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Sociología de la comunicación

Rosa María beltre solano


20-ECSS-1-021

Explicar la teoria de los efectos.

La 'teoría de los efectos limitados es una teoría de la comunicación que sirvió como
corrección de la teoría hipodérmica. Surgió durante la década de los 40 del siglo XX
cuando, en ambientes intelectuales de EE. UU., se empezó a difundir la idea de que el
efecto de los medios de comunicación en la sociedad no era tan grande. Siguiendo
fundamentalmente las aseveraciones hechas por Harold Lasswell, la mayoría de estudios
anteriores habían concedido un poder ilimitado a la propaganda. Los medios y la
propaganda habían sido dotados de un poder que, en realidad, no poseían. Ese es el
principal aporte de esta teoría.

La teoría de los efectos limitados menciona que la sociedad tiene la capacidad de


seleccionar los mensajes que los medios emiten. Por tanto, esta selección estaría sometida
a los hábitos de recepción y percepción de cada individuo. De ahí que el poder de los
medios no sea el que se les había supuesto hasta entonces, ya que estarían limitados por
variables psicológicas individuales.

Se opone en este punto a la teoría hipodérmica. Ésta asemeja el proceso de comunicación


a la función que realiza una aguja hipodérmica: el mensaje que emiten los medios penetra
en la piel del cuerpo social sin que éste pueda hacer nada por remediarlo, y acabe por
asumir, sin capacidad crítica o selectiva, los mensajes que le llegan. No obstante, el
esquema comunicativo de ambas teorías es unidireccional. Así, el mensaje siempre va de
los medios a la sociedad, si bien la teoría de los efectos limitados presupone a la sociedad
capacidad selectiva con respecto a los mensajes.

Su principal representante es Paul F. Lazarsfeld, autor junto con Robert K. Merton del texto
"Los medios de comunicación de masas, el gusto popular y la acción social organizada".
Podemos considerar esta obra como fundacional de esta tendencia, ya que en ella se
recogen los principios esenciales que plantea.

Teoria hipodermica o de la aguja.

La teoría de la “aguja hipodérmica” nació con base en la necesidad de estudiar los efectos
de la propaganda durante los años 20’ y los años 30’. Esta teoría se desarrolla entre la
primera y segunda guerra mundial. Las tragedias de dichas guerras dieron lugar a la
necesidad de estudiar los efectos que las propagandas generaban en esa época.

Goebbels fue el responsable de propagar y popularizar las ideas del partido nazi, inclusive
antes de que llegara al poder. En 1933 los nazis llegaron al poder y Goebbels fue nombrado
Ministro de Instrucción para el Público y Propaganda. De esta forma se convirtió en jefe de
la prensa, radio, cine, teatro y virtualmente todas las actividades culturales y científicas.
Utilizó prácticamente todos los medios a su alcance para darle credibilidad al movimiento
nazi, midió consecuencias, tamizó información y teorizó sobre el fenómeno de la
comunicación de masas al definir los puntos básicos de la misma: ventajas y desventajas de
la información, público, opinión, canal, mensaje, respuesta, etcétera.

La teoría hipodérmica es una teoría post hoc ya que se define después de la I Guerra
Mundial, después de ver los efectos que tuvo la propaganda en este conflicto. La Primera
Guerra Mundial supuso un gran despliegue de armas, de dinero, etc. y fue una gran pérdida
social. En ese momento, Gran Bretaña y EE. UU. no habían sufrido una guerra en mucho
tiempo. Otra particularidad de esta guerra es que se dio muy cerca de la población civil, por
lo que se hizo necesario darle una importancia a la guerra que en realidad no tenía. Para
ello se utilizó la propaganda en una sociedad en la que los vínculos eran cada vez más
difíciles, para convencer a la gente de que diese su vida en un conflicto mundial que,
finalmente, sólo sería beneficioso para unos pocos.

Al finalizar la guerra, en Gran Bretaña, EE. UU. y Alemania se empieza a reflexionar sobre
este bombardeo enorme de propaganda, como medio para manipular a la gente, por parte
de los gobiernos y de los medios de comunicación, y se inicia así la crítica y la formulación
de la teoría.

Los teóricos que definen la teoría hipodérmica se plantean un individuo aislado, pero saben
que cada individuo no está verdaderamente aislado: se superan las diferencias de un grupo
heterogéneo para crear una unidad. El poder de los medios de comunicación es tan fuerte
que ninguna otra circunstancia puede provocar la respuesta que este modelo consigue.

Estos teóricos del siglo XX plantean el problema producido por un enorme cambio radical,
algo que ya plantearon otros estudiosos en el siglo XIX. En la forma vieja de funcionar, las
relaciones informales hacían fácil la empatía y la relación con el otro. Sin embargo, en la
sociedad de masas eso es muy difícil. En el contexto de la I Guerra Mundial se utiliza la
propaganda para convencer al individuo de amar a la patria y odiar al resto del mundo:
“martillo y yunque de la solidaridad social” (Lasswell). El fascismo y el nazismo utilizaron un
bombardeo de propaganda para que los mensajes entrasen directamente en la piel del
individuo y tuviesen un efecto en ellos. Al ver sus efectos en la I Guerra Mundial, fue
utilizado por partidos fascistas y nazis y así se erigieron en el poder. El éxito de la
propaganda está en crear la convicción de que si se articula un mensaje de una cierta forma
se obtendrá el efecto deseado: eso es manipular. Sin embargo, Lazarsfeld hace otra
interpretación: dice que el efecto no es tan claro, no se consigue lo deseado.

Teoría positiva

La Teoría Positivista afirma que el conocimiento auténtico es el científico. Solo puede surgir
a través del método científico. «El hecho es la única realidad científica.» (Urbina Tortolero,
2008). Sus principales expositores fueron Augusto Comte (el «padre de la sociología»),
Saint-Simon y John Stuart Mill. Augusto Comte presentó la idea de que los conocimientos
pasan por tres estados:

Teológico.
Metafísico.
Positivo
El funcionalismo y el Estructuralismo en la comunicacion.

la teoría funcionalista se enfoca en el estudio de los efectos de los medios masivos de


comunicación, tomando como base a sus principales autores y destacando los elementos
que ayuden a comprender los medios masivos con relación a la sociedad tanto desde su
punto de vista individual como global.

Lo que caracteriza al funcionalismo es que para encontrar constantes en todas las


sociedades y elaborar un conjunto de leyes generales que le den una teoría científica o un
conjunto interrelacionado de leyes, elabora una serie de problemas funcionales comunes a
toda sociedad con el supuesto de que bajo la apariencia de una gran diversidad de
conductas se ocultan los mismos problemas humanos.

Ahora bien, el sistema social no puede ser analizado desde un punto de vista estático, sino
que también debe encontrarse su función para su estudio dinámico. Llegando así a un
análisis estructural-funcional.

Con esto, la corriente funcionalista de la comunicación nos servirá como base para el
estudio de los medios masivos y su relación con la sociedad para poder comprender cómo
influyen los medios de comunicación en la sociedad, pero también ayudará en el estudio de
los medios como institución de una manera detallada para entender el porqué de dichos
efectos con base en sus estructuras. Así, es necesario rescatar las características de los
medios masivos:

● Las masas requieren organizaciones formales complejas.


● Los medios masivos se dirigen a públicos muy amplios.
● Las comunicaciones masivas son públicas; es decir, su contenido está abierto a
todos.
● Público heterogéneo.
● La relación Emisor – Público es impersonal.

El estructuralismo pretende reconstruir las reglas que dan significado a las acciones, a los
objetos, a las palabras, en un proceso de comunicación social.
Los estructuralistas prefieren distinguir entre normas y reglas. Las reglas son inconscientes,
son el fundamento de las normas.

Estructuralismo y comunicación

El análisis de los mensajes visivo, verbales en los medios de comunicación de masas, se


puede plantear desde un punto de vista estructuralista.

El método estructuralista tiene su fuente en el estudio lingüístico de Ferdinand de Saussure.


A partir de su modelo teórico, se ha desarrollado en Europa una disciplina que estudia la
comunicación. Dentro de esta corriente general ha habido una discusión para definir y
delimitar este campo teórico o como semiología o como semiótica. En el enfoque
semiológico se estudian los signos como reductibles a leyes del lenguaje. En la semiótica se
rebasa esta perspectiva, para considerar también los hechos socioculturales como signos.
El capítulo se inicia con la teoría estructuralista general aplicada a la comunicación. Se
reseñan, por representativos, los planteamientos de Abraham Moles. Después se presenta
la teoría y práctica de la semiología a partir de las aportaciones del teórico más destacado
de esta disciplina: Roland Barthes. Sobre semiótica se reseña la teoría y la práctica
elaborada por Humberto Eco, quien es considerado uno de los investigadores más
firmemente dedicados a esta área.

El emperismo.

El empirismo es una teoría filosófica que enfatiza el papel de la experiencia y la evidencia,


especialmente la percepción sensorial, en la formación de ideas y adquisición de
conocimiento, sobre la noción de ideas innatas o tradición. Para el empirismo más extremo,
la experiencia es la base de todo conocimiento, no solo en cuanto a su origen sino también
en cuanto a su contenido. Se parte del mundo sensible para formar los conceptos y estos
encuentran en lo sensible su justificación y su limitación.

El empirismo, bajo ese nombre, surge en la Edad Moderna como fruto maduro de una
tendencia filosófica que se desarrolla sobre todo en el Reino Unido desde la Baja Edad
Media. En la Antigüedad clásica, lo empírico se refería al conocimiento que los médicos,
arquitectos, artistas y artesanos en general obtenían a través de su experiencia dirigida
hacia lo útil y técnico, en contraposición al conocimiento teórico concebido como
contemplación de la verdad al margen de cualquier utilidad.

Se suele considerar en contraposición al racionalismo, más característico de la filosofía


continental. Hoy en día la oposición empirismo-racionalismo, como la distinción analítico-
sintético, no se suele entender de un modo tajante, como lo fue en tiempos anteriores, y
más bien una u otra postura obedece a cuestiones metodológicas, heurísticas o de
actitudes vitales, más que a principios filosóficos fundamentales.

El empirismo también se opone al historicismo, ya que tanto el empirismo como el


racionalismo son teorías individualistas del conocimiento, mientras que el historicismo es
una epistemología social. Si bien el historicismo también reconoce el papel de la
experiencia, difiere del empirismo al suponer que los datos sensoriales no se pueden
entender sin considerar las circunstancias históricas y culturales en las que se hacen las
observaciones.

En relación a la ciencia, el empirismo no se debe mezclar con la investigación empírica, ya


que las diferentes epistemologías se deben considerar puntos de vista opuestos sobre la
mejor manera de hacer estudios. Sin embargo, entre los investigadores hay cierto consenso
de que los estudios deben ser empíricos. Por lo tanto, el empirismo actual se debe entender
como uno entre los ideales en competencia de obtener conocimiento. Como tal, el
empirismo se caracteriza primeramente por el ideal para permitir que los datos de la
observación «hablen por sí mismos», mientras que los puntos de vista opuestos se oponen
a este ideal. El empirismo, por lo tanto, no solo se debe entender en relación con cómo este
término se ha utilizado en la historia de la filosofía. También se debe interpretar de una
manera que permita distinguir el empirismo entre otras posiciones epistemológicas en la
ciencia contemporánea. En otras palabras: el empirismo como concepto se debe construir
junto con otros conceptos, que juntos hacen posible discriminaciones importantes entre los
diferentes ideales subyacentes de la ciencia contemporánea.

Método experimental

En la investigación de enfoque experimental el investigador manipula una o más variables


de estudio, para controlar el aumento o disminución de esas variables y su efecto en las
conductas observadas. Dicho de otra forma, un experimento consiste en hacer un cambio
en el valor de una variable (variable independiente) y observar su efecto en otra variable
(variable dependiente). Esto se lleva a cabo en condiciones rigurosamente controladas, con
el fin de describir de qué modo o por qué causa se produce una situación o acontecimiento
particular.

Los métodos experimentales son los adecuados para poner a prueba hipótesis de
relaciones causales.

Características de la investigación experimental

Podemos distinguir seis características que diferencian a la investigación experimental de


otros tipos de investigación. Debemos decir que mientras estas características son
habituales en las investigaciones llevadas a cabo en otros campos, en el campo de la
investigación pedagógica raramente se pueden seguir en su totalidad.

Las características son las siguientes:

1. Equivalencia estadística de sujetos en diversos grupos normalmente formados al azar:


dicho de otra forma, los sujetos se reúnen en grupos equivalentes para que de esta forma
las diferencias en los resultados de la investigación no sean provocadas por diferencias
iniciales entre los grupos de sujetos. Normalmente estos grupos se forman mediante
asignación al azar de los sujetos.

2. Comparación de dos o más grupos o conjuntos de condiciones: es necesario que haya un


mínimo de dos grupos de sujetos para establecer comparaciones entre ellos, ya que un
experimento no se puede llevar a cabo con un único grupo y una única condición
experimental.

3. Manipulación directa de una variable independiente: como ya hemos dicho, un


experimento consiste en manipular variables independientes para observar su efecto en las
variables dependientes. Por ello, es una de las características más distintivas del enfoque
experimental. La variable independiente se manipula en forma de diferentes valores o
condiciones que el experimentador asigna. Dicha asignación por parte del investigador es
importante que ocurra, pues de lo contrario, no puede considerarse un experimento real.

4. Medición de cada variable dependiente: deben poder asignarse valores numéricos a las
variables dependientes. Si el resultado de la investigación no puede ser medido ni
cuantificado de este modo, difícilmente hablaremos de una investigación experimental.
5. Uso de estadística inferencial: la estadística inferencial nos permite hacer
generalizaciones a partir de las muestras de sujetos analizadas.

6. Diseño que permita un control máximo de variables extrañas: de esta manera nos
aseguramos que este tipo de variables no influyen en la variable dependiente, o si influyen,
lo hacen de un modo homogéneo en todos los grupos. De este modo los resultados no son
interferidos por las variables extrañas.

El método de campo

La obtención de datos es algo muy importante en la investigación, por eso existen una gran
variedad de métodos para conseguirlos. En este post nos adentraremos un poco más en la
explicación de qué es el método de campo y, por eso te invitamos a que sigas leyendo.

El método de campo es definido como la recopilación de datos de un lugar para un


propósito específico, según Rosana Guber la etnografía y el método de campo son dos
conceptos que se complementan, definiendo estos dos como un ámbito de donde se
obtiene información mediante un conjunto de procedimientos.

● Tipos de método de campo

Ahora que tenemos conocimientos de qué es el método de campo y cómo se realizan, es


momento de hablar de sus tipos los cuales de dividen según su área de investigación.
Algunos de estos son:

● Método de campo antropología social o cultural: Los investigadores pasan largos


periodos de tiempo en el entorno de la cultura estudiada para familiarizarse y
recoger los datos necesarios para completar la investigación.

● Método de campo en la salud: En lugares que se vean afectados por una


enfermedad o sean vulnerables a esta, se requiere la visita de los investigadores
para lograr crear una cura.

● Método de campo en la geología: Se deben visitar la zona donde se generen o se


puedan encontrar los minerales

El Conductismo

El conductismo es una corriente de la psicología que estudia la conducta o comportamiento


observable de personas y animales a través de procedimientos objetivos y experimentales.
También se conoce como conductivismo.

El conductismo estudia las conductas y comportamientos, no los estados mentales, por ello,
los conductistas determinan que el aprendizaje deriva de un cambio de conducta.

El conductismo fue propuesto por el psicólogo estadounidense John Broadus Watson a


inicios del siglo XX. Watson propuso la teoría del conductismo como rechazo a la psicología
y los métodos de introspección que partían de la idea de que el aprendizaje era un proceso
interno.

Por su parte, Watson se basó en el estudio de la conducta humana observable e identificó


que ésta modifica el comportamiento de los individuos tras un proceso de estímulo,
respuesta y refuerzo que finaliza con el aprendizaje.

De allí que el conductismo enfatiza que el objeto de estudio no es la conciencia, sino las
relaciones que se forman entre los estímulos y las respuestas que dan origen a nuevas
conductas y comportamientos observables.

Sin embargo, fue el filósofo ruso Iván Petrovich Pavlov, el primero en estudiar los reflejos o
estímulos condicionados y en determinar lo que se conoce como condicionamiento clásico,
que expresa cómo se modifican las conductas humanas y animales con el empleo de
diversas técnicas.

EL experimento más conocido de Pavlov es el de la salivación anticipada de los perros tras


ciertos estímulos que les indicaban que iban a comer.

El marxismo

El marxismo es una perspectiva teórica y un método de análisis socioeconómico de la


realidad y la historia, que considera las relaciones de clase y el conflicto social utilizando
una interpretación materialista del desarrollo histórico y adopta una visión dialéctica de la
transformación social y análisis crítico del capitalismo, compuesto principalmente por el
pensamiento desarrollado en la obra del filósofo, sociólogo, economista y periodista
revolucionario alemán de origen judío, Karl Marx, quien contribuyó en la sociología, la
economía, el derecho y la historia.

Este grupo de doctrinas filosóficas, sociales, económicas, políticas, etc. adquirió una forma
más definida tras su muerte por una serie de pensadores que complementan y/o
reinterpretan este modelo que van desde Friedrich Engels, compañero y coeditor de Marx,
hasta otros pensadores como Gueorgui Plejánov, Lenin, León Trotski, Rosa Luxemburgo,
Antonio Gramsci, Georg Lukács o Mao Zedong.[2]

Es correcto hablar de marxismo como una corriente del pensamiento humano. El marxismo
se asocia principalmente al conjunto de movimientos políticos y sociales que surgieron
durante el siglo XX, entre los que destacaron la Revolución rusa, la Revolución china y la
Revolución cubana.

El marxismo ha pretendido desarrollar una ciencia social unificada (historia, teoría


sociológica, teoría económica, ciencia política y epistemología) para la comprensión de las
sociedades divididas en clases y la fundamentación de una visión revolucionaria del cambio
social que ha inspirado innumerables movimientos sociales y políticos en el mundo a través
de la historia moderna. Presenta tres dimensiones identificables: una dimensión económico-
sociológica, una dimensión política y una dimensión crítico-filosófica expresada la filosofía
anterior en el idealismo de Hegel y en el materialismo de Feuerbach. El análisis marxista,
denominado materialismo histórico, enfatiza en el carácter determinante de las condiciones
materiales - relaciones sociales y lugares en la producción- en la vida de las personas y en
la conciencia que tienen sobre sí mismas y sobre el mundo. Dicha base material es
considerada, en esta perspectiva, determinante en última instancia de otros fenómenos
sociales, tales como las relaciones sociales y políticas, el derecho, la ideología o la moral.

Se ha desarrollado en muchas ramas y escuelas de pensamiento diferentes, con el


resultado de que ahora no existe una única teoría marxista definitiva. Diferentes escuelas
marxistas ponen un mayor énfasis en ciertos aspectos del marxismo clásico mientras
rechazan o modifican otros aspectos. Muchas escuelas de pensamiento han tratado de
combinar conceptos marxistas y conceptos no marxistas, lo que ha llevado a conclusiones
contradictorias.

El materialismo histórico y el materialismo dialéctico sigue siendo el aspecto fundamental de


todas las escuelas de pensamiento marxistas. Esta opinión no es aceptada por algunos
postmarxistas como Ernesto Laclau y Chantal Mouffe, quienes afirman que la historia no
solo está determinada por modos de producción, pero también por conciencia y
voluntad.Varias corrientes también se han desarrollado en el marxismo académico, a
menudo bajo la influencia de otros puntos de vista: marxismo estructuralista, marxismo
histórico, marxismo fenomenológico, marxismo analítico, marxismo humanista, marxismo
occidental y marxismo hegeliano. El legado de Marx se ha disputado entre numerosas
tendencias, las cuales incluyen el leninismo, el marxismo-leninismo, el trotskismo, el
maoísmo, el luxemburguismo y el marxismo libertario.

El marxismo ha tenido un profundo impacto en la academia global y ha influido en muchos


campos como la arqueología, la antropología, estudios de ciencias, ciencias políticas,
teatro, historia, sociología, historia y teoría del arte, estudios culturales, educación,
economía, ética, criminología, geografía, crítica literaria, estética, teoría del cine, psicología
crítica y filosofía.

Teoría del poder

MAX WEBER Y LA TEORÍA DEL PODER

Para la teoría jurídica clásica, el poder emana del Estado, es producto de la


institucionalización de un contrato social a partir del cual se deben sujetar de forma
obligatoria todos los individuos que componen determinada sociedad, de lo contrario se
corre el riesgo de padecer la aplicación rigurosa de la ley. Max Weber representa de forma
clara esta posición. Veamos cómo explica el poder con sus propias palabras: “En términos
generales entendemos por “poder” la posibilidad de que una persona, o varias, realicen su
propia voluntad en una acción en común, aun contra la oposición de otros participantes en
la acción” .

La noción de poder que desarrolla Max Weber tiene como supuesto teórico que el Estado y
el sistema jurídico que emana de él, son producto de un contrato social. El poder está
representado en la ley, en la posibilidad de mantener un determinado orden social ya sea a
través de la persuasión o la violencia. El sistema jurídico y los medios de represión
institucionalizados, son los que hacen posible el reparto del poder. En términos generales,
Weber, define al poder como la posibilidad que poseen las personas de institucionalizar los
intereses que les son comunes.

La gran debilidad que presenta esta definición sobre el poder, es que parte del supuesto
teórico de que el Estado es producto de un contrato social (posicionamiento político que
procede de las tesis de Rousseau), y descarta la posibilidad de ver al Estado como un
espacio en disputa, como un espacio en donde cobran forma los intereses de las distintas
clases sociales en lucha. Por lo tanto El poder sólo es concebido en términos de dominación
y subordinación, desechando, como elemento consustancial de las relaciones de poder, la
contestación y la resistencia.

EL PODER EN LA TEORÍA ESTRUCTURAL FUNCIONALISTA

La teoría funcional estructuralista concibe al poder sólo en términos institucionales. El marco


legal en el que se fundamenta el Estado y sus instituciones, son los límites inamovibles del
ejercicio del poder. En palabras de Talcoltt Parsons: “Definimos el poder como la capacidad
para tomar decisiones que sean válidas para la comunidad en cuestión y sus miembros,
hasta el punto de que sus estatus comporten obligaciones, bajo dichas decisiones”.

La teoría funcional estructuralista naturaliza las diferencias sociales, tiene como principio
teórico la negación de la lucha de clases. Por lo tanto, la lucha de clases está ausente de
las instituciones que conforman el Estado. El poder se restringe a la capacidad de hacer
obedecer la ley. La política y el poder se limitan a la participación en los procedimientos
institucionalizados para la toma de decisiones. Esta visión reduce el ejercicio del poder al
Estado. Por lo tanto, el poder es una facultad social que se otorga de forma personal,
susceptible de herencia y de contrato.

La teoría estructural funcionalista da forma al fetichismo del poder, las relaciones sociales
son representadas de forma fantasmagórica como un objeto, como una mercancía que se
adquiere, se compra, se traspasa, se usa y se desecha. El producto de las personas
adquiere autonomía frente a sus creadores, y pasa a convertirse en un fetiche que los
oprime. En la actualidad, esta definición fetichista del poder, es hegemónica.

EL PODER Y LA LUCHA DE CLASES

Frente a esta visión fetichista del poder se encuentra la teoría marxista, en donde el poder
hace alusión de forma directa al campo de la lucha de clases. Nicos Poulantzas sostiene:
“... se designará por poder la capacidad de una clase social para realizar sus intereses
objetivos específicos”. La teoría marxista parte del supuesto de que todo acontecimiento
histórico es producto de la lucha de clases. Por lo tanto, los intereses de las diferentes
clases sociales son el epicentro de todas las relaciones de poder.

La aportación del marxismo a la teoría del poder, es que desmistifica al Estado y a las
instituciones que la conforman, y, en contra parte, centra la atención en las relaciones
sociales. Se construye una visión dialéctica sobre el poder, en donde el conflicto y la
contradicción son elementos fundamentales que articulan las relaciones de poder.
El concepto de poder se refiere a ese tipo preciso de relaciones sociales que se caracteriza
por el “conflicto”, por la lucha de clases, es decir, a un campo en cuyo interior, precisamente
por la existencia de las clases, la capacidad de una de ellas para realizar por su práctica sus
intereses propios está en oposición con la capacidad –y los intereses- de otras clases. Esto
determina una relación específica de dominio y de subordinación de las prácticas de clase,
que se caracteriza precisamente como relación de poder.

La teoría marxista pone el conflicto y la contradicción en el centro de las relaciones de


poder. En tanto que los intereses de una clase solo se pueden realizar, volver objetivos, a
consta de los intereses de las otras clases, y viceversas, entonces la objetivación de
intereses de clase es conflictiva. La clase obrera solo puede mejorar sus condiciones
salariales a costa de la ganancia del capitalista. Y el señor capitalista solo puede acrecentar
su ganancia, perjudicando las condiciones laborales de la clase obrera.

Si bien, la teoría marxista logra concebir al poder en términos de relaciones sociales e


intereses conflictivos de clases, al mismo tiempo da forma a una exégesis de la lógica de
guerra. El poder es, de forma central, un conflicto de intereses entre las clases sociales. Tal
parece que en la perspectiva marxista no tiene cabida el problema de la autodominación y
de la participación activa de los dominados en su propia dominación.

La lucha de clases es la matriz subyacente a toda relación de poder. La teoría marxista


reduce de forma esencialista el poder a la lucha de clases. Para la teoría marxista, los
intereses materiales son los que determinan en “última instancia” las relaciones sociales.

La teoría marxista termina construyendo una visión determinista y economicista sobre el


poder.

El condicionamiento clasico y operante.

El condicionamiento clásico y el operante son las dos principales formas de aprendizaje


asociativo.

El condicionamiento operante es una forma de enseñanza mediante la cual un sujeto tiene


más probabilidades de repetir (o no) las formas de conducta que conllevan consecuencias
positivas, y menos probabilidad de repetir las que conllevan problemas negativos. Es un tipo
de aprendizaje asociativo, este tiene que ver con el desarrollo de nuevas conductas en
función de sus consecuencias, y no con la asociación entre estímulos y conductas como
ocurre en el condicionamiento clásico.

El término fue introducido por el Psicólogo Burrhus Frederic Skinner, aunque hoy se prefiere
el de «condicionamiento instrumental», introducido por Edward Thorndike, por ser más
descriptivo. Este último sugiere que la conducta sirve de instrumento para conseguir un fin y
se da por ensayo y error, a diferencia del condicionamiento operante planteado por Skinner,
que propone que aquellas respuestas que se vean reforzadas tienen tendencia a repetirse y
aquellas que reciban un castigo tendrán menos probabilidad de repetirse.

La investigación sobre el condicionamiento operante ha dado lugar a una tecnología muy


minuciosa para la enseñanza, denominada modificación de conducta.
Condicionamiento clásico. También llamado pavloviano en honor a su más importante
estudioso, Iván Pavlov, obedece a un patrón de estímulo-respuesta a partir del cual un
sujeto es capaz de asociar un determinado evento con otro y por ende con una conducta
esperada de él, por simple asociación de eventos en la memoria. El experimento más
célebre de Pavlov consistía en alimentar a un perro sólo después de tocar una campana.
Después de repetir numerosas veces este patrón, el perro ya salivaba en expectación de la
comida venidera. Por ejemplo: el timbre del receso, el plato del perro.

Condicionamiento operante. En cambio, parte del aumento o disminución del estímulo


determinado, en base a un patrón de castigo-recompensa. En lugar de la asociación de
estímulos, este tipo de aprendizaje se basa en el desarrollo de nuevas conductas, a partir
del refuerzo (positivo o negativo: recompensa o castigo) de las deseadas y no de las
indeseadas. Su principal investigador, B. F. Skinner, utilizaba para explorarlo un ambiente
libre de distracciones llamado caja de Skinner, en el que podía manipular la entrega de
alimentos a los animales de pruebas. Por ejemplo: las ofertas en productos, la castración
simbólica.

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