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Farmacia
Asignatura
Inmunología
Tema a investigar
Reconocimiento antigénico porcélulas T,
Año
3
Docente
Jimmy Ticay Calero
Integrantes
Julio Perez
Tatiana Reyes
Jobelka Palma
Jasiry Robles Gutiérrez
Perla Gonzales
Wilmary Castillo
23/9/2023
Introducción
Hay dos clases de moléculas del MHC: MHC de clase I y MHC de clase II; difieren
tanto en su estructura como en el modelo de expresión en los tejidos del cuerpo.
Ambas clases de moléculas se encuentran relacionadas en forma estrecha en
cuanto a estructura general, pero difieren en su composición de subunidad (figs.3-
15 y 3-16). En ellas, los dos dominios proteínicos pareados más cercanos a la
membrana semejan dominios de inmunoglobulina, mientras que los dos dominios
más lejos de la membrana se pliegan y se unen entre sí para crear una hendidura,
o surco, larga que es el sitio en el cual se une un péptido. Los complejos de
péptido: MHC de clase I y péptido: MHC de clase II purificados se caracterizan
desde el punto de vista estructural, lo que permite describir en detalle a las molé-
culas del MHC y la forma en la que se unen a péptidos.
Las proteínas de superficie celular CD4 y CD8 de células T son necesarias para
una respuesta eficaz a antígenos.
Durante la búsqueda del gen que codifi ca para la cadena TCRα, se descubrió en
forma accidental otro gen parecido al receptor de células T. Este gen se llamó
TCRγ, y su descubrimiento llevó a una búsqueda de más genes que codifi can
para receptores de células T. Se identifi có otra cadena de receptor al usar
anticuerpos contra la secuencia predicha de la cadena γ, y se llamó cadena δ.
Pronto se descubrió que una población minoritaria de células T porta un tipo
distinto de receptor de células T formado de heterodímeros γ:δ más que de
heterodímeros α:β. El desarrollo de estas células se describe en las secciones 7-
11 y 7-12.
La estructura cristalográfica de un receptor de células T γ:δ revela que, como se
esperaba, tiene forma similar a los receptores de células T α:β (fi g. 3-28). Los
receptores de células T γ:δ pueden estar especializados en la unión a ciertas
clases de ligando, incluso proteínas de choque por calor y ligandos no peptídicos
como ligando fosforilados o antígenos lípidos mico bacterianos. Es probable que
los receptores de células T γ:δ no estén restringidos por las moléculas del MHC de
clases I y II “clásicas”. Pueden unirse al antígeno libre, de un modo muy parecido
a como lo hacen las inmunoglobulinas, o unirse a péptidos u otros antígenos
presentados por moléculas parecidas a MHC no clásicas, o efectuar ambas
acciones. Éstas son proteínas que semejan moléculas del MHC de clase I pero
que son relativamente no polimórficas (cap. 5). Aún se sabe poco acerca de cómo
los receptores de células T γ:δ se unen a antígenos y, así, cómo funcionan estas
células, y cuál es su participación en respuestas inmunitarias. La estructura y el
reordenamiento de los genes que codifican para receptores de células T γ:δ se
revisan en las secciones 4-11 y 7-12.}
Los receptores para antígenos en casi todas las células T
Los receptores para antígenos en casi todas las células T, los receptores de
células T α:β, están compuestos de dos cadenas de proteína, TCRα y TCRβ, y
semejan en muchos aspectos un fragmento Fab único de inmunoglobulina. Los
receptores de células T siempre están unidos a membrana. Los receptores de
células T α:β no reconocen antígenos en su estado natural como lo hacen los
receptores inmunoglobulina de células B, sino que reconocen un ligando
compuesto de un antígeno peptídico, unido a una molécula del MHC. Las
moléculas del MHC son glucoproteínas muy polimórficas codificadas por genes en
el complejo principal de histocompatibilidad (MHC). Cada molécula del MHC se
une a una amplia variedad de
péptidos distintos, pero las variantes de cada uno reconoce en forma preferente
grupos de péptidos con secuencia y características físicas particulares. El
antígeno peptídico se genera dentro de la célula, y se une de manera estable en
una hendidura de unión a péptido sobre la superficie de la molécula del MHC. Hay
dos clases de estas moléculas, y se encuentran unidas en sus dominios no
polimórficos por moléculas CD8 y CD4 que distinguen dos clases funcionales
diferentes de células T α:β. CD8 se une a moléculas del MHC de clase I, y puede
unirse de modo simultáneo al mismo complejo de péptido:MHC de clase 1 que
está siendo reconocido por un receptor de células T; así, actúa como un
correceptor y aumenta la respuesta de células T; CD4 se une a moléculas del
MHC de clase II y actúa como un correceptor para receptores de células T que
reconocen ligandos de péptido:MHC de clase II. Un receptor de células T
interactúa de manera directa tanto con el péptido antigénico como con
características polimórficas de la molécula del MHC que lo despliega, y esta doble
especificidad fundamenta la restricción por MHC de las respuestas de células T.
Un segundo tipo de receptor de éstas, compuesto de una cadena γ y una δ, es
similar desde el punto de vista estructural al receptor de células T α:β, pero parece
unirse a diferentes ligandos, incluso no peptídicos. Se cree que no está restringido
por MHC. Se encuentra en una minoría de la población de células T, las células T
γ:δ.
Conclusiones