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LA EVOLUCION DE LOS ABOGADOS

En la época de nuestros abuelos, “el abogado de la familia” era la figura prominente y


representativa de la práctica del Derecho en el Perú. Una figura comparable a un párroco, un
hombre sabio y de confianza a quien acudir por consejo respecto a cualquier tema, y cuyo
conocimiento de un sinfín de materias era realmente abrumador. Era lo que todo estudiante de
Derecho esperaba llegar a ser algún día.

Como también es necesario mencionar que en ese entonces no existían la computadora


(incluyendo con ello el correo electrónico, el internet y los denominados blackberry) o el hoy casi
obsoleto fax, por lo que la práctica del “abogado de la familia” solía involucrar negociaciones y
reuniones presenciales muy largas, muchas cartas (por lo general sumamente extensas y dictadas
a una secretaria) y un sinfín de formalidades.

La práctica del Derecho a nivel mundial, y en el Perú en particular, ha venido cambiado


radicalmente en los últimos 20 años como consecuencia de (i) la globalización e incremento
sustancial de la inversión internacional (las empresas extranjeras que invierten en el Perú esperan
de sus abogados locales los mismos estándares de calidad y eficiencia que de los abogados en sus
países), (ii) el desarrollo de la economía, y de la mano de ésta, la sofisticación de las transacciones,
proyectos y operaciones comerciales o financieras realizadas, (iii) la especialización de los
profesionales del Derecho como consecuencia de la brutal multiplicación de la regulación (y, con
ello, la imposibilidad de que una sola persona maneje todo el sistema jurídico) y la creación de
nuevas autoridades gubernamentales especializadas (en los años de apogeo del “abogado de la
familia” no existían la CONASEV, el INDECOPI, el CONSUCODE, PROINVERSION, la SBS, el Ministerio
del Ambiente, OSIPTEL, OSINERG, entre tantas otras entidades), (iv) la institucionalización y
consolidación de los “grandes” estudios de abogados, y (v) el desarrollo del internet, el uso del
email (de forma conjunta con el uso de los denominados “PDAs”, como el blackberry) y el
desarrollo de procesadores de texto y software como Acrobat (que junto con los scanners ya
prácticamente han eliminado al fax como herramienta) y Deltaview (que en alguna medida ha
acabado con la necesidad de revisar línea por línea cada documento en una negociación).

Finalmente, así a muchos abogados en el Perú les guste que se les llame “doctores” (a pesar de
que muy pocos entre nosotros ostente el título de Doctor en Derecho) y que se les trate con un
respeto particular, los abogados no somos más que proveedores de servicios (que si bien pueden
ser bastante complejos en determinadas oportunidades, finalmente siguen siendo servicios), por
lo que el éxito de nuestra práctica profesional siempre dependerá de la calidad de los mismos y de
nuestra consecuente capacidad para mantener contentos a nuestros clientes.

Lo anterior, genera o permite que nuestra práctica sea hoy en día similar a la de un médico, en el
sentido de que un cardiólogo puede –y debe- tener una idea general de todo el cuerpo humano y
de la medicina en general, pero si le pides que te extirpe un tumor cerebral, probablemente
responda que no sabe cómo y que debes buscar a un especialista.

ABOGADO EN LA EDAD MEDIA:

El derecho vigente fue mezcla del derecho romano, canonico, fuerte predominio de las
costumbres germanas y no germanas y las leyes locales o territoriales.
Estas personas al principio eran aficionados que se tomaban la ley como un pasatiempo
intelectual, pero con el tiempo y las regulaciones, pasaron a conformar una profesión aceptada y
regulada, fue entonces en la Roma Antigua cuando surgió la figura del abogado como la de un
profesional que ejercía su profesión de manera clara y legal. Sin embargo, tuvo que pasar un
tiempo hasta que se instaurara la abogacía como profesión.

En el 204 A.C. se aprobó una ley que impedía a los abogados cobrar por sus servicios, por lo que
los letrados ejercían su profesión igual que los atenienses: cobrando clandestinamente. Fue con el
emperador Tiberio Claudio cuando se abolió esta ley, permitiendo cobrar de manera abierta. Sin
embargo, la cuota máxima era de 10.000 sestercios, lo que por aquel entonces era bastante poco.

ABOGADO EN LA EPOCA MODERNA:

Ejercían un rol de demasiada importancia en las universidades, en las letras, en la política y


cultura. Los colegios o asociaciones de abogados empezaron a controlar la ética de la profesión
forense. En muchos países la asociación al colegio se transformó obligatoria para los abogados.

Una de las principales características del abogado moderno es la capacidad de relacionarse con
otras personas, ya que muchas de las funciones de su profesión requieren el constante contacto
con gente de diferentes ámbitos, como jueces, fiscales, abogados, clientes, y otras partes
involucradas en estos procesos.

Cuando se trata de las características del abogado moderno, resulta indispensable abordar las
especializaciones. Hoy en día, este factor es de gran relevancia, ya que te ayudará a conseguir
mayores oportunidades laborales.

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