¿Qué son las vías de presentación antigénica
citosolica y endocitica?
Son dos procesos diferentes mediante los
cuales las células del sistema inmunológico
presentan antígenos a las células T y activan
una respuesta inmune específica contra ellos.
La vía de presentación antigénica citosólica
ocurre en las células que han sido infectadas
por virus u otros patógenos intracelulares, o
en células que han producido proteínas
anormales como en células tumorales. En esta
vía, los antígenos se procesan en el citosol de
la célula y se presentan en la superficie celular
asociados a las moléculas del complejo mayor
de histocompatibilidad de clase I (MHC-I). Los
linfocitos T citotóxicos (CD8+) pueden
reconocer y eliminar las células que presentan
estos complejos de antígeno-MHC-I.
Por otro lado, la vía de presentación
antigénica endocítica ocurre en las células
fagocíticas, como los macrófagos y las células
dendríticas, que pueden fagocitar partículas
extracelulares, como bacterias o células
muertas. Los antígenos se procesan en los
endosomas y se presentan en la superficie
celular asociados a las moléculas del complejo
mayor de histocompatibilidad de clase II
(MHC-II). Los linfocitos T auxiliares (CD4+)
pueden reconocer y activar otras células del
sistema inmunológico para coordinar la
respuesta inmune contra los antígenos.
¿Cómo es la estructura de las vías de
presentación antigénica citosólica y
endocitica?
La estructura de las vías de presentación
antigénica citosólica y endocítica se relaciona
con los procesos específicos que ocurren en
cada una de ellas.
En la vía de presentación antigénica citosólica,
las proteínas virales o anormales se
desnaturalizan en el citosol de la célula y se
fragmentan en pequeños péptidos por acción
de las proteasas del citosol. Los péptidos
resultantes son transportados al retículo
endoplásmico por un transportador llamado
TAP (transportador asociado al procesamiento
de antígenos), donde se unen a las moléculas
del complejo mayor de histocompatibilidad de
clase I (MHC-I). La presentación de estos
complejos de antígeno-MHC-I en la superficie
celular permite que los linfocitos T citotóxicos
(CD8+) reconozcan y eliminen las células
infectadas o tumorales que presentan los
antígenos.
En la vía de presentación antigénica
endocítica, las células fagocíticas, como los
macrófagos y las células dendríticas, fagocitan
los antígenos extracelulares y los transportan a
los endosomas, donde se degradan en
péptidos por acción de las proteasas del
endosoma. Los péptidos resultantes se unen a
las moléculas del complejo mayor de
histocompatibilidad de clase II (MHC-II) y se
presentan en la superficie celular. Los
linfocitos T auxiliares (CD4+) reconocen los
complejos de antígeno-MHC-II y se activan
para coordinar la respuesta inmune contra los
antígenos.
En ambas vías de presentación antigénica, la
estructura de los complejos de antígeno-MHC
es esencialmente la misma. Los complejos
están compuestos por un antígeno específico,
que se une a un receptor de antígeno
específico de células T, y una molécula MHC
que presenta el antígeno a la célula T. En la vía
citosólica, el antígeno se presenta en el
contexto de las moléculas MHC-I, mientras
que en la vía endocítica, el antígeno se
presenta en el contexto de las moléculas MHC-
II. En ambos casos, los complejos de antígeno-
MHC son reconocidos por los linfocitos T y
desencadenan una respuesta inmune
adaptativa específica contra los antígenos
presentados.
¿Para qué sirven las vías de presentación
antigenica citosolica y endocitica?

Las vías de presentación antigénica citosólica y

endocítica son esenciales para la función del
sistema inmunológico. Permiten que las
células presenten antígenos a las células T y
desencadenen una respuesta inmune
específica contra ellos. La función de estas vías
es la siguiente:

Identificación de antígenos: Las vías de

presentación antigénica permiten que las
células del sistema inmunológico identifiquen
los antígenos que están presentes en las
células infectadas, células tumorales, o en los
patógenos extracelulares que han sido
fagocitados.

Activación de células T: Una vez que los

antígenos son identificados, son presentados a
las células T por medio de los complejos de
antígeno-MHC. La interacción entre las células
presentadoras de antígeno y las células T lleva
a la activación de estas últimas, lo que les
permite expandirse y diferenciarse en células
efectoras que pueden llevar a cabo la
eliminación de las células infectadas, células
tumorales, o patógenos extracelulares.

Coordinación de la respuesta inmune:

Además, las vías de presentación antigénica
citosólica y endocítica permiten que las células
T activadas coordinen la respuesta inmune
adaptativa específica contra los antígenos
presentados. Los linfocitos T citotóxicos (CD8+)
eliminan las células que presentan complejos
de antígeno-MHC-I, mientras que los linfocitos
T auxiliares (CD4+) activan y coordinan la
respuesta inmune a través de la secreción de
citoquinas que estimulan la proliferación y
diferenciación de otras células del sistema
inmunológico.