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Investigación documental acerca de los conocimientos

que requiere el desempeño de su profesión en relación al


uso efectivo de las innovaciones científicas y tecnológicas.

Creo que uno de los elementos más fundamentales en la formación de los profesionales a lo largo
de la historia ha sido el conocimiento, ya que toda profesión cuenta con un saber el cual es experto
o especializado manejado en forma exclusiva por un grupo específico de la sociedad
el cual pone ese conocimiento, junto a habilidades y actitudes específicas al servicio de usuarios,
beneficiarios o clientes.
Por ello en los diversos campos científicos se han realizado muchas aportaciones, algunas muy
valiosas que buscan atender las problemáticas sociales; buena parte de este conocimiento , que antes
era solo para especialistas, circula ahora información y puede estar en manos de muchas personas,
lo que significa que siempre se sabe cómo utilizarlo.
Las tecnologías de la información y la comunicación apuntan a estos procesos, y su influencia en
todas las dimensiones de la vida social es incuestionable.
El aumento del conocimiento disponible y el cabio tecnológico reestructuran, incluso la vida
cotidiana rompiendo las tipificaciones tradicionales para dar lugar a otras nuevas de tal forma que
los esquemas que poseíamos para leer la realidad e incluso para relacionarnos con los demás, se
modifican por la influencia de conocimientos, información y tecnología.
Al estar investigado eh descubierto que hace 10 años o mas no importaba tener el conocimiento
suficiente para lograr tener una buena plaza de trabajo, solo bastaba con tener el título, pero en la
actualidad se toma en cuenta hasta los primeros lugares para ingreso para tener un trabajo bueno.
El derecho a como lo veo ha sufrido grandes transformaciones cada vez más por la frecuencia en la
que se multiplica los conocimientos y las caridades económicas sociales y culturales, así como la
propia lógica del mercado profesionales que establece que hay que dedicarse exclusivamente a una
actividad para así no perder una por otra.
Hoy en día no existe el concepto de un abogado que quiera ser eficiente en terrenos profesionales y
que se dedique a muchas áreas del derecho. Por otro lado si partimos de tradicional clasificación de
las áreas y derecho entre derecho público y derecho privado, lo lógico después de salir de las aulas
universitarias seria estar en las áreas más conocidas como el derecho penal, civil, administrativo y
entre sus demás ramas.
Normalmente los abogados eran formados para litigar sin embargo en la actualidad hay
herramientas como la negociación, conciliación, mediación y arbitraje para la preparación del
abogado de hoy en día en sus diferentes áreas actualmente especializaciones para el profesionista en
derecho es necesario que el abogado se prepare para los conocimientos de su especialidad.
Hoy en día el abogado necesita estar preparado para enfrentar cualquier tipo de situaciones en
derecho ya que las Leyes están en constante cambio, por lo que el profesionista necesita está
involucrado en la tecnología de la información, estar en constante preparación y estar en
oportunidad de cambio ya que en la actualidad todo es un cambio, a la cual la sociedad y los
profesionistas nos tenemos que acomodar, para así establecer un buen trato a la persona que le
estamos ofreciendo nuestros servicios como abogados.
Es bien sabido que el derecho y la tecnología no han ido siempre de la mano, los licenciados en
derecho de generaciones pasadas tenían cierta reticencia a las nuevas tecnologías. “Los abogados
son, en general, muy reacios al avance tecnológico. No es algo reciente, se ha dado siempre. Los
abogados casi siempre llegan tarde a los desarrollos de otras ramas del conocimiento. Esa reticencia
o falta de espíritu abierto a la innovación es algo que afecta profundamente al derecho, para cuya
actualización a veces hay que esperar demasiados años. El mundo cambia y los abogados parecen
resistirse a verlo, o tomar medidas para seguirle el paso a la fluctuante realidad” (Carbonell, 2011).

Es un hecho: la forma de tratar los asuntos jurídicos, la documentación, la gestión de los asuntos, la
relación con los clientes, la organización del despacho y la presencia de la firma de abogados, han
sido influidos por la aparición de las herramientas digitales. Los abogados y estudiosos del derecho
no pueden estancarse en la defensa de procedimientos caducos, sino más bien convertirse en sujetos
dinámicos y cambiantes de acuerdo a las demandas sociales que imperan en estos tiempos.

Ahora, no sólo es imprescindible una computadora, sino la conexión a un módem para tener acceso
a todas las posibilidades que nos brinda la gran red de redes (Internet). Es importante consignar
algunos datos de la supercarretera de la información para dimensionar las posibilidades que nos
brinda con su uso en sus diferentes aplicaciones.

Una herramienta que creó una nueva forma de concebir la profesión del abogado es la constituida
por las bases de datos jurídicas, definidas como una recopilación de documentos (leyes, listas de
acuerdos, sentencias, etcétera), que permiten acceder a legislación, jurisprudencia, manuales de
consulta e infinidad de documentos de gran utilidad. Una de las principales bases de datos en
México es la del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM, que brinda información
sobre legislación federal y estatal, jurisprudencia e información legislativa internacional. Además,
la página web del IIJ tiene la biblioteca Jorge Carpizo, cuya colección bibliohemerográfica se inicia
en 1940 y es considerada una de las bibliotecas especializadas en derecho más importantes de
Latinoamérica.

Según Carbonell, “el reto de asumir el salto tecnológico es impresionante. Desde las escuelas y
facultades de derecho no debemos quedarnos atrás. Quien no sea capaz de sumarse, estará dejando
ir una de las más grandes oportunidades que nos ofrece el mundo moderno”.

Los primeros que se adapten a las innovaciones tecnológicas serán los que crearán “ventajas
competitivas”; los últimos, harán el mismo esfuerzo sólo para sobrevivir. Frente a las nuevas TIC,
los abogados y estudiantes de derecho no deben ser agentes pasivos o simples espectadores; por el
contrario, deben formar parte del cambio, ser sujetos dinámicos, congruentes en su práctica y con lo
que demanda nuestra sociedad.

NOTA PERIODISTICA SOBRE LOS


ABOGADOS Y LA TECNOLOGIA

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