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Carrera:
Trabajo social
Semestre:
Primer Semestre
Asignatura:
Tema:
Maestro
José Guadalupe García Ramírez
.CONCLUSION 17
FUENTE BIBLIOGRÁFICA 18
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Introducción del Humanismo en el ámbito estudiantil
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1.1 LA EDUCACIÓN HUMANISTA EN LA UNIVERSIDAD
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Importancia de las universidades en el Humanismo
Se dice que este modelo pedagógico humaniza a los estudiantes, es decir que los
pone en contacto con las obras de la humanidad, como las diferentes corrientes
de pensamiento, y los valores que representan. Con ello, es posible desarrollar la
sensibilidad y la capacidad de apreciar las creaciones humanas, así como la
correcta expresión de sus ideas.
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Como todo modelo educativo, pretende que todos sus alumnos aprendan a ser
útiles a sí mismos, así como a los demás miembros de la sociedad. La educación
tradicional se caracteriza por la evaluación del conocimiento únicamente. Por el
contrario, enseñar humanidades no es suficiente para alcanzar la excelencia
académica, también se debe aprender a actuar con dignidad, aprender a ser un
ser humano. Por lo tanto, la enseñanza de las humanidades va más allá de la
acumulación de conocimientos, ya que este método enseña a los estudiantes a
ser críticos y reflexivos.
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1.1.2 Características de la Educación Humanista
Ventajas
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Desventajas
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El método tradicional tiene una concepción rígida y limitada de la educación, busca
el conocimiento sin afecto ni relaciones humanas, por lo que es despersonalizado.
A diferencia del humanismo donde la educación es más reflexiva y se promueve la
interacción alumno-docente. Su finalidad es conocer las capacidades individuales
de los alumnos.
La educación no es sólo cosa de los docentes, sino también de los padres, así como
del propio alumno. Como hemos visto, dentro de la escuela, los profesores crean
relaciones con los alumnos para identificar las habilidades innatas de sus alumnos,
con el objetivo de desarrollarlas. Por su parte, los padres fortalecen las capacidades
sociales, morales y emocionales de sus hijos en el hogar.
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y preocupadas por el bienestar propio, el de su familia y el de su comunidad. Por
tanto, surge la necesidad de coherencia entre la formación académica y la recibida
en el hogar.
Consideren, pues, que sus hijos recibirán una educación moral y ética en una
escuela de formación humanística. Por lo tanto, la educación que se brinde en el
hogar debe ser compatible con los valores y la filosofía del colegio, de lo contrario
el alumno no podrá integrarse activamente a la vida escolar, lo que redundará en
malos resultados académicos.
Por estilo de enseñanza entendemos aquí esa manera específica del maestro de
comportarse como tal, que lo distingue y lo hace único e insustituible. Se
construyeron siete estilos de ser docente como herramientas para el análisis
heurístico: artístico-intuitivo, implicado, terapéutico, socrático-mayéutico,
académico, reflexivo-investigador e institucional-disciplinado.
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El estilo de arte intuitivo. Corresponde a aquellos docentes para los que el aula debe
convertirse en una “obra de arte” donde se mezclen elementos lúdicos, creativos e
imaginativos, y donde la originalidad y la intuición jueguen un papel importante. El
docente se considera actor, o director de una obra de teatro o de una pieza musical,
de manera que los elementos que pone en juego (autores, textos, teorías, ejemplos,
películas, piezas musicales, poemas, etc.) que consigue despertar en los alumnos
su capacidad de maravillarse al descubrir lo que antes no habían podido ver.
Los maestros de este estilo tienen una orientación hacia la estética muy
desarrollada y una sensibilidad muy aguda para percibir los movimientos del estado
de ánimo de su “público”, tal como lo puede hacer un actor frente al escenario, por
lo que se esfuerzan constantemente por “ conectar" emocionalmente con el grupo y
cambiar el ritmo de la clase siguiendo el tono que requiere esta conexión: no se
trata de perder al público, que es, al mismo tiempo, intérprete y coautor de esta obra
de arte que es la clase. Son abiertos y asertivos, no tienen miedo al ridículo y, a
menudo, se atreven a comportarse de manera inusual en clase. El sentido del humor
y cierta extravagancia son elementos característicos de su estilo docente, así como
la intuición y la libertad de acción, que están íntimamente ligadas a la capacidad de
“poner el corazón” en la enseñanza, factor al que atribuyen un papel protagónico. .
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❖ El estilo involucrado. Este estilo fue nombrado por el gusto y necesidad de
estos docentes de conectar con sus alumnos más allá de los límites de la
asignatura y del aula como espacio físico; Miden el éxito de su labor docente
por el grado de atención personalizada que pueden brindar a sus alumnos,
por lo que es sumamente importante que se aprendan el nombre del otro lo
más rápido posible, conocer sus gustos, sus aficiones, sus antecedentes
familiares y sus situación personal Se esfuerzan por hacer de la clase una
verdadera comunidad, porque para ellos la universidad es ante todo la
formación de una comunidad de personas deseosas de aprender y de
ampliar sus horizontes intelectuales y afectivos. No existe una distinción real
entre "dentro" y "fuera" del aula, porque estamos convencidos de que ser
docente es, más que un oficio o un oficio, una forma de ser y de vivir que "no
se puede limitar a las cuatro paredes del un salón.” Generalmente organizan
actividades extraescolares que aprovechan para conocer mejor a sus
alumnos.
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especie de “terapia” grupal utilizando deliberadamente estrategias y
dinámicas que promuevan procesos de introspección en los estudiantes que
tocan la esfera de los afectos, las emociones y los sentimientos.
Quizás lo más interesante es que rechazan los comportamientos impuestos
y el papel tradicional del docente como poseedor del conocimiento, y se
ubican en una relación más horizontal con los estudiantes. Más que "darles"
conocimientos, lo que hacen es brindarles "herramientas de vida", ya que lo
importante es permitirles "tomar una posición, una actitud personal", y para
ello enfatizan la necesidad de clarificar sus valores.
Tienen una conciencia muy aguda de respeto por los demás, lo que se
traduce en la preocupación de no imponer, no adoctrinar, no inculcar y no
estigmatizar. Básicamente, entienden la enseñanza como un
acompañamiento a los procesos de crecimiento, por lo que el objetivo es que
los alumnos encuentren sus propias respuestas. Esto incluye respetar su
ritmo personal, decisión y derecho a la privacidad, teniendo cuidado de no
invadir su privacidad y solo llegando "hasta donde se lo permitan". Los
profesores de estilo terapéutico valoran mucho la confidencialidad; trabajan
para promover un clima de confianza y “protección” que permita al alumno
“sentirse seguro”, gracias a que tiene capacidades de aceptación y empatía
muy desarrolladas. Saben combinar calidez y objetividad, para ganarse el
respeto y la confianza de sus alumnos.
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cuestionarlas con una suave ironía, que les obliga a repensar sus propias
preguntas y respuestas. Interactúan en clase como si fueran "Sócrates en el
Ágora", como preguntas provocadoras que obligan al alumno a profundizar y
razonar mejor sus argumentos. Suelen utilizar "estrategias de choque", es
decir, evocan conflictos en situaciones en las que aparentemente no los
habría y retan a los alumnos con un toque de humor, para que el ambiente
no se vuelva tenso, aunque a veces consiguen hacer los que buscan
respuestas concretas desesperados; A estos profesores no les gusta dar este
tipo de respuestas porque creen firmemente que lo importante es que el
alumno "tenga su propia voz" y "haga su propio discurso", que para ser válido
y significativo debe estar bien fundamentado, con buenas razones y con
criterios claros. Tu trabajo es hacerles comprender los errores que pueden
cometer para que se acostumbren a mantener una actitud de vigilancia
autocrítica frente a los juicios que emiten.
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Están convencidos de que para que el alumno se desarrolle y “encuentre su
camino”, debe superar la pereza mental del “menor esfuerzo”. El rol del
docente se define mucho más como un ejercicio de poder que los estilos
“involucrado” y “terapéutico”, pues establece claramente los objetivos
didácticos del curso y, sobre todo, las herramientas y criterios con los que
será evaluado. . . En cuanto a esto último, requiere un trabajo en el que el
alumno exprese y justifique sus ideas, porque no se trata de repetir lo que
dice el profesor, sino de saber fundamentar sus juicios en buenas razones.
❖ Los profesores de estilo académico se esfuerzan continuamente por dominar
su materia, en el sentido de estar "al día" sobre los últimos hallazgos o
posiciones en su campo, y más allá de eso, plantean sus propias
preocupaciones y preguntas (Bain, 2004). Para ellos, esto significa tener un
conocimiento profundo de los temas que tratan en clase, de lo contrario se
convertirán en “repetidores”, “traficantes” o “espejos opacos”.
Además de buenos comunicadores, son personas intelectualmente
inquietas: hacen preguntas, buscan información, recurren a nuevos libros, de
modo que, aunque ya tengan un programa preparado, lo enriquecen
continuamente y aportan ejemplos actuales. Estos profesores tienen tal
interés y tal pasión por el conocimiento que son capaces de transmitir esta
pasión a sus alumnos y están dispuestos a mantener un buen nivel de
reflexión crítica.
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nuevas lecturas y estrategias, en aras de mejora continua, que es una de sus
características más distintivas.
❖ Su estilo es muy similar al del académico, pero una de las diferencias entre
ambos es que mientras el académico se interesa más por el contenido, el
docente-investigador reflexivo se interesa más por la didáctica, por lo que
manifiesta lo que podría definirse como un "preocupación pedagógica".
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❖ El estilo institucional/disciplinado. Este estilo se caracteriza por el énfasis de
los profesores en ajustarse a las normas institucionales y mantener su
autoridad dentro del aula. Así, aunque son flexibles a la hora de adaptar el
orden y tratamiento de las materias según los intereses que detectan en el
grupo, se esmeran en cubrir íntegramente la oferta formativa requerida por
la universidad.
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alumnos, sin hacer concesiones por una situación particular, como el hecho
de que estén trabajando.
.CONCLUSION
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Fuente bibliográfica
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