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Al igual que para los apartados anteriores, seguimos ampliamente la estructura de la entrevista elaborada por P. PANCHERI (1985) pero
adaptándole la clasificación actual del DSM-V. El interés del modelo de entrevista presentado por este autor es el aspecto estructurado que
tiene el proceso de la entrevista tomando en cuenta la semiología psicopatológica y los cuadros clínicos de los trastornos mentales. Presenta
igualmente unas orientaciones concretas con preguntas específicas que le permiten al psicólogo neófito abordar con claridad las diferentes
Antes de introducirse en el campo de la entrevista, el psicólogo debe ser consciente de los factores intrapersonales que pueden influir en el
proceso de la entrevista. En efecto, el interrogatorio pone en juego una dinámica relacional entre el paciente y el clínico. Y como tal, esta
dinámica implica que el psicólogo esté al corriente de los factores personales, sus reacciones emocionales, actitudes, etc., que pueden
influenciar la entrevista concretamente. De allí la importancia que tiene la supervisión clínica puesto que las reacciones del paciente pueden
ser fomentadas por las actitudes que el clínico tome durante la entrevista.
En ese sentido se debe hacer la pregunta de sí lo más importante es evaluar las reacciones del paciente a las actitudes y comportamientos del
clínico o definir lo más naturalmente posible, la problemática del paciente tal como la experimenta el mismo paciente y qué es lo que éste
Evidentemente que la respuesta sé orienta hacia la segunda opción puesto que es de ese lado que se puede llegar a una mejor definición y
captación del sufrimiento del paciente. En estas circunstancias, uno de los instrumentos que puede facilitar la supervisión es la entrevista
grabada en microlaboratorio. En efecto, la supervisión después de la entrevista grabada, permite objetivar las cualidades y defectos del
interrogatorio tanto en el plano de la conducción del interrogatorio en lo que tiene que ver con los conocimientos en psicopatología clínica
como en el análisis de las actitudes personales que pueden tener una influencia en las actitudes y reacciones del paciente.
1. Aspecto General
El aspecto general puede revelar la sicopatología del paciente. Un paciente depresivo o psicótico puede presentar un aspecto descuidado en
Muy descuidado el paciente se muestra absolutamente indiferente hacia su aspecto físico; desordenado en el vestido, despeinado, sucio,
Descuidado el paciente parece haber hecho alguna tentativa, Solo bosquejada o incompleta, de cuidar su aspecto; parece así desaliñado,
Ligeramente rebuscado el paciente demuestra cuidar de manera acentuada su espacio físico, se viste en forma rebuscada o excéntrica, cuida
Rebuscado el paciente se viste de manera excesivamente excéntrica o extraña, cuida de manera paco común su arreglo y su afeite,
mostrando una clara intención de ejercitar, a través de su aspecto físico, una acción de efecto sobre los demás.
Extraño el Paciente a través de su vestido o de su manera de presentarse físicamente, muestra una evidente excentricidad y una clara
tendencia a la desviación respecto de los estándares de su grupo, mostrando al mismo tiempo una falta de conciencia crítica
Actividad Motora
Las manifestaciones matrices pueden revelar también el trastorno psicológico del paciente. Basta ver los movimientos inhibidos de los
pacientes depresivos, los movimientos excitados de los maniacos o la agitación característica del ansioso.
1. Bloqueo: el paciente está inmóvil a casi inmóvil aun estimulado repetidamente, no reacciona o reacciona con movimiento apenas
perceptibles.
2. Lentificación grave: la motilidad espontánea es prácticamente nula; no obstante, bajo estímulos reacciona y responde con lentitud al
3. Lentificación moderada: el paciente se mueve poco, lentamente y con esfuerzo aparente, pero es capaz de realizar espontáneamente
4. Lentificación leve: aun mostrando el paciente una motilidad normal desde el punto de vista cuantitativo, se muestra debilitado, habla y
5. Normalidad:
6. Inquietud: existe cierto grado de inquietud motora que se manifiesta a través de frecuentes cambios de posición, repetidos movimientos
7. Agitación leve: el interrogatorio es posible, pero el paciente muestra incapacidad para permanecer quieto por largo tiempo; se pasea, se
8. Agitación marcada: el interrogatorio es bastante difícil, dada la condición de extrema inquietud motora; el paciente se mueve
constantemente, no logra mantenerse en la misma posición ni siquiera unos segundos, se aleja con brusquedad y luego regresa.
9. Agitación grave: el coloquio es imposible; el paciente es presa de un estado de agitación tal que le impide toda comunicación.
La expresión del rostro es un importante medio de comunicación no verbal que puede revelar la concordancia o la discordancia en la
1. Profunda tristeza: el paciente se muestra desesperado y llora continuamente, o aparece bloqueado en una expresión de
sufrimiento.
3. Ligera tristeza: el paciente se muestra melancólico, triste y tiende a llorar quedamente si se tocan ciertos temas.
Mímicas
La mímica es otro importante componente de la comunicación no verbal que igualmente puede modular los contenidos del mensaje transmitido
por el paciente.
1. Animia: el rostro del paciente está bloqueado, y tiene una sola expresión que no es posible modificar efectivamente en el curso del
interrogatorio.
2. Hipomimia grave: la expresión del rostro del paciente está bloqueada como en el punto anterior, en una expresión fija; no obstante,
en algunos momentos del interrogatorio es posible obtener una modificación más o menos evidente.
3. Hipomimia leve: La mímica es lenta, pobre, pero no en una medida muy acentuada; es posible obtener cierta gama, aunque
4. Tensión: la mímica está reducida o francamente ausente, pero el examinador tiene la impresión de que el paciente ejercita un
5. Normal.
6. Hipermimia leve o moderada: la expresión del rostro del paciente cambia con cierta rapidez y facilidad en relación con los cambios
7. Hipermimia acentuada: existe una rápida sucesión de expresiones del rostro que escapan al control del paciente.
8. Discordancia: entre los contenidos del pensamiento, expuestos por el paciente en el curso de la entrevista, y la expresión del
que se repiten más o menos rítmicamente, sin ser movimientos de tipo extrapiramidal.
Este es un aspecto fundamental de la entrevista. Con frecuencia se encuentran pacientes que no colaboran con la entrevista o no la aceptan.
Ello puede tener diversas causas entre las cuales se pueden señalar el hecho de que el paciente mismo no solicitó la entrevista clínica, el
paciente no es consciente de la naturaleza de su trastorno y cómo repercute en las relaciones humanas, y en ese caso viene acompañado por
su familia quien es la que solicita la consulta. Pero también hay pacientes muy colaboradores y aceptan el interrogatorio con entusiasmo, pero
también aquí hay que ser precavidos, pues algunos trastornos psicológicos pueden conducir al paciente a exagerar los síntomas
1. Cooperación buscada: el paciente busca con ansia entrevistarse con el psicólogo, muestra evidente alivio en hablar y expresar sus
contenidos de conciencia.
2. Cooperación normal:
3. Pasividad leve o moderada: el paciente no asume una actitud de oposición o de rechazo, pero se muestra abúlico e indiferente a la
situación interpersonal con el psicólogo, tanto como para ser estimulado por éste.
4. Pasividad acentuada: e1 paciente se muestra del todo indiferente a la situación del interrogatorio, responde con monosílabos o no
responde en efecto.
5. Oposición acentuada: decididamente agresivo frente al psicólogo, acepta la relación con éste, pero sólo para asumir tal actitud
frente a él.
6. Negativismo: rechaza agresivamente toda forma de relación con el psicólogo o hace lo opuesto de cuanto se le pide, sin aceptar el
interrogatorio
Este aspecto debe valorarse relacionándolo con el estado de ánimo del paciente en el momento de la entrevista.
2. Discurso Interrumpido: frecuentes o prolongados periodos de silencio cuando se intenta un contacto con el paciente
3. Hipoproductividad acentuada: discurso lento, cuantitativamente disminuido, voz baja, querulante y monótona
5. Normal.
7. Logorrea: tiende a atropellar a los otros con su discurso, pero puede detenerse al menos por algún periodo.
La valoración de las expresiones afectivas durante el interrogatorio es una tarea difícil debido a que pueden intervenir factores personales que
interfieren en dicha evaluación. Por otro lado, hay que tomar en cuenta que las condiciones mismas de la entrevista pueden ser responsables
de dichas variaciones.
El psicólogo deberá ser precavido tratando de realizar una entrevista estandarizada, es decir, siempre y de la misma forma para todos los
pacientes de manera que se pueda tener un mismo marco de observación clínica para todos los pacientes.
La dimensión interrelacional presente entre el clínico y el paciente tiene una influencia importante. Un clínico demasiado efusivo o lo quo es lo
mismo, un clínico demasiado distante, pueden generar deformaciones en la expresión afectiva durante el interrogatorio, en el primer caso
favoreciendo en el paciente la expresividad mientras que en el segundo caso podría crear una reacción ansiosa adicional a la entrevista.
2. Muy reducidas: el paciente está apático, indiferente a aquello que lo rodea y a sí mismo.
3. Reducidas: está reducida la capacidad para modular las reacciones afectivas en relación con el cambio de los temas de
4. Normales
7. Explosivas: arrebatos de afectividad incontrolada; la actividad tiene una tonalidad evidentemente acentuada.
8. Incongruentes: las reacciones afectivas son cualitativamente inadecuadas con los contenidos del discurso y a los contenidos del
interrogatorio.
Las manifestaciones de ansiedad durante el interrogatorio se deben diferenciar claramente de las manifestaciones clínicas de ansiedad
cuando son producto de un trastorno ansioso. Ciertamente las personas con trastornos ansiosos en la entrevista pueden manifestar signos
visibles de angustia. Pero hay que estar alertas respecto de las reacciones ansiosas que pueden ser generadas por el psicólogo clínico: sus
actitudes, silencios, estructura de la entrevista, etc. Las manifestaciones de ansiedad que se evalúan aquí son aquellas que se presentan en el
1. Ausencia paradójica: aún en momentos del interrogatorio en que se tratan temas parcialmente estimulantes desde el punto de
2. Reacción ansiosa reducida: respecto de la reacción previsible por el examinador para temas particularmente estimulantes, el paciente
5. Moderadamente ansioso: tiembla, suda, se lamenta de palpitaciones, etc., durante todo el interrogatorio.
6. Muy ansioso: el pánico o el temor son graves, pero no hasta el punto de hacer perder el control.
Perplejidad
La perplejidad se caracteriza por una expresión interrogante del rostro, acciones de búsqueda, inquietud, expresiones de sorpresa y de duda
incapacidad de orientarse en la situación actual, expresiones del tipo de, pero es que... que ocurre... yo no entiendo nada..., etc” (PANCHERI).
Los criterios que se pueden utilizar para evaluar la perplejidad son los siguientes:
2. Media: presente, se manifiesta sólo cuando en el curso del interrogatorio se tocan determinados argumentos sobre todo
3. Grave: presente, pero no de tal magnitud como para obstaculizar la relación con el psicólogo en el interrogatorio.
4. Muy grave: presente en medida acentuada, el paciente está perdido, angustiado, no puede iniciar ninguna relación con el
examinador
Orientación
La orientación espacio-temporal es una función muy importante debido a que permite evaluar si el sujeto reconoce el espacio en que se
encuentra, en el que vive y en el que funciona temporalmente y su relación con otras personas. La orientación espacio-temporal implica que el
12. ¿Quiénes son estas personas? (el psicólogo indicará el personal de servicio, enfermeras, etc. que sabe son conocidas por el paciente.
La organización estructural de la comunicación verbal es lo que se conoce como la organización formal del pensamiento, es decir, la
coherencia lógico-formal de las relaciones ideáticas, la movilidad de los nexos asociativos mismos y la presencia eventual de otras
particularidades de significado patológico en la comunicación verbal (dispersión, prolijidad, perseveración, viscosidad, concretismo y
estereotipia).
El paciente está:
4. Constante durante la entrevista, pero con la posibilidad de cierto coloquio, aunque fragmentario.
La evaluación de la capacidad de contacto con la realidad es la que permite determinar si el sujeto mantiene o no el contacto con la realidad y
si hay deformaciones en dicho contacto tales como se presentan en los delirios, psicosis o esquizofrenias y que se detectan por la presencia
Los siguientes criterios se pueden utilizar para evaluar la presencia, tipo de delirios y su gravedad:
1. Presencia sospechada
Obsesiones y Fobias:
2. Tipo de síntoma
3. Su contenido,
6. Participación efectiva con la que tales trastornos son vividos (ansiedad, depresión, frialdad afectiva, etc.).
Sentimientos de Despersonalización
Tipo de sentimientos de despersonalización, gravedad del trastorno, ¿presentes en el pasado? ¿Presentes en la actualidad?
La vivencia psicológica de los trastornos somáticos se evalúa tomando en cuenta la manera como el paciente experimenta el sufrimiento de
una enfermedad que puede tener o no una base orgánica. Principalmente hay que evaluar la reacción ansiosa o depresiva frente a los
La evaluación de este aspecto puede indicar al psicólogo la conveniencia de un examen somático realizado por un médico.
PANCHERI considera que después de haber realizado la evaluación de los trastornos del contenido y curso del pensamiento se deben
examinar los contenidos de la comunicación del paciente con el fin de demostrar la presencia de situaciones conflictivas, problemáticas
personales, dificultades de relación interpersonal y, en general, todo cuanto exprese el paciente relativo a sus contenidos de conciencia.
1. Tristeza profunda: el paciente está desesperado, absolutamente no puede proyectarse de su presente doloroso, incapaz de
proponerse cualquier futuro, bloqueado en su dolor y en su angustia, no reacciona a los estímulos ni a las palabras del psicólogo clínico.
2. Tristeza acentuada: el paciente está triste, evoca depresivamente acontecimientos de su vida pasada, tiene dificultad para
proponerse un futuro, vive dolorosamente su situación depresiva presente, sin embargo, se muestra accesible al contacto con el psicólogo
3. Tristeza moderada: el paciente tiene ideas de fondo pesimista, sea relativas a su momento presente o por lo que concierne a su
futuro, pero, tal actitud no es constante ni domina durante el interrogatorio. Así, ayudado por el psicólogo clínico, el paciente logra entrever
4. Normalidad.
5. Euforia ligera: el paciente siente fe en sus fuerzas, optimista hacia el futuro, tiende a minimizar las dificultades, expresa un
completo bienestar físico y psíquico; no obstante, mantiene una adecuada crítica y conciencia de su estado.
6. Euforia moderada: como en el caso anterior, pero el paciente se muestra escasamente crítico frente a sus condiciones.
7. Euforia acentuada: Alegre, expansivo, optimista de manera desproporcionada a sus condiciones existenciales reales; tiene
propósitos y proyectos del todo incongruentes e irrealizables, está absolutamente sin crítica frente a sus condiciones.
8. Euforia muy acentuada: desmesuradamente alegre e incontrolable en sus manifestaciones de alegría y de expansividad afectiva,
Memoria
La memoria se debe evaluar en todos sus componentes, es decir, la memoria de fijación, la memoria de evocación, la memoria inmediata y la
memoria a largo plazo. Las amnesias lagunares también forman parte de esta evaluación.
4. Comprometida la memoria de fijación inmediata y reciente, intacta la memoria de evocación; no hay confabulaciones
Atención
Conciencia de la Enfermedad
La conciencia de la enfermedad es el grado de conciencia que tiene el paciente de su trastorno, si sabe que sufre de algún problema mental o
psicológico. Algunos trastornos mentales le impiden al paciente tomar conciencia de sus enfermedades tales como algunos trastornos de
personalidad, las psicosis, trastornos delirantes, mientras que otros trastornos mentales llevan al paciente a tener una conciencia muy aguda
Esto se observa particularmente en los trastornos ansiosos, hipocondría, el trastorno dismórfico corporal, etc. El psicólogo clínico debe ser
suspicaz frente a la presentación de los síntomas del paciente cuando evalúa la conciencia que éste tiene de ellos.
1. Ausente: el paciente se opone a cualquier forma de tratamiento, no se siente enfermo ni física ni psíquicamente y niega la
2. Incongruente (I): no reconoce la enfermedad psíquica, pero acepta el tratamiento para trastornos somáticos
3. Incongruente (II): no reconoce la presencia de trastornos psíquicos, pero las atribuye a causas irreales.
4. Presente.
Al igual que el apartado anterior, hay que evaluar la capacidad de criticar del paciente frente sus trastornos.
1. Ninguna crítica: el paciente vive plenamente sus delirios o sus experiencias psicóticas.
2. Critica incongruente: todas las vivencias psicóticas son criticadas, pero de manera incongruente e inadecuada aún bajo el estímulo
3. Crítica temporal: el paciente no está en capacidad de criticar espontáneamente de manera adecuada sus
vivencias psicóticas, pero bajo él estimulo del psicólogo puede llegar a un adecuado encuadre crítico de sus experiencias; no obstante, tal
4. Crítica espontánea parcial: el paciente está en capacidad de criticar espontáneamente algunas vivencias psicóticas; frente
a los demás asume una actitud de critica incongruente y de perplejidad o prefiere no hablar en absoluto.
5. Racionalización: el paciente tiende a dar una justificación o una explicación lógica, o a menudo relaciona
6. Crítica adecuada: el paciente, en forma espontánea o bajo él estimulo del psicólogo, critica todas sus experiencias
psicóticas de manera congruente y adecuada; esto estimula una liberación de cargas ansiosas
7. Crítica congruente: el paciente critica en forma adecuada todas sus experiencias, sin que elIo estimule alguna liberación de
elementos ansiosos. Aparece por completo alejado del episodio psicótico vivido
El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-IV) presenta una escala de evaluación de los mecanismos de defensa
que se presentan en el curso de la entrevista evaluativa. Estos mecanismos de defensa no deben confundirse con los mecanismos de defensa
que son utilizados por los trastornos neuróticos psicóticos u otros cuya interpretación está dentro del marco de la teoría psicoanalítica. Se trata
de evaluar cuales son las estrategias de afrontamiento que utiliza el paciente durante la evaluación clínica.
Los mecanismos de defensa han sido divididos conceptual y empíricamente en grupos de niveles de defensa. El clínico debe reconocer
jerárquicamente hasta siete de los mecanismos de defensa que el sujeto puede utilizar durante la evaluación.
Este nivel de mecanismo de defensa da lugar a una óptima adaptación en el marco de los acontecimientos estresantes. Estas defensas suelen
maximizar la gratificación y permiten tener conciencia de los sentimientos, las ideas y sus consecuencias. También promueven un óptimo
● altruismo
● anticipación
● autoafirmación
● auto observación
● sublimación
● supresión
(formación de compromisos) El mecanismo de defensa en este nivel permite que ideas, sentimientos, recuerdos, deseos o temores
● abstención
● aislamiento afectivo
● desplazamiento
● disociación
● formación reactiva
● Intelectualización
● represión
Este nivel se caracteriza por distorsiones de la imagen de uno mismo o de los demás, que pueden ser utilizadas para regular la autoestima.
Ejemplos son:
● Devaluación
● Idealización
● omnipotencia
Nivel de encubrimiento
Este nivel permite mantener situaciones estrés, impulsos, ideas, afectos o responsabilidades desagradables o inaceptables fuera de la
conciencia del individuo, sin ser atribuidos erróneamente a causas externas. Ejemplos son:
● negación
● racionalización
Este nivel se caracteriza por una enorme distorsión o atribución incorrecta de las imágenes de uno mismo o de los demás. Ejemplos son:
● Fantasía autista
● Identificación proyectiva
Nivel de acción
Este nivel se caracteriza por mecanismos de defensa que se enfrentan a amenazas de origen interno o externo mediante una acción o una
● Agresión pasiva
● Comportamiento impulsivo
● Retirada apática
Este nivel se caracteriza por el fracaso de la regulación de la defensa para contener las reacciones del individuo frente a las amenazas, lo que
Distorsión psicótica
Negación psicótica
Proyección delirante