He aquí una pequeña historia de mi felicidad personal. No es llamativa,
,mi vida es como una pequeña obra de teatro, con tres actos bien definidos. El primer acto, el de mi infancia: "Me acostumbré desde niño a hacer un poco rebelde. Tenía siempre mucho tiempo libre. No era buen estudiante pero tampoco el más malo; Mis padres me regañaban, pero yo no les hacía caso. Nada de lo que me decían le prestaba atención. Comía bebía y dormía lo que me parecía bueno; me divertía sin que nadie me controlara. Cuando tuve en casa un pick-up e Internet, me aficioné tanto que tacaba en bailes y navegaba horas enteras sin decir basta. Veía lo que me gustaba, sin preocuparme si me convenía o no. Nadie me decía nada. Mis padres me dieron por imposible el cambiar. Me recluía en mi cuarto y allí me sentía totalmente libre". Segundo acto, el de mi juventud: "Un día, fui donde mi compadre a visitarlo y conocí a Andrea, una chica alegre. Me cayó bien. Comenzamos a salir, paseábamos y hablábamos de todo. Enseguida me di cuenta de que era una mujer excepcional, de una personalidad arrolladora, muy recia y de gran criterio. A veces me corregía, decía que era un poco rebelde y que no me gustaba escuchar, y con paciencia me enseñó a reflexionar. Al cabo de cuatro meses ya éramos novios y después decidimos realizarnos hasta tener un hermoso niño llamado luis miguel. Me siento muy enamorado. Andrea me atrae por sus cualidades humanas, pero también por su extraordinaria belleza". Tercer acto, el sair de hoy, "Llevamos 1 año dos meses viviendo. Nos ha nacido un hermoso hijo, un niño muy hermoso que tiene ya 5 meses. En este tiempo he comprendido lo equivocado que estaba. Pensaba que sería feliz haciendo lo que me viniera en gana. Y no lo fui. Cambié y ahora me siento a gusto haciendo feliz a mi mujer y a mi hijo. Aunque quisiera, no puedo hacer ya lo que deseo. El tiempo libre lo dedico a Andrea y a mi hijo. Y lo que nunca hubiera podido imaginar: me he acostumbrado a echar una mano en la casa ayudar a mi mama a mi mujer, a hacer los recados, mis padres están contento Con todo lo que estoy haciendo estudiando salud ocupacional, lo curioso es que ahora soy feliz, me siento otro hombre". La historia está llena de pequeñas historias personales. Como la mía, un hombre que supo dar con la clave de su felicidad.