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PROTECTO DE VIDA

CUENTO SOBRE EXPERIENCIA PERSONAL

ALEXANDER PEREZ CUETO

DOCENTE : NATALIA MEEK

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA MINUTO DE DIOS

BARRANQUILLA - ATLÁNTICO

2018
CUENTO SOBRE EXPERIENCIA PERSONAL

He aquí una pequeña historia de mi felicidad personal. No es llamativa,


,mi vida es como una pequeña obra de teatro, con tres actos bien
definidos. El primer acto, el de mi infancia: "Me acostumbré desde niño
a hacer un poco rebelde. Tenía siempre mucho tiempo libre. No era buen
estudiante pero tampoco el más malo; Mis padres me regañaban, pero yo
no les hacía caso. Nada de lo que me decían le prestaba atención. Comía
bebía y dormía lo que me parecía bueno; me divertía sin que nadie me
controlara. Cuando tuve en casa un pick-up e Internet, me aficioné tanto
que tacaba en bailes y navegaba horas enteras sin decir basta. Veía lo
que me gustaba, sin preocuparme si me convenía o no. Nadie me decía
nada. Mis padres me dieron por imposible el cambiar. Me recluía en mi
cuarto y allí me sentía totalmente libre". Segundo acto, el de mi
juventud: "Un día, fui donde mi compadre a visitarlo y conocí a Andrea,
una chica alegre. Me cayó bien. Comenzamos a salir, paseábamos y
hablábamos de todo. Enseguida me di cuenta de que era una mujer
excepcional, de una personalidad arrolladora, muy recia y de gran
criterio. A veces me corregía, decía que era un poco rebelde y que no me
gustaba escuchar, y con paciencia me enseñó a reflexionar. Al cabo de
cuatro meses ya éramos novios y después decidimos realizarnos hasta
tener un hermoso niño llamado luis miguel. Me siento muy enamorado.
Andrea me atrae por sus cualidades humanas, pero también por su
extraordinaria belleza". Tercer acto, el sair de hoy, "Llevamos 1 año dos
meses viviendo. Nos ha nacido un hermoso hijo, un niño muy hermoso
que tiene ya 5 meses. En este tiempo he comprendido lo equivocado que
estaba. Pensaba que sería feliz haciendo lo que me viniera en gana. Y no
lo fui. Cambié y ahora me siento a gusto haciendo feliz a mi mujer y a
mi hijo. Aunque quisiera, no puedo hacer ya lo que deseo. El tiempo
libre lo dedico a Andrea y a mi hijo. Y lo que nunca hubiera podido
imaginar: me he acostumbrado a echar una mano en la casa ayudar a mi
mama a mi mujer, a hacer los recados, mis padres están contento Con
todo lo que estoy haciendo estudiando salud ocupacional, lo curioso es
que ahora soy feliz, me siento otro hombre". La historia está llena de
pequeñas historias personales. Como la mía, un hombre que supo dar
con la clave de su felicidad.

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