Está en la página 1de 87

1

PREFACIO

Uno de los temas más recurrentes en los adultos que tuvieron algún tipo
de abandono emocional en la infancia por parte de su figura paterna es el
Síndrome del Padre Ausente, los llamados coloquialmente “Daddy Issues”
y éste es el tema que hemos querido abordar en este libro, dado que
repercute profundamente en tu relación contigo y con los demás. (El
Síndrome de la Madre Ausente es objeto de un libro propio).

Si has decidido superar esas fases de tu vida y dejar de esconderlas o


taparlas, estás en el camino de la auto sanación o lo que es lo mismo, en
el camino correcto. ¿Por qué? Pues porque todo cuanto hagas en la vida,
estará ennegrecido por tu pasado y quizás en muchos momentos, repitas
actuaciones que en otro momento te hicieron sufrir a tí y ahora pueden
estar haciendo sufrir a otros y a tí mismo, de nuevo. No es nada malo
volver atrás desde la barrera de tu madurez y experiencia.

Sin embargo, si no lo haces puedes caer en el error de coser una herida


que aún no está curada y provocar otras heridas similares en los demás, o
en tus propios hijos. Esperamos que estas líneas que vienen a
continuación te ayuden a dar un paso más en el proceso que sabes que
hace tiempo que debías tratar contigo mismo. Después, podrás
complementarlo con un terapeuta que te ayude a asimilar todo lo que salga
de tu propia reflexión. Pero el principio del proceso está en tí. ¿Nos dejas
acompañarte?

2
¿CÓMO ME PUEDE AYUDAR ESTE LIBRO?

¿Quieres tener relaciones más sanas, positivas y que sumen en tu vida?


¿Quieres dejar atrás las relaciones tóxicas? ¡Tú puedes!

Tu concepto del amor nace en tu familia. Tanto en el amor a ti mismo como


en el amor romántico. Para una hija su padre es el modelo de hombre
como pareja. Para un hijo su padre es el modelo de lo que significa ser un
hombre.

Tu voz interior la instalaron tus padres. Le hablas hoy a tu niño interior


como interiorizaste esa voz en tu infancia.

DADDY ISSUES: son Traumas cuya traducción sería el "Síndrome del


Padre Ausente", que provienen de haber crecido teniendo una figura
paterna tóxica para nosotros.

Cualquier comportamiento que causa dolor emocional a los niños


contamina el concepto que tienen de sí mismo, les hace dudar de su valía,
de que merecen amor, validación, respeto, atención...y se reflejará en sus
relaciones de pareja futuras.

Te ayudamos a comprender tu pasado para que puedas sanarlo, colocarlo


en el lugar que le corresponde y en adelante tener una relación sana y
positiva contigo mismo y con los demás.

¿Quién no quisiera mejorar la relación más importante, la que tienes


contigo mismo, y tener relaciones sentimentales y de amistad en las que
sentirse cómodo, feliz y realizado?

Si éste libro ha llegado a tus manos, te lo prestaron, te lo regalaron...te


invitamos a que lo leas con una mente abierta, no importa que nunca
hayas leído ningún libro sobre psicología, relaciones...tal vez creas que a tí
te va bien en tus relaciones, que si fallan es por culpa de la otra persona.

3
Puedes conseguir las relaciones plenas que anhelas, te proponemos que
mires dentro de ti, sepas lo que quieres, lo que necesitas, lo que ya eres,
lo que puedes mejorar o eliminar de tu vida...que seas consciente de ti,
mejorando tu relación contigo mismo, sanando tu relación con tu niñ@
interior, aprendiendo a quererte y valorarte, alejándote de las relaciones
tóxicas tanto románticas como de amistad o familiares, construyendo
relaciones positivas, que sumen en tu vida.

Puedes ser feliz, sentirte en paz.

4
INTRODUCCIÓN

● ¿No sabes por qué fracasan tus relaciones amorosas?


● ¿Quieres tener relaciones saludables, que sumen?
● ¿Quieres estar a cargo de tu vida? ¿Tener paz interior?
● ¿Quieres dejar atrás un pasado doloroso?
● ¿Quieres avanzar?

Eso que necesitas cambiar solo puedes iniciarlo tú, pero no tienes que
hacerlo solo.

Si leyendo este libro te identificas con alguna parte, puedes dar el primer
paso hacia las relaciones sanas y positivas: conocerte, entender de dónde
vienes, por qué tienes ciertas ideas sobre tí y sobre los demás, qué
necesitas.

Una vez que identificas la necesidad de cambio, puedes elegir un


profesional (terapeuta, psicólogo, coach) que te acompañe en el camino
hacia tu paz, tu felicidad.

Nuestro concepto del amor nace en la familia en la que crecemos.


La familia es nuestro primer modelo de lo que es una relación de pareja.
En nuestra infancia vamos interiorizando lo que es el amor en la pareja y
también aprendemos a amarnos a nosotros mismos. Construimos nuestra
autoestima.

¿Recibiste amor y validación en tu familia? ¿Viviste el ejemplo de lo que es


una relación de pareja sana y positiva?

El modelo que hemos vivido puede ser sano o tóxico: lo ideal es que la
familia sea un modelo de relaciones de pareja sanas, con padres que
alimentan nuestra autoestima, nos aman, nos validan, nos aceptan, nos
dan atención positiva. Dentro de una misma familia algunos hermanos
pueden encontrar sus modelos de amor a los demás y a sí mismo de

5
forma sana, y otros no, porque las necesidades individuales de cada niño
son diferentes. El modelo de familia tiene que ser sano para ti o tóxico
para ti.

¿Viviste un modelo de figura masculina sana?


Para una hija su padre es el modelo de hombre como pareja. Para un hijo
su padre es el modelo de lo que significa ser un hombre.

¿Cómo te hablas?
Tu diálogo interior. Esa voz que te habla de forma positiva o negativa fue
instalada en tu infancia. Y esa voz le habla a nuestro niño interior, que se
lo cree. ¿tenemos instalada una voz de amor, aceptación, validación y
atención positiva?

Quién eres Tú. Date lo que necesitas.


Tu verdadero yo es tu niño interior. Conócete, cuídate, conéctate.

Vamos a ayudarte a tener relaciones positivas, sanas, que sumen.

● ¿Buscas en tus relaciones la validación y el amor y la aceptación que


no recibiste en tu infancia?
● ¿Crees que no mereces ser amado? ¿Crees que el amor es algo que
se tiene que merecer?. ¿Que únicamente si alguien nos quiere
somos valiosos y merecemos amor?
● ¿Te autosaboteas? ¿Saboteas tus relaciones amorosas para
reafirmarte en que no mereces amor? ¿Que todo el mundo te
abandona?

Entonces podrías beneficiarte del concepto Reparenting: darte a ti mismo


el amor, la validación y la aceptación que no recibiste en tu infancia. Ser la
persona que necesitábamos haber tenido en nuestra infancia.

Conociéndote, amándote, sanando tu relación con tu niño interior, para


construir tu autoestima y poder tener relaciones sanas. No buscar en otra

6
persona lo que no recibiste en tu infancia. Eso que necesitas...puedes
dártelo tú.

Nuestro plan de acción puede incluir estos objetivos:

● Conocernos.
● Ser cada vez más capaces de controlar nuestras emociones en todo
momento. ¿Por qué nos empeñamos en evitar y reprimir nuestros
sentimientos en vez de simplemente sentirlos?
● Dejar de ser víctimas de nuestros pensamientos. Cada día podemos
mejorar cómo nos hablamos y cómo reaccionamos a nuestros
errores.
● Acabar con las falsas creencias y las creencias limitantes, que nos
impiden cumplir nuestros sueños sueños y vivir una vida plena.
● Reconocer las heridas y carencias del pasado, sentirlas plenamente,
completar el duelo por lo que pudo haber sido y no fue.

Cuando somos niños necesitamos de nuestros padres amor incondicional,


aprobación, protección, validación, aceptación. Si no lo hemos recibido, ya
de adultos podemos decidir amarnos a nosotros mismos
incondicionalmente, sanarnos, aceptarnos.

Sólo sabiendo cómo amarnos podemos saber cómo amar a los demás de
forma saludable.

Empieza ahora: Un desafío es una situación en la que no sabemos cómo


conseguir lo que queremos, y decidimos empezar a luchar por eso que
queremos, empezamos hoy, ahora, con las herramientas con las que ya
contemos. Demos el primer paso, vayamos dia por dia, momento por
momento. No esperemos a estar listos, podemos empezar ya a sentir
felicidad, paz, amor, a tener nuestra cabeza, alma, corazón en paz.

Ninguno de nosotros podemos controlar lo que nos sucedió en la infancia,


ni tampoco mucho de lo que nos sucede ya de adultos, pero sí podemos

7
controlar y elegir cómo reaccionamos ante lo que nos pasa. Podemos
aceptarlo, o cambiarlo, o dejarlo atrás. No hay muchas más opciones.

Es hora de reconectar con nuestro niño interior, darle el amor, la atención,


el cuidado que necesita. Saber quiénes somos, aceptarnos y amarnos con
nuestra luz y nuestras sombras.

Ser la persona que necesitábamos haber tenido en nuestra infancia.

8
INDICE

Estos son los temas que trataremos:

PRIMERA PARTE: Daddy Issues


CAPÍTULO 1: QUE SON DADDY ISSUES.
CAPÍTULO 2: SANAR LOS DADDY ISSUES: REPARENTING.
CAPÍTULO 3: CÓMO LIDIAR CON PERSONAS TÓXICAS.
CAPÍTULO 4: TUS RELACIONES. RELACIONES DE PAREJA
TÓXICAS Y SANAS.

SEGUNDA PARTE: ¿Quién eres? “INNER CHILD”


Tu niño interior (Inner Child). Tu voz interior la instalaron tus padres.
Le hablas a tu niño interior. Conoce el concepto “Reparenting”:
Sanate, se el padre que necesitabas en tu infancia.
● Conócete: quién eres. Sentimientos y pensamientos. Que
quieres. Qué necesitas. Cuáles son tus creencias, valores,
necesidades.
● Aprende a amar y dejarte amar.
● Deja de tener miedo a pedir lo que necesitas.No te conformes
con menos.
● No busques en tus relaciones personales el amor, validación y
aceptación que no recibiste en tu infancia.

TERCERA PARTE: ¿Sanar implica perdonar?


CUARTA PARTE: Amate y tendrás relaciones sanas y positivas con
los demás.
QUINTA PARTE: Tres pasos para adelante, un paso para atrás: sanar
no es un proceso lineal. No te rindas.

9
PARTE UNO

¿QUÉ SON “ DADDY ISSUES?

CAPÍTULO 1: QUE SON DADDY ISSUES.

Son Traumas cuya traducción sería el Síndrome del Padre Ausente y


que provienen de haber crecido teniendo una figura paterna con
comportamientos que resultan ser tóxicos para nosotros. Tóxicos,
porque son modelos de actitudes y de conducta personal y
emocional que, por la incapacidad de gestionar de forma sana las
emociones negativas, hacen daño a los demás y se hacen daño a sí
mismos.

10
Cualquier comportamiento que causa dolor emocional a los niños,
contamina el concepto que tienen de sí mismo, les hace dudar de su
valía, de que merecen amor, validación, respeto, atención...es un
comportamiento tóxico y les causa traumas.

1. Síndrome del Padre Ausente: cuando somos niños, necesitamos y


buscamos amor, atención, validación, respeto. Así se va formando
nuestra imagen de nosotros mismos, cómo nos vemos a nosotros
mismos. Si recibimos atención negativa (críticas), si no nos validan,
si no recibimos atención, si nos sentimos abandonados (físicamente,
por divorcio, abandono de la familia y/o emocionalmente), si no
recibimos amor y cariño en la infancia...entonces estamos en un
ambiente tóxico para nosotros y nos causa “issues”: la traducción
sería que tenemos algún Trauma, actitudes y conductas que
podemos sanar, formas de tratar con las emociones que podemos
mejorar.
2. Figura paterna y masculina tóxica: Nuestro padre es nuestro
primer modelo de lo que significa ser un hombre: qué es ser padre,
esposo, pareja, hombre. Su relación con nuestra madre y/o con su
siguiente(s) parejas es el modelo conforme al que construiremos
nuestra idea de cómo funcionan las relaciones hombre-mujer: si eres
niña, tu padre será tu primer modelo de hombre. Si eres niño,
aprendes lo que es ser hombre y cómo interactuar con una mujer
dentro de una relación.
3. ¿Cómo te hablas? ¿Te hablas con cariño, comprensión, amor? ¿O te
castigas todo el día por dentro? ¿Qué te dices? ¿Por qué te tratas
mal?...La familia instala en tu infancia tu voz interior. Tomemos el
control de lo que nos decimos, de cómo nos lo decimos…¡nos
estamos reprogramando! En el capítulo sobre “Quién eres” hablamos
sobre cómo conocernos, cuidarnos y amarnos y una enorme parte de
ello se consigue cambiando nuestro diálogo interior. Hablemonos
como le hablaríamos a nuestro mejor amigo. ¡Seamos nuestro propio
cheerleader!

11
¿Creciste sintiendo que debías ganarte el amor de tu padre?

Los niños que crecen con síndrome del padre ausente crecen teniendo
una enorme confusión en torno a lo que significa el amor y cómo se siente
amar y ser amado. Crecen con un enorme vacío interior. ¿Creciste
sintiendo que debías ganarte el amor de tu padre? podemos creer que
debemos merecer el amor, el cuidado, el apoyo, el respeto...que tenemos
que ser de cierta manera para que nos quieran, en lugar de tener la
certeza de que tal como somos ya merecemos amor.

Cuando somos niños estamos aprendiendo a percibir la realidad, y nuestra


mente se programa para procesar la vida: nuestras creencias, patrones de
conducta, personalidad, etc se instalan en el momento en que somos más
vulnerables, moldeables y delicados: nuestra infancia. Si tenemos algún
trauma referido al abandono, emocional o físico, nuestro subconsciente se
programará de forma negativa. Percibimos la realidad de forma negativa.
Tendremos, ya de adultos, creencias negativas y limitantes sobre nosotros
mismos, patrones de conducta que nada bueno aportan a nuestra
felicidad.

Anhelamos algo que necesitábamos de niños: amor, seguridad,


afecto. Y lo buscaremos fuera de nosotros, en otras personas, en
nuestras parejas, construyendo relaciones poco sanas o incluso
tóxicas para nosotros mismos.

Nuestro entorno infantil y las relaciones con nuestros padres nos enseñan
diferentes modelos y patrones de relaciones que luego podemos repetir en
nuestras relaciones adultas. Nuestra programación infantil tiene un enorme
impacto en nuestro futuro, en cómo nos sentimos, pensamos y actuamos
hoy. Pero podemos examinarla, procesarla y superarla. Nos podemos
volver a programar, aprender otros patrones, conectar de forma positiva y
sana con nuestra pareja, nuestros amigos, nuestra familia, todos aquellos
que nos suman en la vida.

12
¿Que habriamos visto en nuestro hogar de niños si la relación de
nuestros padres hubiera sido sana?

Pues por ejemplo:

● Amor, propio y mutuo


● Respeto
● Confianza mutua
● Comunicación abierta
● Empatia
● Intimidad, vulnerabilidad con la pareja
● Límites personales claros.
● Compromiso con el otro y con la relación.

Si ese hubiera sido nuestro modelo, nos sería más fácil ya de adultos
reconocer cuando una relación con nuestra pareja es sana o tóxica para
nosotros. También sabriamos que una relación sana implica saber dar
y recibir todo lo anterior. En realidad, esto es así en general para todo
tipo de relaciones: de amistad, familia, pareja, laborales...

Podemos sanar este tipo de traumas que nacen de carencias emocionales


en la infancia.

Podemos dejar atrás nuestras creencias limitantes instaladas en nuestra


infancia y amarnos a nosotros mismos para poder dar y recibir amor.

Sanamos cuando sanamos nuestra relación con nuestro niño interior


y nos convertimos en su guía, amigo, mentor.

Ejemplos de figura paterna tóxica para tí:

● Te abandonó. Puede que el abandono fuera físico (divorcio de los


padres, padre que se marcha de casa y mantiene o no el contacto
con los hijos…) y puede que fuera también económico, y/o
emocional. Puedes tener el Síndrome del Padre Ausente y haber

13
convivido toda la vida con tu padre. Un padre emocionalmente
ausente puede haberte privado de:

○ Empatía. Incapaz de ponerse en el lugar de otra persona. No


consideran las necesidades afectivas de los demás, ni
entienden que su comportamiento afecta a las demás
personas.
○ Autocontrol: no puedes aprender a manejar tus emociones si
no has tenido ese modelo de comportamiento en tu infancia.
○ Atención. Tal vez directamente te ignoraba, tal vez se ponía
siempre primero e incluso cuando conseguías algún logro en
deportes, en la escuela, siempre lo minimizaba comparándolo
con sus propios y siempre superiores logros.

● Te faltó al respeto, no recibiste la decencia de trato humano básico.


Tu madre, tus hermanos tal vez tampoco lo recibieron. Sus
emociones han sido básicamente la ira, el insulto, el drama por todo,
el desprecio e incluso la crueldad. (En este libro no vamos a entrar
en abuso sexual, hay un libro entero que hemos dedicado al abuso
extremo, por violencia y/o sexo.)

● Te criticaba constantemente. No hacías nada bien, nada le


complacía. Y la culpa de todo era siempre tuya o de otros. El no
hacía nada mal.

● Manipulaba a todo el mundo para conseguir salirse siempre con la


suya.

14
Trauma (“Issues”):

Entre los signos de trauma que mostramos ya de adultos si hemos tenido


un padre ausente pueden estar:

1. Baja Autoestima, Identidad Propia dañada. Si no sabemos quienes


somos, lo que valemos, podemos construir nuestra identidad en base
a lo que los demás nos digan que somos, en base a su aprobación
externa. Sanandonos y a través del Reparenting de nuestro niñ@
interior, descubriremos quiénes somos y reconstruimos nuestra
identidad.
2. Buscamos la atención y validación en otras personas, no en nosotros
mismos. Podemos ser muy necesitados y dependientes en nuestras
relaciones, buscando la atención, validación y amor que no recibimos
de niños. Podemos ser celosos en nuestras relaciones personales,
por inseguridad. Además, cuando no queremos defraudar a los
demás, podemos acabar sintiendo que nos defraudamos a nosotros
mismos. Seamos fieles a nosotros, a lo que queremos y a lo que
merecemos…
3. Miedo al abandono y Autosabotje.
4. Ser desconfiados. Distanciarnos emocionalmente para no ser
heridos.
5. Idealizar a las parejas.
6. Ser controlador.
7. Falta de límites personales claros con amigos, familia, parejas. Evitar
discusiones y enfrentamientos. Aceptar comportamientos abusivos.
8. Creer que el amor es algo que se tiene que merecer.
9. Relaciones de pareja tóxicas.

15
1. BAJA AUTOESTIMA. Podemos tener una base muy débil
sobre la que hemos construido nuestra identidad, el “quiénes
somos”. Dado que las bases de nuestra identidad y autoestima
se construyen en la infancia, el proceso de Reparenting nos
ayuda a reconstruirnos sobre una base sólida. Los traumas
influyen en cómo percibimos nuestros logros, nuestro valor,
nuestra capacidad de construir el futuro que deseamos.

En esencia, para creer en nosotros mismos:

● Dejemos de compararnos con los demás.


● Cuidémonos con amor.
● Recordemos cada logro que hemos conseguido.
● Si nos auto conocemos, tendremos claro nuestras
capacidades, en que somos buenos, qué cosas podemos
mejorar.
● Imaginemos y visualicemos la mejor versión posible de
nosotros mismos y que ese sea nuestro objetivo.
● Nadie cambia de la noche a la mañana. Es un
PROCESO. Pongámonos metas alcanzables.

2. NECESIDAD DE ATENCIÓN, APROBACIÓN, VALIDACIÓN


EXTERNA. Algunas personas con síndrome del padre ausente
pueden buscar un “padre sustituto” que les ofrezca la atención
que tanto deseaban en su infancia. Esto puede llevar a
relacionarnos con personas narcisistas, controladoras, que al
final nos dominan y toman las decisiones por los dos. Por otro
lado, buscando la atención, validación y aprobación de los
demás estamos basando quienes somos en lo que los demás
decidan que somos. En cómo nos vemos reflejados en los
demás. Les damos a otras personas el poder de decirnos
quienes somos. Así que deseamos gustarles, ganar su
aprobación, para gustarnos a nosotros mismos.

16
Por último, cuando entendemos que el recibir atención, del tipo
que sea, es mejor que ser ignorados, que no existir, podemos
buscar la atención negativa del tipo que sea, preferimos una
relación tóxica con discusiones, peleas...con tal de obtener
algún tipo de atención.

¿Provocar peleas o escalas las peleas y discusiones con tu


pareja?

Podrías estar buscando atención, aunque sea atención


negativa, y esto es una respuesta traumática.

¿La discusión es una prueba para ver “si puedes con él/ella”?

Aquí enlazamos con el siguiente punto: la discusión constante


podría ser una forma de auto-sabotaje para que la otra persona
se harte y rompa la relación y así demostrarnos a nosotros
mismos nuestra peor pesadilla: todo el mundo me abandona.

3. MIEDO AL ABANDONO Y AUTO SABOTAJE. Cuando


experimentamos abandono emocional y/o físico en la infancia,
nuestra creencia más tóxica y negativa puede ser que no
merecemos amor y por eso todo el mundo nos abandona. El
caso es que, bien porque no sabemos cómo se siente amar y
ser amados, o bien porque empezamos nuestras relaciones de
pareja con esa expectativa de abandono, aunque sea de
manera inconsciente, al final resulta que tenemos razón, nos
abandonan.

La pregunta es: ¿nos hemos autosaboteado y hemos causado


tensión, confrontación, en la relación, de manera que al final la
relación fracasa y así nos reafirmamos en que todo el mundo
nos abandona? ¿Son nuestros miedos e inseguridades los que
nos hacen buscar a propósito las faltas de la otra persona y no

17
ver sus puntos buenos? ¿Sospechamos, nos volvemos
irracionalmente celosos? ¿Nos mostramos como somos,
vulnerables, confiamos en la otra persona, o ponemos una
barrera que nos impide entregarnos a la relación? ¿Cada
nuevo fracaso o relación fallida reafirma nuestra teoría de que
las relaciones van a fracasar siempre? ¿Nos portamos mal con
la otra persona, la pinchamos, probamos hasta el extremo sus
límites de paciencia y tolerancia, para alejarla a propósito? ¿La
ponemos permanentemente a prueba para ver si lucha por
nosotros, “no como papá, que no luchó por mi”? Si la alejamos,
no puede hacernos daño....

Son mecanismos de autodefensa. Buscamos protegernos.


Repetimos el mismo patrón una y otra vez. Anhelamos una
conexión sincera, que sume en nuestras vidas. Y, sin quererlo,
estamos inconscientemente buscando el fracaso. La profecía
se cumple sola.

Sanemos, para que podamos amar a la otra persona como


realmente es, para librarnos de antiguos miedos al fracaso que
efectivamente nos hacen fracasar. Decidamos hoy, ahora, que
nos merecemos lo mejor. Merecemos ser felices, tener
relaciones positivas, atrevernos a cambiar.

4. DESCONFIANZA, BLOQUEO EMOCIONAL, EVITAR


SENTIRNOS VULNERABLES. ¿Finges estar bien y no lo
estas? ¿No expresas tus emociones a los demás para que
no te rechacen? ¿Piensas que si te conocieran de verdad te
rechazan y por tanto no te abres a ser como realmente eres?
¿Desconfías de todo el mundo, piensas que la gente te va a
hacer daño si o si? ¿Huyes, abandonas la relación, a la
primera señal de conflicto? ¿Cuando te enfadas con alguien
le dejas de hablar, en lugar de decir lo que sientes y
piensas?

18
Cerrarnos emocionalmente es una respuesta aprendida del
trauma pasado, no queremos o no podemos decir lo que
pensamos, lo que queremos, lo que necesitamos, lo que nos
parece mal. Pero se nos queda dentro. Y no nos hace bien.

Las personas que provienen de un entorno infantil caótico,


impredecible, estresante o abusivo abiertamente a menudo
tienen problemas de confianza más adelante en la vida. Como
resultado, es muy difícil para ellos tener relaciones
satisfactorias como adultos.
Tienden a pensar que no puedes confiar en nadie, que todos
son completamente egoístas, que nadie se preocuparía por ti,
que tienes que hacer todo por ti mismo, que los demás te van a
hacer daño. También tienen dificultades para establecer
vínculos emocionales, ya que puede ser muy difícil para ellos
abrirse, expresar sus sentimientos y creer que otros tienen
buenas intenciones o están diciendo la verdad.

Algunos nos cerramos para no crear conflicto y que no nos


rechacen, otros porque por nuestras experiencias pasadas nos
da miedo el enfrentamiento, la confrontación con los demás. Tal
vez de niños quisimos hablar, afirmar nuestras opiniones o
sentimientos y la respuesta que recibimos nos dio miedo, y
ahora tenemos miedo al conflicto. O no recibimos ninguna
atención o validación de nuestras opiniones y emociones y
ahora creemos que no merece la pena expresarlas. O
queremos caer bien, gustarle a la otra persona y no
expresamos lo que pensamos o sentimos para que no nos
rechacen.

Por ejemplo cuando alguien está furioso, nos grita, nos reclama
que contestemos, que digamos “algo”, y su furia va escalando,
podemos sentir pánico real, y elegir una de tres respuestas:
huir del conflicto, pelear y defendernos verbalmente, o
quedarnos helados, sin poder reaccionar. Si hemos tenido

19
experiencias traumáticas anteriores, alomejor no podemos
defendernos y huimos del conflicto y procuramos evitarlo en lo
posible en todas las áreas de nuestra vida. Pero sentimos que
debíamos habernos puesto en nuestro lugar, hacernos
respetar, y vamos perdiendo mas y mas respeto propio,
autoestima. No se trata de igualar la furia y rabia del otro pero
sí de establecer límites a cómo permitimos que nos traten los
demás. Lo que es aceptable y lo que es inaceptable.
Hablaremos más sobre esto.

5. IDEALIZAR A LA PAREJA
Si en la infancia nos faltó validación, aprobación, amor...
entonces podemos buscar la pareja perfecta que nos de todo lo
que necesitamos, incondicionalmente. Idealizamos a la pareja
en el principio de la relación, “finalmente hemos encontrado lo
que buscábamos”, la pareja perfecta que nos ame. Cuando
vamos conociéndonos mejor, la realidad de que nadie es
perfecto y habíamos idealizado injustamente a otra persona, y
esto nos deja cada vez más descontentos con ella, pese a que
el verdadero problema era nuestra Expectativa vs su Realidad.

6. CONTROLADORES
Si en la infancia nos hemos sentido totalmente faltos de control
ante una familia tóxica, cuando éramos pequeños, débiles e
indefensos, ahora de adultos podemos necesitar controlar cada
aspecto de nuestra vida para sentirnos seguros, en terreno
conocido. Esta necesidad de control se extiende también a
nuestra pareja, porque repetimos en ellos lo que nos hicieron a
nosotros. Buscamos a alguien que dependa de nosotros y
permita que controlemos su vida. O alejamos a las personas
con nuestra necesidad de controlar cada aspecto de sus vidas.
Nos estamos boicoteando la posibilidad de tener una relación
plena y sana: la de dos seres iguales, independientes, adultos.

20
7. COMPLACER A LOS DEMÁS A COSTA DE NOSOTROS
MISMO. FALTA DE LÍMITES Y ESTÁNDARES DE
CONDUCTA PARA LOS DEMÁS, EVITAR EL
CONFLICTO...
Si de niños nuestras necesidades y emociones no eran
importantes, no se tenían en cuenta, de mayores podemos
pensar que efectivamente no lo son y qué existimos para
complacer a los demás; que si les complacemos nos querrán...
Por tanto, bajamos o eliminamos nuestros límites personales
para obtener amor, atención y validación, y evitar el rechazo de
los demás. Esto nos puede convertir en personas fácilmente
manipulables por quienes viven aprovechándose de los demás.

Sin embargo, los conflictos son parte de la vida porque cada


persona tiene sus propias necesidades y deseos, que pueden
no coincidir con los de los demás. Se trata de intercambiar
información, comunicar lo que queremos y deseamos, de forma
firme y clara. Nunca de suprimirnos para evitar conflictos.

Por ejemplo, nos SUPRIMIMOS cuando elegimos:


● Mantener la paz, (externa y/o interna), evitar a toda costa
conflictos, discusiones, enfrentamientos, conversaciones
difíciles...
● Decir si cuando queríamos decir no,
● Fingir estar de acuerdo con ideas que no resuenan con
nosotros,
● Sentirnos mal por decir que no, o por poner límites a las
personas
● Sentirnos mal por ponernos primero, cuidar primero
nuestra salud emocional
● No pedimos lo que necesitamos de nuestras parejas, por
si se alejan de nosotros.
● Sacrificarnos excesivamente por los demás.
● Somos excesivamente sensibles a las opiniones de otras
personas sobre nosotros.

21
8. CREER QUE EL AMOR ES ALGO QUE SE TIENE QUE
MERECER.
9. INVOLUCRARNOS REPETIDAMENTE EN RELACIONES DE
PAREJA TÓXICAS.

XXXXXXXXXXXXXXXXXXfalta lo anterior: 8 y 9

22
Síndrome del Padre Ausente: otros síntomas de que tienes Daddy
Issues

Además de todo lo anterior, que sirve para hijos e hijas, específicamente


podemos observar lo siguiente:

HIJAS

La relación con su padre es la más delicada y definitoria que tiene una


niña. La relación del padre con la niña y la relación del padre con la madre
definirá, para bien o para mal, el modelo de hombre que, de adulta, elija
como pareja. Lo que se puede esperar de un hombre. Lo que tolerará en
una relación. Los límites personales y estándares que pondrá o no a su
pareja. Aprenderá a confiar o no en los hombres. Influirá en el nivel de
autoestima con la que se enfrentará al mundo cuando crezca.

Hija: ¿Tu padre te dio amor, respeto, protección, compromiso, integridad,


lealtad, guía…? ¿Te dio su atención, su tiempo, cumplía su palabra cuando
la daba? ¿Te lo dio simplemente por ser tú, de forma incondicional? ¿O
tenías que ganártelo de alguna manera?

¿Permites a los demás que te traten como te trataba tu padre? ¿Esperas


de los demás que te traten como te trataba tu padre?

Si tuviste un padre ausente, te puedes sentir desprotegida y buscar una


pareja protectora, con el riesgo de depender de ella. Incluso el tópico de
buscar un hombre mayor, que te cuide y proteja, origen de muchas
etiquetas de Daddy Issues.

Puedes apegarte en exceso a tu pareja, ser excesivamente controladora y


demandante.

23
Si tuviste un padre ausente, puedes pensar que estás sola ante la vida, te
bastas a ti misma, “no necesito a un hombre en mi vida”. Confías sólo en ti
misma y desconfías de los demás.

O a la inversa, necesitas una pareja para sentirte completa.

Puedes buscar atención masculina a través de una serie de relaciones en


las que no hay conexión espiritual, sólo física, y, si la razón de ello es la
necesidad de atención, paradójicamente el acumular parejas no te hace
sentir menos sola. No conectas de forma auténtica con ninguna de tus
parejas por carecer de un ejemplo de lo que significa amar.

Puedes tener miedo al compromiso, no trabajar en la relación con la


pareja, tal vez sintiendo que así, sin involucrarse, evitas el dolor de sufrir
nuevas decepciones emocionales.

Si tuviste un padre ausente o que era emocionalmente abusivo, puedes


buscar el mismo tipo de pareja simplemente porque estás en tu zona de
confort, es lo que conoces.

Si presenciaste una relación tóxica entre tus padres, por ejemplo si no


había respeto del padre hacia la madre, puedes pensar que es normal que
los hombres tratan a las mujeres sin respeto, y también puedes pensar que
es normal tratar a las mujeres sin respeto y por tanto
● aceptar que te traten sin respeto
● no respetarte a ti misma
● tratar sin respeto a tu madre, ya que “si papá lo hace ¿por que yo
no?”.

Puedes comportarte de forma rebelde, buscar parejas tóxicas para


tí...simplemente para obtener la atención de tu padre, aunque sea atención
negativa, al fin y al cabo es mejor que no ser visto.

24
HIJOS
Hijo: ¿Tu padre te dio amor, respeto, protección, compromiso, integridad,
lealtad, guía…? ¿Te dio su atención, su tiempo, cumplía su palabra cuando
la daba? ¿Te lo dio simplemente por ser tú, de forma incondicional? ¿O
tenías que ganártelo de alguna manera?

¿Permites a los demás que te traten como te trataba tu padre? Como


hombre adulto, ¿Tratas a tus parejas según el modelo de comportamiento
de tu padre?

El Hijo observa el comportamiento de su padre con su madre y/o con su


nueva pareja si la tiene. El padre es el primer modelo de lo que significa
ser hombre, de cómo tratar a las mujeres, de lo que significa ser padre y
esposo.

El Hijo con padre ausente también desarrolla problemas de autoestima,


tiene una imagen distorsionada sobre sí mismo, y de su rol como hombre y
futuro marido y padre.

En los casos de divorcio, abandono del hogar, ausencia de la figura


paterna en la vida del niño, uno de los hijos puede acabar sintiéndose más
como un amigo o pareja de uno de su padres

● El Hijo puede encontrarse cumpliendo el papel de “Esposo” o “Padre”


de su madre, pasa a ser “el hombre de la casa”, excesiva y
prematuramente responsable (“Parentification”)

● También es posible que sea completamente irresponsable sintiendo


que si su padre se puede desentender de sus responsabilidades
para con la madre y/o los hijos, entonces él también, ese es su
modelo a seguir.

● Puede tratar sin respeto a la madre, ya que “si papá lo hace ¿por que
yo no?”.

25
● El Hijo puede alejarse de la figura paterna y desarrollar un exceso de
apego hacia la figura materna, lo cual disminuye su capacidad de
conectar con otras mujeres en el futuro.

● El Hijo puede convertirse en el cuidador emocional de su madre.

● El Hijo puede volverse blando, necesitado, dependiente, o puede


volverse frío y poco demostrativo por no saber cómo dar y recibir
amor.

● El Hijo puede convertirse en un seductor en serie, sin conectar de


forma auténtica con ninguna de sus parejas por carecer de un
ejemplo de lo que significa amar. Puede tener miedo al compromiso,
no trabajar en la relación con la pareja, tal vez sintiendo que así, sin
involucrarse, se evitan el dolor de sufrir nuevas decepciones
emocionales.

● El Hijo puede sentir que el abandono real y/o emocional por parte del
padre es su culpa por no ser “suficiente” (suficientemente bueno,
suficientemente valioso) para conseguir que su padre se quedara.

● El Hijo puede no aprender a manejar sus emociones, al no tener un


modelo masculino al que imitar. Una forma masculina de canalizar
emociones es tomar acción. Esto se aprende viendo el ejemplo del
padre. También puede tener otras figuras masculinas en su vida y
éstas pueden hacer el papel de guías, mentores, figura paterna,
paliando el alcance de los efectos del síndrome del padre ausente en
el desarrollo emocional del hijo.

● El Hijo puede elegir al crecer ser lo contrario de su padre y


convertirse en el marido y padre que su propio padre no fue.
Identificar este deseo de tomar el camino opuesto y llevarlo a cabo,
con ayuda, conlleva la satisfacción de romper un ciclo familiar.

26
● El Hijo puede entrar en una especie de competición con el padre,
viviendo por y para “demostrarle” que vale, a través de conquistas
laborales, amorosas...es sano querer triunfar en el trabajo y el amor,
pero por uno mismo, no para demostrarle nada a nadie.

● El Hijo puede decidir que su padre es el ejemplo de lo que no se


debe ser como hombre, marido, padre, y buscar otras figuras
masculinas que le sirvan como modelo a seguir.

● El Hijo puede comportarse de forma rebelde, buscar parejas tóxicas,


relaciones vacías...simplemente para obtener la atención de su
padre; aunque sea atención negativa, al fin y al cabo es mejor que no
ser visto.

27
CAPÍTULO 2: SANAR LOS DADDY ISSUES: REPARENTING.

Queremos sanarnos para que nuestro niño interior no tenga que buscar
amor y aceptación en otras personas. Para construir una buena relación
con nosotros mismos y construir relaciones sanas, que sumen, con los
demás.

De niños estábamos indefensos, vulnerables, necesitábamos amor y


afecto y sentimos que no lo recibimos. Ahora, somos adultos con la
capacidad de dirigir nuestras vidas. Haber crecido en una familia tóxica
puede crear obstáculos y desafíos en nuestra vida, pero llegado el
momento es hora de ser nuestros propios padres, adueñarnos de nuestro
destino, cambiar lo que sea necesario para vivir la vida que queremos.
Que nuestro pasado no condicione nuestro futuro.

No todo el mundo nos va a abandonar. Incluso si tuvimos un padre


ausente, no todas las demás personas nos abandonaron. Recordemos a
todas las personas que sí estuvieron y están a nuestro lado apoyándonos,
queriéndonos.

¿Qué historia te cuentas en tu cabeza? Esa voz que te instalaron en la


infancia puede que nos repita una y otra vez que no valemos, que no
merecemos cosas buenas, puede que nos recuerde una y otra vez “lo que
nos hicieron”. Lo curioso es que cada vez que recordamos lo que nos pasó
en la infancia nos duele de nuevo como si nos estuviera pasando ahora
mismo.

Entonces es cuando sabemos que no es sano seguir anclados en esa


historia. Pasó. Sucedió. Aceptemos que sucedió, y decidamos dejar ir la
historia pasada. Cuando nuestros pensamientos vuelvan al pasado,
digámosle a nuestro niño interior, “sí, sucedió, pero dejémoslo ir, soltemos
esta historia, no tiene sentido repetírnosla una y otra vez en nuestra
cabeza. No nos hace bien”.

No te hagas más eso.

28
TRAUMA

Si en nuestra infancia no teníamos ningún tipo de guía sobre cómo lidiar


con nuestras emociones, sufrimos abandono emocional. Hasta que no le
demos a nuestro niño interior el amor, la atención, la validación emocional
que necesita, seguiremos en el ciclo del trauma. Sanarnos, para
conectarnos con nosotros mismos y así poder conectar de forma sana y
positiva con los demás.

No eres “lo que te pasó”. Tampoco eres lo que te dicen que eres.

Deja de intentar entender por qué esas personas te hicieron daño. Acepta
simplemente que te han hecho daño. No necesitas entender por qué te
trataron así, por qué nos abandonaron o desprotegieron. Lo hicieron. Por
sus traumas, sus carencias, sus propios issues. ¡Nada que ver contigo! No
gastemos energía en entender a los demás, en intentar cambiarlos.
Necesitamos toda nuestra energía para sanarnos a nosotros mismos.
Nunca vamos a entender por qué son cómo son y actúan como actúan. Es
imposible. ¡No somos como ellos!

En lugar de preguntarnos por qué nos tratan mal, preguntémonos por qué
siguen en nuestra vida si nos tratan mal. No necesitamos que se
disculpen, validen nuestro dolor, para cerrar mentalmente una etapa de
nuestra vida. Porque, entre otras cosas, la única disculpa real y posible
sería un cambio de actitud y comportamiento hacia nosotros. ¿No
cambian? ¿No dicen “lo siento, tienes razón por sentirte mal con mi
comportamiento, no volverá a suceder y así es como voy a actuar a partir
de hoy”?? Ahí está la puerta. La puerta la cerramos nosotros mismos.
Miremos adelante. Tenemos por delante futuras experiencias, futuras
relaciones, futuras personas que entrarán en nuestra vida para sumar.

29
El Trauma y nuestro Niño Interior

La forma en que los demás nos tratan no nos dice quiénes somos. Nos
dice quiénes son ellos.

¿Qué hicimos mal de niños para merecer que nos trataran mal, nos
abandonaran, nos desatendieran? ABSOLUTAMENTE NADA. La forma en
que otros nos tratan no tiene nada que ver con lo que valemos o
merecemos. Es un reflejo de ellos mismos. Según vamos sanando
realmente nos damos cuenta de que creíamos que la forma en que hemos
sido tratados “es lo que merecemos ya que no valemos nada”. Nada que
ver.

“¿Por qué a mi?” Porque nos tocó, en la lotería de la vida, vivir esas
experiencias. Sanarnos no va a cambiar el hecho de que vivimos lo que
vivimos. Va a cambiar cómo manejamos lo que hemos vivido y cómo
elegimos vivir a partir de ahora.

De niños, mientras otros estaban VIVIENDO nosotros estábamos


SOBREVIVIENDO. Hemos sobrevivido. Ahora nos toca a nosotros vivir.

PROCESAR Y SANAR LOS TRAUMAS

Examinar el pasado es sano, revivirlo una y otra vez no lo es. El pasado es


una lección, de lo que NO queremos en nuestra vida. Aprendamos la
lección y sigamos adelante.
Sanémosnos. El Trauma en si no se puede sanar, lo que sanamos son los
efectos de nuestros traumas infantiles en nuestra vida de adultos.

Sana para TI

Sanemos por y para nosotros mismos. Que las personas que nos han
hecho daño no ocupen ya más el centro de nuestros pensamientos. No te
hagas más eso. Tú eres el centro de tí. Sana para tí. No te abandones

30
porque otros te abandonaran. No te descuides porque te descuidaran. No
te abandones y te descuides a tí mismo, a tu niño interior. Eres el centro de
tu propia vida, todo alrededor cambia si tú cambias. No vas a sanar
espontáneamente, te debes a tí mismo el tiempo, el cariño, los cuidados, la
validación que sientes que no recibiste en la infancia.

Amémonos lo suficiente para querer cambiar, crecer, ser la mejor versión


de nosotros mismos. Enfrentémonos al espejo, sanemos los traumas que
aún viven en nosotros, enfrentemos las emociones y pensamientos
difíciles, dolorosos, y procesémoslas hasta ponerlas en su lugar: en el
pasado. Hoy es hoy.

En algún momento de este proceso, nos desconectamos de nuestros


traumas del pasado, ya no nos vemos como víctimas de nuestras
circunstancias, nos vemos como seres empoderados que pueden escribir
las nuevas páginas de su propia historia.

Superada la infancia, nuestra percepción del trauma que hemos vivido en


la infancia, no es el trauma en sí, es lo que pensamos y sentimos sobre
nuestra infancia. Nuestro pasado no es lo que nos hace sufrir ahora que ya
somos adultos. Son nuestros pensamientos, sentimientos y emociones
negativas sobre ese pasado lo que nos hace sufrir hoy, ahora, aquí. Lo
estamos reviviendo en nuestra mente y volvemos a sufrir.

Podemos utilizar nuestra mente, ya madura, para procesar y colocar el


dolor y trauma del pasado en el sitio que le corresponde.

Decidamos manejar ese dolor del pasado para no transmitirlo a nuestro


presente ni a las personas que ahora se acercan a nuestra vida. Cuando
cambiamos por dentro, la realidad a nuestro alrededor también cambia.

31
“Reparenting”

Todo lo que estábamos buscando en nuestros padres y ahora de adultos


buscamos en nuestra pareja ya existen dentro de nosotros, nos lo
podemos dar a nosotros mismos: protección, fuerza, atención, apoyo,
amor, cuidados. Amor, sobre todo. El amor a nosotros mismos, a nuestro
niño interior, siempre es la respuesta.
Sana todas las heridas.

Sánate para que no necesites la atención ni negativa ni positiva de tu


pareja, como necesitabas la atención de tus padres en tu infancia. Para
que no tengas miedo al abandono. Para que no pienses que necesitas
merecer el amor de los demás. Volvamos a crecer otra vez, esta vez
sintiéndonos amados, cuidados, protegidos por nosotros mismos.

Volveremos sobre esto en el próximo capítulo.

Cómo lidiar con un padre tóxico.

Las costumbres y carácter de los padres forman a los hijos, pero, si son
tóxicos para nosotros, depende de los hijos sanarse a sí mismos y sustituir
las costumbres y hábitos tóxicos por otros sanos. Responsabilizarnos por
nosotros mismos y nuestro futuro.

Nos toca aprender a aceptarnos y querernos desde muy pronto.

Padre Ausente

La familia es la fuente de seguridad para los niños. En los hogares con


padre ausente, los hijos pueden crecer inseguros, deseosos de atención,
validación, sentido de pertenencia y cariño. Cuando creces rodeado de
familiares tóxicos, te toca aprender a aceptarte y quererte a ti mismo desde
muy pronto.

32
Podemos estar acostumbrados a escuchar que somos el resultado de
nuestras experiencias, a identificarnos con el pasado, con lo que nos pasó.
En realidad, podemos recrearnos, convertirnos en la persona que
queremos ser. No somos nuestro pasado. El pasado es una parte de
quienes somos.

Nuestra infancia es una cuarta parte de nuestra vida, el resto está en


nuestra mano. Si tuvimos situaciones tóxicas en la infancia, podemos
repetir esos patrones en la vida adulta, a no ser que nos propongamos
dejar atrás lo conocido y crear nuestros propios patrones de relaciones
sanas y positivas.

Avancemos, no sintamos pena por nuestras experiencias pasadas, o sí,


sintamos pena, decidamos que no queremos sentirnos así nunca más y
aceptemos el reto de atrevernos a cambiar. Pongamos todo nuestro
empeño en ser mentalmente fuertes, mirar hacia adelante, un día cada
vez, y poco a poco cada día irá sumando en nuestro crecimiento como
personas. Seamos nuestros propios guías.

Pero, si la influencia y la presencia del padre tóxico sigue en nuestras


vidas, ¿cómo podemos interactuar de forma diferente, romper el patrón de
la relación ahora que somos adultos?

Se trata de un proceso en el que los límites y condiciones las marcas tú:

● Puedes necesitar cortar el contacto.


● Si no puedes evitar la interacción, puedes necesitar una mejor
manera de interactuar.
● Puedes necesitar comprender por qué las personas actúan de una
cierta manera. Si lo comprendes y aceptas y no es doloroso para tí,
puedes distanciarte emocionalmente, pues su comportamiento
contigo no tiene nada que ver contigo. Es producto de su propia
idiosincrasia, no de que tú merecieras o no el trato que recibiste en la
infancia.

33
● Puedes necesitar crear límites claros en la interacción, seguir en
contacto pero en tus términos. Puede tratarse de alejarse, sin llegar a
cortar el contacto, y puede que aunque sea en la distancia,
conserves el afecto.

34
CAPÍTULO 3: CÓMO LIDIAR CON PERSONAS TÓXICAS.

Buscar la atención, amor y validación de un padre ausente, ya de adultos,


significa revivir permanentemente el dolor de la infancia. Distanciate
mental y/o físicamente de todo lo que no le hace bien a tu alma. Si tu vida
mejora cuando te alejas de las personas que son tóxicas para ti, y eliges
exponerte de nuevo a su rechazo, indiferencia o maltrato, te estás
haciendo daño.

Para tratar con una persona que para tí es tóxica:

● Recuerda que no la puedes cambiar.


● Recuerda que su toxicidad no tiene nada que ver contigo ni con lo
que eres.
● Sólo puedes cambiar tu interacción con esa persona.
● Decide qué tipo de relación quieres tener con esa persona.
● Decide limitar el tiempo que dedicas a esa persona.
● Si continuas interactuando con esa persona, pon límites claros.
● No aceptes faltas de respeto, y mantén siempre una interacción
respetuosa, sin caer nunca en su misma dinámica.
● Considera no tratar más con esa persona.
● Considera pedir ayuda para obtener las herramientas que te sirvan
para manejar tu relación.

No te corresponde sanar a personas tóxicas. Es tu responsabilidad sanar


la parte de tu ser que permite a esas personas estar o entrar en tu vida. Y
eso se consigue sanando nuestra relación con nosotros mismos. Las
relaciones son espejos: tenemos muchas relaciones, no solo las de pareja,
y todas son un reflejo de la relación que tenemos con nosotros mismos.

Cuando realmente nos queremos a nosotros mismos, solo permitimos


entrar en nuestro círculo a personas que sienten amor y afecto
incondicional por nosotros...cuando realmente nos queremos a nosotros
mismos, sabemos cómo deberían amarnos los demás.

35
Si tenemos que seguir teniendo en nuestras vidas a personas que son
tóxicas para nosotros, pongamos barreras y límites claros, aprendamos a
identificar los detonantes que sacan lo peor de nosotros y creemos nuevas
respuestas y reacciones emocionales. Si podemos, prescindamos de
personas tóxicas. Cortemos el cordón.

Que el dolor del pasado no te impida abrirte a los demás hoy, atreverte a
ser vulnerable, a crear relaciones sanas y positivas. Relaciones que
SUMAN.

Esa parte de tí que necesita relacionarse con personas tóxicas tiene que
sanar. Y, cuando eso suceda, dejarás de atraer en tu vida relaciones de
todo tipo que no te aportan nada más que el mismo dolor y el mismo vacío
de tu infancia. Confía en ese dolor, es tu guía para que te alejes de lo que
te daña y no puedes cambiar.

Más vale solos que mal acompañados.


Cuando nos damos cuenta de que merecemos respeto, cariño, afecto, nos
alejamos de las personas con las que nos sentimos mal. Puede que nos
sintamos un poco solos. Es normal. Es parte del proceso. ¡Merece
totalmente la pena! Y cuanto más nos queremos a nosotros mismos, más
empezamos a disfrutar de nuestra propia compañía.

Es importante recordar que las personas que nos resultan tóxicas lo son
por sus propios traumas y carencias. Su relación contigo no tiene nada que
ver con si vales o no vales. No saben o no quieren aprender a hacerlo
mejor. No es asunto tuyo.

No podemos cambiar nuestra familia, pero podemos elegir cuánta energía


dedicamos a ciertas interacciones y relaciones.

36
Se trata de un trabajo un proceso en el que los límites y condiciones las
marcas tú.

● Puede tratarse de crear límites claros en la interacción.


● Puede tratarse de alejarse aunque se conserve el afecto a la
distancia.
● Puede tratarse de Cesar el contacto.

Las costumbres y carácter de los padres forman a los hijos, pero si son
tóxicas depende de los hijos sanarse a sí mismos y sustituir las
costumbres y hábitos tóxicos por otros sanos.

Normalmente los hijos eligen uno de los siguientes caminos:

● Consideran los hábitos tóxicos como una guía y los adoptan para sí
mismos de por vida.
● O los ven como una lección y procurar tomar el camino contrario en
su propia vida.

El resentimiento, el odio, nos impiden avanzar.

Si guardamos rencor y odio en nuestro corazón por las personas que nos
dañaron en la infancia, resulta que siguen teniendo nuestra atención,
siguen siendo el centro de nuestra vida. Nos siguen quitando nuestra paz,
nuestro tiempo, nuestra salud mental. Siguen teniendo el poder. No te
hagas más eso. El centro de tu vida eres tú. Tú y tu relación contigo
mismo. De una buena relación con nosotros, con nuestro niño interior,
nacen las relaciones sanas y positivas con los demás.

A veces, a quien odiamos y resentimos es a nosotros mismos, increíble


pero cierto, odiamos la persona en la que nos hemos convertido a raíz de
todo lo que nos pasó. No somos “mejores personas” porque sobrevivimos
a lo que nos pasó en la infancia. Somos mejores personas solamente si

37
procesamos y sanamos lo que nos pasó. Y eso toma tiempo. Pero es el
tiempo mejor invertido que usaremos jamás.

¿”NO TE RINDAS”?
¿Hay que saber perdonar?

¿“No te rindas”? Sí. Ríndete. Vete. Aléjate. Pon espacio de por medio.
Aléjate de relaciones tóxicas, amistades tóxicas, familiares tóxicos.
Primero tú. Tu salud mental. Tu equilibrio. Tu felicidad.

¿Perdonar ayuda a sanar? No necesariamente. Puedes entender y aceptar


cómo te han tratado. Pero no tienes que perdonarles para sanar. Si acaso,
perdónate tú por haber seguido intentando la tarea imposible de cambiar a
otro.

38
CAPÍTULO 4: TUS RELACIONES. RELACIONES DE PAREJA TÓXICAS
Y SANAS.

Si tuvimos una infancia traumática, (aunque nuestros hermanos y


hermanas no la sintieran así), y nuestras relaciones amorosas ahora que
somos adultos no son sanas y positivas, para nosotros, hagamos el
ejercicio de mirar hacia atrás y ver qué caracteriza a esas relaciones: cómo
nos sentíamos, qué aceptábamos, qué errores hemos cometido.

¿Buscábamos todo el tiempo la atención de la pareja, su validación de


nosotros mismos, temíamos que nos volvieran a abandonar, nos hemos
auto saboteado, desconfiábamos injustificadamente del otro, nos cerramos
emocionalmente, idealizábamos al otro, lo controlábamos, no pusimos
límites claros de lo aceptable e inaceptable, evitábamos el conflicto,
intentábamos merecer el amor del otro? Ahí está lo que necesitamos sanar
y cambiar en la próxima relación.

Ojalá fuera más fácil separar nuestras vivencias infantiles de nuestras


vivencias adultas en el campo de las relaciones sentimentales. No lo es.
Ya hemos dicho que la familia es el primer modelo de relación y nos marca
desde la infancia. Y tal vez inconscientemente repetimos el patrón de
relación que hemos visto de niños simplemente porque es lo único que
conocemos. O nos casamos con alguien igual a nuestro padre ausente,
para ver si así conseguimos finalmente su aprobación, si somos mujeres.
Si somos hombres, seguimos el ejemplo paterno a la hora de ser el
hombre de la relación, también para ver si así conseguimos finalmente la
aprobación y atención de papá.

También hemos dicho que cuando sanamos nuestra relación con nosotros
mismos, con nuestro niño interior, nos abrimos a relaciones positivas y
sanas con los demás.

Una relación sana con los demás empieza por poner nuestros límites y
barreras bien claros de lo que para nosotros es aceptable, inaceptable y

39
negociable en el marco de esa relación de pareja, amistad, familia. Esta es
la base de todo.

Tú enseñas a los demás cómo tratarte.

Si tienes un patrón de relaciones que no te satisfacen, sacan lo peor de ti,


reconoces en ellas señales tóxicas, el patrón no terminará sólo con
terminar la relación. Lo repetiremos con la siguiente pareja hasta que
aprendamos a procesar el por qué elegimos ciertas relaciones. La
respuesta está dentro de nosotros.

Si tenemos una relación tóxica con nosotros mismos proyectaremos eso


mismo en nuestras relaciones con los demás. Si nos aceptamos y
amamos, podemos dar y recibir amor en el marco de una relación sana y
positiva.

Merece la pena tomarnos el tiempo para descubrir todo lo que llevamos


dentro y reconstruir nuestra forma de relacionarnos con los demás, dejar
atrás el pasado, procesado y aparcado, y seguir hacia adelante con la
convicción de que merecemos amor y cuidados, los mismos que nos
damos a nosotros mismos, merecemos poder expresarnos en nuestra
totalidad.

Seamos la persona que buscamos en nuestra pareja. Seamos lo que


estamos buscando.

De cómo conocernos, valorarnos y amarnos, de relación sana con uno


mismo y con los demás, hablamos con detalle en el siguiente capítulo.

40
PARTE DOS

¿QUIEN ERES? “Inner Child”: Tu niñ@ interior.

SANA TU RELACIÓN CONTIGO MISM@ PARA TENER RELACIONES


SANAS CON LOS DEMÁS:

● ¿Quién eres? Conócete y ámate. Conecta con tu niñ@ interior.

● “Reparenting”: Re-edúcate. Sé el guía que necesitabas de niñ@.

○ ¿Cómo te hablas? Hablarte mal es un insulto a tí mism@.


No te hagas mas eso. Aprende a entender y manejar tus
emociones y los pensamientos de tu diálogo interno.

○ Sánate. Pide ayuda profesional si lo necesitas.

Nuestro niño interior es ese ser puro e indefenso que vino al mundo y
necesitaba de guía, amor, validación, atención...para convertirse en un
adulto con autoestima, conocedor de sí mismo, que se respeta a sí mismo,

41
capaz de dar y recibir amor y construir relaciones sanas y positivas con los
demás.

Si en la infancia no recibimos lo que necesitábamos, si nos abandonaron


física y/o emocionalmente, no hemos podido crecer.

En nuestro cuerpo ya adulto reside el niño que fuimos, puro y necesitado


de amor y guía. Quiere sentirse visto, escuchado, valorado.

Que nuestro niño interior no tenga que buscar fuera de nosotros ese amor
y esa guía. Que lo encuentre dentro, para así poder compartir ese amor,
darlo y recibirlo desde un estado de abundancia, no de carencia o
necesidad.

Para poder ver al otro por lo que realmente es, sin idealizarlo.

No necesitamos sanar a ese niño interior. Necesitamos sanar nuestra


relación con nuestro niño interior.

La influencia más fuerte que recibimos de niños es nuestra familia. Desde


la infancia hasta la adolescencia, los niños se muestran tremendamente
dependientes de las reacciones de sus padres. Indefensos, vulnerables,
buscamos amor y aprobación para crecer como personas, desarrollar
nuestro concepto sobre nosotros mismos.

Si en la familia o en uno de los padres no encontramos la atención y la


aprobación que necesitamos, el rechazo puede aplastarlos, convertirnos
en seres autocompasivos, desconfiados, con un vacío que buscamos
llenar con una relación tras otra. Podemos convertirnos en hombres y
mujeres incapaces de dar ni de recibir fácilmente amor, ni de forjar
vínculos auténticos.

42
INNER CHILD

Tu niño interior es perfecto tal y como es.

● Merece ser escuchado.


● Merece sentirse seguro.
● No merece ser ignorado, abandonado, maltratado.
● Merece ser amado
● Merece sentir que ya es suficiente.
● Merece saber que no es su culpa.
● Merece poder sentirse orgulloso de ti.

Tu no eres la imagen que tienes de ti mismo en tu cabeza. Te imaginas a ti


mismo de cierta manera, con partes buenas, partes mejorables. Tu yo
original es tu niño interior. Recuperalo.

Transforma los patrones de tu infancia. Conéctate contigo, con ese niño


que vive en ti.

Amate. Mira a ese niño que vive dentro de ti. Puro. Lleno de posibilidades.
Introduciremos luego el concepto de “Reparenting”: darnos a nosotros
mismos lo que no recibimos en la infancia.

Tu relación con tu niño interior: cuida cómo te hablas.


Lo que te decían tus padres sobre tí, en tu infancia, se convierte en tu voz
interior.

“Reparenting”:darte la guía y amor que no recibiste en tu infancia,


primer paso para sanar.

La relación más importante de tu vida es la que tienes contigo. Dentro de tí


habita tu yo infantil. Dale lo que necesita: amor, comprensión, validación,
guía.

43
No lo busques afuera, no lo busques en otros. Si buscas en otras personas
el amor y aceptación que no recibiste de niño tus relaciones resultarán
tóxicas para tí. Amate tú, cuídate tú, valídate tú, guíate tú.

¿Te sentias desamparado en tu infancia?


¿Sigues necesitando de la mirada, aprobación y aceptación de papá?
¿Sigues con la fantasía infantil de que algún día papá sí te aceptará,
valorará, respetará, amará, comprenderá ... como legítimamente
necesitabas en tu infancia?
¿Tu niño interior aún necesita de todo ese amor que no tuvo?

Recuerda que todo "eso" lo necesitabas en tu infancia.

“ Hoy eres adulto y puedes hacerte responsable de ese niño sólo, perdido,
necesitado y desesperado que habita en ti:

¡Es tu RESPONSABILIDAD!: Lo verdaderamente importante además de


todo aquello que nos pasó o que nos faltó, es que ahora somos
responsables de todo aquello que ELEGIMOS hacer con todo lo que nos
pasó.

Si te responsabilizas de tu niño podrás cortar la cadena. Darnos lo que no


tuvimos nos sana.

Tu niño interior quizás no fue suficientemente mirado, tenido en cuenta o


amado,

“Reparenting”, darte la guía y amor que no recibiste en tu infancia, es el


primer paso para sanar nuestras heridas y supone reaprender a:

● procesar emociones,
● desarrollar nuestro sentido de identidad, valor, autoestima
● definir lo que significa dar y recibir amor
● trazarnos un modelo de relación de pareja sano y positivo
● ser el modelo de adulto que necesitabas y no tuviste.

44
Dentro de las personas más resilientes que conoces, vive un niño interior
que aprendió a levantarse, secarse sus propias lágrimas, cuidarse y
amarse a sí mismo.

Cierra los ojos, recuérdate de niño, siente la compasión por ese niño,
háblale, dale consuelo, dile que lo vas a cuidar, guiar, proteger, hacer sentir
seguro y amado. Ahora estás tú a cargo.

Todo lo que ese niño se dice en su interior, todo ese diálogo negativo y
esas creencias falsas y limitantes las vamos a observar, reconocer de
dónde vienen y dejarlas ir si no nos sirven.

Vamos a descartar los comportamientos tóxicos que te impiden ser tu


mejor versión de ti mismo.

Vamos a conseguir una auto-estima saludable. Nos vamos a amar porque


vamos a reconocer nuestra valía.

Vamos a establecer una relación sana y positiva con nuestro niño interior
para poder establecer relaciones saludables con los demás.

Es hora de enfrentarte a ti mismo. Es hora de enfrentar tu trauma.

Puedes lograr cualquier cosa si lo deseas lo suficiente.

Imagina cómo te vas a sentir cuando sanes tu trauma. Vas a sentir paz,
tranquilidad, felicidad, amor. Deja que ese sentimiento sea lo que te
empuje a sanar.

Sanar es un proceso.

Dolerá. Requerirá tiempo. Requerirá sacrificio. Requerirá dedicación.


Valdrá la pena.

45
El proceso de sanación no es lineal, puede variar cada día. No pongas
una fecha límite para sanarte. Que sea lo que es, un proceso.

Confía.

Y que sepas que no porque te sanes a tí mismo vas a dejar de odiar lo que
te sucedió de niño. No. Puedes al mismo tiempo haber sanado y sentirte
bien y seguir odiando lo que te sucedió.

46
El proceso de “Reparenting” requiere:

● Conocerte. Cuáles son tus traumas y de dónde vienen. Cuales


son tus fortalezas y debilidades. No eres tus emociones. No eres
tus pensamientos.
● Sanar. Cuales son tus metas. Hacer un plan y cumplirlo.

Literalmente tienes que cuestionarte TODO lo que piensas y crees sobre ti.
Desconfía de todos tus juicios de valor sobre tí mismo. Elige con cuáles
juicios te quedas y cuales descartas por inútiles, falsos y dañinos.
Posiblemente tu voz interior te está hablando con las palabras que
escuchaste mientras crecías. Ese no eres tú. Descubre quien eres para
poder amarte. Sé consciente de ti. Reconstruye la imagen que tienes de tí.

Eres quien tú crees que eres.

Así que decide sanar y crecer emocionalmente. Cree en ti. No se trata de


“encontrate a tí mismo”, no estás perdido por ahí, sigues ahí dentro de tí:
se trata de dejar salir a tu verdadero yo, al niño interior que vino a este
mundo: puro, auténtico, amoroso, lleno de posibilidades.

Si tu niño interior no recibió lo que necesitaba en tu infancia, si se sintió


abandonado, es tu responsabilidad no abandonarlo ahora tú también, y
darle lo que necesita para ser un adulto sano. Darnos lo que no tuvimos
nos sana.

47
CONÓCETE. ACÉPTATE. ÁMATE.

Para empezar a conocernos podemos mirarnos como observaríamos a


una persona que acabamos de conocer.

Observemos lo que decimos. Las reacciones que tenemos. ¿Qué dicen de


nosotros nuestras acciones?

● ¿Quién soy, realmente?


● ¿Qué es lo que no quiero enfrentar?
● ¿Qué falsas creencias tengo sobre mí?
● ¿Por qué soy como soy?
● ¿Por qué me siento atascado?
● ¿Qué es lo que me llena?
● ¿Qué era lo que necesitaba en mi infancia que ahora busco fuera de
mi?
● ¿Por qué me hablo como me hablo?
● ¿Me sirve mi forma de comportarme, de pensar, de relacionarme?
● ¿Por qué no me siento “suficiente”?
● ¿Qué es lo que me hace único?
● ¿Qué es lo que me hace ser igual a los demás?
● ¿Cuales son mis fortalezas?
● ¿Cuáles son mis debilidades?
● ¿Cuales son mis miedos?
● ¿Qué espero de mí?
● ¿Qué metas tengo?
● ¿Qué obstáculos tengo para alcanzar esas metas?
● ¿Por qué me conformo?

Seamos completamente responsables de nosotros mismos. Es lo más


empoderante del mundo: estar a cargo de uno mismo. Retomar el control
de nuestra vida. Merece totalmente la pena.

48
Seamos totalmente honestos respondiendo estas preguntas. No podemos
mentirnos, dentro de nosotros sabemos la verdadera respuesta a todas
ellas.

MIRATE EN EL ESPEJO. ACEPTA TU PASADO. VIVE TU PRESENTE Y


TU FUTURO.

“Conócete” decían los griegos.

Conocerte no hará que dejes de cometer errores, pero hará que aprendas
de ellos. Hará que quieras mejorarte continuamente.

Si somos fieles a nosotros mismos nos sentimos auténticos, desarrollamos


nuestra autoestima, vivimos conscientes de nuestro propio valor.

Si no recibimos la validación que necesitábamos en la infancia nos cuesta


conocer nuestro valor intrínseco. Lo ideal sería haber crecido en un
entorno donde se nos diera valor (validación) simplemente por ser, por
existir, se aceptaran nuestros dones y rasgos característicos, se aceptaran
nuestras emociones y se nos enseñara a manejarlas, donde el sentirnos
amados incondicionalmente nos ayudara a crear un concepto positivo de
nosotros mismos. Construimos una imagen de nosotros mismos a base de
las opiniones de los demás. Atraemos a nuestra vida personas que
tampoco se conocen o que no pueden apreciar nuestro valor porque
nosotros mismos no lo apreciamos. Nuestro propio valor nos lo damos
nosotros mismos, ya nadie tiene que validarnos.

¿Por qué me abandonaron? ¿Por qué me hicieron sentir que no valía?


¿Por qué me trataron de esa forma?

No hace falta entender el por qué de la conducta de alguien para aceptar


que sucedió. Si. Así fue, es injusto, pero sucedió: te tocó vivir una situación
tóxica para tí y que te ha creado un trauma. Duele que así fuera. Duele no
poder siempre entender por qué las personas hacen lo que hacen.

49
Posiblemente ni ellos mismos sepan “por qué”. Nuestro trabajo no es sanar
a quien nos dañó. Es sanarnos a nosotros mismos.

Sigamos adelante, sabemos lo que sucedió, estuvo mal, nos hizo daño,
pero no vamos a seguir dándole vueltas el resto de la vida. Vivamos,
seamos felices, que el pasado no defina nuestro futuro.

Si evitamos enfrentarnos a los traumas que llevamos arrastrando desde la


infancia, puede que nos sintamos ansiosos y estresados y no sepamos por
qué. No huyamos de nuestro pasado, enfrentemoslo, pongámoslo en el
lugar que le corresponde, no dejemos que defina nuestro futuro.

Los traumas no van a evaporarse como por encanto. Y aunque no


queramos enfrentarlos y sanarlos porque pensamos que así nos
protegemos de más sufrimiento, en realidad lo que estamos haciendo es
abandonarnos a nosotros mismos.

Seamos honestos, íntegros, miremos hacia nuestro interior con valentía,


examinemos el origen de nuestros traumas, digámonos la verdad: que
dejar atrás los traumas requiere esfuerzo, y que la recompensa es un
mejor futuro.

CREENCIAS LIMITANTES

¿Estás donde quieres estar? ¡Perfecto!

¿Aún no estás donde quieres estar? ¿Aún no sabes dónde quieres estar?
Esa es la señal de que necesitas dedicarte el tiempo de mirarte.

Obsérvate. Con cariño y con firmeza. Dedica tiempo a diario a conocerte, a


observarte, a escuchar tus pensamientos. Háblate. Conversa contigo.
Conócete.

● ¿Por qué eliges ciertas reacciones, ciertas conductas?


● ¿Cuáles son tus creencias sobre tí y sobre el mundo que te rodea?

50
● ¿De dónde vienen esas creencias?
● ¿Esas creencias te sirven para llegar a dónde quieres llegar?

¿Sabes lo que son las creencias limitantes? Pues las creencias sobre tí y
sobre el mundo que te limitan. Que te impiden ser tu mejor versión. ¿De
dónde salieron esas creencias? ¿Qué etiquetas te pones? ¿Quién te han
dicho que eres?

Las etiquetas que te pones, ¿Las has puesto tú? ¿O has elegido quedarte
con las etiquetas que te pusieron los demás?

Lo malo de las etiquetas es que son limitantes. Lo bueno de las etiquetas


es que puedes ponerlas tú y elegir cuáles te pones.

¿Qué etiquetas limitantes llevas puestas? Búscalas, identifícalas, niegate a


creerlas. Por ejemplo:

● No merezco amor.
● No valgo nada.
● Todo me sale mal.
● Soy debil.
● Soy inútil
● No tengo ningún talento.
● La vida no merece la pena.

¡Afuera con ellas! Eso no eres tú. Son pensamientos que tienes. ¡No todos
los pensamientos son reales! Ni tampoco hay que darle nuestra atención a
todos los pensamientos que pasan a diario por nuestra cabeza. Niégate a
darle atención a pensamientos limitantes.

Ya puestos a elegir, elijamos etiquetas positivas:

● Cariñoso
● Auténtico
● Capaz

51
● Fuerte
● Valiente
● Resiliente
● Creativo
● Optimista

Todos tenemos las capacidades que describen estas etiquetas. Si aún no


eres muy valiente, puedes elegir la etiqueta de “soy cada vez más
valiente”. Lo mismo con todas.

Tú no eres tus Emociones. Tú no eres tus Pensamientos

● Tú no eres tus emociones. Tú sientes tus emociones. Tus emociones


van y vienen. Tú eres quien observa el ir y venir de tus emociones.
● Tu no eres tus pensamientos. Tú eres el que piensa esos
pensamientos.
● Tus pensamientos crean tus emociones. Fíjate y verás que así es.

Hazte responsable de tus emociones y de tus pensamientos. Es muy


empoderante estar a cargo de tí. Tienes el poder de decidir a qué
pensamientos dedicas tu tiempo y energía, ahora que sabes que los
pensamientos que elijas van a determinar cómo te vas a sentir. Si de
niños, o ya de adultos, estamos en un contexto en el que nos condicionan
negativamente lo que pensamos y por tanto lo que sentimos, ahora puedes
elegir controlar tu entorno y qué pensamientos dejas que vivan en tu
cabeza.

Cuando crecemos emocionalmente, sentimos nuestras emociones, las


positivas y las negativas, vemos qué pensamientos nos han generado
esas emociones y a partir de ahí elegimos darle atención a unos
pensamientos o a otros de forma consciente. Elegimos una respuesta u
otra de forma consciente. Respuestas sí, Reacciones no.

52
Las emociones se sienten en el cuerpo. Los pensamientos, en la cabeza.
Las emociones son sensaciones que puedes notar en tu cuerpo. Tu cuerpo
te alerta para que puedas decidir cómo responder a esas sensaciones. Las
sensaciones que producen las emociones en tu cuerpo no pueden hacerte
daño. Pueden sentirse bien o sentirse mal, algunas incluso muy mal. Pero
no pueden dañarte por sí mismas. En cambio, el no permitirte sentir las
emociones, reprimirlas, ocultarlas… eso sí puede hacerte mal. Por eso el
primer paso para estar emocionalmente a cargo de ti es sentir tus
emociones. Escucharlas. Entender de dónde vienen.

Ojo, que sentir tus emociones no necesariamente significa estar de


acuerdo con ellas. No tienes que estar de acuerdo con sentirte triste, o
enfadado. Simplemente acepta que te estás sintiendo así. Ponle nombre.

“Soy incapaz”

No ERES incapaz. Te sientes incapaz. La persona que eres, tú, estás


pensando que eres incapaz. Y pensar eso te hace sentir MAL.
“Me siento MAL porque estoy pensando que soy incapaz”.

Cuando te descubres cayendo en esta dinámica, lo siguiente que puedes


hacer es completar la frase:
“Me siento MAL porque estoy pensando que soy incapaz, y lo que
NECESITO para sentirme mejor es ……………….”

¿qué necesitas?: algunos ejemplos pueden ser:


Un abrazo
Sentirte a salvo, seguro
Alguien que te escuche (conectar con otro ser humano)
Llorar
Gritar, golpear la almohada
Hacer deporte, pasear
Jugar con tu perro
Hacer algo divertido
Un poco de soledad (espacio)

53
Darte un buen baño
Bailar
Escribir en tu diario...

54
Tu no eres tus pensamientos. Tú eres quien observa lo que estás
pensando, sin juzgar. Si observas tus pensamientos y sientes emociones
negativas, estás juzgando tus emociones. No las juzgues, sólo siéntelas.
Rechaza pensamientos negativos sobre ti y verás que tus emociones
negativas se irán más rápidamente de tu cuerpo.

Te sientes MAL si te crees el contenido de los pensamientos negativos que


tienes sobre ti. Creeme, puedes elegir rechazar los pensamientos
negativos, decidir que son pensamientos y que te hacen mal, entrenar a tu
mente a dejarlos salir, a pensar en lo que estás pensando y decidir que es
bueno o malo para ti pensar ese pensamiento. Es difícil resistirse a los
pensamientos. Cuanto más te resistes parece que más enfocas tu atención
en esos pensamientos.

Es mejor reconocer un pensamiento, observarlo, acordarnos de que el


contenido de los pensamientos no necesariamente es verdad. De que
alomejor ese pensamiento lo instaló alguien en ti. En tu infancia, o ya de
adultos, las personas que dejas que te influencien en tu círculo familiar, de
amigos, de parejas. Algunos pensamientos ni siquiera tienen lógica. Si los
observas con objetividad, no se sostienen lógicamente, no resisten tu
análisis.

Por esto es tan importante fijarnos en nuestro diálogo interior. En cómo nos
hablamos.

Tú: “Me dejaron otra vez. Todo el mundo me abandona. Soy incapaz de
tener relaciones saludables. Me siento inútil.”

Mejor, Tú: “Estoy pensando que todo el mundo me abandona y soy


incapaz de tener relaciones saludables. Me siento inútil.” ¿Por qué
pensaría eso?

Tú: “Porque de niño me abandonaron. O sea que no merezco amor.


Osea que todo el mundo acaba dándose cuenta de que no merezco
amor y me abandona”.

55
Mejor, Tú: “¿Quién me ha hecho creer que el amor hay que
merecerlo? ¡Eso es ilógico! Estoy partiendo de una premisa falsa. No
hay una lista de condiciones que determinan objetivamente si
mereces amor o no. Naciste, y ya eres un ser completamente digno
de recibir amor. Si no lo recibiste no tiene nada que ver contigo. Sí,
me sentí abandonado de niño, así fue. Sucedió. Estuvo mal.
Comprendo que revivir el pasado me haga sentir mal. Pero lo que
pasó entonces: no tuvo nada que ver con quien yo soy o con lo que
merezco. Entonces estaba solo, indefenso. Ahora me tengo a mí
mismo”.

56
¿ESTÁS ENFADADO? ¡BIEN!

¿Qué es lo que detona ciertas emociones en tí? Analizalo y llegarás a la


verdadera causa, a la raíz de donde provienen esas emociones. Es parte
de autoconocerse y de aceptarse. De decidir qué áreas necesitamos sanar
o mejorar.

Por ejemplo, el enfado.

¿Sentías en tu infancia que si mostrabas enfado habría terribles


consecuencias? Tal vez si mostrabas enfado te encontrabas con un enfado
mayor, tal vez la respuesta que encontrabas era el castigo, tal vez la
persona con la que te enfadabas se victimizaba y acababas sintiéndote
culpable por dañarla,

Todas tus emociones son válidas. Incluyendo el enfado. Es bueno sentir


enfado. El enfado es una alarma de que hay algo que no te gusta. De que
tienes que prestar atención a eso que no te gusta, pero sobre todo de que
normalmente tu enfado tiene por detrás alguna otra emoción: miedo,
tristeza, incertidumbre, sentirte indefenso o vulnerable…percibir que una
situación es injusta, suprimir nuestros deseos, sentir que no tenemos el
control...¿Qué hay detrás de tu enfado? Busca la verdadera causa, y
busca cómo canalizar ese enfado de manera positiva.

¿Qué es lo que ha detonado tu enfado? Analízalo y llega a la verdadera


causa. A la raíz.

Y después puedes:

● Validar tu enfado dentro de ti.


● Hacer saber al otro que te has enfadado
● Poner límites a las personas, y también limitar las personas que
tienen acceso a ti.

57
Las emociones por sí mismas no deben crearte problemas. Las acciones
que tomas en base a esas emociones son las que pueden ser negativas.
Al final, lo importante es cómo respondemos a nuestras emociones. Que
no sean ellas las que controlen nuestra conducta. Porque luego vienen los
arrepentimientos.

Sentir es Sanar
Poco a poco vamos creando inmunidad ante las emociones negativas.
Deja de decir “no debería sentirme mal”. Deja de resistirte a sentir las
emociones negativas. Quieres auto protegerte del dolor.
¿Tienes miedo de sentir? ¡Sentir es humano! Tienes que sentir para sanar.
¿Dolerá sentir nuestras emociones? Si. A veces. El dolor es parte de la
vida. El dolor significa que hay algo que sanar, alguna lección que
aprender para crecer como persona.

Cuando observamos nuestras emociones tenemos varias opciones:

● Negarlas
● Ignorarlas
● Enterrarlas
● Enfrentarnos a ellas

Las tres primeras crean sufrimiento. Las emociones no desaparecen. Si no


las sientes, se acumulan en tí y no las puedes dejar ir. Decide sentir el
dolor pero también decide no sufrir. Sufrir es hacer esfuerzos para evitar o
suprimir el dolor. Enfréntalo. Para de sufrir.

El miedo al dolor nos convierte en seres tristes, iracundos, insatisfechos.


¡Sentir es Sanar! “La cura para el dolor pasa por el dolor” (Rumi). Estamos
prolongando la agonía al evitar sentir.

¿Te controlan tus pensamientos? Tu mente no siempre te dice la verdad, a


menudo te miente. Identifica cuando tus pensamientos te están haciendo
daño. Buena parte de tu felicidad aumenta cuando controlas tus

58
pensamientos. Cuando te das cuenta de que lo que te dice tu mente no es
quien eres. Es eso, exactamente: lo que te dice tu mente. ¡Y ya hemos
visto que muchos de tus pensamientos no los has instalado tú en tu mente!
Los pensamientos que más daño nos hacen son los que provienen del
miedo.

Si estás sufriendo emocionalmente, estás eligiendo pensamientos tóxicos


y has interiorizado falsas creencias sobre ti y los demás. Son nuestros
pensamientos los que nos hacen sufrir.
Acostúmbrate a pensar en lo pensado. Observa tus patrones de
pensamiento.

Sentirte bien es un hábito que puedes construir. Los pensamientos


producen sentimientos, emociones. Controla tus pensamientos. Elige tus
pensamientos para sentirte mejor.
Elige tu diálogo interior.

Háblate bien. Bonito. Con amor.

No eres lo que te pasó, no eres la opinión que los demás tengan de tí, no
eres tu pasado. Eres la historia que tú te cuentas día tras día.
Reescribe la historia que te cuentas. Cambia la manera en que te la
cuentas.

No eres tus pensamientos. No te tomes de forma personal cada uno de tus


pensamientos.

No te creas todos tus pensamientos. Obsérvalos. Obsérvate. ¡Controla tus


pensamientos! Deja pasar los negativos, piénsalos y después descártalos.

No te sirven si no son verdad.

59
Este pensamiento que estoy pensando:

● ¿Es, hasta donde yo puedo entenderlo, verdadero? ¿Tengo


pruebas que lo sustentan? Analízalo y si no lo es, fuera,
descartado.
○ Si lo es: ¿Qué puedo aprender de él? “Es cierto que no
me porté bien con x persona, estoy aprendiendo a
controlar mis reacciones”.
● ¿Me hace daño?
● ¿Es mío o “me lo han instalado”? ¿Desde cuando pienso esto?
Podemos estar tan acostumbrados a los pensamientos
negativos que creemos que son propios cuando en realidad
son las voces de otras personas en nuestra cabeza.
● ¿Puedo refrasearlo o sustituirlo por otro pensamiento, positivo?

Siente tus emociones.


Sentir las emociones es lo más sano del mundo. Siéntelas. Las positivas y
también las negativas.

Afronta tus experiencias traumáticas del pasado y del presente.


¿Qué es eso a lo que no te quieres enfrentar? Es casi imposible iniciar un
proceso de cambio y maduración como persona sin hacer frente a los
traumas que todos tenemos dentro. Es lógico no querer enfrentarse a
experiencias dolorosas del pasado. Por eso. Porque nos causan dolor.
Pero hay un dolor sano en todo proceso de sanación, tanto física como
mental. Un dolor o una incomodidad.. Las heridas duelen al curarlas, pero
luego cicatrizan. La cicatriz no duele igual.

PIENSA EN QUÉ PIENSAS


Si sufres emociones negativas estás eligiendo pensar pensamientos que
no te hacen bien.
Sentirte bien es un hábito que puedes construir.

Acostúmbrate a pensar en lo que piensas..

60
Observa tus patrones de pensamiento.
Los pensamientos producen sentimientos, emociones. Controla tus
pensamientos. Elige tus pensamientos para sentirte mejor.

¿Te vas acostumbrando a observar cuáles son tus pensamientos?..


obsérvalos, mira como se presentan ante ti. elige solo los que te gusten.
Deja a un lado los que te hacen sentir mal.

Manejas tus emociones en lugar de dejar que tus emociones te manejen


cuando realmente las sientes, las aceptas, y las miras desde fuera para
entenderlas en profundidad.

Permite que toda emoción pueda aflorar a la superficie, siente cada


sentimiento, acéptalo, Identifica la emoción, ponle nombre, siéntela, y
déjala ir. Sin juzgarla. Sin pensar en ella, solo sintiéndola y poniéndole
nombre.

Tu no eres tus emociones.


Tus emociones van y vienen, Dependiendo de tus pensamientos.
Obsérvate: “Me estoy sintiendo triste, me estoy sintiendo enfadado“
Esto es muy importante, cuando te estás sintiendo triste es porque estás
teniendo pensamientos tristes cuando te estás sintiendo enfadado es
porque estás teniendo pensamientos de frustración, enfado, etc..

Así pues tus emociones te sirven de guía para corregir tus pensamientos.
Y manejas tus emociones al elegir los pensamientos que piensas, y al
elegir reemplazar los pensamientos negativos por otros positivos.

Conforme tenemos práctica en observar los sentimientos y pensamientos,


vamos dedicando más tiempo y nos ponemos más a menudo a
observarlos, de forma que a lo mejor podemos llegar a reemplazar
pensamientos negativos por positivos mucho antes de meternos en una
espiral de emociones negativas. ¡Aprendemos a ser proactivos!

61
Chequeate a menudo. Sorpréndete observando tus pensamientos
negativos antes de que se conviertan en emociones negativas. Háblate,
explícate lo que estás pensando y como esto te va a llevar a sentimientos
negativos, elige reemplazar pensamientos negativos como positivos, dítelo
a ti mismo, y poco a poco lo harás de forma natural y automática.

Mejora tu diálogo interno

Lo que te decían tus padres sobre tí, en tu infancia, se convierte en tu voz


interior. Lo que otros opinan sobre ti, si dejas que te importe, se convierte
en tu voz interior.

No digas más: “Yo nunca. Yo siempre. Es mi culpa. Estoy bien. Soy


demasiado sensible. Sabía que esto me iba a pasar.”
Di mejor: “Estoy de mi lado, en mi equipo. Y puedo pedir ayuda. No estoy
solo.”

Otros ejemplos de Falsas Creencias, frases muy tóxicas y dañinas para ti:

● No digas soy un fracaso...di por ejemplo: estoy aprendiendo cada día


● No digas no valgo nada...di por ejemplo: tengo un valor intrínseco
como ser humano
● No digas Soy inferior...di por ejemplo: soy única. No hay inferior o
superior, todos somos únicos.
● No digas Siempre me equivoco...di por ejemplo: cuando me equivoco
rectifico.
● No digas Soy poco atractivo...di por ejemplo: cuido bien de mi
cuerpo, mente y alma.
● No digas Hay algo mal en mi...di por ejemplo: hay cosas que puedo
mejorar.
● No digas yo soy una mala persona...di por ejemplo: me porto bien
conmigo.
● No digas Soy incapaz...di por ejemplo: no es fácil pero estoy en ello...
● No digas No merezco amor...di por ejemplo: merezco amor de forma
intrínseca como ser humano.

62
● No digas No importo...di por ejemplo: importas en tu vida, importas
para tí.
● No digas Seré rechazado...di por ejemplo: si, el rechazo en el amor,
el trabajo...es parte de la vida. Busco mi tribu.
● No digas Mis necesidades no son importantes...di por ejemplo:
primero yo. Me priorizo.
● No digas Todo es mi culpa...di por ejemplo: si algo es mi culpa,
puedo disculparme y rectificar.
● No digas No puedo confiar en los demás...di por ejemplo: confío en
mi, pongo limites a las personas y dejo entrar a las que merecen mi
atención.
● No digas soy débil...di por ejemplo: me pongo retos realizables y los
alcanzo.
● No digas No puedo...di por ejemplo: lo estoy intentando
● No digas Soy un perdedor...di por ejemplo: celebro cada pequeño
avance.
● No digas No tengo éxito...di por ejemplo: voy avanzando cada día
hacía mis metas.
● No puedo cambiar...di por ejemplo: el propósito de la vida es crecer y
avanzar
● No digas Estoy atrapado...di por ejemplo: si me siento atrapado
puedo pedir ayuda
● No digas Si amo a alguien me abandonará...di por ejemplo: lo que
me pasó en la infancia no significa que todo el mundo sea así. Me
atrevo a abrirme a otras personas.
● No digas Si pongo límites a las personas me abandonarán...di por
ejemplo: lo que me pasó en la infancia no significa que todo el
mundo sea así. Poner límites es respetarme a mí mismo.
● No digas No puedo ser feliz por mi cuenta...di por ejemplo: es
necesario que sepa ser feliz por mi cuenta.

63
Ejemplos de emociones positivas:

Paz
Motivación
interés
Alegría
Agradecimiento
Satisfacción
Amor
Esperanza
Placer

Escanéate, mira qué emociones estás sintiendo y qué pensamientos


las provocan: “estoy pensando que estoy sintiendo….
porque …y necesito……”

64
Ejemplos de emociones negativas:

“estoy pensando que estoy sintiendo…”

● Miedo
● Ira
● Confusión
● Ansiedad
● Agotamiento
● Vergüenza
● Dolor
● Tristeza
● Vulnerabilidad
● Asco
● Desprecio
● Desconexión
● Culpa

“...porque...”

Pienso que nadie me puede querer

65
Pienso que me abandonaron porque no merezco amor
Pienso que no valgo nada

”...y necesito:”

● Conectar conmigo, aceptarme


● Conectar con otras personas que me hacen bien
● Paz
● Diversión
● Actividad Física
● Expresarme a través del arte, la escritura, la música
● Desafíos, Retos, aprender algo nuevo
● Un propósito, metas
● Independencia
● Espacio, un tiempo a solas
● Ayuda de un profesional

Conócete: Hay bueno y malo en todos nosotros. Somos una totalidad.


Si necesitas ayuda de un profesional, pídela. No estás solo.

66
Sánate

¡No eres responsable de los traumas de tu infancia! ¡No son tu culpa! No


estás estropeado, no necesitas que te arreglen. Algo sucedió. Te hizo
daño. Estás herido. Necesitas sanar. Eres responsable de sanar, crecer,
evolucionar, aceptar que tus traumas existieron y elegir no identificarte con
el pasado.

Entiéndete, comprende de dónde vienes, y decide quitarle el poder a esa


parte de tu vida. Decide quién vas a ser ahora, hoy, en esta etapa de tu
vida. Y esfuérzate por ser esa persona cada día. Por tí. Para tí. Que sea tu
desafío poder con tu pasado. Pide ayuda si la necesitas. Merece la pena.

El trabajo de sanarnos a nosotros mismos funciona. Pero solo funciona si


lo hacemos.
Hazte responsable de tu crecimiento como persona. ¡Cambia y crece para
ti! Ten paciencia. Confía en el proceso. Mantente centrado.
Mantén tu paz. Se fuerte. Cree en ti.
Priorízate.
Queremos sanarnos para que nuestro niño interior no tenga que buscar
amor y aceptación en otras personas.

No importa ya si te enseñaron a conocerte, quererte y valorarte en tu


infancia o no.

Es cierto que es una pena si no te lo enseñaron.

Lo que importa es que, ahora que eres adulto, parte de tu proceso de


sanación consiste en aprender las cosas que crees que son necesarias
para que crezcas y seas la mejor versión de ti mismo.

Para que tengas una relación sana contigo.


Deja ya de hablarte mal. Aprende tu propio valor.

67
No vas a sanar espontáneamente. El tiempo no sana las heridas. Lo que
hagas con ese tiempo es lo que sana las heridas del pasado. Cuanto más
te resistas a sentir tus emociones negativas más tardarás en sanar. No
hablar de ello, reprimirlo, no pensar en ello, no sana. Sanar es sentir.

Puedes sanar por completo. Ser la mejor versión de tí. La persona que
siempre quisiste ser. Comprométete a conseguirlo. Llevará tiempo, será
doloroso a veces, pero será lo mejor que hagas por tí. Siente el orgullo de
intentarlo, celebra los pequeños éxitos.

Fíjate que hablamos de sanar. No de cambiar, de arreglarnos. Sino de


sanarnos. No hay nada que arreglar porque no hay nada roto ni defectuoso
en ti. Hay heridas que sanar. Punto.

Sanar consiste en conocerse, aceptarse, ponerse metas y tomar acción


para cumplirlas.
Al final de la meta está una relación sana contigo y relaciones sanas y
positivas con los demás. Lo primero es imprescindible para conseguir lo
segundo. Y merece totalmente la pena.

El daño que te hicieron en el pasado no va a desaparecer. Existió.


Sucedió. Dejarlo atrás no es ignorarlo. Lo afrontamos, lo validamos y lo
dejamos ahí, en el pasado. Ya no nos sirve usar el pasado para que nos
den atención. Ya no nos sirve quejarnos de nuestra mala suerte. Tomemos
el control. El poder.

Cuando confías en tí, en que tú puedes, te vas liberando del miedo al


abandono. Claro que habrá gente que te abandone. En tu vida personal,
familiar, laboral. Pero te tienes a tí.

68
Sanar supone que el pasado ya no controla nuestra vida. Usemos el
presente para crear un mejor futuro.

● Sanar es tu prioridad y le das un tiempo diario y consciente a mejorar


y evolucionar.
● Sanar es aceptar el pasado y dejarlo en el pasado.
● Sanar es dejar de necesitar el amor y atención de los demás. Saber
dar y recibir amor.
● Sanar es ser consciente de la historia que te cuentas en tu cabeza.
● Sanar es tener una relación de amor y guía para con tu niñ@ interior.
● Sanar es entender tus detonantes y aprender a responder a ellos de
forma positiva para ti.

Sana, para que no sigas en la prisión del pasado.

La vida es cambio, crecimiento, evolución. Nos toca reinventarnos


continuamente. No te resistas. Ve hacia la mejor versión de ti, siempre.

69
PARTE TRES

¿SANAR IMPLICA PERDONAR?

Brett Jordan on Unsplash

¿Perdonar ayuda a sanar?

No necesariamente. Puedes entender y aceptar cómo te han tratado. Pero


no tienes que perdonarles para sanar. Si acaso, perdónate tú por haber
seguido intentando la tarea imposible de cambiar a otro. Por estresarte con
el pasado, en lugar de procesarlo y ponerlo en el lugar que le corresponde.
Por tus reacciones y conductas tóxicas, que venían de tu miedo, tu ira, tu
abandono. Perdónate porque antes no tenías conciencia del proceso que
supone sanarte. Ahora lo sabes, y estás haciendo tu mejor esfuerzo para
ser la mejor versión de ti.

70
Si decides que puedes perdonar a las personas que son tóxicas para tí:

● Perdonar no significa que lo que te hicieron estuvo bien. Ni que


ahora vayas a confiar en que lo harán mejor.
● Perdonar no significa que vayas a olvidar. Lo vas a recordar siempre,
pero no vas a dejar que te afecte.
● Exige un cambio en su conducta hacia tí. Perdonar no significa que
todo va a seguir como antes.
● Perdonar, sobre todo, significa que ya no te afectará su conducta,
aunque no la cambien. Dejar ir el resentimiento por la conducta
pasada.

Si no puedes perdonar, déjalos ir. No es necesario odiar o estar resentido o


enfadado con una persona tóxica, para decidir qué prefieres que no siga
en tu vida. Busca tu paz. A veces para tener paz es necesario tomar la
decisión de marcharte de los lugares o personas que te hacen mal. Sé fiel
a tí mismo. Si sientes que perdonar es impensable, aléjate.

No es necesario perdonar a quien te hizo daño para decidir sanarte de


esas heridas y traumas. Tanto si perdonas como si no, sanarte está en tu
mano.

71
PARTE CUATRO

AMATE Y TENDRÁS RELACIONES POSITIVAS


CONTIGO Y CON LOS DEMÁS

Joshua Earle on Unsplash

Tienes que amarte de la manera en que quisieras que te amaran los


demás.

Ser la persona que buscas. Tus relaciones con los demás reflejan el tipo
de conexión que tienes contigo. La forma cómo te amas (o no) marca la

72
pauta de lo que tolerarás o no en una relación. Aceptamos el amor que
creemos merecer.

Las relaciones son espejos


tenemos muchas relaciones, no solo las de pareja, y todas son un reflejo
de la relación que tenemos con nosotros mismos. Cada relación con otra
persona se basa en nuestra relación con nosotros mismos. En cómo nos
conectamos a nuestros pensamientos, emociones, falsas creencias,
traumas…

El amor propio es la base de todas tus relaciones.

⁣ mate para que tus inseguridades, traumas y mecanismos de defensa no


A
saboteen tus relaciones.

Mereces amor AHORA.


Nada de que “Cuando te ames y te sanes, encontrarás una relación sana”.
Para construir una relación sana te tienes que amar y sanar
emocionalmente.

Siempre mereces amor. Mereces amor ahora. No tenemos que ser


perfectos para amar a otra persona y que nos ame. Nadie somos
perfectos.

No tenemos que aprender a dar y recibir amor nosotros solos, sin


mantener una relación con otra persona mientras sanamos. A veces puede
ser necesario terminar una relación para trabajar en nosotros mismos, pero
no siempre es cierto que tengamos que aprender a amarnos antes de
poder amar a otra persona. Podemos identificar nuestra necesidad de
mejorar nuestra relación con nosotros mismos mientras construimos una
relación con otra persona.

En este caso, y siempre que tengamos ambos límites y objetivos claros,la


relación nos puede servir para comprobar nuestro crecimiento emocional,
nuestro progreso. También podemos, individualmente o como pareja,

73
conseguir ayuda, guía en el proceso de madurar emocionalmente, alguien
ante quien comprobar nuestro progreso, reajustar lo que necesite ser
trabajado…

Al final, una relación nunca se basa en lo que el otro puede hacer por tí,
sino en lo que ambos podemos hacer juntos.

Dicho lo cual tu pareja, tus amigos, no están aquí para darte todo lo que no
recibiste en tu infancia. Eso sólo te lo puedes dar tú. Si no hemos
aprendido lo que significa dar y recibir amor en la infancia, tenemos un
deber para con nosotros mismos de aprenderlo ahora. Con ayuda
profesional si es necesario.

¿Sabes lo que significa dar y recibir amor?


Alomejor piensas que si. O sospechas que no.

Reconocer que no sabemos amarnos a nosotros mismos es el primer paso


para amarnos y sanarnos. Tal vez ni siquiera sabemos cómo se supone
que debe sentirse el amor. Lo que sí sabemos reconocer es la ausencia de
amor. Las personas que no saben dar y recibir amor pueden sentir que:

● Recibir y dar amor a una persona nos da pánico, “sabemos” que nos
abandonará.
● Abrir nuestro corazón a otra persona nos hace sentirnos débiles, en
lugar de vulnerables. Ser vulnerables es ser humano, es conectar de
verdad, aún exponiéndonos a que nos hagan daño.
● Nos auto saboteamos porque pensamos que no merecemos que nos
amen. No nos sentimos “suficiente”. Como anticipamos que nos
abandonarán por no merecer amor, podemos arruinar cada relación
que tenemos para ser nosotros quienes dejemos a la otra persona
antes de que nos dejen a nosotros. Así nos hacemos la ilusión de
que tenemos control, de que estamos a cargo de nuestra vida.
● Hacemos fracasar la relación. Ponemos pruebas imposibles a la
pareja, peleamos por todo, y nos acaban dejando. La profecía se
cumple sola.

74
No nos da miedo el amor. Nos da miedo sufrir. Las relaciones van y
vienen, las personas emocionalmente sanas saben bien que no siempre
funcionan y que si algo no funciona y termina, puede doler. Pero saben
también que el dolor pasará, que sanará.

Y, tal como hemos dicho al principio, si no te quieres a tí mismo, ni siquiera


puede que sepas reconocer el amor cuando otra persona te lo quiere dar.
Cuando realmente nos queremos a nosotros mismos, sabemos cómo amar
y cómo deberían amarnos los demás.

Amate
Ya hemos dicho que amarnos a nosotros mismos se parece bastante a:

● Conocerte
● Cuidarte
● Perdonarte
● Creer en ti
● Poner límites a los demás
● Hablarte bien

Acostumbremonos a priorizarnos, amarnos y cuidarnos a nosotros mismos


lo primero. Nos damos amor para poder dar amor a los demás.
Si no nos amamos, perseguiremos parejas que tampoco nos amarán.
Si no nos amamos, y encontramos una pareja que ve todo lo bueno en
nosotros y nos ama, acabaremos alejándola.

Nuestra relación con nosotros mismos es como cualquier otra relación.


Requiere compromiso.
Comprometernos a darnos amor, comprensión, atención y cariño a diario.
De forma consistente. Ser compasivos con nosotros mismos, comprender
que somos humanos y por tanto tenemos fallos, pero a la vez
comprometernos a mejorar y sentirnos orgullosos de nuestros pequeños y
grandes logros a diario.

75
Observarnos, ser honestos con nosotros mismos es una de las metas más
difíciles y necesarias.

Identificar los comportamientos tóxicos, las creencias limitantes, las


inseguridades, los traumas, las necesidades y deseos.

Observar cómo te hablas, como hablas a los demás, cuáles son tus
comportamientos, acciones, pensamientos, intenciones, sentimientos,
límites o falta de ellos.

No es necesario que amemos nuestros aspectos y comportamientos


negativos. Solamente que los reconozcamos, y disfrutemos del proceso de
evolucionar hacia la mejor versión de nosotros mismos. ¿Cuándo fue la
última vez que hiciste una lista de tus logros, grandes y pequeños?

A medida que vas madurando emocionalmente, no busques ya en tus


padres ni en tu pareja la validación y atención que necesitas. Eso solo lo
puedes obtener dentro de ti mismo. Concéntrate en todo lo bueno que
tienes, rechaza los pensamientos negativos sobre errores o defectos que
crees que puedes tener. Sé tu mejor amigo. Háblate como le hablarías a tu
mejor amigo. Elígete.

“Creo en mí. Me acepto y pongo límites sanos a las personas que dejo
entrar en mi vida”.

Más vale solos que mal acompañados.


Cuando nos damos cuenta de que merecemos respeto, cariño, afecto, nos
alejamos de las personas con las que nos sentimos mal. Puede que nos
sintamos un poco solos. Es normal. Es parte del proceso. ¡Merece
totalmente la pena! Y cuanto más nos queremos a nosotros mismos, más
empezamos a disfrutar de nuestra propia compañía.

Cuando realmente nos queremos a nosotros mismos, solo permitimos


entrar en nuestro círculo a personas que sienten amor y afecto

76
incondicional por nosotros...cuando realmente nos queremos a nosotros
mismos, sabemos cómo deberían amarnos los demás.

Si no estamos felices y en paz con nosotros mismos, no estaremos felices


y en paz en una relación. La felicidad y la paz que llevamos a una relación
nacen dentro de nosotros. Atraemos relaciones sanas y positivas cuando
nos amamos, respetamos y cuidamos a nosotros mismos.

Solo así podemos dar y recibir amor, respeto y cuidados. No podemos


esperar que la otra persona nos de todo lo que no nos damos nosotros.
Porque si consiguiésemos una persona que nos de todo eso que no nos
damos, entraríamos en una relación de dependencia o codependencia,
tóxica. Una relación que si terminase nos dejaría vacíos y abandonados.

Las relaciones sanas también pueden terminar. El fin de una relación sana
te deja triste, por lo que pudo ser y no fue, pero no vacíos ni abandonados.
Porque si te amas a tí mismo, te tienes a tí.

¿Quieres una relación sana, armoniosa, recíproca, pacífica, amorosa?

“Tú me completas”, ese diálogo tan de película. ¡Es falso!


Tú eres una persona completa. Tu pareja no te completa. No es tu media
naranja.

Yo soy un ser completo por mí mismo. Somos dos personas completas que
hacemos un equipo y vivimos nuestra relación juntos. Empezamos
poniendo tu 100% y mi 100%. A veces yo podré dar más de mí y otras
veces tú darás más de ti. Como en cualquier equipo.

● Mírate. Se la persona que estás buscando. Reconoce y admite tus


propias tendencias tóxicas. Identifícalas, trabájalas. Hazte
responsable de tí. ¿Tus comportamientos tóxicos provienen de tus
miedos, traumas e inseguridades? Acéptalo, ámate como eres y
comprométete en crecer emocionalmente. Recuerda que estás
examinando tus conductas, tóxicas o no. Tu comportamiento no es

77
quién eres. Conductas tóxicas no significan que eres tóxico. Separa
tu ser de tu comportamiento. Cambia o ajusta tu comportamiento.

● En cada una de tus relaciones pasadas, tienes la oportunidad de ver


lo que ahora quieres, lo que ahora tolerarás o no, lo que ahora te
tolerarás a ti. Lo que te hace daño y lo que te hace bien.

● Todo se basa en la comunicación, poner el esfuerzo de manera


consistente. Comprometerse con la relación.

● Ten claro lo que buscas. Lo que estás dispuesto a dar. Y atrévete a


preguntar lo que busca tu pareja. Lo que está dispuesto a dar. Dar y
recibir. Reciprocidad.

● Recuerda poner límites. Tienes ciertos requisitos para tu pareja,


prefieres ciertas cosas, tienes una forma de sentir que recibes amor.
Un lenguaje del amor. ¿Cuáles son tus límites? ¿Qué es aceptable e
inaceptable para tí en una relación?

● ¿Qué crees que puedes dar y recibir?


● Ver a tu pareja y ser visto por tu pareja.
● Escuchar y ser escuchado.
● Aceptar y ser aceptado.
● Apreciar al otro y sentirte apreciado.

● En una relación saludable, ambos pueden discutir sin atacar al otro,


disentir sin faltarse al respeto. Enfrentemos los detonadores,
procuremos retrasar nuestra reacción, de manera que vayamos
cambiando el patrón y sepamos responder en una discusión en lugar
de reaccionar.

● Retirar la palabra a tu pareja es una de las mayores agresiones


emocionales. Negar que el otro existe, estar por días, horas...sin
dirigirle la palabra, retirarle incluso el saludo. Es cruel y demuestra
cobardía y mala fe. (Por supuesto esto aplica en los casos en los que

78
ambos están comprometidos a tener una relación. Alejarse de una
persona tóxica o guardar silencio ante los ataques de una persona
tóxica es cuidarse emocionalmente y ahorrar energía, pero ¿quién
quiere estar en una relación con una persona tóxica?)

RELACIONES TÓXICAS

Ser muy dependiente, muy necesitado, muy agobiante para el otro en una
relación, es tan poco saludable como ser desapegado, frío y distante con
tu pareja. Emocionalmente ausente:

Si has sufrido trauma en tu infancia, puedes tener necesidad de


“probar” permanentemente si la relación “funciona”. Poner tests a tu
pareja para probar su lealtad y amor hacia tí, una vez que ambos
habéis decidido comprometernos en una relación, acabará
seguramente con la relación. Es tensar la cuerda hasta que se
rompe. Te autosaboteas.

Si nunca te has sentido amado y cuidado, puedes sospechar que el


que ahora tu pareja te ame y te cuide es “demasiado bueno para ser
verdad”. Aquí volvemos a la falsa creencia de que no merecemos ser
amados, no somos suficientemente buenos. Te autosaboteas.

Si te sentiste emocionalmente abandonado en tu infancia, puedes


pensar que nadie más te va a herir tus sentimientos siempre y
cuando evites involucrarte emocionalmente. Estás físicamente en
una relación pero no te abres emocionalmente para que no te hieran.
Te proteges. De hecho, empiezas la relación con un pie en la puerta.
Te autosaboteas.

Las buenas noticias son que todos estos comportamientos los has
aprendido. Y que todo lo que has aprendido lo puedes desaprender y
deshacer. Si has construido tu mundo sobre la base del abandono
que viviste en tu infancia, cuando no podías defenderte ni cuidarte a

79
tí mismo, ahora puedes tomar las riendas de tu vida y no
abandonarte tú también.

80
PARTE CINCO

TRES PASOS PARA ADELANTE Y UNO PARA


ATRÁS. SANAR NO ES UN PROCESO LINEAL.
NO TE RINDAS.

Brett Jordan on Unsplash

El tiempo por sí solo no sana, lo que eliges hacer con ese tiempo es lo que
te sana.

81
Sanar es un proceso. Es un gran objetivo. Puede parecer enorme. Un
buen sistema es fraccionar en pequeños objetivos tu gran meta de ser tu
mejor versión. Conseguir pequeños objetivos que se van convirtiendo en
grandes hábitos te dará confianza en tí, en tu capacidad de llegar a sanar
por completo.

“¿Por completo?”

Relativamente. Por muy sanado que te sientas después de hacer una labor
consciente y continua contigo mismo, puede llegar algo o alguien que de
nuevo te retrotraigan a antiguas reacciones y pensamientos.

Tendrás recuerdos traumáticos mientras caminas por tu proceso de


sanación. Esos recuerdos son la clave de lo que te traumatizó y necesitas
sanar.

Tus recaídas hacia conductas y pensamientos que no reflejan amor por tí,
no deberían ser tan traumáticas ahora que sabes cómo cuidarte y amarte.
Si algo detona antiguas reacciones en tí, recuerda perdonarte, observarte,
sentir el proceso, sentir las emociones, no reaccionar sino darnos tiempo a
elegir cómo responder. El mero hecho de que ahora te des cuenta de tus
comportamientos y pensamientos negativos es un gran avance. “Te caes
siete veces, te levantas ocho”. (Proverbio Japonés)

¿Fracasaste de nuevo? Todos fallamos. El fracaso, cuando las cosas no


salen como queremos, es la oportunidad de aprender para hacerlo mejor la
siguiente vez. Si sigues haciendo lo mismo, se convierte en un patrón y tu
patrón dará siempre los mismos resultados. Anota lo que puedes hacer
diferente. Hazlo diferente, hazlo mejor.

Saber quién eres y adónde vas no evitará que cometas errores, que
fracases de nuevo. Simplemente te dará la perspectiva de que los errores
son parte del proceso. Sanar te dará el poder de elegir reaccionar de
diferente manera aunque ciertas situaciones, personas o circunstancias no
puedan ser cambiadas.

82
Cuando aún “saltas” ante ciertas personas o actitudes ajenas, estás ante
un detonante, si “saltas”, es que aún tienes a flor de piel algún trauma y
éste sale a la superficie. Hay dolor aún, dentro de tí, y “saltar” es un
mecanismo de autodefensa para que no nos hagan daño. Cuando
maduramos emocionalmente, no respondemos a los detonantes. Los
sentimos, los identificamos, pero dejamos que la sensación pase por
nuestro cuerpo, sin responder a ella.

“Estoy sintiendo xxx emoción, antes esto me habría hecho saltar, hacer o
decir cosas de las que luego me podría arrepentir. Siento el detonante por
todo el cuerpo, experimento ira, frustración, y lo que necesito es dejar que
pase, saber por qué la he sentido y soltarla.”

Siendo conscientes, estando más presentes en nuestra mente y en


nuestro cuerpo, conectando ambos entre sí, podremos ir identificando
fácilmente las sensaciones que antes nos hacían “saltar”. De hecho
podemos anotar cuándo y cómo experimentamos estas sensaciones, y
podemos aprender a ir reaccionando a ellas de forma consciente,
preparando incluso la respuesta de antemano.

Por ejemplo si alguien te dice siempre “lo que tienes que hacer es...”,
puedes elegir responder con “Es tu opinión”. “Entiendo lo que dices”...sin
entrar al trapo.

Es cuestión de conocernos y de abrirnos a los demás para tener relaciones


más sanas, siempre que esas personas se hayan ganado nuestra
confianza. Compartir con nuestra pareja, nuestros amigos, las cosas que
nos hacen sentir “atacados”, para que sepan cuál es nuestro proceso
interior, y puedan evitar conductas hacia nosotros que nos recuerdan
daños y dolor del pasado. Comunicarnos para mejorar nuestras relaciones,
en suma.

83
Comunicar lo que sentimos y vivimos para que no se nos quede dentro,
pues o se nos atasca dentro y nos hace daño, o eventualmente va a salir,
de la manera que no queremos, y tal vez con quien menos lo merece.

Se trata de cómo responder a los detonantes. Lo que nos hace saltar.


Son detonantes porque aún tenemos traumas por resolver y sanar. Le
damos espacio en nuestros pensamientos dejando que se conviertan en
emociones negativas. Le damos el poder a lo negativo del pasado.
Tenemos el poder de controlar nuestra respuesta en esos momentos que
vienen y vendrán para quitarte la paz.

Si el detonante es la relación con nuestro padre, cada interacción se


convierte en una escalada que finalmente nos perjudica solamente a
nosotros mismos, nos recuerda todos los traumas del pasado y revivimos
todos los sentimientos de abandono.

Podemos elegir qué pensamientos dejamos que se paseen por nuestra


cabeza, que palabras expresamos, tanto en nuestro diálogo interior como
en el diálogo con los demás.

Averigüemos qué y quiénes nos tocan la fibra sensible, nos detonan,


sacan a la luz nuestras antiguas inseguridades. Bien para sacarlas de
nuestra vida, bien para enfrentarlas, ir retrasando cada vez nuestra
reacción, desensibilizándonos, cambiando el antiguo patrón.

¿Quién maneja tu vida?

¿La controlas tú? ¿O te controlan otras personas y situaciones


presionando tus botones y teclas y haciéndote reaccionar? ¿Respondes al
momento presente o te traes el pasado al presente y reaccionas?

La vida no es lineal, tampoco lo son las relaciones, las emociones y mucho


menos el proceso de sanación, todos los procesos tienen altos y bajos, lo
importante es que la curva sea ascendente... Ve a terapia, perdona(te) y

84
busca ayuda de la manera que mejor te parezca. Vas a estar bien. Porque
tú vas a estar a cargo de que estés bien. Tú manejas tu vida.

ELIGE TU TRIBU

Rodéate de personas que están comprometidas con su propio proceso de


sanar y crecer.

Las personas con dolor no procesado, dañan y se dañan. Al menos


mientras no decidan sanar y cambiar.

Es natural juntarnos con personas que han vivido un trauma similar y


compartir experiencias, esto puede ser muy útil si las experiencias se
comparten para crecer juntos.

Si lo que nos une a otras personas que han tenido experiencias similares
es el quejarnos del trauma, en lamentarnos por lo que nos pasó, pero no
hacer nada al respecto, es hora de reevaluar con qué personas quieres
juntarte.

A medida que sanas puedes elegir entre superar y distanciarte de la tribu


con la que tienes en común tu trauma personal y/ o inspirarlos para que se
involucren en tu mismo proceso de crecimiento.

Mantén tu alma, tu ser, limpio, rodeado de personas que suman en tu vida.


No es tu trabajo sanar a los demás, especialmente porque nadie sana
hasta que toma la decisión de hacerlo, personalmente.

No convirtamos nuestros traumas pasados en el drama permanente día


tras día. Somos responsables por nuestra sanación, igual que los demás
son responsables de la suya. Nadie cambia hasta que el beneficio de
cambiar es mayor que el de quedarse anclado en el pasado. Y la única
manera de influir para que otros decidan cambiar es dando ejemplo,
viviendo una nueva realidad de paz, amor, felicidad, que los demás quieran
para sí.

85
Y si no tienen voluntad de cambiar, es hora de cambiar de tribu.
No podemos cambiar a las personas. Pero podemos cambiar de personas

* DaddyIssuesyelAmor no da consejos médicos ni prescribe el uso de


ninguna técnica como una forma de reemplazo de tratamiento para
problemas físicos, mentales o médicos por parte de su médico, ya sea
directa o indirectamente. Nuestra intención es ofrecer una variedad de
información y herramientas para ayudar al lector en su búsqueda del
crecimiento emocional.

© 2020 DaddyIssuesyelAmor - Todos los derechos reservados


Ninguna parte de este contenido puede reimprimirse o redistribuirse sin
permiso expreso.

LAS AUTORAS:

SARA M. DE GARAY: CERTIFIED LIFE COACH.

CRISTINA GOMEZ ESQUIUS: PSICÓLOGA.

86

También podría gustarte