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Dos enfoques diferentes en la educación: la "bancaria" se caracteriza por llenar a los estudiantes con
información sin fomentar la comprensión crítica, y la educación "problematizadora" busca involucrar a
los estudiantes en un diálogo crítico y activo con el mundo. La educación "problematizadora" es
crucial para liberar a las personas al permitirles comprender su situación y trabajar juntas para
transformarla.
¿Cómo trata el concepto de educación "bancaria" a los estudiantes y cuáles son sus
consecuencias?
Trata a los estudiantes como receptores pasivos de conocimientos y los ve como recipientes vacíos
que deben llenarse de información. Según Freire, este enfoque reduce a los estudiantes a
autómatas, negando su vocación ontológica de ser más. Las consecuencias de este enfoque son
significativas, deshumaniza a los estudiantes al tratarlos como receptores pasivos en lugar de
agentes activos en su propia educación y perpetúa la dinámica de poder existente en la sociedad, ya
que sirve a los intereses de los opresores manteniendo el status quo.
La educación asistencial es aquella que sirve a la dominación y que inhibe el acto creador de los
individuos. Esta educación domestica a los hombres, negándoles su vocación ontológica e histórica
de humanizarse. La educación crítica se basa en el acto creador y estimula la reflexión y la acción
verdaderas de los hombres sobre la realidad. Esta educación responde a la vocación de los seres
humanos como seres históricos y busca su liberación.
Lo hace al empoderarlos para involucrarse críticamente con sus propias experiencias, el mundo que
los rodea y las estructuras sociales que dan forma a sus vidas. El diálogo permite a las personas
participar en un intercambio recíproco de ideas, perspectivas y experiencias, pudiendo cuestionar
sus propios supuestos y prejuicios, así como los de los demás. La reflexión permite a los individuos
examinar críticamente sus propios pensamientos, acciones y experiencias, y también permite a las
personas cuestionar y desafiar las normas y estructuras de poder existentes, lo que lleva a una
mayor conciencia de las injusticias sociales y un deseo de cambio.