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La comunicación y su configuración en el campo de la salud.

Introducción a las
teorías clásicas de la comunicación y su vinculación con la salud

En esta clase nos dedicaremos a hacer un sintético recorrido sobre las teorías clásicas
de la comunicación y paralelamente veremos cómo se van vinculando a lo largo de
la historia en el campo sanitario. ​Esto nos permitirá introducirnos en las discusiones y
relaciones de poder que se fueron tejiendo alrededor del binomio comunicación-salud. Los
invitamos a abordar juntos los siguientes temas: comunicación-información; la salud en el
siglo XIX; teorías clásicas de la comunicación, la salud en la Argentina del siglo XX,
escuela crítica latinoamericana y la comunicación para la salud.

Comunicación-información

Como punto de partida les proponemos diferenciar los ​términos COMUNICACIÓN E


INFORMACIÓN​. Para lo cual es pertinente preguntarnos ​¿qué tienen en común? ​A lo
que podemos responder que los dos términos implican un proceso de emisión/recepción
de mensajes, pero ​¿qué rasgos son los que los diferencian?

Según Pasquali la ​COMUNICACIÓN “es la relación comunitaria humana consistente en la


emisión-recepción de mensajes entre interlocutores en estado de total reciprocidad,
siendo por ello un factor esencial de convivencia y un elemento determinante de las
formas que asume la sociabilidad del hombre”. ​[Pasquali, Antonio (1985). Comprender la
comunicación. Monte Ávila Editores. Caracas, Venezuela].

En tanto que por ​INFORMACIÓN ​“debe entenderse todo proceso de envío unidireccional
o bidireccional de información-orden a receptores predispuestos para una
descodificación-interpretación excluyente, y para desencadenar respuestas
pre-programadas”. ​[Pasquali, Antonio (1985). Comprender la comunicación. Monte Ávila
Editores. Caracas, Venezuela].

Ahora bien partiendo de esta diferencia proponemos pensar la comunicación ​desde lo


que postula Sandra Massoni. ​[​Investigadora argentina experta en estudios
comunicacionales desde los nuevos paradigmas.​]​.Nos interesa caracterizarla como ​un
encuentro socio-cultura​l que permite tener una ​mirada valorativa y crítica sobre la
dimensión comunicacional que domina una problemática. Y que en ese encuentro de
alteridades se​ abre la posibilidad de propiciar un cambio social conversacional​.

Comunicación ​que también consideramos ​estratégica ​(tal como lo define la autora) y


que implica una reconsideración de los saberes del comunicador en el XXI para invitarlo a
desplegar la mirada y la acción sobre el fenómeno comunicacional en su multi
dimensionalidad​. Porque justamente en salud es imprescindible que abordemos la
comunicación desde varias dimensiones.
Les proponemos a partir de esta breve introducción analizar los aportes y limitaciones de
las teorías clásicas de la comunicación en el campo de la salud.

La salud en el siglo XIX y el predominio de los paradigmas clásicos de la


comunicación

Para comenzar es necesario que conozcamos la concepción que se tenía sobre ​“la
salud” y ​analizar cuál era el modelo de atención sanitaria de la época​. Durante el
siglo XIX se instituyó un modelo de atención pública sobre dos ejes de acción vinculados
entre sí: por un lado la ​psiquiatría alienista y por el otro el higienismo ​(que va a dividir
a la sociedad entre los seres aptos y los no aptos). Para el ​Estado liberal la preocupación
por la salud no se centraba en curar a la población enferma sino en ​evitar la
propagación de las consecuencias negativas de la enfermedad y en especial de las
epidemias. Se trataba en definitiva de “​aislar a los enfermos​” ​más que prevenir las
enfermedades​. Este modelo –como ustedes lo podrán adelantar- se emparenta más con
estilos autoritarios, asimétricos y desiguales que con el ejercicio de los derechos y las
prácticas democráticas.

La ​epidemia del cólera invadió la Argentina en la segunda mitad del siglo XIX y “tuvo
un gran impacto en la sociedad. No sólo por la alta tasa de mortalidad, sino también por la
comprobación de que la medicina no podía dar respuestas. Además, el Estado se
mostraba impotente frente al avance de la enfermedad, debido a la falta de instituciones
para proteger a la población afectada”. ​[Ministerio de Salud de la Nación. (2012). El
derecho a la salud. 200 años de políticas sanitarias en Argentina]. Igual de desprovisto de
políticas sanitarias se encontraba el país con la llegada de la epidemia de la fiebre
amarilla en 1871, palabras como vigilancia, cuarentena, peste y focos infecciosos se
transforman en conceptos corrientes de esta época.

En este marco la salud registraba una muy leve presencia en la agenda de políticas
públicas. El ​Estado asumía funciones de policía​. Entre las responsabilidades de esta
“policía médica” se encontraban la de transformar a los pobres (principalmente los
inmigrantes) en más aptos para el trabajo y menos peligrosos para las clases
acomodadas.
Federico Tobar afirma que para el “Estado liberal la salud no era considerada un problema
público sino privado. Las acciones de gobierno en el área se limitaban a garantizar la
seguridad de la ciudadanía y sólo fueron expandiéndose a medida que surgía una
demanda social organizada ​que presionaba sobre las estructuras de gobierno para que
la misma expandiera sus responsabilidades sanitarias” [​Tobar, Federico. (2001).
Herramientas para el análisis del Sector Salud. Medicina y Sociedad]

El poder del médico sobre los pacientes estaba fuertemente marcado, tal como lo
podemos observar en el siguiente cuadro:
MÉDICOS PACIENTES

Prestigio Desconocimiento

Conocimiento científico Ignorancia/vulgar

Decisión sobre el Pasividad/obediencia


cuerpo del otro/a

Y si hacemos foco en lo comunicacional podemos decir que ​predominaba el modelo


clásico de la comunicación EMISOR-MENSAJE-RECEPTOR, donde el emisor decía
lo que se debía hacer a un receptor pasivo que obedecía.

Hacia fines del siglo XIX ​esta modalidad higienista de intervención del Estado en salud
coexistía con una ​segunda modalidad de carácter asistencial más preocupada por la
atención médica a la población enferma​. Es el momento en que ​se empieza a
visualizar la importancia de integrar el cuidado de la salud dentro de las
responsabilidades de los gobiernos​.

En conclusión: ​Durante todo el siglo XIX predomina la ausencia de políticas sociales y


sanitarias del Estado. Para los llamados Estados liberales la salud no formaba parte de la
“cosa pública”. Las demandas sociales emergentes solo fueron absorbidas por el Estado
cuando se trataba de aquellas medidas que podrían llegar a comprometer al propio
proceso de trabajo. Pensemos aquí que el objetivo era disciplinar los cuerpos para que
fueran aptos para el trabajo (Michel Foucault plantea esto en varios de sus escritos). Las
ideas autoritarias y excluyentes eran las que predominaban en esta época. La
comunicación, por su parte, está relacionada con “el deber ser” y los modelos lineales de
transmisión de información.

Teorías clásicas de la comunicación (1927-1960)

Tras repasar la conceptualización de salud, el rol del Estado y la mirada lineal, asimétrica,
y desigual que preponderó desde lo comunicacional en el siglo XIX, nos dedicaremos a
revisar las teorías clásicas de la comunicación que emergieron a mediados del siglo
XX​. En general estas primeras teorías centraron sus investigaciones -cuantitativas y
empíricas-para ​medir los efectos de los medios masivos de comunicación​.
En esta corriente de pensamiento, que se inició en 1927 y estuvo presente hasta la
década del 60, podemos encontrar diversos autores reconocidos como ​los padres de la
comunicación ​quienes con sus estudios pretendían instaurar las bases para establecer la
comunicación como disciplina científica.

Con los estudios sobre los efectos de Harold Lasswell ​se ​consagra la ​visión
instrumental de la comunicación ​otorgándole una representación de ​omnipotencia a
los medios de comunicación​ como instrumentos de ​circulación de símbolos eficaces​.

Se instaura el paradigma clásico que predominó hasta los años 60:


emisor-mensaje-medio o canal- receptor- efecto. La audiencia era caracterizada
amorfa ​capaz de ​responder frente a determinados estímulos. Los medios de
comunicación de acuerdo a este pensamiento actúan según el ​modelo de la "aguja
hipodérmica" que sostenía que haciendo circular mensajes por los ​medios de
comunicación se podía obtener un impacto directo e indiferenciado ​sobre los
individuos atomizados.

Recordemos el contexto mundial. Habían concluido la primera y segunda guerra mundial


(1914- 1918// 1939-1945) por entonces ​se conceptualizaba a la propaganda como el
único medio para suscitar la adhesión de las masas a los gobiernos y conflictos
armados.​ Pues ​la democracia debía ir de la mano de la propaganda.

Volvemos a Harold Lasswell para tener presente que fue quien hizo famoso el marco
conceptual para describir la comunicación teniendo en cuenta también las siguientes
preguntas: "​Quién dice Qué en cuál Canal a Quién y con Qué Efecto?”
Quién:​ análisis del control
Qué:​ análisis del contenido
Canal:​ análisis de los medios de comunicación o soportes
A quién​: análisis de la audiencia
Efecto​: análisis de los efectos
Al respecto Luis Ramiro Beltrán sintetiza: "El influyente modelo de Lasswell confirmó y
refinó la noción de la ​comunicación como un fenómeno lineal y hegemónico ​que va
del que habla, que tiene el poder de persuasión, al que escucha, que es el objeto de
ella. Constituyó, además, el primer reconocimiento franco de la​ información como
sustancia de la comunicación, primordialmente la masiva​”. [​ Beltrán, Luis Ramiro.
(2011), Comunicación para la salud del Pueblo: una revisión de conceptos básicos,
OPS/OMS. La Paz.]
Dentro de los clásicos no podemos dejar de mencionar a ​Claude Shannon y Warren
Weaver (1948). Estos dos ingenieros idearon la teoría matemática de la comunicación.
Trabajando para la compañía de teléfonos Bell Sytem filial American Telegraph &
Telephone (ATT) idearon un e ​ squema lineal de la comunicación y sus
elementos: fuente, codificador o emisor, mensaje, canal, decodificador o receptor,
destino.
Para ellos el problema de la comunicación pasaba por: "reproducir en un punto dado, de
forma exacta o aproximada, un mensaje seleccionado en otro punto”. Su objetivo:
desarrollar ​un marco matemático que permitiera cuantificar el coste de un mensaje.
Evitar el "ruido” aleatorio​ que permite el "isomorfismo” entre polos.
Cuando ​Shannon desarrolla este esquema en la biología había tomado vigencia los
términos de INFORMACIÓN Y CÓDIGO​ para explicar los modos de desarrollo del
individuo contenidos en los cromosomas. Toma claramente términos propios de la
biología específicamente del sistema nervioso​.
¿Qué ocurre en el campo de la salud de esa época? ¿Cómo ésta incipiente ciencia
de la comunicación se relaciona con conceptos como la prevención, promoción y
atención de la salud? ¿Podemos afirmar que predomina una comunicación en salud
instrumental, verticalista, hegemónica? ¿Por qué canales se difunden los
contenidos de salud? ¿Son los medios masivos como la radio y la prensa los
utilizados? ¿Identificamos procesos más simétricos y participativos para promover
hábitos saludables en las comunidades? ¿Qué ocurre en las instituciones? ¿Cuál
es el rol de la comunicación en las políticas de salud?
La salud en la Argentina del siglo XX
Para poder reflexionar sobre los interrogantes que nos hicimos veamos que pasaba en
nuestro país al iniciarse el siglo XX. Por entonces, los principales avances en salud
estuvieron ligados a los descubrimientos de los vectores de transmisión de enfermedades.
Frente a esto los gobiernos de América, entre 1900-1920, inician políticas y acciones para
prevenirlas y controlarlas.
En nuestro país ​el enfoque sanitario se expresaba en la “Asistencia Pública”.
Mediante diferentes organismos se vigilaba la higiene ambiental y las emergencias.
Nacen ​las asociaciones de Socorros Mutuos o mutuales, de carácter no estatal
(asociación voluntaria en la que los miembros aportaban a un fondo común para recibir
ciertos beneficios en el momento en que lo necesitaran). Entretanto las ​Sociedades de
Damas de Beneficencia​, que existían en las principales ciudades del país, se ocupaban
de la ​administración de los hospitales públicos.
Entre las iniciativas de carácter internacional para evitar la propagación de enfermedades
podemos citar el caso de la fiebre amarilla. En ese sentido Cuba en 1905 publica 3.000
copias del ​Manual de prácticas sanitarias,​ dirigido a funcionarios de la salud pública,
médicos y otros empleados de gobierno, y más de 5.000 ​folletos sobre la prevención de
la fiebre amarilla. ​(Recordemos que en 1871, durante el Gobierno de Sarmiento, el 8%
por ciento de los porteños -14.000 personas- moría a causa de esta enfermedad
concentrados en los barrios de Monserrat y San Telmo).
[Foto: Cuaderno de Historia No. 81. (1996). La salud pública en Cuba en el periodo de la
república burguesa. Conferencia Siete].
En la misma dirección actuó Brasil. Oswaldo Cruz crea las Brigadas Sanitarias y el
Servicio de Profilaxis específico de la fiebre amarilla, que perseguía a la población para
vacunarlos. Se distribuyeron folletos con instrucciones para prevenir la enfermedad. El
público destinatario de estos materiales fueron: los médicos, la prensa, y la población en
general.
[Fotos: As brigadas de mata-mosquitos. En sitio web: http://www.projetomemoria.art.br]

Si volvemos a nuestro país es, en la década del 20, donde se produce un impulso de la
educación sanitaria que involucró a sectores de la sociedad civil. El círculo
médico argentino y el centro de estudiantes de medicina crearon la ​Liga Argentina de
Profilaxis Social mediante la cual se llevaron adelante tareas de difusión tales como la
realización de conferencias, distribución de material impreso en escuelas, cuarteles
militares y fábricas​. ¿Pero cuáles fueron las temáticas tratadas? Por entonces las
campañas estaban orientadas a la ​educación sexual ​(enfermedades venéreas) ​o ​la
higiene urbana (potabilización de agua, manejo de la basura, control de alimentos,
hospitales, cementerios). Demostrando la preocupación por hacer sanitariamente
habitable el espacio urbano. Además, se apuntaba a que la escuela y los hospitales
funcionasen en sintonía: la escuela alfabetizaba y educaba en las normas para la vida
doméstica, ligadas a las buenas conductas, la moral católica. Las instituciones modelaban
conductas para adaptar a los individuos, principalmente a los inmigrantes a la vida de la
ciudad y al trabajo (darwinismo).
Compartimos algunos de los ejemplares que editó la Liga Argentina de Profilaxis
Social.
[Foto: ​Bargas, María Luján. La mujer-madre como instrumento clave para la eugenesia.
En sitio web el psicoanalítico.​]

[Foto: Bargas, María Luján. La mujer-madre como instrumento clave para la eugenesia.
En sitio web http://www.elpsicoanalitico.com.ar/]​.

En esta época podemos observar iniciativas individuales de educación en salud y estudios


que demuestran que las causas de las enfermedades están relacionadas con la situación
socioeconómica. En 1925, el doctor ​Salvador Mazza, fundó la MEPRA (Misión de
estudios de la patología regional). Al mismo tiempo logró que le construyeran un vagón de
ferrocarril (E600) y que le otorgaran un pase libre para transitar por todo el país. En su
recorrido analizó y escribió sobre los efectos de la enfermedad de Chagas y las
consecuencias de la picadura de la vinchuca en el organismo y pudo afirmar que la
enfermedad estaba estrechamente ligada a la pobreza. Describió la situación de las
poblaciones vulnerables a padecer esta enfermedad. Mazza ​fue un pionero en describir,
estudiar, indagar y analizar el ámbito social donde las personas vivían. Fue uno de
los primeros en asociar la enfermedad con el contexto socioeconómico y ambienta​l
ya que denunció el problema habitacional de nuestro país “los ranchos”. Además
desarrolló su propio órgano de difusión, conocido como Publicaciones Periódicas de la
MEPRA, se enviaba puntualmente a todas sus filiales en las provincias argentinas y
también a las universidades e institutos de investigación.
La cuestión social ocupó buena parte del debate científico-institucional del momento. La
efervescencia de la conflictividad social hasta entonces era vinculada al hacinamiento y la
promiscuidad de las clases populares, y en particular la de los grandes centros urbanos
[Suriano, 2002]. Mazza transitó desde el higienismo hacia el denominado sanitarismo,
preocupado por las enfermedades de la población rural. La doctrina sanitarista fue
imponiendo progresivamente una visión alternativa de medicina social que se volcaría
más sistemáticamente hacia las áreas periféricas del Noa y la región de Cuyo de nuestro
país.
Podemos decir que el Dr. Salvador Mazza fue un comunicador innato. Preocupado por
desarrollar tareas de educación para la salud en las propias comunidades y difundir
mediante publicaciones los alcances de sus trabajos.
Foto: [Asociación Trabajadores del Estado de la República Argentina. Consejo directivo
nacional. Instituto de estudios sobre estado y participación (IDEP). Área de salud.
Labradores de la Salud Popular. Salvador Mazza. Cuadernillo 2​].

La revolución de la capacidad instalada


La presencia del doctor ​Ramón Carrillo (1949 primer Ministro de Salud Pública) ​marcó
un antes y un después en el campo sanitario y comunicacional de nuestro país.
Carrillo edita su obra ​"Política sanitaria Argentina”​, donde plasma su pensamiento
sanitario y político.
Carrillo se dedicó a "edificar” el sistema sanitario argentino. Hizo mucho más que
organizar los servicios, acabar con enfermedades endémicas o construir más de 250
hospitales en distintos puntos del país. ​Ramón Carrillo puso en práctica la concepción
de la salud como un derecho. ​Sin embargo, su militancia y su gestión no tuvieron el
corolario que hubiera merecido. Tras el golpe de 1955, murió en Brasil, solo, pobre y
exiliado.
El primer paso de Carrillo fue realizar un estudio integral de los problemas
sanitarios de la Argentina​. El diagnóstico señalaba, por ejemplo, que el país contaba
con el 45% de las camas necesarias. Y esto a modo de promedio, porque había regiones
enteras de las provincias más postergadas con "cero” camas cada mil habitantes. Así,
siempre con datos a la vista, se ​originó el Plan Analítico de la Salud Pública.
Tenía una fuerte mirada en la medicina preventiva que se plasmaba en las campañas de
profilaxis, de vacunación, de nutrición (principalmente en las escuelas) y de
concientización de la población.
Como resultado de la acción metódica, en unos pocos años, ​el sistema sanitario duplicó
el número de camas existentes, erradicó enfermedades endémicas, como el
paludismo, e hizo desaparecer la sífilis, el tifus y la brucelosis. Con todo ese esfuerzo
organizado ​la mortalidad infantil promedio, por ejemplo, se redujo drásticamente del
90 al 56 por mil.
Antes de que finalizara 1948, ya se habían inaugurado los primeros 50 Centros de
Salud. ​Y desde ellos, por primera vez, cobró impulso un nivel específico para ejercer el
mejor costado de la medicina: ​la prevención. ​Según Carrillo "El centro sanitario es un
conjunto de consultorios polivalentes, con servicio social, visitadoras sanitarias y
bioestadística, para captación de enfermos, reconocimiento de sanos y tratamientos
ambulatorios, en tanto que la Ciudad Hospitalaria funciona siempre en correlación con uno
o más centros sanitarios". Durante su gestión impulsó la especialización de médicos
higienistas, hoy sanitaristas​.
Carrillo tenía un concepto de la salud ligado a la atención primaria (abordaje que
nace mucho después en 1978 con la Declaración de Alma Ata tal como lo vimos la
clase anterior), una atención continua enmarcada en la prevención de las
enfermedades y la promoción de la salud y desarrollada en el contexto donde la
gente vive y trabaja.

Campañas de comunicación durante la gestión de Carrillo


[Foto Afiche “protegido desde antes de nacer”. Extraído del sitio:
http://historiadelperonismo.com/]

[Foto “Afiches de las campañas sanitarias. 1945-1950”. Publicadas en: Ministerio de Salud
de la Nación. (2012). El derecho a la salud. 200 años de políticas sanitarias en Argentina].

​[Foto Tren sanitario-escuela de enfermería​-La salud del pueblo fue su preocupación.


Extraído del sitio http://evita3.marianobayona.com]

Las campañas de comunicación tenían un fuerte componente político, de transparencia


social y de comunicación de los derechos.
Como ejemplo traemos el afiche que informa sobre la creación de nuevos centros de
salud u hospitales públicos. En el mismo dice: "​ El cuidado y la atención de la salud
popular ha sido y serán motivo de constante preocupación por parte de las
autoridades nacionales. Ello ha impulsado a crear institutos especializados en cada
rama de la medicina donde los mejores especialistas del país atienden
gratuitamente a la población”. ​Y en un mapa localizan a cada uno de los centros
sanitarios.
Otra iniciativa que marca la mirada integral de Carrillo fue el Tren Sanitario (1951 obra
de la Fundación Eva Perón). Instalado sobre una red ferroviaria modelo de 30.000 km de
vías. El tren estaba conformado por 12 vagones, y contaba con un equipo médico de 46
profesionales. Poseía farmacia, laboratorio, salas de: rayos X, de espera, de cirugía, de
partos y de odontología. Proveía vacunas y medicamentos. ​Además, uno de los
vagones estaba preparado para educar a la población: se pasaban películas
relacionadas con los cuidados preventivos de la salud.
En el siguiente corto de la Secretaría de Informaciones podemos apreciar la función del
“Tren sanitario Eva Perón” a lo largo de todo el país.
Otra iniciativa de la época fueron los ​Torneos Infantiles Eva Perón​. Experiencia que unía
el deporte con la salud ya que tenía un fin médico asistencial. ​Todos los niños que
participaban debían contar con ficha médica, controles y calendario de vacunación
completo.
La inmunización como hecho noticioso
La epidemia de la parálisis infantil o más conocida como la Polio provocó la discapacidad
y mortalidad en gran cantidad de niños de la Argentina. Esto indujo a que los medios
masivos (periódicos y radios) cumplieran un rol fundamental: comunicar una enfermedad
desconocida y los métodos para su prevención. Palabras como la polio, silla de ruedas,
pulmotor, vacunación se incorporaron al lenguaje popular.
“Esta enfermedad afectó tanto a grupos sociales acomodados como populares de Buenos
Aires y desafió la capacidad de la medicina y las prevenciones de las medidas higiénicas”.
[Testa, E. (2012) La lucha contra la poliomielitis: una alianza médico-social, Buenos Aires,
1943. Salud Colectiva.pp. 299-314].
En 1956 llega a Argentina la vacuna antipoliomielítica y a partir de ese momento se
originó una gran valorización social de las mismas.
[Foto 1: Niños afectados por la poliomielitis reciben la atención y cuidados necesarios para
su recuperación. En diario La Gaceta 3 de mayo 2006].
[Foto 2: Vacunarse a la totalidad de la población infantil expuesta a la parálisis en Salta.
En diario El Tribuno. 2014]
Para cerrar esta parte de la exposición y pensando que durante gran parte del siglo XX
predominaron prácticas vinculadas con modelos tradicionales de la comunicación,
tomamos las palabras de Beltrán:
"las definiciones tradicionales de la comunicación la describen como el acto unidireccional
de transmisión de mensajes de fuentes emisoras codificantes a receptores decodificantes
…La práctica de la comunicación en la realidad latinoamericana no discrepaba de esa
formulación teórica. Lo que ocurría con frecuencia con el nombre de comunicación era
más bien un monólogo dominante en beneficio de la fuente iniciadora del proceso.
La retroalimentación no se empleaba para brindar la oportunidad de diálogo auténtico sino
solo para verificar el efecto de persuasión” y agrega: “El destinatario de los mensajes
era pasivo ya que casi nunca se le brindaba la oportunidad para actuar como un
verdadero y libre emisor; tenía que escuchar y obedecer. O sea, una relación asimétrica y
autoritaria favorable a la dominación de la mayoría por la minoría”. ​ ​[Beltrán, Luis Ramiro.
(2011), Comunicación para la salud del Pueblo: una revisión de conceptos básicos,
OPS/OMS. La Paz.]
Escuela crítica latinoamericana y los procesos comunitarios de comunicación para
la salud
La llamada ​Escuela Crítica Latinoamericana estuvo presente desde la década del 70 en
la región y adquirió diferentes denominaciones: comunicación dialógica, comunicación
participativa, comunicación grupal, comunicación popular y comunicación alternativa.
Todas, de una u otra manera, consideran que ​la auténtica comunicación no puede
darse a través de los medios masivos.​
Esta corriente indaga sobre temáticas relacionadas a la ​comunicación humana​ y
las ​experiencias populares​ que ocurren por ​fuera de los medios masivos​ de
comunicación, reflexiona sobre la necesidad de ​democratizar las comunicaciones,​ y
aborda los procesos de ​apropiación crítica a
​ sí como de ​planificación y evaluación​ de
procesos comunicacionales.
Uno de los pioneros de este paradigma es ​Armand Mattelart, ​quien propone un modelo
alternativo de la comunicación para romper con las teorías clásicas de corte lineal y
vertical. Sus planteamientos apuntan ​a​ f​ omentar una comunicación más democrática y
participativa en la que el​ receptor se encuentre en igualdad de condiciones y
oportunidades para producir y emitir mensajes.
Otro referente ineludible en Latinoamérica es ​Paulo Freire​. En sus textos sostiene que
la ​educación dialógica​ es la ​base para la liberación​ del educando (liberación cultural e
ideológica).
Su tesis se centra en la​ educación problematizadora​ contenedora de una comunicación
de ida y vuelta entre educadores y educandos en oposición a la​ educación
bancaria​ pensada desde un sistema unidireccional. En su propuesta educador y
educandos, se educan entre sí mientras se establece un ​diálogo ​en el cual tiene lugar ​el
proceso educativo.
En la misma línea de pensamiento, se encuentra ​Antonio Pasquali​. Este autor y en
palabras de Beltrán "Expresó... con énfasis...su convicción de que ​el diálogo entre
pares, en condiciones de libertad y equidad, estaba en el meollo de esa relación de
comunicación​...Solo hay verdadera Comunicación en caso de auténtica acción recíproca
entre agente y paciente, en que cada interlocutor habla y es escuchado, recibe y emite en
condiciones de igualdad (dialéctica del diálogo)” ​[B ​ eltrán, Luis Ramiro. (2011),
Comunicación para la salud del Pueblo: una revisión de conceptos básicos, OPS/OMS. La
Paz.]
En resumen Pasquali diferenció la comunicación producida mediante los medios masivos
(​información y difusión​) de ​la verdadera comunicación​ dada en las experiencias
humanas​ que implican compartir, intercambiar y consaber​ en igualdad de condiciones.
Otro conjunto de teóricos pertenecientes a esta escuela de pensamiento son aquellos que
abordaron análisis vinculados con la educación, el desarrollo, los diagnósticos, la
planificación y la evaluación de los procesos comunicacionales alternativos. ​Gonzaga
Motta, Díaz Bordenave, Martins de Carvalho, Contreras y Prieto Castillo son algunos
de​ ​los​ ​autores que brindaron aportes en esta dirección.
Es a partir de esta corriente que en el campo de la salud (como en otras áreas de
conocimiento) ​comienzan a realizarse en Argentina como en Latinoamérica
intervenciones de comunicación alternativa, participación y educación popular en
terreno. ​Podemos mencionar las radios comunitarias, rurales, de frontera que surgieron
como canales contra-hegemónicos para darle la voz a quienes no la poseían en los
medios masivos y tradicionales. Desde estos espacios, por ejemplo, se enseñaba a leer y
escribir a la población, se brindaban recomendaciones para mejorar la salud, se daba la
palabra a los trabajadores para así problematizar y generar procesos de liberación
colectiva.
Las experiencias, no solo fueron a través de la radio, sino más bien variadas y
numerosas: talleres comunitarios, ferias, quermeses, obras de teatro o títeres,
murales, propaladoras, periódicos​, entre tantas otras prácticas que emergieron para
acompañar los procesos de salud-enfermedad-atención/cuidado en las comunidades y
luchar por el cuidado de la salud. Todas promovieron a que ​los procesos de
comunicación en salud generarán un auténtico diálogo de saberes en el que
quienes participan sean a la vez emisores y receptores y un acto intercambiable en
el que todos aprendían de todos​.
Como ustedes saben, estas iniciativas surgieron en el auge de las dictaduras
latinoamericanas, que en nuestro país recortó el presupuesto para los programas de salud
e intervino todas las obras sociales provinciales. El poder opresivo hizo que persistiera
una ​comunicación agresiva/pasiva en la relación entre los equipos de salud y la
población: el equipo de salud asume una función ​predominantemente ​dominante y
vertical (de arriba hacia abajo) y ​la población simples receptores pasivos y
silenciados.
Queda como terrible recuerdo la resignificación del slogan “el silencio es salud”, creado
para una campaña que apuntaba a mejorar la calidad de la vida urbana con el fin de
terminar con el ruido ambiental. Pero que durante la dictadura encubriría la orden de
acallar las voces y las ideas de quienes pensaban distinto. En un escenario de represión
de las demandas sociales de la ciudadanía la Atención Primaria de la Salud (proclamada
en Alma Ata) estuvo lejos de propiciar la participación comunitaria y la intersectorialidad.
Los invitamos a ver un pequeño video que refleja la implementación de esta campaña.

Ahora bien, ​¿qué ocurrió con el regreso de la democracia? ¿Cómo se volvieron a


entrelazar los procesos de comunicación en salud?
Como hipótesis podemos decir que en nuestro país coexistieron y/o transcurrieron
políticas sanitarias que interpelaron de forma simultánea a los modelos tradicionales y
alternativos-comunitarios-populares. Y que la multiplicidad de enfoques se instalaba como
una opción verdadera para afrontar los procesos de salud-enfermedad-atención/cuidado.
Un ejemplo pionero ocurrió en ​1985 cuando Floreal Ferrara​, Ministro de la Provincia de
Buenos Aires y precursor de la medicina preventiva desde el Estado, desarrolló el
proyecto ​ATAMDOS (Atención Ambulatoria y Domiciliaria de la Salud) centrándose en la
atención primaria de la salud, mediante la creación de equipos interdisciplinarios
(médicos, trabajadores sociales, psicólogos, odontólogos y administrativos).
Estos equipos tenían a cargo 1.000 familias y eran éstas las encargadas de nombrar
el consejo de administración. Se reunían en asambleas y eran responsables del
dinero.
Es pertinente recordar, que Floreal Ferrara hace una crítica a la definición de la salud de
la Organización Mundial de la Salud de 1945 entendida como un estado de bienestar
físico mental y social y no meramente la ausencia de la enfermedad. Ferrara advierte que
no dice nada nuevo ya que la palabra “bienestar” o “estar bien” es la misma palabra que
“salud”. Para el Ministro de Salud en esta definición existen conceptos colonialistas ya que
según su opinión en la definición la OMS “una persona está bien cuando está adaptada a
la vida que vive, a las circunstancias” o para decirlo de otro modo “adaptarse a lo que el
régimen imperial imponga”. Según Ferrara “aquel que piensa que lo que hay que lograr es
la adaptación, piensa que la salud es un problema de remedios y se adapta a la sociedad
en la que vive".
Ocurre que Ferrara propuso mirar la salud desde lo social como “lucha por resolver un
conflicto antagónico que quiere evitar que alcancemos el óptimo vital para vivir en la
construcción de nuestra felicidad” y agrega que “la lucha antagónica de los pueblos que
han sabido resolver sus problemas socioeconómicos está haciéndonos mucho más
longevos, está haciéndonos mucho más sanos”. [Asociación Trabajadores del Estado de
la República Argentina. Consejo directivo nacional. Instituto de estudios sobre estado y
participación (IDEP). Área de salud. Labradores de la Salud Popular. Florear Ferrara.
Cuadernillo3]

Más adelante y como parte de la historia reciente podemos mencionar el ​Plan Federal de
Salud 2004-2007 formulado por el Ministro Ginés González García bajo el gobierno de
Néstor Kirchner. Un plan que estableció un modelo basado en la estrategia de la Atención
Primaria de la Salud (APS) y políticas públicas nacionales de salud como: la política
nacional de medicamentos, Programa Médicos Comunitarios, Plan Nacer-Programa
Sumar, Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable, Programas
Nacional de Municipios y Comunidades Saludables, entre otros.
Dichos programas promovieron el desarrollo de políticas de comunicación desde una
mirada integral, con perspectiva de derechos (en las campañas se visualiza la explicación
de los mismos) y de género.
Esperamos que este breve análisis permita repensar la comunicación como un espacio de
tensiones, y analizarla a partir de la historia, el contexto, la contingencia y las relaciones
de poder autoridad-discurso, desde una perspectiva de lucha por resolver conflictos.

Comunicación para la salud


Para ir cerrando la clase de esta semana les proponemos que vayan pensando qué
debería contemplar una definición de comunicación para la salud. Como disparador les
dejamos la siguiente:
"En un sentido general e ideal, l​ a comunicación para la salud​ consiste en la ​aplicación,
planificada y sistemática, de instrumentos de comunicación social al logro de
comportamientos de la población compatibles con sus necesidades de bienestar ​y
con las finalidades de servicio expresadas en políticas, estrategias y planes de salud
pública.
Vista como proceso social​, la comunicación para la salud es un mecanismo de
intervención institucional para ejercer, a escala multitudinaria, influencia sociocultural que
proporcione conocimientos, propicie actitudes y provoque prácticas favorables al cuidado
de la salud pública.

Vista como ejercicio profesional,​ la comunicación para la salud es el empleo


sistemático de medios de comunicación - individuales, de grupo, masivos y mixtos, tanto
tradicionales como modernos - como herramientas de apoyo al fomento de
comportamientos colectivos funcionales al logro de los objetivos de los servicios de salud
pública.”​ ​[B
​ eltrán, Luis Ramiro. (2011), Comunicación para la salud del Pueblo: una
revisión de conceptos básicos, OPS/OMS. La Paz.]
PARA RECORDAR!
Esta semana continúan abiertos los foros grupales sobre los eventos históricos. Cada
alumno está asignado a un foro. Recuerden que -mediante su representante- tienen
tiempo hasta el 18 de abril para compartir en el foro un documento en word con las
conclusiones de los intercambios del grupo. ​Adelante con los intercambios! Y
esperamos que tod@s puedan participar!

Lectura obligatoria clase 3

Beltrán, Luis Ramiro. (2011), Comunicación para la salud del Pueblo: una revisión de
conceptos básicos, OPS/OMS. La Paz.

Material de cátedra III. Clase 3. (Para entorno virtual ​La comunicación y su configuración
en el campo de la salud. Introducción a las teorías clásicas de la comunicación y su
vinculación con la salud​).

Video recomendado​:

Felipe Pigna: La Evolución de la Salud Pública en Argentina - Disertación completa

Lectura recomendada clase 3

Mattelart, Armand y Michele. (1997). Historia de la teorías de la comunicación.

Pineda de Alcázar, Migdalia. (2001). Las teorías clásicas de la comunicación: balance de


sus limitaciones a la luz del siglo XXI. Opción, Año 17, N° 36: 11-29 ISSN 1012-1587.

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