo se ve obligado a resarcir o pagar los gastos que tuvo el
tercero.
Articulo 1711 Acción preventiva la acción preventiva procede cuando una acción u omisión antijurídica
hace previsible la producción de un daño, su continuación o agravamiento. No es exigible la ocurrencia de ningún
factor de atribución.
La acción preventiva se refiere a que cuando se ve que ocurrirá alguna acción que pueda causar daño se busca la
manera de poder prevenirla y así evitar dicho daño, continuación o agravamiento.
Articulo 1715 Facultades del juez En el supuesto previsto en el articulo 1714 el juez puede dejar sin efecto,
total o parcialmente la medida.
DAÑO
El menoscabo, la perdida y/o el deterioro adquieren relevancia jurídica cuando son considerados por el derecho, el
que aplicara frente a ellos consecuencias jurídicas. El concepto de daño resarcible es la lesión a un interés ajeno
patrimonial o extrapatrimonial, jurídicamente protegido, que provoca consecuencias patrimoniales o
extrapatrimoniales, respectivamente.
El daño podrá ser actual o futuro, sin que por ello deje de ser cierto.
Aun cuando el perjuicio sea leve, si el mismo reviste el carácter de “injusto” para la víctima, debe ser reparado por el
responsable.
Este requisito exige que la lesión recaiga sobre un interés propio; es decir, solamente podrá reclamar la reparación la
persona que ha sufrido el perjuicio. Sin embargo, el daño puede ser a su vez directo o indirecto. Es directo cuando el
titular del interés afectado es la víctima del ilícito; y es indirecto cuando el perjuiciopropio invocado por la
demandante deriva de una lesión a bienes patrimoniales o extrapatrimoniales de un tercero.
El requisito de que el daño sea personal no excluye la posibilidad que el interés pueda ser compartido con otros.
La acción sólo se transmite a los sucesores universales del legitimado si es interpuesta por éste.
El monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satisfacciones sustitutivas y compensatorias que pueden
procurar las sumas reconocidas.
1. Daño patrimonial
2. Daño extrapatrimonial
Daño patrimonial
El daño patrimonial consiste en todo aquel perjuicio susceptible de apreciación pecuniaria.
El daño patrimonial puede ser reparado en dinero, o bien, mediante la reposición de las cosas a su estado anterior.
En cuanto a la legitimación activa para reclamar el daño patrimonial debemos mencionar que cualquier afectado está
habilitado para efectuar el reclamo, sea este damnificado directo o indirecto.
2. Lucro cesante: frustración de ventajas económicas esperadas. Ambos pueden configurarse en forma conjunta o
bien separada e independientemente.
Daño moral
Debe entenderse por interés moral a aquel que está conectado con el espíritu de la persona, de modo tal que su
violación le provoca un modo de estar diferente al que se encontraba con anterioridad al hecho lesivo, afectándole
sus capacidades de entender, de querer y de sentir.
La indemnización del daño moral posee un carácter eminentemente resarcitorio. La reparación del daño moral es
procedente con independencia de si el perjuicio fue ocasionado con culpa o con dolo por parte del dañador.
Artículo 1741. Indemnización de las consecuencias no patrimoniales
Está legitimado para reclamar la indemnización de las consecuencias no patrimoniales el damnificado directo. Si del
hecho resulta su muerte o sufre gran discapacidad también tienen legitimación a título personal, según las
circunstancias, los ascendientes, los descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquél recibiendo trato
familiar ostensible.
La acción sólo se transmite a los sucesores universales del legitimado si es interpuesta por éste.
El monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satisfacciones sustitutivas y compensatorias que pueden
procurar las sumas reconocidas.
Será daño extracontractual aquel que resulte no de un incumplimiento obligacional sino de un hecho ilícito, que
provoca la transgresión del alterum non laedere.
Daño moratorio
Artículo 1747. Acumulabilidad del daño moratorio El resarcimiento del daño moratorio es acumulable al del daño
compensatorio o al valor de la prestación y, en su caso, a la cláusula penal compensatoria, sin perjuicio de la facultad
morigeradora del juez cuando esa acumulación resulte abusiva.
El daño moratorio es el que se debe con motivo de la mora del deudor en el cumplimiento de una obligación. La
indemnización si es acumulable a la prestación principal.
El daño propio es el que sufre en concreto un acreedor atendiendo para ello a sus especiales circunstancias.
Daño indirecto, en cambio, es el que experimenta toda persona distinta a la víctima del ilícito, que sufre un perjuicio
propio derivado de aquel.
Los daños al interés positivo abarcan todo lo que el acreedor hubiese obtenido si la obligación se hubiera llevado a
cabo normalmente.
DAÑO PUNITIVO
La ley de defensa del consumidor ha consagrado legislativamente por primera vez en el derecho argentino a los
daños punitivos.
Son daños punitivos aquellos que son concedidos para castigar al demandado por una conducta particularmente
grave, con el fin de desalentar la reiteración de ese accionar en el futuro. Poseen la naturaleza de una pena, puesto
que su finalidad no es reparar el daño a la víctima sino castigar a quien ha ocasionado el perjuicio mediante una
grave inconducta.
PRUEBA DE DAÑO
Artículo 1744. Prueba del daño
El daño debe ser acreditado por quien lo invoca, excepto que la ley lo impute o presuma, o que surja notorio de los
propios hechos.
Debiendo ser el daño resarcible cierto, personal y subsistente, tales recaudos deben ser acreditados para que
proceda su reparación; sin embargo, solo es necesaria la prueba de su existencia, puesto que la prueba de su
magnitud, extensión o cuantía puede ser suplida por el prudente criterio judicial.
Asimismo, el damnificado debe agotar todos los medios a su alcance para intentar cuantificarlo con la mayor
aproximación posible.
1. los gastos necesarios para asistencia y posterior funeral de la víctima. El derecho a repetirlos incumbe a quien los
paga, aunque sea en razón de una obligación legal;
2. lo necesario para alimentos del cónyuge, del conviviente, de los hijos menores de veintiún años de edad con
derecho alimentario, de los hijos incapaces o con capacidad restringida, aunque no hayan sido declarados tales
judicialmente; esta indemnización procede aun cuando otra persona deba prestar alimentos al damnificado
indirecto; el juez, para fijar la reparación, debe tener en cuenta el tiempo probable de vida de la víctima, sus
condiciones personales y las de los reclamantes;
3. la pérdida de chance de ayuda futura como consecuencia de la muerte de los hijos; este derecho también compete
a quien tenga la guarda del menor fallecido.
Valuación judicial
Es la que realiza el juez al momento de dictar sentencia, cuando las partes no han pactado la indemnización en forma
previa, o bien cuando la ley no determina tarifación alguna para el daño a reparar.
El juez debe fijar la cuantía del daño al momento del dictado de la sentencia, y a partir de allí fijarse intereses al
obligado en caso de incumplimiento con el pago de la indemnización en el plazo establecido en la resolución judicial.
Valuación arbitral
Se da cuando una cuestión de reclamo de indemnización de perjuicios sea sometida a la decisión de árbitros o
amigables componedores.
Valuación convencional
Las partes pueden establecer el monto del daño a reparar. Ello puede hacerse una vez iniciado el proceso judicial o
bien en forma anticipada a la ocurrencia del daño mediante la figura de la cláusula penal.
RELACIÓN DE CAUSALIDAD
El daño resulta ser una consecuencia que podría atribuirse a una pluralidad de hechos antecedentes o condiciones
que se encadenan en forma previa a su producción, y no a un único hecho aislado. Cada uno de estos eventos se
erige de tal modo en un eslabón independiente. La relación de causalidad es el enlace factico o material que debe
existir entre un hecho antecedente y otro consecuente. Es la posibilidad de unir un hecho con un resultado.
Funciones
1. Identifica el autor: A través de su estudio y análisis, podremos determinar cuándo un resultado dañoso es
atribuible a la acción u omisión de un sujeto o de una cosa. Esta autoría del daño comprende tanto el daño causado
personalmente, como el perjuicio ocasionado por un sujeto por el cual se debe responder, o bien por una cosa de la
que se es dueño o guardián.
2. Establece la extensión del resarcimiento: Permite advertir en forma anticipada cual será la extensión o medida del
resarcimiento a obtener por la víctima.
La noción de causalidad es eminentemente científica, puesto que está referida al enlace factico o material que debe
existir entre un hecho antecedente (acción u omisión humana) y otro consecuente (resultado dañoso). De allí cabe
deducir que no existe un concepto jurídico de causalidad, sino que se debe hablar más apropiadamente de
imputación objetiva, para hacer referencia a los distintos criterios valorativos que utilizara el legislador para atribuir
las consecuencias de dicho daño al elegido como responsable.
1. Consecuencias inmediatas: la consecuencia aparece ligada en forma inmediata a su hecho generador, sin que
exista entre ellos otro hecho que sirva de lazo o de intermediador.
2. Consecuencias mediatas: la conexión de la consecuencia con el hecho que la produjo no es directa, sino que
simplemente se produce a través de la intermediación de otro hecho que le sirve de causa: por lo tanto, el resultado
solo se produce ante la comunión de dos hechos.
3. Consecuencias casuales: estas consecuencias no resultan ser previsibles, puesto que corresponden a hechos
fortuitos que ocurren en forma inesperada interrumpiendo el normal desarrollo del proceso causal.
PREVISIBILIDAD CONTRACTUAL
Artículo 1728. Previsibilidad contractual
En los contratos se responde por las consecuencias que las partes previeron o pudieron haber previsto al momento
de su celebración. Cuando existe dolo del deudor, la responsabilidad se fija tomando en cuenta estas consecuencias
también al momento del incumplimiento.
Esta es una regla que ha de aplicarse únicamente en supuestos de contratos paritarios, es decir, en aquellos en los
cuales las partes se encuentran en una condición igualitaria, donde rige en plenitud la autonomía de la voluntad; por
lo tanto, no será de aplicación en los contratos de consumo, en los de adhesión, ni en aquellos en los cuales no exista
esa cualidad de paridad.
A través de la regla de la previsibilidad contractual, los contratantes pueden prever los riesgos y beneficios de
someterse a esta regla, y fijar anticipadamente las consecuencias a indemnizarse en caso de incumplimiento. A
diferencia de la regla de la causalidad adecuada, la previsibilidad contractual determinara la extensión de la
reparación ante el incumplimiento, de conformidad a lo que las partes previeron anticipadamente para el caso
concreto que las une.
Al momento de celebrar un contrato, las partes suelen evaluar los costos y beneficios de la relación contractual que
asumen; por lo tanto, no tendría buen sentido que el contratante que resulta incumplidor deba responder por
aquellos resultados dañosos que ni contempló como posibles al momento de celebrar el contrato, ni una persona
razonable, al momento de contratar, y contando en su caso, con los especiales conocimientos de aquel, habría
previsto que podrían producirse ante el incumplimiento.
En definitiva, más allá de dejar de lado la regla de la causalidad adecuada y de las consecuencias indemnizables a
partir de ella, la previsibilidad contractual se destaca porque:
• Asume que las partes negocian libremente el precio del contrato y, para fijarlo, necesitan conocer los riesgos que
asumen, por lo cual pactan las consecuencias a indemnizar teniendo especial consideración de ello
• Para la fijación de las consecuencias a indemnizar al momento de celebrar la obligación, se considera la apreciación
en concreto que las partes hayan realizado para el negocio que las vincula
• Resulta de aplicación en casos de existencia de dolo del deudor, el que se producirá ante el incumplimiento de la
obligación con manifiesta indiferencia hacia los intereses del acreedor.
No podemos soslayar, sin embargo, que existen innumerables situaciones en las cuales la victima del daño podría
encontrarse en dificultades para poder probar el nexo causal, como ocurre en actividades profesionales, como en la
responsabilidad civil médica. En razón de ello, en determinadas circunstancias resulta necesario flexibilizar la
exigencia probatoria del nexo causal con tal que la responsabilidad civil no se torne ilusoria.
Aun cuando se flexibilice su prueba, ello no debe significar que la víctima no está obligada a demostrar la relación
causal entre la conducta del agente y el daño.
El hecho del tercero no se presume, por lo cual pesa sobre el demandado la carga de la prueba sobre su existencia y
sobre su incidencia causal en la comisión del daño. A tal fin, el demandado cuenta con libertad de medios probatorio.
Pueden resultar de aplicación las normas del caso fortuito o fuerza mayor en los siguientes casos:
• Fenómenos naturales
• Guerra
• Huelga ilegal
• Hecho de un tercero
• Incendio
Elementos esenciales
1. Requiere antes que nada la concurrencia de un elemento objetivo: el acontecimiento o suceso. Sin embargo, no
existe un catálogo cerrado de sucesos que puedan considerarse fortuitos, por lo cual habrá que estarse a cada caso
en concreto para analizar su configuración o no como tal.
2. Es menester que el mismo no haya podido ser previsto, o en su defecto, si ha sido previsible, que no pueda ser
evitado.
6. Se requiere que el caso fortuito sea sobrevenido. Efectos jurídicos En el ámbito convencional, ante la ocurrencia de
un caso fortuito el deudor quedara liberado a no ser que se den algunas de las situaciones previstas en el art. 1733
del CCCN.
3. si está en mora, a no ser que ésta sea indiferente para la producción del caso fortuito o de la imposibilidad de
cumplimiento;
5. si el caso fortuito y, en su caso, la imposibilidad de cumplimiento que de él resulta, constituyen una contingencia
propia del riesgo de la cosa o la actividad;
IMPOSIBILIDAD DE CUMPLIMIENTO
Artículo 1732. Imposibilidad de cumplimiento
El deudor de una obligación queda eximido del cumplimiento, y no es responsable, si la obligación se ha extinguido
por imposibilidad de cumplimiento objetiva y absoluta no imputable al obligado. La existencia de esa imposibilidad
debe apreciarse teniendo en cuenta las exigencias de la buena fe y la prohibición del ejercicio abusivo de los
derechos
FACTORES DE ATRIBUCIÓN
Artículo 1721. Factores de atribución
La atribución de un daño al responsable puede basarse en factores objetivos o subjetivos. En ausencia de normativa,
el factor de atribución es la culpa.
El factor de atribución constituye también uno de los presupuestos esenciales de la responsabilidad civil. A través de
él se adquiere el fundamento que determinara el deber de una determinada persona a resarcir el daño injusto
sufrido por la víctima.
El factor de imputación o atribución de la responsabilidad se convierte de tal modo en un juicio de valor que
determinara en definitiva que persona debe responder frente al damnificado ante la ocurrencia de un daño. Se trata
de una imputación no solo fáctica, sino además valorativa.
Con la revolución industrial, la aparición del maquinismo provoco el acaecimiento de situaciones en las cuales se
ocasionaban daños a las víctimas, los cuales eran atribuibles a hechos que no eran posibles de ser imputados a la
culpa de ningún sujeto. A fin de no dejar a las victimas sin reparación, fueron necesarios valorar a otros factores de
imputación ajenos a la subjetividad del responsable.
En la argentina, dichos factores objetivos de atribución de la responsabilidad fueron incorporados al derogado código
civil en 1968. A partir de ese momento coexistieron sin primacía alguna entre ellos los factores de atribución
subjetivos y objetivos.
LA IMPUTABILIDAD
Artículo 1725. Valoración de la conducta
Cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor es la diligencia exigible
al agente y la valoración de la previsibilidad de las consecuencias. Cuando existe una confianza especial, se debe
tener en cuenta la naturaleza del acto y las condiciones particulares de las partes.
Para valorar la conducta no se toma en cuenta la condición especial, o la facultad intelectual de una persona
determinada, a no ser en los contratos que suponen una confianza especial entre las partes. En estos casos, se estima
el grado de responsabilidad, por la condición especial del agente.
No podemos hablar de culpabilidad sin aludir a la imputabilidad. Es imputable aquel sujeto que tiene aptitudes
mentales para gobernar su propia conducta a partir de una comprensión de la licitud e ilicitud de su
comportamiento. Una vez que se ha determinado que el sujeto ha actuado voluntariamente recién cabe analizar si su
conducta es susceptible de reproche a través de la culpa o del dolo. Constituyen causas de inimputabilidad:
• La minoridad
• La violencia como vicio de la voluntad La culpabilidad presupone imputabilidad, por lo cual no puede existir aquella
sin esta última. Solo podrá endilgarse culpa o dolo a quien sea imputable, es decir, a quien haya actuado con
discernimiento, intención y libertad.
EL DOLO
Artículo 1724. Factores subjetivos
Son factores subjetivos de atribución la culpa y el dolo. El dolo se configura por la producción de un daño de manera
intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos. El dolo comprende:
1. Dolo directo:la intención se evidencia como finalidad inmediata en la conducta del agente.
2. Dolo indirecto:el daño final es el resultado de una conducta que fue ejecutada con una finalidad diferente, pero
voluntariamente afrontada con la acción.
3. Dolo eventual:el agente realiza su conducta con total indiferencia a la producción de las consecuencias dañosas
que puede provocar su proceder. Aquí el posible resultado dañoso no es perseguido por aquel, pero se lo representa
internamente y desdeña las posibles consecuencias perjudiciales de su obrar.
3. De existir dolo, este no liberara al responsable aun mediando un consentimiento libre e informado del damnificado
si este constituye una cláusula abusiva.
5. Provoca la resolución total o parcial del contrato, cuando el incumplimiento del contrato es intencional. Dispensa o
renuncia a los efectos del dolo
La prohibición de dispensa anticipada del dolo comprende tanto la dispensa del dolo propio como también la de los
representantes, administradores y dependientes del deudor. Toda cláusula que establezca la dispensa anticipada del
dolo será nula.
LA CULPA
Artículo 1724. Factores subjetivos
Son factores subjetivos de atribución la culpa y el dolo. La culpa consiste en la omisión de la diligencia debida según
la naturaleza de la obligación y lascircunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia, la
negligencia y la impericia en el arte o profesión La culpa puede manifestarse de tres maneras:
1. Negligencia: consiste en no haber adoptado la debida diligencia para evitar la producción del daño. Se trata de
una conducta omisiva del sujeto, puesto que de haber realizado la actividad exigida el daño se habría evitado. Se
incurre en negligencia cuando se hace menos de lo debido.
2. Imprudencia:se da cuando el sujeto actúa en forma precipitada e irreflexiva y sin prever las consecuencias que
podría ocasionar con su conducta. Hay imprudencia cuando se hace más de lo que se debe.
3. Impericia:se da ante la incapacidad de quien por su trabajo o profesión se supone capacitado para adoptar
recaudos técnicos que impidan la producción de un daño. Existe una falta de conocimientos por parte del
profesional, ya sea por ausencia de sabiduría práctica, experiencia o habilidad. La culpa no es concebible sin la
presencia de un daño.
Elementos de la culpa
La culpa se caracteriza por la presencia de dos elementos negativos:
La culpa es un defecto de conducta del comportamiento del deudor respecto de la conducta normativamente
impuesta.
Dispensa de la culpa
Se entiende por dispensa de la culpa a todo acuerdo tendiente a eximir al deudor de responsabilidad por su
incumplimiento culposo, ya sea en forma total o parcial.
1. Si la cláusula pactada apunta a eximir totalmente de responsabilidad al deudor que incumple culposamente con la
prestación asumida en una obligación, debe ser considerada nula.
Prueba de la culpa
La culpa debe ser probada por la victima del daño.
1. En el ámbito aquiliano, cuando el deber de responder surge de la violación del alterum non laedere, la victima del
hecho ilícito debe probar todos los presupuestos de la responsabilidad civil, lo cual da cuenta de que el damnificado
debe acreditar la culpabilidad del autor del hecho.
La responsabilidad objetiva es definida en forma negativa, ya que se la concibe como aquella que nace sin que medie
culpa de aquel a quien se imputa el daño.
Estos factores objetivos de atribución permiten que pueda ser dejado de lado el dogma que rezaba que no existe
responsabilidad sin culpa, para que la responsabilidad civil comience a ser definida como la reacción frente al daño
injusto, focalizando su atención en la victima. El fundamento de la responsabilidad civil es el daño de quien lo
soporta.
Los factores de atribución objetivos constituyen un catálogo abierto que admite nuevas incorporaciones en la medida
en que así lo requieran las necesidades sociales.
Los factores de atribución objetivos prescinden de cualquier reproche subjetivo de conducta del responsable y son
atributivos de responsabilidad hacia este en razón de diferentes fundamentos. Puede atribuirse responsabilidad
objetiva a una persona en razón de los siguientes factores de atribución:
• Garantía;
• Riesgo creado;
• Equidad;
• Solidaridad.
Cuando la responsabilidad es objetiva, será irrelevante que el demandado pretenda eximirse acreditando su ausencia
de culpabilidad, ya que el reproche legal hacia él no es subjetivo ni está en discusión su conducta. La prueba de la no
culpa no lo liberara. Solo podrá eximirse acreditando la causa ajena que fractura el nexo causal, esto es: hecho de la
víctima, hecho de un tercero por quien no deba responder y caso fortuito o fuerza mayor.
En el caso de que un caso tenga de por medio una acción civil y una penal estas puede ser ejercidas de manera
independientes una de las otras.
Articulo 1775 Suspensión del dictado de la sentencia civil Suspensión del dictado de la
sentencia civil. Si la acción penal precede a la acción civil, o es intentada durante su curso, el
dictado de la sentencia definitiva debe suspenderse en el proceso civil hasta la conclusión del
proceso penal, con excepción de los siguientes casos:
b) si la dilación del procedimiento penal provoca, en los hechos, una frustración efectiva del
derecho a ser indemnizado;
c) si la acción civil por reparación del daño está fundada en un factor objetivo de
responsabilidad.
Si la sentencia penal decide que un hecho no constituye delito penal o que no compromete la
responsabilidad penal del agente, en el proceso civil puede discutirse libremente ese mismo
hecho en cuanto generador de responsabilidad civil.
b) en los delitos contra la vida, haber sido coautor o cómplice, o no haber impedido el hecho
pudiendo hacerlo.
a) si la sentencia civil asigna alcances de cosa juzgada a cuestiones resueltas por la sentencia
penal y ésta es revisada respecto de esas cuestiones, excepto que derive de un cambio en la
legislación;
c) si quien fue juzgado responsable en la acción civil es absuelto en el juicio criminal por
inexistencia del hecho que funda la condena civil, o por no ser su autor;