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Toda conducta dañosa que afecte

intereses jurídicos y que no posea


una causa
de justificación, es antijurídica.
RESPONSABILIDAD CIVIL

La responsabilidad civil consiste en


el deber de responder
económicamente frente
a otro por el daño que injustamente
se le ha ocasionado.
La responsabilidad civil consiste en el deber de responder económicamente frente a otro por el daño que
injustamente se le ha ocasionado.

Para la configuración de la responsabilidad civil se requiere la configuración de una serie de elementos o


presupuestos esenciales:

1.Antijuridicidad
2.Daño
3.Relación de causalidad
4.Factores de atribución

ANTIJURIDICIDAD
Toda conducta dañosa que afecte intereses jurídicos y que no posea una causa de justificación, es antijurídica.

El Derecho de Daños de nuestro tiempo no centra su atención en el obrar del responsable, sino en la lesión sufrida
por el damnificado.

Artículo 1717. Cualquier acción u omisión que causa un daño a otro es antijurídica si no está justificada.

Las causas de justificación


Cuando las causas de justificación se presenten, ellas pueden actuar comoeximentes de responsabilidad y
provocarque el daño ocasionado no deba serreparado.
Está justificado el hecho que causa un daño:

1. En ejercicio regular de un derecho:cuando el derecho ha sido ejercido en formaregular por su titular, aun
cuando ocasione con ello un daño a otro, no existiráantijuridicidad en la conducta, sea esta activa u omisiva.

2. En legítima defensapropia o de terceros, por un medio racionalmenteproporcionado, frente a una agresión


actual o inminente, ilícita y no provocada;el tercero que no fue agresor ilegítimo y sufre daños como consecuencia de
unhecho realizado en legítima defensa tiene derecho a obtener una reparaciónplena;

3. En estado de necesidad:Para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo inevitable, que amenaza alagente
o a un tercero, si el peligro no se origina en un hecho suyo; el hecho sehalla justificado únicamente si el mal que se
evita es mayor que el que secausa. En este caso, el damnificado tiene derecho a ser indemnizado en lamedida en que
el juez lo considere equitativo.

Asunción de riesgos y consentimiento del damnificado


Cuando el damnificado presta su consentimiento sabe con anterioridad que losactos de terceros pueden resultarles
perjudiciales, y sin embargo, acepta lasconsecuencias del posible daño, constituyéndose su conformidad, de tal
modo, enuna causa de justificación que borra cualquier presunta antijuridicidad o ilicitud enla conducta del dañador.
La conformidad de exponerse a un daño eventual noimplica para el damnificado aceptar las potenciales
consecuencias dañosas quese puedan derivar del riesgo aceptado.

Función preventiva
Articulo 1710: Deber de prevención del daño.
Toda persona tiene el deber, en cuanto dependa de ella:

A) evitar causar un daño no justificado.(legítima defensa)


B) adoptar, de buena fe y conforme a las circunstancias las medidas razonables para evitar que se produzca el
daño, o disminuir su magnitud; si tales medidas evitan o disminuyen la magnitud de un daño del cual un
tercero seria responsable, tiene derecho a que este le reembolse el valor de los gastos en que ocurrió,
conforme a las reglas del enriquecimiento sin causa.
C) No agravar el daño .

El deber de la acción preventiva es que se busque la manera de que se evite causar o de que sea el menor daño
posible, en el caso d que el daño ocurra el que lo causo se ve obligado a resarcir o pagar los gastos que tuvo el
tercero.

Articulo 1711 Acción preventiva la acción preventiva procede cuando una acción u omisión antijurídica
hace previsible la producción de un daño, su continuación o agravamiento. No es exigible la ocurrencia de ningún
factor de atribución.

La acción preventiva se refiere a que cuando se ve que ocurrirá alguna acción que pueda causar daño se busca la
manera de poder prevenirla y así evitar dicho daño, continuación o agravamiento.

Articulo 1712 Legitimación para reclamar quienes acreditan un interés razonable en la


prevención del daño.
Articulo 1713 Sentencia La sentencia que admite la acción preventiva debe disponer, a pedido de parte o de
oficio, en forma definitiva o provisoria, obligaciones de dar, hacer o no hacer, según corresponda; debe ponderar los
criterios de menor restricciones posible y de medio más idóneo para asegurar la eficacia en la obtención de la
finalidad.
Artículo 1714 Punición excesiva: Si la aplicación de condenaciones pecuniarias administrativas,
penales o civiles respecto de un hecho provoca una punición irrazonable o excesiva, el juez debe
computarla a los fines de fijar prudencialmente su monto.

Articulo 1715 Facultades del juez En el supuesto previsto en el articulo 1714 el juez puede dejar sin efecto,
total o parcialmente la medida.

DAÑO
El menoscabo, la perdida y/o el deterioro adquieren relevancia jurídica cuando son considerados por el derecho, el
que aplicara frente a ellos consecuencias jurídicas. El concepto de daño resarcible es la lesión a un interés ajeno
patrimonial o extrapatrimonial, jurídicamente protegido, que provoca consecuencias patrimoniales o
extrapatrimoniales, respectivamente.

EL CONCEPTO DE DAÑO EN EL CCCN


Artículo 1737. Hay daño cuando se lesiona un derecho o un interés no reprobado por el ordenamiento jurídico, que
tenga por objeto la persona, el patrimonio, o un derecho de incidencia colectiva

REQUISITOS DEL DAÑO RESARCIBLE


Para que el daño sea resarcible debe ser cierto, personal y subsistente. Artículo 1739. Para la procedencia de la
indemnización debe existir un perjuicio directo o indirecto, actual o futuro, cierto y subsistente. La pérdida de chance
es indemnizable en la medida en que su contingencia sea razonable y guarde una adecuada relación de causalidad
con el hecho generador.

EL DAÑO DEBE SER CIERTO


La exigencia de que el daño sea cierto se refiere a su existencia, y no a su actualidad o a la determinación de su
monto; el daño debe existir, es decir, ser real, efectivo, y no meramente conjetural o hipotético.

El daño podrá ser actual o futuro, sin que por ello deje de ser cierto.

Aun cuando el perjuicio sea leve, si el mismo reviste el carácter de “injusto” para la víctima, debe ser reparado por el
responsable.

EL DAÑO DEBE SER PERSONAL


En esta clasificación se incluyen los requisitos de un perjuicio directo o indirecto.

Este requisito exige que la lesión recaiga sobre un interés propio; es decir, solamente podrá reclamar la reparación la
persona que ha sufrido el perjuicio. Sin embargo, el daño puede ser a su vez directo o indirecto. Es directo cuando el
titular del interés afectado es la víctima del ilícito; y es indirecto cuando el perjuiciopropio invocado por la
demandante deriva de una lesión a bienes patrimoniales o extrapatrimoniales de un tercero.

El requisito de que el daño sea personal no excluye la posibilidad que el interés pueda ser compartido con otros.

Artículo 1741. Indemnización de las consecuencias no patrimoniales


Está legitimado para reclamar la indemnización de las consecuencias no patrimoniales el damnificado directo. Si del
hecho resulta su muerte o sufre gran discapacidad también tienen legitimación a título personal, según las
circunstancias, los ascendientes, los descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquél recibiendo trato
familiar ostensible.

La acción sólo se transmite a los sucesores universales del legitimado si es interpuesta por éste.

El monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satisfacciones sustitutivas y compensatorias que pueden
procurar las sumas reconocidas.

EL DAÑO DEBE SER SUBSISTENTE


Este requisito exige que el daño debe subsistir al tiempo del resarcimiento; es decir, cuando se habla de subsistencia
del daño se hace referencia a que el mismo no debe haber sido aún resarcido, por lo cual todavía permanece
jurídicamente en la victima del perjuicio.

INTERESES EN EL DAÑO RESARCIBLE


Artículo 1748. Curso de los intereses
El curso de los intereses comienza desde que se produce cada perjuicio.

CLASIFICACIÓN DEL DAÑO RESARCIBLE


Básicamente hay cuatro daños resarcibles, dentro de estas clases se encuentran muchos otros rubros:

1. Daño patrimonial

2. Daño extrapatrimonial

3. Daño Punitivo: ley consumidor

4. Daño lucrativo: sobre convenios de confidencialidad

DAÑO PATRIMONIAL Y DAÑO MORAL


Artículo 1738. Indemnización La indemnización comprende la pérdida o disminución del patrimonio de la víctima, el
lucro cesante en el beneficio económico esperado de acuerdo a la probabilidad objetiva de su obtención y la pérdida
de chances. Incluye especialmente las consecuencias de la violación de los derechos personalísimos de la víctima, de
su integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales legítimas y las que resultan de la interferencia
en su proyecto de vida.

Daño patrimonial
El daño patrimonial consiste en todo aquel perjuicio susceptible de apreciación pecuniaria.

El daño patrimonial puede ser reparado en dinero, o bien, mediante la reposición de las cosas a su estado anterior.

Artículo 1740. Reparación plena


La reparación del daño debe ser plena. Consiste en la restitución de la situación del damnificado al estado anterior al
hecho dañoso, sea por el pago en dinero o en especie. La víctima puede optar por el reintegro específico, excepto
que sea parcial o totalmente imposible, excesivamente oneroso o abusivo, en cuyo caso se debe fijar en dinero. En el
caso de daños derivados de la lesión del honor, la intimidad o la identidad personal, el juez puede, a pedido de parte,
ordenar la publicación de la sentencia, o de sus partes pertinentes, a costa del responsable.

En cuanto a la legitimación activa para reclamar el daño patrimonial debemos mencionar que cualquier afectado está
habilitado para efectuar el reclamo, sea este damnificado directo o indirecto.

El daño patrimonial puede clasificarse en:

1. Daño emergente: pérdida o disminución del patrimonio de la victima

2. Lucro cesante: frustración de ventajas económicas esperadas. Ambos pueden configurarse en forma conjunta o
bien separada e independientemente.

Daño moral
Debe entenderse por interés moral a aquel que está conectado con el espíritu de la persona, de modo tal que su
violación le provoca un modo de estar diferente al que se encontraba con anterioridad al hecho lesivo, afectándole
sus capacidades de entender, de querer y de sentir.

La indemnización del daño moral posee un carácter eminentemente resarcitorio. La reparación del daño moral es
procedente con independencia de si el perjuicio fue ocasionado con culpa o con dolo por parte del dañador.
Artículo 1741. Indemnización de las consecuencias no patrimoniales
Está legitimado para reclamar la indemnización de las consecuencias no patrimoniales el damnificado directo. Si del
hecho resulta su muerte o sufre gran discapacidad también tienen legitimación a título personal, según las
circunstancias, los ascendientes, los descendientes, el cónyuge y quienes convivían con aquél recibiendo trato
familiar ostensible.

La acción sólo se transmite a los sucesores universales del legitimado si es interpuesta por éste.

El monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satisfacciones sustitutivas y compensatorias que pueden
procurar las sumas reconocidas.

En materia de daño moral basta la prueba indirecta del perjuicio.

DAÑO CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL


Será daño contractual el que genera responsabilidad contractual u obligacional y que resulta de la inejecución o
incumplimiento de una obligación preexistente, cualquiera sea su fuente.

Será daño extracontractual aquel que resulte no de un incumplimiento obligacional sino de un hecho ilícito, que
provoca la transgresión del alterum non laedere.

DAÑO COMPENSATORIO Y DAÑO MORATORIO


Daño compensatorio
Se llama daño compensatorio a aquel que proviene del incumplimiento total y definitivo de la prestación, por lo cual
la prestación originaria se transforma en la obligación de pagar daños e intereses. La indemnización del daño
compensatorio no puede ni debe acumularse a la ejecución efectiva de la prestación.

Daño moratorio
Artículo 1747. Acumulabilidad del daño moratorio El resarcimiento del daño moratorio es acumulable al del daño
compensatorio o al valor de la prestación y, en su caso, a la cláusula penal compensatoria, sin perjuicio de la facultad
morigeradora del juez cuando esa acumulación resulte abusiva.

El daño moratorio es el que se debe con motivo de la mora del deudor en el cumplimiento de una obligación. La
indemnización si es acumulable a la prestación principal.

DAÑO COMÚN Y DAÑO PROPIO


Llamamos daño común al que sufriría cualquier acreedor con motivo del incumplimiento, conforme al curso norma y
ordinario de las cosas.

El daño propio es el que sufre en concreto un acreedor atendiendo para ello a sus especiales circunstancias.

DAÑO DIRECTO Y DAÑO INDIRECTO


Daño directo es aquel que sufre la victima inmediata del acto ilícito, ya sea directamente en su patrimonio, o bien
indirectamente en este por el mal hecho a su persona, a sus derechos o facultades.

Daño indirecto, en cambio, es el que experimenta toda persona distinta a la víctima del ilícito, que sufre un perjuicio
propio derivado de aquel.

DAÑO ACTUAL Y DAÑO FUTURO


Se considera daño presente o actual a aquel que ya se ha producido al momento de dictarse sentencia, mientras que
será daño futuro el que se producirá con posterioridad a ella o más allá del litigio.

DAÑO INSTANTÁNEO Y DAÑO CONTINUADO


Daño instantáneo es el que ocurre una sola vez, sea presente o futuro. El daño continuado, en cambio, es aquel que
permanece a lo largo del tiempo.

DAÑO CONSOLIDADO Y DAÑO VARIABLE


Llamamos daño consolidado al que no registra modificaciones a través del tiempo. En cambio, un daño será variable
cuando existe una previsibilidad de que el mismo pueda aumentar o disminuir a lo largo del tiempo.

DAÑO AL INTERÉS NEGATIVO Y AL INTERÉS POSITIVO


Se consideran daños al interés negativo aquellos que padece el acreedor en razón de haber creído en la eficacia del
negocio, y que no los hubiera sufrido si la obligación no se hubiese generado.

Los daños al interés positivo abarcan todo lo que el acreedor hubiese obtenido si la obligación se hubiera llevado a
cabo normalmente.

DAÑO PUNITIVO
La ley de defensa del consumidor ha consagrado legislativamente por primera vez en el derecho argentino a los
daños punitivos.

Son daños punitivos aquellos que son concedidos para castigar al demandado por una conducta particularmente
grave, con el fin de desalentar la reiteración de ese accionar en el futuro. Poseen la naturaleza de una pena, puesto
que su finalidad no es reparar el daño a la víctima sino castigar a quien ha ocasionado el perjuicio mediante una
grave inconducta.

PRUEBA DE DAÑO
Artículo 1744. Prueba del daño
El daño debe ser acreditado por quien lo invoca, excepto que la ley lo impute o presuma, o que surja notorio de los
propios hechos.

Debiendo ser el daño resarcible cierto, personal y subsistente, tales recaudos deben ser acreditados para que
proceda su reparación; sin embargo, solo es necesaria la prueba de su existencia, puesto que la prueba de su
magnitud, extensión o cuantía puede ser suplida por el prudente criterio judicial.

Asimismo, el damnificado debe agotar todos los medios a su alcance para intentar cuantificarlo con la mayor
aproximación posible.

Artículo 1745. Indemnización por fallecimiento


En caso de muerte, la indemnización debe consistir en:

1. los gastos necesarios para asistencia y posterior funeral de la víctima. El derecho a repetirlos incumbe a quien los
paga, aunque sea en razón de una obligación legal;

2. lo necesario para alimentos del cónyuge, del conviviente, de los hijos menores de veintiún años de edad con
derecho alimentario, de los hijos incapaces o con capacidad restringida, aunque no hayan sido declarados tales
judicialmente; esta indemnización procede aun cuando otra persona deba prestar alimentos al damnificado
indirecto; el juez, para fijar la reparación, debe tener en cuenta el tiempo probable de vida de la víctima, sus
condiciones personales y las de los reclamantes;

3. la pérdida de chance de ayuda futura como consecuencia de la muerte de los hijos; este derecho también compete
a quien tenga la guarda del menor fallecido.

Artículo 1746. Indemnización por lesiones o incapacidad física o psíquica


En caso de lesiones o incapacidad permanente, física o psíquica, total o parcial, la indemnización debe ser evaluada
mediante la determinación de un capital, de tal modo que sus rentas cubran la disminución de la aptitud del
damnificado para realizar actividades productivas o económicamente valorables, y que se agote al término del plazo
en que razonablemente pudo continuar realizando tales actividades. Se presumen los gastos médicos, farmacéuticos
y por transporte que resultan razonables en función de la índole de las lesiones o la incapacidad. En el supuesto de
incapacidad permanente se debe indemnizar el daño aunque el damnificado continúe ejerciendo una tarea
remunerada. Esta indemnización procede aun cuando otra persona deba prestar alimentos al damnificado.

VALUACIÓN DEL DAÑO


Artículo 1740. Reparación plena
La reparación del daño debe ser plena. Consiste en la restitución de la situación del damnificado al estado anterior al
hecho dañoso, sea por el pago en dinero o en especie. La víctima puede optar por el reintegro específico, excepto
que sea parcial o totalmente imposible, excesivamente oneroso o abusivo, en cuyo caso se debe fijar en dinero. En el
caso de daños derivados de la lesión del honor, la intimidad o la identidad personal, el juez puede, a pedido de parte,
ordenar la publicación de la sentencia, o de sus partes pertinentes, a costa del responsable.

VÍAS PARA VALUAR EL DAÑO


Valuación legal
Surge del texto de ciertas leyes que contienen topes indemnizatorios mínimos y máximos para los supuestos de
daños por ellas contemplados, o bien, pautas para su determinación.

Valuación judicial
Es la que realiza el juez al momento de dictar sentencia, cuando las partes no han pactado la indemnización en forma
previa, o bien cuando la ley no determina tarifación alguna para el daño a reparar.

El juez debe fijar la cuantía del daño al momento del dictado de la sentencia, y a partir de allí fijarse intereses al
obligado en caso de incumplimiento con el pago de la indemnización en el plazo establecido en la resolución judicial.

Valuación arbitral
Se da cuando una cuestión de reclamo de indemnización de perjuicios sea sometida a la decisión de árbitros o
amigables componedores.

Valuación convencional
Las partes pueden establecer el monto del daño a reparar. Ello puede hacerse una vez iniciado el proceso judicial o
bien en forma anticipada a la ocurrencia del daño mediante la figura de la cláusula penal.

El acuerdo puede hacerse a través de una clausula penal, o transacción.

RELACIÓN DE CAUSALIDAD
El daño resulta ser una consecuencia que podría atribuirse a una pluralidad de hechos antecedentes o condiciones
que se encadenan en forma previa a su producción, y no a un único hecho aislado. Cada uno de estos eventos se
erige de tal modo en un eslabón independiente. La relación de causalidad es el enlace factico o material que debe
existir entre un hecho antecedente y otro consecuente. Es la posibilidad de unir un hecho con un resultado.

Artículo 1726. Relación causal


Son reparables las consecuencias dañosas que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño.
Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles.

Funciones

1. Identifica el autor: A través de su estudio y análisis, podremos determinar cuándo un resultado dañoso es
atribuible a la acción u omisión de un sujeto o de una cosa. Esta autoría del daño comprende tanto el daño causado
personalmente, como el perjuicio ocasionado por un sujeto por el cual se debe responder, o bien por una cosa de la
que se es dueño o guardián.

2. Establece la extensión del resarcimiento: Permite advertir en forma anticipada cual será la extensión o medida del
resarcimiento a obtener por la víctima.

La noción de causalidad es eminentemente científica, puesto que está referida al enlace factico o material que debe
existir entre un hecho antecedente (acción u omisión humana) y otro consecuente (resultado dañoso). De allí cabe
deducir que no existe un concepto jurídico de causalidad, sino que se debe hablar más apropiadamente de
imputación objetiva, para hacer referencia a los distintos criterios valorativos que utilizara el legislador para atribuir
las consecuencias de dicho daño al elegido como responsable.

LA RELACIÓN DE CAUSALIDAD EN EL CÓDIGO CIVIL Y COMERCIAL DE LA NACIÓN


ARGENTINA
En nuestro país, el CCCN se ha inclinado por la teoría de la causalidad adecuada, que ha sido aceptada pacíficamente
por la doctrina y la jurisprudencia.

Artículo 1726. Relación causal


Son reparables las consecuencias dañosas que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño.
Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y las mediatas previsibles.

CATEGORÍAS DE CONSECUENCIAS DE LOS HECHOS


Artículo 1727. Tipos de consecuencias
Las consecuencias de un hecho que acostumbran a suceder según el curso natural y ordinario de las cosas, se llaman
en este Código “consecuencias inmediatas”. Las consecuencias que resultan solamente de la conexión de un hecho
con un acontecimiento distinto, se llaman “consecuencias mediatas”. Las consecuencias mediatas que no pueden
preverse se llaman “consecuencias casuales”.

1. Consecuencias inmediatas: la consecuencia aparece ligada en forma inmediata a su hecho generador, sin que
exista entre ellos otro hecho que sirva de lazo o de intermediador.

2. Consecuencias mediatas: la conexión de la consecuencia con el hecho que la produjo no es directa, sino que
simplemente se produce a través de la intermediación de otro hecho que le sirve de causa: por lo tanto, el resultado
solo se produce ante la comunión de dos hechos.

3. Consecuencias casuales: estas consecuencias no resultan ser previsibles, puesto que corresponden a hechos
fortuitos que ocurren en forma inesperada interrumpiendo el normal desarrollo del proceso causal.

PREVISIBILIDAD CONTRACTUAL
Artículo 1728. Previsibilidad contractual
En los contratos se responde por las consecuencias que las partes previeron o pudieron haber previsto al momento
de su celebración. Cuando existe dolo del deudor, la responsabilidad se fija tomando en cuenta estas consecuencias
también al momento del incumplimiento.

Esta es una regla que ha de aplicarse únicamente en supuestos de contratos paritarios, es decir, en aquellos en los
cuales las partes se encuentran en una condición igualitaria, donde rige en plenitud la autonomía de la voluntad; por
lo tanto, no será de aplicación en los contratos de consumo, en los de adhesión, ni en aquellos en los cuales no exista
esa cualidad de paridad.

A través de la regla de la previsibilidad contractual, los contratantes pueden prever los riesgos y beneficios de
someterse a esta regla, y fijar anticipadamente las consecuencias a indemnizarse en caso de incumplimiento. A
diferencia de la regla de la causalidad adecuada, la previsibilidad contractual determinara la extensión de la
reparación ante el incumplimiento, de conformidad a lo que las partes previeron anticipadamente para el caso
concreto que las une.

Al momento de celebrar un contrato, las partes suelen evaluar los costos y beneficios de la relación contractual que
asumen; por lo tanto, no tendría buen sentido que el contratante que resulta incumplidor deba responder por
aquellos resultados dañosos que ni contempló como posibles al momento de celebrar el contrato, ni una persona
razonable, al momento de contratar, y contando en su caso, con los especiales conocimientos de aquel, habría
previsto que podrían producirse ante el incumplimiento.

En definitiva, más allá de dejar de lado la regla de la causalidad adecuada y de las consecuencias indemnizables a
partir de ella, la previsibilidad contractual se destaca porque:

Resulta de aplicación únicamente en caso de incumplimiento contractual

• No es aplicable a los contratos que no sean paritarios

• Asume que las partes negocian libremente el precio del contrato y, para fijarlo, necesitan conocer los riesgos que
asumen, por lo cual pactan las consecuencias a indemnizar teniendo especial consideración de ello

• Para la fijación de las consecuencias a indemnizar al momento de celebrar la obligación, se considera la apreciación
en concreto que las partes hayan realizado para el negocio que las vincula

• Resulta de aplicación en casos de existencia de dolo del deudor, el que se producirá ante el incumplimiento de la
obligación con manifiesta indiferencia hacia los intereses del acreedor.

PRUEBA DE LA RELACIÓN CAUSAL


Ninguna duda cabe de que debe probarse el nexo adecuado entre la conducta del agente a quien se le imputa el
daño y la producción de este último, debiendo tratarse de una prueba efectiva, resultando insuficiente a tal fin el
aporte de meras conjeturas o de simples hechos que permitan suponer que existiría vinculación entre esos
acontecimientos.

Artículo 1736. Prueba de la relación de causalidad


La carga de la prueba de la relación de causalidad corresponde a quien la alega, excepto que la ley la impute o la
presuma. La carga de la prueba de la causa ajena, o de la imposibilidad de cumplimiento, recae sobre quien la invoca.

No podemos soslayar, sin embargo, que existen innumerables situaciones en las cuales la victima del daño podría
encontrarse en dificultades para poder probar el nexo causal, como ocurre en actividades profesionales, como en la
responsabilidad civil médica. En razón de ello, en determinadas circunstancias resulta necesario flexibilizar la
exigencia probatoria del nexo causal con tal que la responsabilidad civil no se torne ilusoria.

Aun cuando se flexibilice su prueba, ello no debe significar que la víctima no está obligada a demostrar la relación
causal entre la conducta del agente y el daño.

EL HECHO DEL DAMNIFICADO


Artículo 1729. Hecho del damnificado
La responsabilidad puede ser excluida o limitada por la incidencia del hecho del damnificado en la producción del
daño, excepto que la ley o el contrato dispongan que debe tratarse de su culpa, de su dolo, o de cualquier otra
circunstancia especial. La norma aclara que el hecho del damnificado puede servir como eximente total y absoluta de
responsabilidad civil, o bien como factor limitativo de ella cuando ha coexistido con un hecho imputable a la
responsabilidad del demandado en la producción del daño (concausa). No se trata de ponderar culpas sino autorías
materiales, y desde ese ángulo, tanto el hecho culpable de la víctima como el no culpable pueden ser causa
adecuada, exclusiva o concurrente del daño. La culpa exclusiva de la víctima no solo hace presuponer la ausencia de
culpabilidad del agente, sino que se inserta de tal modo en la relación causal que excluye la imputación objetiva; se
trata de una circunstancia que provocara la ruptura del nexo causal entre la acción del agente a quien se imputa el
daño y el resultado dañoso.

EL HECHO DEL TERCERO POR QUIEN NO SE DEBE RESPONDER


Artículo 1731. Hecho de un tercero
Para eximir de responsabilidad, total o parcialmente, el hecho de un tercero por quien no se debe responder debe
reunir los caracteres del caso fortuito. La prueba del hecho o culpa del tercero

El hecho del tercero no se presume, por lo cual pesa sobre el demandado la carga de la prueba sobre su existencia y
sobre su incidencia causal en la comisión del daño. A tal fin, el demandado cuenta con libertad de medios probatorio.

CASO FORTUITO O FUERZA MAYOR


Artículo 1730. Caso fortuito. Fuerza mayor
Se considera caso fortuito o fuerza mayor al hecho que no ha podido ser previsto o que, habiendo sido previsto, no
ha podido ser evitado. El caso fortuito o fuerza mayor exime de responsabilidad, excepto disposición en contrario.
Este Código emplea los términos “caso fortuito” y “fuerza mayor” como sinónimos. Ambas expresiones son
sinónimos con idéntica finalidad práctica: de configurarse cualquiera de ellas, el demandado queda exonerado de
responsabilidad.

Pueden resultar de aplicación las normas del caso fortuito o fuerza mayor en los siguientes casos:

• Fenómenos naturales

• Acto de autoridad publica

• Guerra

• Huelga ilegal

• Hecho de un tercero

• Enfermedad o accidente del deudor

• Incendio

Elementos esenciales
1. Requiere antes que nada la concurrencia de un elemento objetivo: el acontecimiento o suceso. Sin embargo, no
existe un catálogo cerrado de sucesos que puedan considerarse fortuitos, por lo cual habrá que estarse a cada caso
en concreto para analizar su configuración o no como tal.

2. Es menester que el mismo no haya podido ser previsto, o en su defecto, si ha sido previsible, que no pueda ser
evitado.

3. Debe ser inevitable.

4. El acontecimiento debe ser actual.

5. El hecho debe ser extraño o inimputable al deudor.

6. Se requiere que el caso fortuito sea sobrevenido. Efectos jurídicos En el ámbito convencional, ante la ocurrencia de
un caso fortuito el deudor quedara liberado a no ser que se den algunas de las situaciones previstas en el art. 1733
del CCCN.

Artículo 1733. Responsabilidad por caso fortuito o por imposibilidad de cumplimiento


Aunque ocurra el caso fortuito o la imposibilidad de cumplimiento, el deudor es responsable en los siguientes casos:

1. si ha asumido el cumplimiento aunque ocurra un caso fortuito o una imposibilidad;


2. si de una disposición legal resulta que no se libera por caso fortuito o por imposibilidad de cumplimiento;

3. si está en mora, a no ser que ésta sea indiferente para la producción del caso fortuito o de la imposibilidad de
cumplimiento;

4. si el caso fortuito o la imposibilidad de cumplimiento sobrevienen por su culpa;

5. si el caso fortuito y, en su caso, la imposibilidad de cumplimiento que de él resulta, constituyen una contingencia
propia del riesgo de la cosa o la actividad;

6. si está obligado a restituir como consecuencia de un hecho ilícito.

IMPOSIBILIDAD DE CUMPLIMIENTO
Artículo 1732. Imposibilidad de cumplimiento
El deudor de una obligación queda eximido del cumplimiento, y no es responsable, si la obligación se ha extinguido
por imposibilidad de cumplimiento objetiva y absoluta no imputable al obligado. La existencia de esa imposibilidad
debe apreciarse teniendo en cuenta las exigencias de la buena fe y la prohibición del ejercicio abusivo de los
derechos

FACTORES DE ATRIBUCIÓN
Artículo 1721. Factores de atribución
La atribución de un daño al responsable puede basarse en factores objetivos o subjetivos. En ausencia de normativa,
el factor de atribución es la culpa.

El factor de atribución constituye también uno de los presupuestos esenciales de la responsabilidad civil. A través de
él se adquiere el fundamento que determinara el deber de una determinada persona a resarcir el daño injusto
sufrido por la víctima.

El factor de imputación o atribución de la responsabilidad se convierte de tal modo en un juicio de valor que
determinara en definitiva que persona debe responder frente al damnificado ante la ocurrencia de un daño. Se trata
de una imputación no solo fáctica, sino además valorativa.

Históricamente ha sido la culpa el factor de imputación por excelencia de la responsabilidad civil.

Con la revolución industrial, la aparición del maquinismo provoco el acaecimiento de situaciones en las cuales se
ocasionaban daños a las víctimas, los cuales eran atribuibles a hechos que no eran posibles de ser imputados a la
culpa de ningún sujeto. A fin de no dejar a las victimas sin reparación, fueron necesarios valorar a otros factores de
imputación ajenos a la subjetividad del responsable.

En la argentina, dichos factores objetivos de atribución de la responsabilidad fueron incorporados al derogado código
civil en 1968. A partir de ese momento coexistieron sin primacía alguna entre ellos los factores de atribución
subjetivos y objetivos.

FACTORES DE ATRIBUCIÓN SUBJETIVOS


Artículo 1724. Factores subjetivos
Son factores subjetivos de atribución la culpa y el dolo. La culpa consiste en la omisión de la diligencia debida según
la naturaleza de la obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia, la
negligencia y la impericia en el arte o profesión. El dolo se configura por la producción de un daño de manera
intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos.
Los factores de atribución subjetivos se encuentran comprendidos en la genérica denominación de culpabilidad, ya
que a través de ellos se pretende valorar la conducta de la persona que ha cometido el daño injustificadamente. La
noción genérica de culpabilidad puede manifestarse a través del dolo o la culpa del autor del daño.

LA IMPUTABILIDAD
Artículo 1725. Valoración de la conducta
Cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor es la diligencia exigible
al agente y la valoración de la previsibilidad de las consecuencias. Cuando existe una confianza especial, se debe
tener en cuenta la naturaleza del acto y las condiciones particulares de las partes.

Para valorar la conducta no se toma en cuenta la condición especial, o la facultad intelectual de una persona
determinada, a no ser en los contratos que suponen una confianza especial entre las partes. En estos casos, se estima
el grado de responsabilidad, por la condición especial del agente.

No podemos hablar de culpabilidad sin aludir a la imputabilidad. Es imputable aquel sujeto que tiene aptitudes
mentales para gobernar su propia conducta a partir de una comprensión de la licitud e ilicitud de su
comportamiento. Una vez que se ha determinado que el sujeto ha actuado voluntariamente recién cabe analizar si su
conducta es susceptible de reproche a través de la culpa o del dolo. Constituyen causas de inimputabilidad:

• La minoridad

• La privación accidental de la razón

• El dolo esencial si es grave

• La violencia como vicio de la voluntad La culpabilidad presupone imputabilidad, por lo cual no puede existir aquella
sin esta última. Solo podrá endilgarse culpa o dolo a quien sea imputable, es decir, a quien haya actuado con
discernimiento, intención y libertad.

EL DOLO
Artículo 1724. Factores subjetivos
Son factores subjetivos de atribución la culpa y el dolo. El dolo se configura por la producción de un daño de manera
intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos. El dolo comprende:

1. Dolo directo:la intención se evidencia como finalidad inmediata en la conducta del agente.
2. Dolo indirecto:el daño final es el resultado de una conducta que fue ejecutada con una finalidad diferente, pero
voluntariamente afrontada con la acción.

3. Dolo eventual:el agente realiza su conducta con total indiferencia a la producción de las consecuencias dañosas
que puede provocar su proceder. Aquí el posible resultado dañoso no es perseguido por aquel, pero se lo representa
internamente y desdeña las posibles consecuencias perjudiciales de su obrar.

Prueba del dolo


El dolo debe ser probado por quien lo alega, ya que no puede presumirse.

Artículo 1734. Prueba de los factores de atribución y de las eximentes.


Excepto disposición legal, la carga de la prueba de los factores de atribución y de las circunstancias eximentes
corresponde a quien los alega.

Efectos del dolo


1. En el supuesto de una obligación solidaria, las consecuencias propias del incumplimiento doloso de uno de los
deudores no son soportadas por los otros.
2. El dolo agrava las consecuencias a reparar.

3. De existir dolo, este no liberara al responsable aun mediando un consentimiento libre e informado del damnificado
si este constituye una cláusula abusiva.

4. El dolo obsta la posibilidad de que se pueda atenuar equitativamente la indemnización.

5. Provoca la resolución total o parcial del contrato, cuando el incumplimiento del contrato es intencional. Dispensa o
renuncia a los efectos del dolo

Artículo 1743. Dispensa anticipada de la responsabilidad


Son inválidas las cláusulas que eximen o limitan la obligación de indemnizar cuando afectan derechos indisponibles,
atentan contra la buena fe, las buenas costumbres o leyes imperativas, o son abusivas. Son también inválidas si
liberan anticipadamente, en forma total o parcial, del daño sufrido por dolo del deudor o de las personas por las
cuales debe responder.

La prohibición de dispensa anticipada del dolo comprende tanto la dispensa del dolo propio como también la de los
representantes, administradores y dependientes del deudor. Toda cláusula que establezca la dispensa anticipada del
dolo será nula.

Renuncia a los efectos del dolo ya producido


Nada impide renunciar a los efectos del dolo ya producido, ya que se admite que el acreedor puede renunciar a los
derechos resarcitorios que le corresponden ante el incumplimiento doloso del deudor.

LA CULPA
Artículo 1724. Factores subjetivos
Son factores subjetivos de atribución la culpa y el dolo. La culpa consiste en la omisión de la diligencia debida según
la naturaleza de la obligación y lascircunstancias de las personas, el tiempo y el lugar. Comprende la imprudencia, la
negligencia y la impericia en el arte o profesión La culpa puede manifestarse de tres maneras:

1. Negligencia: consiste en no haber adoptado la debida diligencia para evitar la producción del daño. Se trata de
una conducta omisiva del sujeto, puesto que de haber realizado la actividad exigida el daño se habría evitado. Se
incurre en negligencia cuando se hace menos de lo debido.

2. Imprudencia:se da cuando el sujeto actúa en forma precipitada e irreflexiva y sin prever las consecuencias que
podría ocasionar con su conducta. Hay imprudencia cuando se hace más de lo que se debe.

3. Impericia:se da ante la incapacidad de quien por su trabajo o profesión se supone capacitado para adoptar
recaudos técnicos que impidan la producción de un daño. Existe una falta de conocimientos por parte del
profesional, ya sea por ausencia de sabiduría práctica, experiencia o habilidad. La culpa no es concebible sin la
presencia de un daño.

Elementos de la culpa
La culpa se caracteriza por la presencia de dos elementos negativos:

1. Ausencia de intención de dañar

2. Omisión de la conducta debida

La culpa es un defecto de conducta del comportamiento del deudor respecto de la conducta normativamente
impuesta.

Culpa civil y culpa penal


La culpa es un concepto unitario, idéntico tanto en el derecho civil como en el penal. La culpa es una sola, y son
también comunes las formas en que ella se manifiesta: imprudencia, negligencia e impericia.
Apreciación de la culpa
El sistema de apreciación de la culpa es mixto, ya que es a la vez abstracto y concreto. El magistrado debe examinar el
caso concreto y luego compararlo con la diligencia esperable en un hombre prudente. Ello sin desestimar las
circunstancias de personas, de tiempo y de lugar que informa la norma, puesto que ellas serán determinadas a la
hora de juzgar si una conducta ha sido culposa o no.

Dispensa de la culpa
Se entiende por dispensa de la culpa a todo acuerdo tendiente a eximir al deudor de responsabilidad por su
incumplimiento culposo, ya sea en forma total o parcial.

Basándose en la aplicación del principio constitucional de legalidad consagrado en el art. 19 de la Constitución


Nacional, muchos autores se han expedido en favor de la validez de las cláusulas de dispensa de la culpabilidad. Sin
embargo, la jurisprudencia en los últimos años ha ido corrigiendo esta postura permisiva inicial.

1. Si la cláusula pactada apunta a eximir totalmente de responsabilidad al deudor que incumple culposamente con la
prestación asumida en una obligación, debe ser considerada nula.

2. Si estamos en presencia de cláusulas limitativas de responsabilidad, podría alegarse su validez.

Prueba de la culpa
La culpa debe ser probada por la victima del daño.

1. En el ámbito aquiliano, cuando el deber de responder surge de la violación del alterum non laedere, la victima del
hecho ilícito debe probar todos los presupuestos de la responsabilidad civil, lo cual da cuenta de que el damnificado
debe acreditar la culpabilidad del autor del hecho.

2. En cuanto al ámbito de la responsabilidad contractual, cuando la obligación es de medios, incumbe al actor la


prueba de la culpa; si la obligación es de resultado se presume la responsabilidad del deudor a partir de la falta de
obtención de la finalidad prometida por el deudor.

FACTORES DE ATRIBUCIÓN OBJETIVOS


A la par de los clásicos factores de atribución subjetivos de la responsabilidad civil (culpa y dolo), también el Derecho
de Daños admite otros factores de imputación que, prescindiendo de toda idea de culpabilidad, son idóneos para
atribuir responsabilidad, tanto en el ámbito contractual como en el aquiliano.

La responsabilidad objetiva es definida en forma negativa, ya que se la concibe como aquella que nace sin que medie
culpa de aquel a quien se imputa el daño.

Estos factores objetivos de atribución permiten que pueda ser dejado de lado el dogma que rezaba que no existe
responsabilidad sin culpa, para que la responsabilidad civil comience a ser definida como la reacción frente al daño
injusto, focalizando su atención en la victima. El fundamento de la responsabilidad civil es el daño de quien lo
soporta.

Los factores de atribución objetivos constituyen un catálogo abierto que admite nuevas incorporaciones en la medida
en que así lo requieran las necesidades sociales.

Artículo 1722. Factor objetivo


El factor de atribución es objetivo cuando la culpa del agente es irrelevante a los efectos de atribuir responsabilidad.
En tales casos, el responsable se libera demostrando la causa ajena, excepto disposición legal en contrario.

Los factores de atribución objetivos prescinden de cualquier reproche subjetivo de conducta del responsable y son
atributivos de responsabilidad hacia este en razón de diferentes fundamentos. Puede atribuirse responsabilidad
objetiva a una persona en razón de los siguientes factores de atribución:

• Garantía;
• Riesgo creado;

• Equidad;

• Abuso del derecho;

• Exceso a la normal tolerancia entre vecinos;

• Igualdad ante las cargas públicas;

• Solidaridad.

Cuando la responsabilidad es objetiva, será irrelevante que el demandado pretenda eximirse acreditando su ausencia
de culpabilidad, ya que el reproche legal hacia él no es subjetivo ni está en discusión su conducta. La prueba de la no
culpa no lo liberara. Solo podrá eximirse acreditando la causa ajena que fractura el nexo causal, esto es: hecho de la
víctima, hecho de un tercero por quien no deba responder y caso fortuito o fuerza mayor.

Acciones civil y penal


Articulo 1774 Independencia la acción civil y penal resultante del mismo hecho del mismo hecho pueden
ser ejercidas independientemente. En los casos en que el hecho dañoso configure el mismo tiempo un delito del
derecho criminal, la acción civil puede interponerse ante los jueces penales, conforme a las disposiciones de los
códigos procesales o las leyes especiales.

En el caso de que un caso tenga de por medio una acción civil y una penal estas puede ser ejercidas de manera
independientes una de las otras.

Articulo 1775 Suspensión del dictado de la sentencia civil Suspensión del dictado de la
sentencia civil. Si la acción penal precede a la acción civil, o es intentada durante su curso, el
dictado de la sentencia definitiva debe suspenderse en el proceso civil hasta la conclusión del
proceso penal, con excepción de los siguientes casos:

a) si median causas de extinción de la acción penal;

b) si la dilación del procedimiento penal provoca, en los hechos, una frustración efectiva del
derecho a ser indemnizado;

c) si la acción civil por reparación del daño está fundada en un factor objetivo de
responsabilidad.

ARTICULO 1776.- Condena penal. La sentencia penal condenatoria produce efectos de


cosa juzgada en el proceso civil respecto de la existencia del hecho principal que constituye el
delito y de la culpa del condenado.

ARTICULO 1777.- Inexistencia del hecho, de autoría, de delito o de responsabilidad


penal. Si la sentencia penal decide que el hecho no existió o que el sindicado como
responsable no participó, estas circunstancias no pueden ser discutidas en el proceso civil.

Si la sentencia penal decide que un hecho no constituye delito penal o que no compromete la
responsabilidad penal del agente, en el proceso civil puede discutirse libremente ese mismo
hecho en cuanto generador de responsabilidad civil.

ARTICULO 1778.- Excusas absolutorias. Las excusas absolutorias penales no afectan a la


acción civil, excepto disposición legal expresa en contrario.

ARTICULO 1779.- Impedimento de reparación del daño. Impiden la reparación del


daño:

a) la prueba de la verdad del hecho reputado calumnioso;

b) en los delitos contra la vida, haber sido coautor o cómplice, o no haber impedido el hecho
pudiendo hacerlo.

ARTICULO 1780.- Sentencia penal posterior. La sentencia penal posterior a la sentencia


civil no produce ningún efecto sobre ella, excepto en el caso de revisión. La revisión procede
exclusivamente, y a petición de parte interesada, en los siguientes supuestos:

a) si la sentencia civil asigna alcances de cosa juzgada a cuestiones resueltas por la sentencia
penal y ésta es revisada respecto de esas cuestiones, excepto que derive de un cambio en la
legislación;

b) en el caso previsto en el artículo 1775 inciso

c) si quien fue juzgado responsable en la acción civil es absuelto en el juicio criminal por
inexistencia del hecho que funda la condena civil, o por no ser su autor;

c) otros casos previstos por la ley.

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